jueves, 28 de mayo de 2015

THE CHILDREN (2008)


Mi elección a la hora de elegir una película se basa en las críticas que voy leyendo o escuchando en los  blogs o podcast que sigo asiduamente y que, de algún modo, me llaman la atención. También tengo un montón de amigos twitteros, verdaderos expertos en el cine de género, que se han convertido en los mejores consejeros que podría tener. La cinta que hoy nos ocupa la descubrí en un blog mexicano que he descubierto hace relativamente poco, El Horror. Está formado por un equipo de blogueros expertos, y eso es quedarse corto, en el cine de terror y, además de las críticas, os recomiendo sus listas de películas de temáticas variadas que son espectaculares.

Elaine y Jonah, un matrimonio con una hija adolescente y  dos hijos pequeños, van a la casa de campo de la hermana de Elaine, Chloe, para pasar con ella y su familia el año nuevo. Al poco tiempo, los niños parecen enfermar y comienzan a comportarse de una manera inusualmente agresiva con sus padres, transformando el idílico fin de semana en una pesadilla de la que éstos no podrán escapar.
The Children (2008) aborda un tema tratado en multitud de ocasiones en el cine: niños diabólicos que intentan someter o matar a los adultos. Una de estas cintas, convertida hoy en película de culto y de la que sin duda beben todas las demás, fue: ¿Quién puede matar a un niño? (1976) de Narciso Ibañez Serrador, donde una pareja de turistas ingleses de vacaciones en la costa española  visitan una isla  que sólo habitan niños que se han deshecho de los adultos. Después vendrían títulos como: Abrazo mortal (1980), Los chicos del maíz (1984), El pueblo de los malditos (1995) o  Juego de niños (2012).
Ésta fue la segunda película para su director, el inglés Tom Shankland, que había debutado con Waz (2007), un thriller de terror. Con The Children Shankland quería enfrentar al público a la idea preconcebida de que los niños son inocentes y darle la vuelta a eso, mostrándolos como unos expertos manipuladores y asesinos.
The Children es una película que, a pesar de no mostrar nada nuevo, funciona. ¿Por qué? Por muchos motivos. En primer lugar, la atmósfera tan opresiva en la que se desarrolla la acción: una casa de campo en medio de la nada, cerca de un bosque, y todo, absolutamente todo, rodeado de nieve. Transmite una sensación angustiosa de aislamiento, no puedes escapar y nadie va a venir a ayudarte. La nieve también contribuye a transmitir esa frialdad que parece haberse apoderado de los niños.

Por otro lado, también me gustó mucho la idea de que no traten de explicarnos qué es lo que ha llevado a los niños a convertirse en psicokillers. Simplemente vemos cómo  empiezan a encontrarse mal, pero como si se tratase de una simple gripe o una gastroenteritis de la que no sabemos su procedencia. Me parece muy aburrido que todas aquellas cosas inexplicables desde un punto de vista racional se traten de justificar en el cine de terror como consecuencia de vertidos tóxicos, extraños virus, posesiones demoníacas o alienígenas o experimentos científicos o nucleares. Un poco más de imaginación queridos guionistas, que ya hasta suelo hacer apuestas conmigo misma sobre cuál de las explicaciones habituales me voy a encontrar cuando estoy viendo una película en la que aparecen niños poseídos o zombis. Así que, en The Children me pareció refrescante que no nos expliquen a qué se debe el cambio de comportamiento de los niños, porque si no sabes cómo hacerlo, mejor no lo hagas, o ¿no?
La película refleja muy bien el dilema moral al que se somete a los padres, y a nosotros también como espectadores, al mostramos  unos niños que se vuelven agresivos contra los adultos y la única opción para sobrevivir es acabar con ellos. Es complicado ver a un niño, y más sí es tu propio hijo, como una amenaza para tu integridad física, al que hay que hacer daño para que él no te lo haga a ti. Lo que llama mucho la atención en la película es ver como los adultos se enfrentan a lo que está pasando: son incapaces de asumir que sus hijos se han convertido en pequeñas bestias asesinas y lo que hacen es acusarse y enfrentarse entre ellos.

También me gustó cómo se muestra en la cinta la violencia hacia los niños. Se hace de una manera muy inteligente y creemos que vemos más de lo que realmente nos muestran. Pero la verdad es que, en este sentido, te quedas bastante satisfecho, al contrario de lo que suele pasar en las películas americanas en las que toda la violencia hacia los niños se produce fuera de pantalla.  Es bastante impactante ver como un padre hace daño a su propio hijo, a pesar de que estamos viendo que es en defensa propia, pero el rechazo que nos produce es automático e inevitable.  
¿Conocéis esa sensación de angustia y miedo cuando sabes que algo malo va a pasar y estás esperando a que suceda? Pues eso es lo que os va a producir The Children. Esa atmósfera tan asfixiante, los niños, la nieve, la casa, todo contribuirá a causaros esa sensación de desasosiego que hará que os revolváis intranquilos en vuestros sillones. Así que, sólo puedo deciros que la veáis porque os prometo que estos niños os van a dar miedo, mucho miedo. Resumiendo, ¿alguien puede decirme por qué la gente sigue empeñándose en ir a casas aisladas en los bosques? Nunca traen nada bueno.