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lunes, 30 de abril de 2018
TRUÑOS VARIOS: THE EVIL IN US (2016) Y THE HILLS HAVE EYES 2 (2007)
Después de un par de años sin traeros críticas de truños cinéfilos, vuelvo a la carga con ello porque creo que es igual de importante descubriros películas que merecen mucho la pena, como advertiros de aquellas de las que debéis huir muy fuerte. La mayor parte de las veces, estas películas se quedaban fuera del blog porque no me apetecía alargar mi tormento escribiendo sobre ellas. Sin embargo, teniendo en cuenta que con este formato os hablo de un par de títulos y de forma breve, creo que podré superarlo y cumplir con esta gran labor social para mis queridos horror lovers, jejeje.
THE EVIL IN US (2016)
Mi incursión en Dark, el canal 100% de terror del que disfruto desde hace unas pocas semanas, no está siendo de lo más acertado. Mi primera elección fue la australiana Visitors (2003) y ni me voy a molestar en reseñarla porque no sólo no me gustó, si no que de terror anda un tanto justita. Así que voy a focalizar todos mis esfuerzos en hablaros sobre The Evil in Us (2016), mi nefasta segunda opción. No penséis ahora que he perdido totalmente mi criterio a la hora de elegir películas, sino que Dark tiene una programación semanal y éstas son las que han coincido con mis limitados horarios. Desde luego, la suerte no está conmigo en estos momentos, así que no me aventuraré en ningún juego de azar durante una temporada, jejeje.
Después de unos créditos de presentación muy sugerentes, en los que aparece una mujer contoneándose en una bañera llena de sangre, Evil in us arranca con una escena bastante impactante en la que la policía descubre los cuerpos mutilados y roídos de varias chicas, entre las que hay una única superviviente terriblemente herida. Mientras tanto, un grupo de amigos se dirige a una isla para celebrar el 4 de Julio, en una cabaña aislada de la civilización y montarse la típica fiesta de alcohol, drogas y sexo. El problema surge cuando la droga empieza a provocarles alucinaciones y paranoias, hasta convertirlos en caníbales asesinos de ojos inyectado en sangre, con el único deseo de matar y devorar. Como tercera línea argumental, tenemos los experimentos con drogas que se están realizando en un laboratorio.
Para empezar, una de las cosas que más me molestó de esta película fue su fuerte mensaje aleccionador en contra de las drogas: los que consumen, se convierten en seres rabiosos que despedazan a todo con lo que se cruza y la heroína angelical que se ha mantenido pura, no sufre trastorno alguno. No es que esté a favor de las drogas, ni muchísimo menos, pero desprendía ese tufillo ochentero de enseñanza para "lerdos", en la que todo se explicaba de manera exagerada, hasta caer en el absurdo. Me recordó mucho al vídeo que nos compartió hace unas semanas Horror Losers, de los Dibujos animados al rescate (1990). Pero, aunque la imagen de la droga convirtiendo a los adolescentes en caníbales rabiosos, parece otra idea absurda de la enésima película de infectados, lo cierto es que The Evil in us se inspira ligeramente en el ataque caníbal que tuvo lugar en Miami en 2012, como consecuencia de la supuesta ingesta de una nueva droga.
Volviendo a la película, os diré que las actuaciones me resultaron bastante malas y nada creíbles, a excepción de la protagonista y poco más. La caracterización de los caníbales se limita a unos ojos rojos y expresiones agresivas como de perros rabiosos o algo parecido porque daba la sensación que los actores no tenían muy claro qué hacer salvo gruñir y abalanzarse unos sobre otros. La verdad es que hubiese sido de gran ayuda algún elemento como contorsiones o maquillajes más currados para suplir la falta de credibilidad que le otorgaban los actores a sus personajes. Y eso, por no hablar de las sobre actuaciones de todos los actores que intervienen en la trama del laboratorio, que de verdad, eso no había por dónde cogerlo.
El cuanto al ritmo, tenemos la típica primera parte de presentación de personajes que aquí se hace excesivamente larga, ya que toda la acción se concentra en la segunda mitad, con movimientos frenéticos de cámara y caníbales saltando de un lado a otro de la pantalla. Recuerdo grandes dosis de sangre, pero ningún asesinato memorable, a excepción de un carbonizado que debió concentrar todos los esfuerzos de maquillaje.
Las buenas intenciones de los guionistas por crear una película de infectados con tintes socio-políticos, se queda en un batiburrillo de ideas que no conducen a ningún sitio y termina convirtiendo la experiencia en un tostón importante. Evidentemente, no os recomiendo para nada The Evil in us porque ya habéis visto decenas de películas de infectados en cabañas o espacios reducidos con mejores resultados: Cabin Fever (2002), REC (2007), Splinter (2008), Evil Dead (2013) y será mejor que las revisitéis, antes que intentarlo con ésta.
THE HILLS HAVE EYES 2 (2007)
Cuando no has oído hablar mucho sobre la secuela de una película de culto y cuyo remake es considerado uno de los mejores en lo que a cine de terror se refiere, la cosa no pinta muy bien, jejeje. Pero en ese momento, no le presté la suficiente atención a ese pequeño pero importantísimo detalle porque estaba entusiasmada buceando por el catálogo de cine de Terror de Movistar, cuando la encontré y me dije: ¿por qué no he visto yo esta secuela con lo que me gustó el remake de Aja de 2006? Así que me lancé a verla y ...¡¡¡error!!!
En esta ocasión, tenemos un grupo de soldados de la Guardia Nacional que hacen un alto en el camino, para entregar un material en un campamento de científicos en Nuevo México. Una vez allí, se percatan de que el campamento ha sido arrasado y deciden inspeccionar la zona para averiguar qué les ha pasado a los científicos desaparecidos (una premisa inicial muy parecida a la de la semana pasada con Nine Miles Down (2009), ¿verdad?). Lo que no saben, es que ésta es la zona en la que la familia Carter (las víctimas de la primera parte ) fueron atacadas por una clan de mutantes caníbales y ahora ellos son sus nuevas presas.
Aunque la premisa de la película es prometedora y tenían suficiente material para haber creado una secuela digna y en la línea del salvajismo con el que nos deleitó Aja, lo cierto es que tanto el guión escrito por Wes Craven, creador de la película original de 1977, y su hijo Jonathan Craven, como la dirección de Martin Weisz, dejan bastante que desear. También hay que decir que la cinta original de Craven no es que sea una buena, por no decir que a mí me resultó tremendamente aburrida en varios momentos. Por esa misma razón y sobre todo después de ver lo que había conseguido Aja y que aquí con más desacierto que otra cosa, se intenta imitar, estaban en posición de crear un producto que consolidase una futura franquicia. Pero, el resultado no pudo ser más desastroso.
