miércoles, 24 de febrero de 2021

WIHM: ALWAYS SHINE (2016)


Tengo que reconocer que tenía mucha curiosidad por ver Always Shine, descubrir a su directora Sophia Takal, que el año pasado recibió unas críticas feroces por su trabajo en según se dijo, una versión de feminismo barato en el remake de Black Christmas (2019). Lo cierto es que todas estas malas opiniones, me alejaron de ver la película, cuando además no soy muy entusiasta de los remakes que a mi parecer son innecesarios. No obstante, si en algo ha contribuido mi visionado de Always Shine es en mi interés por el resto de la filmografia de Takal, sobretodo ha despertado mi curiosidad su opera prima Green (2011), de la que he leído que puede considerarse como una precuela no confesa de esta película. 

No olvidemos que el remake de Black Christmas corría a cargo de la Blumhouse y que está fue la primera película de la compañía dirigida por una mujer, tras la fuertes críticas que recibió su presidente, Jason Blum, al afirmar que en sus más de 100 producciones no había habido ninguna mujer al frente porque había pocas directoras interesadas en hacer cine de terror. Se ve que este buen hombre tan experto en el cine de género para según que cosas, no había oído hablar de: Jennifer Kent, Karyn Kusama, Anna Biller, Julia Ducornau, Lucile Hadzihalilovic, Ana Lily Amirpour o Claire Denis, por nombrar sólo a las más conocidas. De ahí que sean tan importantes iniciativas como la del WIHM que no deberían limitarse a un solo mes en el calendario porque el cine de terror dirigido por mujeres merece que se reconozca su valor porque está lejos de tener la visibilidad y la representación que le corresponde.

Después de esta disertación filosófica, volvemos a Always Shine y su directora porque hay muchas cosas que decir. Sophia Takal estaría dentro de esa ola de cineastas independientes englobados bajo la etiqueta de post-mumblecore. Un movimiento caracterizado por presupuestos muy ajustados, gran naturalismo tanto en interpretaciones y diálogos, como temáticas cercanas a los dramas psicológicos y comedias negras que se produjeron a partir del 2010. De ahí lo de post porque el mumblecore propiamente dicho, iría del 2002 al 2010. Takal compaginaba sus trabajos como actriz con sus proyectos tras las cámaras, hasta que fue fichada por Jason Blum tanto para el remake que os comentaba, como para uno de los capítulos de la serie antológica Into de Dark, New Year, New You (2018). Aunque a priori esto iba a suponer un salto cualitativo en su carrera, parece que las criticas tan hirientes que han recibido sus últimos proyectos pueden truncar este ascenso. Esperemos que esto no sea así porque esta directora tiene todavía muchas cosas que decir que ya se empezaban a atisbar en sus proyectos más personales e independientes.

Always Shine es un thriller psicológico en el que dos antiguas amigas, Anna y Beth, dos actrices en puntos muy diferentes de sus carreras, deciden hacer una escapada de fin de semana para retomar su relación. Las envidias, la falta de sinceridad y los celos aflorarán en este entorno idílico haciendo de la estancia un verdadera infierno en la que la personalidad real de cada una de ellas se manifestará de forma terrible.



Aunque esto puede parecer el típico argumento de película de sobremesa sobre la rivalidad y suplantación de personalidades entre amigas, compañeras de trabajo, a lo Single White Female (1992), lo interesante aquí es ese trasfondo de machismo imperante en la industria del cine que ha experimentado Takal a lo largo de toda su carrera. Las protagonistas son actrices, con un una fisionomía y físico tan similar que Takal juego con ello y hay escenas en las que no podríamos distinguir a una de a otra. Debido a estas similitudes es lógico pensar que aspirarían al mismo tipo de papeles, sin embargo son las dos caras de una misma moneda: la del éxito y la del fracaso. Beth goza de cierta fama que le permite vivir de su trabajo, mientras que Anna recibe pocas ofertas y tiene que trabajar como camarera para poder pagar las facturas. Pero, ¿qué las diferencia? Sus personalidades y su aceptación o rechazo dentro de una sociedad machista. 

En las escenas iniciales, la presentación de ambos personajes nos postulan a Beth como la buena y a Anna como la mala, pero lo cierto es que los dos personajes tienen muchas aristas y aquí no hay nadie libre de pecado. Beth es una profesional educada, sumisa y complaciente que no se queja por nada y que acepta cualquier propuesta, aunque a priori ésta no la satisfaga. No tiene ningún problema en desnudarse en pantalla, una exigencia demasiado frecuente en sus papeles, aunque sea algo que no la hace sentir cómoda pero es lo que se espera de ella y lo contrario podría provocar perder ese proyecto. Esta sumisión y deseo de complacer y agradar a los demás no sólo se limita a  su ámbito laboral, si no también a su ámbito personal, es incapaz de rechazar las adulaciones de otros hombres a pesar de tener pareja o de que su amiga hubiese mostrado cierto interés por esta persona.

Por su lado Anna, a la que en un primer momento etiquetamos como la mala o la persona que rechazamos por su beligerancia, agresividad y carácter intimidatorio es una persona que defiende su valores, no se calla en ningún momento y defiende lo que cree hasta sus últimas consecuencias de una manera bastante extrema, lo que claramente la perjudica a la hora de conseguir proyectos. Solo cuando se transforma en Beth y adopta esa actitud dulce, sumisa y que pasa por los cánones comúnmente aceptados por la sociedad es cuando empieza a conseguir lo que quiere de la gente.

El trabajo de las dos actrices es soberbio, especialmente el de Mackenzie Davis por el que se llevó el premio a la mejor actriz en el Festival de Tribeca. Es capaz de representar en su personaje la fiereza de una mujer que se siente constantemente atacada y menospreciada y en la mayor parte de las ocasiones con razón, lo que pasa es que sus formas bruscas acaban desvirtualizando el sentido de todo. Su carmín rojo pasión actúa más como una señal de advertencia y peligro que de sexualidad. Sin embargo, al mimo tiempo es capaz de mostrar su fragilidad ante las opiniones de los demás, sus traiciones y falsedades. Por su parte Caitlin Fitzgerald, que interpreta a la buena y correcta Beth que menosprecia su trabajo en un intento de no hacer sentir mal a su amiga por sus éxitos, guarda bajo esa perfecta fachada de corrección y falsa modestia, un gran sentimiento de inferioridad. Se sabe peor actriz que su amiga y no la ayuda en nada desde su posición más privilegiada. 

Aunque la trama y el mal rollo se va a cociendo a fuego lento, hasta convertirse en una situación totalmente angustiosa, la escena que recuerdo cómo más perturbadora es en la que Anna le muestra a Beth como interpretar su papel, mientras ésta le hace la replica. La escena es tan visceral y la tensión tan insoportable que sólo por esto Mackenzie Davis ya se merecía todo los premios del mundo.

Aunque Always Shine juega con una superposición de imágenes perturbadoras entre escenas y algunos giritos en la trama que durante un tiempo nos desconciertan, la escena final es totalmente reveladora. Una película sobre las amistades tóxicas, el descenso a la locura, sobre lo que más odias y que al mismo tiempo es en lo que te gustaría convertirte, los problemas de identidad, la realidad de una sociedad machista en la que si las mujeres nos responden a ciertos cánones de comportamiento son rechazadas. Una cinta que cuanto más la pienso, más me gusta.



lunes, 15 de febrero de 2021

WIHM: FATAL FRAME (2014)


Qué contenta estoy con la selección de películas para el WIHM que llevo hasta ahora porque además de brindarme la oportunidad de descubrir nuevas directoras de cine de terror de las que no tenía ni idea, estoy disfrutando bastante con sus propuestas. Este año, quería ampliar un poco más el abanico e introducir una mayor variedad de nacionalidades porque es evidente que no solo hay directoras de terror en Estados Unidos. Así que dada mi reciente pasión por el cine de género asiático, quería incluir al menos una película de aquellas latitudes.

