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viernes, 9 de noviembre de 2018

NOCTURNA 2018: FESTIVAL DE CINE FANTÁSTICO DE MADRID


Un poco tarde, pero aquí está mi crónica de lo que fue la VI edición de Nocturna. Un año en el que sólo pude asistir el fin de semana, pero ahí me lo vi casi todo. La verdad es que Octubre fue un mes duro para mi entre la mudanza y el reto de #31DaysOfHorror y esa es la razón por la que no he estado tan activa por el blog y esta revisión del Festival ha tardado un poco más de la cuenta. Pero todo eso ya "casi" ha terminado y el blog vuelve a la normalidad y con mas fuerza que nunca. Así que no me enrollo más y os dejo con todas las películas de las que puede disfrutar en Nocturna 2018 que, salvo un truño de los gordos, el resto fue altamente disfrutable.

THE NIGHT SITTER



La primera película de los viernes por la tarde, suele ser la de la siesta. Después de toda una semana de madrugones y después de comer, que queréis que os diga, pero una sala oscura y cómoda de cine suele ser sinónimo de sueño placentero y si no, que me lo digan a mi en la sesión de Mexico Barbaro (2014) de hace unos años, jejeje. Así que yo que iba dispuesta a caer en los brazos de Morfeo, me encontré con una propuesta entretenida, de ese casi subgénero de las niñeras mortíferas o en apuros chungos. Es curioso como tras su fulgurante aparición como protagonistas de los slasher setenteros y ochenteros con títulos como Halloween (1978) o When a stranger calls (1979), las niñeras, aunque nunca desaparición del  mapa cinéfilo, en los últimos años parecen estar más de moda que nunca, dada la proliferación de títulos con esta temática: Emelie (2015), Better Watch Out (2016) The Babysitter (2017).

Una niñera con intereses ocultos acepta cuidar de un par de niños en la casa del director de un programa de sucesos paranormales de dudoso éxito. Aunque las intenciones de nuestra niñera eran la de robar la casa con la ayuda de sus amigos, las cosas toman un cariz un tanto sobrenatural que ninguno de ellos se esperaba o ¿si?

Lo cierto es que sin ser el producto revelación del año, me pareció una comedia de terror muy entretenida que no permitió que me durmiera ni un minuto y eso que sueño había. La ambientación de la casa en Navidad con sus lucecitas y adornos, la carismática niñera pelirroja con oscuras intenciones que para mi siempre es un +1 (¿para cuando nuestro propio emoticón pelirrojo?), el niño rarito, el repelente al que te gustaría exterminar con tus propias manos y el heterogéneo grupo de amigos, cuya amistad en la vida real, sería un tanto improbable, hacen de The Night Sitter una película sin pretensiones con la que pasar un buen rato.

La saturación de los colores producida por las luces navideñas y una potente banda sonora definen los parámetros de una película en la que la brujería tendrá un importante papel. Ahora las niñeras no sólo tendrán que hacer frente a problemas mundanos, sino a fenómenos paranormales y extrañas criaturas que ansían conseguir el alma de los más pequeños, mientras van dejando un rastro de cadáveres a su paso.

En definitiva, si os gustaron las últimas incursiones en el subgénero de "niñeras en apuros de carácter gore", The Night Sitter puede ser la opción perfecta para un viernes por la noche en el que necesitamos algo entretenido, pero que no nos exija demasiado como espectadores. La dosis de gore es aceptable y contamos con varios giros argumentales en los que nadie es quién parece. ¿Qué más se puede pedir?





HERETIKS




Es complicado escribir la crítica sobre la que creo que fue una decepción generalizada para todos los asistentes de Festival, pero también es bueno advertiros de aquellos productos a los que es mejor no acercarse. La verdad es que no tenía muchas esperanzas puesta en esta película porque no me atrae especialmente el tema de las mojas poseídas o satánicas, pero al estar programada el viernes en la sesión de las 19.15 de la sala principal, una de las de mayor afluencia, me hizo dudar. Pero, la duda me duró los primeros 15 minutos porque ya desde bien comenzada la cinta, supe que no era para mi. Me maldije por haberme tomado una coca cola con toda su cafeína en la sesión anterior, porque hubiese invertido mejor el tiempo durmiendo que viendo semejante truño.

Durante el s. XVII, en Inglaterra, una joven acusada de brujería es salvada de morir ejecutada y enviada a un convento remoto para expiar sus pecados. Pronto descubrirá que el lugar esconde un mal mayor del que acaba de huir. 

El especialista en efectos especiales y maquillaje, Paul Hyett, nos propone en esta ocasión una cinta de terror sobrenatural que no cumple las expectativas creadas con sus anteriores trabajos: The Seasoning House (2012) y Howl (2015). Como punto fuerte destacaría la ambientación en un convento laberíntico, que tramite perfectamente el aislamiento y la frialdad del paraje. Sin embargo, la historia el lenta, aburrida y no consigue captar la atención del espectador, salvo en los últimos 10 minutos dónde se concentra la mayor parte de la acción. Hubo un momento, en que el destino de estas monjas, los poseídos y los zombis, me importaban más bien poco y lo único que quería era que muriesen todos rápido para salvarnos de semejante tortura. 

No tengo muy claro cuáles eran las intenciones de esta película. No cuenta con una protagonista carismática, ni tiene un peso en la trama que nos haga identificarnos con ella. La mayor parte del reparto es eminentemente femenino, salvo por la gran actuación de Michael Ironside, lo mejor de la cinta, y un joven que podría haber sido un punto determinante en la trama y se queda en agua de borrajas. 

Me sorprendió especialmente el maquillaje tan básico de los poseídos: arañazos varios y ojos refulgentes, al ser Hyett un experto en maquillaje. A pesar de este bache, tendremos que seguirle la pista a este joven director británico porque puede seguir sorprendiéndonos como ya hizo anteriormente. 





MIRAI OF THE FUTURE



Todas las películas de animación que he visto en Festivales siempre han sido lo mejor del programa y Mirai no ha sido la excepción. Todos coincidimos en que es una película muy tierna que mezcla realidad y fantasía para contarnos la cruda realidad de lo que le supone a una familia la llegada de su segundo hijo, especialmente para el primogénito.

Un niño de unos 4 años descubre que el jardín de su casa es mágico y que le permite viajar en el tiempo para conocer a sus parientes en diferentes épocas, siempre acompañado de su hermana pequeña del futuro. 

Curioso, ¿verdad? Pues en resumidas cuentas, Mirai nos habla de los celos y problemas que tiene un hermano mayor cuando una nueva hermana llega a su vida y la difícil situación de los padres que ven cómo al nacer su segundo hijo, la vida no es tan sencilla. Sin embargo, todo esto no se relata de una manera convencional, si no que nuestro pequeño protagonista viajará a través del tiempo conociendo a su madre de pequeña, a su abuelo de joven e incluso la visión que tiene su propio perro del tema. Todos estos viajes, le aportan puntos de vista diferentes, con los que su rechazo inicial hacia su nueva hermana, se irán modificando, convirtiéndole en el hermano mayor que aspira a ser. 