En primer lugar, los que esperasen encontrar una película de acción/terror al más puro estilo de Predator (1987) o Dog Soldiers (2002) se van a dar de bruces contra una pared de hormigón, como hice yo. Aquí lo que tenemos son unos militares que más bien parecen un grupo de boys scouts, asustadizos y torpes, que no tiene ni idea de como enfrentarse a unos enemigo más fuertes, pero a los que superan en número. Los diálogos entre ellos son patéticos, lo que termina provocando que nosotros como espectadores tengamos más ganas de acabar con su vida, que los propios mutantes. Así que, en definitiva, para la único que nos sirven estos militares de pacotilla, es para proporcionarnos un buen numero de víctimas que serán eliminadas una tras otra, de maneras más o menos creativas.
Al igual que en las dos películas anteriores, no se escatima en casquería y gore, pero de una manera menos efectiva. Es decir, no me ha generado en mí ese poso de salvajismo y brutalidad que sí se me quedó con la cinta de 2006. Lo que no hay que desmerecer es la caracterización de los mutantes, que están representados en la misma línea de deformidades y atapuerquismo que sus antecesoras, aunque aquí tienen un ligero componente sobrenatural, al parecer casi invencibles. Hay alguna escena impactante como la inicial o la de la violación, más explicita que en la de Aja, pero por lo demás, no es nada más que una sucesión de amputaciones y muertes insustanciales.
Aunque el bueno de Craven quería incorporar en esta secuela un componente claustrofóbico, introduciendo a los protagonistas y mutantes en la intricada red de túneles de las montañas, al más puro estilo de The Descent (2005), lo cierto es que ni se acerca. The Hills Have Eyes 2 es una película aburrida e irrelevante que no merece la pena visionar, ni aunque sea por puro completismo. En serio, borrar de vuestra memoria su existencia y os aseguro que no perderéis inútilmente una hora y media de vuestra vida.
martes, 20 de febrero de 2018
DANS MA PEAU (2002)
En Dans ma Peu, tambien escrita, dirigida y protagonizada por Marina de Van, conocemos a Esther, una mujer en su treintena, ambiciosa, con ganas de escalar en su trabajo y de formalizar la relación con su pareja. Tras sufrir un accidente que le desfigura la pierna, Esther encontrará un extraño placer en la automutilación que automáticamente deriva en el auto canibalismo y una absoluta fascinación por la carne muerta. Un argumento de lo más cotidiano, ¿no os parece? jajaja.
En esta perturbadora película, en la que ya os adelanto que había escenas de apretar los dientes y otras de retirar la mirada, aunque más por lo que se insinua, que por lo que se enseña, seremos testigos de la psicosis de Esther y cómo la gente que le rodea se enfrenta a su problema. En primer lugar, nuestra protagonista, cuyo rostro ya me perturbaba por su notable parecido con Béatrice Dalle, la inquientante antagonista de À l'intériur (2007), sufre un accidente mientras pasea a oscuras por el patio en el que se celebra una fiesta de trabajo. Tarda en darse cuenta de su herida, que para nada es superficial y en vez de acudir rapidamente al hospital, se va con sus amigos a tomar algo y no es hasta más tarde, cuando acude a una clínica. Aquí nos escontramos con el primer personaje secundario, el doctor, al que le va a parecer muy extraño el comportamiento de Esther y su decisión de no someterse a cirugia estética para ocultar la fea cicatriz que se le va a quedar.
Desde el primer momento, nos presentan a Esther como una mujer insegura, que al mismo tiempo quiere escalar en su trabajo y se siente halagada cuando alguien valora sus méritos. La relación con su pareja, Vincent, interpretado por Laurent Lucas, al que vimos recientemente en Raw (2017), pero que yo siempre recordaré por Calvaire (2004), la más cruel representación del terror rural, es un tanto extraña. Ambos están en la treintena avanzada y todavía no viven juntos pero, además, Vincent se comporta de una manera un tanto controladora y psicótica cuando descubre que su novia se autolesiona. Todo esto contribuye a que Esther vea en sus mutilaciones una via de escape y placer a todos los elementos que la anfixian en su vida cotidiana. A partir de ese momento, será cuando comience a triunfar en su trabajo, hasta que todo se vaya de madre y su patología se vuelva tan insotenible que empiece a tener alucionaciones, hasta el punto de desdibujar los límites entre fantasia y realidad.
Entre los aspectos que destacaría, sería la brillante actuación de Marina de Van que trasmite a la perfeccion la inseguridad y fragilidad de su personaje, así como la fascinación y adicción por su propia carne que se convierte en toda una adicción para ella, de la que no puede, ni quiere escapar. De Van consigue que sintamos en nuestar propia carne, cada uno de sus cortes y mordiscos. Los secundarios sirven para dar unas pocas pinceladas de este mundo de depredadores que asfixia a Esther: un novio controlador, un jefe excesivamente exigente y una supuesta amiga muy competitiva. En lo que a mi respecta, los secundarios están bastante desaprovechados y su tramas hubiesen enriquecido el resultado final.
Lo cierto es que la premisa de Dans ma Peau era muy interesante, pero hay tramos que resultan pesados por la insistencia de dar vueltas a las mismas cosas una y otra vez. Las escenas en las que la protagonista empieza a comerse su propio cuerpo, están excesivamente alargadas y terminan conviertiendo lo más interesante de la historia, en un camino sumamente tedioso. Dans ma Peau es un interpretación contemplativa y artística del canibalismo, en la que se le da más importacia a la forma que al contenido. Dejo a vuestra libre elección, el que queráis verla o no porque a mi me ha dejado bastante fria, pero os diría que la enfocárais como un preludio de Raw, mucho más pausado, pero igualmente perturbador.
viernes, 29 de diciembre de 2017
LAS MEJORES PELICULAS DE TERROR DEL 2017
Ha llegado ese momento crucial para todo cinéfilo, seriéfilo o lector, en el que tiene que poner en el asador todo lo que ha visto o leído durante todo el año y elaborar esas ansiadas listas con lo mejor y lo peor de los últimos 365 días.
Según apuntaba el New York Times en su especial de hace tan sólo unas semanas que os dejo aquí, el 2017 ha sido el año del cine de terror y lo celebraba con una serie de cortos de lo más inquietantes, protagonizados por los actores del año. Estoy totalmente de acuerdo con esta afirmación, a pesar de que me ha costado bastante elaborar esta lista y he considerado que sólo 9 películas merecían estar en mi selección anual. No creo que este 2017 hayamos tenido cientos de buenas películas de género, pero sí que se ha producido un viraje de las grandes producciones, directores y actores hacia el cine de terror. Películas como Get Out, A cure for Wellness, IT o Happy Death Day han elevado la calidad de un cine que hasta ahora había estado relegado a un segundo plano y que empieza a dar sus primeros pasos hacia la importancia que tenía en los años 70 y 80. Es posible que este cambio hacia el terror cinematográfico, refleje un periodo político y social marcado por atentados, terroristas y un creciente auge del nazismo y las posturas más radicales y discriminatorias. Tanto en así, que el primer spin off de la saga de X-Men, The New Mutants (2018), se alejará de su tradicional tono de aventuras y acción, para abrazar el terror más perturbador.
Así que esperemos que en el 2018, el cine de terror siga creciendo y las grandes productores se rindan a sus encantos. Por el momento, la cosa no pinta nada mal con la segunda parte de IT, A quiet place o Annihilation, todas ellas con grandes actores y presupuestos más que decentes. Pero vamos a dejar de hablar del futuro y centrémonos en lo mejor que hemos tenido este año en el cine de terror. ¡¡¡¡¡ EMPEZAMOS!!!!
