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viernes, 28 de septiembre de 2018

31 DÍAS DE TERROR - ESPECIAL HALLOWEEN


Pues sí queridos horror lovers, nuestro mes favorito está a la vuelta de la esquina y es que en Octubre el Terror está más de moda que nunca. Las webs y revistas de cine sacan sus especiales de cine de terror, mientras los norteamericanos comienzan con los preparativos para su fiesta de Halloweeen (¡qué envidia!). Como cinéfila, una práctica que siempre me ha llamado mucho la atención es el reto de #31DaysOfHorror que se extiende como la pólvora en estas fechas. Como su propio nombre indica, consiste en ver una película de terror cada día de Octubre y todo el mundo elabora sus listas con 31 películas para pasar un mínimo de 90 minutos diarios frente a la pantalla.

Debido a que mis planes para acudir este año al tan ansiado Festival de Sitges se han vuelto a truncar, he decidido unirme a este reto para mantenerme muy ocupada y que la envidia no me corroa. Así que para que no me chirríen mucho los dientes cuando vea todos los tweets y oiga todos esos podcasts que nos contarán las maravillas que están viendo en Sitges, he elaborado la que para mí es la mejor y más completa lista de películas de terror de la historia, jajaja. 

El criterio que he usado para elegir las cintas ha sido muy sencillo: Quería estar en paz con la horror bloguer que hay en mí y ponerme al día con todos esos clásicos modernos que todavía no me explico como no he visto y ver también alguna que otra película más actual, pero no por ello menos valiosa. La selección es muy variada, hay películas asiáticas, italianas, mexicanas, con zombis, caníbales, psicokillers y hasta de animación. Más no se puede pedir.

Si os soy sincera Candyman (1992) sí que la había visto en su momento, pero tenía ganas de revisionarla desde que me enteré que Jordan Peele estaba preparando su remake. Por el resto, si queréis podéis crucificarme por no haberlas visto todavía, pero en breve le voy a poner solución así que, ¿por qué no hacéis vosotros lo mismo y rescatáis esas películas que os da miedo confesar que no habéis visto? A no ser que seáis Jorge, de la cuenta de @horrorlosers que él no debe tener nada pendiente porque se lo ve TO-DO, jajaja. 


  1. A DARK SONG (2016)
  2. THE VANISHING (1988)
  3. POSSESSION (1981)
  4. RE-ANIMATOR (1985)
  5. CRONOS (1993)
  6. CANNIBAL HOLOCAUST (1980)
  7. SYMPATHY FOR LADY VENGEANCE (2005)
  8. PARANORMAL ACTIVITY (2007)
  9. BRAINDEAD (1992)
  10. VIDEODROME (1983)
  11. FROM BEYOND (1986)
  12. THE STEPFATHER (1987)
  13. THE ENTITY (1982)
  14. TROUBLE EVERY DAY (2001)
  15. PULSE (2001)
  16. SANTA SANGRE (1989)
  17. V/H/S (2012)
  18. FREAKS (1932)
  19. FADE TO BLACK (1980)
  20. NO PROFANAR EL SUEÑO DE LOS MUERTOS (1974)
  21. LA CHIESA (1989)
  22. SEE NO EVIL (2006)
  23. SOMOS LO QUE SOMOS (2010)
  24. BYZANTIUM (2012)
  25. O APOSTOLO (2012)
  26. IT'S ALIVE (1974)
  27. CANDYMAN (1992)
  28. DARK WATER (2002)
  29. FUNNY GAMES (2007)
  30. THE PROPHECY (1995)
  31. DUMPLINGS (2004)

 NORMAS VISIONADO:

* No seguiré el orden estricto de esta lista para ver las películas, sino que lo haré de manera aleatoria, dependiendo del estado de ánimo y lo que me apetezca cada día.

* Podréis hacer el seguimiento de las películas y sus valoraciones en mi cuenta de twitter @justaida3, bajo el hastag:#BP31DaysOfHorror.