Una autentica obra maestra que merece ser disfrutada y que nos invita a emocionarnos y reírnos con rabietas de un niño pequeño que ha dejado de ser el rey de la casa y sus curiosas ocurrencias. Además, la película nos habla de la familia, de cómo se establecen los vínculos entre unos y otros, de la importancia del reparto de las tareas domésticas en el hogar y de cómo el nutrirse de diferentes opiniones y vivencias, crea individuos más maduros y coherentes.

En Mirai no encontraréis terror, pero si mucha fantasía de esa que te enamora y te maravilla. No os la perdáis. No es un consejo, es una orden. 







PLEASE STAND BY



Y, vamos con la que sin duda fue la mayor sorpresa de todo el Festival. Aquí no hay terror, ni fantástico, pero que mas da, si estamos frente a una delicia de película. Os confieso que lo poco que había leído sobre ella no me motivaba en absoluto y si hubiese habido otra alternativa en la sala 2 del Cinesa Proyecciones, me habría ido para allá. Así que me alegro enormemente que no me dieran otra opción y que los organizadores de Nocturna 2018, decidieran incluir Please Stand by en la programación de este año, porque ya os adelanto que alguna lagrimilla sí que se me escapó. 

Una joven autista que vive en un centro especializado decide demostrarle a su hermana mayor que es capaz de cuidar de sí misma, escapando del centro para llevar su guion de Star Trek a un concurso de la productora. 

Aunque a simple vista la premisa puede resultar un tanto absurda, ser testigos de cómo una chica con autismo es capaz de dejar volar su imaginación y escribir un guion de 500 páginas y cómo gracias a su tesón, se lanza a atravesar medio país para ir a entregarlo en fecha, resulta un viaje totalmente emocionante y conmovedor. Seguiremos a Wendy, nuestra protagonista interpretada maravillosamente por Dakota Fanning, a través de sus andaduras en la que se topará con no pocos impedimentos. En primer lugar, su perrito se negará a esperarla en casa y la seguirá incansable, provocando algún que otro incidente, ladrones, accidentes y operarios insensibles, se toparán en su camino.

Una película optimista que nos acerca una visión de mundo diferente, pero no por ello menos valida. Una de las cosas que más me gustan de los festivales de cine a los que he acudido es que me dan la oportunidad de ver películas que se alejan de mis gustos o géneros favoritos y me acaban encantando. Así que a pesar de que Please Stand by no es una película de género, sí tenéis el día sensiblón, podéis darle una oportunidad y os echaréis unas risas y alguna lagrimilla.  




CHILD'S PLAY



¿Qué os voy a contar de una de mis películas favoritas y la primera cinta de terror que vi en el cine? Pues que ha envejecido estupendamente y a día de hoy sigue disfrutándose igual que el primer día.

Para mi fue una experiencia única volver a ver esta película en pantalla grande y nada menos que acompañada por su creador, el simpatiquísimo Don Mancini, cuyas intervenciones arrancaron los aplausos de la audiencia. 

Os dejo la crítica que hice este año de ella con motivo de mi cumpleaños, ya que es bastante completa y hasta la relacioné con El Resplandor (1980) y Terminator (1984). Si es que cuando me entra la inspiración, no hay quién me pare, jajaja. Y, como os dije en aquella ocasión, pienso ponerme manos a la obra y revisar la saga completa, que mi afán de completismo viene pisando fuerte. Además, ya que Mancini nos ha confirmado que habrá serie de televisión sobre el muñeco más mortífero de todos los tiempos, tendremos que tener fresca la saga ¿no?




MANDY



El broche final, nos llegó de la mano de Panos Cosmatos y su Mandy que había provocado controversia a su paso por el Festival de Sitges dónde se llevó varios premios. Mandy es una una de esas películas que amas u odias y yo me posiciono más cerca de la primera. No es que me vuelva loca por ella, pero me pareció una propuesta de lo más loca, desenfrenada y rara que disfruté a lo grande. Lo cierto es que en Nocturna, ya se está convirtiendo casi en una tradición que Nicolas Cage cierre el Festival con una explosión de adrenalina que nos deja a todos exhaustos y con la cabeza vuelta del revés.

Éste ha sido mi primer acercamiento a Cosmatos, pero dada la satisfacción que me ha proporcionado no tardaré en ver su ópera prima, Beyond the Back Rainbow. A grandes rasgos, Mandy nos presenta una pareja que vive feliz en una cabaña en el bosque, cuando son asaltados por un extraño culto satánico que rapta a la mujer. Será en este momento cuando, Red Miller (Nicolas Cage) emprenderá una sangrienta venganza contra todos aquellos que han osado separarle de su amada Mandy. Está sería una descripción muy escueta porque esta película es mucho más transcendental, nos adentra en un universo propio, casi cósmico, en el que los motoristas cenobitas mutados y los frikis satánicos son toda una realidad.


La película se divide en dos partes muy bien diferenciadas. Una primera que dura alrededor de una hora, en la que se presenta a los personajes: la feliz pareja y su idílica relación, los frikis de Jesús y su extraño culto satánico y los motoristas infernales que parecen haber sido convocados por éstos. Una vez se produce el conflicto, el rapto de Mandy, nos adentramos de lleno en la segunda parte, caracterizada por una estética psicodélica en la que los tonos rojizos son los protagonistas y una potente banda sonora que nos arrastra irremediablemente a esta espiral de violencia, gore y personajes sin escrúpulos que parecen sacados directamente del infierno. 

Reconozco que esta película puede no ser del gusto de todo el mundo porque es una autentica empanada mental, pero tan loca y visualmente atractiva que hay que dejarse llevar y disfrutar de una cinta cargada de homenajes y referencias a películas de acción y terror de los 80 y 90. ¡¡Un aplauso para Cosmatos por traernos semejante bizarrada!!





Y, hasta aquí dio de si la VI edición de Nocturna que aunque sólo pude disfrutarla durante el fin de semana, fue de lo más intensa y especial. No sólo por poder disfrutar una vez más de Child's Play en pantalla grande con el gran Don Mancini, si no también por todos los amigos y horror lovers a los que pude conocer y es que somos un gran familia que crece y se multiplica como los Gremlims, jajaja. Mi agradecimiento mas especial a Marisa y todo el departamento de Prensa por tratarme siempre con tanto cariño y hacerme sentir siempre tan especial. De verdad que sólo pensar que tenemos que esperar otro año para una nueva edición de Nocturna, me dan ganas de echarme a llorar, pero estoy expectante por ver todo lo que nos traen Sergio Molina y su equipo porque cada año se superan. 


¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Larga vida a NOCTURNA y nos vemos en 2019!!!!!!!!!!!!!!!!!




lunes, 18 de junio de 2018

TRUÑOS VARIOS: BAD DREAMS (1988) / THE EXORCIST 2: THE HERETIC (1977)


BAD DREAMS (1988)


Hace unas semanas hice una maratón de cine en casa porque había descubierto una lista de películas de terror infravaloradas y como no hay cosa que más me guste en esta vida que descubrir joyas ocultas, pues ahí que me lancé yo cuesta abajo y sin frenos a devorarla. Los que me sigáis por la rrss ya lo sabréis, pero la maratón fue un rotundo fracaso, salvo por un par de títulos y lo que verdaderamente descubrí fueron truños o cintas insustanciales que no durarán mucho tiempo en mi memoria. Aquí os traigo una de ellas porque no quiero alargar mucho mi calvario, ni tampoco el vuestro, que aquí no venimos a penar, jejeje.

Bad Dreams nos presenta a la única superviviente del suicidio masivo de una secta de los setenta, que despierta del coma, trece años después. Cynthia está internada en el ala psiquiátrica de un hospital y asiste a terapia con un grupo de pacientes que sufren tendencias suicidas. Los problemas se agravan cuando el líder de la secta, se le aparece y la exige que se una a él en la otra vida, pero cuando Cinthia le rechaza, Harris, empiece a manifestarse en los sueños de sus compañeros, provocando que estos se suiciden de mil maneras diferentes.

El director, Andrew Fleming, que al mismo tiempo participó en el guióndebutó en el cine con este largometraje y años después nos compensaría con una de las joyas del cine noventero, The Craft (1996). Hasta la fecha, no he sido una gran seguidora de Freddy Krueger y sus Pesadilla, pero según he leído, Bad Dreams aprovechó el éxito de esta saga, hasta el punto de hacer una versión muy similar a su tercera entrega: A Nightmare on Elm Street 3: Dream Warriors (1987). Ambas películas comparten la misma final girl, la guapísima Jennifer Rubin, se desarrollan en un psiquiátrico y tienen a un ser malvado con la piel quemada que se les aparece en sueños y pretende manipularles y hacerles daño durante su vigilia. 

Pues si de original tiene poco nuestra Bad Dreams, ya os digo que en todo lo demás tampoco es que destaque. El elenco de pacientes que acompañan a Cinthia son bastante anodinos y olvidables, los suicidios provocados tampoco son nada sorprendentes: mucha gente saltando por las ventanas y clavándose cuchillos y utensilios punzantes. Los mejores efectos visuales son cuando Harris aparece transformado en algo parecido a un zombi de Fulci, pero poco más se puede rascar en este sentido.

En cuanto al resto del reparto, lo más destacable es la aparición de Bruce Abbot como médico de este grupo de terapia, que hacia el final sufre un brote psicótico bastante exagerado y termina dando más mal rollo que los propios internos. Por su parte, el siempre inquietante Richard Lynch, puede que no sea lo suficientemente seductor para ser el líder del una secta en el que sus seguidores le sigan hasta la muerte, pero el mal rollo que produce él y los episodios oníricos junto a la secta de Unity Filds, son sin duda lo mejor de la cinta.

En definitiva, Bad Dreams es una película totalmente prescindible, nacida al rebufo de Freddy Krueger y con la intención de arrastrar a sus fans a las salas de cine. El resultado no fue el esperado, ya que toda la trama es un tanto tediosa y la resolución final es atropellada y con poco fundamento. Como os he comentado antes, la única parte rescatable que le veo a esta película, es toda la historia de la secta y ese Richard Lynch pesadillesco. Por lo demás,  una trama desaprovechada, un final desastroso y unos personajes que su única aportación es ser carne de cañón suicida.


THE EXORCIST II: THE HERETIC (1977)



No se dónde habría leído yo que esta secuela merecía la pena, pero nada más lejos de la realidad. Para mi The Exorcist (1973) es la mejor película de terror de todos los tiempos y estaba más que ilusionada de volver a ver una nueva transformación de Reagan torciendo la cabeza y vomitando, me llevé uno de los mayores fiascos de la historia con lo que para mí es toda una herejía de la original. La única cura posible tras este visionado, es volver a ver la original en bucle hasta que se me olvide este tostón new age e intentar recobrar las fuerzas necesarias para enfrentarme a la tercera parte que vuelve a estar dirigida por William Peter Blatty y eso me da alguna esperanza, aunque pequeña. Dicho esto, vamos a adentrarnos un poco más en materia para que comprendáis el horror que experimenté y no perdáis el tiempo innecesariamente, que para eso ya estoy yo, jajaja. 

Han pasado cuatro años desde la posesión de Reagan y ésta está notablemente recuperada gracias al cuidado de su ahora tutora, la Dra. Gene Tuskin. Reagan no se acuerda de nada de lo acontecido en Washington y la psiquiatra utiliza un revolucionario método de hipnosis compartida, por el cuál es capaz de ver y experimentar los recuerdos de su paciente. Al mismo tiempo, el padre Lamont, recibe el encargo de investigar la muerta del padre Merrin y cuando visita a Reagan y descubre la posibilidad de conocer la identidad del demonio que la poseyó, no duda en someterse él mismo a la hipnosis para así descubrir la entidad del ser que mato al padre Merrin

Hasta aquí, la premisa de la película es interesante y con una Linda Blair más crecidita, le daba una mayor credibilidad a la historia. El problema llega cuando todo esto se recubre con un aura new age de música de ascensor e imágenes oníricas que nada tienen que ver con la imagen terrorífica que tenemos de la original. ¿Puede haber algo más anticlimático que ver a un icono del cine terror bailando claqué en lo que se supone que es otra cinta de género? Si lo que queréis es volver a ver a Linda Blair maquillada de poseída y echando espumarajos por la boca, es  mejor que lo intentéis con Repossessed (1990), la parodia del Exorcista porque aquí lo único que tenemos son unas lentillas de colores, una doble maquillada y superposiciones de la película original. En su lugar, tenemos un aparato al que se conectan nuestros protagonistas para llegar a una hipnosis conjunta en la que ver los pensamientos del otro, mientras unas luces muy brillantes y parpadeantes, les queman la retina, jajaja. Esta trama psicológica de baratillo resulta un tanto ridícula, a pesar de que sus intenciones eran la de mostrar que la ciencia y la fe unidas, pueden vencer al demonio.

Por su parte, al padre Lamont, interpretado por un Richard Burton muy tenso, al borde de la apoplejía (según cuentan las malas lenguas, estuvo la mayor parte del rodaje borracho), ha recibido el encargo de esclarecer la muerte del Padre Merrin, 4 años después de los sucesos, en lo que más bien parece una estratagema para mantenerle ocupado. Tras visitar a Reagan y ver los efectos de este aparato de hipnosis "tan fiable", se conecta como sin tal cosa, para salvar la vida de la Dra. Tuskin. ¿No había por ahí alguien más experimentado para hacer esto? No sé, la ayudante, por ejemplo. Pero para seguir sorprendiéndonos con sus habilidades de sacerdote intrépido, el Padre Lamont prevee que hay un incendio en la clínica y cuando lo encuentra, en sus intentos por sofocarlo, lo acaba extendiendo por todo el sótano. ¿En serio le han encargado a este hombre la investigación de un asesinato? Pero si el solito va a provocar la muerte de todo el reparto. 

