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jueves, 4 de marzo de 2021

LAS 101 JOYAS DESCONOCIDAS DEL CINE DE TERROR SEGÚN FANGORIA



No hay nada que me produzca más satisfacción que descubrir listas de películas de terror desconocidas o infravalorados. Para mi son como pequeños tesoros que estoy deseando abrir y descubrir. Como muchos ya sabréis, Fangoria es una de las revistas más longevas y prestigiosas sobre cine de Terror. Desde su fundación en 1979, nos han proporcionado infinidad de artículos, entrevistas, noticias y especiales sobre películas, videojuegos, libros o cualquier aspecto del entretenimiento más terrorífico. 

En 2011 se publicó una guía en la que varios de sus expertos eligieron las 101 mejores películas de Terror desconocidas para el aficionado medio del cine de género. Digo esto porque los auténticos Horror Lovers conocemos la gran mayoría y hemos visto muchas de las películas que nos proponen. Entre ellas podemos encontrar cintas que fueron desechadas por los distribuidores, fracasos iniciales, películas extranjeras (que ya sabemos que eso para los norteamericanos ya es una rara avis en sí misma) o producciones directas a vídeo que esperaban pacientemente ser descubiertas. También encontraremos las películas de directores de renombre que dada su fama, quedaron eclipsadas.

Os he contado todo este rollo porque me ha parecido una gran idea que juntos vayamos descubriendo las películas que Fangoria nos propone y valoremos sí son verdaderas joyas del Cine de Terror. Será un especial que vaya haciendo poco a poco dada su gran envergadura y siempre en artículos de 5 películas, para que no se nos haga muy pesado. 

Dicho esto, empezamos con las primeras 5 películas que nos proponen que casualmente ya había visto, pero he querido revisionar las que tenía más olvidadas para poder hablar de ellas como se merecen.



ALICE SWEET ALICE (1976)


Esta película es toda una joya del cine de Terror sententero y es considerada por muchos críticos como la película más Giallo de producción norteamericana, aunque su director confesara en ese momento, que no había visto nada de Dario Argento.

La película, ambientada en la católica y conservadora Paterson, Nueva Jersey, durante los años 60, nos presenta a Karen, una niña de 9 años que va a celebrar su primera comunión y recibe todo tipo de atenciones y regalos por parte de su madre y el joven párroco de la comunidad. Éste trato privilegiado molesta bastante a su celosa hermana Alice que se divierte fastidiando no sólo a su hermana, si no a quién se le pone a tiro. Por eso, cuando Karen es asesinada, todas las sospechas recaen sobre su celosa hermana. El padre biológico de las niñas que había rehecho su vida con otra mujer, regresa para apoyar a su ex en estos duros momentos y localizar al asesino porque está convencido de que Alice no es la responsable.

El libreto de Alice Sweet Alice corre a cargo de Alfred Sole y de su amiga y vecina en Paterson, Rosemary Ritvo, aunque a los mandos de la dirección sólo estaba Sole. El germen de esta película obedece a dos factores: uno, la influencia que ejerció en el director la película Don't look now (1973), de la que claramente tomo la idea del impermeable amarillo del asesino y la excomulgación de Sole de la diócesis de Paterson, a raíz de los cargos por obscenidad que recibió su anterior película Deep Sleep (1972), de claro contenido erótico. De ahí es de dónde viene todo ese ambiente anticatólico que respira la película y la decisión de no señalar a influencias demoniacas como responsable de los crimenes mundanos, si no al fanatismo y represión católica que tantos disgustos y matanzas han provocado

Una película que funciona como un giallo, en el sentido de que tenemos al padre de las niñas investigando por cuenta propia el asesinato de su hija, desoyendo las acusaciones y diagnósticos de policía y médicos que apuntan a Alice como única culpable. Por otro lado, tenemos a un asesino enmascarado con un careta bastante espeluznante: una especie de recreación de una muñeca, traslucida que da bastante grima.

Brooke Shields hizo su debut cinematográfico en esta película y dada la fama que alcanzó posteriormente con The Blue Lagoon (1980), cuando la película fue reeditada en 1981, se cambió el poster para utilizar su imagen como reclamo, a pesar de que en Alice Sweet Alice, sale apenas 20 minutos. La verdad es que su personaje es de los pocos adorables que tiene la cinta, porque de raros y odiosos anda sobrada. En primer lugar, Alice, a la que da vida una excelente Paula Sheppard que contaba por aquel entonces con 19 años, interpretando a una joven de 12, acaba de perder a su hermana víctima de una asesinato bastante macabro y ella no siente absolutamente nada. Como buena psicópata que es o acabará siendo en un futuro, en vez de llorar las penas, se dedica a hacerle la puñeta a su vecino, el desagradable Sr. Alphonso. Digo desagradable, por no llamarle otra cosa, ya que protagoniza una de las escenas más turbias de la cinta, cuando intenta propasarse con la perturbada, pero todavía niña, Alice.  También la tía de la criatura que ha llegado a la casa para ayudar a su hermana con el duelo, parece odiar a todo el mundo, especialmente a Alice de la que está segura es la asesina de su hermana. Así que salvando a los padres de las niñas que tienen unos momentos de resurgimiento romántico, muy a la italiana y el joven párroco que tiene un claro enamoramiento platónico de la madre, el resto de los personajes de la historias son bastante odiosos, por no decir detestables.

En definitiva, lo que más me atrae de Alice Sweet Alice es su imaginería religiosa tan inquietante, la sordidez del Sr. Alphonso, la frialdad de Alice, los asesinatos tan macabros y su retrato de un cristianismo radical asentado en la represión, las envidias y la hipocresía. 


ALONE IN THE DARK (1982)


Una de esas rareza del cine ochentero que quedó sepultada por el éxito de los slashers de asesinos enmascarados que masacraban adolescentes inmaduros compulsivamente. Aunque se la suele encasillar dentro de este subgénero, lo cierto es que yo la considero más una película de venganza que se acaba transformando en todo un survival. Es cierto que cuando los perturbados escapan de la institución psiquiátrica en la que estaban internos, dejan tras de sí un reguero de muertos y damnificados, pero tan sólo porque es el camino que les separa del objeto de su venganza.

Ópera prima de su director, Jack Sholder que también participó en la elaboración del guión y que años después nos traería otro título de culto para el fantástico, como es Hidden (1987). A grandes rasgos, la película trata sobre un grupo de internos de un psiquiátrico que se escapan de la institución, tras un corte de luz que tira por tierra todo el sistema de seguridad. Obsesionados con la idea de que el nuevo psiquiatra ha asesinado al anterior para ocupar su puesto, este grupo formado por cinco psicópatas bien definidos por las particularidades de su demencia, deciden acudir a la casa del nuevo doctor para vengarse por la supuesta muerte de su anterior psiquiatra.  

Los temas que se tocan en Alone in the Dark son bastante más profundos que los que suelen darse en un slasher prototípico. Aquí se desarrolla la idea de lo fina que es la capa que separa a los cuerdos, de los locos. La institución psiquiátrica en la que va a empezar a trabajar nuestro protagonista se distingue por la indulgencia en las técnicas, hasta con los pacientes más peligrosos que emplea su director. Un espléndido Donald Pleasence que en muchas ocasiones hasta nos hace dudar de que él mismo, sea uno de los los internos. Por otro lado, la familia de este nuevo psiquiatra, perfectamente normal y para nada violenta, tendrá que hacer todo lo posible para sobrevivir cuando estos locos asalten su casa, hasta el punto de  convertirse en asesinos, si fuera necesario. 

