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lunes, 15 de febrero de 2021

WIHM: FATAL FRAME (2014)


Qué contenta estoy con la selección de películas para el WIHM que llevo hasta ahora porque además de brindarme la oportunidad de descubrir nuevas directoras de cine de terror de las que no tenía ni idea, estoy disfrutando bastante con sus propuestas. Este año, quería ampliar un poco más el abanico e introducir una mayor variedad de nacionalidades porque es evidente que no solo hay directoras de terror en Estados Unidos. Así que dada mi reciente pasión por el cine de género asiático, quería incluir al menos una película de aquellas latitudes.

Fatal Frame es la adaptación de la novela de Eiji Otsuka, Fatal Frame: A curse affecting only girls (2014) que su vez se basa en una de las franquicias más importantes del mundo de los videojuegos de terror. Mari Asato, una de las directoras de mayor éxito en los últimos años del panorama del terror nipón, no sólo se encarga de dirigir esta película, si no que también corre a su cargo la adaptación del guion. Mari Asato comenzó su carrera en el mundo del cine como fotógrafa y aprendiz de Kiyoshi Kurosawa, muy conocido en el cine de género por títulos tan influyentes como Cure (1997), Kairo (2001) o Creepy (2016), de la que os hablé en mi especial sobre cine de terror asiático poco conocido. Pocos años después, empezó a dirigir sus propias películas, principalmente aportaciones a franquicias de cine de terror ya consolidadas y exitosas. Fue una de las seleccionadas para impulsar la franquicia de Ju-on en su décimo aniversario con dos películas: Black Ghost (2009) y White Ghost (2009). Entre sus películas más conocidas cabe destacar tres secuelas de la conocida cinta de ciencia ficción/terror The Chasing World (2008)Ring of Curse (2011)película de maldiciones protagonizada por idols y Bilocation (2013), terror con doppelgängers, gracias a cuyo éxito consiguió que la ofrecieran ponerse al frente de la película que hoy nos ocupa.

Como yo no soy muy de videojuegos, me he enterado que la cinta sólo se basa ligeramente en el juego de supervivencia en el que había que matar fantasmas con una cámara oscura. Pues bien, la película nos sitúa en un instituto católico de niñas en el que una de ellas, Aya, la chica más popular, tras tener visiones de su propia muerte, se encierra en su cuarto. A partir de ese día, se aparece el fantasma de una joven que pide ayuda a las estudiantes para que la liberen de la maldición y una a una van desapareciendo. Todas creen que la culpable de todo es Aya, a la que llevan mucho tiempo sin ver menos Michi y juntas tratarán de liberar al colegio de esta horrible maldición que sólo afecta a las chicas cuando a la media noche besan la foto de la persona a la que aman.

De una forma muy inocente y muy bien integrada en la historia, Fatal Frame nos habla de la sexualidad femenina, del tabú de la homosexualidad en Japón y de la fatalidad que acarrea que personas tan jóvenes con las hormonas en total efervescencia, no vayan a poder vivir nunca su amor de manera natural. Las chicas que sucumben ante la maldición son aquellas que en una especie de estado de sonambulismo, besan una foto de Aya de la que todas están enamoradas.

Fatal Frame es una película japonesa de fantasmas de corte clásico: mujeres protagonistas, maldición e investigación para resolver el conflicto. La tensión y el misterio se va cociendo a fuego lento, aquí no tenemos grandes sustos y el fantasma se mueve sigilosamente y se acerca lentamente a la pantalla o a sus víctimas.


Algo que me sorprendió de la estructura de la película es que al principio no hay una protagonista clara, la historia va saltando de una chica a otra y hasta pasado el primer tercio, no tenemos unas protagonistas definidas. Esto provocó que durante los primeros minutos estuviera un poco perdida, pero rápidamente me encontré y empecé a disfrutar bastante de la propuesta. 

Aunque la atmósfera de la película es ya totalmente inquietante de por sí con los fantasmas y las desapariciones de las chicas, lo cierto es que la propia escuela con sus extrañas costumbres, ya pone los pelos de punta. La trágica Ofelia de Hamlet es algo parecido al emblema de la institución y la directora no sólo tiene en su despacho el famoso cuadro de John Everett Millais que representa su ahogamiento en el río, si no que en la ceremonia de graduación, las niñas cantan el soliloquio del suicidio de Ofelia. Todo bastante espeluznante teniendo en cuenta que la escuela arrastra un gran historial de ahogamientos.

