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lunes, 31 de julio de 2017

SEE NO EVIL (1971)


Las vacaciones se acercan y con ellas, mi merecido descanso blogueril, pero como todavía me queda algo de carrete antes del cierre estival, hoy os traigo la última película, de aquel maratón un tanto fallido. Esta cinta no estaba tampoco dentro de las 6 películas iniciales, pero como ya sabéis que la cosa no estaba yendo del todo bien, fue otra de las modificaciones que decidí hacer, escarbando un poco en el catálogo de Filmin. La verdad es que es lo mejor que pude hacer porque estas variaciones mejoraron ligeramente el resultado final de mi visionado.

See no Evil (1971), conocida en España como Terror ciego, es un thriller psicológico británico, de ese casi establecido subgénero de mujeres con algún tipo de discapacidad que son acosadas en su casa por un perturbado/psicópata. Protagonizada por la delicada Mia Farrow, tras la estela del éxito de Rosemary’s Baby (1968), nos pone en la piel de Sarah, una joven que se ha quedado ciega, tras sufrir un accidente de equitación. De vuelta a la casa de campo en la que vive con sus tíos, la joven comienza a acostumbrase, poco a poco, a su nueva situación. En una de las salidas con su antiguo novio, un psicópata entra en la casa, masacrando a toda la familia. A su regreso, Sarah se va a la cama sin percatarse de que el lugar está plagado de cadáveres.

La cinta fue dirigida por el prolífico Richard Fleischer, con un guion de Brian Clemens. Fleischer, que tocó casi todos los géneros durante su extensa carrera, es especialmente conocido por títulos como 20.000 leguas de viaje submarino (1954), Tora! Tora! Tora! (1970) o Conan, el destructor (1984). Sin embargo, títulos que nos interesen por temática, tenemos un par de películas basadas en hechos reales: The Boston Strangler (1968), en la que Tony Curtis interpreta al estrangulador Robert de Salvo y 10 Rillington Place (1971), basada en uno de los casos más escabrosos de la crónica negra británica. Por su parte, el guionista, Brian Clemens, ya nos había echo estrmecernos un año antes, con el thriller And soon the darkness (1970).

Este subgénero del que ya tenemos otro clásico protagonizado por la siempre maravillosa Audrey Hepburn, Wait until darl (1967), ha gozado de buen salud en los últimos años con títulos como: Shut in (2015), Hush (2016) o Don´t breathe (2016)… Este tipo de películas me suelen funcionar bastante bien porque, a uno de mis géneros favoritos como es el Home Invasion, se le suma que la víctima no tiene todas sus capacidades disponibles para defenderse de los asaltantes. Al final todo este juego del gato y el ratón se acaba convirtiendo en una fuente de superación para la víctima, que termina sacando partido de sus habilidades más desarrolladas, para escapar del asesino.


Una de las cosas que más me gustó de I see no evil es que refleja a la perfección, las limitaciones que tiene una persona ciega para escapar de un asesino. En el caso de Sarah, vemos como su casa puede estar plagada de cadáveres y ella no darse cuenta hasta que se choca con algún elemento que está fuera de lugar o pisa algún cristal fruto del forcejeo. Pero lo peor de todo, no esto, sino que cuando una persona intenta escapar de un asesino, echa a correr sin volver la vista atrás y una persona ciega haría lo mismo, pero luego se encontraría perdida y con dificultades para regresar a la civilización. En ese sentido, la película transmite muy bien la angustia e impotencia de la protagonista al encontrarse perdida en medio del campo, si saber cómo encontrar el camino a casa.

La acción se sitúa en una casa de campo, en un pueblo parecido al de Raw Dogs (1971), pero en Inglaterra. Gente humilde que vive del campo y de pequeños trabajillos de dudosa legalidad. En este contexto, se encuentra la rica y delicada Mia Farrow que aquí no nos ofrece la mejor de sus actuaciones. En ocasiones, se la ve demasiado hábil manejando su ceguera recientemente adquirida y mirando directamente a los ojos de sus interlocutores. Por lo demás, refleja a la perfección la fortaleza de su personaje que quiere hacer todo lo posible por adaptarse a su nueva situación y salir adelante, pero al mismo tiempo, transmite esa vulnerabilidad y delicadeza que la caracteriza.

