Creo que ya os había
confesado que me gusta bastante el subgénero de posesiones, especialmente por
la transformación que sufre el personaje endemoniado a lo largo de la película.
Normalmente, esta mutación suele ser más impactante en niños o adolescentes angelicales
pero, precisamente, porque aquí el poseído era un hombre adulto que no creía en
este tipo de cosas, me pareció una propuesta atractiva y diferente. Además,
hacía tiempo que había visto en diferentes blogs y redes sociales
recomendaciones de esta película y de otra similar del mismo año, The Taking of Deborah Logan (2014),
donde la víctima de la posesión era una anciana enferma de Alzheimer y, la
verdad es que me llamaron la atención precisamente por no ser los protagonistas
típicos de este tipo de producciones.
Después de que los
consejos de una vidente condujesen a su mujer a la muerte, el escéptico, Michael King, decide grabar un documental
que desmienta la existencia de cualquier fuerza o ente sobrenatural. King llevará a cabo entrevistas con
varios médiums y espiritistas en las que se practicarán conjuros e invocaciones
sobre su persona. Desgraciadamente, las cosas no resultarán como King había imaginado y su vida tomará un
rumbo de lo más siniestro.
Primera y única película,
hasta la fecha, de David Jung. Jung inició su carrera en el cine como
colaborador en el rodaje de seis producciones de Roger Corman y, tras su paso como ejecutivo en Disney y la Paramount
Pictures, decidió establecerse por su cuenta. Durante unos años, él y su co-guionista
vendieron varios guiones a diferentes productoras pero, llegó un momento en el que
Jung quería ser él el que dirigiese sus
propias películas y, ¿cuál era la manera más fácil? Pues escribir una película
de terror de bajo presupuesto que, en el caso de no encontrar financiación,
pudiesen producir ellos mismos y así es como surgió la idea de The Possession of Michael King.
Estamos frente a otro
falso documental en el que la grabación incesante de la vida del protagonista
está bastante bien justificada ya que tiene que hacer un seguimiento de su
persona para demostrarle al mundo que los conjuros e invocaciones que han hecho
sobre él, no han dado su fruto y son una patraña. De hecho, la elaboración del
documental se convierte para King en
una especie de venganza contra todas aquellas personas que defienden la
existencia de seres superiores, ya sean divinos o demoniacos, porque los culpa de la muerte de su esposa.
Pero como siempre pasa,
cuando uno juega con fuego acaba quemándose y el bueno de King empieza a experimentar sucesos extraños en su persona y a su
alrededor. Esto provoca que, en un primer momento, los espectadores dudemos
si verdaderamente está siendo poseído por algún tipo de demonio o si su
obsesión por desacreditar cualquier actividad paranormal le está conduciendo a
la locura. A partir de este momento, su amigo Jordan que hasta ahora había sido el cámara de documental decide no
continuar con el trabajo, la hermana de King
que estaba ayudándole con su hija también se marcha con la niña cuando las
cosas toman un cariz peligroso…. Y así, nuestro protagonista se quedará solo
con sus paranoias, sus diferentes tonos de voz, sus automutilaciones y toda esta
parafernalia tan típica de los poseídos.
El mayor mérito de The
Possession… está en recrear una atmósfera malsana y siniestra alrededor del
protagonista. Es interesante cómo se ha documentado aquí el proceso psíquico y
físico que sufre un poseído y cómo un ateo, como el protagonista, experimenta
en sus propias carnes que algo maligno ha invadido su cuerpo, controlando sus
actos y su voluntad. En este sentido, la película no cae en los
convencionalismos habituales de este tipo de producciones: cuerpos contorsionados
que escupen insultos mientras el cura o los exorcistas de turno intentan salvar
el alma del pobre diablo, nunca mejor dicho, jejeje. Digamos que The Possession… consigue un acercamiento más realista y, al mismo
tiempo, más aterrador.
También habría que destacar el papel de Shane Johnson como Michael
King, ya que prácticamente todo el peso de la película recae sobre él y
consigue resultar bastante convincente en todo momento. Al principio, King es bastante arrogante y vemos como
siente un gran desprecio por los espiritistas y especialistas que va
entrevistando y cómo, en todo momento, pretende desprestigiarlos. Pero, a medida
que la posesión se va haciendo patente, veremos ese tormento que le supone no ser
totalmente dueño de sus actos y el miedo que le produce el llegar a hacer daño
a sus seres queridos. Sin duda, una actuación a la altura de lo que requería este
papel.
La película tiene alguna escena inquietante como por ejemplo la
que tiene que ver con el perro de la familia pero, en general, abusa demasiado
de los sustos provocados por las subidas de volumen. Este recurso se hace un
poco repetitivo y molesto porque me daba rabia que una película con una atmósfera tan sugerente y
una historia más o menos original cayese en estos sustos de
baratillo, pero se lo perdonaremos porque el conjunto funciona a la perfección.
¡Qué no vuelva a ocurrir Sr. Jung!, la próxima vez no seré tan benevolente, jejeje.
Aunque con elementos
propios del cine de terror, The
Possession... es más el drama que produce la pérdida del ser querido, el dolor
de vivir cada día sin su compañía y soportar su ausencia. Sin duda, una propuesta
diferente dentro del género de posesiones y exorcismos que supongo que le
gustará a todos aquellos que estuviesen buscando un soplo de aire fresco en un subgénero
tan manido como éste. Y, no caigáis en el error de pensar
que esta cinta es un mero drama, porque el mundo en el que nos introduce el incauto
de Michael King acojona y bastante. Os lo dice alguien que no cree para nada en
estas cosas pero que por si acaso, no investiga aquello que no quiero descubrir,
jajaja.