La belleza de unas imágenes, que nos trasladan a un especie de estado de duermevela placentero porque la película no produce terror en ningún momento, más bien inquieta y despierta curiosidad por el origen del fantasma. Después de varios giros de guión, algunos más tramposos que otros, la realidad será desvelada y como siempre me quedé con la satisfacción de ese arte que destilan las historias asiáticas de fantasmas que son utilizados como respuesta sobrenatural a crímenes o traiciones terrenales.

Por sacar algún punto débil a la película diría que hay algún personaje secundario que no tienen mucho que ver con la trama principal y aparecen para no volver a hacerlo nunca más. Uno de ellos es el chaman que canaliza la voz de una de las chicas malditas y que no terminé de entender cuál era su función o si simplemente, su inclusión se debía a algún fan service con el videojuego. Digo esto por el tema de la cámara oscura, un elemento clave en el videojuego, cuya aparición aquí es anecdótica.

Reconozco que a pesar de que Fatal Frame no me parece una película perfecta, me ha fascinado. Todo en ella, su trágica historia con varias capas, la bellísima manera de estar rodada, la música que contribuye en gran medida a esa atmósfera onírica, han hecho de esta película todo un descubrimiento. La verdad es que me ha dejado con ganas de seguir conociendo la filmografia de Mari Asato y no tardaré mucho en ver Bilocation (2013), a la que ya tenía en el radar. Así que más pronto que tarde espero traeros su reseña porque tengo en mente hacer otro especial de Terror desconocido asiático y si pasa el corte, allí estará. Según noticias recientes, Chistophe Gans, director francés conocido por la adaptación de Silent Hill (2006), habría afirmado estar preparando una nueva película sobre Fatal Frame.  


lunes, 22 de julio de 2019

VACACIONES MORTÍFERAS: EUROPA


Para la tercera y última semana de este especial veraniego en el que os estoy descubriendo lo seguro que es viajar por el mundo, no nos iremos muy lejos y vamos a disfrutar de la multiculturalidad que nos ofrece nuestra querida Europa. Casi cada país que forma parte de la Unión disfruta de un idioma, unas tradiciones, unas creencias y, por lo tanto, de unos terrores y demonios diferentes. No olvidemos que ésta es la tierra de Vlad el Empalador, el Frankenstein de Mary Shelley, el Krampus, el Kraken y la infinidad de duendes y hadas que habitan los bosques del norte del continente. 

Aunque en Europa carecemos de un mercado tan potente como el americano en lo que a  cine de género se refiere, lo cierto es que desde The Cabinet of Dr Caligari (1920), Haxan (1922) o las películas de Paul Naschy, el cine de género siempre ha estado presente en la industria cinematográfica de casi todos los países de este vasto territorio. El Euroterror huye de remakes, secuelas y productos mil veces vistos, algo tremendamente habitual en el cine hollywoodiense. El cine de género europeo aporta nuevas ideas que son rápidamente copiadas por los norteamericanos para hacer su versión adaptada al pueblo yanqui, es decir, con un pátina de blanqueamiento frente al horror y la crudeza que hace que pierda toda la esencia de la película original. Si por algo se caracteriza este cine de terror europeo es por la controversia, la violencia extrema y la falta de tabúes a la hora de presentarnos historias que erizarían la piel de cualquiera.

Dicho esto, se que no estaréis deseando preparar vuestras maletas para emprender un viaje de Interrail que promete ser apasionadamente terrorífico, pero esto arranca ya. Por cierto, no estaría de más que avisarais a vuestros amigos que se encuentran de Erasmus para que tomen notas de las precauciones que os sugiero en las PELÍCULA de VACACIONES MORTÍFERAS en EUROPA.


DETOUR (2009) - Suecia



Iniciamos este viaje europeo deteniéndonos en la bella Suecia, para nada más y nada menos que adentramos en un bosque un tanto peculiar, pero voy a poneros en antecedentes.

Martin y Lina son una pareja que se ofrece a ayudar a un amigo suyo que se casa ese fin de semana, para ir a comprar el alcohol a Suecia, dónde es mucho mas barato (Es una práctica muy habitual entre los Noruegos ya que las restricciones e impuestos que tiene el alcohol en este país son brutales). De vuelta a Noruega, por la carretea secundaria que han elegido para evitar los controles que les impedirían meter todo ese alcohol en el país, se encuentran con que ésta está bloqueada por un accidente. El policía del control les indica el desvió que deben de tomar para volver a casa, pero los contratiempos se suceden uno tras otro y el cariz siniestro de estos, va en aumento. Nuestros protagonistas se darán cuenta más bien tarde que todos los incidentes no son fruto de la mala suerte y que todos sus movimientos están siendo filmados. 