* Todos podéis utilizar este hastag, tanto los que estéis siguiendo esta lista de visionado, como los que tengan la suya propia. Lo importante es compartir qué películas estamos viendo en honor de Halloween.

* Pondré todo de mi parte para poder ver las 31 películas, pero me espera un mes muy ajetreado en el reino y además, tengo el Festival Nocturna de Madrid a finales de mes. 

* No sigas leyendo y ÚNETE a #BP31DaysOfHorror 


miércoles, 26 de septiembre de 2018

POD (2015)


Llevaba mucho tiempo queriendo ver esta película, ya que aparecía en prácticamente todas las listas de cintas infravaloradas que tanto me gustan y a los que soy un tanto adicta. Lo cierto es que la espera ha merecido la pena y, a pesar de ser una película de bajo presupuesto, con una premisa sencilla y puede que excesivamente alargada y previsible, consiguió mantenerme enganchada a la pantalla durante sus poco más de 75 minutos.

Como os he comentado, el argumento de POD es bastante sencillo, hasta dónde se puede confesar sin caer en spoilers: Después de recibir un inquietante mensaje de su hermano, un veterano de guerra con problemas psicológicos que vive aislado en una cabaña junto al lago, Ed y Lyla deciden ir a buscarlo. Una vez allí, ven como éste esta sufriendo lo que ellos piensan es un nuevo brote psicótico, ya que afirma tener encerrado a un Pod en su sótano y estar siendo víctima de una conspiración. 

La película ha sido escrita y dirigida por Michael Keating, un joven director al que la mayor parte conoceréis por sus más recientes trabajos: Darling (2015), Carnage Park (2016) o Psycopaths (2017). Keating que comenzó como becario nada más y nada menos que en la Blumhouse, es un gran fan del cine de terror y actualmente presenta un programa de entrevistas en Shudder, el canal de streaming dedicado al terror y que todo horror lover desearía tener en su país. En dicho programa, The Core, Keating invita a directores y actores como: Adam Green, Danielle Harris, Simon Barret o las hermanas Soska para hablar acerca del terror y de cómo se realizan los efectos prácticos que vemos en las películas. No se a vosotros, pero yo necesito ver este programa ya mismo. 

Según apunta Keating en una entrevista concedida a Bloody Disgusting, se inspiró en la conocida serie de los años 60, The Twilight Zone (1959-1964) para escribir el guion de esta película porque quería representar el terror como una entidad que se contagia de unos a otros. La paranoia que empieza a hacer mella en todos ellos, se contagia como una especie virus o quizá haya algo más...

La trama de POD es bastante simple y su éxito reside casi totalmente en la credibilidad que le demos a sus tres personajes principales. En los primeros minutos de la cinta, vemos como Martin, el ex militar, está persiguiendo algo por un bosque nevado mientras, por otro lado, presenciamos la difícil relación de sus hermanos, discutiendo sobre si es conveniente ir a buscar a Martin o no. Una vez llegan a la cabaña, situada en un paraje nevado y desolado, nos adentramos en una atmósfera claustofóbica e inquietante, al ver el bunker en el que ha sido transformada la cabaña. Un lugar sucio, con puertas y ventanas tapiadas que responden a la paranoia de Martin que cree ser la víctima de una teoría de la conspiración perpetrada por el gobierno. La tensión va en aumento, a medida que éste empieza a perder contacto con la realidad, Lyla parece darle credibilidad a la paranoica postura de su hermano y el pobre Ed se siente desbordado al encontrase sin apoyos. Pero y ¿si todo lo que está contando Martin no es producto de su mente enferma y es real? Éste es el principal juego de este thriller psicológico, arrastrarnos hasta el extremo de no saber qué va a ocurrir a continuación e incrementar nuestra tensión a cada minuto. 


