lunes, 29 de febrero de 2016

BOUND TO VENGEANCE (2015)


Vamos con otra de esas películas que encontré en la lista de lo mejor de 2015 de Blog Horror, que para mí es como el Santo Grial del cine de terror, ya que gracias a ella estoy descubriendo auténticas joyas. De momento sólo me he encontrado dos películas que no me han gustado mucho, una es Cooties (2014), comedia de niños zombis que ni fu ni fa y Knock, Knock (2015) remake del thriller de los 70 Death Game, protagonizado por Keanu Reaves y que va a ir de cabeza a la sección de Truños Varios, jejeje. No me enrollo más y vamos con este rape & vengeance atípico y un tanto loco.

Eve se despierta atada y medio desnuda en un sótano en el que parece llevar varios días o semanas. Aprovechando un despiste de su secuestrador, Eve logra liberarse y dar la vuelta a la situación, pasando a ser ella la captora de éste. Eve consigue someterle para que este indeseable le facilite las direcciones de las otras chicas que tiene secuestradas y liberarlas, pero las cosas no saldrán como ella esperaba…

La película está dirigida por el director mexicano Jose Manuel Cravioto y supuso su debut en el cine de habla inglesa. A Cravioto le llamó la atención este guion desde que cayó en sus manos, principalmente por la cantidad de cosas que ocurrían en las primeras páginas y las posibilidades visuales que esto le planteaba. Sólo contaban con 20 días de grabación (no he conseguido averiguar la razón) y viendo las múltiples localizaciones que aparecen en la película, me parece un reto bastante importante que consiguieron superar perfectamente.

Lo primero que se nos viene a la cabeza tras 15 minutos de película es que el guion es bastante absurdo o ¿a vosotros os parece creíble que, una chica que ha sido secuestrada y vejada durante semanas, en vez de salir corriendo en busca de la policía a la primera oportunidad, decida convertirse en una súper heroína e ir a salvar a las demás chicas que se encuentran en su misma situación? Pero la verdad es que, si aceptamos que en I spit on your grave (2010) (lo siento, no he visto la original), la protagonista se convirtiese en una psicópata casi más aterradora que sus agresores, podemos asumir perfectamente que Eve decida emprender una búsqueda sin cuartel para salvar a las demás chicas. En la cinta se  sugiere que Eve toma esta decisión tan atípica porque, en cierta manera, se siente culpable de la muerte de su hermana, por haberla sobrevivido y ésta es una manera de redimirse. Es una razón un poco peculiar, pero podría ser igual de válida que cualquier otra, porque a una chica que ha sido secuestrada, violada y ha visto morir a su hermana tampoco se le presupone una capacidad de raciocinio plena, ¿no?

Antes os comentaba que Bound to Vengeance podría definirse como un rape and vengeance atípico. Principalmente esto se debe a que no se recrea en la agresión que provoca que la protagonista se convierta en un ángel vengador como en I spit on your grave o en la más reciente, Julia (2014), sino que aquí todo esto ocurre fuera de pantalla, antes de que empiece la película. A los pocos minutos de metraje, Eve ya se ha escapado y empieza su venganza, aunque más que venganza su objetivo es liberar a otras víctimas como ella y su hermana y, si en su camino se encuentra con los hombres que las tienen retenidas, pues peor para ellos, jejeje.

Creo que Tina Islev, que interpreta a nuestra protagonista, nos presenta un personaje con una gran fortaleza interior  que hará todo lo posible por rescatar a otras víctimas, pero al mismo tiempo es alguien frágil y sensible. Lo que más me gustó es que se trata de  una chica totalmente normal que se busca las mañas para someter a su captor pero no pasa a convertirse en una experta en técnicas de tortura como la buena de I spit on your grave, que había ocasiones en las que no sabía quién me daba más miedo, si ella o sus agresores. En contraposición tenemos al secuestrador, Phil, al que da vida Richard Tyson, un rostro bastante conocido en la meca del cine, con multitud de películas a sus espaldas. Me encantó la actuación de Tyson  porque había ocasiones en las que me parecía un auténtico monstruo y en otras, un pobre hombre que se había visto obligado a convertirse en el secuestrador de estas chicas. Además, su actuación resulta igual de creíble en cualquiera de estas dos facetas.