Tras el éxito de la saga Cold Prey o Dead Snow, el cine de género noruego vivió un boom a finales de los años 2000 en el que proliferaron las cintas de terror de bajo presupuesto con calidad variable. En este entorno surgió la película de Severin Eskeland, un guionista y director curtido en los cortometrajes de género, lo que demuestra la gran calidad técnica y cinematográfica de Detour. Es una pena que no se pueda decir los mismo del guión porque termina siendo predecible, carente de fuerza y no muestra nada nuevo bajo el sol.

Este thriller noruego de terror empieza como un sucedáneo de Dead End (2003) con una atmósfera muy lograda en un bosque tenebroso en el que aparecen personas extrañas de la nada y se acaba convirtiendo el algo parecido a si metemos a Hostel (2005) The Texas Chainsaw massacre (1974) en una batidora. Sí, queridos horror lovers, en los bosques suecos también existen los paletos sanguinarios, pero aquí se han adaptado a la nueva era y tienen un gusto especial por las nuevas tecnologías y lo que éstas pueden ofrecerles a sus negocios mortíferos.

Detour es una película correcta de 77 minutos, ahí su parte buena, que podría haberse arriesgado mucho más con escenas en las que la violencia no ocurriera fuera de pantalla y dónde nos hubieran contado algo más acerca de las motivaciones y negocio de los asesinos. Además, no es nada creíble que los protagonistas tarden tanto tiempo en darse cuenta que todas las cosas raras que están pasando están conectadas y algunas de sus reacciones son un tanto peculiares.

Lo que destacaría de esta cinta Noruega es la ambientación en el bosque de la primera primera parte que era bastante prometedora si la historia nos hubiera llevado por otros derroteros y el conocimiento que adquirimos sobre la cultura de estos países. ¿Os habéis dado cuenta que en el cine Noruego se representa a las fuerzas del orden de una manera un tanto peculiar? La rivalidad "amistosa" entre Suecia y Noruega es un hecho.

CONSEJO VACACIONAL: Un bloqueo en una carretera solitaria en medio de un bosque, realizada por un único agente de policía no es de fiar. Date la vuelta y vuelve por dónde has venido, seguro que cuando llegues a casa sano y salvo, me lo agradecerás. 

VALORACIÓN: Detour es una cinta que podéis esquivar perfectamente a no ser que estéis especialmente interesados en el cine de terror nórdico. No es que sea una mala película, sino una anodina que no aporta nada relevante al género.



THE SHRINE (2010) - Polonia



Del Norte, viajamos hasta un país centroeuropeo, Polonia, en el que unos periodistas americanos van a experimentar cómo los habitantes de un pequeño pueblo nos los reciben precisamente con los brazos abiertos. Aunque en un primer momento, estos lugareños con malas pulgas puedan recordarnos a los de The Wicker Man (1978), And soon the darkness (2010) o la más reciente The Ritual (2018), lo cierto es que los derroteros de esta modesta película no van a ir por el mismo lugar.

Carmen es una joven periodista muy ambiciosa que cree haber descubierto una gran historia: varios mochileros han desaparecido sin dejar rastro en Polonia y quiere viajar allí para averiguar qué le ha pasado a uno de ellos. Aunque su editor se niega, ella vuela hasta el último paradero conocido del mochilero americano, el pequeño pueblo ficticio de Alvania, junto a su novio fotógrafo profesional y su compañera becaria. Allí los lugareños les reciben de manera tan hostil que les echan del pueblo, pero a la salida ven una densa niebla en una parte del bosque y deciden investigarla. Carmen y la becaria, se adentran en la niebla dónde descubren una extraña estatua y cuando logran salir del lugar, los pueblerinos les retienen con consecuencias terribles. 

Segundo largometraje del director canadiense Jon Knautz, tras la interesante Jack Brooks: Monster Slayer (2007) que no me explico como todavía se encuentra entre mis pendientes con las buenas críticas que he leído sobre ella. En esta ocasión, Knautz, nos trae una película de Folk Horror o de Terror Rural tan de moda últimamente gracias al inminente estreno de la esperadísima nueva película de Ari Aster, Midsommar (2019). Pero lo que en un principio parece una cinta un tanto mediocre sobre lugareños mal encarados, sufre un giro de guión en su tramo final totalmente inesperado, que logra salvar los muebles y que The Shrine pase de ser una cinta anodina, a una película decente.   

