Páginas

miércoles, 13 de abril de 2016

+1 [PLUS ONE] (2013)


Los técnicos de marketing de la industria cinematográfica lo tienen cada vez más complicado para conseguir que un público, cada día más exigente, consuma sus películas. Así que, ¿no os parece suficiente reclamo el título tan enigmático de la película de hoy? Yo creo que es de lo más inteligente porque, sin duda, consigue lo que busca: despertar nuestra curiosidad y nuestros deseos de saber a qué obedece ese +1 o Plus one, como también se la conoce, pero no olvidéis nunca que la curiosidad mató al gato…

David y Teddy son dos adolescentes que se dirigen a lo que promete ser la fiesta del año, aunque cada uno con objetivos totalmente diferentes. David intentará recuperar a su exnovia, Jill, con la que ha roto recientemente y Teddy, por su parte, intentará acostarse con todo lo que se le ponga a tiro. Sin embargo, sus planes se verán ligeramente afectados por la caída de un meteorito que ha afectado al sistema eléctrico y que con cada apagón no hace sino complicar las cosas aún más.
La película ha sido escrita y dirigida por el griego Dennis Iliadis. Puede que no os suene mucho el nombre pero si os digo que es el responsable del más que decente remake de La última casa a la izquierda (2009) ya os va sonando algo más, ¿verdad? Iliadis encontró la inspiración para desarrollar la premisa de esta historia en sus propios desastres amorosos, preguntándose qué hubiese pasado de haber podido retroceder en el tiempo tras una discusión y cambiar las cosas (esperemos que no pensase hacer lo mismo que el protagonista, jejeje)

+1 es un thriller de ciencia ficción que aborda el tema de los saltos temporales y cómo a raíz de éstos aparecen los dobles o Doppelgängers (doble fantasmagórico de una persona viva) de cada uno de los adolescentes que se encuentran en la fiesta. Cada vez que se produce un apagón aparece una reproducción exacta de cada uno ellos realizando las mismas acciones que ellos mismos habían estado realizando sólo unos minutos antes. Con cada apagón, la distancia temporal que separa a los jóvenes de sus clones se va reduciendo, conduciéndonos a un final imprevisible.  
Creo que es bastante divertido ver cómo funciona esta teoría en una de esas fiestas que estamos acostumbrados a ver en las comedias americanas para adolescentes tipo American Pie (1999), donde abundan el alcohol, las drogas, el sexo y en las que la diversión no conoce límites. Además, los cuatro personajes protagonistas resultan bastante interesantes ya que nadie es lo que parece en un primer momento. Tenemos la impresión de estar ante unos personajes que reproducen a la perfección los estereotipos de este tipo de películas desenfadadas pero, a medida que avanza la película, nos daremos cuenta de que las primeras impresiones engañan y que los protagonistas tienen más de una cara.

A pesar de que toda la película gira en torno a los numerosos intentos de David por recuperar a su ex novia aprovechándose de los saltos temporales, a mí fue lo que peor me funcionó y lo que me resultó más aburrido. Además, el desenlace que tiene esta historia no me gustó nada de nada (aquí las paradojas temporales se las pasaron un poco por el arco del triunfo) Lo mejor, sin duda, son las historias, tanto de los otros protagonistas como del resto de personajes secundarios que van apareciendo durante toda la cinta. De mis preferidas, la escena en la que Teddy se acaba de acostar con una rubia despampanante, ésta va a darse una ducha y se produce un nuevo apagón que trae consigo la aparición de una réplica exacta de la chica en la cama junto a un Teddy, totalmente alucinado.
Puede que en ocasiones +1 se haga repetitiva ya que, en el fondo, estamos viendo diferentes versiones de las mismas escenas, pero al tener esa música tan pegadiza, sobretodo en las escenas de la fiesta en la piscina, la verdad es que no me importó mucho y lo único que quería era saber qué iba a pasar cuando los personajes y sus clones se encontraran.

Lo que a mí y, supongo que a todo el mundo, le parece más interesante es ver cómo cada uno de los protagonistas y el resto de personajes se enfrentan al hecho de tener una réplica exacta de sí mismos. Y, salvo la chica solitaria que acepta a su clon como a su mejor amiga y la única persona capaz de entenderla, el resto reacciona como desgraciadamente se ha comportado el ser humano a lo largo de toda la historia: atacando aquello que desconoce o no comprende.
El cine ha desarrollado esta idea de los dobles en numerosas ocasiones. Se me vienen a la cabeza títulos como: La invasión de los ladrones de cuerpos (1956), Triangle (2009) o, la más reciente, Coherence (2013). Aunque todas ellas son infinitamente mejores que la que hoy nos ocupa e imprescindibles para cualquier cinéfilo, ya sea amante del terror o no, +1 no deja de ser una propuesta entretenida y bastante aceptable. Además, aquí, a diferencia de lo que suele pasar con las películas de terror en las que tenemos protagonistas adolescentes que se van de fiesta, no tenemos asesinos enmascarados que vayan a eliminarlos uno a uno (San Valentín sangriento (1981)), ni espíritus o monstruos que vayan a asustarlos (Carrie (1976), Evil Dead (1981) o Piraña 3D (2010)), sino que su mayor problema son ellos mismos, jejeje.

Existen todo tipo de opiniones acerca de esta película, hay quienes la aman y quienes la odian o como yo, que ni una cosa ni otra. No es una película que vaya a pasar a formar parte de vuestro Top 10, pero sin duda es una propuesta original y con la que pasaréis un rato entretenido. Así que, yo, sinceramente, se la recomendaría a todos aquellos que estén un poco cansados de slashers adolescentes y quieran averiguar hasta dónde es capaz de llegar el ser humano por conseguir lo que desea. Y vosotros, ¿qué haríais si os encontraseis con vuestro clon frente a frente?