La película se desarrolla en varios escenarios ya que cada vez que van a buscar a alguna de las chicas, ésta se encuentra en un lugar diferente, con una estética totalmente opuesta a la anterior. Tenemos un piso normal  y corriente, una especie de sala de torturas muy psicodélica con luces de colores, algo parecido a un  almacén donde tienen a varias chicas hacinadas… En cierta manera, me recordó a Venganza (2008), la película de Liam Neeson en la que su hija es raptada para la trata de blancas. Ambas coinciden en mostrarnos la parte más sórdida, depravada y oscura de la sociedad, un mundo al que no nos gustaría ni acercarnos.

Lo que no terminó de gustarme del todo fueron los pequeños incisos que aparecen constantemente mediante flashback, en formato de video casero, sobre la vida anterior de Eve, cuando está era feliz y se divertía. No es que me disgustase la estética de found footage, sino que las interrupciones me resultaron excesivas  y creo que provocan que nos demos cuenta, antes de tiempo, de cosas que hubiesen sido más interesantes hacia el  final de la película.

Viendo como concluye la historia en Bound to vengeance es lógico pensar que pudiese haber una secuela. Cuando a Cravioto se le pregunta sobre esta cuestión apunta que todo dependerá de la recaudación que consiga la película en las salas de cine y a través del video bajo demanda, pero que él ya tiene la idea para ponerlo todo en marcha.

Estamos frente a una cinta interesante que, a pesar de que tiene un guion poco creíble, te mantiene enganchado a la pantalla con las idas y venidas de nuestra protagonista. No creo que le vaya a gustar a todo el mundo, pero considero que es bastante entretenida y ver a una chica con un par de ovarios que no se amilana ante nada, a mí me encanta.



martes, 23 de febrero de 2016

LAST SHIFT (2014)



Se dijo de esta película que era una de las mejores del año 2015. Yo aún sigo poniéndome al día con el extenso ranking que nos propuso Blog Horror y todavía no os puedo corroborar tal afirmación, pero lo que sí os puedo asegurar es que Last Shift es una película excelente que consiguió acojonarme y eso es algo que muy pocas consiguen. Además, me llamó la atención que me impresionase una producción con claros elementos paranormales porque yo no soy nada creyente en este tipo de fenómenos y las películas con esta temática no suelen calarme muy hondo, así que algo debe de tener, ¿no?
Es el primer día de trabajo para una joven policía en una comisaria que cerrará sus puertas al día siguiente a causa del traslado a una nueva ubicación. Jessica sólo tiene que vigilar las instalaciones durante la noche y facilitar la entrada al equipo que trasladará el material de riesgo biológico. Sin embargo, lo que parecía una noche tranquila se convertirá en una pesadilla para nuestra protagonista, ya que hace un año se suicidó allí el líder de una secta satánica y esa noche vuelve desde el mismísimo infierno en busca de venganza.

Anthony DiBlasi coescribe y dirige esta película y puede que su nombre os resulte familiar ya que es también el responsable de Dread (2009), una película que exploraba los terrores del ser humano y de la que he oído hablar bastante, aunque todavía no he visto (que a una no le da la vida para ver todo lo que quisiera, jejeje).
No sabría cómo explicároslo pero Last Shift es una película que te atrapa, te parece estar experimentándolo todo al lado de la protagonista y, por lo tanto, puedes sentir el miedo y la tensión que ella padece. Después de indagar acerca de esta producción resulta que ésta era precisamente la intención de DiBlasi: convertir esta cinta en una experiencia visceral, comparable a la de un videojuego en primera persona. Esto se consigue gracias a planos tomados desde el punto de vista de Jessica, es decir, vemos solamente lo que ella ve, tenemos primeros planos de su cara y sus reacciones e incluso hay planos tomados desde detrás de ella, como si los espectadores fuésemos su sombra.