El problema que le encontraba a The Shrine es que por su forma de estar grabada más bien parecía una TV movie y su personaje principal, Carmen era un tanto odioso. Desde el primer momento, nos la presentan como una periodista muy ambiciosa, manipuladora y mentirosa que pone como escusa una investigación para averiguar el paradero del mochilero, cuando lo que verdaderamente busca es alcanzar la fama, destapando una gran historia. Si a esto le sumamos que el CGI usado en varias de las escenas, como en la recreación de la misteriosa niebla, era bastante penoso, el visionado empezaba a hacer aguas por todos lados.

Sin embargo, todo da un giro de 180 grados en los últimos minutos y nada, ni nadie es lo que parece. El gore se concentra en este tramo y la sangre brota por doquier para finalmente dejarnos con la sensación de que la película ha merecido la pena y que, contra todo pronóstico, consigue sorprender. Es todo un acierto que los diálogos de los lugareños, polacos ellos, no aparezcan subtitulados porque se consigue transmitir a la perfección la sensación de forasteros que tienen los protagonistas y que nunca sean conscientes de lo que verdaderamente está pasando. Una falta de entendimiento que llevará a unos y a otros a un trágico final. 

CONSEJO VACACIONAL: Si sois conocedores de que en un territorio está desapareciendo gente en extrañas circunstancias, no os creáis más listos que la Interpol y vayáis a investigar por vuestra cuenta porque por muy periodistas que seáis, ya que lo mejor que os puede pasar es que corráis la misma suerte que los desaparecidos. 

VALORACIÓN: The Shrine es una película que si conseguís superar su primera mitad, os deleitará con un giro en la trama con el que no contabais y como decía un gran sabio de GH: "ni los buenos son tan buenos, ni los malos, tan malos".



MIDSOMMER (2003) - Dinamarca



Volvemos el norte de Europa para celebrar el Midsommar o solsticio de verano, una de las fiestas más importantes de Suecia, que teniendo en cuenta lo poco que ven el sol por estos lares, no me extraña que lo celebren por todo lo alto.

El último día de clase, Christian y su hermana pequeña acuden a una fiesta con sus amigos, pero la alegría y diversión pronto se tornan en tragedia cuando la joven Sofie, de tan sólo 18 años, se suicida. Dos meses después, Christian y sus amigos viajan como cada año hasta una cabaña en el bosque sueco para celebrar el solsticio de verano. Pronto empiezan a sucederse los hechos extraños y el joven estudiante empieza a creer que el espíritu de su hermana quiere comunicarse con él. 

Ópera prima del director danés Carsten Myllerum que a parte de otra cinta infantil sobre viajes en el tiempo, ha dedicado toda su carrera al mundo de la televisión. Este Midsommer de 2003, nada tiene que ver con la película de Ari Aster que toma como base el Folk Horror, si no más bien con una versión escandinava de I know what you did last summer (1997). Lamentablemente, en esta película se le ha dado mucha más importancia al drama que a la sangre y esto no es un slasher, si no un thriller de terror psicológico muy ligerito. 

El comienzo de la película es bastante potente con el suicidio de la joven, pero la presentación de los personajes y sus conflictos se alargan tanto que llega un momento en el que sabes que aquí asesinatos va a haber pocos y el único misterio será averiguar por qué se suicidó Sofie y si realmente hay fantasmas en la casa. La cinta cae en varios clichés mil veces vistos en el cine de terror, como la foto grupal al comienzo de la cinta o jumps scares de manual. Además, una vez que descubrimos el pastel, no existe ninguna explicación lógica para las cosas que han pasado durante toda la película que realmente estaban ahí puestas para despistar.

Salvo la dependienta de un supermercado que conocen en el viaje, todos los personajes son antipáticos. El protagonista tiene en todo momento una cara de no saber a qué ha venido y muchas de sus decisiones no son compatibles con estar atravesando el duelo por el suicidio de su hermana, de la cuál desconocía totalmente que tuviera ningún problema. Hay un momento en la cinta que se va a correr por el bosque para despejar la mente y es absolutamente lamentable ver como se mueve como un pato mareado y no como una persona acostumbrada al running.  

Curiosamente, Midsommer (2003) recibió una gran aceptación en los países escandinavos y la industria americana creyó haber encontrado un nuevo filón que explotar. En 2008 se estrenaba el remake americano titulado Solstice protagonizado por Aaron Ashmore, hermano gemelo del fotógrafo que aparecía en la anteriormente mencionada The Shrine (2010) y es que como son dos gotas de agua, da la sensación que están en cientos de producciones.


