Este 2019 tengo como propósito ir todos los viernes al cine, tras salir del trabajo porque es de las pocas horas a la que todavía se puede ir a una sala sin que tu odio hacia la humanidad se dispare de manera incontrolada. Además, es un hábito que me va a venir genial para un proyecto que tengo en marcha y que pronto verá la luz. No hace falta aclarar que la mayoría de estas cintas serán de terror, por lo que el blog este año le dará más importancia a los estrenos de género que consigan llegar a nuestras pantallas.
Como buena cumplidora de este propósito tan complicado para un cinéfilo, hace un par de semanas pude ver The Prodigy, la nueva película con niño mortífero dirigida por Nicholas McCathy. Esta película supone la tercera incursión en el cine de género para el cineasta norteamericano que ya ha cosechado muy buenas críticas en sus trabajos anteriores: The Pact (2012), que vi el mismo día cuando llegue a casa, gracias a la recomendación de Aullidos y At the Devil's door (2014).
The Prodigy nos presenta a un joven matrimonio que tras mucho buscarlo, han conseguido tener a su primer hijo. Con el paso de los años, Miles empieza a mostrar un comportamiento extraño y retraído que hace que sus padres se preocupen y quieran llevarle a los mejores especialistas, aunque no siempre sean los procedimientos más ortodoxos.
El género de niños mortíferos ya ha sido más que explotado en clásicos como Village of Damned (1960), The Omen (1976) o Children of the Corn (1984) y más recientemente es las muy recomendables: The Children (2008) o Orphan (2009). Lo cierto es que The Prodigy no nos descubre nada nuevo y repite clichés mil veces vistos. A mi que no se me da especialmente bien reconocer las influencias que tiene una cinta, no me costó mucho reconocer que el guión de esta película tiene claras referencias a Child's Play (1988) o la anteriormente mencionada The Omen (1979). Eso por no hablar del homenaje que se hace a una de las escenas más impactante de la reciente A Quiet Place (2018).
No deja de sorprenderme la campaña publicitaria que utilizó Orion Pictures para promocionar esta película, en la que se apuntaba que varias de las escenas habían tenido que ser reeditadas por ser demasiado terroríficas. En primer lugar, estamos ante una película de género por lo que se supone que lo que tiene que provocar es terror, ¿no os parece? En segundo lugar, si me estás diciendo que lo que voy a ver es una versión light o políticamente correcta de la terrorífica original, ¿qué manera es ésta de atraer al público para ver tu película? ¿Nos os da la sensación que tiran por tierra la película incluso antes de que la veamos? La verdad es que la estrategia de Orion Pictures por volver a ser la productora de prestigio que fue durante los 80 y 90, con títulos como: Terminator (1984), Robocop (1987) o la gran The Silence of the Lambs (1991), no deja de ser un tanto enigmática.
Independientemente de que la publicidad de la película sea su peor enemigo, The Prodigy es una cinta interesante, si prestamos atención al mensaje que subyace bajo la típica trama de niño mortífero. Miles es un niño muy deseado y por lo tanto muy consentido, especialmente por su madre, cuya vida gira alrededor de su retoño. No puede tener una cita romántica con su marido sin hablar del niño o cuando la psicóloga le insinúa que el comportamiento de Miles puede deberse a los malos tratos, ésta no duda en desconfiar del padre, lo que acaba provocando su abandone del hogar. De una manera extrema, el problema que nos plantea The Prodigy es la educación del siglo XXI: niños que son criados entre algodones, al los que se les conceden todo tipo de caprichos y se creen auténticos reyes de su casa, del tipo déspota. El conflicto llega cuando no se hace lo que ellos quieren porque los enfados pueden ser épicos y terminan provocando que los progenitores hagan lo que sea para cumplir sus deseos, incluso matar, si te sale el niño psicópata.
