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viernes, 16 de marzo de 2018

MUESTRA SYFY (2018) (PARTE 2)


¿Qué os pensábais? ¿Qué esto ya se había terminado? Pues no, llega la traca final y viene todavía más cargadita de películas y, además, en este segundo tramo se concentran las mejores y más bizarras películas que pudimos disfrutar en la Muestra Syfy. ¡¡¡¡¡EMPEZAMOS!!!!!!


THE CURED



Seguimos con la vuelta al mundo a través del cine y esta vez le toca el turno a la película irlandesa de la Muestra que nos proponía una drama zombi, pero ligeramente diferente a lo que estamos acostumbrados.

La cura contra el virus zombi ha sido descubierta y lejos de convertirse en un motivo de alegría, trae consigo más problemas. Los curados, que pueden recordar los crímenes que  cometieron bajo el influjo de virus, no serán aceptados por la sociedad, ni por sus familias que nunca les perdonará lo que hicieron. Esto provoca revueltas y actos vandálicos, en contra y a favor de los retornados, hasta que la situación se hace tan insostenible que el ejército debe intervenir para frenar una nueva guerra zombi.

La verdad es que yo no soy muy amante de los dramas zombis porque me suelen resultar bastante aburridos. Lo que suelo buscar en este tipo de películas es diversión, muertes por doquier y unos buenos maquillajes de no-muertos. Sin embargo, debo reconocer que The Cured me gustó más de lo que imaginaba, principalmente por la carga socio-política del mundo postapocalíptico que nos plantea, en el que las conspiraciones y revueltas de los retornados, podrían verse como alegorías de los ataques del IRA. Ese ambiente de tensión y descontento que se respira tanto en el bando de los no-infectados, como en el de los retornados, bien podría estar representando un problema político, más que el peligro zombi. Me gustó mucho la idea que plantea de que siendo capaces de encontrar una cura para los infectados, la sociedad sería incapaz de perdonarles todos sus crímenes y los trataría como delincuentes. En cierta manera, refleja el ambiente de odio que vivimos hoy en día, en el que no hay lugar para el perdón o el arrepentimiento.

Ellen Page, protagoniza la película, dando vida a una periodista que quiere destapar la verdad sobre la crisis, al mismo tiempo que acoje a su cuñado retornado en su casa, en la que vive con su hijo pequeño, tras haberse quedado viuda. Page siempre es un valor seguro en cualquier película y aquí está correcta y muy divertida cuando la vemos, hacha en mano, dispuesta a acabar con los zombis cuerpo a cuerpo. Al otro protagonista, Sam Keeley, no tenía el gusto de conocerle, aunque tiene una notable carrera a sus espaldas y también está perfecto en su rol de zombi retornado que no sabe a qué mundo pertenece.

En cuanto a la trama, ésta se desarrolla de una forma pausada, pero cuenta con momentos de tensión y suspense que te mantienen enganchado a la pantalla. La historia cuenta con flashbacks en los que los retornados recuerdan su vida como zombis, en los que podemos contemplar su extraño comportamiento. Aunque su aspecto exterior era el del clásico zombi/infectado con los ojos inyectados en sangre y poco más, se relacionan más con ese instinto de camaradería propio  de los hombres lobo que se olfatean y se buscan. No se, la verdad es que resultaba bastante extraño.

En definitiva, creo que la ópera prima de David Freyre bien merece un visionado por plantearnos una historia muy sencilla, pero que al mismo tiempo nos muestra un aspecto novedoso en el trillado género zombi. Tantas guerra y enfrentamientos contra los zombis en decenas de películas y cuando por fin encontramos la cura contra el virus, no estamos preparados para disfrutarlo. Pues algo muy parecido a lo que nos plantea Black Mirror (2011-  ) con la tecnología. Hay que ver cómo hilo, ¿verdad? jajajaa. 





SALUYT-7



Es curioso que mi película favorita de la Muestra no fuese ni terror, ni fantástico, ¿verdad? Pues así fue. La cinta que nos mostraba el problema al que la industria espacial rusa tuvo que enfrentarse en los años 80, fue la que me mantuvo totalmente absorta, sintiendo la tensión de esta apasionante historia en cada momento. 

