jueves, 9 de marzo de 2017

MUESTRA SYFY 2017 (PARTE 1)


La Muestra Syfy es una de los festivales mas irreverentes, divertidos y canallas a los que he tenido el placer de asistir. Cada mes de Marzo, el canal SyFy ocupa, durante un fin de semana, el cine de la Prensa de Madrid para deleitarnos con un amplio abanico de películas de ciencias ficción y terror que haran las delicias de un público totalmente entregado. La Muestra ha contado otro año más con su flamante maestra de ceremonias, Leticia Dolera, que como siempre se ha metido al público en el bolsillo con su simpatía y espontaneidad. Este año el festival ha celebrado su edición número 14 y, sin duda, ha sido la más redondas que conozco porque, aunque no han faltado las películas infumables, la calidad media de las cintas ha sido notable.

A continuación, todas las películas que puede disfrutar o sufrir en esta ediccion, nada menos que 10 títulos. Así que he decidido dividirlo en dos parte para que no se os haga demasiado pensado.

WORRY DOLLS 


La sala Mandanga de la Muestra Syfy es el lugar ideal para conseguir que una película mala, se acabe convirtiendo en una experiencia disfrutable, gracias a la entrega de un público que año tras año se va superando. En la pasada edición, este efecto casi mágico, consiguió alzar a la infame Green Inferno (2013)como una de las películas más divertidas de todo el festival. Pues bien, Worry Dolls, más conocida como The Devil’s Dolls, puede sentirse orgullosa de haber sido mejorada por los comentarios incisivos, jocosos y divertidos del publico mandanguer.

Un policía ha conseguido abatir al asesino en serie que llevaba persiguiendo durante años. Sin embargo, su legado se ha transferido a unas muñecas y ahora, esas figuritas están en manos de personas inocentes que serán poseídas por el espíritu homicida del asesino.
A grandes rasgos, Worry Dolls es la típica película de posesiones, con personajes insulsos y unas actuaciones penosas. Lo único medianamente destacable de toda la cinta fue el primer asesinato por sus altas dosis de gore. A partir de aquí, las posesiones y los crímenes se sucederán, pero perderán en espectacularidad e interés.

Resumiendo, si no vais a ver esta película en un festival igual de irreverente que éste, no os molestéis en acercaros, es más, huir de ella como de la pólvora si no quereis perder hora y media de vuestras vidas. 



SEOUL STATION


Si recordáis, Train to Busan (2016) fue mi película favorita en el TOP 10 del año pasado y mis expectativas hacia su precuela de animación eran muy altas. Pues bien, Seoul Station no tiene ni la adrenalina, ni la acción que destilaba su compañera y nos presenta una historia más pausada, centrada en el drama de los más desfavorecidos para sobrevivir a una epidemia zombi. 

La estación de Seúl es el refugio para los vagabundos y, una noche, uno de ellos empieza a mostrar extraños síntomas de enfermedad. Una chica que acaba de romper con su novio, decide refugiarse en la estación, pero allí se encontrará con una horda de zombis hambrientos de carne humana. Su padre y su novio recorrerán una ciudad en estado de sitio para salvarla de esta pesadilla.

Una vez vistas las dos películas que su guionista y director, San-Ho Yeong, ha concebido como un díptico, lo más recomendable sería ver ésta en primer lugar porque, aunque no nos aporta datos acerca de las causas que originan la epidemia, sí que nos muestra al paciente cero que extiende la enfermedad por la estación de Seúl. Independientemente de esto, las historias de ambas películas no comparten personajes, ni tramas, pero se desarrollan de forma paralela.

La historia animada refleja cómo el virus zombi se extiende por la estación y el resto de la ciudad, aunque la pandemia es sólo el telón de fondo para mostramos el drama de los más desfavorecidos. Entre los protagonistas destaca la chica que ha roto con su novio y tiene que valerse por sí misma para escapar de las hordas de zombis, un vagabundo que huye con ella y el padre y el novio de la muchacha que juntos intentarán encontrarla. Como es habitual en las películas de zombis, el miedo saca lo peor del ser humano y éste acaba convirtiéndose en una amenaza mucho mayor que los propios no muertos. Aquí radica el foco de interés de esta película, en la pesadilla que supone para los más humildes la epidemia zombi, no porque éstos vayan a devórarlos, sino porque para las autoridades no son más que un estorbo y no tienen intención de ayudarlos.