Fatal Frame es la adaptación de la novela de Eiji Otsuka, Fatal Frame: A curse affecting only girls (2014) que su vez se basa en una de las franquicias más importantes del mundo de los videojuegos de terror. Mari Asato, una de las directoras de mayor éxito en los últimos años del panorama del terror nipón, no sólo se encarga de dirigir esta película, si no que también corre a su cargo la adaptación del guion. Mari Asato comenzó su carrera en el mundo del cine como fotógrafa y aprendiz de Kiyoshi Kurosawa, muy conocido en el cine de género por títulos tan influyentes como Cure (1997), Kairo (2001) o Creepy (2016), de la que os hablé en mi especial sobre cine de terror asiático poco conocido. Pocos años después, empezó a dirigir sus propias películas, principalmente aportaciones a franquicias de cine de terror ya consolidadas y exitosas. Fue una de las seleccionadas para impulsar la franquicia de Ju-on en su décimo aniversario con dos películas: Black Ghost (2009) y White Ghost (2009). Entre sus películas más conocidas cabe destacar tres secuelas de la conocida cinta de ciencia ficción/terror The Chasing World (2008)Ring of Curse (2011)película de maldiciones protagonizada por idols y Bilocation (2013), terror con doppelgängers, gracias a cuyo éxito consiguió que la ofrecieran ponerse al frente de la película que hoy nos ocupa.

Como yo no soy muy de videojuegos, me he enterado que la cinta sólo se basa ligeramente en el juego de supervivencia en el que había que matar fantasmas con una cámara oscura. Pues bien, la película nos sitúa en un instituto católico de niñas en el que una de ellas, Aya, la chica más popular, tras tener visiones de su propia muerte, se encierra en su cuarto. A partir de ese día, se aparece el fantasma de una joven que pide ayuda a las estudiantes para que la liberen de la maldición y una a una van desapareciendo. Todas creen que la culpable de todo es Aya, a la que llevan mucho tiempo sin ver menos Michi y juntas tratarán de liberar al colegio de esta horrible maldición que sólo afecta a las chicas cuando a la media noche besan la foto de la persona a la que aman.

De una forma muy inocente y muy bien integrada en la historia, Fatal Frame nos habla de la sexualidad femenina, del tabú de la homosexualidad en Japón y de la fatalidad que acarrea que personas tan jóvenes con las hormonas en total efervescencia, no vayan a poder vivir nunca su amor de manera natural. Las chicas que sucumben ante la maldición son aquellas que en una especie de estado de sonambulismo, besan una foto de Aya de la que todas están enamoradas.

Fatal Frame es una película japonesa de fantasmas de corte clásico: mujeres protagonistas, maldición e investigación para resolver el conflicto. La tensión y el misterio se va cociendo a fuego lento, aquí no tenemos grandes sustos y el fantasma se mueve sigilosamente y se acerca lentamente a la pantalla o a sus víctimas.


Algo que me sorprendió de la estructura de la película es que al principio no hay una protagonista clara, la historia va saltando de una chica a otra y hasta pasado el primer tercio, no tenemos unas protagonistas definidas. Esto provocó que durante los primeros minutos estuviera un poco perdida, pero rápidamente me encontré y empecé a disfrutar bastante de la propuesta. 

Aunque la atmósfera de la película es ya totalmente inquietante de por sí con los fantasmas y las desapariciones de las chicas, lo cierto es que la propia escuela con sus extrañas costumbres, ya pone los pelos de punta. La trágica Ofelia de Hamlet es algo parecido al emblema de la institución y la directora no sólo tiene en su despacho el famoso cuadro de John Everett Millais que representa su ahogamiento en el río, si no que en la ceremonia de graduación, las niñas cantan el soliloquio del suicidio de Ofelia. Todo bastante espeluznante teniendo en cuenta que la escuela arrastra un gran historial de ahogamientos.

La belleza de unas imágenes, que nos trasladan a un especie de estado de duermevela placentero porque la película no produce terror en ningún momento, más bien inquieta y despierta curiosidad por el origen del fantasma. Después de varios giros de guión, algunos más tramposos que otros, la realidad será desvelada y como siempre me quedé con la satisfacción de ese arte que destilan las historias asiáticas de fantasmas que son utilizados como respuesta sobrenatural a crímenes o traiciones terrenales.

Por sacar algún punto débil a la película diría que hay algún personaje secundario que no tienen mucho que ver con la trama principal y aparecen para no volver a hacerlo nunca más. Uno de ellos es el chaman que canaliza la voz de una de las chicas malditas y que no terminé de entender cuál era su función o si simplemente, su inclusión se debía a algún fan service con el videojuego. Digo esto por el tema de la cámara oscura, un elemento clave en el videojuego, cuya aparición aquí es anecdótica.

Reconozco que a pesar de que Fatal Frame no me parece una película perfecta, me ha fascinado. Todo en ella, su trágica historia con varias capas, la bellísima manera de estar rodada, la música que contribuye en gran medida a esa atmósfera onírica, han hecho de esta película todo un descubrimiento. La verdad es que me ha dejado con ganas de seguir conociendo la filmografia de Mari Asato y no tardaré mucho en ver Bilocation (2013), a la que ya tenía en el radar. Así que más pronto que tarde espero traeros su reseña porque tengo en mente hacer otro especial de Terror desconocido asiático y si pasa el corte, allí estará. Según noticias recientes, Chistophe Gans, director francés conocido por la adaptación de Silent Hill (2006), habría afirmado estar preparando una nueva película sobre Fatal Frame.  


jueves, 11 de febrero de 2021

WIHM: MESSIAH OF EVIL (1973)

 


Seguimos en el Woman in Horror Month con una película que llevaba tiempo queriendo ver porque aunque no es de las cintas más conocidas, sí que suele aparecer en casi todas las listas de las mejores películas de terror dirigidas por mujeres. Messiah of Evil es una película enigmática, con una atmósfera totalmente onírica en la que muchas veces no sabremos si estamos viendo la realidad o las pesadillas de alguno de los personajes, deja más interrogantes que respuestas, pero a pesar de ello resulta fascinante. Os confieso que he tenido que verla dos veces para tratar de entenderla y ahora tengo tantas cosas en la cabeza de las que os quiero hablar que a ver si soy capaz de ordenar mis ideas y no convertir esto en una locura, jajaja.

En esta ocasión, la autoría de la película está compartida. Gloria Katz y su marido, Willard Huyck escriben, dirigen y producen esta película, aunque el trabajo de Glorian Katz no aparece acreditado. Messiah of Evil era la única película que habían hecho cuando George Lucas, compañero de universidad de Huyck, les contrató para el guión de American Graffity (1973). A partir de aquí, su carrera despegó, principalmente en el mundo del guión y la producción con películas como Indiana Jones and the temple of the Doom (1984) o Howard the duck (1986). Como veis en el título, la película fue estrenada en 1973 pero 10 años después se reestrenó bajo el nombre de The Dead People porque la MPA (Movie Picture Association of America) les prohibió usar la palabra Mesías porque según ellos, provocaba confusión.

Volviendo a Messiah of Evil fue un película de bajo presupuesto que arrastró varios problemas en la producción y pos producción, lo que acabó convirtiéndola en una película inacabada y con algunos problemas de cohesión: subtramas que se abandonan o personajes flojos. Sin embargo, lejos de desmerecerla, esto "fallos" de cohesión contribuyen a darle al conjunto una patina de surrealismo y extrañeza que la convierten en una película muy interesante. No me extraña en absoluto que haya ascendido a las esferas del culto porque es una obra de lo más enigmática.