9. IT STAINS THE SANDS RED
Este año los zombis también tiene su puesto en la lista, aunque no en una posición tan elevada como el año pasado con Train to Busan (2016). En esta ocasión, estamos ante un producto más minimalista que las hordas de zombis surcoreanas, pero no por ello deja de ser una propuesta igualmente refrescante y entretenida, en un subgénero que lejos de estar agotado, está demostrando ser una fuente inagotables de ideas.
Como suele ser habitual, una apocalipsis zombi estalla en los EEUU y los supervivientes pretender huir hacia zonas seguras. Este es el caso de Molly, una stripper de Las Vegas que en su huida a México, sufre un percance con su coche y se queda tirada en medio del desierto con un zombi que la persigue incansablemente. Aunque el no-muerto es del tipo lento y Molly, a un paso normal, puede sacarle cierta ventaja, lo cierto es que éste no necesita descansar, ni comer, ni le afectan las duras temperaturas del desierto, lo que le acaba convirtiendo en un cazador infalible.
Colin Minihan y Stuart Ortiz responsables de esta película y a los que recordaremos por Grave Encounters (2011) y Extreterrestial (2014), nos proporcionan en esta ocasión, un gran equilibrio entre el terror y un humor negro de lo mas efectivo. El drama que se nos va perfilando mediante flasbacks que salpican toda la película y que finalmente estalla en el último acto, es posiblemente lo menos interesante de toda la trama, pero constituye un final perfecto para nuestra inesperada heroína.
El aspecto más curioso de esta cinta es que durante la mayor parte del metraje sólo tenemos a dos protagonistas: una moribunda muerta de sed por el desierto y un zombi que no pronuncia una sola palabra. En ningún momento caemos en el aburrimiento de seguir a Molly por este calvario que termina transformándola en una persona totalmente nueva porque no nos engañemos, ninguno de los personajes que aparecen en la trama son buenas personas, si acaso, el único sería nuestro amigo el zombi que no ha tenido elección.
Aunque no es perfecta, It stains de sands red se posiciona como una de las mejores películas de zombis de este 2017. Además, tendréis que verla para averiguar por qué se mancha la arena de rojo, algo que posiblemente no os esperéis, pero que si lo pensáis fríamente es una forma muy innovadora e igualmente efectiva de dar esquinazo a un zombi, ¿no os parece? Jejeje.
8. KILLING GROUND
Ya os comenté a mediados de año que mi lista con el TOP de 2017, iba a tener un cierto regusto australiano y así ha sido. El cine de género australiano, es como esa bestia dormida que no ha gozado de ningún movimiento de gran repercusión como lo hizo el cine de terror Francés, allá por la década del 2000, ni tampoco suele gozar de una distribución internacional. A pesar de todo esto, todos los años suelen deleitarnos con un puñado de películas superiores a la media y que se caracterizaran por una crudeza y violencia extrema, así como por una total ausencia de tabúes.
Una vez hechas las oportunas presentaciones, Killing Ground se configura como uno de los mejores survivals de año del tipo: asesinos campestres. La película nos presenta a una joven pareja que se va de acampada a un paraje idílico para celebrar el fin de año. Allí encuentran otra tienda de campaña, que parece estar deshabitada, a pesar de que ha sido instalada recientemente. A medida que van pasando las horas y los propietarios no aparecen, empezarán a descubrir una serie de indicios que les conducirán a una terrible pesadilla, pero esta vez, ellos serán los protagonistas.
Lo interesante de Killing Ground es que está construida en dos planos temporales: uno en el pasado, en el que vemos el terrible destino de la familia propietaria de la tienda y otro en el presente, en el que esta joven pareja se ha metido en la boca del lobo sin saberlo. La violencia y la crudeza de la historia es tan desgarradora que te hace perder la fe en la raza humana, si es que en algún momento puede considerarse seres humanos a este par de ex convictos a los que le da igual cazar a un ciervo que a una familia.
El ritmo de la película va in crescendo, desde una lenta presentación de personajes que ayuda a que el espectador empatice con ellos, hasta la frenética persecución por el bosque intentando sobrevivir. Será aquí dónde obtengamos algunas de las escenas más perturbadoras de toda la película como la de lata de cerveza o el bebé, así como la evidencia de que algunas personas no han nacido para ser héroes.
Killing Ground es uno de esos survivals en los que, aunque tienes muy claro lo que va a pasar en todo momento porque sigue el patrón: asesinos-bosque-caza humana, lo interesante es la creciente tensión que se va produciendo en el espectador y la crudeza de una violencia que en todo momento recuerda a la que vivimos en uno de los grandes survivals rurales de todos lo tiempos, Eden Lake (2008).
7. RAW
No me podía olvidar de una de la grandes películas que nos llegó a primeros de año y de la que se dijo, como en su momento de Martyrs (2008), que en sus exhibiciónes en festivales, la gente se desmayaba o salía vomitando de la sala, debido a la crudeza de las imágenes. Seguramente todas estas informaciones serían consecuencia de una brillante campaña de marketing porque la cinta no es tan impactante, pero sí que resulta muy atractivo este despertar de la pubertad desde una vertiente canibalesca.
Esta co-producción franco-belga nos presenta a una estudiante vegetariana que al llegar a la universidad y sufrir una novatada de tintes carnívoros, desarrollará una extraña predilección por la carne, a medida que sus instintos primarios empiezan a aflorar.
Raw nos habla de la dura adaptación de Justine, una joven criada bajo una estricta educación y unas férreas normas vegetarianas, al mundo de desenfreno y violencia de la universidad, lo que provocará su perdida de la inocencia y el despertar de su rebeldía. Aunque en su momento se la comparó con Ginger Snaps (2000), creo que ambas tienen notables diferencias, a pesar de que las dos relacionan la adolescencia con un elemento propio del cine de terror. En la película canadiense, lo que se vinculaba a la licantropía, eran los cambios físicos y psicológicos característicos de la juventud, mientras que en Raw es el despertar del apetito sexual, lo que está intrínsecamente relacionado con el apetito carnívoro desmedido de la protagonista.
Tanto la interpretación de Garance Marillier como Justine y de su hermana mayor, Alexia, a la que da vida Ella Rumpf, son impresionantes. La relación de amor-odio entre ambas traspasa la pantalla y, a pesar de que Alexia ya está en la universidad y debería ayudar a su hermana en estos primeros momentos, focaliza todas las envidias que tiene hacia ella y le hace este camino mucho más complicado.
A medida que avanza la película, iremos adentrándonos en una vorágine de descontrol, sangre y surrealismo en la que no sabremos diferenciar muy bien si lo que estamos presenciando forma parte de la imaginación de la joven o verdaderamente está ocurriendo tal atrocidad. Las escenas de canibalismo son muy efectivas, sin caer nunca en nada desagradable que provoque el vómito, aunque como siempre digo, todo eso depende del nivel de sugestión del espectador.