Si por algo destaca esta película es por un reparto excepcional. El grupo de pacientes que escapan de la institución está formador por: un ex soldado esquizofrénico y paranoico interpretado por Jack Palance, un párroco con tendencias pirómanas al que da vida Martin Landau, un abusador de menores y The Bleeder, un asesino que oculta su cara tras una máscara de hockey y que sangra por la nariz siempre que quiere cometer un crimen. Aunque estos dos últimos actores no son conocidos, para el papel de nuevo doctor del psiquiátrico, tenemos a Dwight Schulz, más conocido como Murdock del Equipo A (1983-1987), para todo aquel que se criase en los 80.

Como dato curioso, deciros que para la escena de la pesadilla final contaron con el artesano en efectos especiales, Tom Savini, con el que Sholder había trabajado en la grandiosa, The Burning (1981).

Alone in the Dark fue la primera película producida por la New Line Cinema, que ya había visto el filón del mercado de cine de género cuando se dedicaba exclusivamente a tareas de distribución. A esta productora, hoy en día absorbida por la Warner, le debemos sagas como A Nighmare on Elm street, Critters o The Texas Chainsaw Massacre

Considero que Alone in the Dark es una cinta que merece ser rescatada, no sólo por su reparto espectacular y sus guiños a películas como Halloween (1978) o Friday the 13th (1980), si no porque aborda temas o nos pone en situaciones mucho más complejas de las que se perciben a simple vista: el turbio pasado de la hermana del psiquiatra, la permisividad de instituciones mentales que pretenden que los internos sean más colegas que pacientes, las frágiles medidas de seguridad del centro y cómo en un país desarrollado como EEUU, un corte de luz a nivel municipal, puede acarrear disturbios violentos generalizados....


APT PUPIL (1998)


Apt Pupil o Verano de Corrupción, como se la conoce en España es una película que me perturba y me entristece terriblemente, no sólo por la historia que nos cuenta, si no por el trágico final de su protagonista, Brad Renfro que moriría a la temprana edad de 25 años.

La película está basada en uno de los cuatro relatos que forman parte de la antología de Stephen King, Las Cuatro Estaciones (1982) y que cuenta con otras dos historias adaptadas con éxito al cine como son: The Shawshank Redemption (1994) y Stand by me (1986). La realización de esta película fue un sueño cumplido de su director Brian Singer que desde que leyó el libro en su adolescencia, siempre había querido adaptarlo a la gran pantalla y tras el éxito que obtuvo con su ópera prima, The Usual Suspects (1995), puedo llevarlo a cabo. La trayectoria de Singer continuó es ascenso, en primer lugar con las películas de la saga de X-Men, pero sobre todo, por su trabajo más reciente hasta la fecha, la multipremiada, Bohemian Rhapsody (2018).

Apt Pupil nos muestra de una manera bastante gráfica, cómo el mal puede corromper a la mente más brillante e inocente. Un joven de 14 años, atraído por la ideología nazi, descubre que unos de sus vecinos es uno de los criminales más sanguinarios de la Segunda Guerra Mundial y ahora vive en su vecindario bajo una identidad falsa. El chico chantajea al anciano porque quiere que éste le cuente de primera mano las historias de la guerra que no le cuentan en el colegio, ni aparecen en los libros, a cambio de no denunciarle ante las autoridades. A partir de aquí, se inicia una relación de manipulación en ambos sentidos, bastante enfermiza que tendrá consecuencias terribles. Por un lado, el evocar viejos recuerdos e ideales que habían permanecido enterrados durante años, provocan que el monstruo que albergaba el interior de Arthur Denker/Kurt Dussander vuelva a despertase y al mismo tiempo, estas historias de torturas, vejaciones y asesinatos insensibilizan al chaval que poco a poco se va convirtiendo más que en un nazi, en un psicópata controlador y despiadado.

El guion que fue adaptado por Brandon Boyse, se aleja bastante de la novela en su tramo final. El relato de King concluye de una manera mucho más contundente, con una espiral de violencia a manos del propio chaval ya en su edad adulta que aquí sí que se ha convertido en todo un nazi, no sólo por sus impulsos homicidas, si no por los comentarios racistas que vierte sobre su novia judía. Por el contrario, aunque la adaptación de Boyce termina de una forma menos drástica en la que el chaval se ha vuelto un manipulador, pero parece que su maldad no va a ir a más allá, sigue poniendo los pelos de punta. 

Las actuaciones de ambos, especialmente la de Ian McKellen, son muy convincentes. Es todo un espectáculo ver la transformación que sufre el personaje de McKellen que pasa de ser un anciano decrépito de un apacible barrio residencial americano, a un ser despiadado, cruel y mucho más erguido que no se arrepiente de sus atrocidades del pasado. 

Aunque la historia que desarrolla la novela y la película son ficticias, esconden su parte de verdad. Durante la caída del Tercer Reich, mucho altos cargos nazis, especialmente científicos, fueron indultados y introducidos en la sociedad estadounidense mediante identidades falsas en la denominada Operación Paperclip. De hecho, tenéis disponible en Netflix, un true crime llamado The Devil next door (2019), sobre un entrañable ancianito estadounidense que fue identificado como Ivan El Terrible, un sanguinario operario de cámara de gas en los campos de exterminio de la Segunda Guerra Mundial. Si por el contrario preferís algo de ficción más gamberra, porque el True Crime es bastante duro, en Prime Video tenéis también la serie Hunters (2020), protagonizada por Al Pacino, sobre cazadores de nazis en suelo norteamericano durante la segunda mitad del s. XX.

En definitiva, Apt Pupil es una película que me fascina por sus similitudes con la realidad y al mismo tiempo me deja un poso de tristeza muy grande en el corazón. El mal nunca muere y puede terminar pudriendo a todo lo que está a su alrededor.



THE ASPHYX (1973)

The Asphyx es toda una rara avis del terror gótico británico que merece ser rescatada por su original visión del Mad Doctor, la inmortalidad y los experimentos para cambiar los designios divinos. 

Un rico científico de la época victoriana, aficionado a la fotografía, descubre una especie de bruma que aparece en las fotos cerca de la personas, cuando éstas están próximas a la muerte. Tras un trágico accidente descubre que este borrón no es alma de la persona abandonando el cuerpo, si no que es el Asphyx, un espíritu de la mitología griega que aparecía para llevarse a la persona al inframundo. Poseído por la idea de burlar a la muerte, nuestro científico fabrica un dispositivo capaz de atrapar a estos espíritus y así convertir a esas personas en inmortales. Sin embargo, el invento no parece funcionar del todo bien y cegado por la ambición y la arrogancia, este ingenuo mad doctor acabará provocando una serie de consecuencias devastadoras para toda su familia.

La película está ambientada en la impresionante mansión de la familia Cunningham dónde vive este prestigioso y respetado científico junto a sus hijos y su futura esposa. El interior de la casa nos trasporta a esa imagen que tenemos de la época victoriana con salas repletas de estanterías atestadas de libros, instrumental científico, retratos en blanco y negro y relojes de pie. Un ambiente científico intelectual que nos recuerda mucho al de la novela de  Frankenstein. Toda la acción se desarrolla en este entorno y le otorga a la película una apariencia bastante teatral.  