También cabría destacar la gran labor del director que emprende un juego con el espectador, mostrándonos las escenas poco a poco, al mismo tiempo que las va descubriendo el personaje de Mia. El asesino permanece en todo momento en las sombras y sólo le reconocemos por las botas de cowboy que actúan como su particular distintivo. Todo esto produce una tensión y una empatía hacia la joven que te mantiene enganchado durante todo el metraje.

En definitiva, See no evil es una película correcta, muy bien dirigida. Para mí es una de las mejores que trasmite las limitaciones que tiene el personaje y como algo muy sencillo para los demás, para una persona invidente puede convertirse en toda una odisea. Es una película bastante recomendable, sobre todo para aquellos que, como a mí, les encanten los Home Invasions, sean del tipo que sean. Y, hasta aquí la revisión de aquel maratón que me monté en el, ya muy lejano, mes de junio. Estoy deseando volver a repetir esta experiencia, que ahora en vacaciones va a ser mucho más sencillo, pero intentaré atinar un poco más con la elección de películas que, en esta ocasión, me dejó un sabor agridulce.


viernes, 28 de julio de 2017

HARBINGUER DOWN (2015)


Recuerdo que la primera película de terror que vi fue por un error de mis padres y acabé en el cine viendo Child's Play, allá por año 1988 pero, a pesar de que Chucky me produjo multitud de pesadillas, salí fascinada por ese muñeco pelirrojo. Desde entonces, he tenido especial predilección por el cine de género, aunque de joven mi acceso fue muy limitado al no estar rodeada por horror lovers. La única víctima fue mi pobre madre que se veía obligada a satisfacer los sangrientos gustos cinéfilos de su hija adolescente y tuvo que tragarse cosas como: Scream (1996), I know what you did last summer (1997), The Faculty (1998) o Urban Legend (1998).

Con todo este rollo os quiero contar que el cine de terror ochentero me pillo muy pequeña y no he podido disfrutar de él, hasta una época muy tardía. En el caso de, The Thing (1982), de mi venerado John Carpenter, la vi al poco de abrir el blog y me fascinó de la misma manera que lo había hecho Chucky en mi más tierna infancia. Así que imaginaros que, después de haber visto la para mí, decente precuela de 2011, lo que supuso enterarme de que existía una secuela no oficial de la película original.

La accidentada historia de esta película no podía ser más interesante para una flipada de The Thing cómo yo. Allá por el 2011, la Universal decidió hacer una precuela/remake de la cinta de Carpenter pero con una protagonista femenina que acabaría siendo la siempre maravillosa Mary Elisabeth Winstead. Conocedores de que la principal baza de la película original, residía en los efectos especiales prácticos, decidieron contratar a Amalgamated Dinamics Inc (ADI), dirigida por Alec Gillis, expertos en la creación de monstruos en películas como Alien 3 (1992),  Tremors (1990) o Alien vs Predator (2004). Pero finalmente, no sabemos debido a qué causa, Universal decidió prescindir de los efectos artesanales de ADI y sustituirlos por CGI, tal y como aparecen en la precuela oficial. Sin embargo, Gillis, lejos de conformarse con esta decisión, decidió aprovechar estos recursos y emprendió una campaña en Kickstarter que se convirtió en la financiación más cuantiosa de un proyecto de ciencia ficción y terror de la plataforma. El resultado fue Harbinger Down, escrita y dirigida por el propio Gillis y protagonizada por un icono del cine de los 80, Lance Herriksen.



Esta secuela, no oficial, cuenta la historia de un grupo de estudiantes de posgrado que se embarcan en el buque que da nombre a la película, con el propósito de estudiar los efectos del calentamiento global en el mar de Bering. La tripulación rescata del fondo marino lo que parecen ser unos restos espaciales soviéticos congelados, pero lo que verdaderamente despiertan es un organismo letal que no dudará en aniquilar a la raza humana.

El propósito de Gillis y su equipo era convertir esta película en una especie de tributo a los clásicos del cine de terror y de la ciencia ficción ochenteros, mediante la utilización exclusiva de animatronics y efectos de maquillaje. El problema es que parece que sólo se centraron en evitar todo tipo de efectos digitales y no en elaborar un guion atractivo e interesante.

