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lunes, 13 de julio de 2020

VIAJE A LA MUERTE: AVIÓN

Movie of the Day – Flight of the Living Dead: Outbreak on a Plane -  Paperblog

Si en la primera semana de este especial de verano vimos que en trenes y metros podíamos ser atacados principalmente por salvajes, pero también por criaturas ancestrales o alienígenas, abrocharos los cinturones bien fuerte porque lo que nos espera con los aviones es arena de otro costal.

Siempre hemos oído que el avión es el medio de transporte más seguro y que las víctimas por accidentes de tráfico son mucho más elevadas que las producidas por accidentes aéreos. Pues bien, en el cine ocurre exactamente lo contrario, dado la infinidad de películas, no sólo de terror, que transcurren dentro de una aeronave. Se me ocurre la saga de desastres de los 70 que se inició con Airport (1970), las comedias de Aterriza como puedas, la película que inició la saga de la franquicia Final Destination e infinidad de películas de acción como Top Gun (1986), Passenger 57 (1992) o Con Air (1997).

Un avión es una localización en la que una serie de personas desconocidas, están encerradas durante unas cuantas horas, sin posibilidad de escapatoria y en manos de los pilotos. Por lo que cualquier alteración en este microcosmos, ya sea de índole fantástica o humana, provoca una gran alteración e incluso la histeria, entre los pasajeros. Yo no soy una persona que tenga miedo a volar, pero reconozco que ante una turbulencia o un vuelo un poco agitado, se me disparan todas las alarmas y me pongo un poco nerviosa, así que no quiero imaginarme cuál hubiese sido mi reacción, si volase en alguno de los aviones que vamos a ver a continuación. 




SOLE SURVIVOR (1984)

Sole Survivor (1984) — The Movie Database (TMDb)

Para la primera propuesta, en esta tanda de películas aéreas, he elegido nada más y menos, que una que empieza justo cuando el avión ya se ha estrellado. Lo cierto es que esta escena inicial es de las que más me gustan de la película porque contando con un presupuesto muy escaso, lo resolvieron de forma brillante. El accidente se muestra mediante un traveling por los restos que han quedado del avión, las víctimas, miembros varios, etc, hasta llegar a nuestra protagonista que está sentada en su asiento, sin ningún rasguño, pero en aparente estado de shock. 

Sole Survivor nos presenta a Denise Watson, una productora de televisión que ha sido la única superviviente de un fatídico accidente de avión. Tras recuperarse del leve shock que tiene y flirtear con su médico, nuestra pizpireta protagonista retoma su vida como si tal cosa. El problema es que los muertos se empiezan a amontonar a su alrededor y se le aparecen personas fallecidas. Su atractivo médico le dice que sufre el "síndrome del único superviviente", un trastorno por estrés postraumático que sufren las personas que han sobrevivido a una catástrofe, desarrollando un fuerte sentimiento de culpa que, en mucho casos, acaba provocando el suicidio. Preparando las películas para este especial, me topé con varias cintas que abordaban este tema del único superviviente y me pareció interesante el enfoque de: Lo peor no es sufrir un accidente de avión, sino sobrevivir a él.

Todos recordaréis lo que pasaba en Final Destination (2000), la película en la que un joven salvaba a sus compañeros de morir en un accidente de avión y luego la muerte se encargaba de perseguirlos hasta ponerlo todo en su lugar. Pues antes de ella, existió Sole Survivor que partiendo de la misma premisa, tiene un enfoque totalmente diferente. Aquí no es la protagonista quién percibe la muerte y se adelanta a ella, si no que este poder recae en una antigua actriz con poderes psíquicos que predijo el accidente de avión y la supervivencia de Denise, pero no modifica ningún suceso porque nadie la cree. Salvo en una escena en la que la muerte intenta acabar con nuestra protagonista con un camión sin frenos, no le veo más similitudes con la saga de años 2000. Sin embargo, le veo más puntos en común con la magnífica Carnival of Souls (1962) que tuve la suerte de ver la semana pasada en mi Summer of Blood, el reto de 31 días de terror que tengo en marcha este mes de Julio, pero no os puedo revelar las razones, prue merecéis disfrutar de estas dos películas.

La cinta supuso el debut en la dirección de Thom Eberhardt que el mismo año rodaría la mucho más conocida Night of the Comet (1984). Eberhardt firma también el guión de esta historia tan inquietante, con elementos fantásticos que se va cociendo a fuego lento, pero que nos adentra en una atmósfera misteriosa y mal rollera. 


