Mi elección a la hora de elegir una película se basa
en las críticas que voy leyendo o escuchando en los blogs o podcast que sigo asiduamente y que,
de algún modo, me llaman la atención. También tengo un montón de amigos
twitteros, verdaderos expertos en el cine de género, que se han convertido en
los mejores consejeros que podría tener. La cinta que hoy nos ocupa la descubrí
en un blog mexicano que he descubierto hace relativamente poco, El Horror. Está formado por un equipo
de blogueros expertos, y eso es quedarse corto, en el cine de terror y, además
de las críticas, os recomiendo sus listas de películas de temáticas variadas
que son espectaculares.
Elaine y Jonah,
un matrimonio con una hija adolescente y dos hijos pequeños, van a la casa de campo de
la hermana de Elaine, Chloe, para pasar con ella y su familia
el año nuevo. Al poco tiempo, los niños parecen enfermar y comienzan a comportarse
de una manera inusualmente agresiva con sus padres, transformando el idílico
fin de semana en una pesadilla de la que éstos no podrán escapar.
The Children (2008) aborda un tema tratado en multitud de ocasiones en
el cine: niños diabólicos que intentan someter o matar a los adultos. Una de estas
cintas, convertida hoy en película de culto y de la que sin duda beben todas
las demás, fue: ¿Quién puede matar a un
niño? (1976) de Narciso Ibañez Serrador,
donde una pareja de turistas ingleses de vacaciones en la costa
española visitan una isla que sólo habitan niños que se han deshecho de
los adultos. Después vendrían títulos como: Abrazo mortal (1980), Los
chicos del maíz (1984), El pueblo de
los malditos (1995) o Juego de niños (2012).
Ésta fue la segunda película para su director, el
inglés Tom Shankland, que había
debutado con Waz (2007), un thriller
de terror. Con The Children Shankland quería enfrentar al público a
la idea preconcebida de que los niños son inocentes y darle la vuelta a eso,
mostrándolos como unos expertos manipuladores y asesinos.
The Children es una película que, a pesar de no mostrar nada nuevo,
funciona. ¿Por qué? Por muchos motivos. En primer lugar, la atmósfera tan
opresiva en la que se desarrolla la acción: una casa de campo en medio de la
nada, cerca de un bosque, y todo, absolutamente todo, rodeado de nieve. Transmite
una sensación angustiosa de aislamiento, no puedes escapar y nadie va a venir a
ayudarte. La nieve también contribuye a transmitir esa frialdad que parece
haberse apoderado de los niños.
Por otro lado, también me gustó mucho la idea de que
no traten de explicarnos qué es lo que ha llevado a los niños a convertirse en
psicokillers. Simplemente vemos cómo empiezan a encontrarse mal, pero como si se
tratase de una simple gripe o una gastroenteritis de la que no sabemos su
procedencia. Me parece muy aburrido que todas aquellas cosas inexplicables
desde un punto de vista racional se traten de justificar en el cine de terror como
consecuencia de vertidos tóxicos, extraños virus, posesiones demoníacas o alienígenas
o experimentos científicos o nucleares. Un poco más de imaginación queridos
guionistas, que ya hasta suelo hacer apuestas conmigo misma sobre cuál de las
explicaciones habituales me voy a encontrar cuando estoy viendo una película en
la que aparecen niños poseídos o zombis. Así que, en The Children me pareció refrescante que no nos expliquen a qué se
debe el cambio de comportamiento de los niños, porque si no sabes cómo hacerlo,
mejor no lo hagas, o ¿no?
La película refleja muy bien el dilema moral al que
se somete a los padres, y a nosotros también como espectadores, al mostramos unos niños que se vuelven agresivos contra los
adultos y la única opción para sobrevivir es acabar con ellos. Es complicado
ver a un niño, y más sí es tu propio hijo, como una amenaza para tu integridad
física, al que hay que hacer daño para que él no te lo haga a ti. Lo que llama
mucho la atención en la película es ver como los adultos se enfrentan a lo que
está pasando: son incapaces de asumir que sus hijos se han convertido en
pequeñas bestias asesinas y lo que hacen es acusarse y enfrentarse entre ellos.
También me gustó cómo se muestra en la cinta la
violencia hacia los niños. Se hace de una manera muy inteligente y creemos que
vemos más de lo que realmente nos muestran. Pero la verdad es que, en este
sentido, te quedas bastante satisfecho, al contrario de lo que suele pasar en
las películas americanas en las que toda la violencia hacia los niños se
produce fuera de pantalla. Es bastante
impactante ver como un padre hace daño a su propio hijo, a pesar de que estamos
viendo que es en defensa propia, pero el rechazo que nos produce es automático
e inevitable.
¿Conocéis esa sensación de angustia y miedo cuando
sabes que algo malo va a pasar y estás esperando a que suceda? Pues eso es lo
que os va a producir The Children. Esa
atmósfera tan asfixiante, los niños, la nieve, la casa, todo contribuirá a
causaros esa sensación de desasosiego que hará que os revolváis intranquilos en
vuestros sillones. Así que, sólo puedo deciros que la veáis porque os prometo
que estos niños os van a dar miedo, mucho miedo. Resumiendo, ¿alguien puede
decirme por qué la gente sigue empeñándose en ir a casas
aisladas en los bosques? Nunca traen nada bueno.