lunes, 28 de diciembre de 2015

PELICULAS DE TERROR NAVIDEÑAS



¡¡Feliz Navidad, Horror lovers!! ¿Saturados ya de las comedias familiares y las películas de animación que inundan nuestras pantallas por esta época? Para daros un pequeño respiro de todo este ambiente bucólico de paz y amor, os he preparado una selección de películas de terror pero, eso sí, muy navideñas, para no perder la tradición, ¡ho, ho, ho!
En esta lista no he incluido títulos tan obvios como: Gremlins (1984) o Pesadilla antes de Navidad (1993), porque creo que ya todos las conocemos y si no es así,  deberíais preguntaros en qué agujero habéis estado metidos durante toda vuestra vida. Tampoco me ha parecido oportuno incluir el gran estreno de este mes de Diciembre: Krampus (2015), porque creo que ya se ha hablado suficiente sobre él y lo que quería era traeros títulos  menos conocidos para todo el mundo. Así que, empecemos ya con nuestra lista de Bloody Christmas y espero que no me odiéis demasiado si a partir de ahora las Navidades se convierten en algo aterrador y siniestro para vosotros…
BLACK CHRISTMAS (1974)



Slasher navideño en el que una serie de chicas de una fraternidad universitaria celebran una fiesta antes de marcharse de vacaciones. Durante la celebración reciben la llamada de un acosador y, aunque al principio no le dan mucha importancia, una de ellas desaparece, iniciando una escala de terror sin límites…

Se considera a Black Christmas o Navidades Negras (1974), título que recibió aquí en España (un aplauso para el Sr. de los títulos por esta gran traducción), como uno de los primeros slashers junto con El fotógrafo del pánico (1960) o La matanza de Texas (1974).

Black Christmas es una gran película, injustamente olvidada, cuya principal baza es crear una atmosfera totalmente asfixiante entre las cuatro paredes que conforman esa residencia universitaria. Una de las cosas que más me llamó la atención, y que seguro que a vosotros os sorprende, es que tras la desaparición de la primera chica sus amigas se preocupan y llaman a la policía. Es increíble como esta sensatez se perdió en los slashers de los 80 y 90 en los que la gente desaparecía y los amigos o familiares no se daban cuenta o no le daban la mayor importancia y se quedaban todos tan tranquilos mientras las muertes se iban sucediendo.

En cuanto al grupo de chicas se reproducen todos los cánones habituales de este tipo de producciones: la chica virginal, la descarada, la sensata que, al igual que ocurre en The House on Sorority Row (1983), es la protagonista. Las interpretaciones son más que correctas y cabe destacar la aparición de Margot Kidder, pocos años antes de convertirse en la novia de Superman (1978) y de John Saxon, un actor bastante habitual en el cine de género, que ha participado en películas tan conocidas como: Planeta sangriento (1966), Pesadilla en Elm Street (1984) o Abierto hasta el amanecer (1995)
Es un slasher canadiense muy recomendable, con unos asesinatos bastante originales e imaginativos, un homicida de lo más perturbador y un ambiente de lo más opresivo que no se debería perder ningún amante del género.


DEAD END (2003)



Película francesa en la que un matrimonio viaja en coche junto a sus dos hijos mayores para pasar la Nochebuena con los abuelos. Durante más de 20 años siempre habían seguido la misma ruta, pero esa noche el Sr. Harrington decide coger un atajo y se pierden. No son conscientes de que esa decisión cambiará sus vidas para siempre

Película de culto que tenéis que ver sí o sí y que a mí me pareció estupenda. Estamos frente a una road movie con tintes de comedia negra y de survival  horror, con un argumento que, aunque no es para nada original, consigue mantenerte enganchado a la pantalla en todo momento.

Lo mejor de la película son los partes de comedia negra con las que nos deleitan el Sr. y la Sra. Harrington. El padre, interpretado por Ray Wise conocido por su aparición en Twin Peaks (1990-1991) y la madre, Lin Shaye, a la que hemos podido ver recientemente en la saga de Insidious, son absolutamente geniales y eclipsan a los demás personajes de la película.  En serio, hay momentos absolutamente desternillantes, como el de las confesiones, que es de lo mejor que yo he visto últimamente.

Aunque en un primer momento el argumento parece sencillo: una  familia que ha cogido un atajo y se ha perdido, los elementos que se van sucediendo en la pantalla son cada vez más perturbadores y en más de una ocasión nos llevan a preguntarnos qué es lo que está pasando verdaderamente en la película. La mujer misteriosa, el coche negro, el carrito de bebé en medio de la carretera, ese pueblo al que nunca llegan, todo esto unido a ese escenario tan espeluznante en una carretera solitaria que atraviesa el bosque en plena noche, trasmiten al espectador una sensación de intranquilidad  que sólo se reduce en los momentos cómicos que antes os comentaba.

En Dead End no hay apenas elementos gore, aquí todo se basa en la sugestión, en la ambientación, en las expresiones de horror de los que sí ven lo que está pasando. Y aquí todos esos elementos funcionan a la perfección creando un entorno de lo más claustrofóbico,  y eso que estamos al aire libre…

El final puede que os resulte sorprendente o decepcionante, dependiendo de si habéis visto películas similares o no. A mí no me desagradó porque, a pesar de que sí que he visto este desenlace en otras ocasiones, creo que aquí está todo muy bien atado y funciona perfectamente.
No os podéis perder Dead End, es perfecta para disfrutar a oscuras, solos o con vuestra pareja y dejar que su oscuridad y el misterio os embriaguen.
 


