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lunes, 26 de noviembre de 2018

MARATÓN DE LAS 12 HORAS DE MOLINS DE REI 2018


Todos los que me seguís por twitter ya sabréis que hace una semana pude disfrutar de la mítica Maratón de las 12 horas del Festival de Cine de Terror de Molins de Rei. Para mi se ha convertido en una cita indispensable en mi calendario festivalero, desde que lo descubrí allá por el 2013, así que salvo causa de fuerza mayor, no me lo he perdido desde entonces. No se si será por la sangre catalana que corre por mis venas, pero siempre he dicho que es mi festival de cine favorito por la calidez que transmite el publico, el cariño con el que me trata siempre la organización y el detalle y el mimo con el que esta todo organizado: Musicote cañero para amenizar la cola de acceso o performances divertídisimas entre películas. Esto por no hablar de las cintas que se proyectan en el Festival y, más concretamente, en la Maratón, que siempre digo que son la selección gourmet del Festival de Sitges. Así que todos los que quieran disfrutar de un autentico Festival de Terror, no deben perderse la próxima edición de Terror Molins. Os prometo que no os arrepentiréis. 

Y, ahora, vamos con los que os interesa, las películas de la maratón y ya os adelanto que algunas se han ganado ya su puesto en el TOP de año. Antes de empezar me gustaría confesaros que no habrá reseña de la última película, Puppet Master: The Littlest Reich porque creo que sólo alcancé a ver 10 minutos, antes de caer en los brazos de Morfeo y no podría hacer ninguna valoración de la misma. ¿Qué os pensabais? ¿Qué la Maratón era tarea fácil? 



SUMMER OF 84




Una de las películas que más ganas tenía de ver y que tuve que esquivar en el Festival de Nocturna para poder disfrutarla a lo grande en Molins. La verdad es que la proliferación de cintas ambientadas en los 80 no me molesta para nada y las disfruto a tope como mujer nacida y amante de esta época. También el que la película estuviera dirigida por los directores de Turbo Kid (2015), François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Wissell, hacía que las expectativas fueran grandes. Sin embargo, éstas se habían visto mermadas, tras las opiniones de compañeros blogueros que las habían visto en festivales y que se habían sentido decepcionados con la propuesta del trió canadiense. Así que antes de desvelaros mi opinión, vamos a ver de que trataba la película.

Como el título nos indica, la película nos sitúa en una barrio residencial norteamericano en el verano del 84, dónde 4 jóvenes con las hormonas en plena ebullición (expían a la vecina con prismáticos, coleccionan revistas pornográficas y se inventan experiencias sexuales), tendrán un aliciente con el que entretenerse ese verano. En la zona se están produciendo asesinatos de jóvenes de su edad y todavía no han dado con el culpable. Un día, Davey, obsesionado con todo tipo de noticias sensacionalistas y conspiraciones, empieza a sospechar que el asesino es su vecino policía, el Sr. Mickey y emprende un plan de vigilancia con sus amigos con el que hallar las pruebas para resolver el caso. 

No se dónde escuché que esta película era un Stranger Things, pero sin monstruo y yo añadiría que sin tanto carisma. La presentación de los personajes se hace un tanto alargada y en ciertos aspectos, demasiado forzada. Demasiadas bromas del tipo: me he acostado con tu madre, o le haría esto o aquello a tu vecina, acaban haciéndose muy repetitivas, sobre todos después de productos tan recientes en los que se explota la misma fórmula. A pesar de esto, te encariñas con los personajes y te ríes con muchas de sus ocurrencias.

Además, otro aspecto que no me pareció nada original es que la trama se centra en la sospecha de que el vecino de al lado, policía para mas inri, sea el asesino en serie que está asolando el condado. A mi no paraban de venirme a la cabeza películas como: Arlington Road (1997), Disturbia (2007) o dentro del género de terror, Fright Night (1985) que son bastante mejores, ya que aquí la trama hay que cogerla con pinzas porque resulta un tanto increíble. Bueno, en una cosa tienen razón y es que al fin y al cabo, "todo asesino, vive cerca de alguien" jejeje.

Como habéis visto, Summer of 84 no me ha entusiasmado, pero me parece una película bastante entretenida y disfrutable, perfecta para los nostálgicos de los 80 y de ese cine en el que los niños resolvían problemas de mayores y nos hacían soñar con que todo era posible. Me hubiese gustado un final más potente y alargado, ya que este se me quedo un tanto descafeinado, pero aun así es una cinta que recomendaría y además sería perfecta para esos a los que queráis iniciar en este gran mundo del Cine de Terror.




GHOSTLAND



Uno de los platos fuertes de la maratón fue sin duda el nuevo trabajo de Pascal Laugier, el conocido director de Martyrs (2008). Tras su estreno en Francia, en marzo de este año, muchas fueron las impresiones que nos llegaban de la película y no todas eran buenas. De hecho, mis expectativas eran bastante bajas y no esperaba encontrar al director francés que me hizo retirar la mirada de la pantalla con la obra cumbre del Terror Extremo Francés. Pues bien, desde ahora os digo que Ghostland, escrita y dirigida por Laugier, es una autentica pasada que sin duda estará en las listas de lo mejor de año que nos empezarán a bombardear en breve (yo incluida).

Ghostland nos presenta a una madre y sus dos hijas, Beth y Vera, que acaban de heredar una antigua casa de una tía fallecida y la primera noche que pasan allí, son asaltadas por un par de locos. Años después, Beth, que se ha convertido en una prestigiosa escritora de terror, recibe una alarmante llamada de su hermana que sigue viviendo con su madre en la casa familiar y preocupada, decide regresar al lugar de sus pesadillas. 

No puedo hablar mucho de esta película sin caer en spoilers y considero que merece la pena disfrutarla en toda su amplitud. Sólo os diré que el guion es potentísimo y nos hará viajar a un mundo en el que nunca querríamos haber estado: giros de guión que te dejan con el culo torcido y que me maravillaron por su originalidad, ambientación en una casa victoriana terrorífica, llena de muñecas de porcelana y pasillos larguísimos que ya dan miedo por sí solos porque nunca sabes lo que se esconde detrás de cada puerta.