Raw no es una película de canivales al uso, al estilo de Cannibal Holocaust (1980) en la que lo que prima es el gore y lo macabro, sino que aquí la importancia reside en el componente psicológico y en el tono enfermizo de la historia. Una propuesta diferente y provocativa que bien merece un par de visionados para descifrar las múltiples lecturas que esconde esta trama. Y recordando el programa de Resonator (1986) y Society (1989) de mis amigos de Aguas Turbias, Raw sería otra perfecta candidata de la nueva carne sin Cronenberg porque ingredientes no le faltan.
6. HOUNDS OF LOVE
La segunda producción australiana que se cuela en lista, comparte con la anterior la crudeza de una historia perturbadora y unos psicópatas totalmente despiadados que podrían ser perfectamente reales. Sin embargo, esta vez no viviremos el terror al aire libre mediante una caza humana por el bosque, sino que éste tendrá lugar entre las cuatro paredes en las que una pareja de desequilibrados, ha dejado encerrada a su secuestrada.
Ambientada en los años ochenta, este thiller psicológico nos lleva hasta un suburbio de Perth, en el que se han producido unos cuantas desapariciones de adolescentes. Vicki Malone es la última secuestrada por esta pareja de depredadores, que tendrá que hacer uso de toda su astucia para intentar hallar un resquicio que consiga destruir la relación de sus captores.
Aunque estamos ante una cinta de secuestros, violaciones y asesinatos que bien podría pertenecer a un episodio de Criminal Minds (2005 - ), la primera película de Ben Young, no ahonda en lo macabro o en el gore de estos actos, sino que posiciona su interés hacia el aspecto psicológico de todos los personajes: la enfermiza y psicótica relación de esta pareja que secuestra y mata a jóvenes y la terrorífica situación de Vicky que no sabe si alguno de sus intentos por escapar, va a provocar su asesinato. Una situación realmente tensa que asquea y perturba al espectador que, a pesar de estar presenciando una ficción, tiene un regusto a real que la hace casi insoportable.
Hounds of love funciona en gran medida a las excelentes actuaciones de sus tres protagonistas y lo bien construidos que están sus personajes. Stephen Curry y Emma Booth consiguen hacer bastante creíble a esta pareja de perturbados, para los que el secuestro y el asesinato es una especie de terapia conyugal. En el papel de esta joven víctima que tiene que ser más inteligente que sus propios captores, tenemos a Ashleigh Cummings, en un personaje que, a pesar de tirarse la mayor parte del tiempo atada a una cama, como la protagonista de la siguiente película, consigue crear un personaje lo suficientemente rico e interesante como para que nos mantenga en vilo con cada una de sus decisiones.
El éxito de esta película no sólo reside en una producción excelente, una gran fotografía y ese granulo característico de las películas setenteras que tan bien nos transporta a otra época, sino que su verdadera fuerza está en el terror tan real que nos plantea. Un thriller perturbador que va adentrándose poco a poco en nuestra mente y que nos lleva a investigar los terribles sucesos que inspiraron esta historia porque sí, esto es ficción, pero como siempre, la realidad lo supera todo.
5. THE GERALD'S GAME
Una de las mayores sorpresas del año, nos llegó con la menos mediática de las adaptaciones de las novelas de Stephen King, el autor que en este 2017 ha estado más de moda que nunca. Aunque yo todavía no me he leído la novela, me resultó totalmente sorprendente como una historia tan sencilla y que se desarrolla en un espacio tan reducido, con tan pocos personajes, logra mantenerte en vilo durante hora y media de metraje.
Siempre digo que Mike Flanangan nunca decepciona, pero con Gerald's Game estamos ante su mejor trabajo hasta la fecha. La película nos cuenta como una matrimonio intenta darle nuevos bríos a su monótona vida sexual, escapándose a una remota cabaña en medio de la nada, dónde el marido pretende un juego de sometimiento con su mujer. Sin embargo, la cosa se tuerce cuando el hombre sufre un infarto, dejando a su mujer esposada a la cama, en uno de los cautiverios mas peculiares de la historia.
El desdoblamiento de la psique de la protagonista nos muestra lo terrible y absurda de su situación que puede conducirla hasta la muerte, así como las alucinaciones propias de la falta de alimento y agua. Al mismo tiempo, todo esto se va intercalando con flasbacks de un terrible suceso ocurrido en su infancia y que la han convertido en la mujer sometida que es hoy en día. Su lucha contra estos recuerdos, la harán conocerse mejor como persona y luchar contra los fantasmas que intentan retenerla en la cama.
Sin duda, Gerald's Game es una de las propuestas más interesantes de este año, así como la excelente interpretación de Carla Gugino que nos muestra la evolución de su personaje, desde su total anulación como persona, hasta la lucha por su supervivencia y la superación de un trauma infantil que te pondrá los pelos de punta.
4. GET OUT
Pocas veces ocurre, pero la expectación que creó en la primera parte del año, la ópera prima del cómico Jordan Peele, estuvo a la altura de las circunstancias. Una crítica social, con claros tintes de terror, sobre las tensiones raciales todavía tan persistentes en los EEUU.
Todo empieza cuando Chris, un joven fotógrafo afroamericano, visita a la familia de su novia blanca en su adinerada casa de campo. Chris está agobiado porque su novia no ha considerado conveniente comentarle a sus padres que es negro, pero una vez allí, todos parecen muy complacientes y excesivamente atentos con él. A medida que van pasando las horas, nuestro protagonista se irá dando cuenta de pequeños detalles y personas que parecen no comportarse con normalidad y quizás, para cuando se de cuenta de lo que verdaderamente está pasando en esa bonita casa de campo, sea demasiado tarde para él.
Para mi esta película es una mezcla entre Guess who's coming to dinner (1967) y Rosemary's Baby (1968). En el caso de la primera, por la pareja interracial que se enfrenta a las suspicacias de la familia de la chica y en el caso de la cinta de Polansky, por esa sensación malrrollera del protagonista de que algo perverso esté ocurriendo delante de sus narices y el resto no parece darse cuenta.
Uno de los puntos fuerte de Get Out es que consigue hacer inquietante y perturbadora una situación tan normal como la de una visita a los suegros, aunque haya personas para las que esto puede ser toda una pesadilla, jejeje. Las apariencias engañan, pero nunca lo habían hecho de tal forma y si pensamos que el problema racial ya ha sido erradicado es que somos unos ingenuos. El verdadero peligro no está en los que muestran sus ideas racistas en público, si no en esa multitud que ha reprimido esos sentimientos en lo más profundo de su corazón y un día pueden revelarse y estallar del modo más perverso. Y, como dije tras ver la que para mi ha sido la mejor serie del año, Housemaid's Tale (2017), por muy difícil que nos parezca, si nuestra sociedad pretende seguir el camino de odio y discriminación de los últimos tiempos, los hechos que se relatan en estas dos producciones están más cerca de lo que imaginamos, por muy crudo que nos parezca.