SHEITAN (2006)



Otra cinta francesa que se cuela en esta lista. Cuando hablamos sobre Terror Extremo Francés, el movimiento que revolucionó el cine de terror durante la primera década del siglo XXI, suele incluirse esta película. La verdad es que no estoy totalmente de acuerdo con esta afirmación porque, aunque sí que comparte elementos habituales en el movimiento: ambientes sórdidos, personajes marginales y/o extraños, no creo que la extrema violencia o el gore que caracterizan a este subgénero estén presentes en esta producción.



En Nochebuena, un grupo de gamberros sale de una discoteca y una de las chicas con las que uno de ellos había estado tonteando, les invita a su casa de campo. Allí conocerán al guarda de la finca, un hombre extraño de sonrisa permanente, que les tiene preparada una celebración de lo más macabra.


La palabra que definiría perfectamente a esta película sería: perturbadora. Puedes amarla u odiarla, pero no dejará indiferente a nadie. No le hace falta recurrir a grandes dosis de sangre para mostrarnos escenas muy desagradables. Os lo digo yo, que puedo verme Á l’interièur (2007) sin pestañear,  que aquí hubo escenas que me resultaron repulsivas. 


Vicent Cassel, que interpreta al guarda perturbado, lo es todo en esta película, sin él, seguramente, habría sido un fracaso absoluto. Sin duda, es lo mejor de Sheitan y el doble papel que interpreta os dejará locos de remate. El resto del reparto no es para tirar cohetes y además, interpretan a personajes tan odiosos que no te importará lo más mínimo lo que les pase.
Sheitan no es una película que recomendaría a todo el mundo, de hecho a mí me decepcionó porque esperaba la brutalidad y el gore del Terror Extremo Francés, que aquí no abunda. Digamos que tiene un estilo similar, salvando las distancias claro, a Calvaire (2004), película belga bastante recomendable. Dejo a vuestra elección el que queráis verla o no y si deseáis conocer más acerca de las películas que dan nombre a este subgénero, podéis ver el especial que hice hace algún tiempo y que os enlazo aquí. De todas maneras, pronto os traeré un nuevo especial con todas aquellas películas que me dejé en el tintero, que seguro que os encantará.

TALES FROM THE CRYPT (1972)



Seguro que todos conocéis la famosa serie de finales de los 80 y  principio de los 90  que tiene el mismo título y que se basaba, al igual que esta película, en los comics de terror de EC.


Un grupo de 5 personas visita unas catacumbas y, al despistarse un minuto de su guía, se pierden. Pronto se dan cuenta de que están atrapados en una cripta junto al guardián de la misma y éste les va a relatar cinco historias de las que ellos son los principales protagonistas.
La verdad es que el formato de las antologías, varias historias cortas en una misma película, me gusta bastante, siempre y cuando todos los segmentos tengan una calidad aceptable. Afortunadamente, este es el caso de la película que nos ocupa y además, me pareció muy original la premisa de la que parten las historias. Sin embargo, aunque todos los segmentos merecen la pena, quiero que os quedéis con el primero: And All Through The House, que es el que transcurre en Navidad. En él encontramos a una joven y bellísima Joan Collins que, cansada de su marido, decide deshacerse de él en Nochebuena, coincidiendo con la fuga de un loco de un manicomio que ha decidido castigar a las chicas malas disfrazado de Papá Noel…

Esta historia es la menos original de todas, pero sólo por ver a Joan Collins y a Peter Cushing en plena acción merece la pena, aunque yo os recomendaría que vieseis todas porque, por ejemplo, la última: Blinde Alleys, es una auténtica delicia.
Ya sabéis que en este tipo de producciones no abunda la sangre, sino que es un terror de corte mucho más clásico, donde la vileza de los personajes de cada una de las historias  ya es suficientemente aterradora. Seguro que a todos los que os gusten las antologías o las series del tipo de Tales from de Crypt (1989-1996) o Twilight Zone (1985-1989) os encantará.



WIND CHILL (2007)


Otra película de terror psicológico, con un argumento muy similar a Dead End (2003), aunque aquí prescinden del tono cómico y la historia va por unos derroteros diferentes a pesar de que parten de la misma premisa.

Una universitaria vuelve a su casa en Delaware por Navidad y decide compartir coche con otro estudiante que va al mismo destino. El chico decide tomar un atajo, tienen un accidente, el coche se queda atrapado en la nieve y los estudiantes, sin comida, ni cobertura, se encuentran en una situación desesperada. Sin embargo, éste no va ser el único de sus problemas ya que los sucesos y presencias extrañas se empiezan a manifestar en ese inhóspito lugar.

El principal atractivo con el que cuenta Wind Chill es la presencia de Emily Blunt como protagonista. Es curioso que en ningún momento nos dicen cuál es su nombre, ni el del chico protagonista (Ashton Holmes), lo que le da un cariz más intrigante a la historia.

En un primer momento nos hacen creer que la película va de algo totalmente diferente, ya que el chico protagonista parece saber muchas cosas sobre la chica y sabemos que le ha mentido para poder hacer ese viaje juntos. Sin embargo, la segunda parte toma otro cariz totalmente diferente, aunque no sabemos si podemos fiarnos totalmente del chico y si el haber elegido ese atajo ha sido algo casual o totalmente premeditado.