Me gustaría destacar la actuación de joven actor protagonista, Jackson Robert Scott, al que todos recordaréis por su papel de Georgie Denbrough y su chubasquero amarillo en IT (2017). Los cambios de registro que hace en su interpretación para pasar de niño totalmente adorable, a pequeño demonio inquietante, me recordaron mucho a la fabulosa actuación de Isabele Fuhrman en The Orphan. Interpretando a esta madre sufridora tenemos a Taylor Schilling, la popular protagonista de Orange is the new black (2013- presente), que está bastante solvente en su papel. Algunas de las decisiones que toma su personaje para curar a su hijo de este mal que le está poseyendo, me parecieron un tanto extremas y más propias de una mente perturbada, que de una madre protectora y cegada por el amor hacia su hijo.
Los puntos flojos que le veo yo a The Prodigy es que la historia está plateada a modo de thriller por averiguar qué o quien está haciendo que Miles se porte mal y me parece que esto se desvela demasiado pronto, restándole efectividad al conjunto. Lo único que nos falta por saber es cuándo ese ser va a manifestarse con toda su virulencia, pero llegado el momento, tampoco es lo suficientemente impactante como para dejarnos el culo torcido. Por otro lado, no me gustó lo poco desarrollado que estaba el padre de la criatura, una persona con una infancia complicada que cuando su hijo empieza a manifestar su turbiedad, asume que éste está enfermo y vuelca sobre su mujer toda la responsabilidad de hallar una cura. Me hubiese parecido bien que fuera un padre ausente que no sabe como asumir el problema, pero que vuelva a parecer al final de la película, cuando apenas sabemos nada de él, me resultó molesto y cada vez que aparecía en pantalla perdía el interés en la historia.
En definitiva, The Prodigy es una película de niño mortífero con una vuelta de tuerca diferente y con un mensaje subyacente interesante, pero que repite muchos de los patrones mil veces vistos en las películas de terror y jumps scares de manual. Considero que es una cinta entretenida, con un niño de lo más inquietante, pero sinceramente creo que no permanecerá mucho tiempo en nuestras memorias.
Queridos Horror Lovers ya estoy de vuelta, después de dos meses de ausencia por el blog, pero es que después de un año frenético en lo que se refiere a mi vida personal y virtual, necesitaba un gran descanso para volver con la ilusión de siempre.
Puede que traeros a estas alturas de Febrero mi TOP 10 del año pasado, nos sea muy interesante, pero no quería perder la oportunidad de compartir con vosotros las que para mi fueron las grandes películas del género en el 2018. Además, a final de año acabamos un poco saturados con esa avalancha de listas con lo mejor en libros, películas, series y hasta casi detergentes, que tampoco viene mal hacer esto a posteriori y con algo de perspectiva (me digo esto para autoconvencerme que publicar esta entrada a estas alturas tiene sentido, jajaja). Además no soy la única porque mis amigos del Terror no tiene Podcast también han publicado hoy su lista con lo mejor del año que os dejó aquí para que tengáis muchas mas recomendaciones de películas TOP.
Si os acordáis, en el 2017 se decía que había sido el gran año del terror, con grandes películas que supusieron un éxito tanto de crítica como de audiencia con Get Out o Split y en territorio patrio, mi ganadora de ese año, Verónica. A pesar de esto, a mi me costó bastante elaborar la lista y sólo pude elegir 9 películas. Los primeros puestos estaban muy claros, pero para el resto había varias cintas aceptables, pero ninguna producción de las que te vuelan la cabeza. En el 2018, no oí tal afirmación o por los menos con tal insistencia, pero lo cierto es que no me costó nada elegir mis 1o mejores películas. Curioso, ¿no?