Pero si pensáis que todo esto era ya suficiente para echar por tierra vuestra ilusiones con The exorcist II, todavía os queda lo mejor: el viaje a África del Padre Lamont, para descubrir el origen de Pazuzu, el demonio que poseyó a Reagan y causó la muerte del Padre MerrinEstas escenas medio oníricas se van superponiendo con las ensoñaciones y visiones de la exposeída de una forma bastante caótica, lo que termina haciendo tediosa una historia que no se sabe muy bien qué pretende y a quién se le ocurrió sacar esto adelante.

El director de esta desafortunada película es John Boorman, responsable de la gran Deliverance (1972), que ya empezó con mal pie, al aceptar hacer la secuela de una película que no le había gustado, pero también es cierto que la producción de la película fue un enorme caos, lleno de trabas y férreas directrices. El estreno The Exorcist II fue un rotundo fracaso, con personas riéndose en la sala y otras muy enfadas persiguiendo a los responsables tras es preestreno. Tampoco creo que la cinta sea para rasgarse las vestiduras, simplemente que no tiene nada que ver con la original y es caótica, farragosa y tremendamente aburrida. Parece que nadie le explicó a los responsables las normas que debe tener una secuela en el cine de género: más sangre, mas muertes y más terror. Sigo pensando que es un auténtico sacrilegio hacer cualquier secuela The Exorcist, pero si alguien tuviera que hacerla, yo crearía un tandem con Robert Eggers y Alexandre Aja, ¿qué os parece?


jueves, 3 de mayo de 2018

CHILD'S PLAY (1988)


Cómo pasa el tiempo, ¿verdad? Pero hoy vuelve a ser mi cumpleaños y como ya viene siendo tradición desde que abrí el blog, os traigo una película relacionada con esta celebración. La elección de hoy, no podía ser más especial para mí porque Child's Play marcó mi infancia, ya que fue la primera película de terror que vi, nada menos que en el cine y seguramente fue la causante de mi pasión por este género. Pero dejad que os cuente mi particular historia con este muñeco asesino porque es bastante divertida.


Rondaba el año 1989 y yo era una tierna infante que iba frecuentemente al cine de su pueblo con sus amigos, uno de estos antiguos teatros con una única sala enorme, en la que no tenían muy en cuenta las fechas de estrenos oficiales. El ritual era sencillo: nuestros padres nos dejaban en la puerta y nos recogían a la salida. La casualidad hizo que aquel fin de semana cercano a las Navidades del 89, (la cinta se estrenó el 25 de Abril de ese mismo año en Madrid) estuviese diluviando y el padre que nos llevaba no pudo dejarnos en la puerta, sino que lo hizo en la esquina más próxima, dado el caos de coches y personas generado por la lluvia. No penséis que nuestros padres eran tan modernos como para llevarnos a ver una película de terror cuando ninguno de los niños superábamos los 10 años, sino que supuestamente, íbamos a ver el pestiño de The Adventures of Baron Münchausen (1988) y, por alguna extraña razón que desconozco, la cambiaron. Así que ahí estábamos nosotros, en la puerta del cine, viendo el cartel de una muñeco asesino cuchillo en mano y sin posibilidad de llamar porque os recuerdo que en esta época no había móviles. Así que tomamos la única decisión posible, pasar a ver la película. La verdad es que no recuerdo haber pasado miedo viéndola, sino que el problema llego más tarde, con las consecuencias que acarreó este visionado para una mente infantil. Poco tiempo después de haber visto la película, los Reyes Magos me trajeron un Baby Feber, el muñeco de moda de la época y clon de Chucky. Las pesadillas surgieron al instante y me despertaba en plena noche gritando que el muñeco iba a matarme (mi madre no supo a qué se debía todo esto, porque el visionado de la película se mantuvo en secreto) y no me consolaba que se lo llevaran a otra habitación, porque claro, Chucky andaba. Así que en este desconcierto, mis padres tuvieron que devolver el muñeco por una muñeca rubia a la que le crecía el pelo y fin de las pesadillas y de la historia, jejejeje. 

Espero no haberos aburrido demasiado con mi anécdota de Child's Play y ahora sí, vamos con la película. En los primeros minutos de metraje, vemos como el asesino Charle Lee Ray es abatido en una juguetearía, pero antes de morir realiza un conjuro de vudú y le transfiere su alma a un muñeco. El joven Andy Barclay, un niño de 6 años, recibe este muñeco como regalo por su cumpleaños, pero cuando la amiga de su madre muere, nadie le cree cuando dice que el juguete está vivo. Mientras Andy es considerado el culpable de las fechorías del muñeco, éste va dejando a su paso todo un rastro de sangre mientras intenta dar con la solución para volver a un cuerpo de carne y hueso.

Después del éxito de su primera película, Fright Night (1985), Tom Holland volvía a sacudir la industria, con esta nueva obra de culto para los amantes del cine de terror. Tras ella orientó su carrera hacia el mundo de la televisión, casi siempre dentro del ámbito del terror y sus siguientes largometrajes, The Temp (1993) y  The Thinner (1996), ya no gozaron del mismo éxito que sus antecesoras. El creador del icónico asesino de medio metro fue Don Mancini, quién por su parte, ha consagrado la mayor parte de su carrera a Chucky, trabajando en todos los guiones de la franquicia y dirigiendo las tres últimas películas. 

Child's Play es un thriller o un slasher cargado de tensión, en el que en todo momento se juega con la idea de que Andy o el Muñeco sean los asesinos, principalmente gracias a los planos subjetivos del asesino a media altura. Nosotros, como espectadores, sabemos la verdad, pero es cierto que hasta que los adultos no ven al bueno de Chucky en acción, es bastante ambigua la autoría de los crímenes. En este sentido, nuestras ansias por ver al deslenguado muñeco pasearse por la pantalla, con su cara de mala leche y cuchillo en mano, también se hacen esperar, ya que no es hasta la mitad de la película, cuando vemos al Chucky mal encarado que conocemos. Como os he dicho antes, la tensión está muy bien medida, con los golpes de música y los planos subjetivos y esta espera no se hace para nada larga.



El tono de comedia que impera en el resto de películas de la saga, aquí no existe a penas y se eligió un tono más serio y siniestro, a pesar de tener a un muñeco de plástico como asesino. Lo que ya se deja ver y sería clara seña de identidad de la imagen de Chucky que tenemos hoy en día, sería su mala leche y su lenguaje soez y lleno de insultos. 