CONSEJO VACACIONAL: Si sobrevivís a un accidente aéreo, sentiros muy afortunados y seguid disfrutando de la vida con más ganas si cabe, porque eso es lo que ha querido el destino y la muerte no os va a perseguir, eso sólo pasa en las películas. 

VALORACIÓN: Sole Survivor es una película muy desconocida, pero muy interesante que nos muestra un acercamiento fantásticos del síndrome del único superviviente y que a los responsables de Final Destination seguro les sirvió como inspiración. 



TWILIGHT ZONE 


The Odyssey of Flight 33 (Temporada 2, ep. 18) (1961)


Me parece fascinante cómo en las películas o series, como en este caso, de los años 50 y 60, tiraban mucho de sugestión y de diálogos de lo más ingeniosos para transmitir la sensación de angustia o terror, ya que no disponían de los medios, maquillajes o Fxs que se utilizarán posteriormente, con tal propósito. Una de mis películas de terror favoritas de todos los tiempos es Invasion of the Body Snatchers (1956), en la que con un mínimo de decorado y atrezzo, consiguen hacernos creer que la preciosa ciudad de Santa Mira está siendo invadida por los extraterrestres. Pues bien, en cierta manera, The Odyssey of Flight 33, consigue hacernos creer que este vuelo fatídico entre Londres y Nueva York, ha traspasado la barrera del sonido sin saber cómo y al hacerlo, han viajado también en el tiempo.

La mayor parte de la acción tiene lugar en la cabina del avión que como podéis comprobar en la foto, en aquella época iba bastante atiborrada de personal: 2 pilotos, un encargado de la radio y dos comandantes que se dedicaban a mediciones varias. A través de las angustiosas y tensas conversaciones que mantienen estos 5 personajes, que no dan crédito a las mediciones de velocidad del avión y su imposibilidad de comunicar con ninguna torre de control, nos sugestionan con la idea de que han viajado en el tiempo. Si que hay escenas en las que nos muestran lo que ven ellos a través de las ventanas, para confirmar que efectivamente, han viajado a la Prehistoria. Si al problema de los viajes en el tiempo, le sumamos que el avión se está quedando sin combustible, la cosa se complica y mucho.

No puedo contaros mucho más de un episodio de 25 minutos, pero sólo os adelanto que funciona estupendamente. Una de las joyas que nos dejó Rod Serling, aunque uno de sus capítulos más conocidos es el que viene a continuación.

CONSEJO VACACIONAL: Pues en este caso, pocas precauciones podéis tomar, sólo esperar que vuestro vuelo no traspase la barrera del sonido y os lleve a la dimensión desconocida.

VALORACIÓN: Una delicia de capítulo, con una historia muy sencilla, pero tan bien ejecutada y sugestionada que me ha fascinado totalmente. Así que no me queda más que recomendarlo muy fuerte.



Nightmare at 20,000 Feet (Temporada 5, ep. 3) (1963)



En esta selección de peligros en los aviones, no podía faltar uno de los capítulos más famosos y venerados de Twilight Zone. Tanto es así que cuenta con diferentes versiones o remakes entre las que destaca: un segmento de los 4 que aborda Twilight Zone: The Movie (1983) o la versión actualizada que ha hecho Jordan Peele sobre la mítica serie y cuyo segundo episodio fue Nightmare at 30,000 Feet (2019).

Pues bien, nuestro protagonista, recién recuperado de una crisis nerviosa por su miedo a volar, decide que ya ha llegado el momento de enfrentarse a su fobia. Cuando el vuelo en el que viaja junto a su esposa, atraviesa una tormenta, entra en pánico y cree ver a una extraña criatura sobre una de las alas que tiene la intención de averiar uno de los motores. 

El capítulo, dirigido por Richard Donner, con guión de Richard Mathison y la maravillosa actuación de William Shatner es una absoluta delicia. En tan solo media hora son capaces de crear una atmósfera pesadillesca, en la que Shatner parece estar al borde del colapso, dónde él es el único que puede ver a la criatura. La angustia y el pavor de este personaje traspasa la pantalla y el espectador se pasa los 25 minutos del episodio en permanente tensión. En caso de que este pobre hombre estuviera diciendo la verdad y todo no fuese producto de su mente enferma, ¿quién iba a creer a psicótico recién recuperado? 