El 2018 fue el año del regreso de una de las sagas más longevas y queridas por los amantes de cine de terror: Halloween. Este reboot suponía una reinterpretación del personaje de Michael Myers, ya que tomaba como punto de partida, el final de la película original de Carpenter. También fue el año en el que contamos con la confrontación de las dos bombas más mediáticas del cine de terror. A Quiet Place y Hereditary compitieron durante los primeros meses del 2018 por alzarse con el título de mejor película de año y ha habido opiniones para todos los gustos. Yo, particularmente, me decanto por A Quiet Place porque me maravilló una trama basada en el silencio que transmitía tal angustia y terror que traspasaba la pantalla. Hereditary no me entusiasmó tanto, no se si por las altas expectativas generadas o porque la vi en una época complicada de mi vida y no supe valorarla como hubiese merecido. Sin embargo, contrario a lo que pensaba en estos primeros meses del 2018, ninguna de estas dos joyas del terror se alzó con el primer premio en mi TOP 10. ¿Queréis saber cuál fue? Pues abrocharos los cinturones, que por fin llegan las 1o películas de terror que más me impactaron en el 2018 y os aseguro que hay alguna sorpresa.
10. BOARDING SCHOOL
La verdad es que vi Boarding School por casualidad, porque me recordaba bastante a la polaca Playground (2016) que había visto recientemente y no me había entusiasmado mucho. Fue todo un acierto vencer mi apatía inicial hacía ella porque lo que me encontré fue un película con una trama bastante extraña y fascinante.
La cinta nos pone en la piel del Jacob, un joven obsesionado con la personalidad de su abuela fallecida. Esta fijación provoca más de un incidente que lleva a sus padres a internarlo en un colegio para niños inadaptados perdido de la mano de dios. Pero esta misteriosa escuela esconde un oscuro secreto y cuando los cadáveres empiecen a apilarse, Jacob descubrirá el autentico fin de dicha institución.
Boarding School es un thriller psicológico que nos habla del paso de la niñez a la madurez enmarcado en una historia de terror con tintes fantásticos. Durante la primera parte de la película no sabemos que cariz va a tomar la historia, pero estamos fascinados por el grupo de niños internos en este centro, a cada cual más peculiar y con caracteres poco habituales en el cine de género. Sorprende los matices que tiene el personaje del niño protagonista y como Luke Prael, lo borda con su interpretación. La estética del internado parece sacada de una cuento gótico del s.XIX y nos recuerda, salvando mucho las distancias, a películas como El Orfanato (2007) o incluso Ghostland (2018).
En la segunda mitad ya nos adentramos de lleno en el terror y la verdad que su guionista y director Boaz Yakin no ha escatimado en litros de sangre. Bien en cierto que en esta parte la historia es mas convencional y pierde un poco las frescura y originalidad de la presentación de personajes, pero es un cierre de historia bastante salvaje y sangriento que me pareció bastante divertido.
El último puesto en la lista fue el que más dudé porque también había disfrutado bastante con The Ritual (2018), pero consideré que Boarding School era una propuesta más novedosa y diferente que bien merecía un poco más de visibilidad.
9. WHAT KEEP YOU ALIVE
Me encantan los survivals y si es como What keeps you alive que está enmarcado en una trama de thriller, pues era bastante fácil ganarme.
La película nos presenta a dos mujeres que van a celebrar su primer aniversario de boda a la cabaña que la familia de una de ellas tiene en el bosque. Tras pasar una noche romántica de ensueño, habrá algo o alguien que transformará está idílica velada en un autentico infierno y como ya os adelantaba al inicio, esta película va de supervivencia en mayúsculas.
Desde ya os aviso que en esta cinta sucede lo mismo que con Revenge (2017), tenemos más de una situación un tanto inverosímil y unas protagonistas a lo Sarah Connor, no por su destreza con las armas, si no por una capacidad de supervivencia casi inhumana, por lo que hay que ser bastante permisivos con lo que ocurre en pantalla . También guarda ciertas similitudes con Alta Tensión, así que si sois fans de estas dos películas, seguramente What keeps you alive, sea de vuestro agrado.