El vudú vuelve a aparecer en el cine de género, tras su importante papel en los inicios del cine zombi con White Zombie (1932) o I walked with a zombie (1943), como medio para trasmitir el alma de un ser humano, a un objeto animado o inanimado, en este caso, el alma de un estrangulador se transfiere a un muñeco. El nombre del asesino, Charles Lee Ray, fue creado por la unión de los nombres de tres famosos asesinos: Charles Manson, Lee Harvey Oswald y James Earl Ray. Uno de los puntos fuertes de la película es el carisma y la voz de Brad Durif, verdadera alma de Chucky, que ha seguido dándole vida en todas y cada una de las películas de la saga. Los efectos especiales siguen pareciéndome bastante buenos y el muñeco animado sin necesidad de recurrir a CGI me parece que esta muy bien conseguido y que ha superado bien la barrera del tiempo.

En este último visionado de Child's Play y ya teniendo en mente traeros esta crítica, me he dado cuanta de un par de referencias cinéfilas bastante curiosas. En primer lugar, hay una escena que claramente nos rememora a ese momento en el que Jack Torrance golpeaba una puerta con un hacha, en pleno ataque de locura en The Shinning (1980). Y, también el final de la película, con un muñeco echo polvo que se arrastra, en un último esfuerzo, para acabar con la vida de Andy, recuerda, sin ninguna duda, al final de Terminator (1984), en el que un T-800 destrozado intentaba matar una vez más a Sarah Connor. Os dejo enlazadas las escenas a las que hago referencia para que disfrutéis todavía más de un nuevo visionado de Child's Play.

A pesar de que esta cinta sigue encantándome y me sigue transmitiendo el mismo mal rollo de mi infancia, sí que veo unos cuantos aspectos en el guión que no me cuadran del todo. En primer lugar, nos presentan a la madre de Andy, como una mujer trabajadora de clase media que no tiene el suficiente dinero como para comprar el muñeco en una tienda, sino de manera ilegal a un vendedor ambulante. Pues bien, en el final de la película, que se desarrolla casi totalmente en la casa familiar, podemos ver gracias a la persecución del muñeco, todas las estancias de la casa, y nos damos cuenta que para no tener dinero, la madre de Andy vive en un casoplón que es prácticamente dos veces el mio, jejeje. Por otro lado, me pareció muy cruel, esa especie de institución para niños problemáticos en la que encierran al pobre Andy, es literalmente una cárcel con sus celdas y ventanas con barrotes y se me partía el corazón ver a ese niño tan pequeño ahí encerrado. Esto sería impensable hoy en día, pero en el cine ochentero no eran precisamente políticamente correctos y la extrema sensibilidad no era uno de sus fuerte, jajaja.

En definitiva, ha sido un placer celebrar mi cumpleaños junto al de Andy, al que le trajo consecuencias nefastas durante tres décadas y las que le quedan. La franquicia se siente muy cómoda en su nicho de terror sangriento+humor deslenguado y no tiene pinta de ir a acabarse pronto. Ya os iré reseñando todas las películas poco a poco, para no pillarme un empacho, porque lo cierto es que sólo he visto la primeras y no he llegado a conocer a la cónyuge y descendencia de Chucky, así que promete ser muy divertido. Por el momento, disfrutad de la entrega más seria de toda la saga dónde la tensión, la música y las apariciones del muñeco, que protagonizó más de una de mis pesadillas, están muy bien medidas y siguen haciendo de la película de Holland, un producto muy disfrutable y entretenido. Por delante nos queda otro año plagado de cine de terror, de descubriros joyas ocultas y de traeros algún especial que tengo en mente y que todavía sigue resistiéndose, ¿nerviosos? Yo sí.


viernes, 29 de diciembre de 2017

LAS MEJORES PELICULAS DE TERROR DEL 2017




Ha llegado ese momento crucial para todo cinéfilo, seriéfilo o lector, en el que tiene que poner en el asador todo lo que ha visto o leído durante todo el año y elaborar esas ansiadas listas con lo mejor y lo peor de los últimos 365 días.

Según apuntaba el New York Times en su especial de hace tan sólo unas semanas que os dejo aquí, el 2017 ha sido el año del cine de terror y lo celebraba con una serie de cortos de lo más inquietantes, protagonizados por los actores del año. Estoy totalmente de acuerdo con esta afirmación, a pesar de que me ha costado bastante elaborar esta lista y he considerado que sólo 9 películas merecían estar en mi selección anual. No creo que este 2017 hayamos tenido cientos de buenas películas de género, pero sí que se ha producido un viraje de las grandes producciones, directores y actores hacia el cine de terror. Películas como Get Out, A cure for Wellness, IT Happy Death Day han elevado la calidad de un cine que hasta ahora había estado relegado a un segundo plano y que empieza a dar sus primeros pasos hacia la importancia que tenía en los años 70 y 80. Es posible que este cambio hacia el terror cinematográfico, refleje un periodo político y social marcado por atentados, terroristas y un creciente auge del nazismo y las posturas más radicales y discriminatorias. Tanto en así, que el primer spin off de la saga de X-Men, The New Mutants (2018), se alejará de su tradicional tono de aventuras y acción, para abrazar el terror más perturbador.

Así que esperemos que en el 2018, el cine de terror siga creciendo y las grandes productores se rindan a sus encantos. Por el momento, la cosa no pinta nada mal con la segunda parte de IT, A quiet place Annihilation, todas ellas con grandes actores y presupuestos más que decentes. Pero vamos a dejar de hablar del futuro y centrémonos en lo mejor que hemos tenido este año en el cine de terror. ¡¡¡¡¡ EMPEZAMOS!!!!



9. IT STAINS THE SANDS RED 



Este año los zombis también tiene su puesto en la lista, aunque no en una posición tan elevada como el año pasado con Train to Busan (2016). En esta ocasión, estamos ante un producto más minimalista que las hordas de zombis surcoreanas, pero no por ello deja de ser una propuesta igualmente refrescante y entretenida, en un subgénero que lejos de estar agotado, está demostrando ser una fuente inagotables de ideas. 

Como suele ser habitual, una apocalipsis zombi estalla en los EEUU y los supervivientes pretender huir hacia zonas seguras. Este es el caso de Molly, una stripper de Las Vegas que en su huida a México, sufre un percance con su coche y se queda tirada en medio del desierto con un zombi que la persigue incansablemente. Aunque el no-muerto es del tipo lento y Molly, a un paso normal, puede sacarle cierta ventaja, lo cierto es que éste no necesita descansar, ni comer, ni le afectan las duras temperaturas del desierto, lo que le acaba convirtiendo en un cazador infalible.

Colin Minihan y Stuart Ortiz responsables de esta película y a los que recordaremos por Grave Encounters (2011) y Extreterrestial (2014), nos proporcionan en esta ocasión, un gran equilibrio entre el terror y un humor negro de lo mas efectivo. El drama que se nos va perfilando mediante flasbacks que salpican toda la película y que finalmente estalla en el último acto, es posiblemente lo menos interesante de toda la trama, pero constituye un final perfecto para nuestra inesperada heroína. 

El aspecto más curioso de esta cinta es que durante la mayor parte del metraje sólo tenemos a dos protagonistas: una moribunda muerta de sed por el desierto y un zombi que no pronuncia una sola palabra. En ningún momento caemos en el aburrimiento de seguir a Molly por este calvario que termina transformándola en una persona totalmente nueva porque no nos engañemos, ninguno de los personajes que aparecen en la trama son buenas personas, si acaso, el único sería nuestro amigo el zombi que no ha tenido elección. 