Aunque la película es de bajo presupuesto y eso se nota en la escasez de personajes y  localizaciones, han sabido muy bien como exprimir sus recursos a la perfección para deleitarnos con este tenso thriller que se guarda algún que otro giro argumental bajo la manga y que me dejó con la boca abierta. Debido a esta escasez de medios, en la segunda mitad de la cinta abundan los planos oscuros y los movimientos de cámara frenéticos, pero  encajan perfectamente con el tono de la película. Además, cuando se tiene que ver algo, se ve de manera bastante explicita. 

Tampoco quiero que penséis que POD es una de esas joyas ocultas de las que muchas veces os hablo porque algunos fallos. En primer lugar, la trama al ser tan simple, hubiese funcionado mejor como el capítulo de una serie y aunque tiene un metraje de tan sólo 75 minutos, hay varias partes, como la presentación de los hermanos, que se notan excesivamente alargadas. Por otro lado, las interpretaciones de los tres personajes principales, de los secundarios no tengo ninguna queja, me parecieron bastante exageradas. Lauren Ashley Carter interpreta a esa hermana que se echa un chorrete de whisky en el café del desayuno y que piensas que va a ser un personaje interesante, pero se acaba convirtiendo en la típica chillona que no aporta mucho. Por su parte, Brian Morvant que da vida al exmilitar con problemas psicológicos abusa bastante de los ticks nerviosos y de sus gesticulaciones de loco. Y, por último tenemos a Dean Cates, en el papel del hermano escéptico y analítico, que fue la actuación que más me convenció, a pesar de que las decisiones  que toma su personaje son un tanto estúpidas: si tu hermano inestable te ha reiterado que no entres en la cabaña, no es muy aconsejable que te saltes a la torera sus indicaciones y vayas con tu hermana porque luego, pasan cosas...

POD me ha convencido y también soy de las que piensan que, a pesar de sus fallos, es una película muy digna e injustamente infravalorada que merece ser rescatada. Además, después de todo lo que he averiguado acerca de la carrera de Michael Keating, ha despertado mi interés por ver el resto de su filmografía, ya que os confieso que ésta ha sido mi primera incursión en su obra. POD me parece una película muy interesante para ser su segundo trabajo y demuestra una vez más, que muchas veces sólo se necesita una buena idea y ganas de llevarla a cabo, para conseguir una producción más que decente. ¿Qué es un tanto engañosa? ¿Qué es previsible? No os digo que no, pero a veces el camino es lo más interesante y el final de esta película no es ni mucho menos decepcionante. 

El cartel promocional de la cinta no puede ser más desafortunado. Por un lado, la imagen no representa a nada que aparezca en la película porque no hay ningún huevo Alien eclosionando a lo loco y por otro, comparar a esta pequeña producción con X-Files es bastante pretencioso y genera unas expectativas que pueden conducir a una decepción de caballo. Es mucho mejor acercarse a POD sin ningún tipo de pretensión, ni idea preconcebida, pero lo que tenéis que evitar a toda costa, es el trailer porque os arruinaría el quiz de la trama de un plumazo.

jueves, 20 de septiembre de 2018

THE RUINS (2008)


No se por qué no os había reseñado antes The Ruins porque es otra de esas películas que no han recibido la atención y el reconocimiento que se merece. Parece que he venido de las vacaciones con espíritu reivindicativo y viendo que la anterior propuesta, House of Wax (2005) ha tenido muy buen recibimiento y muchos de vosotros la valoráis tanto como yo, quizás vaya siendo hora de sacar a la luz esas cintas que no aparecen en las listas de lo mejor del terror, pero que sin duda no proporcionan grandes dosis de diversión, tensión y sangre, mucha sangre.

The Ruins nos presenta a un grupo de 4 amigos que se han ido de vacaciones a Cancún, pero que a penas han salido del hotel y la playa durante su estancia. Un día conocen a un mochilero alemán, Henrich, que les propone visitar unas ruinas mayas recientemente descubiertas, en las que se encuentra su hermano con su nueva novia, arqueóloga de profesión. A la mañana siguiente, emprenden el viaje hacia las ruinas, pero una vez allí, les recibe un grupo de nativos muy poco hospitalarios que les amenazan con armas y les impiden salir del lugar. 