El diseño de la criatura es un tanto grotesco, pero entrañable. En la historia, se refieren a él como un gremlin y es que a estas criaturas mitológicas originarias de los países de habla inglesa, se les atribuía el sabotaje de todo tipo de maquinaria, incluidos los aviones. De hecho, durante la II Guerra Mundial, los pilotos ingleses les culpaban de los accidentes aéreos que no habían sido producidos por un ataque enemigo. 

Una historia muy sencilla, que podría estar perfectamente de actualidad en el mundo en el que vivimos. El miedo a no ser aceptado o creído por los demás y la 
voluntad de tomarte la justicia por tu mano, cuando te sientes solo ante el peligro.

CONSEJO VACACIONAL: Intentar no sentarse cerca de una persona con aerofobia. Puede que sus paranoias se contagien al resto del pasaje y hacernos pasar el peor vuelo de nuestras vidas 

VALORACIÓNUna delicia de episodio, en el que se unieron estas tres mentes brillantes, en su momento de mayor inspiración, para crear una de las historias de terror y ciencia ficción más efectivas y viscerales de todos los tiempos.



THE HORROR AT 37,000 FEET (1974) 


John Kenneth Muir's Reflections on Cult Movies and Classic TV: Cult-TV  Movie Review: The Horror at 37,000 Feet (1973)

Años después, seguimos volando con Willian Shatner, pero esta vez en una película de bajo presupuesto, hecha directamente para la TV que bebe bastante del éxito del capítulo de Twilight Zone que os comentaba antes, de The Exorcist (1973) estrenada el año anterior y de las películas de catástrofes de Aeropuertos que tanto tirón tuvieron en la época. Metieron todos estos elementos en una coctelera, ficharon viejas glorias del cine y la tv como al propio Shatner, Chuck Connors o Roy Thinnes y ya estaban listos para crear una historia de terror sobrenatural a 37,0000 pies de altura

En la película tenemos un avión de carga, especialmente fletado para que un arquitecto y su esposa trasladan una antigua reliquia celta de Londres a los Ángeles. Para que el vuelo resultase rentable, la compañia ha vendido varios billetes, conformando un pasaje de los más heterogéneo: un exsacerdote (Shatner) y su mujer/compañera (una versión hacendado de Mia Farrow en RoseMary's Baby (1968)), una fanática religiosa, una modelo asiática, un millonario sin escrúpulos, un cowboy perfectamente equipado y una niña pequeña que viaja sola. Poco después del despegue, los pasajeros y tripulación tendrán que hacer frente al espíritu que contenía la reliquia y que con el traslado ha sido liberado y clama venganza por su profanación. 

La primera parte de la película se centra en la presentación de todos estos personajes tan peculiares, así como las relaciones y tensiones que van surgiendo entre ellos. Los sucesos extraños empiezan a manifestarse en pleno vuelo con la caída de la temperatura, la congelación de las ventanillas y el fallo de los sistemas de vuelo que provocan que el avión se quede estático a 37,000 pies. Poco después, la esposa del arquitecto es poseída por el espíritu celta y ya se desata la locura. Nuestros pobres pasajeros emplearán mil técnicas, a cada cuál más absurda, para deshacerse del este mal, pasando por hacer fuego en pleno vuelo, pintarrajear una muñeca y vestirla con la ropa de la poseída para deshacer el maleficio. 

CONSEJO VACACIONAL: No viajar en vuelos que transporten cualquier tipo de reliquia, altar o sarcófago antiguo por muy barato que sea el billete. Ya vimos lo que pasaba en Pánico en el Transiberiano (1972) y, aunque aquí de una manera mucho más pobretona, la cosa tampoco termina demasiado bien.


VALORACIÓN: Se le nota a la legua que es un telefilm con un presupuesto muy ajustado, donde la excusa del avión estático es perfecta para ahorrarse la reproducción del vuelo y tener en su lugar, un avión montado en un plató, con salas de reuniones y un espacio que ya nos gustaría en la vida real. Una película entrañable por sus sinsentidos y lo pasado de vueltas que está el personaje de Shatner, pero por lo demás, totalmente prescindible. 




