jueves, 20 de septiembre de 2018

THE RUINS (2008)


No se por qué no os había reseñado antes The Ruins porque es otra de esas películas que no han recibido la atención y el reconocimiento que se merece. Parece que he venido de las vacaciones con espíritu reivindicativo y viendo que la anterior propuesta, House of Wax (2005) ha tenido muy buen recibimiento y muchos de vosotros la valoráis tanto como yo, quizás vaya siendo hora de sacar a la luz esas cintas que no aparecen en las listas de lo mejor del terror, pero que sin duda no proporcionan grandes dosis de diversión, tensión y sangre, mucha sangre.

The Ruins nos presenta a un grupo de 4 amigos que se han ido de vacaciones a Cancún, pero que a penas han salido del hotel y la playa durante su estancia. Un día conocen a un mochilero alemán, Henrich, que les propone visitar unas ruinas mayas recientemente descubiertas, en las que se encuentra su hermano con su nueva novia, arqueóloga de profesión. A la mañana siguiente, emprenden el viaje hacia las ruinas, pero una vez allí, les recibe un grupo de nativos muy poco hospitalarios que les amenazan con armas y les impiden salir del lugar. 

El guión es una adaptación llevada acabo por el propio autor de la novela homónima, Scott B. Smith. El libro, alabado por todo el mundo, hasta por el mismísimo Stephen King, ha despertado mi curiosidad, sobretodo porque existe una gran polémica en torno a la adaptación, ya que Smith se tomó ciertas licencias en el guion que para los fans de la novela no eran necesarias. Como el género de terror es algo que quiero empezar a cultivar en el campo de la literatura, no he podido evitar hacerme con un ejemplar de la novela para comprobar por mi misma, si es tan maravillosa como apuntan. The Ruins fue la ópera prima con la que Carter Smith, conocido por su trabajo como fotógrafo de moda, decidió abrirse paso en la meca del cine. Ya había hecho sus pinitos en la dirección en varios cortometrajes y tras está película, ha seguido trabajando en ellos y sólo ha dirigido otro largo más, Jamie Marks is dead (2014), un drama sobrenatural con bastante con buen pinta.

Lo que más me gusta de esta cinta es que parte de una premisa mil veces vista: el grupo de amigos norteamericanos que se van de viaje a un país exótico y allí les suceden cosas, nunca buenas. En este caso, no ligan con quién no deberían como en Hostel (2005), ni van a parar a un lugar dónde los donantes de órganos escasean como en Turistas (2006), ni se topan con lugareños indeseables como en And Soon The Darkness (2010), remake de la versión británica de 1970. Aquí el problema va estar relacionado con la Madre Naturaleza y ya sabemos que cuando ésta se pone dura, no hay quien la pare.

Es interesante y digno de admirar como en una cinta en la que sus dos últimos tercios transcurren en un escenario bastante reducido, la cima de las ruinas de una pirámide azteca, la tensión y el ritmo no decaen en ningún momento. Me gusta especialmente que la acción se centra en un lugar al aire libre y a plena luz del día y no por ello deja de ser menos aterrador y asfixiante. 



Reconozco que una de mis debilidades en el cine de género es el body horror y estás películas suelo disfrutarlas mucho, principalmente si los efectos de maquillaje son buenos. En este caso, no es que el virus que les ha infectado sea tan agresivo como el come-carne de Cabin Fever (2002), pero es interesante ver como jóvenes perfectamente sanos empiezan a sufrir los efectos de un parásito que se ha metido en su piel y como esto puede llegar a obsesionarles y hasta volverles locos. 

Desconozco si la arrogancia que suelen mostrar los americanos en este tipo de películas es real o simplemente un estereotipo, pero no pueden dejar de chirriarme afirmaciones como la que lanza uno de los personajes que viene a decir que: "alguien vendrá a rescatarlos porque cuatro turistas americanos no pueden desaparecer del mapa sin más". Parece que si eres de otro país, como el personaje alemán de la cinta, esfumarse sin que nadie se percate, debe estar a la orden del día. Además, a este personaje no se le ocurrió pensar que aunque los encuentren, quizá sea demasiado tarde para todos ellos. Lo que está claro es que si eres norteamericano, lo tienes bastante complicado en la vida: si viajan al extranjero, ya os he contado algunas de las cosas que les pueden pasar, si viajan por el país, no es que les vaya mucho mejor: Texas Chainsaw Massacre (1974), The Hills have eyes (1977), Wrong Turn (2003), ... y si deciden quedarse en casa: Funny Games (2007), The Strangers (2008)You're Next (2011), ...

En cuento al reparto, las actuaciones de todos son solventes y creíbles. Los rostros más conocidos son los de Jena Malone a la que todos descubrimos en Donnie Darko (2001) y el de Shawn Ashmore que aparecía en la película que inauguró este blog, Frozen (2010) y que ha participado en la franquicia de X-Men. Pero si hay una actuación que destaca sobre las demás, esa es la de Laura Ramsey, en cuyo personaje, el deterioro y el sufrimiento es tan palpable que traspasa la propia pantalla. 

Las dosis de sangre y escenas desagradables no faltarán en esta producción, en la que en algunas ocasiones, nos costará incluso mirar a la pantalla. Sólo puedo deciros que hay unas escena igual de impactante que la depilación de Cerina Vincent en la antes mencionada Cabin Fever.

En definitiva, ya habréis notado por mis palabras que me encanta esta película y que nunca dejaré de recomendarla. Una premisa sencilla que nos transporta hasta la piel de unos personajes en la que no nos gustaría estar. Prepararos para una hora y media de pura tensión y desesperación, mientras os adentráis en la selva mexicana.