La película está escrita y dirigida por Colin Minihan, del que ya pudimos disfrutar en Grave Encounters (2011), Extraterrestrial (2014) o It Stains the sands red (2017) que se coló en mi lista del año pasado. Si en el 2017 ya ponía a su pareja y actriz protagonista, Britanny Allen, contra las cuerdas en un territorio inhóspito como el desierto, perseguida por un zombi, en esta ocasión, la meterá de lleno en un bosque hostigada por un sociópata. Detecto un poco de sadismo en esta pareja, ¿no os parece? jajaja.
Aunque la cinta cuenta con algunos fallos de raccord francamente notables, eso no nos impide disfrutar de un survival con un ritmo trepidante, enclavado en un escenario natural precioso y protagonizado por dos grandes actrices que transmiten a la perfección su sentimiento de incredulidad, pánico y desesperación. Y es que muchas veces es más doloroso el impacto psicológico, que el daño físico.
8. UNSANE
Unsane fue una de esas películas que a pesar de estar dirigida por un director de renombre como Steven Soderbergh y protagonizada por una de las estrellas emergentes de cine actual como Claire Foy, no recibió la importancia que merecía. No se si le perjudicó el hecho de que se le diera tanto bombo a que la cinta hubiese sido grabada íntegramente con teléfonos móviles porque creo que lejos de perjudicarla, esos planos cerrados y movidos ayudan a representar el agobio que siente nuestra protagonista y su realidad deformada.
La cinta nos presenta a una joven que se ha mudado recientemente de ciudad, tras sufrir el acoso de un conocido. Como todavía no lo ha superado y tiene secuelas, decide ingresar voluntariamente en una institución mental para que le hagan un estudio durante unos días. Pero, ¿sabéis el dicho ese que dice que cuando uno va al medico sabe cuándo entra, pero no cuándo sale? Pues algo así le pasa a nuestra protagonista y es que una vez en el centro, su temores se acentúan, desdibujando la línea entre realidad y paranoia, lo que le hará dudar de si esta perdiendo la cabeza o la realidad a la que se enfrenta es mucho más perturbadora que la locura.
Unsane es un gran thriller psicológico que nos mantendrá hasta el final en la duda de si el personaje interpretado por Claire Foy está perturbado o no. Lo inquietamente de esta cinta en ver como por alguien puede estar encerrado contra su voluntad en un psiquiátrico perfectamente normal y en medio de una ciudad y, por algún resquicio legal, ni ella, ni nadie pueda sacarla de la institución en un periodo de tiempo determinado. Allí encerrada con otras personas con problemas psicológicos, su estado psicótico y paranoia empeorarán o ¿quizás todo sea la estratagema de alguien para tenerla allí confinada?
Os animo a todos aquellos que no la halláis visto que le deis una oportunidad porque considero que es uno de lo mejores thriller del 2018 y teniendo en cuenta que es uno de los subgéneros que más abundan o por lo menos en la programación del Festival de Sitges, jejeje, ya es decir mucho. Además, no os podéis perder la interpretación de Claire Foy que es sencillamente sublime.
7. ERREMENTARY
Esta gran película producida enteramente en España, que asienta sus bases en el folcklore vasco, nos trae una historia de terror puro, asentada en la tradición oral. Esos tiempos en los que las historias se transmitían oralmente y las leyendas de los pueblos tenían una fuerte carga fantástica, se representa aquí a la perfección, situando la historia en un pequeño pueblo alavense del s. XIX. Acudí al cine sin apenas información sobre Errementari y es lo mejor que puede hacer porque me permitió disfrutarla y maravillarme con cada escena de esta muestra de amor por el cine de género y fantástico.
Errementari cuenta la historia de un herrero del s. XIX que hace un pacto con el diablo. El problema se establece porque un comisario del gobierno cree que hay un botín en la herrería y azuza a la gente del pueblo para hacerse con él. Por otro lado, el destino quiere que una niña del pueblo, sin pelos en la lengua, acabe allí también, desbaratando no sólo los planes del herrero, si no los de todos los implicados en hacerse con el tesoro.