SNAKES ON A PLANE (2006)

Snakes on a Plane (2006) - MovieAssault

En un primer momento, Snakes on a Plane no había sido elegida para este especial, pero como de lo que estamos hablando es del peligro de viajar en avión, las aeronaves de las películas que comento, tenían que ser comerciales para que ese peligro se sintiera como real. Así que tras ver el inicio de Scarecrows (1988), en la que unos atracadores secuestraban a un piloto y a su hija para que les llevasen a México y tras un incidente, se ven obligados a aterrizar en una zona plagada de espantapájaros mortíferos, pensé que no era muy plausible que alguna vez nos encontrásemos es esta situación, a no ser que quién esté leyendo esto sea piloto de vuelo. Podéis argumentarse que el que haya serpientes en una avión, puede ser igual de imposible, pero creedme, en un vuelo comercial, puede pasar cualquier cosa.

Y, tras esta pequeña aclaración sobre la inclusión de esta película, vamos a hablar de ella porque no me ha parecido tan horrible como imaginaba. El título que han elegido deja poco a la imaginación, pero a grandes rasgos tenemos a un joven, al que el FBI traslada a los Ángeles para testificar en contra de un jefe de la Mafia. Éste intentará deshacerse de él, introduciendo decenas de serpientes venenosas en el avión comercial en el que viaja. Un poco retorcido el amigo, ¿no os parece?

Su director, el tristemente desaparecido David R. Ellis, tiene una carrera bastante interesante en la industria cinematográfica, en la que tuvo una amplia trayectoria como especialista en películas de acción y ciencia ficción.

La película no intenta engañar a nadie, es puro entretenimiento veraniego para una tarde tonta de esas que últimamente abundan bastante y que me recordó, a la posterior Piranha 3D (2010) de mi querido Alexandre Aja y de las que os hablé en el especial de verano de hace un par de años. Ambas películas comparten el diseño por CGI de las criaturas que más que realista, lo que pretende ser es espectacular y el humor socarrón de los ataques que tienen especial querencia por las partes íntimas, ojos y boca de sus víctimas. Y, aunque Snakes on a Plane tiene escenas de ataque en el avión bastante impactantes, ninguna tan memorable como la del lago de la película de Aja.

Como ya os he comentado, las mordeduras de las serpientes son bastante simpáticas y gore al mismo tiempo y, en su aparición inicial en la cabina del avión dónde desatan la locura y el terror de los pasajeros, más que reptiles, me parecía estar viendo el ataque de unos velociraptores. No porque los ofidios tengan unas dimensiones descomunales, aunque hay algún ejemplar de gran envergadura, sino porque atacan según aquella gran enseñanza que nos dejó Jurassic Park (1993) de que los velociraptores atacaban de forma sistemática y cuando veías a uno de frente, realmente eras atacado por otros dos que estaban en los francos que ni siquiera habías visto. Así que tenemos a unas serpientes con unas ansias enfervorizadas de  matar y que aparecen por cualquier recoveco y que atacan sin piedad.  

Pero, aunque penséis que lo más absurdo pueden ser que el avión esté plagado de serpientes, lo cierto es que lo más inverosímil es el grupo de pasajeros tan heterogéneo que va a bordo. Tenemos desde una estrella de la música, con un ego de aquí a China, con sus dos guardaespaldas, a una pija con su perrito, una pareja de recién casados con pánico a volar, una madre soltera con su bebé, interpretada por nuestra Elsa Pataky, en su primer papel en Hollywood, un hombre sin escrúpulos, una azafata veterana, en su último vuelo antes de jubilarse, por no hablar del agente del FBI, Samuel L. Jackson que custodia al testigo que bajo ningún concepto puede morir. Os podéis imaginar la amalgama de situaciones que se crean con estos personajes tan peculiares y decenas de serpientes asesinas que han sido estimuladas para convertirlas es mucho más mortíferas.  

Pero, ¿qué otro problema puede acarrear tener serpientes venenosas en un avión? Pues que pueden morder circuitos, cables esenciales para el funcionamiento del aparato o atacar a los pilotos. Así que la última parte se convierte en un especie de Aterriza como Puedas, con alguna escena tan absurda, como la de la despresurización de la cabina.

CONSEJO VACACIONAL: Comprobad siempre que no viajáis en el mismo avión que un testigo esencial para un caso de asesinato o con un preso al que trasladan porque, en cualquier caso, la cosa se puede poner muy fea.

VALORACIÓN: Snakes on a Plane es una película mala, pero que te anima una siesta veraniega, si no os molesta demasiado un CGI muy justito y una publicidad, nada subliminal, de Sony y sus consolas.