El guión es una adaptación llevada acabo por el propio autor de la novela homónima, Scott B. Smith. El libro, alabado por todo el mundo, hasta por el mismísimo Stephen King, ha despertado mi curiosidad, sobretodo porque existe una gran polémica en torno a la adaptación, ya que Smith se tomó ciertas licencias en el guion que para los fans de la novela no eran necesarias. Como el género de terror es algo que quiero empezar a cultivar en el campo de la literatura, no he podido evitar hacerme con un ejemplar de la novela para comprobar por mi misma, si es tan maravillosa como apuntan. The Ruins fue la ópera prima con la que Carter Smith, conocido por su trabajo como fotógrafo de moda, decidió abrirse paso en la meca del cine. Ya había hecho sus pinitos en la dirección en varios cortometrajes y tras está película, ha seguido trabajando en ellos y sólo ha dirigido otro largo más, Jamie Marks is dead (2014), un drama sobrenatural con bastante con buen pinta.

Lo que más me gusta de esta cinta es que parte de una premisa mil veces vista: el grupo de amigos norteamericanos que se van de viaje a un país exótico y allí les suceden cosas, nunca buenas. En este caso, no ligan con quién no deberían como en Hostel (2005), ni van a parar a un lugar dónde los donantes de órganos escasean como en Turistas (2006), ni se topan con lugareños indeseables como en And Soon The Darkness (2010), remake de la versión británica de 1970. Aquí el problema va estar relacionado con la Madre Naturaleza y ya sabemos que cuando ésta se pone dura, no hay quien la pare.

Es interesante y digno de admirar como en una cinta en la que sus dos últimos tercios transcurren en un escenario bastante reducido, la cima de las ruinas de una pirámide azteca, la tensión y el ritmo no decaen en ningún momento. Me gusta especialmente que la acción se centra en un lugar al aire libre y a plena luz del día y no por ello deja de ser menos aterrador y asfixiante. 



Reconozco que una de mis debilidades en el cine de género es el body horror y estás películas suelo disfrutarlas mucho, principalmente si los efectos de maquillaje son buenos. En este caso, no es que el virus que les ha infectado sea tan agresivo como el come-carne de Cabin Fever (2002), pero es interesante ver como jóvenes perfectamente sanos empiezan a sufrir los efectos de un parásito que se ha metido en su piel y como esto puede llegar a obsesionarles y hasta volverles locos. 

Desconozco si la arrogancia que suelen mostrar los americanos en este tipo de películas es real o simplemente un estereotipo, pero no pueden dejar de chirriarme afirmaciones como la que lanza uno de los personajes que viene a decir que: "alguien vendrá a rescatarlos porque cuatro turistas americanos no pueden desaparecer del mapa sin más". Parece que si eres de otro país, como el personaje alemán de la cinta, esfumarse sin que nadie se percate, debe estar a la orden del día. Además, a este personaje no se le ocurrió pensar que aunque los encuentren, quizá sea demasiado tarde para todos ellos. Lo que está claro es que si eres norteamericano, lo tienes bastante complicado en la vida: si viajan al extranjero, ya os he contado algunas de las cosas que les pueden pasar, si viajan por el país, no es que les vaya mucho mejor: Texas Chainsaw Massacre (1974), The Hills have eyes (1977), Wrong Turn (2003), ... y si deciden quedarse en casa: Funny Games (2007), The Strangers (2008)You're Next (2011), ...

En cuento al reparto, las actuaciones de todos son solventes y creíbles. Los rostros más conocidos son los de Jena Malone a la que todos descubrimos en Donnie Darko (2001) y el de Shawn Ashmore que aparecía en la película que inauguró este blog, Frozen (2010) y que ha participado en la franquicia de X-Men. Pero si hay una actuación que destaca sobre las demás, esa es la de Laura Ramsey, en cuyo personaje, el deterioro y el sufrimiento es tan palpable que traspasa la propia pantalla. 

