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martes, 10 de febrero de 2015

EDEN LAKE (2008)




Normalmente no empatizo con los personajes de las películas de terror, bien porque no suelen estar suficientemente desarrollados como para que pueda identificarme con ellos, o bien porque mueren antes de que llegue a conocerlos. Pues bien, Eden Lake (2008) me sorprendió gratamente en este sentido, ya que hacia tiempo que no sufría verdaderamente por la cruel cadena de vicisitudes que sufren los protagonistas.

Una joven pareja de enamorados, Jenny y Steve, deciden  pasar un fin de semana romántico en un pueblo perdido donde hay un precioso lago que se encuentra en medio de un bosque. Todo muy idílico hasta que la tranquilidad se ve perturbada por un grupo de jóvenes que se creen dueños del lugar y no hacen más que importunar a la pareja, con música alta, un Rottweiler sin controlar e incluso robándoles el coche. Cuando Steve se enfrenta a ellos por el robo, el grupo de chicos le atacará brutalmente y Jenny tendrá que escapar adentrándose en el bosque.
Magnífica opera prima del inglés James Watkins, que a pesar de la gran calidad de la cinta, no llegó a proyectarse en las salas españolas. Sin embargo, la fama le ha llegado con su segundo trabajo como director, La mujer de negro (2012), película de terror clásico protagonizada por Daniel Radcliffe.
Eden Lake es sobrecogedora y transmite una impotencia y una frustración como pocas veces habíamos experimentado en una película. La cinta aborda el tema de la violencia juvenil, pero elevada a su máxima potencia. El grupo de perversos y sádicos jóvenes que torturan y aterrorizan a la pareja llama la atención precisamente por su juventud: preadolescentes y niños. Realmente sólo uno de los chicos, Brent, el líder del grupo, es el verdadero psicópata que arrastrará al resto, que teme correr la misma suerte que las víctimas, a una espiral de violencia que acarreará terribles consecuencias para todos.
Esta película destaca sobre otras que tratan temas similares por su sorprendente realismo. No  cuesta ningún trabajo ponernos en el lugar de los enamorados y presenciar con impotencia cómo un hecho banal se convierte en la chispa que desata el odio y la violencia de los jóvenes. Al principio, los dos protagonistas actúan con paciencia y comprensión porque justifican este comportamiento como travesuras e inmadurez propia de jovencitos. A todos nos costaría hacer daño a un niño y verlo como una amenaza hacia nuestra integridad. Pero claro, Brent y sus amigos son niños, sí, pero también asesinos implacables y despiadados.
La tensión que emana la película se consigue gracias a las grandes interpretaciones de sus tres protagonistas. Un, hasta ese momento desconocido, Michael Fassbender como Steve, con el que viviremos los momentos más angustiosos y dramáticos de la cinta. Un personaje que pasa de la seguridad y cierta superioridad que le aporta su posición de adulto frente a los chavales, a la angustia, miedo y frustración ante lo que le está pasando. El líder de la pandilla está interpretado magistralmente por Jack O’Connell, al que pudimos ver el año pasado protagonizando Invencible (2014), el segundo trabajo como directora de Angelina Jolie. El personaje de O’Connell es odioso y lo detestaremos desde el primer momento que aparezca en la pantalla. Pero sin duda, todo el peso de la cinta recae sobre Kelly Reilly que interpreta a Jenny, una dulce profesora que pasa de una actitud benevolente hacia los niños a convertirse en una superviviente despiadada.
El bosque actúa como otro personaje en sí mismo. A pesar de ser un espacio abierto, Watkins ha conseguido crear una atmósfera asfixiante y angustiosa, y eso que la mayoría de las escenas tienen lugar a plena luz del día.
Lo menos destacable, tras el desarrollo realista del film es su desenlace: un final contundente y devastador pero traído por los pelos.  Queda claro que el director quería darnos una explicación  de esta violencia y al mismo tiempo lanzar una mensaje alto y claro, pero….
Eden Lake nos hará sufrir y nos dejará totalmente desolados.  Un sentimiento que sólo puede producirnos una buena película, así que os la recomiendo a todos los que todavía no la hayáis disfrutado.