En plena Guerra Fría, el centro de mando ruso pierde el contacto con la estación espacial Salyut-7 y, por miedo a que ésta sea intervenida por los americanos o se precipite sobre la Tierra, deciden enviar a sus dos mejores astronautas a una misión casi imposible. La estación, no tripulada, estaba fuera de control y la nave de los cosmonautas debía acoplarse a ella para repararla, en lo que se conoce como el mayor desafío técnico de la historia de la exploración espacial. 

Estamos acostumbrados a que las superproducciones espaciales que exigen una gran calidad técnica y de efectos especiales, tengan un claro acento estadounidense y para prueba de ello: Gravity (2013), Interstellar (2014), The Martian (2015), The Arrival (2016), Life (2017) y eso sólo en los últimos 5 años. Pues bien, Salyut-7 no tiene nada que envidiarles técnicamente y además, recrea una historia real de una manera muy emocionante y tensa. Cierto es que su director, Klim Shipenko, se tomó ciertas licencias a la hora de contar la historia del Salyut-7, pero según sus propias declaraciones, todos los problemas e incidentes a los que se enfrentan en la película, ocurrieron el alguna misión espacial rusa. 

Si lo que más sorprende en Salyut-7 es su potencia visual, no hay que desmerecer en nada una historia trepidante que nos mantuvo a todos con el corazón en un puño. A diferencia de lo que nos ocurre con las películas basadas en episodios espaciales americanos, de los cuáles tenemos más información, en este caso no sabíamos nada sobre el devenir de los protagonistas y, por lo tanto, la construcción de la trama a modo de thriller le sienta estupendamente.

La crisis de la estación espacial se vive desde varias perceptivas, por un lado, los astronautas que tienen que hacer verdaderas proezas para hacerse con la nave, la tensión y la limitación de maniobra al que tuvo que enfrentarse el centro de mando por cuestiones políticas y las familias de los intrépidos pilotos, esas mujeres que se quedan sufriendo en casa, sin saber si volverán a ver a sus maridos de nuevo.

En definitiva, si tenéis la oportunidad de ver Salyut-7, no os lo penséis dos veces e ir a verla porque os aseguro casi dos horas de tensión extrema, ritmo trepidante, unas fotografías del espacio impresionantes y una historia para quitar el hipo. No me gustó apenas, ¿eh? jajaja.






HOW TO TALK TO GIRLS AT PARTIES



Si de verdad se va a liar este follón para hablar con las chicas en las fiestas, mejor quédate en casa, contrata Netflix o en mi caso, Filmin y olvídate de tu vida social. Fuera bromas ya, la expectación por la nueva película de John Cameron Mitchell, basada en un relato corto del famoso Neil Gaiman, se vio recompensada con esta comedia de amor psicódelico, al ritmo de música punk. Por algún sitio he leído que la definen como un Romeo y Julieta pero con punk y aliens y no puedo estar más de acuerdo.

Nos situamos en Londres en 1977, en el que un trío de amigos, amantes del punk, quieren colarse en una fiesta, pero ninguno sabe la dirección correcta. Al final, atraídos por la música, dan con sus huesos en una mansión en la que una multitud de personas ataviadas con ropa psicodélica, bailan y se contorsionan al ritmo de una música que jamás habían escuchado. Deciden explorar  la fiesta por separado y Enn decide entablar conversación con una chica vestida de amarillo chillón que parece haber discutido con su tutor. Los jóvenes deciden pasar un par de días juntos en los que Enn le enseñará en que consiste el punk y averiguará que su amada procede de una galaxia muy muy lejana.

Es complicado comentar una película tan extraña, pero al mismo tiempo coherente y entretenidísima. Todo en ella encaja a la perfección: el tono de comedia absurda, alguna  que otra escena delirante, el divertido y bizarro tratamiento del sexo, ver a Nicole Kidman como la dueña de una sala Punk, la ambientación sententera en Londres, la ternura y la inocencia del primer amor, el misticismo de esta cultura indígena y algún que otro numero musical delirante.

How to talk to girls at parties es una película que no admite ningún tipo de clasificación y yo, aunque conozco de sobra la obra de Gaiman, pero no he leído nada, esta película ha servido para darme ese empujoncito que necesitaba y os prometo que de este año no pasa, que me ponga con Sandman o American Gods, que quiero leerlo antes de ver la serie.

Una auténtica delicia visual y argumental que prometo que no dejará indiferente a nadie y que a pesar de su bizarrismo y locura, guarda una historia de amor conmovedora y tierna que te llega al corazón. Todos los mandaguers salieron extasiados con esta película, así que si no eres uno de ellos, ¿no serás tu el extraterrestre?



