lunes, 23 de enero de 2017

HATCHET 2 (2010)


Antes de hablaros de la secuela de Hatchet , convendría repasar qué supuso la película original de Adam Green allá por el año 2006 y que ya os comenté en su momento. El subtítulo del póster ya anunciaba que estábamos frente a una película que seguía los cánones de la vieja escuela de terror americano y la pantalla se inundó de litros de sangre, un asesino muy violento y unas muertes de lo más imaginativas. Más que un tributo a los slashers de los 70 y 80, Hatchet podría considerarse más como una parodia de estas películas por el tono de humor y gamberrismo que impera en la historia. La propuesta contó con una gran aceptación por parte del público y la encumbró al status de culto. 

Pues bien, cuatro años después, Green se enfrentó al momento más duro para una película, su secuela. Ésta vez, debido a los problemas de la primera parte con la MPAA (Asociación cinematográfica de Estados Unidos) y motivado por el éxito de la primer parte, el joven cineasta decidió arriesgarse y estrenar la película “unrated” en 68 cines pertenecientes a la cadena AMC, con los que la productora de la película, Dark Sky Films, había llegado a un acuerdo. Hatchet 2 sólo estuvo en cartelera un fin de semana, según Green, debido a la presiones que los cines recibieron por parte de la MPAA y, según la versión oficial, a causa de la violencia de la película de la que no habían sido conscientes hasta ese momento. En resumen, la jugada no salió tan bien como esperaban y la cinta no contó con el éxito, ni el apoyo de su predecesora, pero lo que sí nos ofreció fue un amplísimo catálogo de muertes a cada cuál más salvaje.

La historia comienza justo en el momento en el que acabó la primera, con nuestra heroína MaryBeth Dunstan, interpretada a partir de ahora por la excesivamente dramática Danielle Harris, salvada por un lugareño de las garras de Victor CrowleyMaryBeth desea eliminar definitivamente a Crowley para recuperar los cuerpos de su padre y hermano y para ello volverá a adentrarse en el pantano con un grupo de cazadores capitaneados por el Reverendo Zombie.


Si el casting de la primera entrega ya contaba con grandes figuras del cine de terror, ésta no se queda atrás. Repiten Kane Hodder como Thomas/Victor Crowley, Tony Todd como el Reverendo Zombie, en un papel mucho más determinante para la trama y se incorpora el famoso director, Tom Holland, A.J. Bowen y el experto en efectos especiales John Carl Buechler. Sin duda, una gozada de reparto para cualquier horror lover que se precie. 



Uno de los aspectos más destacables de esta segunda parte es que nos da a conocer muchos más datos del origen de Victor Crowley y cómo éste llega a convertirse en un asesino de carácter sobrenatural. En el repertorio de muertes que nos ofrece Green y que harán disfrutar de lo lindo a los amantes del gore, no faltarán las decapitaciones, las muertes con sierras mecánicas descomunales y demás herramientas y su más famoso modus operandi, la muerte por extracción de mandíbula.

Uno de los problemas que tiene esta secuela es el escaso desarrollo de algunos de sus personajes y lo absurdo de sus motivaciones. Muchos de ellos son mera carne de cañón para el asesino y, de hecho, hay partes de la película que parecen exclusivamente un catálogo de escenas gore. Me llamó la atención la dramática interpretación de Kane Hooder, como Thomas Crowley y considero que sus momentos en pantalla eclipsan el del resto de personajes, sin contar con el placer que supone escuchar la voz aterciopelada e inquietante de Tony Todd.

A pesar de que el metraje de Hatchet 2 no es muy extenso, apenas 85 minutos, existen escenas de relleno que no aportan nada a la trama. En algunos casos, puede que tuviesen intención cómica, pero la verdad es que yo no la encontré por ningún sitio. Me refiero a la escena de las galletas en la tienda del Reverendo Zombi, o aquella en la que este mismo personaje y el mudo están hablando sentados en un tronco. Lo único interesante para el espectador es averiguar desde qué ángulo les va a atacar Victor y que arma elegirá esta vez. 

Hatchet 2 es tal y como prometía su póster, el doble de gore y el doble de intensa. A pesar de que esta secuela no es tan buena como la original, es un producto bastante entretenido, gamberro y cuenta con unos efectos especiales tradicionales que sin duda son lo mejor de la película. Es una pena que esta cinta no contase con un mayor apoyo del público y que terminase siendo un fracaso de taquilla. Lo que sí que hay que reconocerle a Adam Green es su amor por el cine de terror y su valentía a la hora de crear un slasher tan irreverente, sangriento y realizado para el goce y disfrute de los fans del gore.