Basada ligeramente en el relato de H.P. Lovecraft, The Shadow over Innsmouth (1931), Messiah of Evil comienza con el degollamiento de un hombre a manos de una chica. Tras esto, conocemos a Arletty, una joven que se dirige a Point Dune, en la costa de California porque lleva tiempo sin saber nada de su padre, un artista que se había retirado allí para pintar. Una vez en el pueblo, empiezan a sucederse situaciones extrañas tanto con los lugareños, como con el entorno: un inquietante episodio en la gasolinera, la extraña casa de su padre con pinturas de figuras humanas en blanco y negro que cubren la paredes, el encuentro con un peculiar trío de viajeros, Thom, Laura y Toni, que pasan el tiempo escuchando leyendas de la zona y que acabarán instándose con ella en la casa de su padre. Gracias a la historia que les cuenta un lugareño descubren la leyenda del forastero oscuro. Un personaje que 100 años antes había bajado de la montañas cuando la luna se volvió roja, proclamando una nueva religión con tendencias caníbales que vino acompañada de cosas terribles. El forastero anunció que volvería un siglo después, cuando la luna volviese a teñirse de rojo.

Estos 100 años están a punto de cumplirse y los lugareños parecen estar poseídos por una especie de mal que los obliga a quedarse catatónicos mirando a la luna, esperando expectantes con hogueras en la playa o persiguiendo y "matando" a estos forasteros que han llegado a su pueblo. Es muy curiosa la caracterización de estos infectados porque a parte de sangrar por los ojos, un peculiar gusto por la carne cruda, una expresión hierática e ir bien vestidos, pasarían perfectamente por personas normales. Su representación recuerda mucho a Night of the Living Dead  (1968) de George A. Romero. Otra de las cosas que me llamaron poderosamente la atención es que casi todos los infectados van vestidos de traje, como si acabaran de salir de una boda, en contraposición con Arletty y el trío protagonista que representan una imagen más bohemia, hippy y libertina. Desconozco si esto es un indicativo de una lucha de clases, pero casualmente las figuras pintadas por el padre de Arletty en la casa se corresponden con la estética de estos infectados. 



Aunque todo en Messiah of Evil es fascinante, me gustaría destacar sus 3 escenas más icónicas porque tiene bastante miga. En primer lugar, cuando Laura decide marcharse de la ciudad porque no le gusta el comportamiento de Thom con la recién llegada Arletty y es recogida por una camioneta conducida por el personaje mas enigmático de toda la película. Éste está interpretado por el actor afroamericano albino, Bennie Robison, cuya inexpresividad y mirada desviada, le otorga una aire espeluznante que se incentiva cuando descubrimos su gusto por la ingesta de ratas vivas. Para más inri, lleva a un grupo de personas sentadas en la parte de atrás de la camioneta, totalmente estáticas y con la cabeza inclinada hacia arriba, entiendo que expectantes a que la luna se tiña de rojo. Un hecho que me pareció de lo más inquietante, pero que los personajes que lo presenciaron, no parecían darle mucha importancia.

Pasamos de esta escena casi automáticamente a otra que me interesa y que tiene lugar en el supermercado al que huye Laura, tras escaparse la camioneta. El lugar parece desierto, hasta que la joven gira uno de los pasillos y se encuentra con un gran grupo de autóctonos comiendo carne cruda directamente del contenedor de refrigeración  y cuando detectan su presencia, empiezan a perseguirla. La localización en un entorno comercial nos recuerda al que años después usaría George A. Romero en Dawn of the Dead (1978) y que aquí desconozco si pretende ser una crítica contra el consumismo excesivo porque en Messiah of Evil todo es un enigma, jajaja.

La última escena de las que os quería hablar y que como cinéfila, me fascina es la que tiene lugar en una sala de cine a la que acude la otra joven viajera, Toni para vencer el tedio que le supone su estancia en el pueblo. La chica entra en una sala prácticamente vacía y a media que avanza el Western que se está proyectando, la sala se va llenando a sus espaldas de lugareños hieráticos que sangran por los ojos. El ruido de la película y la situación tan surrealista que se da y al mismo tiempo tan terrorífica, la convierten en una escena que permanecerá para siempre grabada en mi memoria.

También es muy relevante en Messiah of Evil, el uso de la voz en off tanto de la propia protagonista, como del padre desaparecido, a través de los diarios que la joven encuentra en la casa: Estos narradores con ese tono de voz tan escalofriante, no sólo nos ayudan a seguir la trama, si no a otorgarle al conjunto un tono de extrañeza porque es como si Arletty nos contase la historia una vez pasada, pero relata hechos en los que ella no intervino y no estaba presente.

Otro dato curioso es que la mayor parte de las muertes que se dan en la película son más sugeridas que explicitas por lo que queda en manos del espectador la interpretación que se les de. Bueno, la verdad es que todos los interrogantes que nos sugiere Messiah of Evil: ¿de dónde viene esta especie de infección maldita? ¿cómo se contagia? ¿porque estos infectados salvan a algunas personas y a otras no? ¿porque se pinta el padre de Arletty la cara de azul? queda en nuestra mano, los espectadores, darle una interpretación.

Como habéis podido comprobar Messiah of Evil ha sido una película que a pesar de sus imperfecciones, me ha fascinado y que os recomiendo encarecidamente. Dejaros atrapar por la maldición de Cape Dune, estad prevenidos para cuando aparezca la luna de sangre porque abrirá las puertas del Infierno. "Y, entretanto dejemos que nuestro tiempo discurra, suavemente, en la prisión de nuestras mentes.



lunes, 8 de febrero de 2021

WIHM: GHOST IN THE MACHINE (1993)





Volvemos un año más a celebrar por todo lo alto el WIHM, una iniciativa internacional que durante todo el mes de Febrero pretende dar más visibilidad al papel de las mujeres en el Cine de Terror, ya sea dentro, fuera de la pantalla o con alguna de las variedades artísticas que contribuyen a hacer grande este género. La importancia de las mujeres en la historia del cine de terror es un hecho indudable y cada vez tenemos a más directoras frente a productos de un corte terror/fantástico. Sin embargo, la paridad entre hombres y mujeres está todavía lejos de alcanzarse y por ello hay que insistir en la visibilización de esta otra mirada y sensibilidad que tanto necesita un género en perpetua reinvención. 

En el 2020 vimos como una nueva ola de películas de terror dirigidas por mujeres exploraban ansiedades, ambiciones y terrores eminentemente femeninos. Relic, Amulet, She Dies tomorrow, 12 hours shift, Nocturne, The other Lamb o Sea Fever son sólo algunas de ellas. Muchos de estos títulos fueron los mas importantes del año por derechos propios, al tratar con tanta sensibilidad aspectos que nos preocupan tanto: la enfermedad de nuestras madres y el miedo a envejecer, los problemas para lidiar con la ansiedad en una sociedad en la que especialmente las mujeres, están sometidas a una gran presión por ser perfectas en todos los aspectos de su vida o esa competitividad impuesta socialmente entre nosotras,.... En la mayor parte de estas películas se explora la vulnerabilidad del personaje femenino, no su debilidad. No son víctimas que corren perseguidas por monstruos o asesinos, ni superheroínas que se enfrentan a sus mayores temores con total valentía, son mujeres corrientes que a pesar de ser vulnerables, se enfrentar como mejor pueden a sus miedos.

Dicho esto, mi pequeña aportación al Women in Horror Month siempre suele ser traeros películas de género dirigidas por mujeres que no suelen ser muy conocidas, ni aparecer en las listas habituales. Todos conocemos Near Dark (1987), Jennifer's body (2009), American Mary (2012), The Babadook (2014), The Invitation (2015), Raw (2016), pero aunque no lo creáis, existen muchas más. Así que si mas dilación arranca el WIHM 2021.