Conmigo, Laugier, volvió a conseguir la misma sensación que tuve con Martyrs y es que de alguna manera, me implico tanto con la historia y sus personajes, que cada uno de los golpes, empujones o sufrimiento de las protagonistas, me duelen como en carne propia. Es una película dura, visceral, en gran medida gracias al trabajo de sus actrices protagonistas que hacen que su dolor traspase la pantalla. Gracias a mi inseparable compañera festivalera, Mari Carmen, me enteré de toda la polémica generada en torno a una de las actrices que sufrió cortes en su cara en la grabación de unas de las escenas que requirieron más de 70 puntos. Así que me creeréis cuando os digo que Ghostland no es sólo una película de género, sino una de esas que provocan terror realmente. 

Ghostland no alcanzará la fama y el culto que recibió Martyrs, pero me parece una película mucho más redonda y que vuelve a consagrar a Laugier como una de los mejores guionistas y directores del género. Sin duda, ésta es una de las películas de terror del año, así que os recomiendo que no os la perdáis, pero, prepararos para sufrir.





THE DEVIL'S DOORWAY


Tras el subidón que nos supuso a todos Ghostland, llegó el declive con este found footage de tono religioso siniestro y es que como me pasó en el Festival de Nocturna con Heretiks (2018), no puedo con este cuasi subgénero de monjas mortíferas o endemoniadas. Me aburren hasta el infinito y pierdo tanto la conexión con la trama que me importa más bien poco, por no decir nada, el destino de los personajes. Además, para más inri, por alguna extraña razón no puedo dormirme en estas películas y me las trago de principio a fin para mi tormento. 

The Devils's Doorway parte de un hecho verídico de la historia irlandesa: Los asilos de las Magdalenas. Éstos eran instituciones católicas que desde el s. XVIII hasta finales del s. XX acogían a mujeres caídas en desgracias, es decir, prostitutas, solteras embarazadas, huérfanas e incluso con problemas mentales, a las que se sometía a duros trabajos físicos como expiación por sus pecados. Nuestra película, se sitúa en 1960, para hablarnos de los supuestos hechos milagrosos que se están sucediendo en uno de estos asilos. Como consecuencia de este rumor, el Vaticano decide enviar a dos sacerdotes para que investiguen y documenten la veracidad de los hechos. 

Ópera prima de la directora Aislinn Clarke que acudió a la Maratón de Molins a presentar su película y por eso, sentí mucho más que no me gustara, aunque lo cierto es que hay opiniones de todo tipo y a mucha gente sí que parece haberle gustado este nuevo found footage de posesiones demoníacas. Lo que no puede negarse es lo bien que se recrea una filmación encontrada de principios del s. XX y esto es gracias a que la película fue grabada en 16 mm cámara en mano, que le da veracidad a los hechos. El problema es que los hechos son un batiburrillos de mujeres sometidas a abusos, posesiones demoníacas, fantasmas de niños y trucos mil veces vistos y mejor ejecutados que no consiguieron encandilarme para nada. 

Lo más terrorífico de la cinta es que nos da una idea de lo que debieron sufrir las mujeres internas en estas instituciones, pero, quizás, en este convento, hubiese una razón para tenerlas allí encerradas. Es en este carácter sobrenatural de la historia con mujeres que levitan sobre sus camas, crucifijos que giran y presencias fantasmagóricas dónde flojea más el guión. Es un batiburrillo de hechos y jump scares de manual que terminan haciendo tedioso el seguimiento de la trama.

En su defensa tengo que decir que vimos esta película a altas horas de la noche y después de una cinta tan potente como Ghostland, un found footage con movimientos de cámara constantes y sustos predecibles, puede hacerse muy pesado, como así fue. No obstante, al haber investigado algo más sobre estas instituciones al preparar la critica, me han dado ganas de revisitar The Devil's Doorway  porque creo que merece ser vista en la condiciones adecuadas, es decir, sin estar muerta de sueño, sólo despierta por las ingentes cantidades de cafeína consumidas.  Creo que de este modo y conociendo ese contexto tan espeluznante de las oscuras historias que se producían en estos asilos, mi opinión hacia ella podría variar. 



SORPRESA: ONE CUT OF THE DEAD



Como todos los años, la cuarta película de la Maratón en sorpresa y el misterio no se desvela hasta que empiezan los créditos iniciales de la cinta. Todos estábamos expectantes por saber que nos habían preparado los organizadores porque en pasadas ediciones, la película sorpresa solía ser un cinta del director homenajeado o el tributo a algún hecho relevante del año. Entre las que yo he visto están: Shivers (1975), El Descuartizador de Nueva York (1982) y A Nightmare at Elm Street (1984). Sin embargo, antes de que comenzara la Maratón, tuve la oportunidad de hablar con uno de los Jordis, responsables de prensa del Festival y me adelantó que este año querían darle un giro a la sesión sorpresa y nos habían preparado una película reciente con varios premios en su haber. Os podéis imaginar la expectación que teníamos, aunque debo confesar que tuve la oportunidad de conocer a Héctor, más conocido en las rrss como Un hombre sin Piedad y ya predijo que la película sorpresa sería One Cut of Dead. ¿Sabrá también el número del premio gordo del sorteo de Navidad? jajaja.

Estamos frente a una comedia de terror zombi a la altura de Shaun of the dead (2004) y ahora que ya he captado vuestra atención, paso a comentaros brevemente la trama: Durante el rodaje de una película de zombis de serie B, los miembros del equipo son atacados por una verdadera epidemia de no-muertos. Sencillo, ¿verdad? Pues lo cierto es que no, porque pasados los primeros 20 minutos en los que creemos ser testigos de una película cutre de serie z, todos los engranajes de la cinta empiezan a funcionar y este puzle que parecía inverosímil, empieza a encajar a la perfección, en uno de los ejercicios de edición más brillantes que he visto. Poniendo a un lado la temática zombi, que me río yo de los que decían que este subgénero estaba muerto, One Cut of the Dead es un tributo al amor por el cine, a los profesionales que están detrás de las cámaras y hacen todo lo posible por sacar adelante sus proyectos, aunque dispongan de recursos limitados. 