I  AM NOT A WITCH 



Una de las películas mas controvertidas de las Muestra, principalmente porque nos planteaba en clave de humor, un tema tan sorprendente como cierto, el de los campamentos de brujas en África, a una hora que todos teníamos más sueño que otra cosa.

Shula, una niña de 8 años solitaria y callada, es acusada de brujería por un pequeño incidente en su aldea y llevada ante las autoridades que la declaran culpable y la envían a un campamento de brujas. Una vez allí, la dan a elegir entre llevar una cinta blanca a la cintura y vivir como bruja o cortar dicha cinta y escapar, lo que la acabaría convirtiendo en una cabra. Shula decide quedarse en el campamento dónde, a pesar de ser la única niña, se siente a gusto y acogida, hasta que un funcionario local decide explotar el "don" de Shula y hacer dinero a su costa.

La ópera prima de su guionista y directora Rungano Nyoni, nacida en Zambia y criada en Gales, supone una dura crítica contra la discriminación de las mujeres y lo más desfavorecidos, la corrupción política y la hipocresía de una sociedad que se ha quedado anclada en la Edad Media. Sin embargo, con distopías como la que se plantea en Handmaid's Tale (2017- ), la historia que nos cuenta Nyoni no se nos antoja tan ajena. El problema es que estos campamentos de brujas existen realmente en Ghana, donde al menos hay 6 que acogen alrededor de 1000 mujeres. Esto sí que me provoca verdadero terror.

Volviendo a I am not a Witch, Nyoni decide contarnos este drama en clave de humor, con situaciones rocambolescas y diálogos absurdos, pero a medida que avanza la trama este tono cómico se va perdiendo, transformándose en un drama desolador y triste. El problema que le vi a esta película en que en ocasiones el ritmo decaía, debido principalmente a un guión un tanto caótico, que terminaba haciéndote perder el interés en la trama. También hay que tener en cuenta que eran las 16.00 de la tarde del domingo y a lo mejor, no era el mejor momento para proyectar una película tan cruda y densa.

En definitiva, I am not a Witch es una película curiosa, diferente y descorazonadora que bien merece una oportunidad para contemplar las tradiciones y costumbres de un país  anclado en el pasado y la interpretación de la joven actriz que da vida a Shula, Maggie Mulubwa. Sin pronunciar apenas palabra, con la simple expresión de sus ojos, ésta joven promesa se come literalmente la pantalla. 





THE ENDLESS 



Al fin llegaba una de las películas que más ganas tenía de ver después de los estupendos comentarios que había cosechado por los Festivales en los que se había proyectado. Una nueva película de Justin Benson y Aaron Moorhead que no sólo escriben y dirigen, sino que también protagonizan este nuevo enfoque sobre las sectas americanas. 

Un par de hermanos vuelven a la secta de las que escaparon 10 años antes, a causa de la extraña cinta que les envía una antigua compañera. Una vez allí, empiezan a presenciar comportamientos y situaciones extrañas que les llevan pensar que posiblemente las locas ideas que defiende el culto, no sean tan disparatadas.

Según me contó mi amigo y experto cinéfilo Óscar de Todo desde mi sofá, con el que disfruté la mayor parte de la Muestra, tanto The Endless, como la ópera prima de Benson y Moorhead, Resolution (2012) forman parte del mismo universo y hay personajes que intervienen en ambas películas. La verdad es que yo vi Resolution hace un par de años y como que me quería sonar algo, pero hasta que él no me confirmó esta conexión, no caí en la cuenta. Según Óscar, hay que ver las dos películas seguidas o en un corto período de tiempo, para entender este universo de bucles temporales y de personajes enigmáticos. Así que habrá que tomar nota.

La historia se sitúa en una especia de comuna en medio de la nada, donde las estancias se distribuyen en una especie de cabañitas en las que toda la comunidad se autoabastece con pequeños trabajos. La cosa es que no están totalmente solos en este remoto paraje, si no que tienen "vecinos" que son casi más extraños que los propios miembros del culto.