La película con la que Paul Urquijo debutó en el largometraje, después de una dilatada y exitosa carrera en el mundo del cortometraje, no ha parado de recibir reconocimientos y ha aparecido en las listas de mejores películas del 2018 en publicaciones extranjeras, a pesar del estreno tan limitado que tuvo. Una película avalada por Alex de la Iglesia que cuenta con un diseño de producción brutal que recrea la magia de un cuento gótico con sus monstruos, demonios y hasta el infierno en sí mismo. La verdad es que quedé tan maravillada por la opera prima de Urquijo que estoy deseando ver sus cortos y los nuevos trabajos que están por venir.
Errementari supone la adaptación de un cuento clásico de la cultura vasca como es Patxi Errementeria que os vuelvo a dejar aquí para que le echéis un vistazo y fue grabada en una variante antigua del euskera para respetar la época en la que tiene lugar la trama. Así que os recomiendo que ahora que la podéis disfrutar en la gran N, escojáis esta opción de audio porque la inmersión en la historia será total.
6. OVERLORD
Sabéis de mi amor por la películas de acción con grandes dosis de terror: Alien (1979), Predator (1987), Dog Soldiers (2002), etc y es que para mi es la mezcla de géneros perfecta. Así que no era de extrañar que una película que mezclaba a zombis nazis con soldados en plena Segunda Guerra Mundial iba a ser de mi agrado.
Aunque el subgénero de los zombis nazis ha sido muy explotado en títulos como la maravillosa y enigmática Shock Waves (1977), la interesante Outpost (2008), las dos increíbles entregas de Dead Snow o la bizarrada de Frankensteins Army (2013), la producción de Overlord se nota mucho más cuidada en cuanto a escenarios, maquillajes y por supuesto, interpretaciones. La historia no tiene nada del otro mundo: un grupo de paracaidistas aterrizan tras la líneas enemigas, horas antes del desembarco de Normandia, para derribar una torre de comunicaciones. Por azares del destino, darán con las instalaciones en las que los nazis han desarrollado un suero con el que crear super soldados. Y es que como dice uno de los oficiales nazis: "Un Reich de 1.000 años, necesita soldados de 1.000 años".
La película comienza a lo grande, con el aterrizaje de emergencia de los soldados tras ser atacados por infinidad de fuerzas enemigas, mientras los aviones van siendo derribados por una lluvia de misiles, fuego y metal. Es en esta parte cuando experimentamos el terror de la guerra, la soledad y vulnerabilidad ante un aterrizaje en un territorio hostil en el que cualquier recodo puede estar esperándote el enemigo. Este sería el perfil de la primera parte de Overlord, más centrada en el tema bélico, el drama de estos duros y aguerridos soldados y sus peripecias para sobrevivir. Sin embargo, en la segunda parte, nos zambullimos del lleno en el terror con estas criaturas creadas por los nazis, con cuya caracterización disfruté de lo lindo.
Aunque Overlord, no disponga del argumento más original y lo hayamos visto en infinidad de ocasiones, lo cierto es que esta película triunfa por una gran calidad técnica y sus buenas actuaciones. Además, el ritmo frenético durante la mayor parte del metraje y una banda sonora bastante potente, te mantiene pegado a la pantalla, casi sin pestañear durante hora y media. Puede que sea un producto olvidable y que no pasará a la historia del genero, pero lo que la disfrutas vendiéndola, no te lo quita nadie.
5. MANDY
Parece que Nicolas Cage le ha cogido el gusto a que sus películas de género se cuelen año, tras año en los Tops cinéfilos y es que, reconozcámoslo, el que aparezca el bueno de Cage en pantalla es siempre un +1 y una buena excusa para una nueva tanda de memes.
En esta ocasión, no tenemos a un padre que fruto de un extraño virus o algo parecido, siente un deseo irrefrenables de matar a sus hijos, si no a una pareja que vive feliz y enamorada en una casa en el bosque, hasta que un día, el líder de una extraña secta se encapricha de la mujer y quiere hacerla suya. La nueva película de Panos Cosmatos tiene dos partes muy bien diferenciadas. Una primera, con un ritmo lento, en la que se lleva a cabo la presentación de personajes: la enamorada pareja con sus rutinas y los miembros de esta secta satánica, con claras similitudes con la Familia Manson. Además, se establece el conflicto: el secuestro de Mandy.
