viernes, 12 de abril de 2019

KILLER PARTY (1986)


Hace unos días fue el April's Fools Day o lo que es lo mismo, el Día de los Inocentes para medio mundo. El 1 de abril las rrss se inundaron de bromas más o menos ingeniosas y los medios de comunicación y algunas empresas publicaron noticias falsas para celebrar este día. Yo me tragué el spoiler que se marcaba Maissie William en el programa de Jimmy Fallon y casi me da un infarto. Sin embargo, los horror lovers somos mas sencillos y solemos honrar este día revisionando el slasher de 1986, del mismo nombre, pero ya que me iba un poco de fecha, me apetecía rescatar una cinta bastante desconocida y que también se desarrolla en una fiesta dedicada al April Fools Day.

Nuestra comedia de terror, porque esto no es un slasher al uso para nada, se inicia con tres chicas que quieren formar parte de la prestigiosa hermandad Sigma Alpha Pi y en la noche de iniciación, una de ella prepara una broma tan elaborada, que automáticamente las tres pasan a formar parte de hermandad. La líder de las Alpha Pi les encarga que preparen una broma especial para la fiesta del April Fools Day que se celebrará en una casa abandonada en la que hace 22 años un chico fue asesinado. Como era de suponer, la fiesta será más salvaje de lo que nadie podría imaginar, incluidos los espectadores.

Killer Party u Odio en la Sangre que fue el nombre que le dio en España nuestro querido señor de los títulos, fue dirigida por el canadiense William Fruet todo una personalidad del cine de terror de serie B de la época. Fruet tocó varios subgéneros dentro del género:  The House by the Lake (1976) = Rape & vengeance, Cries in the Night (1980) = ZombiesTrapped (1982) = Terror rural o Spasm (1983) = animales mortíferos. En esta ocasión, se decantó por el guión de Barry Cohen, autor del libreto de Friday the 13th- The Final Chapter (1984), en el que proponía una fiesta universitaria tan bizarra que podía considerarse una mezcla entre la propia April Fools Day (1986), The Exorcist (1973), un slasher con un asesino aniquilando jovenzuelos y mucha parodia y humor. No hay que perder de vista que estamos a finales de los 80 y la fiebre por el slasher estaba empezando a decaer por lo que se buscaban nuevas formulas que impulsaran estos pseudo slashers.

Killer Party tiene una de las escenas iniciales más meta y bizarras que he visto. No sólo comienza con la típica película antigua que resulta ser la que están viendo los protagonistas, si no que éstos forman parte a su vez de un videoclip musical que hay dentro de la película. Una secuencia que parece una autentica muñeca rusa, pero que te pone en situación para que no te tomes demasiado en serio lo que estás a punto de ver. 

En cuanto al reparto, todo son actores jóvenes bastante competentes y, en el caso de las protagonistas, son todas adorables. Cada una representa un arquetipo de este tipo de películas de adolescentes, pero lo suficientemente dulcificado para que no tengamos ningún problema en empatizar con ellas. Jennifer (Joanna Johnson) las más racional y responsable, Phoebe (Elaine Wilkes) la divertida y aventurera y mi favorita y la de todo el mundo, Vivia (Sherry Willis-Burch), la experta en efectos especiales y maquillaje gore, una pequeña Savini, jajaja. 

Una de las principales flaquezas de Killer Party a la que la mayoría de la gente suele hace alusión es que tiene un tono demasiado pausado hasta explotar por todo lo alto en su último tercio. La verdad es que yo no acusé demasiado este problema y la fiesta me pareció muy divertida intentando averiguar si todas las bromas que se sucedían en la fiesta eran reales u obra de Vivia. Es curioso cómo una vez que ya sabemos quién el es el asesino, se encargan de seguir ocultándole en ciertas muertes. No obstante, por mucho que os haya costado llegar hasta este último acto, este cambio de registro tan loco y sorprendente, merece la pena. No os quiero desvelar nada porque prefiero que lleguéis vírgenes a esta parte de la cinta que cuanto menos que os dejará con el culo torcido, pero de una manera muy satisfactoria (queda prohibido también buscar imágenes de la película que os desvelarán más de lo que necesitáis).

En cuanto a las muertes y gore, lamento deciros que no son muy explicitas, pero todo se compensa con un asesino con traje de buzo o ¿qué más se puede pedir? Así que no me queda nada más que recomendaros esta comedia de terror ochentera tristemente olvidada, que como alternativa a las películas de semana santa, creo que está genial.