La localización me pareció perfecta, un paraje aislado del mundo, gélido, cubierto por la nieve, en el que no hay cobertura, que lograba transmitir a la perfección la sensación de aislamiento y angustia de los dos protagonistas. También es meritorio hacer una película con sólo dos personajes y que la acción no decaiga en ningún momento.
Wind chill es una producción interesante, en la que no vais a encontrar prácticamente sangre, pero que consigue asustarnos con esa atmosfera tan conseguida y esa historia en la que muchas veces no sabemos lo que está pasando. Y, por cierto, espero que ya os haya quedado claro lo que no hay que hacer en Navidad: coger atajos por los que nunca hemos ido, porque seguramente nunca lleguemos a nuestro destino. ¿Todavía queréis arriesgaros?


SILENT NIGHT (2012)


Aunque fue promocionada como el remake de la película de culto de los 80 Silent Night, Deadly Night (1984), yo más bien creo que lo que intentaron fue un reboot, aunque no creo que lograsen, en ningún momento, mejorar la historia o al personaje original. De hecho, no creo que tenga que ver mucho con la película de los 80, a excepción de un Papa Noel asesino y algún que otro guiño en los asesinatos.
Un psicópata, traumatizado por la muerte de su padre cuando era un niño, decide aniquilar, disfrazado de Papa Noel, a los habitantes de un pequeño pueblo estadounidense.

Estamos frente a la película más sangrienta de toda la lista y la que debéis tomaros como puro entretenimiento gore, porque la historia es muy, pero que muy floja. En primer lugar, no tenemos a un protagonista con cara de chico bueno que se va transformando en psicokiller, que era lo que nos acojonaba de la película ochentera. Aquí tenemos un Papa Noel tan grande como una mole, con una careta transparente que da bastante miedo, pero del que desconocemos su identidad hasta prácticamente el final de la historia, por lo que la empatía que nos pudo producir el personaje de la historia original, aquí se pierde por completo. Tenemos un asesino mudo más cercano a Michael Myers o Jason Voorhees, que a cualquier otra cosa.

Según algunas fuentes que he consultado, en cierta manera, la película se habría inspirado en la masacre navideña de Covina (Los Ángeles, 2008), en la que un hombre disfrazado de Papa Noel mató a 9 personas, familiares de su reciente exmujer.

Lo mejor que tiene Silent Night es un reparto con caras bastante conocidas. Jaime King, la policía atormentada encargada de detener a este asesino navideño es un rostro habitual  en películas de género como: El republicano (2006), San Valentín sangriento 3D (2009) o Mother’s Day (2010). Su jefe, el sheriff de la comisaria, interpretado por Malcom McDowell, seguro que os suena como el nuevo Dr. Loomis en Halloween, el origen (2007) y Halloween II (2009). Yo le tengo bastante manía a este actor desde que le vi en las películas de Rob Zombie, debido al personaje tan odioso al que interpretaba y, si os digo la verdad, la cosa sigue sin mejorar en esta película.

Los asesinatos son bastante sangrientos e imaginativos y, por supuesto, no podía faltar el más famoso de la película ochentera, el relacionado con unas astas de ciervo. Pero, además, también utiliza otra serie de armas como lanzas, cuchillos o lanzallamas, y no tiene ningún miramiento en la hora de elegir a sus víctimas.
Si queréis ver un slasher más que aceptable con un asesino disfrazado de Papa Noel yo os recomendaría antes el Silent Night, Deadly Night del 84 ,pero si teneis ganas de sangre a borbotones y no os importa demasiado que la historia sea un tanto mediocre, Silent Night es vuestra película.


Hasta aquí las recomendaciones de terror navideño para este año, pero si os ha sabido a poco, siempre podéis echar un vistazo a otros títulos que ya han aparecido por el blog y que son auténticas joyas como: Á l’interièur (2007), The Parking 2 (2007) y The Children (2008).

sábado, 19 de diciembre de 2015

THE HOUSE ON SORORITY ROW (1983)

 
Regreso de nuevo con ese subgénero que tanto me gusta y que últimamente tenía un pelín abandonado: los slashers ochenteros. Últimamente he estado revisando varios que son de obligada visión para una enamorada del tema como yo, pero es que hay tantas y tantas películas de terror, que no hay horas, ni días en el año para que yo pueda ver todo lo que me gustaría. Los que me seguís en twitter sabréis que, últimamente, he empezado a saldar mi deuda con los clásicos de culto que todavía no había visto como: La mosca (1986) o Hellraiser (1987). Sé que es para matarme por no haberlas visto antes, pero ya os contaré, en otro momento, los prejuicios absurdos que tenía con estas dos cintas y sabréis el por qué del retraso, jejeje.
 