Aunque no es perfecta, It stains de sands red se posiciona como una de las mejores películas de zombis de este 2017. Además, tendréis que verla para averiguar por qué se mancha la arena de rojo, algo que posiblemente no os esperéis, pero que si lo pensáis fríamente es una forma muy innovadora e igualmente efectiva de dar esquinazo a un zombi, ¿no os parece? Jejeje.


8. KILLING GROUND 



Ya os comenté a mediados de año que mi lista con el TOP de 2017, iba a tener un cierto regusto australiano y así ha sido. El cine de género australiano, es como esa bestia dormida que no ha gozado de ningún movimiento de gran repercusión como lo hizo el cine de terror Francés, allá por la década del 2000, ni tampoco suele gozar de una distribución internacional. A pesar de todo esto, todos los años suelen deleitarnos con un puñado de películas superiores a la media y que se caracterizaran por una crudeza y violencia extrema, así como por una total ausencia de tabúes.

Una vez hechas las oportunas presentaciones, Killing Ground se configura como uno de los mejores survivals de año del tipo: asesinos campestres. La película nos presenta a una joven pareja que se va de acampada a un paraje idílico para celebrar el fin de año. Allí encuentran otra tienda de campaña, que parece estar deshabitada, a pesar de que ha sido instalada recientemente. A medida que van pasando las horas y los propietarios no aparecen, empezarán a descubrir una serie de indicios que les conducirán a una terrible pesadilla, pero esta vez, ellos serán los protagonistas. 

Lo interesante de Killing Ground es que está construida en dos planos temporales: uno en el pasado, en el que vemos el terrible destino de la familia propietaria de la tienda y otro en el presente, en el que esta joven pareja se ha metido en la boca del lobo sin saberlo. La violencia y la crudeza de la historia es tan desgarradora que te hace perder la fe en la raza humana, si es que en algún momento puede considerarse seres humanos a este par de ex convictos a los que le da igual cazar a un ciervo que a una familia. 

El ritmo de la película va in crescendo, desde una lenta presentación de personajes que ayuda a que el espectador empatice con ellos, hasta la frenética persecución por el bosque intentando sobrevivir. Será aquí dónde obtengamos algunas de las escenas más perturbadoras de toda la película como la de lata de cerveza o el bebé, así como la evidencia de que algunas personas no han nacido para ser héroes. 

Killing Ground es uno de esos survivals en los que, aunque tienes muy claro lo que va a pasar en todo momento porque sigue el patrón: asesinos-bosque-caza humana, lo interesante es la creciente tensión que se va produciendo en el espectador y la crudeza de una violencia que en todo momento recuerda a la que vivimos en uno de los grandes survivals rurales de todos lo tiempos, Eden Lake (2008).


7. RAW



No me podía olvidar de una de la grandes películas que nos llegó a primeros de año y de la que se dijo, como en su momento de Martyrs (2008), que en sus exhibiciónes en festivales, la gente se desmayaba o salía vomitando de la sala, debido a la crudeza de las imágenes. Seguramente todas estas informaciones serían consecuencia de una brillante campaña de marketing porque la cinta no es tan impactante, pero sí que resulta muy atractivo este despertar de la pubertad desde una vertiente canibalesca.

Esta co-producción franco-belga nos presenta a una estudiante vegetariana que al llegar a la universidad y sufrir una novatada de tintes carnívoros, desarrollará una extraña predilección por la carne, a medida que sus instintos primarios empiezan a aflorar. 

Raw nos habla de la dura adaptación de Justine, una joven criada bajo una estricta educación y unas férreas normas vegetarianas, al mundo de desenfreno y violencia de la universidad, lo que provocará su perdida de la inocencia y el despertar de su rebeldía. Aunque en su momento se la comparó con Ginger Snaps (2000), creo que ambas tienen notables diferencias, a pesar de que las dos relacionan la adolescencia con un elemento propio del cine de terror. En la película canadiense, lo que se vinculaba a la licantropía, eran los cambios físicos y psicológicos característicos de la juventud, mientras que en Raw es el despertar del apetito sexual, lo que está intrínsecamente relacionado con el apetito carnívoro desmedido de la protagonista. 

Tanto la interpretación de Garance Marillier como Justine y de su hermana mayor, Alexia,  a la que da vida Ella Rumpf, son impresionantes. La relación de amor-odio entre ambas traspasa la pantalla y, a pesar de que Alexia ya está en la universidad y debería ayudar a su hermana en estos primeros momentos, focaliza todas las envidias que tiene hacia ella y le hace este camino mucho más complicado. 

A medida que avanza la película, iremos adentrándonos en una vorágine de descontrol, sangre y surrealismo en la que no sabremos diferenciar muy bien si lo que estamos presenciando forma parte de la imaginación de la joven o verdaderamente está ocurriendo tal atrocidad. Las escenas de canibalismo son muy efectivas, sin caer nunca en nada desagradable que provoque el vómito, aunque como siempre digo, todo eso depende del nivel de sugestión del espectador.

Raw no es una película de canivales al uso, al estilo de Cannibal Holocaust (1980) en la que lo que prima es el gore y lo macabro, sino que aquí la importancia reside en el componente psicológico y en el tono enfermizo de la historia. Una propuesta diferente y provocativa que bien merece un par de visionados para descifrar las múltiples lecturas que esconde esta trama. Y recordando el programa de Resonator (1986) y Society (1989) de mis amigos de Aguas Turbias, Raw sería otra perfecta candidata de la nueva carne sin Cronenberg porque ingredientes no le faltan. 


6. HOUNDS OF LOVE




La segunda producción australiana que se cuela en lista, comparte con la anterior la crudeza de una historia perturbadora y unos psicópatas totalmente despiadados que podrían ser perfectamente reales. Sin embargo, esta vez no viviremos el terror al aire libre mediante una caza humana por el bosque, sino que éste tendrá lugar entre las cuatro paredes en las que una pareja de desequilibrados, ha dejado encerrada a su secuestrada.

Ambientada en los años ochenta, este thiller psicológico nos lleva hasta un suburbio de Perth, en el que se han producido unos cuantas desapariciones de adolescentes. Vicki Malone es la última secuestrada por esta pareja de depredadores, que tendrá que hacer uso de toda su astucia para intentar hallar un resquicio que consiga destruir la relación de sus captores.

Aunque estamos ante una cinta de secuestros, violaciones y asesinatos que bien podría pertenecer a un episodio de Criminal Minds (2005 - ), la primera película de Ben Young, no ahonda en lo macabro o en el gore de estos actos, sino que posiciona su interés hacia el aspecto psicológico de todos los personajes: la enfermiza y psicótica relación de esta pareja que secuestra y mata a jóvenes y la terrorífica situación de Vicky que no sabe si alguno de sus intentos por escapar, va a provocar su asesinato. Una situación realmente tensa que asquea y perturba al espectador que, a pesar de estar presenciando una ficción, tiene un regusto a real que la hace casi insoportable.

