PET
Pet es otra de esas
películas que ya había visto y que también apareció en mi TOP 10 del 2016 pero, con este segundo visionado, se produjo justo el efecto contrario al de I am not a serial killer (2016) y no acabé tan satisfecha.
Este oscuro thriller nos
pone en la piel de Seth, una persona solitaria y perturbada, con una concepción
del amor un tanto enfermiza y capaz de hacer todo lo posible por conseguir que
la persona amada le corresponda.
La trama de la película
es bastante sencilla, quizás demasiado para una película de 90 minutos y
termina haciéndose un tanto repetitiva. Entre mi grupo de mandanguers con los
que siempre disfruto de los festivales de la capital, la idea generalizada era
que la premisa hubiese funcionado mejor como capítulo de una película
antológica, que en un largometraje. A pesar de que yo no sé si diría tanto, sí que
considero que a la película le sobraban algunos minutos de metraje, con tanto
que voy que vengo para ver como estaba la chica.
Independientemente de todo
esto, Pet es una película muy interesante en la que podemos ver a otro pequeño
hobbit, esta vez Dominic Monaghan, interpretando a un personaje repugnante y
perturbado. Parece que los hobbits están muy interesados en alejarse de su
imagen dulce y amigable y todos quieren convertirse en asesinos o tarados,
jajaja.
Para lo que sí me ha
servido este segundo visionado, ha sido para afianzar la idea de que Carles
Torrens es un director a tener en cuenta y tengo ganas de ver su primer
largometraje Emergo (2011), porque dudo mucho que sea capaz de encontrar sus
cortos, esas pequeñas joyas que suelen caer en el olvido.
Os dejo aquí el enlace a
la opinión que os di de ella en el TOP 10 del 2016.
31
No sabía que esperar de
esta película porque la verdad es que no soy muy amante del cine de Rob Zombie.
Puede que esta opinión no sea del todo justa porque sólo he visto las dos
películas que hizo sobre Halloween pero, teniendo en cuanta que la segunda me
pareció una paranoia extraña e infumable de su director, no me sentía con ganas
para seguir indagando en su filmografía.
Nos situamos en los 70,
en los momentos previos a la noche de Halloween, cuando un grupo de artistas de
carnaval que viajaban en su destartalada furgoneta son secuestrados. Serán
conducidos hasta un lugar desconocido, dónde les obligarán a participar en un
juego macabro llamado 31: deben sobrevivir 12 horas mientras son
perseguidos por unos payasos sanguinarios.
Zombie nos vuelve a
zambullir en esa estética sórdida, oscura y mugrienta tan característica de su
cine y vuelve a poner a su mujer, Sheri Moon Zombie, como protagonista de un
reparto coral entre los que destaca una desmejorada, Meg Foster, la
actriz de la mirada de hielo.
31 es esencialmente un
parque temático del horror, en el que una serie de payasos armados con todos
tipo de cuchillos, sierras y hachas se encargarán de aniquilar a este grupo de
feriantes con los que en ningún momento hemos sido capaces de empatizar.
El visionado de 31 iba a
marcar un momento decisivo en mi trayectoria como Horror lover, o crucificaba
definitivamente a Rob Zombie o me reconciliaba con él. No os hagáis ningún tipo de harakiri, ni os
fustiguéis en mi nombre porque no haya visto todavía La casa de los 1000
cadaveres (2003) o Los Renegados del Diablo (2005) porque 31 me gustó y me devolvió las ganas
de seguir conociendo al bueno de Rob. Después de este subidón, es hasta
probable que me haga con la única biografía que existe del director en
español, escrita por mi amigo El Reverendo Wilson: Rob Zombie: Las siniestras armonías de la sordidez .
LAKE BODOM
Estamos frente a la que para mí fue la peor película del
Festival, teniendo en cuenta que no sufrí la española, Stop Over the hell, a la
que todo el mundo señaló como el gran truño de la Muestra. Para que os hagáis
una idea de la magnitud del aburrimiento, ni la sala Mandanga, especialista
como os dije la semana pasada en levantar películas horribles, pudo hacer
apenas chascarrillos sobre Lake Bodom. La sala fue invadida por el tedio y por
el sueño, porque al ser la cinta del domingo a las 16.00, podéis imaginaros a
que nos dedicamos muchos, jejeje.
Inspirada en una historia real, Lake Bodom nos presenta a un
grupo de adolescentes que se van de acampada a un lago, en el que años atrás
unos chicos fueron asesinados. Es posible que el asesino nunca haya abandonado
el paraje y sólo estuviese esperando nuevas víctimas…
La intención de esta película finlandesa era crear el típico
slasher de campamentos, pero con un giro argumental que le diese la vuelta a
todo y dejase a la audiencia con la cabeza loca. Algo parecido al efecto
conseguido en All the Boys love Mandy Lane (2006), pero aquí todo resulta
demasiado forzado y poco creíble. En definitiva, un autentico tostón.