En la película no existe ningún villano, ni monstruo como tal, si no un espíritu, el Asphyx, al que ahora identificaríamos como la Muerte que viene a buscar a sus futuras víctimas porque les ha llegado su hora. No existe ninguna maldición, ni ningún oscuro designio, la muerte se limita a perpetuar el orden natural de las cosas. Lo que sí tenemos es un científico que cegado por el dolor y la tragedia realiza experimentos imprudentes que van más allá de su propia capacidad intelectual y cuya ambición lo acabará devorando. 

El diseño del Asphyx es bastante gracioso, una especie de holograma azulado que representa lo que a mi me parece una momia con la boca abierta y aspecto amenazador. La verdad es que me recordó bastante a los fantasmas verdosos de los Cazafantasmas, jejeje.

A pesar del gran trabajo de dirección y cinematografía que desprende The Asphyx está fue la única película que dirigió Peter Newbrook. El cineasta británico dedicó la mayor parte de su carrera a tareas de producción, cinematografía y operador de cámara en clásicos como The Bridge on the river Kwai (1957)Lawrence of Arabia (1962).

Más que una película de terror considero a The Asphyx como un drama de proporciones astronómicas con ciertas dosis de ciencia ficción. Una película interesante, sin villano, de ritmo pausado, con algún giro en la trama, sin demasiados sobresaltos que nos transporta a esa época en la que era plausible pensar en capturar el alma de alguien y convertirla en inmortal o juntar pedacitos de personas y crear un autómata. Una época donde los espíritus, las maldiciones formaban parte de la vida cotidiana y la inocencia ante lo desconocido era entrañable. 


THE BEYOND (1981)



Me es imposible no amar muy fuerte la trilogía extraoficial de las Puertas del Infierno de Fulci, especialmente su segunda parte. The Beyond o mejor con ese título tan maravillo que los italianos le ponían a sus gialli y películas de terror... E tu vivrai nel terrore! L'Aldilà es una cinta de terror que tiene una ligera coherencia argumental pero que sin embargo, su potencia a la hora de crear una atmósfera de pesadilla infernal, sigue funcionando a día de hoy como un tiro. La intensidad y el efectismo de la violencia y el gore en muchas de las escenas provocaron su censura en varios países y su ascensión a los altares del culto.

La historia gira en torno al hotel Seven Doors en Luisiana. La primera escena nos lleva a 1927, cuando una multitud mal encarada se dirige al hotel con antorchas y cadenas para dar muerte de una forma muy sanguinaria y atroz a Schweick, un artista al que acusan de brujería y haber traído una maldición al hotel y la ciudad. Su muerte abre una de las siete puertas del Infierno que estás esparcidas por el mundo y que permite a los muertos pasar al mundo de los vivos. Acto seguido, la acción nos traslada a la época actua en 1981, dónde Liza Merril, una neoyorquina que no tiene ni idea del pasado del hotel, lo ha heredado y lo ve cómo su última oportunidad para prosperar en la vida. Sin embargo, los trabajos de acondicionamiento del hotel activan el portal maldito y junto al médico del pueblo, su interes romántico, se enfrentarán no sólo a los muertos vivientes, si no a una infinidad de males que podrán contra las cuerdas a la desdichada pareja.

Habré visto The Beyond como tres veces y siempre tarda días en irse de mi memoria porque no paro de darle vueltas a su significado. Aunque la sinopsis de la película es a grandes rasgos la que os he señalado, hay muchas escenas que no aportan contenido a la historia, pero que están ahí por su impacto o para el despliegue de la artesanía gore de la que presume la película. Escenas como aquella en la que a la madre de una niña se le cae un liquido corrosivo encima. ¿Qué provoca que esa mujer esté petrificada en el suelo y que el líquido le caiga sobre la cara? Ni idea porque todo sucede fuera de cámara, pero da igual porque la escena es fantástica e impactante. Otra secuencia que también está insertada por la potencia de su escena gore es en la que la mujer ciega está rodeada por cadáveres que simplemente se quedan mirándola como figuras de cera y en un momento dado, ella le dice a su perro lazarillo que los ataque y se acaba liando muy parda porque el perro se zombifica, fuera de pantalla y la ataca a ella. No le encuento mucho sentido a esta escena en el conjunto de la historia, pero ¿no os parece enigmático que el perro la muerda la yugular y una oreja? Es decir, la víctima es una mujer ciega a la que acabas de dejar sin otros dos sentidos: el habla y el oido. 

La combinación de la belleza, el horror y la música en The Beyond me resulta totalmente hipnótica y nos traslada como en un mal sueño a ese mundo infernal. Tanto aquí como en City of the Living Dead dónde también aparece Catriona MacCall, pero en un papel diferente, abundan los primeros planos de los personajes totamente en sombras, tan sólo iluminados por una banda de luz sobre sus ojos. Los planos en sí son de una belleza expectacular, pero al mismo tiempo esta imagen transmite una sensación de inquietud y temor muy potente. Lo mismo pasa con una de las secuencias más icónicas de toda la cinta, aquella panorámica en la que la protagonista viaja por una carretera totalmente desierta y se detiene al ver a una mujer y su perro en medio de la calzada. Cuando se cierra el plano vemos que la mujer de gran belleza está ciega y su mirada nos pone los pelos de punta.

Sólo se me ocurren palabras de alabanza para esta película en la que encontamos de todo, desde demonios, hordas de zombis, arañas carnivoras o libro maldito hasta la revelación de lo que hay al otro lado de la puerta del infierno. No se ha escatimado en escenas sangrientas con una especial predilección por los rostros derretidos y los ojos que salen de las orbitas. Una joya sin duda del cine de terror, aunque para nada desconocida entre los aficionados al género.


domingo, 14 de julio de 2019

VACACIONES MORTÍFERAS: AMÉRICA DEL SUR


Nos adentramos en la segunda semana de este especial de verano viajero y aterrizamos en Latinoamérica, un destino al que los norteamericanos miran con bastante recelo como nos vienen demostrando en su cine de género. Los innumerables mitos que existen en esta zona, así como el fuerte arraigo de la religión y los violentos conflictos políticos y sociales de las últimas décadas, provocan que sus vecinos yanquis, desconfíen de su seguridad en los países sudamericanos. Es el terror a lo desconocido y cómo no se preocupan de ahondar mucho sobre estas culturas, es habitual que en las películas norteamericanas, retraten a los sudamericanos como fanáticos, viciosos y delincuentes.

En este especial sobre cine de terror viajero en Sudamérica, he tenido especial cuidado en que cada una de las películas tenga lugar en un país diferente. No todas son de cosecha norteamericana, sino que contamos con una producción chilena sobre la que se dice que es tan extrema como A Serbian Film (2010) y un exploit italiano de los 80, nada más y nada menos que el cierre de la trilogía caníbal de Ruggero Deodato.

Este viaje por playas y selvas paradisíacas promete ser inolvidable, así que untaros bien de protector solar y coger el machete que arrancamos con las PELÍCULAS de VACACIONES MORTíFERAS en SUDAMÉRICA.


AND SOON THE DARKNESS (2010) - ARGENTINA



Remake americano de la cinta británica de 1970 dirigida por el celebre Robert Fuest en la que un par de jóvenes inglesas de tour por la campiña francesas, tienen problemas con los lugareños de la zona. Sin embargo, en la producción norteamericana, el tono más psicológico de Fuest se transforma en una violencia mucho más cruda y cercana al Torture Porn que imperaba en la época gracias a títulos como Hostel (2005) o Saw (2004).