Las dosis de sangre y escenas desagradables no faltarán en esta producción, en la que en algunas ocasiones, nos costará incluso mirar a la pantalla. Sólo puedo deciros que hay unas escena igual de impactante que la depilación de Cerina Vincent en la antes mencionada Cabin Fever.

En definitiva, ya habréis notado por mis palabras que me encanta esta película y que nunca dejaré de recomendarla. Una premisa sencilla que nos transporta hasta la piel de unos personajes en la que no nos gustaría estar. Prepararos para una hora y media de pura tensión y desesperación, mientras os adentráis en la selva mexicana.



lunes, 17 de septiembre de 2018

MAYHEM (2017)


Soy muy fan de esas películas que sacan a la luz los más oscuros deseos de una parte de la población del mundo occidental: liarte a palos y exterminar a algún compañero de curro, incluso a tu propio jefe. Todos lo hemos pensado alguna vez en nuestra vida y en esta época que nos ha tocado vivir de contratos temporales y precarios, parece que las películas de esta temática han proliferado como la espuma: Bloodsucking Bastards (2015) o The Belko Experiment (2016). Aunque las causas que provocan la violencia dentro de la oficina son diferentes en cada caso, siempre acaban con ejecutivos, secretarias y administrativos como auténticos psicokillers masacrándose unos a otros. 

Un virus que provoca que la barrera del respeto y el autocontrol desaparezcan y que los instintos más primarios como la violencia y el sexo afloren sin ningún tipo de freno, ha infectado un bloque de oficinas. El edificio está cerrado por cuarentena y un empleado que acaba de ser despedido, intentará abrirse paso a través de este jungla, para poder llegar hasta la última planta dónde se encuentra el departamento ejecutivo y convencerles de que revoquen su decisión. Para ello contará con la ayuda de una atractiva abogada que también quiere presentarle su causa al mandamás del edifico.

El responsable de este festival de sangre y grapadoras asesinas es Joe Lynch, al que sólo conocía por Wrong Turn 2: Dead End (2007) y la verdad es que preferiría no acordarme de ella. Con una estética de videoclip y un ritmo trepidante, Lynch consigue que su propuesta, lejos de aburrirnos al tener una premisa vista recientemente, nos parezca un producto refrescante y muy entretenido. Aunque la película destaca por su humor negro y una violencia de lo más chusca, esto no significa que Mayhem pretenda, a su manera, criticar la avaricia y el despotismo de las grandes corporaciones. 

La cinta está protagonizada por Steven Young, el chino de Walking Dead que se ve que su técnica de aniquilar zombis, le sirve igualmente para los infectados y rabiosos. A su lado, la impresionante Samara Weaving, de la que todos nos enamoramos en The Babysitter (2017). La química de la pareja, en cuento a compañeros de armas, es muy buena porque todo lo demás resulta altamente increíble. Aunque la vis cómica y macarra de Weaving ya la conocíamos y nos funciona, con Young tengo mis dudas. Me parece un actor muy inexpresivo y con un registro interpretativo muy limitado como para que el peso de toda la película recaiga sobre sus hombros.



El estallido de violencia que transforma a los ejecutivos en asesinos sin escrúpulos, se debe al virus ID-7 que convierte a los infectados en seres rabiosos. El único rasgo físico que los diferencia es que tiene uno de los ojos inyectado en sangre, así que el ahorro en efectos de maquillaje es considerable, pero no menos efectivo. Hay que tener en cuenta que el edificio en el que se encuentran ha sido puesto en cuarentena por sanidad o el ejército mientras hace efecto un antídoto que han lanzado por los conductos del aire y que en 8 horas erradicará el virus. Los cambios físicos no podían ser muy notables si a las 8 horas se pueden ir todos a su casa tan a gusto, ¿no os parece?