GHOST IN THE MACHINE (1993)



Los que me seguís por twitter sabéis que últimamente, en mi búsqueda de joyas desconocidas del Cine de Terror, estoy descubriendo maravillas y documentos gráficos que permanecerán para siempre en mi retina (os lo voy dejando todos en mi lista de letterbox). Así fue como di con Ghost in the Machine, una cinta de la que nunca había oído hablar y de la que no supe que había sido dirigida por una mujer, hasta que no investigué un poco sobre ella. Fue la casualidad y lo bien que me lo pasé, lo que la convirtió en la primera candidata de mi WIHM de este año. 

Rachel Talalay es una directora consagrada en el mundo de la televisión dónde ha dirigido infinidad de episodios en series tan importantes como: Doctor Who (2014-2017), Sherlock (2017), Chilling Adventures of Sabrina (2018), American Gods (2019) y un largo etc. Sin embargo, sus inicios están ligados al cine y a su amistad con Robert Shaye, director de New Line Cinema que le brindó su primera oportunidad tras las cámaras, dirigiendo Freddy's Dead: The Final Nightmate (1992), en la que también colaboró en el guión. Tan sólo un año después, dirigiría el slasher sobrenatural que hoy tenemos entre manos, cuyo guión pertenece a William Davies y William Osborne

Aunque Ghost in the Machine bebe claramente de películas como Shocker (1989) de Wes Craven o The Lawnmower Man (1992), lo cierto es que su argumento no tiene desperdicio. Una madre viuda, interpretada por Karen Allen, pierde su agenda de teléfono en una tienda de informática y un hecho tan banal, acaba provocando todo un calvario bastante surrealista. El "Asesino de la agenda telefónica", un homicida y genio de la tecnología, cuyo modus operandi consiste en robar agendas y matar a todos los contactos, se ha hecho con la suya y la ha elegido como su próxima víctima. De camino a la casa de la protagonista, el asesino sufre un accidente de coche sin sentido, es llevado al hospital más cercano y allí, mientras le someten a un escaner, una tormenta eléctrica provoca un cortocircuito que acaba con su cuerpo terrenal, pero transfiere su alma a la corriente eléctrica. Ahora puede matar a través de enchufes o microondas como si de accidentes a lo Destino Final se trataran.

La trama de la película es bastante absurda vista con los ojos de hoy en día, pero lo cierto es que despierta nuestra nostalgia por esa época, en los inicios de Internet, en la que el cine nos mostraba que aquellos ordenadores arcaicos eran capaces de prácticamente cualquier cosa y si no, acordaros de la que liaba Matthew Broderick en War Games (1983). Aquí estamos ante  una serie B con un asesino cibernético totalmente plano, del que desconocemos totalmente sus motivaciones para matar y que tras su muerte terrenal y convertirse en una entidad incorpórea con poderes casi divinos para controlar cualquier aparato electrónico, las líneas telefónicas e internet, sigue con su fiebre homicida de acabar con personas totalmente aleatorias.

El guión tiene cosas que carecen totalmente de sentido. El accidente que lleva el asesino al hospital es la cosa más absurda del mundo, en plena noche y bajo la lluvia, le entra tal frenesí homicida por llegar a casa de su próxima víctima que se pone adelantar y a conducir como un kamikaze, ¿por qué? En fin, como ésta, hay otras acciones y la representación de la realidad virtual que chirrían bastante, pero si nos dejamos llevar sin hacernos demasiadas preguntas, Ghost in the machine puede ser una película muy entretenida con una ambientación tenebrosa, una música inquietante y alguna muerte más que espectacular.



Si por algo destaca Ghost in the machine es por sus  muertes, precursoras en cierto manera, de las de Final Destination (2000). Mi favorita es la que se produce en la cocina con un microondas que acaba friéndolo todo. Me pareció una de las mejores muertes que yo he visto en un slasher noventero y me sorprendió ver esta calidad es una cinta tan pequeñita. Si bien es cierto que las siguientes, no tienen el mismo nivel de espectacularidad y medios, es también bastante disfrutable ver como la concatenación de cortocircuitos y mal funcionamiento de las máquinas que aquí provoca el asesino, van eliminando a los contactos de la agenda de nuestra protagonista. En contraposición, el CGI que reproduce el mundo cibernético y la realidad virtual es bastante arcaico y recuerdan en todo momento a la estética de The Lawnmower Man (1992).

A pesar de sus problemas de guión, Ghost in the machine me parece un slasher sobrenatural con cierto encanto añejo por la ingenuidad de su argumento y su estética de otra época. Aunque se preocupa en presentarnos una atmósfera siniestra, lo cierto es que salvo la escena que os comentaba antes, el resto de la película carece de gore y de tensión. Sin embargo, a pesar de todos sus fallos, su falta de terror y de sentido de la trama en muchas ocasiones, fue una película que disfruté y en la que tuve que rebobinar la escena del microondas asador porque ya os he dicho que me pareció grandiosa y sólo por eso creo que ya merece la pena su visionado.

 

martes, 2 de febrero de 2021

LAS MEJORES PELÍCULAS DE TERROR DEL 2020

 

Gif de Tren Shy Claymation via Giphy
Gif de Tren Shy Claymation via Giphy

Hace ya un mes que dejamos atrás uno de los años más fatídicos y extraños que hemos vivido todas esas generaciones que no hemos sido testigos en primera persona de una guerra, un desastre natural o nuclear. Un 2020 que en mayor o menor medida nos ha afectado a todos de manera negativa, ya sea en el aspecto afectivo, físico o psicológico, pero del que también hemos podido extraído algunas cosas positivas. En mi caso particular, el 2020 fue el año en el que más películas he visto con diferencia y es que los meses de confinamientos y la limitación de planes sociales dieron su fruto. Además, he tenido la suerte de asistir a multitud de cursos, charlas y masterclass de cine que han supuesto un avance estratosférico en mis conocimientos y por lo tanto, podría decirse que el 2020 ha marcado la diferencia en lo que a mi aprendizaje cinematográfico se refiere. 

Lamentablemente para el blog, no ha sido un año igual de fructífero porque en muchas ocasiones me ha faltado la motivación necesaria para escribir, aunque no las ideas. No os podéis imaginar la de cosas que se me ocurren para artículos, monográficos y hasta para un podcast, pero después, por falta de tiempo y organización, no se acaban concretando. Lo bueno es que estos proyectos están en reposo, no abandonados y es posible que algún día vean la luz. No me voy a comprometer a que este 2021 vaya a estar más activa en el blog porque todo dependerá de cómo evolucione el año y yo misma, jejeje.

También en 2020 tuve la suerte de acudir  presencialmente a la Muestra Syfy y al Festival de Cine Fantástico de Sitges, cosa que no se si podremos volver a repetir este año con el festival madrileño. De forma online, he podido asistir a varios Festivales que dadas las circunstancias tuvieron que modificar su formato habitual y pudimos disfrutarlos a través de Filmin. La ventaja de este sistema es que a parte de mi querido Festival de Cine de Terror de Molins de Rei al que soy muy fieltambién puede ver contenido de otros que nunca me hubiese imaginado como: Fancine de Málaga y el Festival de Cine Coreano. Esto ha supuesto que mi visionado de estrenos haya sido más que considerable en un año que el flujo de películas que llegaban a nuestro país fue muy pequeño.

Como siempre, esta selección de películas es personal y responde exclusivamente a mis gustos y preferencias, de ahí que prácticamente la mitad sean de terror asiático, jejeje. El criterio que he seguido para elaborar el TOP se corresponde con los estrenos que he podido ver en cines, Festivales presenciales u online y en las plataformas de streaming. Así que si echáis en falta alguna película será o porque no la he visto o porque no me ha gustando tanto como a ti (si quieres comprobarlo te dejo en el enlace a mi cuenta de Letterbox). Aclarado el tema de la total subjetividad de éste y todos los TOPs, vamos con lo verdaderamente importante: 
Las 13 Mejores Películas de Terror del 2020



13THE MORTUARY COLLECTION


Una de las últimas cintas que vi en el 2020, ya que si no recuerdo mal se estrenó el 30 0 31 de Diciembre en las plataformas de nuestro país y que venía avalada por las estupendas críticas de los que pudieron disfrutarla en el Festival de Sitges y de los usuarios de Shudder, dónde tuvo su estreno mundial.