The House on Sorority Row (1983) es uno de esos típicos slashers ochenteros que se me viene a la cabeza cuando hablo sobre este subgénero, pero que no es muy conocido fuera de los círculos de los amantes del cine de terror. No es tan gore como The Burning (1981) o tan sorprendente como CampamentoSangriento (1983), pero sin duda tiene algo que la hace ser superior a la media. Puede que sólo sea recordada por la musicalidad de su título: … Sorority… no me digáis que no es sugerente, jajaja. Precisamente, lo contrario de lo que ocurre en la versión española donde se la llamó Siete mujeres atrapadas, titulo soso donde los haya y para nada atrayente. Sin duda, otra cagada de nuestro Sr. de los títulos.
Vamos con el argumento que me enrollo como siempre: Siete chicas de la hermandad Pi Zheta quieren celebrar una fiesta por su graduación, a pesar de que cuentan con la negativa de su tutora y dueña de la casa, la Sra. Slater. Las jóvenes deciden hacerle caso omiso y seguir adelante con los preparativos de la fiesta, mientras una de ellas planea gastarle una inocentada que no olvidará mientras viva. Y así es, porque la Sra. Slater muere como consecuencia de esta broma y las chicas implicadas serán perseguidas por un ser desconocido.
La película fue escrita y dirigida por Mark Rossman que, después de sus inicios en el cine de terror y la ciencia ficción, ha consagrado su carrera a la dirección de películas y series de televisión para niños y adolescentes ñoños. Para que entendáis mejor a que me refiero, basta deciros que una de sus musas es Hilary Duff y entre sus películas tenemos títulos tan impactantes como Una cenicienta moderna (2004) o El hombre perfecto (2005). Vamos, que ni loca me vais a encontrar viendo nada más de este director, pufff.
The House on Sorority Row no es un gran slasher, pero la verdad es que me gusta y creo que es bastante entretenido. Puede que sea por su puesta en escena en la residencia de una hermandad universitaria, que eso siempre resulta atractivo, o que  la chica mala de turno resulta bastante carismática y odiosa, como tiene que ser, jejeje. Además, la intriga que produce en el espectador el hecho de desconocer la identidad del asesino y preguntarse en más de una ocasión si la Sra. Slater está realmente muerta, le da a la película un carácter de thriller bastante interesante. Y, ¿qué me decís del arma elegida? ¿Dónde se ha visto un asesino que use como arma homicida un bastón de anciana? Me pareció buenísimo, jajaja.
 
En la película las protagonistas son estas siete chicas de la hermandad y los hombres, a excepción del médico, son meramente accesorios. El grupo de adolescentes es bastante heterogéneo, tanto que yo a veces me preguntaba cómo era posible que estas chicas fuesen amigas. En primer lugar, tenemos a la chica mala que os comentaba antes, Vicky, interpretada por Eileen Davison y que por esta época era bastante conocida debido a su participación en varias telenovelas de éxito de la época. Me pareció la perfecta líder del grupo, manipuladora y conspiradora, a la que todas siguen sin rechistar. En el lado opuesto está Kathry (Kate McNeil), la chica buena y responsable que no se deja influenciar totalmente por Vicky y que intenta que el resto del grupo entre en razón. Después está Morgan (Jodi Draigie), que se viste como una autentica buscona, pero es con la que mejor me lo pasé. Y no hay que olvidar a Jeanie (Robin Meloy) que parece una niña de prescolar con sus coletas, pero es la que tiene la muerte más brutal de la cinta.
Algo que, a mí parecer, aporta mucha frescura al argumento de The House on Sorority Row es que el asesinato y su posterior venganza son consecutivos. Normalmente estamos acostumbrados a que un crimen tenga su venganza 20 años después simplemente porque un hecho del presente reaviva la rabia del agraviado, convirtiéndolo en un homicida como pasa en: Prom Night (1980), Viernes 13 (1980), The Prowler (1981), My Bloody Valentine (1981), etc. Con este tipo de películas yo siempre me pregunto una cosa: si estas personas que de adultos se han convertido en asesinos habían sufrido el trauma que genera dicho instinto criminal durante su infancia, ¿cómo es posible que nadie notase nada raro durante su niñez o adolescencia? Sólo Rob Zombie nos explicó lo que le sucedió a Michael Myers durante este lapso de tiempo en Halloween (2007), el resto permanecen como Bellas durmientes hasta que a los 15 o 20 años algo despierta su ganas de matar…
La cinta contaba con dos finales alternativos, uno en el que se mostraba a Kathry en sillas de ruedas en un hospital y donde lo impactante era ver quién empujaba su silla y no os digo más, jejeje. En el otro, la policía encuentra el cadáver de Kathry en la piscina vestida con un disfraz de payaso, dándonos a entender que ella era la asesina, muy al estilo de Happy Bithday to me (1981). ¿Con que final os hubieseis quedado? Yo creo que con el primero porque el otro me resulta demasiado forzado.
La escena más bizarra se encuentra hacia el final de la película, cuando el médico inyecta un tranquilizante a Kathry y ésta empieza a tener alucinaciones con sus amigas muertas, la Sra. Slater y el bastón, que parece haber cobrado vida y se mueve sólo. Una escena muy rara, pero estupenda.
The House on Sorority Row también tiene algún que otro aspecto negativo como por ejemplo la falta de gore y de unos asesinatos originales. No hay apenas sangre y las muertes no son nada del otro mundo, a excepción de una, pero claro, no todo el mundo puede contar con un Tom Savini como técnico de efectos especiales, ¿no? El final es también un poco dudoso y nos deja con varios interrogantes, pero a pesar de esto es un slasher muy entretenido y, en ciertos aspectos, diferente: aquí las asesinadas son las chicas implicadas en el asesinato de la Sra. Slater y no personas que no tenían nada que ver con el crimen, pero que 20 años después se toparon con el asesino cuando este decide convertirse en un monstruo. Seguramente no se convertirá en vuestro slasher favorito pero, sin duda, cumple su función: entretener, algo que en ocasiones es difícil de conseguir, ¿no os parece?
 