Hounds of love funciona en gran medida a las excelentes actuaciones de sus tres protagonistas y lo bien construidos que están sus personajes. Stephen Curry y Emma Booth consiguen hacer bastante creíble a esta pareja de perturbados, para los que el secuestro y el asesinato es una especie de terapia conyugal. En el papel de esta joven víctima que tiene que ser más inteligente que sus propios captores, tenemos a Ashleigh Cummings, en un personaje que, a pesar de tirarse la mayor parte del tiempo atada a una cama, como la protagonista de la siguiente película, consigue crear un personaje lo suficientemente rico e interesante como para que nos mantenga en vilo con cada una de sus decisiones.

El éxito de esta película no sólo reside en una producción excelente, una gran fotografía y ese granulo característico de las películas setenteras que tan bien nos transporta a otra época, sino que su verdadera fuerza está en el terror tan real que nos plantea. Un thriller perturbador que va adentrándose poco a poco en nuestra mente y que nos lleva a investigar los terribles sucesos que inspiraron esta historia porque sí, esto es ficción, pero como siempre, la realidad lo supera todo.


5. THE GERALD'S GAME



Una de las mayores sorpresas del año, nos llegó con la menos mediática de las adaptaciones de las novelas de Stephen King, el autor que en este 2017 ha estado más de moda que nunca. Aunque yo todavía no me he leído la novela, me resultó totalmente sorprendente como una historia tan sencilla y que se desarrolla en un espacio tan reducido, con tan pocos personajes, logra mantenerte en vilo durante hora y media de metraje.

Siempre digo que Mike Flanangan nunca decepciona, pero con Gerald's Game estamos ante su mejor trabajo hasta la fecha. La película nos cuenta como una matrimonio intenta darle nuevos bríos a su monótona vida sexual, escapándose a una remota cabaña en medio de la nada, dónde el marido pretende un juego de sometimiento con su mujer. Sin embargo, la cosa se tuerce cuando el hombre sufre un infarto, dejando a su mujer esposada a la cama, en uno de los cautiverios mas peculiares de la historia. 

El desdoblamiento de la psique de la protagonista nos muestra lo terrible y absurda de su situación que puede conducirla hasta la muerte, así como las alucinaciones propias de la falta de alimento y agua. Al mismo tiempo, todo esto se va intercalando con flasbacks de un terrible suceso ocurrido en su infancia y que la han convertido en la mujer sometida que es hoy en día. Su lucha contra estos recuerdos, la harán conocerse mejor como persona y luchar contra los fantasmas que intentan retenerla en la cama.

Sin duda, Gerald's Game es una de las propuestas más interesantes de este año, así como la excelente interpretación de Carla Gugino que nos muestra la evolución de su personaje, desde su total anulación como persona, hasta la lucha por su supervivencia y la superación de un trauma infantil que te pondrá los pelos de punta. 


4. GET OUT




Pocas veces ocurre, pero la expectación que creó en la primera parte del año, la ópera prima del cómico Jordan Peele, estuvo a la altura de las circunstancias. Una crítica social, con claros tintes de terror, sobre las tensiones raciales todavía tan persistentes en los EEUU.


Todo empieza cuando Chris, un joven fotógrafo afroamericano, visita a la familia de su novia blanca en su adinerada casa de campo. Chris está agobiado porque su novia no ha considerado conveniente comentarle a sus padres que es negro, pero una vez allí, todos parecen muy complacientes y excesivamente atentos con él. A medida que van pasando las horas, nuestro protagonista se irá dando cuenta de pequeños detalles y personas que parecen no comportarse con normalidad y quizás, para cuando se de cuenta de lo que verdaderamente está pasando en esa bonita casa de campo, sea demasiado tarde para él.  

Para mi esta película es una mezcla entre Guess who's coming to dinner (1967) y Rosemary's Baby (1968). En el caso de la primera, por la pareja interracial que se enfrenta a las suspicacias de la familia de la chica y en el caso de la cinta de Polansky, por esa sensación malrrollera del protagonista de que algo perverso esté ocurriendo delante de sus narices y el resto no parece darse cuenta.

Uno de los puntos fuerte de Get Out es que consigue hacer inquietante y perturbadora una situación tan normal como la de una visita a los suegros, aunque haya personas para las que esto puede ser toda una pesadilla, jejeje. Las apariencias engañan, pero nunca lo habían hecho de tal forma y si pensamos que el problema racial ya ha sido erradicado es que somos unos ingenuos. El verdadero peligro no está en los que muestran sus ideas racistas en público, si no en esa multitud que ha reprimido esos sentimientos en lo más profundo de su corazón y un día pueden revelarse y estallar del modo más perverso. Y, como dije tras ver la que para mi ha sido la mejor serie del año, Housemaid's Tale (2017), por muy difícil que nos parezca, si nuestra sociedad pretende seguir el camino de odio y discriminación de los últimos tiempos, los hechos que se relatan en estas dos producciones están más cerca de lo que imaginamos, por muy crudo que nos parezca. 

Get Out es uno de esos thriller psicológicos en los que el espectador asume el papel del protagonista y, como él, permanece inquieto durante la primera mitad de la película, sin saber lo que está pasando exactamente y sin imaginar hacia dónde le conducirá esta pesadilla. Una cinta perfectamente apta para aquellas personas que no sean amantes del terror, pero no tanto para aquellos que no puedan pasar 103 minutos de angustia, nerviosismo y tensión. 



3.  IT



Aquí tenemos la gran superproducción que todos temíamos, esa nueva versión de la obra de culto de Stephen King y que para sorpresa de muchos se convirtió en un producto incluso superior a la famosa miniserie de los 90.

La historia del grupo de niños que se enfrentan a una fuerza malévola en forma de payaso en el infecto pueblo de Derry, ha sufrido varios cambios en la adaptación del argentino, Andrés Muschietti, que le han sentado bastante bien. En esta ocasión, las dos historias paralelas que suceden en el libro, la de la juventud del grupo de niños y la de su madurez, se han separado y en esta primera parte de la película, sólo se ha desarrollado el primer enfrentamiento de los chavales con el payaso. Además, entiendo que debido al auge de la estética ochentera en el cine y la televisión de los últimos años, se decidió cambiar a esta época la trama de los niños que originalmente se desarrollaba en los años cincuenta.

La versión de Muschietti es mucho más aterradora y esa impactante escena inicial de Georgie y su barquito de papel, ya nos señala el terror sobrenatural que va a imperar en la película: siniestros caserones, zombis leprosos, cuadros que cobran vida y como no, un perturbador payaso, esta vez interpretado por Bill Skarsgard que más que inquietar, produce autentico pavor. Pero tampoco hay que olvidar el terror y las oscuridad que se ha apoderado de la ciudad de Derry y que en esta película se plasma muy bien en la actitud de esos adultos que miran hacia otro lado, cuando son testigos de una agresión.