Get Out es uno de esos thriller psicológicos en los que el espectador asume el papel del protagonista y, como él, permanece inquieto durante la primera mitad de la película, sin saber lo que está pasando exactamente y sin imaginar hacia dónde le conducirá esta pesadilla. Una cinta perfectamente apta para aquellas personas que no sean amantes del terror, pero no tanto para aquellos que no puedan pasar 103 minutos de angustia, nerviosismo y tensión.
3. IT
Aquí tenemos la gran superproducción que todos temíamos, esa nueva versión de la obra de culto de Stephen King y que para sorpresa de muchos se convirtió en un producto incluso superior a la famosa miniserie de los 90.
La historia del grupo de niños que se enfrentan a una fuerza malévola en forma de payaso en el infecto pueblo de Derry, ha sufrido varios cambios en la adaptación del argentino, Andrés Muschietti, que le han sentado bastante bien. En esta ocasión, las dos historias paralelas que suceden en el libro, la de la juventud del grupo de niños y la de su madurez, se han separado y en esta primera parte de la película, sólo se ha desarrollado el primer enfrentamiento de los chavales con el payaso. Además, entiendo que debido al auge de la estética ochentera en el cine y la televisión de los últimos años, se decidió cambiar a esta época la trama de los niños que originalmente se desarrollaba en los años cincuenta.
La versión de Muschietti es mucho más aterradora y esa impactante escena inicial de Georgie y su barquito de papel, ya nos señala el terror sobrenatural que va a imperar en la película: siniestros caserones, zombis leprosos, cuadros que cobran vida y como no, un perturbador payaso, esta vez interpretado por Bill Skarsgard que más que inquietar, produce autentico pavor. Pero tampoco hay que olvidar el terror y las oscuridad que se ha apoderado de la ciudad de Derry y que en esta película se plasma muy bien en la actitud de esos adultos que miran hacia otro lado, cuando son testigos de una agresión.
Independientemente de los efectos especiales que en esta película consiguen reproducir autenticas maravillas pesadillescas, la verdadera magia de IT reside en su casting y en la gran química que existe entre todos los niños. Ya se hacen cábalas para averiguar quién dará vida a estos chavales en su versión adulta y si podrán estar a la altura de unas interpretaciones que han dejado el listón muy alto.
2. THE VOID
Por el momento, mis conocimientos sobre la obra de H. P. Lovecraft y el terror cósmico son bastante limitados, aunque con mi reciente descubrimiento del podcast de Noviembre Nocturno, esto va a cambiar radicalmente en el 2018. Con esto quiero decir que, aunque esta película parece basarse en algunos aspectos de esa mitología, es igualmente disfrutable por todos aquellos que no la conocemos.
En The Void, un policía lleva a un hospital falto de personal, a un herido que se ha encontrado en medio de la carreta. Hasta aquí todo bastante sencillo, ¿verdad? Pues en este semi-abandonado hospital, nuestros protagonistas tendrán que hacer frente a unos cuantos problemas: Un inquietante grupo de personas que parecen pertenecer a alguna secta y que les impiden salir del edificio, el agresivo y extraño comportamiento de alguno de los pacientes, una peculiar pareja de supervivientes que consiguen entrar en el hospital, armados hasta los dientes y.... monstruos de otra dimensión.
Esa tensión y desasosiego que produce el enfrentarse a una película con tantos frentes abiertos que no sabes por cuál se va a decantar el guionista y que te tiene en vilo todo el rato, es exactamente lo que me produjo de The Void. Una experiencia increíble para cualquier horror lover, que podrá experimentar como aquí se aúnan varios aspectos de las películas de Carpenter: las suspicacias y desconfianza de los personajes de The Thing (1982), así como sus monstruos amorfos y el aislamiento en un lugar medio abandonado que se acaba convirtiendo en el epicentro del mal y la violencia como el de Assault on Precinct 13 (1976). Aunque las referencias principales de la película se encuentran en la obra de Carpenter, lo cierto es que hay otras tantas: Fulci, Cronenberg, Stuart Gordon que configuran un enorme pastiche de influencias ochenteras que funcionan a la perfección.
A pesar de ser una película financiada a través de crowfunding y contar con unos medios limitados, posee uno de los efectos especiales y de maquillaje artesanales más impactantes de lo últimos años. Una gozada poder disfrutar de un producto que parece estar sacado directamente del los años 80 y no una producción actual que intenta imitarlos. No me extraña que tras su fulgurante carrera por los festivales de medio mundo el año pasado, terminase ganándose el corazón de los espectadores y este 2017 consiguiese la distribución, aunque limitada, para ser proyectada en las salas de cine.
1. VERONICA
¿Quien me iba a decir a mi cuando comenzó el año que la película de terror que más me iba a entusiasmar fuera española? Ese cine de género patrio que en contadas ocasiones nos deleita con grandes producciones del fantástico o del terror y no por falta de ideas o buenos guiones, sino por la desconfianza de las productoras españolas que todavía no parecen haberse dado cuenta que el futuro del mercado cinematográfico está en el terror.
Verónica es una película de terror sobrenatural, con posesiones y presencias demoníacas que no intenta copiar las características de otros productos similares que han tenido gran éxito los últimos años, como la saga The Conjuring. En esta ocasión, Paco Plaza, creador de la saga REC junto a Jaume Balageró, toma como referencia el único caso oficialmente registrado por la policía de actividad paranormal y que tuvo lugar en Vallecas en el año 1992.
La película nos pone en la piel de Verónica, una joven de 15 años que está al cuidado de sus tres hermanos pequeños y que el día de un eclipse lunar, accede a jugar a la ouija con sus amigas porque siente que se esta separando de ellas por su fuerte carga de obligaciones. Como no podía ser de otra manera, las chicas acaban invocando a un ser maligno que pondrá en peligro a toda su familia y es que, de lo que no te despides, se queda contigo...
La película refleja a la perfección lo dura que es la vida de Verónica, una joven que está totalmente desbordada por su función como madre, ya que la suya, una rescatada Ana Torrent, está la mayor parte del tiempo ausente por su trabajo. Los miedos propios de la infancia, las locuras que hacemos por seguir perteneciendo al grupo de amigos y la ouija que tan de moda estaba por aquella época, convierten a Verónica en un producto castizo, pero con una personalidad arrolladora, de la que no tardarán en surgir copias.
La ambientación de la película en un barrio obrero de los 90 esta cuidada hasta el más mínimo detalle y la escena inicial en la que suena Maldito Duende de los Héroes del Silencio consiguió ponerme la piel de gallina. Los efectos especiales, aunque pocos, están utilizados con tal delicadeza y precisión que se integran perfectamente en una película que va de menos a más en intensidad y tensión.
Me resulta increíble hasta mí, el haber elegido como gran película de año una cinta de claros tintes paranormales porque como sabéis no es algo en lo que yo crea y, por lo tanto, me cuesta mucho más entrar en este tipo de temáticas. Pero en el caso de Verónica, me metí tanto en una historia que parece tan creíble, no se si porque los episodios sobrenaturales se van produciendo de manera paulatina, casi sin darte cuenta o porque los personajes que experimentan esta pesadilla y todo lo que se mueve a su alrededor, están ambientados en una época en la que yo viví mi juventud y por eso me es mucho más familiar y reconocible, que unos demónologos luchando contra portegeist.