One Cut of Dead es una película de zombis diferente, divertidísima que nos mantuvo totalmente despiertos y riéndonos a carcajadas. Los asiáticos, concretamente los japoneses, vuelven a demostrarnos que las buenas ideas no necesitan presupuestos abultados para triunfar.  Esta película se ha convertido en todo un fenómeno en Japón y se llevó el premio de público en el Festival de Sitges, así que no exagero cuando os digo que no debéis perdérosla porque One Cut of the Dead también viene pisando fuerte para entrar en las listas de lo mejor del año.  





LASSO



En la penúltima película de la Maratón, las fuerzas ya empezaban a flaquear y confieso que alguna cabezada sí que di en el visionado de Lasso. Una película de serie B con una premisa sencilla que nos plantea el escenario necesario para convertirse en todo un festival de gore con victimas por doquier. Un cinta a la que le hubiese hecho falta proyectarse en un festival más gamberro como puede ser el Festival Syfy en Madrid o Cotxeres en Barcelona, pero que aquí dada la sesión de películas que llevábamos y tantas horas en vela, se no hizo algo pesada.

El argumento aunque sencillo, es de lo más curioso: Un pareja que organiza excursiones para ancianos, decide llevarlos a un pueblo de la américa profunda en el que se celebra una feria de rodeo. Todos se divierten, pero cuando llega la hora de coger el autobús de vuelta a casa, las cosas se tuercen y los vaqueros que parecían tan normales durante el día, se convierten en asesinos sedientos de sangre que los han elegido como presa. 

Y, hasta aquí llega el guión de Lasso porque todo los demás es un festival de sangre, desmembramientos, muertes de lo más atroces y originales, todas en torno al mundo del rodeos y los cowboys. Tendremos a nuestros pobres ancianos, que son unas víctimas de lo más débiles y en inferioridad de condiciones, intentando luchar por su vida y acabar con los asesinos. Contarán con la ayuda de los jóvenes organizadores del evento y un cowboy bueno, interpretado por Sean Patrick Flanery. Las motivaciones de los asesinos no se explican en ningún momento y esto provoca que no entendamos el sentido de esta carnicería. Ahora, como disfrute de vísceras y casquería se puede salvar porque en este sentido nos escatiman en detalles.





Y, hasta aquí dio de sí otra edición más de la Maratón de Molins de Rei, la más longeva de nuestro país. Fue un placer volver a encontrarme con Bernat, Roger y Miquel y los demás miembros del equipo que hacen posible el Festival de Terror Molins porque siempre me tratan como una autentica princesa (sangrienta) y me hacen sentir muy especial. Además, tuve la suerte de conocer en persona a grande amigos twitteros como mi querido Jordi Vaquero de Cine en Serie, a Jordi de mi venerado podcats Sin Audencia que escucho puntualmente cada semana y al gran Hombre sin Piedad. Fue un placer comentar con ellos todas las películas y estoy deseando que volvamos a coincidir en más citas cinéfilas.

Sólo me queda deciros que os apuntéis este Festival en vuestras agendas y no os lo perdáis el año que viene porque os prometo que será una experiencia inolvidable. Ya os adelanto que si alguna vez lo probáis, no será la única porque el vinculo especial que os unirá a Molins, ya se habrá establecido. 



¡¡¡Larga vida al Festival de Molins y a mi para disfrutarlo!!!




viernes, 2 de diciembre de 2016

MARATÓN 12 HORAS DE MOLINS DE REI (PARTE II)


Siento haber tardado tanto en traeros la segunda parte de la Crónica de las 12 horas del Festival de Terror de Molins de Rei, pero he tenido una semana infernal. Aquí os dejo las tres películas que me faltaban y que, para mí, bajaron un pelín el nivel después de una primera mitad de maratón absolutamente BRUTAL. Os dejo con las películas :

VINIERON DE DENTRO DE ... (1978)

¡Qué grande es la Steele!

En un complejo residencial de lujo, un doctor ha creado unas extrañas babosas a partir de un experimento sobre modificaciones genéticas que estaba llevando a cabo. Cuando estos parásitos entran en un cuerpo humano, transforman al individuo en un enfermo sexual y asesino. 

Ésta fue la gran sorpresa que los organizadores del Festival de Terror Molins nos tenían reservada para la Maratón de las 12 horas. Si os soy sincera, esta película no es fruto de mi devoción, no sé si es porque no ha envejecido bien o por qué pero, las dos veces que he intentado verla (ésta fue la segunda) me he quedado dormida.  Un break que, después de los tres peliculones que habíamos visto sin despegar los ojos de la pantalla, era totalmente necesario para coger fuerzas.

Como todos sabréis, su guionista y director, David Cronenberg, obtuvo en el Festival de Sitges de 1978, el premio a la mejor dirección por esta película. Y es que, lo que no hay que desmerecerle en ningún momento, es esa atmósfera claustrofóbica y malsana que crea en el bloque de apartamentos y cómo, de una forma tan sencilla, consigue que veamos a todos los inquilinos como una posible amenaza.

Una de mis escenas favoritas, a parte de la secuencia final en la piscina que, por la soñolencia que me despierta Shivers (su título original), sólo he visto en una ocasión, es en la que la estupenda Barbara Steele es atacada por una de estas babosas en la bañera y que sirvió para inspirar el famosos poster que todos conocemos. Un ataque en que más que estar sufriendo parece que esta teniendo un orgasmo, jejeje.

El problema que tengo yo con Vinieron de dentro de… es su ritmo. Se me hace terriblemente lenta y, cuando ya por fin empieza la acción, ya suelo estar dormida, jajaja. No soy muy experta en el cine de Cronenberg porque sólo he visto ésta y La Mosca (1986) que me parece el mejor Body horror de todos los tiempos. Tendré que ponerme a la tarea tarde o temprano porque el director canadiense ha tenido siempre una gran influencia en el cine de género y si una quiere ser una experta horror lover tiene que hacer los deberes.