En esta ocasión, mis expectativas no se vieron satisfechas y Seoul Station me pareció lenta, con poca acción para tratarse de una película de zombis y con unos personajes, a excepción de la chica y el vagabundo, un tanto despreciables. Aunque no fue una película que me entusiasmara, sí que es cierto que, en el tercer acto, la tensión va a en aumento y los giros de guion se suceden, convirtiendo la recta final en la parte más interesante de toda la película. Además, Seoul Station puedes sentirse orgullosa de haber generado un nuevo mantra para los aficionados de la sala Mandanga, relacionado con las puertas abiertas, jejeje.


LA VIDA DE CALABACIN


La verdad es que esta película no encaja mucho con la temática del blog, pero como me resultó una auténtica delicia y formó parte de las sesiones matutinas dedicadas al público infantil, he querido incluirla en este resumen. Además, estas sesiones se están convirtiendo en la apuesta segura del festival tras proyecciones tan exitosas como Mi Vecino Totoro (1988), Song of the sea (2014) o El niño y el mundo (2013).

Calabacin es un niño que, tras perder a su madre, ingresa en un centro de acogida. Allí conocerá a otros niños en una situación similar a la suya e intentará encajar en este nuevo entorno. Gracias a todos ellos descubrirá la amistad, el amor y una nueva familia.

Esta producción suiza, nominada a la mejor película de animación tantos en los Globos de Oro, como en los Oscar de este año, ha conseguido robarme el corazón gracias a la ternura y delicadeza con la que trata un tema tan duro como la orfandad de unos niños pequeños.
Mi vida de Calabacin nos introduce en varios temas adultos como son las drogas, el maltrato o la delincuencia vistos a través de la inocencia de un grupo de niños que perciben las cosas de una manera totalmente diferente.

La historia tiene varias capas y, mientras los niños se entretendrán con los personajes, todo ellos muy bien definidos y caracterizados, los adultos serán capaces de percibir esos pequeños detalles que ponen de manifiesto las vidas tan duras que han vivido estos niños tan pequeños.

Una película preciosa, tierna y divertida que nunca cae en la ñoñeria y que pone de manifiesto la existencia de películas inteligentes y estupendas alejadas del universo encorsetado y edulcorado de la factoria Disney.


THE GOOD NEIGHBOR


Estamos frente a una película que no encaja mucho en un festival dedicado al terror y la ciencia ficción porque no tiene nada que ver con eso, pero teniendo en cuenta que lo que más abunda en el Festival de Sitges son los thrillers, pues ya lo voy entendiendo mejor, jejeje.

Un par de adolescentes montan un sistema de vigilancia en casa de su vecino para después hacerle creer que su hogar está embrujado y registrar sus reacciones para hacer un documental.

Como podemos deducir de la sinopsis, la mayor parte de la película está grabada en formato Mockumentary, aunque estas secuencias se intercalan con otras en formato tradicional, relatadas en diferentes líneas temporales. Esto nos permite tener una visión más amplia de las motivaciones de todos los personajes y saber, con antelación, cuáles serán las consecuencias de este experimento que, cómo es de suponer, no saldrá como los protagonistas esperaban.

La película juega con el espectador, conduciéndole por caminos que no se corresponden para nada con la verdadera naturaleza de la película y, cuando por fin llegamos al desenlace, éste no puede ser más sorprendente y desgarrador. Puede que, en un primer momento pensase que esta película no tenía el empuje o la garra de otros títulos recientes con vecinos terroríficos de por medio como No Respires (2016) o The neighbor (2016) pero, en ningun momento, ésta cinta intenta jugar en esa liga.

The good neighbor es una película de suspense que pone de manifiesto la tranquilidad con la que las generaciones que han crecido delante de un ordenador, se saltan la ley y atentan contra la intimidad de las personas. Una de esas cintas que te afectan mucho más de lo que parece inicialmente. 


I AM NOT A SERIAL KILLER


Todos aquellos que leísteis mi crónica del pasado Festival de Molins de Rei, sabréis que yo ya había visto esta película en su maratón de las 12 horas. Sin embargo, como fue una película que disfruté bastante y que incluso apareció en mi TOP 10 de año, no me importó volver a verla.

La historia se centra en un pequeño pueblo en que se están sucediendo una serie de asesinatos y un adolescente, Dan Wells, que sigue una unas estrictas normas para no desatar sus instintos psicópatas, será el encargo de descubrir al culpable.

I am not a serial killer fue una de las películas más aplaudidas por el público mandanguer y, en mi caso, este segundo visionado consiguió mejorar la opinión que tenía sobre ella. Como no os quiero aburrir con un nuevo análisis o dejo aquí la valoración que hice en el Festival de Molins y aquí la del TOP 10 de año.