viernes, 20 de noviembre de 2015

MARATÓN 12 HORAS DE MOLINS DE REI (PARTE 1)



Después de unos días intentándome recuperar de la paliza que me supuso las 12 horas de cine de Terror de Molins, os traigo mi crónica de ese día tan especial.
El sábado pasado, a medio día, puse rumbo a Barcelona junto a mi gran amiga Mari Carmen, con la que comparto mi gran pasión por el cine de terror. Llegamos a Molins con el tiempo justo de recoger las acreditaciones y tomarnos una coca cola reconstituyente, para ponernos a hacer la fila de acceso a la sala. La espera no se hizo nada larga, había buena música y el ambientazo de público que se iba formando a las puertas del Teatro de la Peni era increíble.

Empezamos el maratón:

HOWL (2014)

Tras atropellar a un ciervo, un tren nocturno con destino a Londres queda detenido en medio de un bosque. Los pasajeros pronto empezaran a ponerse nerviosos, sobre todo al enterarse de que el conductor ha desaparecido. Sin embargo, este será el menor de sus problemas, ya que se encuentran en una zona habitada por hombres-lobo y tendrán que luchar por su supervivencia.

Segunda película del director Paul Hyett tras The seasoning House (2012), que ha desarrollado la mayor parte de su carrera como técnico en efectos especiales en multitud de películas como: The descent (2005), Eden Lake (2008) o Doomsday (2008). Así que no es de extrañar, dada su amistad con Neil Marshall, que contase en esta película con los cameos de Shauna Macdonald (The Descent) y Sean Pertwee (Dog Soldiers).
Howl es una película correcta y entretenida, a pesar de que no supone ninguna innovación para el género de los peluditos. Era más que evidente quién iba a morir en cada escena y qué iba a pasar en cada momento, pero aun así se disfruta bastante. Una de las cosas más importantes en las películas de hombres-lobo es el diseño de la bestia y siempre que veo una cinta de este tipo tengo miedo de que cuando por fin aparece el licántropo éste sea una chapuza porque, para mí, tira por tierra toda la producción. Afortunadamente, ese no es el caso de Howl, ya que el diseño de las bestias, a medio camino entre licántropos y humanos, me pareció que era bastante bueno. Pero qué menos viniendo de un experto en efectos especiales, ¿no os parece?

Como en todas las películas en las que los personajes son fruto del azar, tenemos un abanico bastante heterogéneo de personajes: el friki, el gordito, la adolescente, la yuppie, la pareja de ancianos,… que por si no tuviesen bastante con los hombres-lobo que intentan despedazarles, también tendrán que enfrentarse a alguno de los pasajeros que pretende imponer su voluntad.
La resolución final puede que sea lo que más se sale de los cánones habituales, aunque yo hubiese elegido otra diferente, para dar a la historia un mayor dosis de justicia poética, con eso os digo todo, jejeje.

En resumen, Howl es una película de hombres-lobo correcta y entretenida, que no os decepcionará si le dais una oportunidad, pero tened presente que no es ninguna joya del cine licántropo.


THE HALLOW (2015)



Una joven pareja se muda con su hijo recién nacido a una remota cabaña en el corazón de Irlanda para que el marido, que trabaja para una empresa de explotación forestal, investigue un hongo que está afectando a los árboles del bosque que rodea la casa. Los habitantes del pueblo le piden, cada vez más insistentemente, que abandone el bosque ya que, según cuenta una antigua leyenda del folklore irlandés, todo aquel que traspase el territorio de los seres del bosque, será perseguido. El protagonista desoirá estas advertencias y el mal que aguarda en la profundidad del bosque tratará de acabar con lo que más quiere: su familia.
Sinceramente, The Hallow me pareció un batiburrillo de muchas cosas que no terminan de funcionar. En un primer momento parecía que iba a ser una cinta estilo Perros de paja (1971), con unos vecinos de lo más siniestro que no paran de acosarles para que abandonen el bosque. Sin embargo, después se convierte en una película de monstruos, con un poco de Body Horror y una pizca de posesiones. Vamos, que yo había veces que no entendía muy bien lo que me querían contar.
Su guionista y director, Corin Hardy, del que se rumorea que su nuevo trabajo va a ser una nueva entrega de El Cuervo, ha dirigido varios cortos y videos musicales que destacan por la belleza y oscuridad de sus imágenes, algo que ha plasmado a la perfección en The Hallow.
Las criaturas están muy bien hechas, la verdad es que en este festival no me han decepcionado nada ninguno de los monstruos que han aparecido en las películas y eso no es algo fácil de conseguir porque suelo ser bastante exigente con estas cosas. Como os estaba contando, la creación de las criaturas fue una mezcla entre animatrónica y CGI, ya que Hardy consideraba que unas criaturas creadas completamente por CGI no asustarían nada. Y yo me alegro de que piense así y de que cada vez seamos más los enamorados de los efectos especiales tradicionales.
A mi parecer, The Hallow está muy bien hecha, los efectos especiales son más que correctos y eso que estamos hablando de una película de bajo presupuesto. Las actuaciones son muy convincentes, la atmósfera, la luz, todo encaja perfectamente. ¿Qué falla entonces? La historia. Creo que intentaron que la película abarcase demasiadas cosas y el resultado es un poco difuso. Si os la perdéis, no será ningún crimen.