Otras recomendaciones aéreas: FINAL DESTINATION (2000), FLIGHT OF THE LIVING DEAD (2007), THE NIGHT FLIER (1997).





lunes, 6 de julio de 2020

VIAJE A LA MUERTE: TREN



Horror Train - Stock Motion Graphics | Motion Array

Como cada Julio, llega el especial de verano del blog que a pesar de no haber estado muy activa estos meses, es una de mis citas ineludibles. En anteriores ocasiones, hemos visto lo poco recomendable que es viajar en el cine de terror, a causa de los diferentes animales mortíferos que nos pueden atacar o de los peligros que acechan en los diferentes países. Esta vez, vamos a poner el foco en los medios de transporte que utilizamos para viajar y que también pueden albergar mil y un peligros que no hemos previsto. Así que como siempre, este blog tiene la obligación de informar a sus queridos horror lovers de los terrores que les acechan ahí afuera y disuadirlos de programar su siguiente viaje. ¿Teníais entendido que el transporte ferroviario era el más seguro? Pues seguir leyendo este especial que vais a tardar bien poco en cambiar de opinión, jejeje.



CREEP (2004) 


La protagonista de nuestra primera película no se iba de viaje, si no de fiesta a un garito de Londres y para llegar allí, tenía que utilizar el metro. Pero es fácil que muchos de nosotros tengamos que utilizar el metro para llegar al aeropuerto o a la estación de trenes de largo recorrido, así que no estaría de más, extremar las precauciones.


La película nos pone en la piel de Kate, una joven algo alocada que quiere llegar a una fiesta a toda costa para conocer a una estrella de cine y decide coger el último metro de la noche. Esperando en el andén, se queda dormida y cuando despierta, la estación está totalmente desierta y cerrada a cal y canto. Pero si Kate pensaba que esto era un problema, no tardará en darse cuenta que tendrá que luchar por su supervivencia porque algo con oscuras intenciones, habita en las profundidades de los túneles. 

Creep es la ópera prima del director británico, Christopher Smith, que años más tarde nos regalaría esa joya que es Triangle (2009) o cintas tan interesantes como Severance (2006) o Black Death (2010). Aunque en los últimos años, Smith se ha dedicado más al mundo de la televisión, tiene una película sobre casas encantadas en la Inglaterra de principios del s. XX, en postproducción. 

La película, protagonizada por Franka Potente, tiene una historia muy sencilla y nada original, pero si por algo destaca Creep es por su ambientación claustrofóbica del metro de Londres, concretamente de la estación de Charing Cross, una de las más céntricas de la ciudad. La acción se centra en los intentos de Kate por intentar salir de la estación y su interacción con algunos de los personajes que se encuentra porque, como era de suponer, no estaba sola allí abajo. Durante la mayor parte de la película, la protagonista es bastante antipática, sólo interesada por llegar a esa fiesta que se está perdiendo e intentando que los demás la ayuden ofreciéndoles dinero. Para cuando Kate se vuelve más empática y se preocupa por el destino de alguno de los personajes, ya es tarde para que el espectador congenie con ella. 

Toda la parte en la que ella intenta escapar de su encierro y posteriormente del "monstruo" que la persigue, dónde se mueve por ese entramado de túneles y pasadizos tan oscuros y claustrofóbicos funciona bastante bien. Sin embargo, cuando la película muestra a este ser salvaje y deforme, se convierte en el típico slasher en el que la víctimas van cayendo una a una. Se deja entrever que el origen de este ser está relacionado con un oscuro episodio de la historia de Londres, oculto en esos túneles durante muchos años.


CONSEJO VACACIONAL: No os quedéis dormidos en la estación y mucho menos, a última hora de la noche.

VALORACIÓNCreep me parece una cinta correcta, sin más, pero lo que más me gustó fue su epílogo. Es como si quisiera contarnos que Kate ha tenido que pasar todo este calvario para convertirse en una persona más humilde y ponerse en el lugar de los que al principio, miraba con desdén. 




PÁNICO EN EL TRANSIBERIANO (1972)



Los protagonistas de esta coproducción británico-española viajaban tranquilamente en el Transiberiano que une China con Europa, cuando fueron atacados por una criatura prehistórica. Ya os decía yo que el transporte ferroviario no era nada seguro, desde tiempos de Strangers on a Train (1951).

En este viaje, a principios del s. XX, el profesor Alexander Saxton viaja con un antropoide congelado que ha descubierto en las montañas de Manchuria y que quiere llevar a Inglaterra porque considera que es el eslabón perdido de la evolución humana. Sin embargo, la criatura que de muerta no tiene nada, tiene otro planes muy diferentes e irá sembrando el terror entre el pasaje.