En esta ocasión el director novel, Marcos Efron sitúa la acción en Argentina. Un par de turistas norteamericanas, Stephanie y Ellie están haciendo un tour en bicicleta por el país y se separan del grupo para pasar tiempo por su cuenta. Tras una noche de fiesta en un pueblo de la argentina profunda, Ellie tiene un incidente con un lugareño. La actitud alocada de ésta molesta a Stephanie y tras un a discusión, se separan. Pasadas unas horas, vuelve a buscarla pero Ellie ha desparecido y nuestra protagonista tendrá que buscarse la vida para dar con ella porque las autoridades no se toman la desaparición muy en serio.  

Las chicas, interpretadas por dos bellezones como Amber Heard y Odette Yustman, no tardan en llamar la atención en el pueblo y como en toda producción norteamericana de género en las que los turistas yanquis visitan Sudamérica o Europa del este, estos están en constante peligro porque no hay lugareño con buena intenciones, ya sea por acción o omisión. En este sentido, toda la historia en relación a la desaparición de la chica, toma unas dimensiones un poco alocadas que sugieren una trama criminal de gran envergadura, volviendo a caer en los estereotipos de carácter un tanto xenófobo que tienen los yanquis con respecto a los latinoamericanos. Ésta resolución un tanto inverosímil fue la causante de que no disfrutara completamente de este thriller que como mujer, no podía dejar de ponerme en su lugar y sentir el terror de nuestras protagonistas.


Tampoco entendí muy bien la relevancia del papel de Karl Urban que tan sólo está como relleno para cubrir algún minuto más de metraje y distraer durante un tiempo al espectador, pero si se le hubiesen ahorrado, no nos hubiésemos ni enterado. 

Destacaría la fotografía de parajes desérticos y un tanto fantasmagóricos que transmiten perfectamente la desolación y soledad de Stephanie en la busca de su amigaasí como el desasosiego al que nos somete siendo espectadores de su angustiosa situación. Yo todo el rato le gritaba a la pantalla: ¡¡No la dejes sola!! Me resultaba tan aterrador que se separaran las dos amigas en un territorio desconocido para ellas y tan hostil, que me ponía bastante nerviosa poniéndome en su lugar. 

CONSEJO VACACIONAL: Nunca te separes de un grupo organizado en un país que no conoces y por nada del mundo, dejes a un amigo solo, pueden pasar cosas muy graves.

VALORACIÓN: As soon the darkness es una película entretenida, con una conclusión un tanto insatisfactoria y esto casi es lo peor que se le puede decir a un thriller. Una cinta en la que la angustia y el miedo es palpable, pero la causa de la desaparición de la chica y los personajes tan prototípicos y predecibles, terminan por convertir este remake norteamericano, en un producto meramente aceptable para una noche de verano.



INDIGENOUS (2014) - PANAMÁ


No os hacéis una idea de lo duro que es a veces hacer estos especiales y soportar truños como Indigenous. Creo que debería existir una recompensa tal como un par de días libres en el trabajo o un mes de suscripción gratuita a nuestra plataforma de streaming preferida porque esto no está pagado, ni agradecido, jejeje.

La película nos plantea una premisa inicial muy similar a la de mi amada The Ruins (2008): Cinco amigos están en Panamá de vacaciones y en una fiesta escuchan las historias que existen en torno a una cascada mágica que hay en el interior de la selva, a la que las autoridades no recomiendan visitar. Estos jóvenes que no se caracterizan por su inteligencia, hacen oídos sordos de las advertencias, se internan en la selva y descubren para su desgracia que las leyendas sobre el chupacabras quizás no sean cuentos para asustar a los niños. 

El primer tercio de la película dónde conocemos a los personajes, sus relaciones y cómo deciden, ellos sólitos, adentrarse en la boca del lobo, me pareció completamente lamentable. No sólo las actuaciones de todos y cada uno de los actores son penosas, si no que sus líneas de diálogo son de lo peor que han escuchado mis oídos en mucho tiempo. Digamos que son un grupo de adolescentes norteamericanos inmaduros que sólo tiene ganas de fiesta, sexo y surf, por los que sus conversaciones y acciones giran en torno a eso y, de repente, se ponen a hablar de temas más profundos como la difícil situación de los jóvenes para encontrar trabajo hoy en día. No es que resulte totalmente antinatural y patético, sino que te hace odiar a todos y cada uno de los personajes y sueñas con que no quede ningún superviviente.

La cosa mejora ligeramente cuando empiezan a morir uno tras otro en la selva a manos de una bestia salvaje y, si antes os decía que la trama inicial era igual que la de The Ruins (2008), el monstruo, más que tener la apariencia que se le atribuye al Chupacabras, parece el hermano latino de las criaturas de The Descent (2005). Escenas en que las que enfoca al personaje y la criatura aparece por detrás, en segundo plano, para atacarle desprevenido, las hay a montones y está calcada de una de las secuencias más míticas de la película de Neil Marshall. Independientemente de esto, el diseño del monstruo está muy bien y casi se podría decir que es lo mejor de la cinta.

Indigenous es la típica película de terror con criatura sanguinaria que cae en los clichés y sustos habituales (retratar a las autoridades locales como incompetentes y que ocultan información), en la que lo único disfrutable son las apariciones esporádicas del monstruo porque por lo demás es un producto bastante prescindible.


CONSEJO VACACIONAL: Si te advierten sobre un sitio al que no debes ir, no seas tan zoquete de ir. Pero si aún así decides obviar las advertencias, grábalo todo en directo en alguna red social, porque puede que eso sea lo único que te salve la vida.

VALORACIÓN: Os aconsejaría que huyeseis muy fuerte de esta película porque salvo el monstruo y alguna que otra muerte más sangrienta, no hay nada que merezca la pena e incluso, todos los personajes son bastante odiosos.



TRAUMA (2018) - CHILE




Viajamos a Chile para enfrentarnos a un Rape & Vengeance de esos de alto conteniendo violento, hasta el punto que fue prohibida en varios festivales. En este caso, debo reconocer que la brutalidad de esta película es cierta y no obedece a ninguna estratagema publicitaria, ya que la violencia es totalmente explicita y hay escenas sumaste desagradables.

Trauma arranca con una de las escenas más fuertes y desagradables que recuerdo. Nos sitúa en 1978, en plena dictadura de Pinochet en Chile y vemos como un joven es brutalmente vejado y traumatizado, lo que acarreará terribles consecuencias. En la  siguiente escena, pasamos al momento actual, en el que un grupo de cuatro amigas van a pasar el fin de semana a la típica cabaña en el bosque del cine de terror, pero antes paran en un bar rural para preguntar por las indicaciones para llegar a la casa. Como ya os imaginaréis, esto es un error garrafal porque los aldeanos, todos hombres con mirada de pocos amigos, nos las reciben con amabilidad y dulzura precisamente y esa misma noche, un padre y su hijo adulto, asaltaran la cabaña de las mujeres, para abusar de ellas, torturarlas y violarlas. 

Según su guionista y director, Lucio A. Rojas, para el que Trauma es ya su cuarta película de género, con esta cinta pretendía criticar el pasado de Chile, mostrando las vejaciones y abusos que se produjeron durante el mandato del dictador. No dudo que las atrocidades que se cometieron durante este aciago periodo de la historia Chilena, fueran incluso peores que lo que muestra la película, pero más que una denuncia, me resultó un muestrario de escenas violentas, violaciones y abusos que pretenden incomodar al espectador, hasta el punto de estar tentada de suspender su visionado. Y, si éste es el efecto que produjo en mi, que tengo un estomago duro en lo que a cine de terror se refiere, no creo que Rojas haya conseguido que su denuncia haya llegado a mucha gente.

