Los domingos me
deprimen, no me gustan nada. Es el día en el que preparo las comidas de la semana y en el que toca la actividad doméstica que más odio en el mundo: LA PLANCHA. Por eso,
para conseguir amenizar un poco esta actividad tan aburrida, exploro el
catálogo de Filmin y busco alguna
película que no tenga una duración excesiva y que disponga de versión en castellano.
Ésta es de las pocas ocasiones en la que veo películas de
terror dobladas porque como voy a apartar la vista varias veces de la pantalla,
no quiero perderme nada y en mi idioma siempre es más fácil, jejeje.
A veces no es fácil
encontrar una película que se adecue a estos requisitos y que despierte mi interés (es muy exigente ;)). A veces encuentro pequeñas joyas, para mí desconocidas, que
convierten las aburridas tardes de domingo, en un momento inolvidable. Este fue
el caso de uno de estos últimos domingos que, investigando la amplia sección de terror de Filmin y después de haber descartado Host (2006) por su excesiva duración,
di por casualidad con Asylum.
Martin, un joven
psiquiatra, necesita demostrar su valía para poder optar a una vacante en una
intuición mental. La prueba consiste en entrevistar a los pacientes
incurables del psiquiatrico y determinar quién es su predecesor, el Dr Starr, que ha enloquecido
repentinamente.
Asylum fue producida por la productora británica Amicus que, desde su fundación en los
años 60, se convirtió en competencia directa de la Hammer. Amicus se
especializó en las películas divididas en episodios, que se caracterizaban por un terror más psicológico y
sugerido. Los directores y actores de la época trabajaban indistintamente para
ambas compañías y, en este ocasión, tenemos en la dirección a Roy Ward Baker conocido por títulos como Quartermass and the Pit (1967) o Scars of Dracula (1970) ambas de las Hammer. El
responsable del guion no es otro que Robert
Bloch, autor de la novela Psicosis y de su posterior adaptacion al cine y que aquí adaptó varios de sus cuentos.
Un elemento común en
todas las historias es esa atmósfera malsana, un aura de pesadilla que te
mantiene inquieto durante todo el metraje. Todos los episodios no son igual de
interesantes, aunque todos ellos están muy bien atados. Mis preferidos son el primero y
el segundo, pero ahora os hablo de todos ellos detenidamente y por órden de
aparición:
FROZEN FEAR: Bonnie
le cuenta el doctor el plan que ella y su amante tenían para matar a la rica
esposa de éste. El problema fue que la difunta había estado estudiando vudú y los
macabros planes de estos dos canallas acaban volviéndose en su contra. Una de
las historias más creepys de toda la película, relacionada, en cierta manera,
con el origen del cine zombi previo a la revolución de George A. Romero.
THE WEIRD TAYLOR: Bruno, un antiguo sastre, relata la historia de
cómo, debido a los problemas económicos por los que estaba atravesando, aceptó un
encargo de lo más extraño, para la confección de un traje. Este trabajo
arruinairía su vida y su razón, llevándole a cometer varios asesinatos. Este es
el episodio que más me gustó y no sólo porque en él intervenga, el siempre
inquietante, Peter Cushing, sino por esa ambientación tan oscura y tétrica que guarda
similitudes con el terror gótico.
LUCY
COMES TO STAY: La protagonista de esta historia es Bárbara, una
joven con problemas psicológicos que, tras su salida de una institución mental,
irá a vivir con su hermano. Éste, con la ayuda de una enfermera, tendrá a la
joven totalmente vigilada, hasta que su malévola amiga Lucy acuda a visitarla
con planes para liberarla. Para mí, esta historia fue la más predecible y menos
imaginativa de todas. Puede que en la época de su estreno fuese más sorprendente pero, hoy en día, todo aquel que haya visto un mínimo de cine de intriga y suspense, no le costará dar con el giro de la historia. Esto no quiere decir que desluzca la efectividad del conjunto porque sigue
conservando esta atmósfera pesadillesca y elegante presente en toda la película.
MANNIKINS
OF HORROR: El Dr. Byron está trabajando en la transferencia de su alma
a un pequeño robot que ha construido a su imagen y semejanza. Byron le explica al
psiquiatra que el interior del muñeco es totalmente orgánico y contiene sus vísceras
y órganos a perfecta proporción. Está es una de los segmentos más extraños, que
nos llevará de cabeza a un desenlace de lo más loco y enigmático en el que
Martin conocerá, de primera mano, la identidad del Dr. Starr.
Las historias que cuentan los pacientes,están representadas en forma de flashbacks y ninguna de ellas guarda relación entre
sí. Lo único que tienen en común todas esas personas es que están encerrados en
la misma institución mental y todos han sido diagnosticados como "incurables".
No considero que sea una cinta que haya envejecido mal,
aunque sí que tiene algunos recursos que, a día de hoy, pueden resultar un
tanto ingenuos. Sin embargo, creo que Asylum es una gran antología no
sólo, porque la mayor parte de las historias sean buenas y cuenten con un reparto
excepcional, sino porque el relato de todas estas vivencias tiene sentido y esta perfectamente justificado: un doctor que tiene que entrevistar a todas estas personas y conocer la historia que los llevo a estar internados en la institución, para tratar de averiguar quién de ellos es el Dr. Starr. (no olvidemos que en inglés, la palabra Doctor o su abreviatura Dr. es invariable en cuanto a género)
Si sois de los que os gustan los productos del estilo de Tales from the Cript (1989-1996),ésta es vuestra cinta. La verdad es que suelen gustarme mucho más las películas episódicas de los
años 70 y 80 que las que se hacen actualmente. Quizás sea porque se apoyan mucho más
en el carácter psicológico del terror y crean unas historias muy imaginativas y disparatadas. Una locura que parece haberse perdido en los últimos años, en beneficio de historias más sangrientas y turbulentas. Sigo recordando con
mucho cariño Tales from the Crypt (1972), otra gran antología de la
productora Amicus y la archiconocida Creepshow (1982), ambas igualmente
recomendables. Es muy posible que no tarde en traeros más antologías de este
periodo porque cuando algo me gusta, puedo volverme igual de obsesiva que los
protagonistas de esta película jejeje.