Pánico en el Transiberiano es una de las películas más importante del fantástico español, no sólo por su gran factura que recuerda a las producciones de la Hammer, si no también por una grandes actuaciones, unos efectos especiales más que solventes y una historia muy original. Dirigida por el español Eugenio Martín, la película cuenta con un reparto de lujo encabezado, nada más y nada menos que por Christopher Lee y Peter Cushing. Lee interpreta al profesor Saxton, obsesionado con su gran hallazgo y muy seguro de que sus teorías y visión de los hechos son las únicas válidas. Por otro lado, Cushing da vida al Dr. Wells, otro reputado científico británico que viaja en el tren, pero mucho menos rígido que Saxton y con algunos puntos, muy divertidos. La química que desprenden los dos actores británicos que en tantas ocasiones trabajaron juntos, eclipsa totalmente al resto de actores de este reparto tan coral. Entre ellos cabe destacar la aparición de Silvia Tortosa como la Condesa Petrovsky y a Jorge Rigaud, como su marido el Conde Petrosky, dos de los pasajeros más distinguidos del tren. También destaca Alberto de Mendoza como un cura fanático que da bastante mal rollo y el icónico Telly Savalas como un cosaco muy violento.

Aunque la naturaleza del mal al que se enfrentan estos pasajeros porque ya os adelanto que nada era lo que parecía, se revela durante el primer tercio de la película, la tensión y la acción están muy bien medidas y el ritmo no decae en ningún momento. El pasaje empieza a sufrir los ataques de este ser que con tan sólo mirarlos fijamente, absorbe sus conocimientos e inteligencia, mientras que las víctimas mueren con los ojos blancos y chorreando sangre. La claustrofobia de un espacio cerrado, tan estrecho como un tren, atiborrado de gente asustada que no sabe muy bien a lo qué se enfrenta, rodeados de un paisaje helado y con científicos fanáticos recuerda bastante a The Thing (1951).

A pesar del terror de la situación de estar atrapados en un tren en el que los muertos se van acumulando, hay pequeños destellos de humor y episodios muy fantasiosos que provocan más de una carcajada. Me refiero principalmente a esa escena en la que analizando bajo el microscopio el globo ocular de una de las víctimas, pueden verse imágenes de dinosaurios entre otras cosas. Tendréis que ver la película para entender de lo qué os estoy hablando, pero no me digáis que no tenían artilugios potentes en esa época, jejeje.

CONSEJO VACACIONAL: No viajar en cualquier medio de transporte que trasladen restos biológicos, humanoides congelados, antiguos sarcófagos egipcios o criminales porque la cosa siempre acaba saliéndose de madre.

VALORACIÓN: Lo que más me gustó de Pánico en el Transiberiano es lo bien que consigue aunar varios subgéneros: Extraterrestres, posesiones, investigación criminal y, por supuesto, terror. Una película que me gustó mucho y que no os eche para atrás la fecha de producción porque hay verdaderas joyas en los 70 y ésta es una de ellas.



DEATH LINE (1972)



En tercer lugar tenemos la película en la que muy probablemente se basó el guionista de Creep (2004), a la hora de escribir su guión y en la que volvemos al metro londinense, un lugar que visto lo visto, no es nada recomendable.

En esta ocasión, las extrañas desapariciones ocurridas en la estación de Russel Square, llevan al peculiar inspector Calhoun a investigar lo sucedido y descubrir una verdad desoladora. Durante las excavaciones de los túneles del metro en el s. XIX, hubo un derrumbe y varios de los trabajadores quedaron atrapados. Durante años, sobrevivieron practicando el canibalismo y reproduciéndose entre ellos, pero en la actualidad, los pocos descendientes que quedan de aquel clan, han salido a la superficie y buscan alimento.

Death Line fue la ópera prima de Gary Sherman, director conocido por Dead and Buried (1981) o Poltergeist III (1988), lo que me recuerda que todavía tengo pendiente de finalizar esta trilogía. La película tuvo problemas con la censura y es que tras su aparición en el Reino Unido en 1972, bajo el nombre de Death Line, obtuvo una calificación X y fue censurada. Al año siguiente, se le cambió el nombre a Raw Meat para su distribución en EEUU, dónde se editó hasta alcanzar una calificación R que le permitiera poder estrenarse en la salas. La campaña de publicidad de la película en EEUU la promocionó como una cinta de zombis, lo que indica que los responsables, no se dignaron ni siquiera a verla.