CONSEJO VACACIONAL: Si recientemente ha fallecido un familiar o un amigo cercano, no creo que sea el momento más adecuado para hacer una escapada de fiesta y alcohol con los amigos, porque es casi imposible que os lo paséis bien.

VALORACIÓN: Midsommer es una cinta engañosa que se vende como una película de terror que no es. Sinceramente os aconsejo que no perdáis el tiempo con ella porque dramas y películas de género las hay mucho mejores en el cine escandinavo. 



RAMMBOCK: BERLIN UNDEAD (2010) - Alemania



Muy agradecida a Rammbock (2010) por ese soplo de aire fresco a las temáticas que se estaban sucediendo en esta especial de verano, en el que ya empezaba a estar un poco saturada de psicópatas y paletos sanguinarios. El género zombi también se asoma a los viajes mortíferos y es que en el momento más inesperado puedes encontrarte en medio del estallido de una epidemia de infectados como le pasa a nuestro atípico protagonista.

Michael viaja hasta Berlín para devolverle las llaves a su ex novia, en un último intento por reconquistarla. Cuando llega al bloque de apartamentos de la joven, en la ciudad ha estallado una epidemia zombi que transforma a los infectados en maníacos sedientos de sangre y carne humana. Michael y el joven Harper al que acaba de conocer y que se encontraba en el bloque haciendo unas chapucillas, tendrán que luchar para sobrevivir y escapar del edifico que se ha convertido en una especie jaula asediada por los infectados.

Nos enfrentamos a otra ópera prima, en esta caso la del director alemán Marvin Kreun resuelta con mucho más acierto que las anteriores. Tras varios cortometrajes de carácter más bien dramático, Kreun se decantó por una cinta a la que por poco no podríamos denominar largometraje, debido a su poco más de una hora de metraje. Sin embargo, es de agradecer que en estos 64 minutos la historia vaya al grano y hasta haya elementos que hubiesen requerido una mayor explicación.

Rammbock sigue la tendencia de muchas películas del género zombi de los últimos años, que se basan en una trama de carácter dramático que casi como mera anécdota, se ambienta el plena apocalipsis zombi como por ejemplo: Retornados (2013), The Cured (2017), Cargo (2017) o la reciente serie de Netflix, Black Summer (2019). No suelo ser muy fan de esta vertiente del cine zombi que a la vez veo como muy refrescante y una forma de renovar el subgénero, pero que a mi no me funciona porque lo que busco en estas películas es acción desenfrenada y hordas de no muertos al ataque. Sin embargo, contra todo pronóstico, Rammbock me ha resultado bastante interesante, puede que por su corta duración y, a pesar de que me recordaba mucho a REC (2007), escena de la anciana infectada incluida.

Aunque el tono de la película es serio, ya que estamos frente a un drama romántico en el que nuestro protagonista le da casi la misma importancia al apocalipsis que a encontrar y agradar a su ex novia, lo cierto es que hay algunos elementos de humor que encajan a la perfección con el carácter peculiar de Michael. No entendemos por qué una de las noches duerme con un disfraz de oso de peluche o por qué le molesta tanto que Harper construya armas con los tenedores de la casa. Pero sin duda el momento más gracioso es cuando el protagonista se saca una foto con el ariete que han fabricado y que da nombre a la película: rammbock.

Resulta muy interesante la ambientación de la crisis zombi en un bloque de apartamentos que cuenta con un patio común por el que todos los vecinos pueden verse a través de las ventanas. Nos encontraremos con personajes de todo tipo: los valientes, los que se niegan a la evidencia, los que utilizan a los demás en su propio beneficio, ... También las persecuciones de los zombis en los pisos son totalmente claustrofóbicas y angustiosas, manteniendo la tensión del espectador que no atisba ninguna escapatoria posible.


CONSEJO VACACIONAL: Si tu pareja te ha dejado y vive en otra ciudad, mándale las llaves por correo porque te ahorraras más de un disgusto y quizá enfrentarte a hordas de zombis asesinos.

VALORACIÓN: Rammbock es un drama zombi muy cortito que merece mucho la pena. Destacaría la psicología tan singular del protagonista obsesionado con su ex novia para el que no encontrarla en más drama que la crisis zombi y la asombrosa fotografía de una apocalíptica Berlin.