Así que en resumidas cuentas, si Veronica consiguió acojonarme y mantenerme pegadita a la butaca, estoy segura que será muy disfrutable para todos vosotros y que mejor oportunidad que ahora, que la tenemos en Netflix para poder disfrutarla en bucle.
Menciones especiales: 1902, THE BABYSITTER, HAPPY DEATH DAY, MOM AND DAD, THE CURE FOR WELLNESS, SPLIT, THE BELKO EXPERIMENT, TRAGEDY GIRLS, REVENGE.
Truños: TONIGHT SHE COMES, OPEN WATER 3: CAGE DIVE, WISH UPON, WORRY DOLLS, LAKE BODOM, IT COMES AT NIGHT, LEATHERFACE, LES AFFAMÉS.
Y, hasta aquí ha llegado el resumen de este año y sólo me queda desear que el 2018 nos traiga un año lleno de buenas películas de terror y nuevos iniciativas y proyectos que consiguen difundir este gran género a todo el mundo, porque si no exploramos nuestros miedos, ¿cómo vamos a ser capaces de superarlos?
¡¡¡¡Feliz años Horror Lovers!!!!
domingo, 6 de agosto de 2017
VACACIONES SANGRIENTAS
¿Estáis
seguros que queréis iros de vacaciones? ¿Abandonar ese remanso de paz que
suelen ser nuestras oficinas? A no ser que trabajéis para Belko Industries que
entonces la cosa se complica. ¿Queréis dejar atrás las ciudades, símbolo de
organización, integración y armonía? ¿Abandonar vuestros hogares, ese rinconcito en
el que nos sentimos seguros en pos de playas, pueblos y resorts? ¿Estáis locos
o qué? Cuando terminéis de leer esta entrada se os quitarán las ganas de iros
de vacaciones, querréis quedaros en vuestra casa y yo pasaré a ser la mejor
amiga de vuestros jefes, que me agradecerán que no querías tomaros el descanso
estival. Así que si queréis conocer los peligros que os acechan ahí afuera, no
os detengáis y seguir adelante que empezamosss.
EL VIAJE: Una
vez que dejéis vuestra casa cerrada, con el gas y el agua cortados, os echaréis a la carretera con el coche cargado hasta los
topes de maletas y demás bártulos, sin saber que vuestros problemas no han
hecho más que empezar. Podéis encontraros en el lugar equivocado, en el momento
más inoportuno y ser testigos de un asesinato como le sucede a la pobre Zoe en
SAVAGED (2013). Un gran y poco conocido rape & vengeance dónde nuestra
protagonista será violada y asesinada por una panda de indeseables, aunque ella
regresará de la muerte clamando venganza. También se puede dar el caso que
vuestro GPS no esté actualizado, las baterías de vuestros móviles estén muertas
y os perdáis por el camino. Esto es lo que le sucede a la familia Harrington en
DEAD END (2003) que, tras tomar el desvío equivocado, se verán envueltos en una
auténtica pesadilla dónde la línea que separa la realidad, del mundo de los
sueños, se desdibuja. Algo parecido a lo que le pasa a la joven pareja de IN FEAR (2003) que, de camino a un concierto se verán atrapados en una carretera
que les lleva, una y otra vez, al punto de partida. Una pequeña pero
interesante muestra de terror psicológico británico.
VACACIONES DE PLAYA: Lo
primero que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en vacaciones de verano es
la playa. Solemos soñar durante todo el año con sus arenas blancas, los
chiringuitos y los chapuzones en el mar, pero no todo es diversión es las
playas del cine de terror. Las aguas pueden estar infectadas de pirañas come
humanos como en PIRANHA 3D (2010), dónde mi querido Alexandre Aja en su remake
del clásico de Joe Dante PIRANHA (1978), no escatimó en gastos a la hora de
mostramos una cantidad ingente de pirañas devorando a los bañistas en una
escena memorable.
Tampoco deberíais sentiros seguros haciendo actividades acuáticas cómo el submarinismo. En OPEN WATER (2003), basada en una historia real, nos cuentan la historia de un joven matrimonio que es abandonado en alta mar tras una excursión de buceo. Que el agua este infectada de tiburones será el menor de sus problemas. No os fiéis de las medidas de seguridad en las inmersiones en jaula para el avistamiento de tiburones. En la reciente, 47 METERS DOWN (2016), dos hermanas que practicaban esta actividad en las cálidas aguas de México, verán como un plan especial se transforma en la peor experiencia de su vida, al romperse el cable que las unía al barco. Juntas tendrán que lidiar contra la falta de oxígeno, la presión y como no, los tiburones. Tampoco las excursiones en barcos y yates están exentas de peligros. Puede que una tormenta vuelque vuestra embarcación y os quedéis a la deriva en las ya omnipresentes aguas infectas de tiburones cómo en THE REEF (2010) o simplemente que la estupidez humana os haga perder la vida en unas aguas más tranquilas que las de nuestro Mediterráneo, cómo en OPEN WATER 2: ADRIFT (2006). También es posible que os pase como en DONKEY PUNCH (2008), dónde la fiesta en un yate, se acaba convirtiendo en una espiral de violencia brutal, al intentar ocultar un accidente.
VACACIONES RURALES: Hay
otra
variante de veraneantes que prefieren el entorno campestre para descansar y relajarse del bullicio y el estrés de la ciudad. No os dejéis engañar por las apacibles gentes de pueblo, ni por su sencillo modo de vida, porque suelen ocultar un alma perturbada. Acordaros del pobre Dustin Hoffman en STRAW DOGS (1971), que se vio acosado y ultrajado por un grupo de paletos sanguinarios que se sintieron ofendidos por las costumbres urbanitas de los protagonistas. En Australia, la vida no es nada fácil, pero hoy sólo quiero centrarme en los pobres mochileros que han sido perseguidos por el letal Mick Taylor en WOLF CREEK (2005) y en la ligeramente superior, WOLF CREEK 2 (2013). Encontrarte con un cazador del Outback australiano al que no le tiembla el pulso a la hora de torturar y asesinar turistas, no es precisamente el plan ideal para unas vacaciones idílicas. Otra opción muy peligrosa es viajar a esos lugares que visitamos de niños y de los que guardamos un recuerdo idílico. Las cosas pueden haber cambiado como en BEDEVILLED (2010), cuando Hae-won volvió a la isla de Moodo y se encontró a su amiga Bok-nam ultrajada y maltratada por todos los miembros de pueblo. Sin embargo, la visita de su amiga le dará fuerzas para emprender una sangrienta venganza. También se puede dar la posibilidad de que las costumbres del pueblo al que lleguemos, se alejen un poco de nuestro modo de vida. Esto es lo que le pasó al sargento de policía de THE WICKER MAN(1973) que, en la investigación de un caso de desaparición, se dio de bruces contra los extraños y peligrosos ritos de las gentes de Summerisle.