La película no se limita a presentarnos una Battle Royale de oficina, si no que sus dos protagonistas, antagónicos en un primer momento, aúnan esfuerzos para conseguir un objetivo y nosotros, como espectadores, los seguimos en su "hazaña épica". Digo antagónicos porque, en un primer momento, el personaje interpretado por Young, Derek Cho, es un abogado de renombre en la firma que ha ido perdiendo su integridad y su alma, es pos de una ambición desmedida con una total falta de escrúpulos. Sin embargo, Melanie Cross a la que da vida Weaving es una abogada que está luchando porque un tiburón empresarial como es la empresa de Cho, no deje a personas desfavorecidas sin su casa. El virus y una causa común: presentar sus quejas ante el director de la firma, harán que luchen contra todos los ejecutivos y oficinistas que quieren hacerles frente. Ataviados con material de obra, imperdible la destreza de la Weaving con una pistola de clavos, la sangre, amputaciones y heridas surgirán por doquier.

Los enemigos están en los pisos de arriba y nuestros protagonistas, como si de un videojuego se tratara, tendrán que ir subiendo planta a planta, para conseguir la llave que los lleve al siguiente nivel. En la cima tendrán que enfrentarse con "La Sirena", la mano derecha del jefe y con "La Muerte" un jefe sin escrúpulos, ni humanidad, totalmente estereotipado, que no dejará que Cho se salga con la suya. 

En definitiva, Mayhem no es una película perfecta, pero dudo que alguien pueda aburrirse con ella. La música y el ritmo de la cinta son frenéticos y te mantienen pegado a la butaca esperando a ver cuál será la siguiente barbaridad que aparezca en pantalla. La violencia extrema, unida al humor negro, funciona a la perfección y en la comparativa inevitable con The Belko Experiment (2016), para mies una clara vencedora. Gana en diversión y gamberrismo a la cinta de Mc Lean, sin desmerecer a ésta. No esperaba mucho de Mayhem por ser una premisa muy repetida en los últimos años, pero la verdad es que me ha sorprendido y me pareció una propuesta de los más refrescante, perfecta para un Festival o para una noche de amigos y cervezas en casa.



lunes, 10 de septiembre de 2018

HOUSE OF WAX (2005)



Las vacaciones se acaban y toca volver al trabajo y a la rutina. ¿Depresión? Ninguna, el otoño siempre es la época preferida para los horror lovers y no sólo porque se celebre nuestra fiesta por excelencia, Halloween, sino porque en estas fechas se concentran la mayor parte de festivales de cine de terror de nuestro país. 

Seguro que os preguntaréis porque he elegido esta película para mi regreso y la respuesta en muy sencilla: he visto mucha película mediocre durante el verano y decidí revisar una cinta que sabía perfectamente lo que me iba a ofrecer: argumento simple, muertes espectaculares y entretenimiento. Hay veces que no le exijo más a una película, no siempre vamos a encontrar joyas como It Follows (2014)The Witch (2015) o Get Out (2017) , pero hay rachas cinéfilas en las que conseguir estos tres sencillos requisitos es tarea imposible.

Antes de hacer correr a Liam Nesson por todo el mundo intentado salvar a su familia y al mundo entero de terroristas despiadados, el director español afincado en EEUU, Jaume Collet-Serra nos traía un slasher rural que bien podría definirse como una mezcla de The Texas Chainsaw Massacre (1974) Tourist Trap (1979): Un grupo de amigos hacen un viaje por carretera para asistir a un importante partido de fútbol, pero deciden descansar la víspera y acampar por el camino. A la mañana siguiente, uno de los coches ha sufrido una "avería" y un lugareño se ofrece a llevarles a la gasolinera de un pueblo cercano. Mientras esperan que el dueño de la gasolinera les traiga la pieza que necesitan, deciden visitar la impresionante Casa de Cera de Trudy. Quedan asombrados por el realismo de las esculturas de cera, pero para cuando descubran el secreto de tal artesanía, quizás sea ya demasiado tarde para todos ellos.