ROSEVILLE (2013) - Bulgaria



Pues si la ventaja de la película anterior era su corta duración, Roseville termina convirtiéndose es un tostón inconmensurable debido a sus más de dos horas de metraje. Hay una cosa que no puedo entender y no se cómo los productores o directores de las películas no se dan cuenta que 90 minutos de duración son más que suficientes para contar una historia.

El comienzo de la película era bastante prometedor con la entrevista al encargado de la investigación de los asesinatos sin resolver, cometidos en 1985 en Roseville, un hotel rural en pleno bosque de los Balcanes. Tras esta primera toma de contacto con el caso, un anuncio nos advierte que lo que vamos a ver a continuación es una recreación artística basada en la evidencias materiales que se encontraron en la hacienda: una joven pareja decide pasar su luna de miel en este variopinto paraje regentado por una pareja de amigos y lo que prometía ser un viaje idílico, se acaba convirtiendo en una pesadilla demoníaca para todos los huéspedes.

No os lo vais a creer, pero estamos ante otro debut de un cineasta europeo, en esta caso el búlgaro Martin Makariev que cuenta con varios trabajos en publicidad y televisión y con otro largometraje, pero alejado del género que nos ocupa.  

Roseville tiene la ambientación de una película de terror clásica en un gran caserón asolado por fuerzas oscuras, personajes poseídos, extraños amuletos, arboles centenarios y dónde nadie es lo que parece o quizá sí. La cinta está muy bien rodada, las actuaciones son muy buenas y la historia apuntaba a ser muy interesante, pero el único problema que tiene es que a la película le sobra, al menos, media hora. Esto provoca que el tedio se apodere del visionado y que se pierda todo el interés en una trama un tanto confusa, que nos marea con idas y venidas de personajes revenidos, persecuciones, revelaciones sorprendentes y hasta un lobo telépata. 


CONSEJO VACACIONAL: No elijáis como destino para una luna de miel un paraje alejado de la civilización porque cuál es el fin de esto ¿qué nadie os moleste? Pues pensad que si alguien os molesta, ya sea el psicokiller o el espíritu de turno, no tendréis a nadie a quién pedir ayuda.

VALORACIÓN: La verdad es que lamento mucho haber visto esta cinta en último lugar porque estoy segura que me hubiese gustado mucho más si no hubiese estado tan cansada. Así que a pesar de que mi valoración no es muy buena, os recomendaría que le dierais una oportunidad a Roseville, un día que estuvierais muy descansados y con hambre de cine para sentaros dos horas frente al televisor sin ser víctima del tedio que me arrastró a mi. 



MEJORES PELÍCULAS DE TERROR VIAJERO EN EUROPA:

  • Cub (2014)
  • Cold Prey (2006)
  • Hostel (2005)
  • A Lonely Place to die (2011)
  • The Descent (2005)
  • Eden Lake (2008)
  • Spring (2014)


  • Y, hasta aquí este especial veraniego que este año ha contado con una semana menos porque en pocos días me voy de viaje a la tierra que voy nacer al inclasificable Yorgos Lanthimos. Espero que disfrutéis de unas vacaciones increíbles y que dejéis todo lo terrorífico para salas de cine y sillones caseros. Además, este verano es bastante estimulante para los Horror Lovers con grandes estrenos como la ya mencionada Midsommar, lo nuevo de mi adorado Alexandre Aja, Crawl con cocodrilos mortíferos y la muy esperado por mi, 47 Meter Down: Uncage. Recemos al espíritu de nuestro venerado George A. Romero, para ninguna de ellas nos decepcione y disfrutemos de un verano mortífero por todo lo alto.


    ¡¡¡¡¡¡¡¡FELICES VACACIONES HORROR LOVERS!!!!!!!




    miércoles, 28 de febrero de 2018

    MIRROR, MIRROR (1990)


    Parece mentira, porque el mes de Febrero se me ha pasado volando, pero aquí tenéis la última crítica de este tributo a las directoras de cine de terror que he hecho dentro del marco de Women in Horror Month. Como ya os adelanté, esto no quiere decir que aquí se vaya a acabar este tema porque durante el resto del año os iré introduciendo más películas de estas valientes directoras que supieron abrirse paso en un género mayoritariamente dominado por hombres.

    Nos metemos de lleno en una de esas películas con objeto maldito de por medio, concretamente un espejo (no hace falta ser un lince con ese título), que es sin duda uno de los objetos más utilizados en el cine de género. A mi se me ocurren ahora mismo: Poltergeist III (1988), Mirrors (2008) y Oculus (2013), pero hoy es el turno de este espejo noventero que tiene un diseño tan bonito que parece sacado directamente de una película de fantasia tipo The Neverending Story (1984) o Labyrinth (1986).