TURBO KID (2015)


En un futuro post-apocalíptico, The Kid, un joven que se ha criado solo y cuya pasión es coleccionar comics y objetos ochenteros que intercambia por artículos para su supervivencia, se encuentra con una chica de lo más peculiar llamada Apple . Ambos, junto a algún amigo que encuentran por el camino, tendrán que luchar contra el malvado dominio que Zeus y sus secuaces ejercen sobre todo el territorio.
Tenía muchas ganas de ver esta película canadiense, pero al mismo tiempo temía que me fuese a decepcionar dado el gran hype que se había generado a su alrededor. Sin embargo, no fue así y, sin duda, fue la mejor película de la maratón, una auténtica joya del cine independiente.
Esta producción, escrita y dirigida por el trio formado por: François Simard, Anouk Whissel y Yoann-Karl Whissel, que se hacen llamar los RKSS (Road Kill Super Stars), se basa en un corto de estos mismos directores que no pasó el corte para formar parte de la antología ABC of Death (2012) y que se llamaba T is for Turbo. Sin embargo, el productor de la antología, Ant Timpson, decidió apostar por ellos y les ayudó a hacer posible este largometraje. Uno nunca sabe dónde puede estar su suerte, ¿verdad?
Esta película es un tributo muy especial a la cultura de los 80, que parece que últimamente lo inunda todo. Y es que, si no recuerdo mal, en una entrevista que leí de Simon Barret y Adam Wingard a colación de The Guest (2014), explicaban muy bien el por qué de esta tendencia. Más o menos venían a decir que la gente que creció en la época de los 70 y 80 son ahora guionistas y directores medianamente asentados en la industria cinematográfica y se pueden permitir el lujo de hacer las películas que quieran y ¿dónde buscan la inspiración? En todo aquello que les hacía soñar y les apasionaba cuando eran pequeños. Yo soy una niña de los 80 y soy una enamorada del cine de esta época, así que igual tienen razón... 
En Turbo Kid también encontramos una gran mezcla de géneros: comedia, gore, acción, ciencia ficción, romance,…, pero aquí están todos muy bien empastados y el resultado es algo mágico. Los personajes son todos magníficos: The Kid, vestido como un power ranger, con sus hombreras y rodilleras, el rudo cowboy con un estilo entre el Bruce Willis de El último Boy Scout (1991) e Indiana Jones (1984), el malvado Zeus, interpretado por Michael Ironside, que siempre me recuerda a V (1984-1985). (Nota mental: tengo que volver a ver a Diana comiendo ratones y Donovan salvando el mundo). El malvado secuaz de Zeus, Skeletron, no pronuncia una sola palabra en toda la película, pero con su original careta metálica y la rueda dentada que lanza cortándolo todo a su paso, se ha convertido en un villano inolvidable.  Y que me decís de Apple, ¿quién no se ha enamorado de esta chica tan vivaz, de sonrisa permanente y que vive todo con el mayor de los entusiasmos? Yo me declaro devota absoluta de la interpretación que hace Laurence Leboeuf que, sin duda, es lo mejor de la producción. 
La película de marcada estética a lo Mad Max (1979) pero donde todo el mundo se mueve en BMX es sumamente divertida, pero los amantes del gore no penséis que Turbo Kid no es para vosotros, porque sangre hay a litros (según he leído utilizaron más de 300 litros). Hay muertes de los más originales y espectaculares que fueron hechas mediante el uso de efectos especiales tradicionales y sólo se usó el CGI para aquellas cosas que era imposible hacer de otra forma.  
Os recomiendo encarecidamente Turbo Kid, ya que es una pequeña joya echa para el disfrute de los nostálgicos de los 80 y para aquellos que gozan con el cine más gamberro y original. ¿Y no me digáis que una película que empieza con la frase: “Esto es el futuro, estamos en el año 1997” no hace que al menos os pique la curiosidad? ¡¡¡Tenéis que verla!!!