Como es habitual, en las películas de serie B de este tipo, tenemos un monstruo que se vuelve muy agresivo al abandonar su entorno y estado habitual, localiza víctimas con las que alimentarse y alcanzar dimensiones gigantescas, poniendo a toda la tripulación de este barco en jaque.


Tenemos un grupo de personajes, bastante estereotipados: El profesor egocéntrico, el capitán duro y valiente, la rusa borde, el gigante de cuerpo imponente, pero más bueno que el pan, el típico sabelotodo y la estudiante inteligente que toma las riendas de la situación, pero que carece del carisma necesario para emular a heroínas como Sigourney Weaver o Linda Hamilton. En definitiva, que ninguno resulta lo suficientemente atractivo como para que nos preocupe ni lo mas mínimo su vida. Además, el orden de bajas, lejos de ser sorprendente, se puede adivinar a los 10 minutos de película.

La historia tiene momentos en los que la intensidad decae y, para ser los efectos especiales el punto fuerte de esta cinta, no me parecieron ninguna maravilla. Sigo prefiriendo los efectos especiales y el diseño del monstruo de la película de Carpenter porque, a pesar de que el diseño del bicho no me desagradó, tenía una especie de fulgor azulado que me recordaba al cutrerío de las peores películas de SyFy.

Sinceramente, no os recomendaría Harbinger Down, a no ser que os guste tanto como a mí la película del 82 o seáis unos fanáticos de los efectos artesanales. Se me hizo bastante pesada, a pesar de que este universo monstruoso me encanta y que estaba como loca por verla desde que me enteré de su existencia. Podéis matarme si queréis, pero os confieso que a mí me gusta mucho más la película del 2011 y creo que como precuela funciona perfectamente. Ahí lo dejo, jejeje. 

martes, 25 de julio de 2017

MACABRE (2009)


Ya estamos en el ecuador de aquella maratón de cine de terror no muy satisfactoria, que me monté a mediados del mes de junio y de la que os prometí traeros todas las reseñas. La película de hoy, Macabre (2009), no estaba incluida en mis primeros planes de visionado, pero visto el estado anestésico al que estaba llegando con The Eclipse (2009) y Lake Mungo (2008), necesitaba animar un poco el cotarro. Lo mejor que se me ocurrió fue poner una película indonesia que según había leído era bastante brutal y en este ámbito, el cine asiático no suele defraudarme nunca. Así que desconozco si mi entusiasmo hacia esta cinta se habrá visto intensificado por esta necesidad de acción y sangre que tenía, pero la verdad es que Macabre se convirtió en una grata sorpresa. 

Un grupo de amigos, entre los que se encuentra una embarazada, se dirigen al aeropuerto de Yakarta cuando, en la carretera, se encuentran con una joven que parece haber sido asaltada. La chica les pide que la lleven a su casa, dónde su madre, cómo muestra de agradecimiento, les invita a cenar. Lo que el grupo de amigos desconoce es que ellos se convertirán en el plato principal de este peculiar banquete.

El dúo indonesio formado por Kimo Stamboel y Timo Tjahjanto, más conocidos como los Mo Bothers, debutaron en la gran pantalla con este slasher gore que era una versión extendida de su corto Dara (2007), que fue incluido en la antología Takut: Faces of Fear (2008). Recientemente han saltado a la palestra con su último trabajo Headshot (2016), una película de acción y peleas salvajes, muy al estilo de la saga The Raid y casualmente protagonizada por el mismo actor, el incansable Iko Uwais.

Para ir entrando en materia, ya os adelanto que esta película hará las delicias de los amantes del gore (entre los que yo me encuentro) porque si algo abunda en Macabre son los litros y litros de sangre, visceras, amputaciones, sierras mecánicas y todo un abanico de muertes, a cada cuál más escabrosa. Concebida al estilo de La Matanza de Texas (1974), con una familia con una especial predilección por la carne humana, los Mo Brothers, claramente influenciados por la corriente de Cine Extremo Francés que imperaba en la época, introducen aquí algunas de sus características: Representación cruda y desgarradora de la difícil situación de los personajes y una crueldad por parte de los atacantes que no conoce límites a la hora de torturar y asesinar. Así que imaginaros con lo que me gusta a mí esta corriente del terror francés, si no iba a estar contenta con el festival de gore que nos ofrecen los indonesios.