The Mortuary Collection es una antología de terror que tiene la particularidad de que todos los segmentos están escritos y dirigidos por el mismo director, Ryan Spindell, de ahí que la calidad y el estilo de todas las historias estén al mismo nivel, es decir, bastante alto. La historia matriz nos presenta al siniestro y peculiar director de una funeraria, Montgomery Dark, que recibe la visita de una joven en busca de trabajo. En un alarde de fardar delante de la chica, Montgomery decide contarle las historias más macabras y espeluznantes que provocaron la muerte de sus clientes más ilustres, pero puede que al final, él sea el más sorprendido.

Los cuatro segmentos que componen The Mortuary Collection nos presentan historias de terror con cierto toque de humor negro, ambientadas en diferentes épocas, con un gran impacto final. Aunque alguna de las tramas son menos originales y sorprendentes que otras, la ejecución y factura de todas ellas es impresionante. Las historias van desde los efectos devastadores que puede tener ser curioso, pasando por una divertida crítica hacia un mujeriego universitario que experimentará en sus propias carnes las consecuencias de su hipocresía, descubriremos que lo de "unidos hasta que la muerte los separe", puede tener más recorrido y terminaremos con una babysitter atrapada en una casa con un psicópata. Una gran variedad de temáticas y de subgéneros dentro del terror: fantástico, paranormal, asesinos, monstruos,...

Pero si por algo me sorprendió The Mortuary Collection es por su calidad estética. El cuidado que se le ha dado al diseño de producción y la fotografía es esta película de bajo presupuesto es exquisito. Así mismo, el poco CGI que tiene, está muy bien empleado para crear esos momentos de impacto finales.

The Mortuary Collection es una de las antologías de terror que más me han gustado de los últimos años, porque no es un formato que suela entusiasmarme mucho. Sin embargo, aquí el ritmo de las historias, su cuidada estética, la cohesión entre todas ellas y ese icónico maestro de ceremonias con estética a lo Hombre Alto de Phastasma, me terminaron conquistando. 



12. FREAKY



Freaky fue la película elegida para la sesión sorpresa de la que sin duda será recordada como la edición más especial de Sitges. Tengo que confesar que fue una de las experiencias más divertidas y disfrutables del ese 2020 
que tan pocas oportunidades nos dio dentro y fuera de una sala de cine .

El guionista y director, Christopher Landon, vuelve a repetir la fórmula que tan bien le ha funcionado en sus últimos trabajos: tomar la premisa de una comedia famosa y adaptarla a una película de terror adolescente con grandes dosis de sangre y sustos. Si para Happy Death Day (2017), utilizó la famosa premisa de Groundhod Day (1993) en la que Bill Murray quedaba atrapado en el mismo día que se repetía una y otra vez, en Freaky toma la idea de Freaky Friday (1976), en la que una madre y su hija intercambiaban su cuerpo.

Cualquier película que parta de la premisa del cambio de cuerpo va a tener un tono cómico y para ello es esencial la elección de sus actores. Por encima de todos resalta el magnífico y grandullón Vince Vaughn que aquí da vida a un asesino en serie, el carnicero de Blissfield que tiene atemorizados a los jóvenes de la zona. Para matar a su última víctima, la inocente y tímida Millie, interpretada por Kathryn Newton, utiliza un cuchillo ritual que al clavarse en el cuerpo de la chica produce el intercambio.  

Resulta muy gracioso ver como un asesino imponente y letal se encuentra atrapado en el cuerpo de una adolescente menudita, lo que le cuesta adaptarse a su nuevo físico y como lo utiliza como disfraz para seguir cometiendo sus crímenes. Pero lo verdaderamente desternillante es ver al enorme Vince Vaughn poseído por la personalidad de esta adolescente tímida que antes de 24 horas debe clavar el cuchillo al asesino para recuperar su cuerpo. Las interacciones con los amigos de Millie y las confusiones de identificación que sufren son desternillante y es que el papel de todos los secundarios es magnífico y contribuyen enormemente a la comedia.

No penséis que en Freaky todo es risa y alboroto porque nuestro asesino tanto en uno, como en otro cuerpo va a matar a pobres adolescentes despistados. Estos asesinatos son especialmente creativos cuando adopta el cuerpo de la chica, ya que al no contar con su imponente físico y fuerza bruta tiene que echar mano de la imaginación para dar rienda suelta a su ansia homicida. Alguna de estas muertas es especialmente original, mi favorita está relacionada con una sierra de mesa y es que Freaky es bastante más sangrienta de lo que era Happy Death Day y no escatimará en gore y vísceras.

Freaky es comedia de terror altamente disfrutable que consigue un equilibrio perfecto entre el terror y el humor. Volveremos a disfrutar con animadoras, nerds, bailes de graduación y transformaciones a lo Betty la fea a golpe de pop pegadizo, mientras los cadáveres se van acumulando porque aquí hemos venido a pasárnoslo bien.



11. UNDERWATER


¿Quién me iba a decir a mi que la primera película que vi en el cine en el 2020, acabaría entrando en mi TOP de año? Tampoco era tan difícil de adivinar, sabiendo que el terror acuático y el espacial son una de mis debilidades y que además de una película de acción tremendamente entretenida y adrenalítica, nos otorgaba uno de los tramos finales más impactantes de año. No recuerdo si me me levanté de la butaca y aplaudí, pero desde luego, era para haberlo hecho. 

Última película de William Eubank que ya nos demostró en sus trabajos anteriores, Love (2011) o The Signal (2014), que se siente cómodo dentro del género fantástico. En esta ocasión con Underwater, no lo abandona, si no que se zambulle a su vez en las garras de terror, tomando como referentes: Alien y H.P. Lovecraft. Abandonamos el espacio y nos metemos en unas instalaciones submarinas de investigación que se encuentran a 7 millas de profundidad  y que se vienen abajo por causa de un terremoto. Los pocos supervivientes que quedan entre los que se encuentra el capitán, un carismático Vincent Cassel y una ingeniera mecánica, la nueva Ripley, Kristen Stewart, tendrán que hallar la forma de escapar con vida de esa tumba de metal subacuática. Además de tener en contra todas las contingencias  provocadas por el terremoto, como la destrucción de las cápsulas salvavidas, cantidad limitada de oxígeno o el colapso total del complejo, también se les une un pequeño gran problema con el que no contaban. Algo similar a lo que pasaba en The Descent (2005), cuando las cosas iban muy mal y pensábamos que no podían ir peor.  

Underwater pisa el acelerador desde el minuto uno y ya no lo suelta en esta trama de acción frenética y angustiosa. No podían faltar la cámaras lentas de Eubank por la que siente especial predilección, pero en su favor hay que reconocerle que ya no abusa tanto de ellas y que las imágenes tan espectaculares que nos proporciona, contrastan con el ritmo vertiginoso de la trama y eso le da un toque especial al conjunto.

Un gran producto de entretenimiento al que sí hay que ponerle algún pero es en lo poco desarrollados que están sus personajes, muy prototípicos en su mayoría y en los que fácilmente podemos deducir su orden de muerte. Algunas subtramas quedan un poco el aire, pero es que aquí estamos por la acción, la angustia (los sitios cerrados me ponen los pelos de punta) y por aquello que ha despertado el terremoto. Recordad que es para levantarse y aplaudir muy fuerte ya sea solo o en compañía. 



10THE INVISIBLE MAN


Fue una de las primeras películas de terror que llegó a las salas españolas en el fatídico 2020, cuando todavía desconocíamos la magnitud que iba a alcanzar todo y ya en ese momento supe que iba a ser muy difícil que la desbancaran del TOP del año.