Trauma es una cinta de terror extremo que gira en torno al sexo es su vertiente más depravada porque no sólo contamos con violaciones de lo más duras e hirientes para el espectador, sino con prácticas incestuosas o pedófilas. La película nos deja claro que los monstruos se crean por las enseñanzas y el entorno en el que viven y no por cuestiones genéticas.

En todo rape & vengeance, el momento de la venganza nos redime, en cierta manera, de las vejaciones cometidas contra la víctima y somos bastante permisivos a la hora de que la agresividad infligida por éstas contras sus agresores sea incluso más dura. El problema en Trauma es que la violencia contra estas cuatro chicas en tan cruel y extrema, que es imposible que posteriormente la venganza pueda superarla, dejándonos en la más absoluta desolación. Además, por si no fueran suficientes las ofensas que se cometen contra las cuatro protagonistas, tenemos constantes flaskbacks que no muestran cómo se creo este asesino cruel y despiadado y las atrocidades que fue obligado a presenciar y cometer. 

Por todo lo demás, es una producción de buena calidad, las escenas de gore están hechas con efectos prácticos bastante creíbles y las actuaciones son convincentes.

CONSEJO VACACIONAL: Hay que tener mucho cuidado con el turismo rural  porque no sólo hay lugareños chungos en la América profunda y, terminantemente prohibido parar en un bar o supermercado rural. ¿No os habéis dado cuenta de la infinidad de películas de terror en las que todo se tuerce precisamente en ese momento? Ahora mismo se me viene a la cabeza I spit on your grave (2010).

VALORACIÓNSi os soy sincera, Trauma me ha resultado sumamente desagradable y había momentos en los que me costaba mantener los ojos en la pantalla. No es una película que recomendaría porque no me parece disfrutable para nada y tampoco es que sea una gran aportación al género. Así que os aconsejaría que huyeseis muy fuerte de ella y no como suele ser habitual porque sea una mala película, si no porque es dura e incomoda de ver. 


TURISTAS (2006) 


Cogemos el avión y ponemos rumbo a Brasil para disfrutar de la película más conocida de este especial. No estaba entre mis primeras candidatas, pero dado que tuve serias dificultades para dar con mis otras opciones, me decanté por una cinta de la que guardaba un buen recuerdo.

Seguimos la pista a un grupo de mochileros americanos y australianos que viajan por el Brasil rural, cuando su autobús sufre un accidente. Para matar el tiempo hasta que venga el siguiente autobús, deciden bajar a una playa cercana, en un entorno paradisíaco, con un gran chiringuito con bebidas y música. Deciden pasar del autobús y pegarse el fiestón de su vida como jóvenes descerebrados que son y al día siguiente, cuando despiertan, descubren que les han robado todas sus pertenecías. Todo esto es el inicio de un maquiavélico plan que atentará contra la vida de nuestros protagonistas y es que el dicho: estar en lugar equivocado, en el peor momento, aquí encaja al dedillo.

Turistas sigue la estela que dejó Hostel (2005), no sólo por compartir una premisa similar, la de turistas americanos inocentes que viajan al extranjero y les pasan cosas malas, si no por representar la violencia de una manera cruda, realista y con altas dosis de gore. Tras este inicio, Turistas desarrolla libremente una de las leyendas urbanas mas conocidas, esa en la que tras una noche de fiesta o sexo con una bella joven, el sujeto se despertaba con una resaca terrible y un riñón de menos. Pues digamos que aquí, la fiesta es el lugar de captación de nuestros protagonistas como donantes potenciales y, a partir de aquí, todo y todos, les conducirán a la boca del lobo en el interior de la jungla. 

Al igual que me pasó con And soon the darkness, la mayor parte de la película, me parecían situaciones perfectamente factibles y que nos podían pasar a cualquiera con un espíritu un poco aventurero. Lo único que me chirriaba un poco es que una vez que ya les habían robado e iban de peregrinación por la selva en busca de una cabaña, todavía les quedasen ganas para divertirse en unas lagunas con cuevas subterráneas. Estoy convencida que yo en ese momento, estaría en tal estado de nervios que sólo tendría humor para hallar la manera de salir de allí lo antes posible. Sin embargo, bien por ellos por entretenerse en estas grutas subacuáticas porque su orientación en ellas será determinante en el final de la película. 

Como era de esperar, Turistas no tuvo muy buena recepción en Brasil, ya que no se daba muy buen imagen de sus habitantes y esto podía perjudicar a su turismo. Si esto fuera cierto, nadie visitaría ninguno de los países que estamos viendo a través de este especial y los pobres australianos y ciudadanos de la américa profunda, estarían pidiendo asilo en otros países, alegando peligrosos serial killers y animales vengativos en sus territorios. Además, ya deberíamos estar acostumbrados a que los norteamericanos se representan en las películas como las víctimas inocentes y los extranjeros o extraterrestres son todos malvados y poco fiables.

CONSEJO VACACIONAL: Cuando sufres un accidente en un país que no conoces es mejor que no te separes del grupo y vuelvas a tu hotel, siempre habrá tiempo para irse de farra después. 

VALORACIÓN: Turistas da lo que promete. Una cinta entretenida con un terror muy real que te hace pasarlo mal, si logras ponerte en la piel de los protagonistas. La acción no decae en ningún momento y hay escenas angustiosas, sobretodo las persecuciones subacuáticas en las que llega a faltarte el aire. Una película muy refrescante y disfrutable para una calurosa noche de verano.


CUT AND RUN (1985) - VENEZUELA 



Y, terminamos nuestra andadura por Sudamérica, con una última parada en Venezuela, en su parte del Amazonas y con un anfitrión de lujo, el gran Ruggero Deodato. Cut and Run cierra la trilogía de lo que se ha llamado, erróneamente para mi, la trilogía del canibalismo, ya que en esta película, a pesar de haber mucha sangre, muertes y gore, no encontramos muestras de canibalismo por ninguna parte. Dedodato quiso desmarcarse un poco de esta temática con un argumento más cercano a las preocupaciones de la época: los cárteles de drogas y el fanatismo religioso.

En esta ocasión, tenemos como protagonistas a una reportera y un camarógrafo que están investigando las disputas de los cárteles de drogas en Miami y durante ellas descubren que el hijo del director de la cadena de noticias que ha desaparecido, se encuentra en el Amazonas, bajo el mando de un superviviente de la masacre de Jonestown. Se dirigen allí, si ningún tipo de protección y se encuentran como un "ejercito" de indígenas se dedica a robarles la droga a varios cárteles. Vamos, lo que viene siendo una masacre detrás de otra.

Cut and Run nos ofrece una película de acción en la selva con una banda de indígenas bastante sanguinarios que mutilan y torturan a sus víctimas, capitaneados por el inconfundible Michael Berryman, que a su vez está dirigido por el secuaz de Jim Jones, interpretado por Richard Lynch. Desconocemos totalmente porque en sus incursiones para robar droga son tan violentos y se recrean en la tortura, porque escudarse simplemente en que son salvajes, es un poco limitado y vuelve a caer en los estereotipos que en esta época se le daban a los indígenas en el cine de género. También contamos con los reporteros más valientes que hayáis visto nunca porque no es que se metan en la boca del lobo, esto es ya un nivel superior de temeridad laboral. Me impactó ver al principio de la película, como nuestros valientes periodistas se colaban en el escenario de una matanza, incluso antes de que llegase la policía y se ponían a grabar como si tal cosa, entre los cadáveres. Desde luego, la prensa sensacionalista de hoy en día, parece un canal de Disney Channel comparado con esto.