Después de una pequeña introducción, en la que conocemos al grupo de amigos y estos llegan a la casa, empezamos a sospechar que algo pasa con esta extraña familia. La anfitriona, Dara, interpretada por una Shareefa Daanish que te hiela la sangre con su mirada y sus inclinaciones de cabeza, parece de la misma edad que su hija, salvo porque va vestida de época. La parte masculina de la familia está formada por su hijo Adam, Arifin Putra, que se comporta como el perfecto mayordomo calladito y servicial, pero que esconde el alma sádica de un autómata sin escrúpulos. Y, por último, y no menos importante, tenemos a Alam, Mike Lucock, que parece un primo hermano de la familia de Leatherface, con su chaleco de carnicero y su motosierra dispuesto a descuartizar hasta el último de sus invitados. En el sector de los pobres infelices que se encuentran en el peor momento, con la embarazada a punto de dar a luz y en el lugar equivocado, me gustaría destacar a la super heroína, Ladya, interpretada por la preciosa Julia Estelle, que tendrá que alcanzar el nivel de sadismo y ferocidad de sus agresores, si aspira a salir con vida de esta masacre.

Si os pensabais que estos eran los únicos personajes, estáis equivocados, porque si algo no va a faltar en esta película son víctimas potenciales con las que practicar todo tipo de asesinatos, descuartizamientos y torturas, hasta que todo y todos estén empapados de sangre. Y es que, si todavía no os había quedado claro, uno de los principales puntos fuertes de la cinta son los efectos especiales y de CGI que funcionan a la perfección.

Como era de suponer, Macabre flojea en su guion porque quedan algunas incógnitas que no se resuelven satisfactoriamente, como la naturaleza inmortal de esta familia o para que necesitan descuartizar y empaquetar a las víctimas. Pero esto no perjudica en absoluto el resultado de la cinta que desde el comienzo fue concebida como un festival gore para goce y disfrute de la audiencia.


En definitiva, todo aquel que se considere amante del splatter y del Terror Extremo Francés no se debería perder esta propuesta tan extrema y macabra, como su propio título indica. Daros la oportunidad de conocer a Dara, para mí el plato fuerte de la cinta, una mujer que hipnotiza con su belleza y su frialdad, pero que cuando su perfecto moño se suelta, se desata la verdadera locura y se vuelve más letal e invencible que el propio T-1000 de Terminator 2 (1991). Así que, si estáis necesitados de una película que no os de demasiados quebraderos de cabeza con su guion, pero que os haga disfrutar de lo lindo, Macabre tiene que ser vuestra elección.

viernes, 21 de julio de 2017

LAKE MUNGO (2008)


No se la de gente que me ha podido recomendar esta película, alegando que era uno de los mejores mockumentaries actuales y yo, como voy siempre voy a mi ritmo, no encontraba el momento para verla. No soy especialmente reacia a este formato que se hizo tan popular a finales de los años 90 con The Blair Witch Project (1999) y que hoy en día está un tanto sobrexplotado, especialmente en el cine de terror. De vez en cuando, aparece alguna cinta que destaca sobre las demás y utiliza el recurso de cámara en mano, en su propio beneficio, como en el caso de: Behind the Mask (2006), The Fourth Kind (2009), Afflicted (2013) o The Den (2014). A día de hoy, estos son mis falsos documentales favoritos y, ya os adelanto, que Lake Mungo no ha pasado a ampliar este reducido grupo.

Una joven desaparece mientras pasaba el día con sus padres y su hermano en un lago. Días después se confirma lo peor, Alice ha muerto ahogada y su familia hace frente a la perdida a su manera. La madre contacta con un médium y el hermano se dedica a hacer grabaciones de la casa, en busca de manifestaciones de Alice.