MELANIE: THE GIRL WITH ALL THE GIFTS (2016)



En un futuro distópico, la humanidad ha sido asolada por una extraña enfermedad fúngica que ha convertido a la mayor parte de la población en zombis sedientes de sangre. La única esperanza de cura son un grupo de niños híbridos que, además de asistir a una escuela militar, son sometidos a extraños experimentos en busca de una solución a la pandemia. Entre ellos, destaca la dulce y encantadora Melanie que, a pasar de estar atada a una silla de ruedas como el resto de sus compañeros, tiene una simpática desbordante. Los zombis consiguen asaltar el recinto y nuestra protagonista, su profesora, la científica y varios soldados huirán del lugar intentando salvar sus vidas.   

Película dirigida por Colm McCarthy a partir del guion elaborado por Mike Carey, autor de la novela en la que se basa. McCarthy se ha dedicado principalmente al mundo de la televisión donde ha dirigido algunos capítulos del Doctor Who (2013), Sherlock (2014) y Peaky Blinders (2014), entre otros.

The girl with all the gifts es una propuesta interesante que consigue aportar algunos aspectos diferentes a un género tan trillado como el zombi. En primer lugar, nos sitúa en un Londres totalmente desolado y postapocalíptico que nos trae reminiscencias a la gran 28 días después (2002). Además, aparte de encontrar ataques zombis y una considerable hilera de muertos a su paso, se nos plantean cuestiones muchos más filosóficos acerca de su existencia. ¿Por qué si el destino de los dinosaurios fue extinguirse para que siglos después los humanos habitaran la tierra, ahora no pueden ser éstos los que tengan que desaparecer para que prevalezca la raza zombi? Éste y otros planteamientos similares surgirán a lo largo de una película que nos tendrá reservado para el final, un clímax bastante impactante.

Las interpretaciones de Glenn Close, Gemma Aterton y Paddy Cosidine son sobresalientes pero, Sennia Nanua, que debuta en la gran pantalla con su papel de la inquieta y complaciente Melanie, brilla con luz propia. Cada uno tiene una función muy clara en la película: Close es la científica que antepone el bien de la humanidad ante todo, Aterton es la profesora sensible y preocupada por sus alumnos y Cosidine representa la brutalidad marcial de alguien que recibe órdenes y no las cuestiona. Nanua, en la chica de todos los dones, una superviviente que se adapta con la mejor de las sonrisas a cualquier situación por peliaguda o difícil que sea.  

Esta producción vuelve a poner de manifiesto que, con un poco de imaginación y saber hacer, un género que parecía muerto y que parecía que no podía exprimirse más, puede seguir aportándonos propuestas interesantes e innovadoras. El ritmo aquí es mucho más lento que el que encontramos en Train to Busan (2016) y, aunque a veces el nivel de tensión se desploma y me hacía perder el interés por la historia, creo que abre una nueva vía de pensamiento: La era del ser humano ha acabado y empieza la dominación Zombi. Además, tenemos la suerte de que The girl with all the gifts también se estrenará en las salas españolas el 3/02/17.



DOWNHILL (2016)



Dos ciclistas norteamericanos son invitados a participar en una competición en Chile que organiza un amigo suyo. Tras un gran fiesta de inauguración, los dos ciclistas ruedan por el circuito para familiarizarse con el entorno y se topan con el cuerpo de un hombre ensangrentado y con una extraña erupción cutánea. A partir de este momento, tendrán que luchar por su vida porque un grupo de personas han decidido darles caza.

El responsable del guion en el que también ha participado Barry Keating y de la dirección es Pablo Valladares, un director chileno que cuenta con una amplia trayectoria en el género de terror. Yo no conozco ninguno de sus trabajos anteriores pero la verdad es que, después de la experiencia con Downhill no es que arda en deseos de visionar su filmografia. Pero quién sabe, a lo mejor esta película es sólo un bache en su intachable carrera. Si alguien lo sabe, que me comente. 

Os aseguro que tal y cómo os he resumido el argumento más arriba, puede parecer que estamos ante una historia de lo más corriente dentro del género pero, no os dejeis engañar por mi capacidad de sintesis porque estamos antes el mayor truño de las 12 horas de Molins 2016. La película es como un gran mix de infinidad de cosas: infectados, brujas, satanismo, nazis, asesinos, infidelidades, extrañas larvas… todo tiene cabida en la película de Valladares pero lo peor de todo es que es imposible encontrarle el sentido a todo esto. Si os soy sincera, a día de hoy, no sé lo que trataban de contarnos con semejante maremágnum de ideas.    


Me pareció una película tremendamente aburrida porque fui incapaz de conectar con la historia o empatizar con los personajes. Lo único, medianamente salvable, fue la actuación de Natalie Burn que, por lo menos, resultaba creíble en su papel de esta final girl que se enfrenta a todo lo habido y por haber. Además, gran parte de la cinta está rodada mediante la técnica de cámara en mano, lo que supone movimientos de imágen contantes, desenfoques, oscuridad,.... En fin que, en lo que a mí respecta, todo en esta película contribuye a hacer de ella un producto muy olvidable, de esos en los que lamentas haber perdido una hora y media de tu vida.

jueves, 24 de noviembre de 2016

MARATÓN 12 HORAS DE MOLINS DE REI (PARTE I)


El síndrome Post-Molins debería estar catalogado por la Seguridad Social como una causa muy grave de depresión cinéfila porque ha sido realmente duro volver a la realidad. La única palabra que podría definir a la maratón que vivimos el sábado pasado sería: BRUTAL. Sólo pensar que hay que esperar 365 días para otra edición, me dan ganas de echarme a llorar. El ambientazo era espectacular y es que consiguieron completar el aforo del Teatro de la Peni que vibró, como nunca, con nuestros aplausos, risas y gritos.