Pero si os ha parecido poco, no debéis olvidar que estamos en la selva amazónica y nuestros intrépidos protagonistas tendrán no sólo que escapar de los indígenas mortíferos, si no de los múltiples peligros que esconde la jungla: serpientes, cocodrilos, ... Además, también tenemos el drama familiar del jefe de reporteros que quiere rescatar a su hijo de las garras de la secta. En definitiva, que aquí no hay quién se aburra con tanta trama, aunque en algunos momentos decaiga un poco el ritmo.

Aunque como os he comentado al principio, en Cut and Run no hay canibalismo, los amantes del gore no se van asentir decepcionados porque tenemos cabezas cortadas, hombres partidos por la mitad, vísceras, amputaciones y un amplio catalogo de atrocidades ejecutadas con bastante destreza. También me gustaría destacar la banda sonora de Claudio Simonetti que le otorga algo de empaque a este exploit de serie B.

CONSEJO VACACIONAL: Aunque viajéis a un lugar exótico por trabajo, primero comprobar si es una zona apacible, porque os podéis meter en el territorio en el que operan varios cárteles de drogas, que eso es casi lo de menos o introduciros en la zona dónde un grupo de indígenas sanguinarios matan a todo bicho viviente y han dejado la jungla plagada de trampas mortales. 

VALORACIÓN: Típico exploit selvático de los 80 con altas dosis de violencia y un argumento con mil tramas y todas ellas un tanto inverosímiles. Aún así, Cut and Run es un cinta bastante entretenida y con estos calores veraniegos, siempre se agradece ver escenarios paradisíacos con selvas y cataratas, aunque estén un poco manchados de sangre.  



MEJORES PELÍCULAS DE TERROR VIAJERO EN SUDAMÉRICA:







domingo, 7 de julio de 2019

VACACIONES MORTÍFERAS: AUSTRALIA


Ya estamos en Julio y con él llega el especial de verano del blog, que aunque esta primera mitad del año he estado poco activa por estos lares, no quería dejaros sin una completa selección de cintas para disfrutar o sufrir, según se vea, este verano.

Este año el tema elegido son las vacaciones mortíferas y es que si algo nos ha enseñado el cine norteamericano de género es que cuando sus queridos ciudadanos abandonan la seguridad del sueño americano, siempre les pasan cosas y ninguna buena. Si bien es cierto que el turismo de interior por los Estados Unidos tampoco es que sea muy seguro a ojos de estos cineastas, he querido centrarme en su visión hacia los países extranjeros y como aquí, peligros de todo tipo les están acechando, casi nada más bajarse del avión.

Esta semana viajaremos, eso sí, con mucha precaución, hasta el continente AUSTRALIANO. En este caso, no han sido producciones norteamericanas las que nos han mostrado los infinitos peligros que tiene viajar a las antípodas, sino que han sido directores patrios como Greg Mc Lean, Andrew Traucki o Chris Sun los que nos han vendido Australia y Nueva Zelanda como territorios más hostiles que viajar a Marte sin traje espacial. La función de estos especiales veraniegos no es traeros las mejores películas o más conocidas que hay sobre estos temas, si no cintas más desconocidas y que nunca se han pasado por este blog. Así que es muy probable que nos topemos con más de un truño, como ya pasó el año pasado, pero también es necesario advertiros de esas cintas de las que debéis huir muy fuerte. Y, dicho estos, empezamos con las PELÍCULAS de VACACIONES MORTÍFERAS en AUSTRALIA.


STORM WARNING (2007)



Empezamos fuerte la selección de películas porque sin duda, Storm Warning es una pequeña joya del cine de terror australiano. Quién piense como yo que está frente a una cinta de desastres fortuitos en el mar al estilo de All is lost (2013) o The Perfect Storm (2000), esta muy equivocado. El problema de nuestra pareja de urbanitas que han decidido pasar la jornada navegando por las marismas australianas, no es otro que al no haber comprobado las condiciones climatológicas de su ruta, se ven avocados a refugiarse de la tormenta en una isla y es aquí dónde empieza su verdadero problema. Digamos que han saltado de la sartén para caer en las brasas porque la casa en la que se han refugiado que parece de los primos lejanos de Leatherface, está habitada por tres paletos bastante sanguinarios a los que no les ha hecho mucha gracia su visita.

La cinta estaba avalada por Jaimie Blacks conocido director australiano de terror por títulos como: Urband Legend (1998), Valentine (2001) o Long Weekend (2008), remake de la película homónima de 1978, que también refleja los peligros que esconde la naturaleza australiana. Según apunta Blacks en una entrevista que podéis encontrar en Youtube, Greg McLean inicio un nuevo subgénero de anti-turismo hacia el país y él sólo se ha dedicado a seguir su pasos. Imagino que el ministerio de turismo australiano tiene que estar muy contento con su directores de terror, ¿no os parece?

Storm Warning recuerda bastante a los exploits setenteros del tipo Straw Dogs (1971), The Last House on the Left (1972) o I Spit on your grave (1978), por su alto contenido violento y sexual. Los urbanitas civilizados y educados se ven obligados a convertirse en autenticas máquinas de matar sádicas y despiadadas para escapar con vida de una panda de paletos que han decido acabar con ellos. Lo que me encanta de estas películas es ver cómo los protagonistas buenos y que, en un primer momento, intentan salir de la situación mediante el diálogo y la negociación, se vuelven seres mucho más sádicos que sus atacantes. Y es que hoy en día, hay que tener mucho cuidado a quién robas o intentas atacar porque puede ser una bestia salvaje que sólo necesitaba ser despertada: No one lives (2012) o Don't Breathe (2016).

Ya sabéis que las películas protagonizadas por mujeres fuertes ya sean heroínas o asesinas, me suelen gustar bastante y la protagonista de Storm Warning, Nadia Farès se ha convertido en una de mis favoritas. Ella se las ingenia para escapar del encierro al que las han sometido los paletos porque la ayuda que recibe de su marido es practicamente nula. Aceptamos que a la primera de cambio le hieren una pierna para que toda la responsabilidad de la supervivencia y huida recaiga sobre la mujer, pero cuando estaba en plena forma sus decisiones tampoco eran de los más acertadas. Este personaje es uno de los pocos aspectos que no me gustaron de la película porque se acaba convirtiendo en un lastre para nuestra heroína que tiene una ideas para acabar con sus captores de los más originales y sangrientas. Los amantes del gore, las vísceras y los litros y litros de sangre no se van a sentir decepcionados con esta película ya que una vez superado la primer mitad mas lenta y de presentación de la situación, pasaremos a un festival de sangre y muertes de los más sugerentes.

CONSEJO VACACIONAL: Si estás navegando por el mar y ves que se avecina una tormenta, vuelve al sitio del que viniste y no te aventures por nuevas rutas porque puede ser peor el remedio que la enfermedad.

VALORACIÓN: Storm warning me ha sorprendido bastante porque estaba predispuesta a encontrarme un producto cercano al telefilm y me he encontrado con un exploit mucho mas sanguinario y entretenido de lo que me esperaba. Así que a los horror lovers que les gusten las experiencias fuertes en la línea de las películas que os he ido nombrando, no os perdáis esta pequeña joyita sanguinaria. 