Independientemente de los efectos especiales que en esta película consiguen reproducir autenticas maravillas pesadillescas, la verdadera magia de IT reside en su casting y en la gran química que existe entre todos los niños. Ya se hacen cábalas para averiguar quién dará vida a estos chavales en su versión adulta y si podrán estar a la altura de unas interpretaciones que han dejado el listón muy alto.


2. THE VOID



Por el momento, mis conocimientos sobre la obra de H. P. Lovecraft y el terror cósmico son bastante limitados, aunque con mi reciente descubrimiento del podcast de Noviembre Nocturno, esto va a cambiar radicalmente en el 2018. Con esto quiero decir que, aunque esta película parece basarse en algunos aspectos de esa mitología, es igualmente disfrutable por todos aquellos que no la conocemos. 

En The Void, un policía lleva a un hospital falto de personal, a un herido que se ha encontrado en medio de la carreta. Hasta aquí todo bastante sencillo, ¿verdad? Pues en este semi-abandonado hospital, nuestros protagonistas tendrán que hacer frente a unos cuantos problemas: Un inquietante grupo de personas que parecen pertenecer a alguna secta y que les impiden salir del edificio, el agresivo y extraño comportamiento de alguno de los pacientes, una peculiar pareja de supervivientes que consiguen entrar en el hospital, armados hasta los dientes y.... monstruos de otra dimensión.

Esa tensión y desasosiego que produce el enfrentarse a una película con tantos frentes abiertos que no sabes por cuál se va a decantar el guionista y que te tiene en vilo todo el rato, es exactamente lo que me produjo de The Void. Una experiencia increíble para cualquier horror lover, que podrá experimentar como aquí se aúnan varios aspectos de las películas de Carpenter: las suspicacias y desconfianza de los personajes de The Thing (1982), así como sus monstruos amorfos y el aislamiento en un lugar medio abandonado que se acaba convirtiendo en el epicentro del mal y la violencia como el de Assault on Precinct 13 (1976). Aunque las referencias principales de la película se encuentran en la obra de Carpenter, lo cierto es que hay otras tantas: Fulci, Cronenberg, Stuart Gordon que configuran un enorme pastiche de influencias ochenteras que funcionan a la perfección.  

A pesar de ser una película financiada a través de crowfunding y contar con unos medios limitados, posee uno de los efectos especiales y de maquillaje artesanales más impactantes de lo últimos años. Una gozada poder disfrutar de un producto que parece estar sacado directamente del los años 80 y no una producción actual que intenta imitarlos. No me extraña que tras su fulgurante carrera por los festivales de medio mundo el año pasado, terminase ganándose el corazón de los espectadores y este 2017 consiguiese la distribución, aunque limitada, para ser proyectada en las salas de cine.

El único aspecto que no me funcionó del todo en The Void fue la parte de dimensiones ocultas y elementos cuasi-extraterrestres de la última parte, pero posiblemente estén relacionados con mi desconocimiento de la obra de Lovecraft y esto no enturbió para nada la satisfacción y disfrute que experimenté con esta cinta.



1. VERONICA



¿Quien me iba a decir a mi cuando comenzó el año que la película de terror que más me iba a entusiasmar fuera española? Ese cine de género patrio que en contadas ocasiones nos deleita con grandes producciones del fantástico o del terror y no por falta de ideas o buenos guiones, sino por la desconfianza de las productoras españolas que todavía no parecen haberse dado cuenta que el futuro del mercado cinematográfico está en el terror.

Verónica es una película de terror sobrenatural, con posesiones y presencias demoníacas que no intenta copiar las características de otros productos similares que han tenido gran éxito los últimos años, como la saga The Conjuring. En esta ocasión, Paco Plaza, creador de la saga REC junto a Jaume Balageró, toma como referencia el único caso oficialmente registrado por la policía de actividad paranormal y que tuvo lugar en Vallecas en el año 1992. 

La película nos pone en la piel de Verónica, una joven de 15 años que está al cuidado de sus tres hermanos pequeños y que el día de un eclipse lunar, accede a jugar a la ouija con sus amigas porque siente que se esta separando de ellas por su fuerte carga de obligaciones. Como no podía ser de otra manera, las chicas acaban invocando a un ser maligno que pondrá en peligro a toda su familia y es que, de lo que no te despides, se queda contigo...

La película refleja a la perfección lo dura que es la vida de Verónica, una joven que está totalmente desbordada por su función como madre, ya que la suya, una rescatada Ana Torrent, está la mayor parte del tiempo ausente por su trabajo. Los miedos propios de la infancia, las locuras que hacemos por seguir perteneciendo al grupo de amigos y la ouija que tan de moda estaba por aquella época, convierten a Verónica en un producto castizo, pero con una personalidad arrolladora, de la que no tardarán en surgir copias.

La ambientación de la película en un barrio obrero de los 90 esta cuidada hasta el más mínimo detalle y la escena inicial en la que suena Maldito Duende de los Héroes del Silencio consiguió ponerme la piel de gallina. Los efectos especiales, aunque pocos, están utilizados con tal delicadeza y precisión que se integran perfectamente en una película que va de menos a más en intensidad y tensión.

Me resulta increíble hasta mí, el haber elegido como gran película de año una cinta de claros tintes paranormales porque como sabéis no es algo en lo que yo crea y, por lo tanto, me cuesta mucho más entrar en este tipo de temáticas. Pero en el caso de Verónica, me metí tanto en una historia que parece tan creíble, no se si porque los episodios sobrenaturales se van produciendo de manera paulatina, casi sin darte cuenta o porque los personajes que experimentan esta pesadilla y todo lo que se mueve a su alrededor, están ambientados en una época en la que yo viví mi juventud y por eso me es mucho más familiar y reconocible, que unos demónologos luchando contra portegeist.

Así que en resumidas cuentas, si Veronica consiguió acojonarme y mantenerme pegadita a la butaca, estoy segura que será muy disfrutable para todos vosotros y que mejor oportunidad que ahora, que la tenemos en Netflix para poder disfrutarla en bucle. 


Menciones especiales: 1902, THE BABYSITTER, HAPPY DEATH DAY, MOM AND DAD, THE CURE FOR WELLNESS, SPLIT, THE BELKO EXPERIMENT, TRAGEDY GIRLS, REVENGE.

Truños: TONIGHT SHE COMES, OPEN WATER 3: CAGE DIVE, WISH UPON, WORRY DOLLS, LAKE BODOM, IT COMES AT NIGHT, LEATHERFACE, LES AFFAMÉS.


Y, hasta aquí ha llegado el resumen de este año y sólo me queda desear que el 2018 nos traiga un año lleno de buenas películas de terror y nuevos iniciativas y proyectos que consiguen difundir este gran género a todo el mundo, porque si no exploramos nuestros miedos, ¿cómo vamos a ser capaces de superarlos?

¡¡¡¡Feliz años Horror Lovers!!!!