VACACIONES DEPORTIVAS: También hay gente muy deportista y sana que le gusta aprovechar las vacaciones para practicar actividades de alto riesgo, pero por muchas precauciones que tomen, nunca estarán preparados para el sangriento final que les espera. El senderismo, una actividad que, a priori, puede hacer cualquier persona con un poquito de preparación, puede convertirse en una auténtica pesadilla. Puedes encontrarte con cazadores, que cansados de perseguir animales, eligen como presa a humanos como en PRESERVATION (2014) o puede que tu ruta de trekking te lleve a lugares que nunca deberías haber descubierto como le pasa a una de las grandes reinas del grito modernas, Melissa George, en A LONELY PLACE TO DIE (2011). La verdad es que las vacaciones no es algo que se le dé muy bien a Melissa porque cuando se va de crucero, TRIANGLE (2009), la cosa no pinta mucho mejor, jejeje.
Siguiendo con las actividades al aire libre, la espeleología tampoco es muy recomendable si no se toman las medidas adecuadas. Si no que se lo digan al grupo de amigas que se aventuraron a practicar este deporte en una de las grandes películas de terror del s. XXI, THE DESCENT (2005). La escalada no corre mejor suerte, sobre todo si la practicas en Francia. A los chicos de VERTIGE (2009) se les torció la cosa de mala manera. Tampoco las actividades humanitarias están exentas de peligros porque si por error, terminas en el territorio de una tribu de caníbales como en CANNIBAL HOLOCAUST (1980) o GREEN INFERNO (2013), puedes acabar siendo su próxima cena.
CAMPAMENTOS Y CABAÑAS: Pero sin duda, la actividad más peligrosa en una película de terror suele ser irse de acampada o alquilar una cabaña en el bosque. Esto nunca, nunca sale bien. Tenemos millones de casos para elegir porque el problema puede estar en un lago infectado de un extraño virus que convierte a la gente en depredadores como en PRIMAL (2010) o puede que por alguna extraña razón, la naturaleza se ponga en contra de la humanidad como en LONG WEEKEND (1978). También se puede dar el caso de que te hayas metido, sin querer, en el territorio de un oso negro depredador como en BACKCOUNTRY (2014) o que un asesino esté buscando venganza y asole un campamento lleno de adolescentes como en THE BURNING (1981) o SLEEPWAY CAMP (1983).
VACACIONES EN EL EXTRANJERO: A los que aprovechéis, como yo, vuestras vacaciones para visitar países extranjeros, tenéis que tener cuidado a dónde vais porque os podéis ver atrapados en una red de tortura de la que os será difícil escapar con vida como en HOSTEL (2005) y toda su saga. En la idílica Italia, podéis acabar conociendo a la mujer/hombre de tu vida y que éste oculte un extraño secreto primordial como en SPRING (2014). Pero sin duda, el mayor número de problemas se concentra en países exóticos como en Hawai, dónde podéis descubrir que hay un grupo dé asesinos cazando y matando turista como en A PERFECT GETAWAY (2009). En Costa Rica os puede picar un bicho como a Elma Begovic en BITE (2015) que deteriore vuestro cuerpo y os acabe trasformando en un ser asqueroso y putrefacto. Pero, lo que nunca tenéis que hacer es uniros a un viaje en el que esté Melissa George. Si no habéis tenido suficiente con lo que os he contado antes, en Brasil tampoco le fueron las cosas mucho mejor, cuando en TURISTAS(2006), un autobús cargado de viajeros sufre un accidente en un pueblo remoto con sanguinarias tradiciones.
Hasta aquí, mis
advertencias para vuestras próximas vacaciones estivales y
recordad, que aunque todo esto sucede en el cine, desgraciadamente, en muchos
casos, la realidad supera a la ficción. Espero que toda esta selección de películas os haya dado alguna idea para disfrutar como más nos gusta de este caluroso mes de agosto. ¡¡¡Nos vemos a la vuelta Horror Lovers!!!
En
la carreta siempre hay que tener cuidado, sobre todo si
estamos atravesando el desierto de nuevo México porque podemos ser asaltados y
masacrados por uno seres fruto de experimentos nucleares como en THE HILLS HAVE
EYES (2006). Antes de la salida, es conveniente revisar que llevamos la rueda
de repuesto a punto porque podemos ir a pedir ayuda a mansiones en medio de la
nada como en THE TOURIST TRAP (1979) y ser asesinados por muñecos asesinos. Además, queda
totalmente prohibido recoger autoestopistas perturbados del tipo de Rutger
Hauer en THE HITCHER (1983). Un icono del cine de los 80 en el que juego del
gato y el ratón toma un cariz un tanto escabroso.
Tampoco deberíais sentiros seguros haciendo actividades acuáticas cómo el submarinismo. En OPEN WATER (2003), basada en una historia real, nos cuentan la historia de un joven matrimonio que es abandonado en alta mar tras una excursión de buceo. Que el agua este infectada de tiburones será el menor de sus problemas. No os fiéis de las medidas de seguridad en las inmersiones en jaula para el avistamiento de tiburones. En la reciente, 47 METERS DOWN (2016), dos hermanas que practicaban esta actividad en las cálidas aguas de México, verán como un plan especial se transforma en la peor experiencia de su vida, al romperse el cable que las unía al barco. Juntas tendrán que lidiar contra la falta de oxígeno, la presión y como no, los tiburones. Tampoco las excursiones en barcos y yates están exentas de peligros. Puede que una tormenta vuelque vuestra embarcación y os quedéis a la deriva en las ya omnipresentes aguas infectas de tiburones cómo en THE REEF (2010) o simplemente que la estupidez humana os haga perder la vida en unas aguas más tranquilas que las de nuestro Mediterráneo, cómo en OPEN WATER 2: ADRIFT (2006). También es posible que os pase como en DONKEY PUNCH (2008), dónde la fiesta en un yate, se acaba convirtiendo en una espiral de violencia brutal, al intentar ocultar un accidente.

variante de veraneantes que prefieren el entorno campestre para descansar y relajarse del bullicio y el estrés de la ciudad. No os dejéis engañar por las apacibles gentes de pueblo, ni por su sencillo modo de vida, porque suelen ocultar un alma perturbada. Acordaros del pobre Dustin Hoffman en STRAW DOGS (1971), que se vio acosado y ultrajado por un grupo de paletos sanguinarios que se sintieron ofendidos por las costumbres urbanitas de los protagonistas. En Australia, la vida no es nada fácil, pero hoy sólo quiero centrarme en los pobres mochileros que han sido perseguidos por el letal Mick Taylor en WOLF CREEK (2005) y en la ligeramente superior, WOLF CREEK 2 (2013). Encontrarte con un cazador del Outback australiano al que no le tiembla el pulso a la hora de torturar y asesinar turistas, no es precisamente el plan ideal para unas vacaciones idílicas. Otra opción muy peligrosa es viajar a esos lugares que visitamos de niños y de los que guardamos un recuerdo idílico. Las cosas pueden haber cambiado como en BEDEVILLED (2010), cuando Hae-won volvió a la isla de Moodo y se encontró a su amiga Bok-nam ultrajada y maltratada por todos los miembros de pueblo. Sin embargo, la visita de su amiga le dará fuerzas para emprender una sangrienta venganza. También se puede dar la posibilidad de que las costumbres del pueblo al que lleguemos, se alejen un poco de nuestro modo de vida. Esto es lo que le pasó al sargento de policía de THE WICKER MAN(1973) que, en la investigación de un caso de desaparición, se dio de bruces contra los extraños y peligrosos ritos de las gentes de Summerisle.