Leigh Whannell vuelve a ponerse a los mandos del guión y la dirección de una película de corte terror/fantástico, tras dejarnos a todos con la boca abierta con Upgrade (2018). En esta ocasión toma el personaje clásico del hombre invisible de la novela de H. G. Wells y lo introduce en una desgarradora historia actual de maltrato, dotada de elementos fantásticos en los que se consigue la tecnología que permite a una persona volverse invisible, en este caso un maltratador. 

Whannel nos pone en la piel de una soberbia Elisabeth Moss que tras escapar de su violenta pareja y la muerte de éste, siente que no ha conseguido librarse de él y que de alguna manera se las ha ingeniado para volverla loca y matarla. La frustración y el miedo de la protagonista al experimentar un terror real y ser incapaz de mostrárselo a los demás para que la crean es totalmente sobrecogedor. En muchas ocasiones, me recordaba a la situación de Carla Moran en The Entity (1982) que decía haber sido violada por un ser invisible y nadie la creía. 

Whannel maneja la tensión de forma extraordinaria y los recursos que utiliza para mostrarnos la presencia incorpórea del acosador empiezan siendo sutiles como el vaho, para terminar desatándose la locura como en la famosa escena de la cocina donde los dos luchan, pero sólo vemos a Elisabeth Moss lanzada de un lado a otro, como si estuviera enfrentándose a un fantasma. 

Muchas críticas la han tachado de que la denuncia social de la película es muy simple, pero a mi no me molesta y me parece una forma muy buena de traer los monstruos clásicos a la actualidad y los problemas que tenemos hoy en día. Además, el maltrato desgraciadamente es una lacra de nuestra sociedad que no considero que tenga que ser tratado con sutilezas, si no con la contundencia que requiere porque aunque estemos ante una película de corte fantástico, esto es real y sigue pasando. 



9. THE CALL


Cuántas alegrías me dio el terror asiático el año pasado que casi la mitad de las cintas seleccionadas proceden de aquellas latitudes. The Call es una película estrenada en Netflix y por lo tanto, generó bastante revuelo
durante las primeras semanas en rrss, para finalmente acabar diluyéndose como lágrimas en la lluvia. Yo tardé bastante en verla por mis prejuicios con los productos de terror Netflix que salvo en contadas ocasiones, no suelen entusiasmarse demasiado. Tengo que decir que este recelo mío personal, ya está cambiando y he disfrutado como una enana con dos de las series asiáticas de corte terror/fantástico que incluyeron no hace mucho en la plataforma: Sweet Home y Alice in Borderland.

Volviendo a The Call es un thriller surcoreano con tintes de terror que parte de una premisa bastante sencilla: dos jóvenes de la misma edad que se encuentran en la misma casa, pero con dos décadas de distancia entre ellas, se comunican por teléfono. No sé a vosotros, pero a mi esto me sonaba a esa película de Sandra Bullock y Keanu Reeves en la que compartían un mismo buzón para mandarse cartas de amor con años de distancia entre ellos y que su vez era un remake de una película surcoreana llamada Il Mare (2000). Pues aquí lo que se dice amor no hay mucho y de sencilla la trama no tiene ni un pelo. 

La película dura casi dos horas, pero considero que necesita todo ese tiempo para plantearnos esta intrincada trama llena de giros de guión, en la que dos personajes no relacionados aparentemente, verán sus vidas ligadas de mala manera. La película tiene lugar en dos épocas diferentes y mezcla varios géneros como el fantástico, el slasher, el drama (son coreanos) y el terror psicológico. A pesar de contar con un teléfono con funciones fantásticas, la cinta no se centra en cómo se producen estos viajes en el tiempo, si no en las protagonistas y sus problemas familiares, desencadenando toda una vorágine de torturas, maldiciones, asesinatos e intentos de cambiar el pasado.

The Call fue una cinta que me sorprendió muchísimo por la inteligencia de su guión y por lo bien que terminan encajando las piezas de este enrevesado rompecabezas. Una cinta que será de vuestro agrado si os gustan los slasher, pero con un toque syfy que sin duda la hacen mucho más disfrutable.



8. MAY THE DEVIL TAKE TO YOU 2


Seguimos en Asia, pero esta vez en Indonesia porque sin duda este ha sido el año del Cine de Terror Indonesio. Un cine sin tapujos, salvaje, lleno de gore, bichos, demonios y dónde la contención no tiene cabida.

Tras el éxito alcanzado con May the Devil take to you, Timo Tjahjanto vuelve al terror, después de sus últimas incursiones en películas de acción brutales como: Headshot (2016) y The Night come for us (2018)La secuela empieza dos años después de dónde terminó su predecesora, con Alfie y su hermanastra pequeña Nara, sobreviviendo a duras penas y atemorizadas todavía por el recuerdo del demonio al que vencieron. Las chicas son secuestradas por un grupo de jóvenes huérfanos que las llevan al orfanato en el que se criaron porque piensan que Alfie y Nara pueden ayudarles a vencer al demonio que les lleva martirizando desde su infancia.  

Las dos películas se enlazan perfectamente al compartir las protagonistas y puede considerarse como una versión extendida de la primera parte. En esta ocasión, se enfrentan a un nuevo demonio, como "expertas demonólogas" que son y estarán acompañadas por un grupo de personas con las que no guardan ningún vínculo afectivo, que sí tenían en la original. Si su predecesora fue una lectura en clave salvaje y pasada de vueltas de Evil Dead, May the devil take to you too no sólo la supera, sino que su dosis de gore, terror y salvajismo es mucho más contundente. Me hizo bastante ilusión reconocer a Shareefa Daanish, la impresionante Dara de Macabre (2009), entre el grupo de jóvenes acosados por el demonio.

Una idea que se repite en las tres cintas indonesias que aparecen en esta lista y me parece muy interesante, es la de las maldiciones heredadas. Los espíritus o demonios vengativos dirigen su furia no sólo contra las personas que les ultrajaron o contra quienes establecieron una deuda, si no también contra sus hijos o herederos. Si ya nos parecían extremas las venganzas de los surcoreanos, las de los indonesios superan todos los límites imaginables, incluso el terrenal.



7. COME TRUE



Come True fue la única película que vi en la plataforma online del Festival de Sitges cuando volví a casa y fue la cinta que puso el broche de oro a una magnífica edición. Una cinta hipnótica en la que el mundo de los sueños, los terrores nocturnos y las pesadillas se funden con la realidad de una manera tan sugerente que impedirá que apartemos los ojos de la pantalla.

Segundo largometraje del guionista y director Anthony Scott Burns, tras Our House (2018) que todavía no he tenido la oportunidad de ver. La película nos pone en la piel de Sarah, una joven que arrastra problemas para dormir desde hace tiempo y que tiene una mala relación con su madre. Acepta formar parte de un experimento que pretende analizar los sueños de los pacientes, ya que así se asegura un sitio calentito y tranquilo para dormir. Pero como no es oro todo lo que reluce, los científicos tienen intereses ocultos en este estudio y en los sueños de Sarah parece estar la clave que andan buscando.

El tema de los sueños es una idea tratada con frecuencia en el cine de género, de hecho tenemos toda una franquicia que gira en torno a ello y títulos más o menos interesantes como Bad Dreams (1988) o Incubus (1981). En esta película, las pesadillas de los jóvenes participes en el experimento pueden verse como si de una película se tratara, con extrañas formas y figuras humanoides muy inquietantes comunes en todos ellos. Una retro tecnología muy avanzada para la ambientación ochentera de la cinta que enlaza con otra película que se encuentra mucho más arriba de esta lista, Possessor, donde también contamos con una máquina que consigue hacer cosas increíbles.

Come True no sólo te atrapa por su potente historia, sino que también su cuidada fotografía, la poderosa banda sonora, la estética retro y una protagonista hipnótica contribuyen a hacer de esta película una experiencia casi extrasensorial.