Voy a empezar por el principio para ir poniéndoos en situación. Mi inseparable amiga Mª Carmen, otra horror lover, y yo, llegábamos a Molins a eso de las 17.30 del sábado. Era el momento de hacerse con víveres y dosis extra de cafeína para aguantar toda la noche en vela. Dimos una vuelta por el pueblo y no fuimos capaces de encontrar una tienda de chucherías. Al final, nuestros pasos no acabaron llevando de nuevo a la estación de trenes y, ¿os podéis creer que había una estupenda tienda de esas que puedes encontrar de todo, justo en frente de la estación? Para matarnos pero, la próxima vez, no nos pasa, jajaja. Ya con nuestra bolsa llena de gollerías, nos fuimos al Teatro de la Peni a recoger nuestras entradas y saludar a los amigos de la organización que, después de varios años, ya son como de la familia. A las 19.00 fuimos a esperar a la cola de acceso, amenizada con musicote y la explanada del teatro estaba a reventar de gente con sus neveritas y cargamentos de patatas. Este año no he visto a nadie con una almohada como el primer año y, aunque os parezca raro, es una grandísima idea para pasar toda la noche en un cine. Yo, para la próxima edición, pienso llevarme un Hand Warmer que es un invento maravilloso del que me han hablado hace poco, o unos guantes bien gorditos porque hace un frio en esa cola, que se te quedan los dedos entumecidos. A las 19.30 se abrieron las puertas y, como este año me tocaba sentarme en el anfiteatro con la prensa, no hubo problemas por coger un buen sitio. Y, después de que Miquel Pastor diese paso a la maratón, ¡¡¡COMENZAMOS!!!:

I’M NOT A SERIAL KILLER (2016)


John es un adolescente un tanto extraño que ayuda a su madre en la funeraria en la que ésta trabaja. Siente una gran fascinación por los asesinos en serie y, su familia y él mismo creen que es un psicópata en potencia que necesita tratamiento para frenar sus más oscuros instintos. En Clayton, el pueblo en el que todos ellos viven, empiezan a sucederse una serie de extraños asesinatos y John intentará dar con el culpable.

Esta película fue la gran triunfadora del Festival de cine de Terror de Molins de Rei, consiguiendo los tres premios principales: Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor para nuestro protagonista, Max Records.

I’m not a serial killer es el último trabajo del director Billy O’Brien, que también participó en la elaboración del guion junto a Christopher Hyde y el escritor, Dan Wells, en cuya novela homónima se basa la cinta.

En cuanto al reparto, destaca un Christopher Lloyd visiblemente envejecido y es que no hay que olvidar que el actor ya tiene tiene 78 años. Su aparición en pantalla siempre nos arranca una sonrisa ya que apela a nuestra nostalgia ochentera, tan de moda últimamente, aunque en este papel se aleja bastante de su registro habitual, en el que está igualmente estupendo. Max Records parece moverse cómodamente en un papel hecho a su medida, en el que resulta muy interesante ver esa dualidad entre la fascinación y el miedo que le producen los asesinatos. Los momentos cómicos que encontramos a lo largo de la película, están marcados por el humor negro y tremendamente siniestro que destila John en sus conversaciones con su madre, su psiquiatra o con uno de los abusones del instituto y conforman uno de los aciertos más importantes del guion. Estuve un buen rato intentando recordar dónde había visto a la actriz que interpretaba a la madre de John, Laura Fraser, porque me sonaba muchísimo y es un poco preocupante porque sólo hace dos meses que terminé Breaking Bad (2008-2013), jejeje.

I’m not a serial killer es un thriller fantástico en el que nuestro joven protagonista verá proyectados sus instintos homicidas en el asesino que está aterrorizando el pueblo. Desde el primer momento, la intención de John es detener al culpable, pero tendrá miedo de que todos sus esfuerzos por reprimir estos impulsos no valgan de nada porque tendrá que pensar como un asesino para poder enfrentarse a él.

No puedo desvelaros mucho más sobre la historia, aunque descubriremos quién es el asesino a la media hora de metraje. Bajo mi punto de vista, la historia se podría haber explotado algo más, en especial la compleja personalidad de John. Lo que yo percibí fue que sus “peculiaridades” eran más una forma de destacar en un entorno anodino y borreguil que una psicopatía, en sí misma. La verdad es que esta película ha despertado mi interés por la, de momento, hexalogía de Dan Wells, porque creo que a la película le falta información que posiblemente se explotará en siguientes secuelas. Con esto no quiero desalentar a nadie de ver la cinta porque es interesante ver cómo el amor es el motor que frena los instintos homicidas de nuestro protagonista, pero también es lo que incita a matar al asesino. También merece mucho la pena descubrir la peculiar identidad de este homicida sobrenatural que se sale un poco de los cánones habituales o las incisivas conversaciones de John. Una cinta diferente que me resultó muy entretenida y disfrutable.



TRAIN TO BUSAN (2016)

Muy fan de este personaje

Aunque a Seok Woo no le apetece mucho ver a su exmujer, tiene que llevar a Soo-an a Busan con su madre. Ambos cogen un tren cargado de pasajeros en Seúl, mientras en la ciudad se desata una auténtica epidemia zombi que empieza a extenderse por todo el territorio. Lo que nuestros protagonistas no saben es que uno de los infectados ha conseguido subirse al tren y desatará el pánico entre los pasajeros que tendrán que luchar para seguir con vida.  

Train to Busan es la primera película de acción real para Sang-ho Yeon que es un reconocido director surcoreano de películas de animación. De hecho, esta cinta se complementa con la película de animación Seoul Station (2016) en la que la acción se centra en la epidemia zombi en la ciudad de Seúl.

Tengo que reconocer que he disfrutado esta película como hacía mucho que no hacía. Tiene todos los ingredientes que el subgénero zombi necesita para triunfar: una buena caracterización de los no-muertos, una gran definición de los personajes, unos ataques espectaculares y un ritmo trepidante. ¿Quién dijo que el género zombi estaba muerto? Después de saturar el género con películas de baja calidad, en las que lo mismo daba que tu novia se convirtiese en zombi, a que lo hiciese un tiburón o un castor, por fin tenemos una película que se toma en serio a sí misma y que nos muestra a los zombis como más nos gusta, terroríficos y peligrosos.

La calidad técnica de la película es soberbia: Los planos aéreos de la estación, los ataques en masa de zombis al más puro estilo Guerra Mundial Z (2013), el ciervo zombi del prólogo de la cinta, las trasformaciones de los infectados delante de nuestros ojos,..  Todo es absolutamente espectacular.