Pero
no penséis que este trastorno, se limita a los adultos porque, como dice mi
madre, maestra de prescolar desde hace treinta y tantos años, los niños no
nacen de las setas. Michael Fassbender y Kelly Reilly todavía se acuerdan de lo
mal que lo pasaron en EDEN LAKE (2008), cuando un grupo de niños decidieron
darles caza, tras un accidente con su perro. Sin duda, una de mis películas
favoritas de los últimos años y que me dejó hecha polvo. Así disfrutamos los
horror lovers, jajaja. No os penséis que en el resto de Europa estamos exentos
de niños pirados porque en Francia, tenemos a los jóvenes de ILS (2006), que se
dedicaron a aterrorizar a una joven pareja que estaba pasando unos días de
descanso en una casita de campo. Pero más cerca todavía, en las costas
españoles, tenemos ¿QUIÉN PUEDE MATAR A UN NIÑO? (1976), en la que un
matrimonio de turistas británicos, fue a parar a una isla exclusivamente
habitada por niños que tan sólo querían eliminar a los adultos de la faz de la
tierra. Encantadores, ¿verdad?

VACACIONES DEPORTIVAS: También hay gente muy deportista y sana que le gusta aprovechar las vacaciones para practicar actividades de alto riesgo, pero por muchas precauciones que tomen, nunca estarán preparados para el sangriento final que les espera. El senderismo, una actividad que, a priori, puede hacer cualquier persona con un poquito de preparación, puede convertirse en una auténtica pesadilla. Puedes encontrarte con cazadores, que cansados de perseguir animales, eligen como presa a humanos como en PRESERVATION (2014) o puede que tu ruta de trekking te lleve a lugares que nunca deberías haber descubierto como le pasa a una de las grandes reinas del grito modernas, Melissa George, en A LONELY PLACE TO DIE (2011). La verdad es que las vacaciones no es algo que se le dé muy bien a Melissa porque cuando se va de crucero, TRIANGLE (2009), la cosa no pinta mucho mejor, jejeje.
Siguiendo con las actividades al aire libre, la espeleología tampoco es muy recomendable si no se toman las medidas adecuadas. Si no que se lo digan al grupo de amigas que se aventuraron a practicar este deporte en una de las grandes películas de terror del s. XXI, THE DESCENT (2005). La escalada no corre mejor suerte, sobre todo si la practicas en Francia. A los chicos de VERTIGE (2009) se les torció la cosa de mala manera. Tampoco las actividades humanitarias están exentas de peligros porque si por error, terminas en el territorio de una tribu de caníbales como en CANNIBAL HOLOCAUST (1980) o GREEN INFERNO (2013), puedes acabar siendo su próxima cena.
CAMPAMENTOS Y CABAÑAS: Pero sin duda, la actividad más peligrosa en una película de terror suele ser irse de acampada o alquilar una cabaña en el bosque. Esto nunca, nunca sale bien. Tenemos millones de casos para elegir porque el problema puede estar en un lago infectado de un extraño virus que convierte a la gente en depredadores como en PRIMAL (2010) o puede que por alguna extraña razón, la naturaleza se ponga en contra de la humanidad como en LONG WEEKEND (1978). También se puede dar el caso de que te hayas metido, sin querer, en el territorio de un oso negro depredador como en BACKCOUNTRY (2014) o que un asesino esté buscando venganza y asole un campamento lleno de adolescentes como en THE BURNING (1981) o SLEEPWAY CAMP (1983).
El
tema de alquiler de cabañas está bastante complicado. Existe la posibilidad de
que en el sótano de la vivienda se hayan llevado a cabo rituales satánicos y que deis con el Necronomicón,
un libro con poderes sobrenaturales que convertirá a uno de tus amigos en un
demonio sediento de sangre. Esto no es un caso aislado porque si no tuvimos
suficiente con EVIL DEAD (1981), tenemos un remake mucho más gore y extremo en
EVIL DEAD (2013).
También puedes acabar siendo poseído por un extraño espíritu del bosque que eche a perder tu idílica luna de miel en el bosque como en HONEYMOON (2014). Es posible que entréis en contacto con un bacteria come carne como en la divertida CABIN FEVER (2002) y acabar despellejándoos vivos o que en la cabaña que habéis elegido para pasar el fin de semana o las vacaciones con vuestros amigos, se estén realizando extraños experimentos de lo más macabros como le pasó a Chris Hemsworth y compañía en CABIN IN THE WOODS (2012). Pero no todo son extrañas posesiones y sucesos paranormales, también puede ser algo tan mundano como que alquiles un cabaña en un lugar tranquilo y unos paletos sanguinarios decidan asaltarte y violarte como en I SPIT ON YOUR GRAVE (1978) o en la excesiva I SPIT ON YOUR GRAVE (2010).
También puedes acabar siendo poseído por un extraño espíritu del bosque que eche a perder tu idílica luna de miel en el bosque como en HONEYMOON (2014). Es posible que entréis en contacto con un bacteria come carne como en la divertida CABIN FEVER (2002) y acabar despellejándoos vivos o que en la cabaña que habéis elegido para pasar el fin de semana o las vacaciones con vuestros amigos, se estén realizando extraños experimentos de lo más macabros como le pasó a Chris Hemsworth y compañía en CABIN IN THE WOODS (2012). Pero no todo son extrañas posesiones y sucesos paranormales, también puede ser algo tan mundano como que alquiles un cabaña en un lugar tranquilo y unos paletos sanguinarios decidan asaltarte y violarte como en I SPIT ON YOUR GRAVE (1978) o en la excesiva I SPIT ON YOUR GRAVE (2010).
VACACIONES EN EL EXTRANJERO: A los que aprovechéis, como yo, vuestras vacaciones para visitar países extranjeros, tenéis que tener cuidado a dónde vais porque os podéis ver atrapados en una red de tortura de la que os será difícil escapar con vida como en HOSTEL (2005) y toda su saga. En la idílica Italia, podéis acabar conociendo a la mujer/hombre de tu vida y que éste oculte un extraño secreto primordial como en SPRING (2014). Pero sin duda, el mayor número de problemas se concentra en países exóticos como en Hawai, dónde podéis descubrir que hay un grupo dé asesinos cazando y matando turista como en A PERFECT GETAWAY (2009). En Costa Rica os puede picar un bicho como a Elma Begovic en BITE (2015) que deteriore vuestro cuerpo y os acabe trasformando en un ser asqueroso y putrefacto. Pero, lo que nunca tenéis que hacer es uniros a un viaje en el que esté Melissa George. Si no habéis tenido suficiente con lo que os he contado antes, en Brasil tampoco le fueron las cosas mucho mejor, cuando en TURISTAS(2006), un autobús cargado de viajeros sufre un accidente en un pueblo remoto con sanguinarias tradiciones.
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