viernes, 30 de enero de 2015

AFFLICTED (2013)



Afflicted me sorprendió gratamente. No me suelen gustar  los Mockumentary o Falsos Documentales con esos movimientos de cámara constante, ya que al poco tiempo suelo dejar de interesarme por la historia y me aburro sobremanera. Sin embargo, esta película no sólo aporta frescura a este género tan explotado, sino que también consigue que veamos desde un punto de vista totalmente novedoso el mundo de los vampiros. De hecho consiguió alzarse con el premio a la mejor película de terror en el Fantastic Fest de Austin, Texas.
Derek y Cliff son dos amigos que se disponen a hacer un viaje alrededor del mundo y pretenden grabarlo todo en video a modo de reportaje que irán colgando continuamente en su blog. Tras su estancia en Paris, y como consecuencia de un incidente ocurrido con una guapa desconocida, Derek empieza a notar cambios en su organismo. Es incapaz de ingerir ningún alimento, pero al mismo tiempo su fuerza y agilidad va en aumento, y será a partir de este momento  cuando comiencen los problemas.
Derek Lee y Cliff Prowse son los directores, guionistas y actores de Afflicted. Con un presupuesto bastante reducido han conseguido  crear una película con un ritmo muy ágil, una historia que te atrapa, una fotografía espectacular y unas escenas de acción que parecen sacadas de un videojuego. Hay momentos en los que pierdes totalmente de vista  que estás ante un Falso Documental de cámara en mano que se mueve todo el rato, porque la historia está tan bien contada y montada que no pierdes el hilo en ningún momento.
Me encantó cómo se cuenta en primera persona la transformación que va sufriendo el protagonista, mostrándonos sus miedos y su sufrimiento de una manera tan real. La película sigue los clichés de las películas de vampiros: sólo pueden alimentarse de sangre humana fresca, poseen una fuerza sobrenatural, no pueden exponerse a la luz del sol,… Asombrosa es la escena en la que Derek es perseguido por la ciudad a plena luz del día. Los efectos de maquillaje o visuales usados para hacer que la piel se queme al mínimo contacto con el sol, son asombrosos. Por lo que no es de extrañar que recibiesen el premio a los mejores efectos especiales a su paso por el Festival de Sitges.
En contraposición con la historia tan terrible que estamos presenciando, y casi experimentando como propia, contamos con el magnífico trabajo de fotografía llevado a cabo por Norm Li. Gracias a las localizaciones tan perfectamente escogidas, Barcelona, Paris o la costa italiana, y tomando como excusa las persecuciones, las escalada por fachadas, etc, las imágenes  son asombrosas, permitiéndonos ver  lugares bastante conocidos desde planos diferentes al habitual.
Lo más impactante de Afflicted son sus escenas de acción, que no nos dan un minuto  de tregua y son bastante espectaculares. Ver a Derek saltando de un edificio a otro, lanzando a la gente a varios metros de distancia o escapando a toda velocidad en una ambulancia  es una delicia. El hecho de que estas escenas estén grabadas de maneras subjetiva, como si se tratase de uno de esos videojuegos de acción en primera persona, provoca que las vivamos con mucha más intensidad.
Sí que hay pequeñas cosas del argumento, que analizadas desde un punto de vista racional, resultan algo incongruentes: el hecho de que Cliff no lleve a su amigo a un hospital cuando está sufriendo algún ataque producto de su metamorfosis en monstruo, o que en ocasiones en vez de ayudarle siga grabando como si tal cosa. Son pequeñas licencias que se toma la película para poder contar y documentar la historia, que no empañan para nada el resultado.
Una película diferente, fresca, con un ritmo vertiginoso, que no deberías dejar de ver. Sin lugar a duda, uno de los mejores Mockumentary que he visto y que ha conseguido que me reconcilie con este género.
 





martes, 27 de enero de 2015

FROZEN (2010)

 
Un survival horror entretenido. De esos en los que se somete a los protagonistas a una situación extrema en plena naturaleza y que podría ser perfectamente real, lo que la hace más aterradora y perturbadora. Frozen muestra la cara más cruel de la naturaleza, la dureza del frio y cómo un lugar de recreo y diversión puede convertirse en un territorio hostil. Una película de temática similar es la conocida Open Water (2013), donde una pareja de submarinistas es abandonada en alta mar, en una zona infectada de tiburones y tienen que agudizar el ingenio para intentar sobrevivir.


Es una película de bajo presupuesto dirigida por Adam Green, director del conocido slasher Hatchet (2006). Cuenta con un reducido número de  actores y la acción se desarrolla prácticamente en un único escenario. Dos amigos, muy aficionados a los deportes de invierno, deciden pasar, como cada año, un fin de semana junto con la novia de uno de ellos en una estación de esquí. Allí, debido a una serie de hechos fortuitos que no os voy a revelar, acabarán atrapados en un telesilla, solos, de noche y abandonados a su suerte.


Debido al realismo de la película nos identificamos fácilmente con los protagonistas, llegando incluso a  buscar posibles soluciones para salir de la difícil situación en la que se encuentran. Los personajes están más desarrollados de lo que suele ser habitual en este tipo de películas. Conocemos sus miedos, su manera de pensar y sus motivaciones a través de las conversaciones que mantienen tanto cuando están disfrutando de su perfecto fin de semana, como cuando la situación se pone de lo más peliaguda. Hay incluso una conversación muy curiosa que mantienen en el telesilla sobre cuál sería la mejor forma de morir.


Frozen es una película tensa, angustiosa, donde el entorno, una estación de esquí desierta y, más concretamente, el telesilla, produce una sensación de agobio y claustrofobia que sorprende al tratarse de un espacio abierto. Su director Adam Green ha sido capaz de trasmitirnos, con muy pocos medios,  toda la angustia que están viviendo los protagonistas. Porque ¿quién no se moriría de miedo al verse atrapado en un telesilla a considerable altura, en una estación de esquí que no volverá a abrir hasta dentro de siete días y en la que se espera una tormenta de nieve durante la noche?

Aunque la película me ha gustado bastante, sí que vi cosas que me chocaron un poco. Por ejemplo, no entiendo cómo una persona puede dormirse en plena tormenta de hielo y nieve,  agarrada a la barandilla del telesilla con la mano desnuda. Me pareció más una excusa para darle un mayor dramatismo a la película, que  una situación verosímil. O cómo estando a tan bajas temperaturas no sale vaho cuando están hablando. Sin embargo, son pequeños detalles que no afectan a la valoración general de esta película.

En resumen, Frozen me ha gustado. Es  una película pequeña, sin grandes pretensiones, que consigue mantenernos enganchados a la pantalla durante su apenas hora y media de metraje, a pesar de transcurrir prácticamente en un solo escenario. Una película que consigue con escasos recursos y personajes contarnos una historia verosímil, sencilla y terrorífica, que refleja lo indefensos que estamos todos ante la Naturaleza en estado puro.