    Mirror, Mirror nos introduce en la vida de Megan, una adolescente algo tímida con una estética a lo Boy George mezclado con Winona Ryder que, tras la reciente muerte de su padre, se traslada con su madre a una lujosa mansión en un tranquilo pueblo, siguiendo el consejo del psiquiatra de ésta. Megan tiene problemas para adaptarse a su nuevo instituto y recibe constantemente burlas de casi todos su compañeros, excepto Nikki, que la acoge bajo su manto. Sin embargo, la suerte de Megan cambia cuando descubre que en su nueva casa hay un espejo maldito que le proporciona los poderes necesarios para acabar con todos sus sus detractores.

    Al igual que pasaba en Slumber Party Massacre (1982) , la presencia femenina está muy presente en todos los ámbitos de la película. El guion de Mirror, Mirror fue escrito por cuatro mujeres, entre ellas, Marina Sargenti que sería, a su vez, la directora. Tras esta película, Sargenti no se prodigó mucho en la meca del cine, tan sólo dirigió un par de telefilms y varios capítulos de series como Models (1994-1995) o Xena: Warror Princess (1997). Sin embargo, los productores supieron exprimir la premisa del espejo maldito hasta en dos películas más: Mirror, Mirror 2: Raven Dance (1994) y Mirror Mirror 3: The Voyeur (1995), creando así una trilogía de películas dirigidas al mercado del videoclub, totalmente desconocidas para mí. 

    Mirror, Mirror no deja de ser una de tantas imitaciones que surgieron a raiz del éxito de Carrie (1976): Chica tímida con poderes paranormales que llegado el momento explota y desata toda su furia y poder contra sus enemigos. En este aspecto son totalmente similares, hasta en la existencia de una madre bastante malrrollera, esta vez encarnada por la siempre inquietante Karen Black. Sin embargo, en esta película, Megan no tiene miedo de usar sus poderes y disfruta vengándose de todos aquellos que se burlaron de ella, hasta el punto de ofrecerle este don a su única amiga para juntas, coseguir sus sueños. 

    En cuanto al reparto, habría que destacar que todos los personajes importantes de la película son mujeres y los pocos hombres que aparecen son mero relleno o carne de cañón para el espejo maldito. Sorprende la presencía de la mítica Yvonne de Carlo en un pequeño papel bastante prescindible, la verdad, pero lo que más me gustó fue la subtrama de Karen Black con el enterrador de mascotas, que sin contar el espejo, es lo de más turbio que nos vamos a encontrar. El peso de la película recae en la actuación de la protagonista, Rainbow Harvest, un actriz que participó en un puñado de películas de los 80 y 90 y luego desaperecío de la faz de la tierra. La verdad es que su presencia es muy enigmática por su notable parecido con Wynona Ryder.

    No tenemos que olvidar que esta cinta es de bajo presupuesto y creada directamente para el mercado de video ya que esto se aprecia perfectamente en el escaso número de muertes que hay en la película, así como la falta de espectacularidad en la mayor parte de los asesinatos. Sin embargo, sí que habría alguna muerte salvable como por ejemplo la del abrasamiento por agua hirviendo en las duchas y la escena final con el espejo que debe ser una proeza visual para la época, por la importancia que le dan, jajaja. 

    A pesar de su excesiva duración, 104 minutos, Mirror, Mirror no se me hizo pesada en ningún momento, porque me dejé atrapar por esa atmósfera tenebrosa y malrrollera, tan típica de las películas de terror de los 80 y 90, que conseguían cautivarte a la primera de cambio. También es muy interesante el giro argumental que introducen al final y que contribuye al buen sabor de boca que te deja esta película. Así que si no sois demasiado alérgicos a las estéticas noventeras con su extravagantes peinados e indumentarias, deberías darle una oportunidad a esta joyita de los espejos malditos porque merece bastante la pena. Yo ya os digo que voy a intentar conseguir el resto de películas de la saga porque tengo curiosidad por ver cómo continua la historia. 


    lunes, 11 de diciembre de 2017

    WISH UPON (2017)


    Os confieso que me daba mucha pereza ver esta película y que su visionado sólo ha sido motivado por mi necesidad de ver el mayor número posible de películas de 2017, para, a final de año, poder elaborar una lista lo más justa posible. No sabéis bien el sacrifico que supone ser horror lover y tener que lidiar con cintas que sólo han sido concebidas para recaudar dinero de un público adolescente y que no aportan nada nuevo a un género que ofrece infinidad de posibilidades de innovar.

