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martes, 4 de diciembre de 2018

ISOLATION (2005)


El blog vuelve a la normalidad con las críticas, después de un duro mes con el reto de #BP31DaysofHorror y con la asistencia a festivales, pero es que en estas fechas se concentra todo. Creo que ya os he hablado en incontables ocasiones del canal de YouToube de Emma, más conocida como Spooky Astronaut, otra horror lover de pura cepa que nos hace muy buenas recomendaciones y a la que me encantaría tener como vecina, pero nos separan algo más de 14.000 kms. Pues bien, yo la conocí por su especial de recomendaciones de películas de terror de diferentes partes de mundo y gracias a ella estoy descubriendo autenticas joyas. La película de hoy pertenece a su especial sobre cine de terror irlandés y no la conocía, a pesar de que he visto no pocas de sus películas de género: Byzantium (2012), The Canal (2014), Citadel (2012), The Cured (2017), A Dark Song (2016), Grabbers (2012), The Hallow (2015), I am not a serial killer (2016), Let us prey (2014), Stitches (2012) o Wake Wood (2009). Lo cierto es que si quisiera ya estaría en disposición de haceros mi propio especial sobre recomendaciones de cine de terror irlandés. ¿Qué os parece?

Por surrealista que parezca, la trama de nuestra película nos sitúa en una remota granja irlandesa en la que se están llevando acabo unos extraños experimentos con el ganado vacuno y como cabía esperar, la cosa no sale bien y tenemos fetos de ternero malignos.

Billy O'Brien es el responsable tanto del guión, como de la dirección de esta nueva película de animales mortíferos y que guarda algún que otra guiño con Alien (1979). O'Brien basó su guión en las experiencias que tuvo de niño en la granja de su padre dónde ayudaba a éste con los animales e incluso con los nacimientos de los terneros dónde se usaban los artilugios que vemos en la película. Aunque la herramienta que se utiliza para ayudar en el parto de la vaca parece estar sacada de la mismísima Inquisición y pone la piel de gallina, lo cierto es que eran de uso habitual en los años 70 y se empleaban cuando había complicaciones con el carnero. No fue hasta años después, en una charla entre amigos compartiendo sus anécdotas granjeras, que a O'Brien le surgió la idea de crear una historia con vacas mortíferas en las que la manipulación genética, tan de actualidad en la era de los 2000, sería el desencadenante de esta epidemia mortal.

Uno de los puntos fuertes de esta películas son las grandes interpretaciones de todos los actores: John Lynch, la australiana Essie Davies que más tarde se daría a conocer con Babadook (2004) o Sean Harris que es un actor que me maravilla y que este año ha estrenado Possum (2018) y sólo por su presencia, ya merece ser vista. Gracias al trabajo de todos ellos, una premisa que en otras manos hubiese resultado absurda y hubiese requerido un tono de comedia, aquí se toma muy en serio y con excelentes resultados. 

Otro de los aspectos que hacen que esta pequeña producción sobresalga sobre las demás, es su ambientación. Una vieja granja aislada, dónde todo está embarrado, sucio y bastante oscuro, lo que ya de por sí da bastante mal rollo, sin la necesidad de pequeños fetos/alien por allí acechando. La granja necesita bastante reparaciones y una fuerte inversión de dinero para recuperar la solera de antaño y esta sería la razón por la que su dueño se mete en oscuros experimentos. Bueno eso y el amor que siente hacia la veterinaria, Essie Davis, con la que se intuye que tuvo una relación en el pasado. 

La explicación a la amenaza que acecha a nuestros protagonistas no son extraterrestres que han venido a la Tierra (Predator 1987), ni virus tóxicos que han contaminado las aguas (Cabin Fever 2002), sino algo de lo que todavía no se tenía mucha información y estaba en pleno auge a inicios del 2000: los análisis genéticos y los experimentos con animales que se podían llevar a cabo, clonación, mutaciones, etc. Otra demostración más de que si se juega con la Madre Naturaleza, puede salirte el tiro por la culata y sino que se lo digan al bueno de John Hammond y su parque de dinosaurios, jejeje.



Además de tener unas vacas locas muy mortíferas que acabarán con todo aquello que se les ponga a tiro, la película también nos muestra un aspecto muy interesante de la cultura irlandesa como son los nómadas. Los nómadas, en irlandés "travellers", representados por la joven pareja que acampa con su caravana a las puertas de la granja, es una etnia irlandesa, similar a los gitanos, que se dedican a viajar por el país y acampar en pequeñas localidades, pero sufren una fuerte discriminación y exclusión social. Ésta es la razón por la que al dueño de la granja tiene una reacción tan desmedida, cuando se encuentra a esta pareja instalada a las puertas de su granja. 

En definitiva, Isolation es una película muy bien dirigida, que logra transmitir miedo y tensión con tan sólo cinco personajes atrapados en esta granja muy lúgubre con unos fetos de vaca mortíferos. Por mucho que la premisa os parezca absurda, en esta película todo da bastante mal rollo y el humor no tiene cabida. El simple parto de la vaca al comienzo de la cinta, cuando se dan cuenta que algo no va bien, es sobrecogedor y lo sufres en tus propias carnes. Así que como habéis podido deducir, os recomiendo mucho esta gran película de terror irlandesa que con un guión sumamente sencillo y desarrollada en una sola localización, nos promete hora y media de tensión y mucho, pero que mucho, mal rollo.