 

miércoles, 9 de diciembre de 2015

TEETH (2007)


Lo primero que pensé cuando descubrí el eje de esta película es que la imaginación humana no conoce límites. Pero, sin duda, lo mejor vino cuando buscando información para la crítica me enteré  de que: ¡¡ la vagina dentada es un mito común en varias culturas!! Ojiplática me quedé, jejeje. Por otro lado, quería hacer desde aquí un llamamiento a nuestro querido Señor de los títulos, como le denominan cariñosamente mis amigos del podcast de Aguas Turbias, para que deje de spoilearnos las películas con sus traducciones sin sentido. ¿Por qué si para el título de la versión original utilizaron algo sutil como Teeth (dientes), aquí tuvimos que soportar que nos arruinasen la gran sorpresa de la película con el título que eligieron: Vagina Dentada?  Así que: Sr. de los títulos, háganos el favor de limitarse a traducir, no intente inventar o pasarse de listo porque, sinceramente, no se le da nada bien. (Utilizaré a partir de este momento el título de la versión americana por ser más corto)
Después de las reivindicaciones es el turno de la sinopsis de la película: En un pequeño pueblo cercano a una central nuclear vive Dawn, una joven estudiante que es el miembro más activo de un grupo cristiano que promueve la castidad. La joven se enamora de un chico y cuando éste intenta forzarla a tener relaciones sexuales, la joven se da cuenta de que su cuerpo posee un mecanismo de defensa letal frente a posibles intrusos.
Mitchell Lichtenstein es el guionista y director de esta película tan peculiar que supuso su debut en el mundo del largometraje. Tras ella, tan sólo ha realizado otras dos cintas: Happy Tears (2009) y la recién estrenada, Angelica (2015).  Aunque Litchtenstein ha trabajado principalmente como actor en series de televisión, decidió estrenarse en la dirección con Teeth tras haber descubierto, hace algunos años, el mito de la “Vagina Dentata (que así es como se llama, que no me he equivocado, jejeje) y enterarse de que era más corriente de lo que pensaba. Podemos encontrar  leyendas sobre ella en textos egipcios, indoeuropeos, griegos, de los nativos americanos o africanos. En todas ellas el hombre acaba siendo el héroe que conquista y somete a la mujer, cosa que aquí no va a ocurrir...
Teeth es una película independiente, de bajo presupuesto que generó bastante controversia allá por el año 2007 cuando se recorrió multitud de festivales, pero recibió una gran, aunque discreta, acogida. La verdad es que es una cinta difícil de clasificar porque, estrictamente, no es una película de terror, sino más bien una comedia negra que juega con ciertos elementos del género. No es que tenga muchas escenas sangrientas, pero sí que hay alguna que incomodará sobre todo al público masculino, que no aparece muy bien retratado en la película. Salvo el padre de la protagonista, todos los hombres que aparecen están representados como unos depredadores que quieren someter a Dawn. Seguramente, las reacciones que tengan hombres y mujeres durante el visionado de Teeth serán sustancialmente diferentes, digamos, más viscerales, jejeje.
En cuanto el reparto, destaca por encima de todos su protagonista, Jess Weixler, que soporta perfectamente todo el peso de la película y es bastante divertido ver su evolución desde una joven casta y pura, temerosa de su propia sexualidad, a una autentica devorahombres que aprenderá a hacer uso de su “anomalía” en su propio beneficio. Sin embargo, siento deciros que todos los que esperéis ver la “Vagina Dentata” en este largometraje os vais a quedar con las ganas, porque no se muestra en ningún momento, es todo mucho más sutil y requiere de nuestra imaginación.
Litchtenstein ha aprovechado esta premisa tan original para  poner de manifiesto la educación tan retrograda que tienen algunos sectores de la población norteamericana con respecto al sexo. A mí me deja alucinada que, en pleno siglo XXI, existan grupos religiosos que aboguen por mantener la castidad hasta el matrimonio sirviéndose de datos falsos con los que engañan a los jóvenes. Una de las barbaridades que promulgan es, por ejemplo, que los preservativos no funcionan o afirmaciones de ese calibre. En la cinta tenemos otro ejemplo muy claro cuando nos muestran el libro de biología de Dawn en el que aparecen los genitales femeninos tapados con una pegatina, mientras que los masculinos se ven claramente. Lo peor es que, según apuntó el director en una entrevista, esto reflejaba fielmente la realidad en algunas escuelas del oeste de Virginia.
Resumiendo, Teeth es una película entretenida y con uno de los argumentos más originales con los que yo me he encontrado. A mí, en algunas ocasiones me resulto bastante flojita porque me hubiese gustado que fuese más explícita, pero creo que merece la pena que le echéis un vistazo, aunque sólo sea por ver el buen hacer de su protagonista. Según todo lo que he leído la “Vagina Dentata” representa una fobia masculina, pero en serio, ¿tanto miedo nos tenéis? Jajajaja.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

MARATÓN 12 HORAS DE MOLINS DE REI (PARTE 2)