Death Line es una de esas joyitas británicas que merece la pena descubrir. Por un lado, tenemos la divertida interpretación de Donald Pleasance como un inspector con un sentido del humor muy británico, bastante alejado de sus papeles habituales más trágicos y oscuros. También contamos con la pequeña, pero brillante participación de Christopher Lee, en un papel escrito expresamente para él, para cumplir con sus deseos de actuar junto a Pleasance. Lee da vida a un agente de MI5 que quiere quitarle uno de los casos de desaparición al inspector Calhoun y no he visto duelo de insultos tan elegante y distinguido como éste. 

Pero sin duda, lo que marca la diferencia con respecto a otras películas de este tipo, es la presentación del caníbal que está cometiendo estos crímenes. En una sola toma, el director nos hace un travelling por los túneles en los que habita y le muestra cómo un hombre triste, rechazado por la sociedad, totalmente solo que vive rodeado por los restos de cadáveres medio mordisqueados y en diferente estado de descomposición que ha ido acumulando. Ésta es una de las escenas más impactantes y por la que seguro recibió la calificación X. Este personaje no tiene nada de depredador monstruoso como los caníbales de The Hills Have Eyes (1977) o de las posterior, Stag Night (2008), si no que le vemos como otra víctima más, a la que la sociedad ha dado de lado y al que no se le ha dado ninguna oportunidad. A diferencia de Creep (2004), donde la naturaleza del monstruo está relacionada con experimentos científicos fallidos, aquí tiene que ver con una nefasta decisión humana.

CONSEJO VACACIONAL: Tened mucho cuidado en el metro de Londres que hay caníbales, casi, en cualquier estación.

VALORACIÓN: Death Line es una cinta muy interesante, no sólo por el acercamiento más humano que se hace del "monstruo", si no por el papel tan divertido de Donald Pleasance. Creedme que sólo por eso, ya merece la pena y mucho.



STAG NIGHT (2008)




El único motivo por el que Stag Night está incluida en este especial es simplemente por su fecha de producción. La mayor parte de las cintas de trenes mortíferos que no había visto eran de los años 60 y 70 y por darle más variedad a las propuestas, decidí incluir esta cinta que ya os adelanto que es bastante prescindible.

Stag Night nos ofrece una nueva versión de Death Line con salvajes que viven en las profundidades del metro, pero esta vez de Nueva York. Lo único que cambia es que aquí tenemos a un grupo de jóvenes de despedida de soltero que cogen el tren para ir a una nueva zona de la ciudad y cuando uno de ellos molesta a una chica, todos se bajan en una estación abandonada en la que el tren se había detenido en un semáforo. A partir de aquí, nuestro querido grupo de descerebrados intentarán hallar la forma de salir del metro, mientras unos vagabundos con ansias de matar, les perseguirán incansables por los túneles.

Esta película no aporta mucho más allá de ver  a estos jóvenes corriendo de un lugar a otro, metiéndose en la guarida de los salvajes, al estilo de The Texas Chainsaw Massacre (2003), tomando decisiones estúpidas, como separarse o tener sexo en una estación abandonada en la que si no mueres a mano de uno de estos salvajes, seguro que te infectas de cualquier cosa. Ninguno de los personajes es especialmente simpático, ni sufrimos por su destino. Tampoco se explica el origen de los salvajes que parece que se dedican a matar a todo aquel con el que se encuentran en su territorio, por el mero placer de la sangre.

Stag Night se asemeja más a películas del corte de The Texas Chainsaw Massacre o The Hills Have Eyes en la que tenemos un grupo de víctimas potenciales, enfrentándose a un grupo de salvajes, pero en esta ocasión, en los túneles del metro. De las pocas cosas que destacaría de la película es que tiene varias escenas en las que se muestra lo cerca que está alguno de los personajes de la salvación porque la superficie está al alcance de su mano, ya sea por las rejillas de la calle o por las escaleras mecánicas ascendentes pero, sin embargo, es imposible de alcanzar. 

Como dato curioso, decir que en el reparto encontramos a Scott Adkins, el experto en artes marciales y películas de acción que aquí no muestra ninguna de sus habilidades especiales que tanta falta le hubiesen hecho a estos jóvenes.