Come True no es una película que haya que entender totalmente, si no de las que hay que disfrutar y dejarse llevar porque hay momentos que la historia carece de lógica y sobretodo, hay que obviar sus dos minutos finales. La cinta funcionaba perfectamente hasta ese momento, una historia extraña que no terminamos de entender, pero que no por ello nos gusta menos y era totalmente innecesario ese giro de guión final a los Shyamalan. No obstante, esto no la hace perder valor, ni fuerza a una de las películas más originales del año. 



6. THE NIGHT


The Night fue toda una sorpresa dentro del programa del Festival de Cine de Terror de Molins de Rei que en 2020 celebró su edición 39 de manera online a través de Filmin. Sin duda, una de las grandes joyas del terror psicológico que nos dio el pasado año. 

Coproducción entre EEUU e Irán en la que una joven pareja iraní y su bebé, residentes en Los Ángeles, se pierden tras cenar con unos amigos y deciden pasar la noche en un hotel. Pero este hotel que de tranquilo y ordinario tiene poco, pondrá a prueba su fortaleza, cordura y capacidad para confesar sus más oscuros secretos, si quieren salir con vida de una noche que parece no tener fin. Aunque ellos son los únicos huéspedes del hotel y la otra persona que allí está es el gerente nocturno, los sucesos extraños irán en aumento a medida que avance el metraje. Pasaremos de la presencia de misteriosos huéspedes que aparentemente no están registrados y que parecen esfumarse, a problemas del protagonista para identificar a su mujer y la total convicción de que existe un ente maligno en el hotel que nos le va dejar salir de allí, hasta que no acepten y resuelvan sus problemas.

Muchos la han comparado con The Shining (1980) y razón no les falta porque tenemos igualmente un hotel maldito que intenta volver locos a sus inquilinos con manifestaciones fantasmagóricas y visiones de sus más oscuros secretos que les revelan una verdad a la que no estaban dispuesto a enfrentarse. En una época en la que la secuelas, remakes y reboots parecen ser el eje principal de la industria cinematográfica y se repite la misma fórmula una y otra vez es bastante estimulante ver cómo una película se inspira en un gran éxito de esta manera y, a partir de aquí, construye una historia con una dimensión totalmente diferente.

Aunque The Nigth tiene una duración de 105 minutos en los que la tensión se cuece a fuego lento, la atmósfera tan asfixiante y pesadillesca del hotel junto con la fascinante historia que poco a poco vamos descubriendo, consiguen mantenerte pegado a la pantalla en todo momento. Un viaje terrorífico a la extrañas del miedo, de lo paranormal, lo desconocido y la expiación de nuestros pecados.



5. DETENTION 


Seguimos en Asía, pero esta vez viajamos hasta Taiwan que es de donde viene esta adaptación de en un famoso videojuego y que puede disfrutar en la versión online del Fancine de Málaga.

La película se desarrolla en el Taiwan de 1962, durante el denominado Terror Blanco, un periodo de ley marcial que duró 38 años que prohibía, entre otras cosas, el derecho de asociación y reunión, así como leer libros de autores extranjeros. En este contexto de represión y miedo, una estudiante, Fang, enamorada de su profesor, acude a un grupo de estudio organizado por éste, en el que un reducido grupo de alumnos se reúnen para leer libros prohibidos. Un día, el profesor desaparece y sólo ella y Wei, otro compañero del grupo, parecen recordarle. Emprenden su búsqueda por el instituto, pero exhaustos se quedan dormidos. Cuando despiertan, su realidad ha desaparecido y el lugar ha sido absorbido por una pesadilla plagada de espíritus, monstruos y fantasmas que los harán enfrentarse a una realidad aterradora.

Detention es la conjunción perfecta entre el drama social y el terror político enmarcados en un escenario fantástico. Nuestros protagonistas se enfrentarán al fascismo, a los traidores que han provocado la muerte de sus compañeros y a cómo perdonar para curar las heridas y poder avanzar.

Una cinta que me fascinó tanto por su rica imaginaria, supongo que heredada del videojuego y por una historia que al igual que teníamos en Pan's Labyrinth (2006), nos relata una historia que se desarrolla dentro de un contexto social terrorífico, utilizando para ello el género fantástico que aunque inundado de monstruos y figuras estáticas, no es más aterrador que la realidad. La ambientación de este reverso pesadillesco del instituto recuerda al de otra famosa adaptación de un videojuego, Silent Hill (2006), dónde nos invadía el mismo sentimiento de melancolía y tristeza.

Una película tan rica en matices y en subtramas que necesita verse más de una vez para intentar entender todo lo que su director, Jhon Hsu, nos quería transmitir con su ópera prima. Para expandir todavía más este universo tan rico, desde hace poco meses tenéis en Netlix  la serie basada en el videojuego que lleva el mismo nombre y que consta de 8 capítulos. Sobre este producto no os puedo decir nada todavía porque ha sido escribiendo esta reseña cuando me he acordado de la existencia de la serie, pero ya me lo he apuntado como máxima prioridad en mi mi lista de deberes.
  


4.  IMPETIGORE


Dada la riqueza cultural de Indonesia y de su amplísimo imaginario sobrenatural, no es de extrañar que las películas de género tengan gran relevancia en este país y que por lo tanto, Impetigore haya sido seleccionada por su país como candidata a Mejor película extranjera para los Oscars. Pagaría por ver la cara de los seleccionadores cuando vean semejante documento gráfico.

Escrita y dirigida por el magnífico Joko Anwar, del que más abajo os cuento más,  Impetigore nos presenta a Maya, una joven que trabaja en un peaje, justo cuando un desconocido intenta matarla y le desvela ciertos aspectos sobre sus orígenes que ella no sabía. La joven sobrevive al ataque y se inicia en el negocio textil con su mejor amiga pero las cosas no les van bien. La curiosidad por conocer más sobre su pasado y soñando con una gran herencia que la haga salir de su precaria situación, las lleva a las dos a la aldea en la que se criaron sus padres. Allí son recibidas por los lugareños con cierta suspicacia y para cuando descubran la oscura maldición que asola al pueblo, quizás sea demasiado tarde para ellas.

La escena inicial de esta película fue una de las más potentes e impactantes del año porque además de dejarnos ojipláticos con su contundencia tan repentina, consigue también  despertarnos la curiosidad por el origen de Maya. No se que problema tienen los indonesios con los autobuses y los niños pero volvemos a tener una escena de lo más inquietante en este medio de transporte que ya nos indica que las amigas se están adentrando en un mundo desconocido e inundado por las supersticiones y la magia. A partir de aquí, las cosas se vuelven más inquietantes, oscuras y nos metemos de lleno en el Folk Horror: extraños rituales, supersticiones, maldiciones, magia negra, chamanes y marionetas de sombras. 

En Impetigore, Joko Anwar vuelve al tema de las herencias malditas y cómo éstas afectan a personas totalmente inocentes por hechizos o pactos con el diablo de sus padres o abuelos. Todo un abanico de practicas malditas que traen consigo una atmósfera viciada por el miedo, la desconfianza y la muerte en un pueblo que durante 30 años no ha visto nacer a un niño sano. La única pega que le puedo encontrar es que las claves de la maldición se desvelan a través de flasbacks y aunque no me molestaron, me parecieron un tanto excesivos porque cuentan la historia de principio a fin.

El ritmo no decae en ningún momento y lo mismo tenemos escenas de terror y ataques a plena luz del día, como persecuciones y apariciones en un bosque oscuro y neblinoso, donde la única iluminación es la luz de una cerilla. De hecho, el juego de luces y sobras que se usa durante la película es soberbio, tanto cuando recorren el antiguo caserón desvencijado de los padres, como las representaciones del teatro de marionetas. 