DYING BREED (2008)




De momento no va mal la cosa porque el nivel de las películas está siendo aceptable y en estos especiales en los que suelo huir de las cintas más conocidas, no siempre en una tarea fácil de conseguir. Dying Breed aúna dos de los iconos más importantes de la historia de Tasmania: el extinto tigre de Tasmania y la leyenda en torno a Alexander Pearce, el preso fugado del penal australiano que se alimentó de sus compañeros para sobrevivir y finalmente fue apresado y ahorcado en 1824. 

La cinta nos sitúa en la piel de Nina, una estudiante de zoología que viaja a Tasmania para continuar con las investigaciones que su hermana había llevado acabo en la isla, antes de fallecer en un fatal accidente. Con ella viajan su novio y una pareja de amigos australianos con los que se adentran en la selva para hallar pruebas de la existencia del mítico tigre. Pronto darán con un poblado aislado, habitado por autóctonos un tanto peculiares que no parecen demasiado hospitalarios. Sí, queridos horror lovers, estamos frente a lo que podríamos llamar una versión australiana de Wrong Turn (2013) o The Hills have eyes (1977), con aldeanos chungos, pero en este caso, no están físicamente deformados porque su peculiaridad no es originaria de ninguna prueba nuclear o de productos tóxicos.

Primer y último largometraje hasta la fecha de Jody Dwyer que contó con la participación de Leigh Whannell famoso guionista, director y actor por películas como la saga SawInsidious o la gran Upgrade (2018) entre otras. También podemos ver a Nathan Phillips, la víctima masculina de unos de mis asesinos favoritos Mick Taylor en Wolf Creek (2005).

En Dying Breed volvemos a tener a una protagonista femenina que es la que lleva a todos los personajes a la boca del lobo, pero al mismo tiempo sabe defenderse por sí misma y luchar. Además, es el único personaje con un desarrollo un poco mas elaborado que el de sus compañeros con los que no llegas a empatizar en ningún momento e incluso deseas que el personaje interpretado por Nathan Philips muera pronto.

La cinta cuenta con un arranque inicial en el que se nos presenta la leyenda de Alexander Pearce, ocurrida en 1824, en la que este mercenario logra escapar de la cárcel en la que se había convertido la isla de Tasmania y cómo se alimenta de los otros fugados para sobrevivir en un paraje tan árido como éste. Si la historia de este personaje histórico despierta vuestra curiosidad, tanto como lo hizo en mi, os recomiendo Van Diemen´s Land (2009) que precisamente, cuenta esta historia. 

Tras este prometedor comienzo, tenemos el típico planteamiento de los survivals: un grupo de jóvenes sin demasiado sentido de la autoconservación, se adentran en la naturaleza más salvaje o en un zona alejada de su zona de confort, con consecuencias terribles. El problema que tiene Dying Breed es que la presentación de personajes y el planteamiento del conflicto son demasiado alargados y terminan provocando una perdida de interés, cuando finalmente llegamos a la mejor parte de la película en el último tercio, dónde se concentran la mayor parte de las muertes, el gore y los torcimientos de culo. 

Es triste decir que Dwyer no ha sabido aprovechar una trama de lo más interesante que nos podía haber ofrecido un  gran historia de supervivencia, con escenas de acción y tensión, en un paraje tan exótico como Tasmania. Si a esto le sumamos que contábamos con dos amenazas iniciales: unos lugareños con ansias de matar y captar nuevos efectivos para su clan, junto con un tigre, supuestamente extinto, que nos podría haber deleitado con varios ataques, hubiese tenido el survival definitivo. ¿No os parece? Sin embargo, tendremos que conformamos con un producto un tanto insustancial que consigue remontar algo en su trama final, aunque no tanto como para que alguna de sus escenas perdure durante mucho tiempo en nuestra memoria.

CONSEJO VACACIONAL: No vayas a explorar parajes desconocidos en busca de un animal mítico sin ir escoltado por un equipo profesional, al estilo del que llevaban en Kong: Skull Island (2017).

VALORACIÓN: Un survival bastante justito que se pone más interesante hacia su tramo final. Lo mejor, el origen de nuestros lugareños sanguinarios y alguna escena gore resultona. 



LEMON TREE PASSAGE (2014)



Pues como era de esperar después de una buena racha de cintas, pinchamos y de qué manera con Lemon Tree Passage. Una película que toma como premisa una leyenda urbana que surgió a raíz de un vídeo de Youtube en el que un motorista murió en un accidente contra un coche conducido por adolescentes, en la carretera de Lemon Tree Passsage. El fantasma del hombre se aparece a los jóvenes que conducen por esta carrera a alta velocidad, como un coche que va tras ellos y al llegar al punto del siniestro, se sale de la carretera y se choca contra algo. Os dejo por aquí el vídeo, aunque ya os advierto que no se ve nada.

La cinta nos presenta a tres mochileros americanos de vacaciones por Australia que conocen en la playa a un par chicos que les cuentan esta leyenda urbana y juntos deciden averiguar si son capaces de dar con el fantasma. Cuando se le encuentren, las cosas para nuestros cinco protagonistas irán de mal en peor.

Primer largometraje para el australiano David Campbell, que también participa en el guión junto a Erica Brien y aquí es dónde reside para mi el principal problema de esta película. Aunque toman como premisa inicial la leyenda de este fantasma de carretera, lo cierto es que la historia se abandona a los pocos minutos de metraje, para darnos una explicación totalmente diferente de la entidad que persigue a los chicos. La historia es bastante farragosa, con personajes que aparecen escasos minutos y luego tendrán un papel fundamental al final, muertes inexplicables, flasbacks de los que no terminas de entender su conexión con la trama, ... 

En definitiva, que llegas al tramo final de la película que posiblemente sea lo más interesante y potente, con un interés nulo. Además, lejos de darte una solución satisfactoria, te crea más dudas porque no entiendes porque han muerto personas inocentes que nada tuvieron que ver con el crimen por el que los persigue el fantasma.

CONSEJO VACACIONAL: Si viajas a un lugar sobre el que existe una leyenda urbana, no quieras comprobar si es cierta porque puede ser que pagues un precio muy alto.

VALORACIÓN: Os recomendaría que no perdieras el tiempo con este thriller sobrenatural de fantasmas vengativos que los hay infinitamente mejores, principalmente en el cine asiático. 



THE CLINIC (2010)



Vamos llegando casi al final de este especial de películas que nos demuestran lo peligroso que es viajar a Australia y en esta ocasión, me topé con una cinta sobre la cuál no tenía ninguna expectativa y lo cierto es que sin ser un gran producto, me mantuvo interesada durante la mayor parte del tiempo.

The Clinic nos presenta a una pareja de guapos a rabiar, Cameron, al que da vida el tristemente desaparecido Andy Whitfield, ese Spartacus que quitaba el hipo y Tabrett Bethell como Beth, su prometida en avanzado estado de gestación. En la Nochebuena de 1979, nuestra pareja viaja en coche por el Outback australiano para visitar a la madre de Beth y, aunque no se te aparezca Mick Taylor , esta zona sigue siendo peligrosa y un camión les saca de la carretera provocando un accidente. Tras el susto, deciden descansar en un motel de carretera y cuando por la noche, Cameron vuelve a la habitación, tras haberse ausentado unos minutos para comprar comida en una gasolinera cercana, se encuentra con que su prometida ha desaparecido y no hay rastro de ella. Cameron alerta a la policía de la desaparición y mientras tanto, Beth despierta en una bañera cubierta de hielo dónde descubre que le han sacado a su hijo del útero y una cicatriza atraviesa su abdomen. 

