domingo, 18 de octubre de 2015

SILVER BULLET (1985)


Sinceramente, ésta ha sido una de las críticas que más me ha costado escribir, no porque no me gustase la película, sino porque me enteré de la trágica historia del protagonista y la verdad es que me afectó, que aunque una sea horror lover, también es muy sensible con estas cosas. No había oído hablar de Silver Bullet (1985), lo único que sabía era que, en cierta manera, tenía que ver con Halloween. Pero nada más empezar y ver al niño protagonista enseguida me recordó  The Lost Boys (1987). Me resultaba una cara tan familiar del cine de los 80 que paré la cinta un momento para investigar qué otras películas había hecho y fue ahí cuando me saltó la noticia de su trágica muerte y de su complicada juventud en la meca del cine, muy al estilo de la vivida por Drew Barrymoore o River Phoenix. Así que, como podéis imaginar seguí viendo la película con cierta tristeza pensando que ese niño que aparecía en pantalla y que acaba de empezar su carrera en el cine, desconocía en ese momento lo que la fama le iba a deparar.

Quiero que se recuerde a Corey Haim por los grandes papeles que realizó y con los que nos hizo soñar, así que empiezo ya con el argumento de la película.  Estamos en 1976, en Tarker’s Mills, el típico pueblo americano tranquilo donde nunca pasa nada y todo el mundo se conoce.  De repente, se empiezan a suceder una serie de extraños asesinatos y la gente del pueblo teme que un psicópata este rondando la zona. Marty, un niño que va en una silla de ruedas muy peculiar, está convencido de que el asesino es un hombre-lobo y convencerá a su hermana y a su tío Red para que le ayuden a buscarlo entre sus vecinos.
La producción de esta película, basada en la novela de Stephen King, Cycle of the Werewolf (1983), fue un poco accidentada. El productor de la cinta, Dino De Laurentiis, que ya era conocido por su difícil carácter, tenía en esta época los derechos sobre las novelas de King. En un primer momento eligió como director a Don Coscarelli, conocido por la saga Phantasm, pero tras grabar una serie de escenas abandonó el proyecto por las tensiones con De Laurentiis. Finalmente, tomo las riendas el director Daniel Attias, para el que Silver Bullet fue su primera y única película, ya que ha dedicado, casi exclusivamente, su carrera al mundo de la televisión.
Esta película, una de las adaptaciones menos conocidas de la obra de King, es bastante infantil y con notables errores de guion, pero considero que posee esa magia ochentera de la que siempre os hablo y está bien para pasar una tarde entretenida o para introducir a un amigo en el cine de terror. Silver Bullet es una cinta de hombres-lobo en la que los protagonistas principales son niños, con lo cual no podemos esperar grandes dosis de terror, aunque sí que hay algún asesinato ligeramente sangriento y escenas, como la de la persecución en el puente, que me resultaron muy tensas.
Uno de los principales atractivos de la cinta es averiguar la identidad del hombre-lobo que no se desvela hasta la segunda mitad de la película, mediante una escena de lo más ingeniosa en la que los espectadores nos enteramos antes que los propios protagonistas.

El diseño de la bestia tuvo bastantes problemas. En primer lugar, Don Coscarelli inició el rodaje por las escenas en las que no aparecía el licántropo porque De Laurentiis había rechazado la primera versión del disfraz. Esto demoró la producción y fue una de las principales razones por las que Coscarelli abandonó el proyecto. Por otro lado, fue expreso deseo de Stephen King que el hombre-lobo no apareciese mucho en pantalla y que éste no fuese demasiado monstruoso, ya que pretendía diferenciarlo de los licántropos que aparecían en otras películas de la época. Yo pienso que, como al final se tuvo que recurrir al primer diseño del hombre-lobo para no cancelar la producción, no querían mostrarlo demasiado porque eran conscientes de que no era ni la mitad de bueno que el de An American Werewolf in London (1981) o The Howling (1981). Pero, por si esto no fuera poco, el bailarín que se contrató para que llevase el traje de la bestia no era del agrado de De Laurentiis y, al final, el papel recayó en el actor que interpretaba al licántropo en su forma humana. Menudo carácter el de este hombre, ¿no?

Prácticamente los únicos papeles que están desarrollados son los de Marty y su tío Red, interpretados respectivamente por Corey Haim y el magnífico Gary Busey. Marty tiene la silla de ruedas más chula que hayamos visto nunca , cuyo nombre da título a la película original, Silver Bullet. Cuando vi al niño, que no tendría más de 8 o 9 años, montado en esa silla de ruedas motorizada, lo primero que pensé es  qué clase de madre permitía eso, pero claro, estamos en los 80, una época en la que no se tendía a la sobreprotección de los niños que vivimos ahora. Volviendo otra vez al título de la película, en la versión original se refiere al nombre que Marty le ha puesto a su moto-silla, pero el título que le pusieron aquí en España, Silver Bullet, no hay por dónde cogerlo. Os puedo contar mi teoría pero ,claro, hay que hilar muy fino y buscar la correlación a la fuerza. Yo creo que podría referirse al coche que conduce el hombre-lobo en su forma humana que, en cierta ocasión, casi atropella al niño y es de color azul. Como ya os digo, esto es buscándole tres pies al gato, porque el título no tiene ningún sentido, pero la traducción de los títulos de las películas en España es sin duda un poltergeist que ya trataremos en otro momento.

En cuanto a los fallos del guion, que fue escrito por el propio King, con lo cual no sé si lo serán también de la novela  porque no la he leído, son abundantes. En primer lugar, Marty es un niño parapléjico, pero tiene un destreza sorprendente para subirse a árboles o salir a la calle por la ventana de su habitación y yo, sinceramente, no le vi unos brazos a lo  Schwarzenegger. Por otro lado, si se supone que hay un asesino o un hombre-lobo acechando la zona, no me parece muy lógico que el protagonista se vaya a tirar cohetes en medio del bosque en plena noche, porque luego pasa lo que pasa. Y una cosa con la que ya me partí de risa fue cuando Marty y su hermana le dan a su tío sus pequeñas medallas de plata para que las funda y acuñe una bala con la que matar al hombre-lobo. Menudo tamaño tiene el proyectil. Me he planteado llevar las pocas cosas que tengo de plata para que me las fundan porque parece que triplican el tamaño, jejeje.

Ah, y se me olvidaba, os preguntaréis qué tiene que ver todo esto con Halloween, ¿no? Pues la escena final, cuando los protagonistas se van a enfrentar a la bestia porque es noche de luna llena, coincide casualmente con Halloween (uy, por los pelos, jejeje). Resumiendo, Silver Bullet no es una gran película de hombres-lobo pero tiene un encanto especial y con ella  podéis pasar un rato entretenido, sobre todo con esos fallos o momentos de la cinta que carecen de sentido.