CONSEJO VACACIONAL: Nunca, bajo ningún concepto, os bajéis del metro o el tren en una parada no autorizada. Puede que no haya salvajes por las inmediaciones, pero visto lo visto no lo daría por sentado, pero lo que es seguro es que muy probablemente no sea fácil salir de allí. 

VALORACIÓN: Os invito a que huyáis de esta película, no porque su visionado sea horrible, si no porque no aporta nada nuevo. Cualquiera de las otras propuestas y de las recomendaciones adicionales que incluyo al final de este especial, merece mucho más la pena.



QUATERMASS AND THE PIT (1967)



He dejado para último lugar la película en la que sucede la cosa más extraña dentro de un túnel de metro como es el descubrimiento, como consecuencia de unas obras, de una nave alienígena que llevaba allí cientos de años. ¿Cómo se os ha quedado el cuerpo?

Quatermass and the Pit es la tercera de las películas que nos cuentan las aventuras de este peculiar Doctor que saltó a la fama en el Reino Unido, con la emisión en la BBC, de la serie The Quatermass Experiment en 1953. Tras este éxito, la Hammer no dudó en hacerse con los derechos para llevar al Doctor a la gran pantalla y en 1955, The Quatermass Experiment se convirtió en uno de los grandes éxitos de la productora, antes de que descubrieran su filón con los monstruos clásicos. Tanto la serie, como la película tienen el mismo título porque el largometraje no es más que una versión cinematográfica de la serie original, pero con cambio de director, guionista y actores. Esto mismo sucede con esta tercera versión, Quatermass and the Pit que también está basada en una miniserie previa de 1958.

El creador del personaje y guionista de las series es Nigel Kneale que también lo es en esta The Quatermass and the Pit. La dirección corrió a cargo de Roy Ward Baker, conocido en los círculos del terror por su trayectoria en los años 60 y 70 en la Hammer y la Amicus con títulos como: Scars of Dracula (1970), The Vampire Lovers (1972), Asylum (1972) o Vault of Horror (1973).

Pero centrémonos en la película porque no tiene desperdicio: Debido a las obras en el metro, encuentran un extraño artefacto que los obtusos militares confunden con una bomba de la Segunda Guerra Mundial, mientras que nuestro inigualable Dr. Quatermass y su fantástica ayudante Barbara, no tardan en averiguar que es una nave espacial. Nadie parece creer a los científicos, a pesar de que les muestran evidencias de sucesos extraños que han ocurrido por la zona, desde el comienzo de los tiempos. Como era de esperar, la cosa se vuelve muy fea, hasta el punto de tener revueltas de ciudadanos poseídos con ansias mortíferas, proyecciones de los recuerdos de los alienígenas en las mentes humanas, cabezas que explotan,...

Además, la historia de los extraterrestres-langosta es de lo más interesante y parece sacada de un capítulo de X- Files (1993-2008). No sólo conoceremos de dónde proceden estos seres y cómo llegaron a Tierra, si no cuál ha sido su papel en la evolución humana, que ya os adelanto, que fue determinante. Si bien es cierto que estos alienígenas y los fxs que los acompañan se ven anticuados y de cartón piedra, guardan ese encanto de épocas pasadas.

CONSEJO VACACIONAL: Definitivamente, el metro londinense es tan peligroso como el Outback Australiano, así que evitarlo a toda costa.

VALORACIÓN: The Quatermass and the Pit es una película muy interesante y en la que la tensión y la intriga están muy bien estructuradas: descubrimiento y discusiones con los militares, investigación científica y locura máxima. Además, introduce una serie de conceptos bastante originales para la época como que el Gobierno intente encubrir el descubrimiento, los poderes telequinéticos de los alienígenas o su influencia en la historia de la humanidad. Que no os aleje su antigüedad, de disfrutar de una de las grandes películas de la ciencia ficción británica que sin duda ha influenciado a cintas posteriores como la grandiosa Lifeforce (1985), Prince of Darkness (1987) o Ghost of Mars (2001), según apuntaba el propio Carpenter.



A continuación, os dejo más películas con trenes que ya había visto anteriormente, la mayor parte de las cuáles ya están reseñadas en el blog y entre las que se encuentran las joyas de la corona de este subgénero, por llamarlo de alguna manera.

Otras Recomendaciones Ferroviarias:  MIDNIGHT MEAT TRAIN (2008), TERROR TRAIN (1980), TRAIN TO BUSAN (2016), HOWL (2015), END OF THE LINE (2007).