The Endless es otra de esas película inclasificables, en la que tenemos algunas notas de humor, drama en alguno de los personajes y la sensación de que algo terrible invade el ambiente y está a punto de estallar. La vuelta de estos dos hermanos a la secta parece un poco arriesgada, no tanto porque puedan caer bajo su influjo de nuevo, sino porque tras haber aparecido en múltiples entrevistas de televisión tras su huida, a lo mejor éstos no les reciben con los brazos abiertos. Pero lo que en un principio, puede parecer un conflicto terrenal, pronto irá tomando un cariz más extraño que nos alejará totalmente de la idea que teníamos hasta ese momento.

No os puedo revelar mucho mas de The Endless, sin caer en spoilers que os estropearían la experiencia. Sin duda os recomiendo una película que os volará la cabeza y a la que una vez terminada, intentaréis encontrar una explicación lógica, que fue lo que nos pasó a todos los mandanguers y la cola para la siguiente película era todo un hervidero de interpretaciones, conclusiones e ideas.  




THELMA 



Y vamos con la que para mí se convirtió en la joya de la corona de esta Muestra, un coming of age noruego, con ciertos toques fantásticos. A pesar de su ritmo pausado, la cinta de Joachim Trier me atrapó y es que a mi estas historias de represión en la que la trama toma derroteros fantásticos o terroríficos, me apasionan. 

La Thelma del título es una estudiante solitaria y tímida que procede de una familia religiosa muy estricta y que se acaba de trasladar a Oslo donde va a empezar la universidad. Un día, mientras estaba estudiando en la biblioteca, conoce a la bella Anja y, de repente, sufre una especie de ataque epiléptico. Tras el incidente, las dos chicas inician una relación muy especial y Thelma acude al medico para averiguar lo que le está sucediendo, a espaldas de sus padres.

Debido a la estrictas enseñanzas religiosas que Thelma ha vivido en su hogar, intenta reprimir su orientación homosexual y su deseo hacia Anja, pero su subconsciente, que en Thelma se manifiesta con mucha fuerza, se revela contra esta represión. La historia esta construida como un thriller en el que hay que descubrir que le pasa a Thelma y para ello contaremos con una serie de flashbacks completamente inquietantes que nos irán revelando ciertos aspectos de su pasado que están interfiriendo con su nueva vida. La culpa o el pecado son conceptos que en esta película adquieren una nueva dimensión, al provocar reacciones paranormales. Y, para ejemplo, el simbolismo de la serpiente que aparece en una de las escenas y que claramente marca el pecado que a ojos del cristianismo está cometiendo Thelma.

Esta cinta tiene muchas conexiones con la reciente Raw (2017). En ambas tenemos a adolescentes que salen de hogares muy estrictos y hasta un tanto enfermizos para ir a estudiar a la universidad. Esto representa una liberación para estas jóvenes que empiezan a conocer su verdadero yo, pero claro, de formas un tanto terroríficas e inquietantes. 

La actriz protagonista, Eili Harboe, representa a la perfección la confusión de su personaje que se mueve entre dos mundos, el del deseo carnal y el de la doctrina cristiana. Un aspecto curioso de Thelma es que, aunque empatizamos con ella a medida que vamos descubriendo más aspectos de su vida, lo cierto es que no es un personaje bueno, ni malo. La mayor parte del tiempo, podemos pensar que actúa con la mayor bondad del mundo, pero en otras, al igual que cualquier otro ser humano, es egoísta y vengativa, el problema es que en su caso, eso tiene consecuencias que se escapan a su control. 

Sólo me queda decir que Thelma es una gran película, de la que no os tiene que echar para atrás su ritmo pausado porque es así como se tiene que contar esta historia, esto no en Hollywood y sus ritmos trepidantes y explosiones por doquier. Un thriller sorprendente, tierno y feminista que os dejará con el culo torcido en su tramo final, ya os aviso. 



Y, hasta aquí, dio de sí la Muestra Syfy 2018, sin duda el año más intenso y que más películas he visto. Sólo me queda desear que el año que viene Syfy vuelva a traernos una selección de películas tan buena porque como habéis podido observar, la media ha sido bastante positiva. Ha sido un placer disfrutar de este Festival con mi gran amiga Mari Carmen y con mis mandanguers favoritos: Oscar, Dani, La Henryteca y Javier Molina. Además, me encantó volver a encontrarme con 2/3 del blog Fin de los mundos porque no hay bloguera más simpática que Bárbara y con mi querida Mensajera de Mojave. Chicas, el próximo Festival foto para que se note que las horror lovers estamos juntas y revueltas.