Siento haber tardado tanto en publicar una nueva entrada en el blog, pero he tenido unos días bastante complicados y me hay sido imposible hacerlo antes. Pero no os relajéis demasiado porque todavía me quedan varias reseñas y alguna sorpresilla que traeros antes de las vacaciones. Así que, si más dilación, comenzamos ya con la segunda parte de la crónica sobre Las 12 horas de cine de terror de Molins de Rei que se había quedado en el tintero.  Para que os hagáis una idea, le toca el turno a las películas que se proyectaron a partir de las 3.00, una hora muy delicada ya que después de pasar tanto tiempo sentados, el sueño empieza a hacer estragos entre los asistentes. Es importante que a estas horas las películas sean interesantes y con un ritmo trepidante porque si no es muy difícil escapar de los brazos de Morfeo. Este segundo tramo de la maratón comienza con la cinta sorpresa con la que nos deleitan cada año y que suele ser una película antigua.  Esta vez, como no podía ser de otra manera, homenajearon al recientemente fallecido Wes Craven con la proyección de una de sus películas más míticas: Pesadilla en Elm Street (1984). A continuación, dieron paso a una de las cintas más locas y divertidas del festival, Deathgasm (2015) y, sintiéndolo mucho, no pudimos quedarnos a la última película que teníamos prevista, We are still here (2015). No sé si fuimos nosotras que calculamos mal los horarios o es que la proyección iba con retraso, pero el caso es que tuvimos que salir corriendo para no perder el tren de vuelta a casa. Empezamos con lo que nos interesa:


PESADILLA EN ELM STREET (1984)


Recuerdo que la primera vez que vi Pesadilla en Elm Street fue uno de esos días de mi pre-adolescencia en los que los amigos nos reuníamos para ver películas de terror en alguna casa. No la había vuelto a ver desde entonces y tenía ganas de verla de nuevo para poder así continuar con la saga, que ya cuenta con, nada más y nada menos, que 8 títulos más.
Un grupo de amigos comparte la misma pesadilla: un asesino con la cara quemada y que lleva un guante formado por cuchillas les persigue para matarles. Varios de los  jóvenes serán asesinados en sus sueños, mientras que el resto, no sólo tendrá que hallar la manera de acabar con el ser que les acecha, sino  que deberá evitar dormir para no ser atrapados por el temible Freddy Krueger.
La premisa de la que parte Pesadilla en Elm Street fue, y sigue siendo, muy original: un asesino en serie que mata a sus víctimas en sueños. Como supongo que ya todos sabréis, Craven se basó en varios artículos periodísticos de los años 70 en los que se relataba cómo un grupo de refugiados jemeries habían huido a EEUU a causa del régimen de Pol Pot en Camboya y habían muerto tras haberse negado a dormir, después de haber sufrido unas pesadillas terribles. Las autoridades denominaron a este fenómeno el “Síndrome de la muerte asiática” ya que fueron incapaces de hallar una causa que explicase los fallecimientos.
La principal baza con la que cuenta esta película,  y en definitiva toda la saga, es su villano, un asesino bastante original que se salía un poco de lo habitual en aquella época: homicidas implacables, que no pronunciaban una sola palabra y ocultaban su cara con todo tipo de máscaras. Robert Englund tenía que someterse a 3 horas de maquillaje para conseguir la cara quemada de su personaje y su característico guante de cuchillas fue ideado por Craven tras averiguar que uno de los miedos primarios común a todas las culturas era el ataque por garras de animal. Además, el hecho de que Freddy hable y tenga ese humor tan negro le hace mucho más aterrador que los mudos Myers o Vorguees. Todas estas características tan distintivas contribuyeron a encumbrar a Freddy Krueger como un icono del cine de terror.
Lo que siempre me ha gustado de esta película es esa atmosfera onírica que lo inunda todo y que te hace, en muchas ocasiones, dudar de si lo que estás viendo es un sueño o la vida real de los personajes.
Craven no sólo tenía una buena historia y un asesino diferente, sino que también  contó con  unos efectos especiales brillantes en muchas de las escenas.  Porque, ¿quién no recuerda aquélla en la que Nancy es atacada en la bañera? Para su grabación tuvieron que construir un cuarto de  baño y una bañera sin fondo que se situaban sobre una piscina para conseguir esa escena tan famosa y que podéis ver como encabezado de esta crítica. Otro de los efectos que me pareció muy curioso es el perteneciente a la escena en la que Nancy sube las escaleras y se hunde en los escalones como si estos fuesen arenas movedizas. Para conseguirlo se utilizó masa para tortitas, así que además de hundirte también podías degustar un poquito, jejeje.
Supongo que ya habréis visto esta primera entrega de la saga de Elm Street si os consideráis auténticos horror lovers. Es una de las genialidades que surgieron de la mente del gran maestro Craven, al que siempre recordaremos por su gran legado al cine de terror.


DEATHGASM (2015)