Pero el estallido de luz, color y paranoia llega con el rescate de ésta a manos de un histriónico y enfervorizado Nicolas Cage, con un hacha acabada en forma de espada que funde el mismo y con la que va a dar caza a todos los implicados en el secuestro de su mujer en un frenesí y locura sin precedentes. La extrema violencia y la sangre a borbotones son las señas de identidad del rescate de Mandy que bien parece sacado de una pesadilla producida por alucinógenos y es que las drogas son un elementos muy presente en toda la película. Los miembros de la secta parecen ir hasta las cejas de todo tipo de sustancias y vivir en una especie de nebulosa paranoide, que se representa muy bien en pantalla. Por si no tuviéramos suficiente, también hay una banda de motoristas que parecen sacados de un cruce entre las bestias de Mordor y Mad Max que se tiran todo el tiempo drogados y se regocijan en el dolor tan propio como ajeno. Una locura total.
Una película muy extraña, no apta para todos los paladares. Hay gente a la que le gusta más la primera parte, más sosegada y mística y quienes prefieren la segunda más gore, al estilo de un slasher ultra violento. Yo disfruté mucho las dos partes y me gustan ambas porque creo que juntas consiguen un equilibrio perfecto entre drama, paranoia y sangre. Además la potente banda sonora compuesta por el recientemente desaparecido Jóhann Jóhannsson y la espectacularidad visual de sus imágenes, hacieron de la propuesta de Cosmatos, una de las películas más interesantes y diferentes del 2018.
4. HEREDITARY
Tengo que reconocer que no vi Hereditary en un buen momento personal y eso no me hizo concentrarme en ella y disfrutarla como merecía. A esto se le unió las enormes expectativas generadas y que en mi produjeron un efecto decepcionante. Pero, menos mal que con el paso del tiempo, la he madurado en mi memoria y considero que es otra de las películas de terror cumbres del 2018.
Por si todavía queda alguien que no ha visto la película que ha ocupado los primeros puestos en las listas de todo el mundo, nos os voy a rebelar muchos detalles de la trama, tan sólo que tenemos a una familia de clase media que tras la muerte de la abuela, su vida toma un cariz siniestro y enfermizo. Está claro que la perdida de un ser querido no afecta a todo el mundo de la misma manera, pero si a esto se le suma una presencia que parece acecharlos, el terror está servido y es que hay secretos que es mejor no desvelar.
Lo cierto es que Ari Aster nos sorprendió a todos con esta película que suponía su debut en el largometraje como guionista y director, ya que no es una cinta de terror al uso, motivo por el cuál ha generado tanta controversia. Es el mismo caso de películas como The VVitch o la propia Mandy que no están destinadas a un publico mayoritario, sino que requieren de una conexión especial con el espectador, que le haga entrar en la historia y disfrutarla a lo grande. Hereditary bebe del cine de terror psicológico de los 70, como RoseMary's Baby (1968), en el que durante la primera parte de la cinta parece que no esta pasando nada digno de ese terror que se empieza a fraguar en nuestro interior y al mismo tiempo, no sabemos si la película refleja la visión de un narrador poco fiable, en este caso el personaje interpretado por Toni Collete. Pero a medida que avanza la cinta, la trama se va volviendo más turbia, hasta estallar en un terror casi visceral.
Hereditary tiene una de las atmósferas más agobiantes y mal rolleras de los últimos tiempos: Una madre que se dedica a hacer maquetas en la que representa algunos de sus traumas, una hija con un comportamiento enigmático e inquietante y un padre y un hijo mayor que se verán atrapados en esta espiral de locura en la que se ha trasformado su hogar, a raíz de la muerte de la abuela, un personaje dominante y con un pasado turbio.