Sin duda creo que Impetigore hará la delicias de todos aquellos para los que el terror, el gore y una atmósfera asfixiante son los ingredientes necesarios para su disfrute cinéfilo y se quedarán fascinados por la historia que hay detrás del maestro de los marionetas. 



3. THE QUEEN OF BLACK MAGIC



Seguimos en Indonesia, con la que ha sido mi película de terror favorita de este país, donde las tres que pude disfrutar en el Festival de Sitges, han conseguido colarse en este TOP. Aunque ninguna haya sido la número uno, para mi el verdadero ganador de este año ha sido el Cine de Terror Indonesio porque no nos ha dado nada más que alegrías.

The Queen of Black Magic tiene guión de Joko Anwar, responsable de otro de los éxitos más actuales del terror indonesio, la tremendamente inquietante, Satan's Slaves (2017) y cuyo trabajo más reciente, Impetigore, acabáis de ver que ocupa el puesto anterior en este TOP. A los mandos de la dirección tenemos a Kimo Stamboel, una parte de esos Mo Brothers que pegaron el pertardazo en el cine de terror indonesio, hace ya una década, con la brutal Macabre (2009) que dio el pistoletazo de salida a toda una hornada de nuevos directores.

The Queen of Black Magic es el remake de la película homónima de 1981 de Liliek Sudjio de la que se incluyen fotogramas en los créditos finales. La película nos cuenta la historia de un grupo de adultos que regresan con su familia al orfanato en el que fueron criados para visitar a su cuidador que está gravemente enfermo y dónde se acaba desatando todo un infierno de magia negra, espíritus lisiados, posesiones y bichos de los que se meten bajo la piel.

En The Queen of Black Magic encontramos un gran número de víctimas potenciales que sufren unas muertes bastante horrendas porque o bien tienen alucinaciones que les hacen creer que algo malo ocurre en su cuerpo y son ellos mismos los que se infligen un daño irreparable o algo domina su voluntad y les obliga a atentar contra otros.

La mayor parte de la acción tiene lugar en este orfanato tan tenebroso, con luz tenue, decenas de estancias y donde incluso existe una habitación que lleva varias décadas cerrada y que guarda un oscuro secreto del pasado. Aunque esta película es todo un repertorio de escenas gore y terroríficas, me gustaría destacar la del autobús porque, a pesar de ser la menos sangrienta, es la que me puso los pelos como escarpias.

Una cinta de terror en estado puro, con una historia muy potente de oscuros secretos, engaños, venganzas, gore a destajo y bichos, muchos bichos.



2. POSSESSOR


Según que día me preguntéis, Possessor puede ser mi película preferida del terror del 2020 o puede serlo Host como ha terminado siendo en este TOP, pero la verdad es que la dos me gustaron tanto que son perfectamente intercambiables. 

Segundo trabajo de Brandon Cronenberg tras Antiviral (2012), en el que continua con la estela macabra de su padre, para en esta ocasión traernos la historia de una organización encargada de poseer a otras personas con el fin de cometer crímenes perpetrados por estos sujetos y ellos quedar impunes y conseguir sus objetivos. En el último encargo de la asesina a sueldo más prestigiosa de la compañía empiezan a producirse problemas de interferencia entre su personalidad y la del poseído y esto acarreará toda una espiral de muerte y destrucción bastante sanguinaria.

Me resultó fascinante esta retro tecnología de la posesión a la carta y programada sin espíritus, ni demonios como intermediarios y dónde el fin último no es conseguir el alma del pobre desdichado, si no conseguir beneficios económicos o empresariales. Es una forma excelente de darle una vuelta de tuerca a los arquetipos del género apoyados en el mundo espiritual y actualizarnos dentro de un marco tecnológico. Una idea que ya empezó a explorarse en The Cabin in the woods (2011) dónde ya se realizaba una relectura de las casas encantadas.

La manera tan artística con la que se representan estas interferencias de personalidades, con distorsiones, luces, música arrolladora, rostros que se derriten y se vuelven a componer o la famosa máscara del póster contrastan con la crudeza y suciedad de sus escenas gore donde la cámara se recrea en la sangre y la violencia sin ningún pudor.

Possessor fue la ganadora en el Festival de Sitges y creo que la mayor parte de público quedó bastante satisfecho con esta decisión porque la película no sólo cuenta con una historia fascinante, si no que su puesta escena y montaje son increíbles. 




1. HOST


Host es mi flamante ganadora de este año porque con ella he experimentado terror puro en una sala de cine, cosa que me ocurre en muy raras ocasiones y ser capaz de provocarme esa sensación, no puede recibir más que elogios por mi parte. Creo que llego a ver esta película en casa y esa noche hubiese tenido problemas para conciliar el sueño, jajaja.

Host fue una de la sensaciones del 2020 y del Festival de Sitges, ya que fuimos de los primeros en poder disfrutarla en pantalla grande. Una cinta que nunca fue concebida para tal fin, pero que dada su viralidad y las buenas criticas recibidas tanto en los festivales que se proyectó, como el canal de streaming que la produjo, llegó a la salas españolas el pasado Diciembre, gracias a La Aventura.

La cinta surgió a partir de una broma que su guionista y director, Rob Savage, le gastó a sus amigos y posteriormente colgó en Youtube. Dado el éxito del vídeo, Savage recibió la oferta por parte de Shudder, el canal de streaming que no sólo programa, si no que también produce cine y series de género, para que llevase a cabo un mediometraje basado en su idea. La cinta fue grabada y ambientada en pleno confinamiento y en ella, seis amigos se reúnen por zoom para mantener una sesión de espiritismo virtual con una médium que les guiará en el proceso. Una de ellas, no se toma demasiado en serio la sesión y esto traerá consigo terribles consecuencias.

Una historia muy sencilla de terror puro, aquí no hay metáforas, ni dobles sentidos, en la que utilizando recursos mil veces vistos en el género, consigue una combinación tan efectiva que nos hace pasar sus 57 minutos de duración (exactamente lo que dura una llamada gratuita de zoom) con la vista clavada en la pantalla, sin apenas pestañear. Además de su componente  terrorífico, Savage se las ingenia para introducir pequeños golpes de humor y guiños a la situación pandémica actual, que ayudan a liberar ligeramente la tensión.

Considero que la principal baza de Host es acercar el componente paranormal a una práctica que se ha convertido en cotidiana durante el último año: las videoconferencias con familiares y amigos. ¿Quién no se enfrenta ahora con un poco más de miedo a una llamada de zoom nocturna?

Host puede ser la película que llegue a provocar un cambio en la corriente del cine de género, tal y como lo fue hace 20 años, The Blair Witch Project (1999) que puso de moda los found footage y los mockumentary. Es muy posible que a raíz de su tremendo éxito, en los próximos años proliferan las cintas grabadas a través de una pantalla de ordenador y nos lleven a una nueva era en el cine de género. No es la primera, ni la única que ha utilizado este recurso, todos recordamos títulos como The Den (2013), Unfriended (2014) o la más reciente Searching (2018), pero sin duda, ha sido la que mejor ha conectado con crítica y público.

Os dejo algunas menciones especiales de otras películas que también disfruté a lo grande, pero como sólo podían ser 13 los elegidas, se quedaron fuera por muy poco.

Menciones especiales: 

Y, hasta aquí llega mi TOP con lo que más me gustó del cine de terror del 2020 que como habéis podido comprobar, ha sido gracias a los Festivales dónde más me he nutrido de títulos. Espero que el nuevo año, a pesar de la dificultades y restricciones con la que hemos empezado, sea benévolo con el cine de terror que nos llega. Un dato: durante todo el año pasado se estrenaron decenas de películas de géneros en canales de streaming y catálogos americanos que todavía no nos han llegado, así que a ver si Amazon dónde se estrenaron la mayoría y el resto de canales de streaming de nuestro país se ponen las pilas y compran los derechos.