Damos paso a la película más gamberra, divertida y con más litros de sangre de toda la maratón que, como no podía ser de otra manera, nos llega desde Nueva Zelanda, jejeje. Desde luego hace honor a su título porque Deathgasm es exactamente eso, un auténtico orgasmo de sangre y muerte en toda regla, jejeje.
Tras un incidente, Brodie, un chico solitario que tiene una banda de Heavy metal, se ve obligado a mudarse con sus autoritarios tíos. Poco después conoce a Zakk, otro fan del Metal al que rápidamente introduce en su banda y con el que encuentra unas partituras musicales con las que invocan a un ser demoniaco, que empezará a poseer a todo el pueblo. A partir de ese momento tendrán que dejar de lado sus deseos de fama y tratar de sobrevivir aniquilando demonios.
La película es bastante divertida, no sólo por la situación tan absurda que tienen que vivir los personajes, sino por unos diálogos cargados de humor. El romance también está presente con la llegada de Medina, la novia del primo de Brodie,  que pasa de ser una rubia encantadora y angelical a una auténtica metalera a la que no le temblará el pulso a la hora de exterminar demonios. Pero si algo abunda en Deathgasm es la sangre y el gore, un auténtico festival de desmembramientos, hachazos y vísceras.
Jason Lei Howden es el guionista y director de esta comedia gore, que goza de cierto prestigio en Hollywood como técnico de efectos especiales en varias superproducciones: El gran Gatsby (2013), El Hobbit: un viaje inesperado (2012) o Los vengadores (2012). Deathgasm es su primer largometraje y gracias a su paso por los festivales y al “boca a boca”, se ha convertido en una de las películas de terror más populares del año. Entre los planes recientes de este director está escribir el guion para una segunda parte, pues parece ser que lo que tiene en mente es una trilogía y, además, también quiere realizar una colección de comics. Por lo que, si todo sale como tiene previsto Howden, tenemos Deathgasm para rato, jejeje.
Los demonios están bastante bien creados, como cabría esperar de un experto en la materia, y el jefe de todos ellos me recordaba mucho al demonio rojo de Legend (1985). Otra de las películas que se me vinieron a la mente con Deathgasm, fue Demons (1985), precisamente en la escena en la que el protagonista se pasea en moto entre las butacas mientras el teatro se convierte en una auténtica carnicería de demonios y espectadores a ritmo de rock.
Mi desconocimiento sobre este tipo de música, el Death Metal, es total pero que no me impidió disfrutar de esta película como la que más. Atención al videoclip que se imaginan los protagonistas porque no tiene desperdicio alguno. Es una de  las escenas más surrealistas que encontramos en Deathgasm.
En definitiva, si os gustaron Evil Dead (1981), Demons (1985) o Braindead (1992), estoy segura de que esta cinta será de vuestro agrado. Una producción valiente y original perfecta para un #FrightFriday muy loco con los amigos, en el que no os faltará ni una gota de sangre porque la utilizaron toda, nada menos que 80 litros, jejeje.


viernes, 20 de noviembre de 2015

MARATÓN 12 HORAS DE MOLINS DE REI (PARTE 1)



Después de unos días intentándome recuperar de la paliza que me supuso las 12 horas de cine de Terror de Molins, os traigo mi crónica de ese día tan especial.
El sábado pasado, a medio día, puse rumbo a Barcelona junto a mi gran amiga Mari Carmen, con la que comparto mi gran pasión por el cine de terror. Llegamos a Molins con el tiempo justo de recoger las acreditaciones y tomarnos una coca cola reconstituyente, para ponernos a hacer la fila de acceso a la sala. La espera no se hizo nada larga, había buena música y el ambientazo de público que se iba formando a las puertas del Teatro de la Peni era increíble.

Empezamos el maratón:

HOWL (2014)

Tras atropellar a un ciervo, un tren nocturno con destino a Londres queda detenido en medio de un bosque. Los pasajeros pronto empezaran a ponerse nerviosos, sobre todo al enterarse de que el conductor ha desaparecido. Sin embargo, este será el menor de sus problemas, ya que se encuentran en una zona habitada por hombres-lobo y tendrán que luchar por su supervivencia.

Segunda película del director Paul Hyett tras The seasoning House (2012), que ha desarrollado la mayor parte de su carrera como técnico en efectos especiales en multitud de películas como: The descent (2005), Eden Lake (2008) o Doomsday (2008). Así que no es de extrañar, dada su amistad con Neil Marshall, que contase en esta película con los cameos de Shauna Macdonald (The Descent) y Sean Pertwee (Dog Soldiers).
Howl es una película correcta y entretenida, a pesar de que no supone ninguna innovación para el género de los peluditos. Era más que evidente quién iba a morir en cada escena y qué iba a pasar en cada momento, pero aun así se disfruta bastante. Una de las cosas más importantes en las películas de hombres-lobo es el diseño de la bestia y siempre que veo una cinta de este tipo tengo miedo de que cuando por fin aparece el licántropo éste sea una chapuza porque, para mí, tira por tierra toda la producción. Afortunadamente, ese no es el caso de Howl, ya que el diseño de las bestias, a medio camino entre licántropos y humanos, me pareció que era bastante bueno. Pero qué menos viniendo de un experto en efectos especiales, ¿no os parece?

Como en todas las películas en las que los personajes son fruto del azar, tenemos un abanico bastante heterogéneo de personajes: el friki, el gordito, la adolescente, la yuppie, la pareja de ancianos,… que por si no tuviesen bastante con los hombres-lobo que intentan despedazarles, también tendrán que enfrentarse a alguno de los pasajeros que pretende imponer su voluntad.
La resolución final puede que sea lo que más se sale de los cánones habituales, aunque yo hubiese elegido otra diferente, para dar a la historia un mayor dosis de justicia poética, con eso os digo todo, jejeje.

En resumen, Howl es una película de hombres-lobo correcta y entretenida, que no os decepcionará si le dais una oportunidad, pero tened presente que no es ninguna joya del cine licántropo.