Los zombis de Train to Busan son de los rapiditos, como llamo yo a los zombis de la variedad infectados, posteriores a 28 días después (2002). Algún día me curraré un especial Historia del cine zombi que seguro que os encantará. Pues bien, estos son los zombis que se contorsionan en posturas imposibles, que corren a la velocidad de un atleta olímpico y que trepan o lo que haga falta para comerse a su presa. Además, en esta película se introducen algunas variantes que ayudan al desarrollo de la acción y que resultan bastante interesantes.

No penséis que esta película destaca sólo por su calidad técnica porque la historia no se limita a la típica en la que los humanos tienen que luchar por no sucumbir ante los infectados. Por un lado, veremos cómo la relación tan distante que tiene este padre con su hija, se irá estrechando a medida que los peligros acechen a su pequeña, pero, sin duda, lo mejor de todo es la dura crítica social que se hace contra la clases dirigente de Corea, en favor de los estamentos más humildes. Es muy triste comprobar cómo, ante un ataque zombi en un espacio tan reducido, sin posibilidad de escapatoria ninguna, todos tendrían que ayudarse unos a otros y no mostrar, como ya vemos en The Walking Dead (2010 -  ), que el mayor peligro en esta situación es otro ser humano, igual que tú.

En Train to Busan como suele ser habitual en el cine surcoreano, confluyen una mezcla de géneros: drama, sobre todo en la parte final, acción, humor… También me gustaría destacar a los personajes, porque todos están muy bien definidos y hay más de uno que se llevó una gran ovación de toda la sala de cine.

En resumen, Train to Busan es una película que se disfruta de principio a fin, que nos demuestra que el género zombi no está muerto para nada y que, desde ya os adelanto, que estará en mi lista de TOP 10 del año. 




THE AUTOPSY OF JANE DOE (2016)


Padre e hijo regentan la funeraria de un pequeño pueblo y una noche reciben el encargo del sheriff de practicarle la autopsia a un cadáver que ha sido encontrado en el escenario de un asesinato múltiple. El cuerpo no presenta ninguna herida, ni marca que hagan vislumbrar las causas de su muerte y, nuestros protagonistas tendrán que emplearse a fondo para conseguir respuestas, que no esperan descubrir.

Como ya os comentaba en el avance del festival, el director de esta película es André Øvredal, conocido por, el que dicen es uno de los mejores found footage de todos los tiempos, Troll Hunter (2010). La verdad es que no albergaba muchas esperanzas en esta película pero, después de la grata sorpresa que ha sido para mí The Autopsy of Jane Doe, se ha despertado mi curiosidad. 

Podría parecer que, a una película que prácticamente se desarrolla entre las cuatro paredes de una morgue, le costaría mantener la tensión y el interés del espectador durante todo el metraje. Éste no es el caso de The Autopsy of Jane Doe, principalmente gracias al excepcional trabajo de sus dos actores principales, Brian Cox y Emile Hirsch. Sus actuaciones son tan convincentes que todo lo que pasa en pantalla, a pesar de que a veces escapa a toda lógica, resulta creíble.

El guion de Ian B. Goldberg y Richard Nanin, no es para nada retorcido o algo que no hayamos visto ya en multitud de ocasiones. Sin embargo, lo que destaca en The Autopsy of Jane Doe es que han sabido crear un thriller en el que tanto las expectativas creadas, como la tensión que va in crescendo a lo largo de toda la cinta, se ven satisfechas en su resolución final. A medida que nos acercábamos a la conclusión de la historia, tenía miedo de que se estuviesen metiendo en un jardín del que luego no pudiesen salir, pero para nada, consiguieron elaborar un final perfecto, para una gran película. Seguramente, más de uno, averiguó por donde iban los tiros antes de que no lo mostrasen claramente. Yo no lo vi venir y creo que, en gran medida es porque estoy acostumbrada a que en este tipo de películas como la gran Last Shift (2014), en las que los muertos o espíritus vuelven para perturbar o vengarse de los vivos, la explicación suele tener un carácter más demoniaco o satánico.  

No sólo la historia es efectiva, si no que Øvredal consigue entrener y provocarnos miedo a partes iguales. A parte del quebradero de cabeza que les supone a los dos protagonistas hallar las causas de la muerte de la desconocida, Jane Doe, también podemos vislumbrar como son las relaciones entre padre e hijo. Una forma perfecta de implicarnos con los personajes, de conocer sus inquietudes o motivaciones y que supone una vía de escapa a la atmósfera tan claustrofóbica en la que se desarrolla la acción.


Si Train To Busan fue la película que más disfruté de todo el festival, ésta fue la sorpresa más gratificante de todas.Me dieron ganas de aplaudir cuando acabó y es que, cuando una película pequeña cuenta con una buena historia, no hacen falta grandes alardes tecnológicos, ni grandes dosis de sangre, para hacer disfrutar a la audiencia de una experiencia satisfactoria. Así que ya sabéis, el 13 de Enero todos al cine a ver The Autopsy of Jane Doe porque tenemos la suerte de que vaya a estrenarse en nuestras salas.



Hasta aquí, la primera parte de la edición 2016 de las 12 horas de Molins. Una selección de películas totalmente espectacular, que nos dejó a todos con una sonrisa de oreja a oreja y una cara de absoluta satisfacción. ¿Quién dijo que el 2016 no iba ser un año relevante para el cine de terror? Ya se empiezan a configurar esas listas con lo más TOP del año y os aseguro que candidatos no nos van a faltar. En breve, la segunda parte de la crónica de la Maratón del Festival de cine de terror de Molins de Rei.


jueves, 3 de noviembre de 2016

FESTIVAL DE CINE DE TERROR DE MOLINS DE REI 2016


Aunque pensaba que este año me iba a ser imposible asistir a mi querido Festival de Cine de Terror de Molins de Rei, al final los astros se han alineado y, por tercer año consecutivo, estaré disfrutando de su maratón de 12 horas ininterrumpidas de cine de terror. Ya habréis escuchado que los últimos años en el Festival de Sitges lo que más abundan son los thrillers y un comentario que oí varias veces en esta edición y que me hizo mucha gracia era que la gente que estuviese buscando un verdadero festival de cine de terror debía de ir a Molins o San Sebastian, no a Sitges, jejeje.