Formalmente, la cinta es espectacular, con planos de las maquetas y miniaturas de la madre que a medida que se acerca la cámara se transforman en los personajes de nuestra historia o cambios de escenario repentinos. El que sea muy sugerente visualmente no la hace menos terrorífica y sin duda, se ha convertido por méritos propios, en una de las obras magnas del del terror del 2018.
3. A QUIET PLACE
A Quiet Place fue una de las primeras películas que nada más verla, supe que ocuparía un puesto destacado en esta lista. John Krasinski nos trajo una monster movie diferente, una en la que los sustos con subidas bruscas de sonido no tiene cabida, si no dónde el gran protagonista es el silencio. Títulos como Hush (2016), Don't Breathe (2016) y las más reciente, Bird Box (2018), nos privaron de algún sentido, A Quiet Place nos sumió en el más absoluto silencio, si no queríamos enfrentarnos al terror cara a cara.
La primera parte de la película se caracteriza por la ausencia de música o diálogos y nos sume a todos en la angustia y tensión que viven los protagonistas de la historia, una familia con tres niños pequeños que tendrán que enfrentarse a un mal, nunca antes conocido. En su momento, ya os comenté que nunca había visto una sala de cine tan silenciosa y es que hasta tu propio sonido comiendo palomitas, llegaba a molestarte.
La trama se centra en un futuro tan cercano como es el 2020, en el que la humanidad ha llegado casi a la extinción por la invasión de unos monstruos que aunque ciegos, poseen uno oído finísimo, capaz de percibir el más mínimo ruido a kilómetros. Nuestra familia protagonista se ha acostumbrado a vivir en el campo, adaptándose a una vida sin ruido para no ser detectados por la criaturas. Se comunican por el lenguaje de signos, cosa que no chirría, al ser una de las hijas sorda, lo que justifica que todos conozcan este sistema de comunicación. Pero como todo en esta vida no puede controlarse, un simple descuido pondrá a nuestros protagonista en el punto de mira de estas criaturas sedientas de sangre humana.
Los monstruos no aparecen hasta bien entrada la película, al más puro estilo de Spielberg y no disponemos prácticamente de información acerca de su origen. Los momentos angustiosos se cuentan por decenas y es que con A Quiet Place tenía la sensación de estar tan tensa que mi cuerpo no tocaba ni la butaca del cine. Para el recuerdo quedarán escenas como la de una embarazadísma Emily Blunt en la bañera o aquella en la que baja por las escaleras. Tampoco hay que olvidar la increíble interpretación de Millicent Simmonds, la hija sorda del matrimonio, que también lo es en la vida real y que nos otorga alguna escena que ponen la piel de gallina, al no poder percibir su personaje, el ruido que provoca.
Como os indicaba, no conocemos la amenaza hasta muy avanzada la película, pero esto no limita para nada la tensión, porque aquí todo es acción, ritmo trepidante y angustia, mucha angustia. Si todavía queda algún despistado que no la haya visto, la tenéis disponible en Movistar y prepararos para hora y media de sufrimiento, eso sí, controlado desde vuestros sillones.
2. GHOSTLAND
Recuerdo que mis expectativas cuando iba a ver Ghostland en Terror Molins no era muy altas, porque había leído opiniones de todo tipo y no sabía muy bien a qué me iba a enfrentar. Muchas veces, esto es una suerte porque cuando no esperas gran cosa de una película y ésta consigue sorprenderte y te pega un puñetazo en el estomago como lo hizo Ghostland, la experiencia se transforma en algo grandioso.
La película nos presenta a una madre que se traslada con sus dos hijas al casoplón que ha heredado de su tía y la primera noche que pasan allí, son asaltadas por unos maníacos, lo que marcará sus vidas para siempre. Dieciséis años después, una de las niñas se ha convertido en una prestigiosa escritora de terror y tras recibir la alarmante llamada de su hermana, se verá obligada a volver a la casa y la pesadilla comenzará de nuevo.