Aunque esta pequeña producción australiana, escrita y dirigida por Joel Anderson, se estrenó en el año 2008, no fue hasta que fue incluida en la programación del After Dark’s HorrorFest del 2010, que se dio a conocer entre en gran público. Una vez vista, me ha sorprendido bastante el grado de aceptación y de buenas críticas que ha recibido la cinta porque Lake Mungo no es una película de terror al uso, sino más bien un drama con tintes sobrenaturales, con un desarrollo excesivamente lento.

Está claro que para las películas que cuentan con un presupuesto muy ajustado, la opción de realizar un mockumentary o Found footage es muy atractiva. En este sentido, Lake Mungo funciona a la perfección, porque en todo momento parece que estamos viendo un documental real: entrevistas de los familiares y de las personas relacionadas con la investigación, videos domésticos, grabaciones de la casa, fotos con destellos fantasmales ….

La película se centra principalmente en el drama que vive la familia y cómo el vacío que ha dejado su hija y algunos sucesos extraños que ocurren en la casa, llevan al hermano a hacer grabaciones nocturnas, al creer que el espíritu de Alice todavía sigue allí. A través de estas grabaciones, irán descubriendo la vida oculta de su hija y cómo ésta tenía algunos secretos que la estaban perturbando. Estos hallazgos, llevarán a la familia al lago Mungo, dónde encontrarán enterrados parte de esos secretos, entre los que se encuentra la grabación que ella misma hizo con su móvil y que supone el momento más terrorífico de toda la cinta.

Pero no os equivoquéis porque, como os he dicho antes, Lake Mungo no es ninguna película de terror, es un drama con algunos toques sobrenaturales que destila tristeza y melancolía por todos lados. Por eso, a pasar de ser una película que no me ha entusiasmado, sí que debo reconocer que ha dejado algo de poso en mí y no dejo de pensar qué fue lo que le pasó a Alice verdaderamente.

Uno de los principales problemas que le veo a la cinta es su desarrollo lento y que tenga algunas líneas argumentales, como las últimas revelaciones sobre las grabaciones nocturnas del hermano, que no se han desarrollado lo suficiente. Me quedé bastante ojiplática con que este hecho no tuviese más relevancia porque termina echando por tierra todo lo visto hasta ese momento.

No sé si habrán sido las grandes expectativas que tenía sobre el supuesto “mejor mockumentary” de los últimos años, pero a mí no me ha impresionado tanto. Reconozco que la calidad de la fotografía, el montaje y los actores es buenísima y que en todo momento, Lake Mungo, podría pasar por un documental real. El problema es que la historia de Alice, su doble vida y el circo que crean a  su alrededor no me parecen lo suficientemente interesantes, ni impactantes para mantenerme enganchada en todo momento.


No sería una película que recomendaría a todo el mundo, como a mi compañera de trabajo, a la que la estoy introduciendo de lleno en en el cine de terror con títulos como: The Descent (2005), Slither (2006), The Mist (2007), Eden Lake (2008) o I saw the devil (2010) (éstas sí que son maratones de peliculones y no las mías, jajajaja) Sería un cinta sólo apta para aquellos que a los que no les moleste  un desarrollo lento y que no teman enfrentarse a un drama sobrenatural, muy de estilo de The Eclipse (2009). Nunca entenderé por qué intentan vender estas producciones como cintas de terror ya que, normalmente, el espectador se siente engañado y esto acaba repercutindo en su impresión de la película.

miércoles, 12 de julio de 2017

THE HORROR IS COMING 7/17


¿Os creíais que me había ido de vacaciones? Pues ya me gustaría, pero no. Además, quería traeros muchas cosas este mes de Julio, pero veo que el tiempo se me está echando encima y es que a mí las jornadas intensivas = madrugones de encender el pelo + calor sofocante = Bloody Princess mortimer. Pero bueno, no me voy a desesperar y si no me da tiempo sacar adelante todo lo que tenía pensado, seguiré trabajando para traeros algun especial jugosito en Septiembre, que ya es hora.

Pero centrémonos en hoy y en los próximos estrenos que nos esperan para el resto del año porque la verdad es que vamos a tener las agendas un tanto apretadas. Puede que todo no vayan a ser grandes películas, ni las grandes joyas del 2017, pero encontraremos títulos entretenidos, disfrutables y algún que otro truño, pero habrá que verlo todo para averiguarlo. De momento, os dejo tres propuestas que, por una cosa o por otra, a mí me han resultado interesantes y tengo ganas de ver. ¡Vamos a por ello!