Este año es la edición número 35 del Festival de Cine de Terror Molins de Rei y como motivo del 30 aniversario de La Mosca (1986), pretende celebrarlo con una proyección especial que tendrá lugar el martes 15 de noviembre a las 19.00.  Como no podía ser de otra manera, el leitmotiv de este año girará en torno a las mutaciones en el cine y por lo tanto, además de la película de Cronenberg y de la película sorpresa de la maratón de las 12 horas que tendrá que ver con este tema, también se proyectará El hombre con rayos X en los ojos (1963) de Roger Corman.

Como muchos de vosotros ya sabréis, este año, el Festival de Cine de Terror de Molins de Rei ha ampliado sus fechas y ahora podemos disfrutar de auténtico cine de terror durante 10 días, del 11 al 20 de Noviembre. La selección de películas que nos han preparado es absolutamente brutal y contaremos con lo mejorcito de lo proyectado el mes pasado en el Festival Sitges, ya que la mayor parte de las cintas que veremos, fueron galardonadas.

Durante los 35 años que se lleva celebrando este festival, el principal objetivo de sus responsables ha sido intentar diversificar las actividades para acercar el Festival a una mayor cantidad de público. Para ello, este año contarán con una sesión muy especial y novedosa en la que se proyectará el cortometraje Xmile que ha sido adaptado por Miguel Ángel Font Bisier para que pueda ser disfrutado por personas con minusvalías cognitivas. También, tendremos la posibilidad de asistir a la proyección gratuita de algunos de los cortometrajes de la selección oficial del año pasado, que tendrá lugar en una carpa especial que se habilitará para 30 afortunados espectadores.  El domingo 13, habrá una sesión trash de cine oriental con la colaboración del Festival Nits de Cinema Oriental de Vic, en la que se proyectarán: Devil Dead (2007) y La Furia de Satán (1983). Ésta es sólo una pequeña muestra de todas las actividades que nos ofrece El Festival de Cine de Terror Molins de Rei porque si buceáis en su página web descubriréis que hay concursos de microrelatos, de videos de Instagram, charlas en colegios, proyección de cortos infantiles y algo en lo que espero participar (si puedo), la votación de cortos de Filmin, que se premia con un año de suscripción gratuitaaaa. Creo que será la única forma de conseguir algo de ellos, jajaja.

Me he guardado para el final la novedad de este año que más ilusión me hace y que seguro que se vendrá a casa conmigo, el libro: Puede ser contagioso. Las mutaciones en el cine de género, que han publicado los responsables del Festival de Molins, junto a la editorial Hermenaute. Sin duda, una gran idea y desde aquí los animo (y obligo) a que continúen con este proyecto y nos regalen nuevos libros sobre los leitmotiv de cada año, jeje.

Y, ¿queréis saber que peliculones vamos a disfrutar en la maratón de las 12 horas de Molins? En primer lugar, disfrutaremos de un thriller diferente que ha recibido muy buenas críticas, I am not a serial killer (2016). Continuaremos con la que se ha considerado una de las mejores películas de zombis de los últimos años, Train to Busan (2016) y proseguiremos con una de las cintas que más ganas tengo de ver por la gran expectación que ha causado en los todos los festivales por los que ha pasado, The autopsy of Jane Doe (2016). Después, será el turno de la película sorpresa, para la que me gustaría conocer vuestras hipótesis. A mí se me ocurren ejemplos como: Basket Case (1982), El vengador Toxico (1984), The Descent (2005) o Slither (2006). Me emociono sólo de pensarlo, como pongan alguna de las dos últimas creo que me dará un ataque de la emoción, jajaja. Y ya, en la recta final del maratón disfrutaremos de otra película de zombis pero con un enfoque diferente al que estamos acostumbrados en The Girl with all the gifts (2016) y por último, veremos Downhill (2016), acerca de unos ciclistas que se topan con un extraño virus y unos asesinos. Un gran coctel para finalizar las 12 horas, por todo lo alto.


Esto es todo por el momento. A finales de mes os traeré la crónica del Festival donde os contaré todo lo que ha pasado en la maratón, consejos para sobrevivir a la experiencia, las anécdotas, la gente a la que he conocido y mucho más. Ya estoy contando los días que quedan para que arranque ¡¡¡el Festival de Cine de Terror de Molins de Reiiiiiiiiii!!!! 

miércoles, 2 de diciembre de 2015

MARATÓN 12 HORAS DE MOLINS DE REI (PARTE 2)


Siento haber tardado tanto en publicar una nueva entrada en el blog, pero he tenido unos días bastante complicados y me hay sido imposible hacerlo antes. Pero no os relajéis demasiado porque todavía me quedan varias reseñas y alguna sorpresilla que traeros antes de las vacaciones. Así que, si más dilación, comenzamos ya con la segunda parte de la crónica sobre Las 12 horas de cine de terror de Molins de Rei que se había quedado en el tintero.  Para que os hagáis una idea, le toca el turno a las películas que se proyectaron a partir de las 3.00, una hora muy delicada ya que después de pasar tanto tiempo sentados, el sueño empieza a hacer estragos entre los asistentes. Es importante que a estas horas las películas sean interesantes y con un ritmo trepidante porque si no es muy difícil escapar de los brazos de Morfeo. Este segundo tramo de la maratón comienza con la cinta sorpresa con la que nos deleitan cada año y que suele ser una película antigua.  Esta vez, como no podía ser de otra manera, homenajearon al recientemente fallecido Wes Craven con la proyección de una de sus películas más míticas: Pesadilla en Elm Street (1984). A continuación, dieron paso a una de las cintas más locas y divertidas del festival, Deathgasm (2015) y, sintiéndolo mucho, no pudimos quedarnos a la última película que teníamos prevista, We are still here (2015). No sé si fuimos nosotras que calculamos mal los horarios o es que la proyección iba con retraso, pero el caso es que tuvimos que salir corriendo para no perder el tren de vuelta a casa. Empezamos con lo que nos interesa:


PESADILLA EN ELM STREET (1984)