Resumiendo, no os acerquéis a ella, aunque os gusten los
slashers de campamentos, jóvenes muriendo y persecuciones por el bosque porque
os decepcionará igualmente. Así que sed inteligentes y no perdáis el
tiempo como hicimos nosotros.
YOUR NAME
Tercera y última película de animación que pude disfrutar en
la muestra y, ¿sabéis que os digo? que nunca me había interesado por este tipo
de cine y ahora estoy deseando terminar con los compromisos cinéfilos y ponerme a devorar cine de animación. Ésta es una de las ventajas de
los Festivales de cine sea cual sea el género, que te descubren géneros o tipos
de cine, a los que es posible que no te hubiese acercado de otra manera.
La película nos pone en la piel de dos extraños, a los que el
destino une de una forma misteriosa.
Como veis, mi sinopsis en muy breve porque me gustaría que os
acercarais a esta película con la menor información posible. Es una de esas cintas con magia propia, que no sólo te embelesa con la originalidad de una historia en la que se mezclan perfectamente realidad y fantasía, sino con la belleza que destila la animación, los escenarios, la música...
Your Name fue dirigida por el conocido Makoto Shinkai e
inspirada en su propia novela. Shinkai es un reconocido guionista, director y
animador que tiene a la espalda un gran número de películas, entre las que
destacan: 5 centímetros por segundo (2007) o El jardín de las palabras (2013).
Como ya os habréis imaginado, estos títulos ya encabezan la lista de mi reciente adición al
anime, jejeje.
Por ponerle alguna pega a esta producción, podría decir que su tercer acto está
demasiado extendido y da la sensación que tiene unos cuantos finales y que
el verdadero nunca termina de llegar.
Your
name fue la producción más taquillera en Japón en el 2016, algo no muy habitual para una película de animación y, que sólo había conseguido hasta la fecha, el estudio Ghibli con dos de sus producciones. Así que yo que vosotros, no perdería la oportunidad de ver esta joya
que seguramente llegará a España el mes que viene.
RAW
La película que más polémica arrastraba tras las ambulancias a
la puerta de los cines que proyectaron Martyrs, allá por el 2008. Si en aquella
ocasión dudamos de la veracidad de esas informaciones, ahora no puede estar más
claro que en Raw han sido utilizadas con fines publicitarios.
Si recordáis, la noticia que nos llegó desde el Festival de
cine de Toronto, es que varias personas se habían desmallado por la crudeza y
realismo de sus imágenes y, ¿sabéis qué fue lo que nos preguntamos todos cuando
acabó la película? Que en qué parte se habían desmayado exactamente porque
considerábamos que no había nada tan fuerte como para producir este efecto en
una persona. No voy a negar que hay escenas impactantes y sangrientas, pero
tampoco nada para volverse locos.
Raw nos presenta a Justine, una joven criada en una familia de
veterinarios y vegetarianos. En su primer día en la facultad de veterinaria, la
obligan a comer carne cruda como parte del ritual de los
novatos y, a pesar de que su hermana mayor estudia allí también, no cuenta con todo su
apoyo. A raíz de esta primera ingesta de carne, la verdadera naturaleza de
Justine saldrá a la luz.
La directora francesa, Julia Ducournau, que está detrás del
guion y la dirección de Raw, debuta en el mundo del largometraje por la puerta
grande, con una propuesta atrevida, diferente e impactante que no deja a nadie
indiferente.
Una de las principales bazas con las que cuenta esta película
es que, a pesar de que estamos ante una historia propia del cine de terror,
todo parece muy realista: las críticas de los profesores, la relación
de amor/odio entre hermanas, los compañeros que te ayudan y te enredan para
cometer locuras...
Raw nos habla de la dura adaptación de una adolescente a un
lugar con unas normas diferentes a la de su casa, donde se revelará contra lo
que siempre ha conocido y, por primera vez, será ella misma.
Las actrices protagonistas, Garance Marillier, como Justine y
Ella Rumpf en el papel de su hermana mayor, se comen literalmente la pantalla
mostrando, de una manera muy natural, la transformación de sus personajes y la
realista relación entre hermanas. Me encantó volver a ver a Laurent Lucas, al que no veía desde la gran Calvarie (2004).
Sin duda, Raw cumplió con creces las expectativas generadas a
su alrededor y no le hace falta ningún tipo de publicidad engañosa, porque es
estupenda. Una de esas películas que dejan poso y que sigues pensando en ella,
pasados los días. No es un producto para todo el mundo, así que los extremadamente
sensibles absteneros de verla pero, todos los demás, no os la perdáis porque,
sin duda, estáis frente a una de las películas de terror del año.