SERPENT 




No siempre esperamos ver una obra maestra o la nueva joya del cine de terror, hay veces que sólo buscamos una película que nos entretenga y nos mantenga en tensión e interesados durante todo el metraje. Pues bien, creo que ese puede ser el caso de Serpent, una película con una serpiente mortífera (no se han devanado los sesos con el título) que sufre de la misma manía persecutoria que el tiburón de The Shallows (2016). Pero no os adelanto más y vamos directamente con la sinopsis porque me llama mucho la atención que hayan construido una película de 90 minutos, en torno a una premisa tan simple.

En un intento por apartarse de su amante, Gwynneth Kealy, se ofrece para acompañar a su marido, entomólogo de profesión, a una expedición por la selva en solitario. Parece que el amor vuelve a surgir en la tienda de campaña en la que duermen, hasta que una Mamba Negra interrumpe el idílico momento. A partir de aquí, la vida de este matrimonio empezará a desmoronarse y no sólo por esta amenaza mortal.

La guionista y directora, Amanda Evans, da el salto al mundo del cine con esta película de tensión psicológica y animal mortífero, tras su paso por la televisión con el documental sobre skaters: Monumental: Re-Riding History (2007). Las cosas no le han ido nada mal a Evans, que en la premier mundial de la cinta que tuvo lugar en la pasada edición del LA Film Festival, consiguió alzarse con uno de los premios.

A diferencia de lo que suele ser habitual en las películas de género recientes, en las que las mujeres infieles o con una vida sexual activa, contraen enfermedades veneras que les pudren la piel, aquí el “castigo” viene en forma de serpiente ultra venenosa. Para los que no lo sepáis, la Mamba Negra en la serpiente más peligrosa de África y una sola de sus picaduras contiene alrededor de 100 mg de dendrotoxina, cuando la dosis mortal para un humano es de 10/15 mg. Así que imaginaros lo divertido que tiene que ser lidiar con semejante espécimen dentro de una minúscula tienda de campaña, mientras lidias con las infidelidades de tu pareja. 

Pues viendo que este año voy a tener complicado elegir la película de tiburones del verano porque el mercado de escualos está en horas bajas, quizás sea la hora de ampliar el círculo y Serpent parece una digna candidata a convertirse en la cinta de animales mortíferos de la época estival.




Estreno en algun momento del 2017


MIDNIGHTERS




Tengo que confesar que tengo debilidad por Alex Essoe desde que me cautivó en Starry Eyes (2014). Así que cuando me enteré, gracias a mi amigo Howard Gorman, de su nuevo trabajo, me fui derechita a ver el trailer y reconozco que lo que vi, despertó mi interés.

A medio camino entre el segmento del Autoestopista en Creepshow 2 (1987) y Stuck (2007), basada en el caso real de Gregory Glen Biggs, Midnighters nos presenta a un matrimonio que, tras la tradicional fiesta de nochevieja, atropellan a un viandante de camino a su casa. No contentos con ello, deciden llevarse el cuerpo y ocultarlo en su garaje. Pero lo que no saben es que esa persona no era alguien que se encontraba en el lugar erróneo, en el momento equivocado, si no que tenía una razón muy poderosa para estar cerca de su casa y hay personas que le están buscando deseperadamente.

Su director, Julius Ramsey, al que precede una larga trayectoria como editor, ha decidido dar el salto al cine, después de haber dirigido varios capítulos para The Walking Dead (2014/2015), Scream: The TV Series (2015) y Outcast (2016). En este primer largometraje, Ramsey ha trabajado junto a su hermano Alston, que firma el guion y juntos han conseguido la financiación para sacar este proyecto adelante.

