Páginas
▼
martes, 30 de enero de 2018
CARVED (2007)
Como podéis comprobar, sigo con mi obsesión por el cine de terror asiático y descubriendo cosas, algunas más interesante que otras, la verdad. No confundir esta película con aquel slasher infumable, Carver (2008), que ya desperdicié yo una hora y media de mi vida, jejeje. En este caso, es posible que encontréis esta cinta bajo el explícito título de The Slit-Mouthed Woman que, la verdad, es que tiene más relación con el tema de la película que el que luego se usó para su promoción en EEUU porque lo que se dice tallar (carved), nuestra protagonista no es que sea una experta, es un poco más tosca con el uso de las tijeras, jejeje.
Una mujer que maltrataba a sus hijos es poseída por el espiritu de la mitología nipona de la mujer de la boca cortada. Tiempo después, en un pequeña localidad se empieza a correr el rumor por el patio del colegio que este fantasma ha vuelto y que se aparece a las 5 de la tarde en un conocido parque para acabar con más niños. Lo que parece una leyenda urbana sin fundamento, se transforma en realidad cuando se produce el secuestro de varios niños. La pareja formada por la controvertida profesora Yamashita y el empanado del profesor Noburu, son los únicos que saben que el fantasma es el responsable de estas desapariciones y juntos emprenderán una carrera contrareloj para acabar con ella, a medida que los cadaveres se van apilando.
Si os digo que el responsable de Carved es el director japonés Kôji Shiraishi, quizás no os diga nada, pero si os recuerdo otras películas en su haber como la muy recomendable Noroi (2005) o la reciente Sadako vs. Kayako (2016), ya os va sonando más, ¿verdad?. En esta ocasión, Shiraishi y su guionista, Naoyuki Yokota, han cambiado un poco la leyenda de Kuchisake-onna, la mujer de la boca cortada, ya que en origen era una mujer que fue asesinada y mutilada por su esposo y regresó de la muerte convertida en espiritu demoniaco que asesinaba a todos a los que les pregunataba si era hermosa.
En Carved, el origen del espírito cambia, asi como el caracter vengativo tan característico del terror japonés con sus fantasmas de largas cabelleras negras y los ñinos que hace ruiditos. En este ocasión, sí que vamos a tener un fantasma de largo pelo moreno que viste una gabardina y lleva una mascarilla quirúrgica para tapar su boca rasgada, pero su motivación no va ser la venganza, si no que como veremos más tarde cuando descubramos su historia, es un ser maligno y perturbado, al que le gusta maltratar y matar niños porque sí. El espíritu en cuestión es del tipo del demonio de Fallen (1998), que va saltando de cuerpo en cuerpo cuando el huesped es eliminado, por lo que la difilcultad para acabar con él, se intensifica.
En cuanto a los protagonistas, tenemos un par bastante atípico. Por un lado, la profesora Yamashita, a la que su exmarido ha alejado de su hija por pegarle y, por otro, el profesor Noburu que cada vez que el fantasma va a cometer un nuevo ataque, escucha en su mente: "¿Soy guapa?" y ya sabe la localización exacta del crimen (es una especia de GPS sobrenatural). La pachorra de este personaje sólo se podría explicar por un ataque repentino de amnesia porque es verdaderamnete irritante que siga practicamente el mismo ritmo de deducción que el resto de los personajes.
Lo realmente perturbador de Carved, más que la mujer en cuestión con la boca rajada, de la que podremos ver varios primeros planos muy interesantes, son todas las escenas que reflejan maltrato hacia niños. Es sobrecojedor ver como todas estan madres pegan y maltatran a sus hijos, ya que es algo que no se suele representar muy a menudo en el cine occidental y aquí los japonese lo muestran sin pudor ninguno .
Estamos ante una película de bajo presupuesto a la que se le nota la escasez de medios y las malas interpretaciones de sus actores, pero lo cierto es que su tono onírico y esta leyenda de la mujer de la boca rasgada, que lo mismo te rapta un niño, que le clava las tijeras al primero que pasa por allí sin mediar palabra, me terminó conquistando. Así que entra dentro de lo probable que vea la secuela porque ya os digo no me desagradó. Es una historia sencilla, sin grandes pretensiones, pero que sólo recomendaría a aquellos a los que le guste el cine de terror japonés y que quieran descubrir un poco más sobre esa prolífica mitología de fantamas y Yokais que tienen.