    Claire es una joven que no ha superado la muerte de su madre y que sufre las burlas de las chicas populares del instituto. Un buen día, su padre que suele rebuscar en la basura, le regala una misteriosa caja que se ha encontrado en alguna de sus incursiones. La caja, que posee poderes mágicos, le concederá a su dueña 7 deseos, pero tendrá que pagar un alto precio por ellos.

    Es curioso que tras el fiasco que supuso la primera película del multiverso creado por James Wang, Anabelle (2014), la carrera de su director, John R. Leonetti, se haya disparado. Ésta no es la única película que ha estrenado en 2017, si no que también tiene en su haber Wolves at the door (2017), un Home Invasion que se inspira en los asesinatos de Sharon Tate y sus amigos, a manos de Charles Manson y la Familia. Tampoco ha recibido muy buenas críticas, así que, a pesar de que este tema me podría interesar, lo cierto es que también me da mucha pereza enfrentarme a ella, pero el deber es el deber, jajaja.

    El que una película esté dirigida a un público adolescente, no tiene que significar forzosamente que sea mala o un mezcla de muchas cosas que no funcionen. En el cine de terror de los 90, de la que claramente bebe Wish Upon, tenemos títulos como The Craft (1996), The Faculty (1998) o Urband Legend (1998) mucho mas interesantes y que pueden llegar a un público adulto. Por no hablar de Final Destination (2000), de la que esta película ha sacado su patrón de asesinatos. Si en la película del 2000, las potenciales víctimas de un accidente que escapaban milagrosamente, iban muriendo de manera fortuita, perseguidas por la muerte, en Wish Upon es el pago por los deseos de la protagonista, lo que pone a sus seres queridos en el punto de mira, para morir fruto de la fatalidad o de una serie de accidentes producto de la mala suerte. El problema no es que esta cinta copie el sistema de muertes azarosas, sino que éstas no son lo suficientemente espectaculares como para evitar que pensemos que estamos ante una versión blanca y ñoña de Final Destination (La película de James Wong obtuvo una clasificación R, mientras que la de Leonetti es PG-13).


    En cuanto al elenco de actores tenemos como protagonista a Joey King,a la que ya pudimos ver en The Conjuring (2013), que termina convirtiéndose en un personaje tan odioso, como las acosadoras que la molestan en el instituto. No voy a entrar en el debate de si los deseos que le pide a la caja son egoístas y de niñata, porque lo son, pero estamos ante una película enfocada a un público adolescente y pedir la paz o la erradicación del hambre en el mundo, pues igual no hubiese sido tan interesante para una película de terror, ¿no os parece? El problema con su personaje, Claire, es que a medida que va consiguiendo sus deseos: ser amada por el chico de sus sueños, ser la chica mas popular o  ser rica, se vuelve egoísta hasta unos límites extratosféricos y no parece demasiado afectada por la muerte de sus allegados. 

    El resto de actores elegidos para los diferentes personajes, parecen haber sido elegidos para una especie de tributo a varias generaciones del fantástico y del terror. Por un lado tenemos a la vecina amorosa, preocupada por la situación de Claire, a la que da vida Sherilyn Fenn, inolvidable por su papel de Audrey Horne en Twin Peaks (1990-1991). En el papel del padre recolector de basura, tenemos a Ryan Phillippe, al que los fans del terror recordamos por el slasher noventero, I know what you did last summer (1997) y para goze de las nuevas generaciones, una de las amigas de Claire, no es otra que Shannon Purser, la icónica Barb de Stranger Things (2016-2017). También me gustaría destacar la aparición de Jerry O'Connell y su mujer Rebecca Romijn como lo antiguos dueños de la caja, en un flasback que nos muestra su trágico final. A mi parecer hubiese sido una historia mucho más interesante que la que tenemos entre manos, pero conociendo a la productoras de Hollywood, si Wish Upon tiene un éxito aceptable, no será raro que nos sorprendan con esta precuela.

    En definitiva, Wish Upon es una película que sólo veo apta para adolescentes y pre-adolescentes a los que le guste pegar grititos en el cine, para desesperación de los adultos que, en este caso, se habran equivocado de sala. Así que si no tenéis hijos o sobrinos en este tramo de edad, con los que justificar el visionado de esta cinta, podéis prescindir de ella con toda la tranquilidad del mundo.