Como la mayor parte de vosotros ya sabréis, esta película es el remake protagonizado por Vicent Price de la House of Wax (1953), que a su vez lo era de Mystery of the Wax Museum (1933). Aunque las dos primeras versiones comparten el mismo argumento y tono, lo cierto es que la producción de Collet-Serra, sólo toma prestado el título para crear una cinta que nada tiene que ver con sus predecesoras, si no mas bien con un slasher rural protagonizado por adolescentes que morirán de las maneras más sanguinarias posibles. La cinta de Collet-Serra se enmarca en una época, la de finales de los 90 y principios del 2000, en la que proliferaban los remakes de la época dorada del terror: House on Haunted Hill (1999), Thirteen Ghost (2001), The Texas Chainsaw Massacre (2003), Dawn of the dead (2004) o Toolbox Murders (2004).

Todos recordamos House of Wax por la participación de Paris Hilton y la posibilidad de verla morir a manos de un psicokiller, pero lo cierto es que estamos ante una película bastante digna y con algunos elementos notables. Es cierto que tenemos al típico grupo de adolescentes atractivos y sin demasiadas neuronas que quieren ir a un partido de fútbol y mientras tanto se entretienen bebiendo o practicando sexo, pero la ambientación de Ambrose, el pueblo dónde está situada la casa de cera de Trudy y el propio museo, son de lo más tétrico y mal rollero. No sólo es increíble el realismo de todas las esculturas de cera, así como los muebles y cualquier otro detalle realizado en este material, si no que el taller dónde el villano realiza sus trabajos con todos esos artilugios y aparatos que parecen sacados del imaginario del Dr. Frankenstein, es absolutamente sobrecogedor.  

Otros de los aspectos a destacar de la cinta son la violencia y la abundancia de hemoglobina en su segunda mitad. No es muy habitual ver a la final girl de un slasher, ser mutilada durante la trama, ni que Paris Hilton realice una actuación decente y además tenga la muerte más espectacular de toda la cinta. Por otro lado, no deja de ser interesante la curiosa técnica de creación de las estatuas de cera (que con esa técnica también las hago yo).



Puede que a muchos de vosotros no os funcione el clímax de House of Wax porque os parezca un tanto fantástico ver una mansión derritiéndose pero, ¿qué me decís de un psicokiller como Michael Myers que muere y revive como si fuera un gato con 7 vidas? Pues lo dicho, que una vez aceptado lo increíble, hay que disfrutar de esta escena de acción trepidante que nos ofrece la pantalla, en la que los dos protagonistas intentan escapar de una casa que se derrite literalmente bajo sus pies, mientras son perseguidos por los artífices de esta atrocidad. Sin duda, un disfrute digno como colofón de la cinta y un despliegue de efectos especiales muy bien ejecutados. Bien es cierto, que al final se guardan un último e innecesario giro de la trama, que podría dejar la puerta abierta a una posible secuela que de momento, no se ha realizado. 


Lo que más puede perjudicar al visionado de House of Wax es su ritmo, excesivamente lento en ocasiones. El planteamiento de los chicos, su partido de fútbol y su acampada se alargan durante bastante tiempo, hasta que nos deleitan con la primera muerte. Pero, por otro lado, el excesivo metraje de la cinta, 108 minutos, nos permiten un desarrollo más profundo de alguno de los personajes. La difícil relación de la protagonista, Carly, interpretada por Elisha Cuthbert, muy de moda en esta época gracias a la serie 24 (2001-2010), con su conflictivo hermano o la historia detrás de los asesinos que queda muy bien hilvanada y explicada. 

En definitiva, House of Wax no es una gran película, pero sí un slasher rural que destaca por su brutalidad y mal rollismo. Además, ese museo de cera tan tétrico y escalofriante que nos recuerda, sin duda, al de Tourist Trap (1979) y el clímax final con todo derritiéndose, paredes que parecen mantequilla y litros y litros de cera, no tiene desperdicio. Si todavía no os he convencido para un revisionado, tened en cuenta que la muerte de Paris Hilton es digna de rememorar y que sólo así seréis capaces de saciar vuestras ansias de haterismo contra la celebrity, jejeje.