THE HALLOW (2015)



Una joven pareja se muda con su hijo recién nacido a una remota cabaña en el corazón de Irlanda para que el marido, que trabaja para una empresa de explotación forestal, investigue un hongo que está afectando a los árboles del bosque que rodea la casa. Los habitantes del pueblo le piden, cada vez más insistentemente, que abandone el bosque ya que, según cuenta una antigua leyenda del folklore irlandés, todo aquel que traspase el territorio de los seres del bosque, será perseguido. El protagonista desoirá estas advertencias y el mal que aguarda en la profundidad del bosque tratará de acabar con lo que más quiere: su familia.
Sinceramente, The Hallow me pareció un batiburrillo de muchas cosas que no terminan de funcionar. En un primer momento parecía que iba a ser una cinta estilo Perros de paja (1971), con unos vecinos de lo más siniestro que no paran de acosarles para que abandonen el bosque. Sin embargo, después se convierte en una película de monstruos, con un poco de Body Horror y una pizca de posesiones. Vamos, que yo había veces que no entendía muy bien lo que me querían contar.
Su guionista y director, Corin Hardy, del que se rumorea que su nuevo trabajo va a ser una nueva entrega de El Cuervo, ha dirigido varios cortos y videos musicales que destacan por la belleza y oscuridad de sus imágenes, algo que ha plasmado a la perfección en The Hallow.
Las criaturas están muy bien hechas, la verdad es que en este festival no me han decepcionado nada ninguno de los monstruos que han aparecido en las películas y eso no es algo fácil de conseguir porque suelo ser bastante exigente con estas cosas. Como os estaba contando, la creación de las criaturas fue una mezcla entre animatrónica y CGI, ya que Hardy consideraba que unas criaturas creadas completamente por CGI no asustarían nada. Y yo me alegro de que piense así y de que cada vez seamos más los enamorados de los efectos especiales tradicionales.
A mi parecer, The Hallow está muy bien hecha, los efectos especiales son más que correctos y eso que estamos hablando de una película de bajo presupuesto. Las actuaciones son muy convincentes, la atmósfera, la luz, todo encaja perfectamente. ¿Qué falla entonces? La historia. Creo que intentaron que la película abarcase demasiadas cosas y el resultado es un poco difuso. Si os la perdéis, no será ningún crimen.

TURBO KID (2015)


En un futuro post-apocalíptico, The Kid, un joven que se ha criado solo y cuya pasión es coleccionar comics y objetos ochenteros que intercambia por artículos para su supervivencia, se encuentra con una chica de lo más peculiar llamada Apple . Ambos, junto a algún amigo que encuentran por el camino, tendrán que luchar contra el malvado dominio que Zeus y sus secuaces ejercen sobre todo el territorio.
Tenía muchas ganas de ver esta película canadiense, pero al mismo tiempo temía que me fuese a decepcionar dado el gran hype que se había generado a su alrededor. Sin embargo, no fue así y, sin duda, fue la mejor película de la maratón, una auténtica joya del cine independiente.
Esta producción, escrita y dirigida por el trio formado por: François Simard, Anouk Whissel y Yoann-Karl Whissel, que se hacen llamar los RKSS (Road Kill Super Stars), se basa en un corto de estos mismos directores que no pasó el corte para formar parte de la antología ABC of Death (2012) y que se llamaba T is for Turbo. Sin embargo, el productor de la antología, Ant Timpson, decidió apostar por ellos y les ayudó a hacer posible este largometraje. Uno nunca sabe dónde puede estar su suerte, ¿verdad?
Esta película es un tributo muy especial a la cultura de los 80, que parece que últimamente lo inunda todo. Y es que, si no recuerdo mal, en una entrevista que leí de Simon Barret y Adam Wingard a colación de The Guest (2014), explicaban muy bien el por qué de esta tendencia. Más o menos venían a decir que la gente que creció en la época de los 70 y 80 son ahora guionistas y directores medianamente asentados en la industria cinematográfica y se pueden permitir el lujo de hacer las películas que quieran y ¿dónde buscan la inspiración? En todo aquello que les hacía soñar y les apasionaba cuando eran pequeños. Yo soy una niña de los 80 y soy una enamorada del cine de esta época, así que igual tienen razón... 
En Turbo Kid también encontramos una gran mezcla de géneros: comedia, gore, acción, ciencia ficción, romance,…, pero aquí están todos muy bien empastados y el resultado es algo mágico. Los personajes son todos magníficos: The Kid, vestido como un power ranger, con sus hombreras y rodilleras, el rudo cowboy con un estilo entre el Bruce Willis de El último Boy Scout (1991) e Indiana Jones (1984), el malvado Zeus, interpretado por Michael Ironside, que siempre me recuerda a V (1984-1985). (Nota mental: tengo que volver a ver a Diana comiendo ratones y Donovan salvando el mundo). El malvado secuaz de Zeus, Skeletron, no pronuncia una sola palabra en toda la película, pero con su original careta metálica y la rueda dentada que lanza cortándolo todo a su paso, se ha convertido en un villano inolvidable.  Y que me decís de Apple, ¿quién no se ha enamorado de esta chica tan vivaz, de sonrisa permanente y que vive todo con el mayor de los entusiasmos? Yo me declaro devota absoluta de la interpretación que hace Laurence Leboeuf que, sin duda, es lo mejor de la producción. 
La película de marcada estética a lo Mad Max (1979) pero donde todo el mundo se mueve en BMX es sumamente divertida, pero los amantes del gore no penséis que Turbo Kid no es para vosotros, porque sangre hay a litros (según he leído utilizaron más de 300 litros). Hay muertes de los más originales y espectaculares que fueron hechas mediante el uso de efectos especiales tradicionales y sólo se usó el CGI para aquellas cosas que era imposible hacer de otra forma.  
Os recomiendo encarecidamente Turbo Kid, ya que es una pequeña joya echa para el disfrute de los nostálgicos de los 80 y para aquellos que gozan con el cine más gamberro y original. ¿Y no me digáis que una película que empieza con la frase: “Esto es el futuro, estamos en el año 1997” no hace que al menos os pique la curiosidad? ¡¡¡Tenéis que verla!!!