Como os he dicho antes, Midnighters me llamó la atención, en un primer momento, porque estaba protagonizada por Alex Essoe, pero una vez visto el trailer me interesa averiguar cuáles son las razones que puede justificar la ocultación de semejante crimen. Teniendo en cuenta que los protagonistas de la historia son este joven matrimonio, no sé si llegaremos a entenderemos sus motivaciones o serán de estos personajes antipáticos que últimamente abundan en películas y series. Otra cosa que se me ocurre es que la víctima sea tan malvada, y la venganza de quienes le bucan tan desmedida, que acabemos sintiendo compasión por esta pareja.

En definitiva, puede que estemos ante un tenso thriller de estilo Hitchcockniano como muchos críticos la han señalado, pero a mí no me gusta utilizar estos calificativos muy a la ligera. La verdad es que me conformaría con una cinta con giros argumentales que nos sean demasiado predecibles y que nos mantengan entretenidos durante todo el metraje. No es mucho pedir, ¿verdad?




Estreno en algun momento del 2017/2018

HAPPY DEATH DAY




El estreno de este trailer irrumpió en las redes sociales como un torbellino hace unas pocas semanas. La verdad es que yo me quede ojiplática porque con la búsqueda incansable de películas que hago todos los meses para esta sección, Happy Death Day me había pasado totalmente desapercibida.

¿De qué va? Si es que todavía queda alguien en el mundo que no ha visto el trailer. Pues bien, tenemos a Tree que es una guapa y rubia universitaria que es asesinada el día de su cumpleaños (ya es mala suerte). El problema es que cada vez que muere, la historia se reinicia y vuelve a revivir el mismo día con todo lujo de detalles. Para salir de esta espiral de muerte, Tree tendrá que averiguar la identidad de su asesino.

La película ha sido producida por BlumHouse que en este año ya lleva dos bombazos ultra taquilleros con Split (2017) y Get Out (2017). Por lo que no es difícil imaginar que intenten convertir a Happy Death Day en su Blockbuster halloweeniano, ya que su estreno está previsto para el 13 de octubre en tierras estadounidenses. Es curioso ver como BlumHouse está utilizando la fórmula de transformar el argumento de una comedia, en una cinta de género. Si en Get Out convirtieron Adivina quién viene a cenar esta noche (1967) en algo siniestro y aterrador, ahora le toca el turno a Happy Death Day que convierte la premisa de Atrapado en el tiempo (1993) en un slasher con asesino enmascarado. ¿Adivináis que será lo siguiente?

Volviendo a la película, ha sido co-escrita y dirigida por Christopher Landon que ya había dirigido anteriormente otra título para la BlumHouse, Paranormal Activity: The Marked Ones (2014). Otro de los trabajos de Landon que destacaría es la comedia de terror, Scouts Guide to the Zombie Apocalyse (2015) de la que sólo he oído buenas críticas y que está incluída en mi siguiente visionado.

Salvando todas las distancias del mundo, me recuerda en cierta manera a Scream (1996): un slasher típico con asesino enmascarado, pero con una vuelta de tuerca que le da un toque original y que incluye ciertas dosis de humor que encajan a la perfección con el resto de la película. Y, ¿qué me decís de la máscara que han elegido? Un bebe al estilo del muñeco de Profondo Rosso (1975), que acojona, a pesar de su cara simpática.

Otra de las cosas que me has gustado es que su protagonista, interpretada por Jessica Rothe, conocida por ser una de las secundarias en La La Land (2016), no es la perfecta universitaria, acosada por un asesino. Tree se emborracha hasta tal punto que no recuerda ni dónde se ha acostado, lleva el rímel corrido, dice tacos y va a enfrentarse al destino y su asesino para lograr salir con vida de esta pesadilla. En definitiva, una chica algo más normal que las perfectas y angelicales Final Girls a las que estamos acostumbrados.

No aspiro a que Happy Death Day se convierta en la gran película del 2017, ni muchísimo menos, pero sí en un producto muy entretenido que seguramente llene las salas de cine. Además, cada vez que una película de género que no pertenece a ninguna saga, consigue llegar a las salas españolas es motivo de celebración, ¿no? Pues celebrémoslo a lo grande, hundidos en nuestra butaca y degustando un bol gigante de palomitas, o nachos o pizza porque el día menos pensado encontraremos un asador de pollos en pleno cine, jajajaja.ç



Estreno USA el 13 de Octubre de 2017

Estreno en España el 11 de Noviembre de 2017