¡Qué mal rollo! ¿verdad? Pues si os digo que su guionista y director, James Rabbitts se inspiró en hechos reales de raptos de bebes nonatos, ya nos quedamos muertos del todo. Rabbitts debutó en el cine con este thriller de terror en que descubriremos por qué varias mujeres embarazadas han sido raptadas y sus bebes robados. No os penséis que la explicación va a ser sencilla porque las mujeres que parecen haber sido dejadas de la mano de dios en una clínica abandonada en medio de la nada, estarán siendo motorizadas por cámaras, a modo de un Gran Hermano terriblemente siniestro. Por si esto no fuera ya suficientemente dramático, hay algo o alguien que las está dando caza y se nos encoje el corazón ver como unas víctimas tan indefensas que acaban de sufrir una cesárea rudimentaria, tienen que huir mientras sus heridas se abren y sangran. Lo cierto es que quedaba un tanto artificial que todas las víctimas que visten una especie de pijama banco con numeración romana, luciesen exactamente las misma mancha de sangre. Es cierto que las heridas se deben a la incisión de la cesaría, pero que todas tengas la misma longitud y cantidad de sangre me parecía poco creíble.

La trama es de esas que se va enredando de tal manera que temes que la conclusión no vaya a ser satisfactoria, porque salir de ese embrollo, no es tarea fácil. Aunque aquí hay todo es bastante increíble y absurdo por los menos intentan dar una explicación y eso siempre es de agradecer. 

Lo que no me gustó nada son los flasbacks en los que aparece un bebe tumbado sobre unos números romanos por los que corren ríos de sangre realizados con un CGI tan cutre que hacía daños a los ojos. Exceptuando este tema, la producción es bastante decente y la laberíntica clínica, rodeada de una especia de explotación ganadera, da bastante mal rollo. No hace falta quedarte encerrado por la noche en el corral de Isolation (2005) con vacas mutantes para ponerte los pelos de punta.

Éste fue el ultimo trabajo de Andy Whitfield, ya que enfermó durante la grabación y eso propició la re escritura de su personaje y su desaparición de la trama principal.  

CONSEJO VACACIONAL: Nunca pasar la noche en un motel de carretera rural regentado por un persona con un nivel evolutivo inferior a un hombre Cromagnon. Además, tratándose del Outback australiano, en el mejor de los casos serás atacado por algún cocodrilo o jabalí gigante o incluso por el psicópata de turno, así que búscate otro lugar para hospedarte.

VALORACIÓN: Aunque no hay mucho momentos sanguinarios en The Clinic ya que la cesárea forzada que sufre la protagonista ocurre fuera de pantalla por lo que no es tan perturbadora como À L'intérieur (2007), basa su fuerza en el terror a lo desconocido, a no saber qué está pasando. Me pareció una película bastante entretenida, con sus carencias y con una resolución final  un tanto absurda, pero sí se lo personamos a Haute Tension (2003) porque no lo vamos a hacer ahora.



GONE (2007)



Finalizamos este viaje tan peligroso por Australia con una película sobre la que no había oído hablar hasta que me puse con este especial. Argumentalmente es bastante parecida a Wolf Creek (2005), pero carece de la fuerza y la contundencia de la cinta de Greg MacLean. En esta caso se han centrado más en crear un thriller psicológico y un ambiente malrollero que un producto de terror.

En Gone seguimos los pasos de una pareja británica, Alex y Sophie, que han planeado un viaje por la costa Australiana. Antes de rencontrarse con su novia en Sidney, Alex pierde su autobús de conexión y conoce por casualidad al carismático Taylor, un turista norteamericano más experimentado en la isla.  Taylor les propone conocer la verdadera esencia de Australia, haciendo un viaje por el interior para conocer el famoso Outback y la pareja accede a abandonar su tour organizado en pos de la aventura. A medida que pasan los días y se van internando en paisajes desérticos y de tierras áridas, Alex empezará a sospechar que Taylor no es trigo limpio y que quizás no haya sido tan buena idea adentrase con él, en lo desconocido.

Una road-movie en la que sabes en todo momento lo que va a pasar porque se ve venir a la legua, pero quieres descubrir hasta qué punto se va a tensar la situación. Los dos primeros tercios en los que se desarrolla esta relación enfermiza entre los tres protagonista se hace un poco lenta porque no hay mucha acción y algunas de las decisiones de las víctimas se te hacen un tanto absurdas  y que sirven sólo para darle más juego a la trama. Es en la parte final dónde se concentra toda la acción y la situación explota por los aires con una muerte bastante original y curiosa, pero que hubiese requerido de más contundencia y fuerza, para salvar una cinta que termina haciéndose un tanto tediosa.

Se que las comparaciones son odiosas, pero todos los que hayáis visto Wolf Creek os va a ser imposible desligar su recuerdo cuando veáis Gone porque todo lo que podría haber sido esta película para ser grande, ya lo había hecho MacLean un año antes. Digamos que se nos queda un poco a medio gas porque aunque la tensión se mantiene durante casi todo el metraje y la relación infecta entre los personajes está bastante bien construida, lo cierto es que desconocemos las motivaciones de Taylor para hacer lo que hace. No es que las razones de Mick Taylor para asesinar turistas fueran las mejores, pero dentro de su psicopatía tenía un sentido. Aquí es que carecemos de todo dato al respecto y hay momentos en los que su actitud no es demasiado creíble y si el asesino de un thriller falla, apaga y vámonos.

Destacaría la fotografía de los paisajes australianos que es absolutamente espectacular y esto no es de extrañar porque su director, Ringan Ledwidge es uno de los directores de publicidad mas importantes y reconocidos hoy en día. Gone supuso su primer y único largometraje hasta le fecha porque tras él, sólo ha hecho cortos pero con actrices de reconocimiento internacional como Rosamund Pike o Kristen Steward. Es posible que no le beneficiara estrenarse sólo un año después de Wolf Creek, ya que esta cinta no disfrutó de estreno comercial y tras pasar por algún festival, fue directamente al mercado doméstico. Sinceramente, esta película parece un gran telefilm de esos que nos ponen los fines de semana en Antena 3  por la tarde y si no buscáis nada más, en en ese sentido funciona perfectamente. 

CONSEJO VACACIONAL: Nunca viajes con extraños

VALORACIÓN: Un thriller psicológico para una tarde de verano y disfrutar de unos paisajes increíbles y de una situación enfermiza con unos personajes un tanto planos. 


Hasta aquí nuestro viaje por Australia y los terribles peligros que nos acechan en cada esquina. En esta selección no ha habido ninguna cinta con animal mortífero, pero ya sabéis que en esta zona existe una gran concentración de ellos y que sus directores no tienen ningún reparo en mostrárnoslo. Ésta sólo ha sido una selección de películas de viajes más desconocidas y que no había visto, pero si queréis mandanga de la buena, acomodaros en el sillón y preparad palomitas porque a continuación os dejo mis cintas preferidas sobre este tema.



MEJORES PELÍCULAS DE TERROR VIAJERO EN AUSTRALIA



  • Wolf Creek (2005)
  • Rogue (2007)
  • Black Water (2007)
  • The Triangle (2009)
  • The Reef (2010)
  • Wolf Creek 2 (2013)