Si os gustan tanto como a mi los Home Invasion, Ghostland es vuestra película. Ambientada en una casa victoriana, en la que no sabes lo que se oculta detrás de cada puerta o cada esquina, unos psicópatas despiadados que bien podían pertenecer a la familia Firefly o a la de Leatherface y el estudio psicológico de estas niñas tras sufrir un trauma terrible, hacen de esta película una experiencia única y visceral. Y eso, por no hablar de la vuelta de tuerca que se saca Pascal Laugier de la manga en determinado momento y que para mi fue el mejor torcimiento de culo del año.
Todo en Ghostland es angustioso, asfixiante y descorazonador, en definitiva, terror con mayúsculas. En cierta manera, Laugier ha vuelto a recuperar la esencia del Extremismo Francés que le dio la fama en 2008 con Martyrs, así que espero que siga por esta senda y que no tengamos que esperar otros 10 año más para verle brillar.
1. ONE CUT OF THE DEAD
Y sí queridos Horror Lovers, esta pequeña película japonesa fue la que me robó el corazón y la que más disfruté el pasado año. One Cut of the Dead no cuenta con los mejores efectos especiales, ni con actuaciones de Oscar, pero demuestra un amor por el cine y, sobretodo, por los que están detrás de las cámaras y hacen posible, lo imposible porque una película llegue a su fin, que sólo podía estar en lo mal alto de mi año cinéfilo.
Los asiáticos vienen pisando fuerte en los últimos años, en lo que a cine zombi se refiere y si hace un par de años los coreanos volvieron a reinventar el género con la grandiosa Train To Busan (2016), este año le ha tocado a los Japoneses demostrarnos que puede haber una comedia zombi que tambaleé la hegemonía que hasta ahora ostentaba Shaun of the Dead (2004). ¿Qué os parece a vosotros?
En esta ocasión, tenemos a un equipo de cine que se dispone a grabar un mediometraje de serie B en directo, con muertos vivientes, cuando estalla una autentica apocalipsis zombi en pleno set de rodaje. Os advierto, que debéis superar esos primeros 10 minutos de película en los que os parecerá estar viendo un truño muy grande, porque tras ellos, lo que os espera es pura magia del cine y sobretodo de la edición. Una película que funciona como un gran puzle y en el que todas las piezas encajan al final con la precisión de un reloj suizo y será entonces, cuando nosotros como espectadores, nos demos cuesta del trabajo épico de guionistas y de editores y caigamos rendidos a sus pies.
Además de tener un guión muy trabajado y elaborado, los elementos de comedia no se quedan atrás y nos brindan algunas de las escenas más absurdas y terriblemente divertidas de todo el 2018. Para el recuerdo quedarán esas técnicas de auto defensa que le enseña una de las protagonistas a sus compañeros o el zombi borracho.
One Cut of the Dead es mi justa ganadora en este 2018 porque nos ha regalado una comedia zombi como nunca antes la habíamos visto, en la que me reído a carcajadas y he disfrutado a lo grande en esa Maratón de las 12 Horas de Molins. Ya lo he dicho muchas veces, pero a las pruebas me remito, todos los años que asisto a la Maratón de Molins, al menos dos de sus propuestas alcanzan los puestos más altos de mi TOP de año. Así que ya sabéis dónde tenéis que ir este 2019 para ver buen cine de terror, jejeje.
Y, ahora os dejo, con algunas de esas películas que también disfruté a lo grande durante el año pasado, pero que no han podido entrar en el TOP 10. No se si el 2018 fue también el año del cine de terror, pero creo que este género está empezando a recuperar la importancia adquirida en los años 60 y 70, donde tanto las grandes productoras, como directores y actores importantes empiezan a interesarse por el cine de género y a realizar películas que ya aspiran a grandes premios de la industria.
MENCIÓN ESPECIAL 2018:
- CAM
- THE RITUAL
- ENDLESS
- THELMA