Recuerdo que la primera vez que vi Pesadilla en Elm Street fue uno de esos días de mi pre-adolescencia en los que los amigos nos reuníamos para ver películas de terror en alguna casa. No la había vuelto a ver desde entonces y tenía ganas de verla de nuevo para poder así continuar con la saga, que ya cuenta con, nada más y nada menos, que 8 títulos más.
Un grupo de amigos comparte la misma pesadilla: un asesino con la cara quemada y que lleva un guante formado por cuchillas les persigue para matarles. Varios de los  jóvenes serán asesinados en sus sueños, mientras que el resto, no sólo tendrá que hallar la manera de acabar con el ser que les acecha, sino  que deberá evitar dormir para no ser atrapados por el temible Freddy Krueger.
La premisa de la que parte Pesadilla en Elm Street fue, y sigue siendo, muy original: un asesino en serie que mata a sus víctimas en sueños. Como supongo que ya todos sabréis, Craven se basó en varios artículos periodísticos de los años 70 en los que se relataba cómo un grupo de refugiados jemeries habían huido a EEUU a causa del régimen de Pol Pot en Camboya y habían muerto tras haberse negado a dormir, después de haber sufrido unas pesadillas terribles. Las autoridades denominaron a este fenómeno el “Síndrome de la muerte asiática” ya que fueron incapaces de hallar una causa que explicase los fallecimientos.
La principal baza con la que cuenta esta película,  y en definitiva toda la saga, es su villano, un asesino bastante original que se salía un poco de lo habitual en aquella época: homicidas implacables, que no pronunciaban una sola palabra y ocultaban su cara con todo tipo de máscaras. Robert Englund tenía que someterse a 3 horas de maquillaje para conseguir la cara quemada de su personaje y su característico guante de cuchillas fue ideado por Craven tras averiguar que uno de los miedos primarios común a todas las culturas era el ataque por garras de animal. Además, el hecho de que Freddy hable y tenga ese humor tan negro le hace mucho más aterrador que los mudos Myers o Vorguees. Todas estas características tan distintivas contribuyeron a encumbrar a Freddy Krueger como un icono del cine de terror.
Lo que siempre me ha gustado de esta película es esa atmosfera onírica que lo inunda todo y que te hace, en muchas ocasiones, dudar de si lo que estás viendo es un sueño o la vida real de los personajes.
Craven no sólo tenía una buena historia y un asesino diferente, sino que también  contó con  unos efectos especiales brillantes en muchas de las escenas.  Porque, ¿quién no recuerda aquélla en la que Nancy es atacada en la bañera? Para su grabación tuvieron que construir un cuarto de  baño y una bañera sin fondo que se situaban sobre una piscina para conseguir esa escena tan famosa y que podéis ver como encabezado de esta crítica. Otro de los efectos que me pareció muy curioso es el perteneciente a la escena en la que Nancy sube las escaleras y se hunde en los escalones como si estos fuesen arenas movedizas. Para conseguirlo se utilizó masa para tortitas, así que además de hundirte también podías degustar un poquito, jejeje.
Supongo que ya habréis visto esta primera entrega de la saga de Elm Street si os consideráis auténticos horror lovers. Es una de las genialidades que surgieron de la mente del gran maestro Craven, al que siempre recordaremos por su gran legado al cine de terror.


DEATHGASM (2015)


Damos paso a la película más gamberra, divertida y con más litros de sangre de toda la maratón que, como no podía ser de otra manera, nos llega desde Nueva Zelanda, jejeje. Desde luego hace honor a su título porque Deathgasm es exactamente eso, un auténtico orgasmo de sangre y muerte en toda regla, jejeje.
Tras un incidente, Brodie, un chico solitario que tiene una banda de Heavy metal, se ve obligado a mudarse con sus autoritarios tíos. Poco después conoce a Zakk, otro fan del Metal al que rápidamente introduce en su banda y con el que encuentra unas partituras musicales con las que invocan a un ser demoniaco, que empezará a poseer a todo el pueblo. A partir de ese momento tendrán que dejar de lado sus deseos de fama y tratar de sobrevivir aniquilando demonios.
La película es bastante divertida, no sólo por la situación tan absurda que tienen que vivir los personajes, sino por unos diálogos cargados de humor. El romance también está presente con la llegada de Medina, la novia del primo de Brodie,  que pasa de ser una rubia encantadora y angelical a una auténtica metalera a la que no le temblará el pulso a la hora de exterminar demonios. Pero si algo abunda en Deathgasm es la sangre y el gore, un auténtico festival de desmembramientos, hachazos y vísceras.
Jason Lei Howden es el guionista y director de esta comedia gore, que goza de cierto prestigio en Hollywood como técnico de efectos especiales en varias superproducciones: El gran Gatsby (2013), El Hobbit: un viaje inesperado (2012) o Los vengadores (2012). Deathgasm es su primer largometraje y gracias a su paso por los festivales y al “boca a boca”, se ha convertido en una de las películas de terror más populares del año. Entre los planes recientes de este director está escribir el guion para una segunda parte, pues parece ser que lo que tiene en mente es una trilogía y, además, también quiere realizar una colección de comics. Por lo que, si todo sale como tiene previsto Howden, tenemos Deathgasm para rato, jejeje.
Los demonios están bastante bien creados, como cabría esperar de un experto en la materia, y el jefe de todos ellos me recordaba mucho al demonio rojo de Legend (1985). Otra de las películas que se me vinieron a la mente con Deathgasm, fue Demons (1985), precisamente en la escena en la que el protagonista se pasea en moto entre las butacas mientras el teatro se convierte en una auténtica carnicería de demonios y espectadores a ritmo de rock.
Mi desconocimiento sobre este tipo de música, el Death Metal, es total pero que no me impidió disfrutar de esta película como la que más. Atención al videoclip que se imaginan los protagonistas porque no tiene desperdicio alguno. Es una de  las escenas más surrealistas que encontramos en Deathgasm.
En definitiva, si os gustaron Evil Dead (1981), Demons (1985) o Braindead (1992), estoy segura de que esta cinta será de vuestro agrado. Una producción valiente y original perfecta para un #FrightFriday muy loco con los amigos, en el que no os faltará ni una gota de sangre porque la utilizaron toda, nada menos que 80 litros, jejeje.