Toda la historia se desarrolla en un único escenario, una comisaria desierta, lúgubre y de pasillos laberínticos que contribuyen perfectamente a la sensación de desasosiego e intranquilidad que lo inunda todo. Según cuenta el director encontraron la comisaria antes de tener acabado el guion por los que fue fácil adaptarlo a los espacios con los que contaban.  El emplazamiento era una comisaria real en desuso en Sanford, California y estaba en una zona un tanto peligrosa. El rodaje de la película se hacía por la noche y en una ocasión, mientras estaban grabando, oyeron un disparo bastante cerca y se escondieron por precaución (como si le hiciera falta más tensión a la producción, jejeje)
Además de contar con un único escenario, la mayor parte del tiempo sólo aparece la policía novata en pantalla, Juliana Harkavy, que hace una interpretación magistral para ser éste su primer papel protagonista. Sus reacciones son totalmente naturales y yo todo el rato pensaba que actuaba de la misma manera que lo hubiese hecho yo en su misma situación. No es difícil ponerse en su piel ya que Jessica se enfrenta a uno de los miedos más universales que hay: quedarte solo en un lugar y empezar a oír ruidos raros de los que desconoces su procedencia. ¿No se os eriza la piel sólo de pensarlo?, pues ya veréis cuando veáis la película, jejeje.

Otro punto a favor de esta cinta es el maquillaje que lucen los seres demoniacos que asolan la comisaria. Os lo diré en una palabra: acojonan,  y bastante, jejeje. Es una pena que uno de los posters de la película los muestre porque hace spoiler de una de las bazas más importantes con las que cuenta la historia.
Han sido muchas las comparaciones de Last Shift con el gran éxito de John Carpenter, Asalto en la comisaría del distrito (1976) y razón nos les falta. Estamos frente a una comisaría aislada y desierta pero, en vez de ser atacada por unos pandilleros, va a ser asolada por fuerzas diabólicas, muy al estilo de Lets Us Prey (2014), otra locura sobrenatural demoniaca localizada en una comisaria.

Y ya para terminar de rizar el rizo os cuento que el apellido de ese clan demoniaco que se suicidó hace un año en la comisaria, Paymon, no es un nombre elegido al azar sino que hace referencia a uno de los demonios que aparecen en La llave menor de Salomón, uno de los libros más conocidos de la demonología cristiana que data del siglo XVII. Entre los poderes que se le atribuyen a este demonio estaban provocar visiones, resucitar muertos,… os suena, ¿verdad? Indagando acerca de este libro se me ha ocurrido una idea estupenda para una saga de terror de la que no os voy a contar nada para que no me robéis mi salto a la fama, jejeje.
Ésta es una de esas películas del 2015 que no deberíais perderos. Puede que su guion sea muy simple y tenga algún que otro fallo, pero es más una película que os va sugestionar y a dar miedo, cosa que muy pocas consiguen y, sólo por eso, ya merece la pena verla. Pero además, en los últimos 5 minutos de metraje, alucinaremos con la resolución de la historia. Un perfecto colofón para una película que a mí me hizo disfrutar muchísimo.

viernes, 19 de febrero de 2016

HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE...



Como todos sabéis hace algunos días fue San Valentín, esa festividad en la que todo se inunda de corazoncitos, cupidos, bombones y donde lo más importante es el amor, como si el resto de año eso no importase, jejeje. Los horror lovers también celebramos esta fecha con buenas sesiones de cine de terror “romántico” en la que tu novia puede convertirse en zombi (Life after Beth, 2014), en un ser primigenio (Spring, 2014), tu marido en un alien (Slither, 2006) o, por el contrario, puede que tu pareja se vea envuelta en el apocalipsis Z (Shaun of the Dead, 2004), en una auténtica carnicería (My Bloody Valentine, 1986) o que vuestro amor supere la muerte (Dellamorte Dellamore, 1994).  Como estoy segura de que vuestro amor por el cine de terror es eterno y no conoce fecha, aquí os dejo un par de recomendaciones en las que el eje central de la historia es el amor, pero desde un ángulo enfermizo, malsano y que incluso puede conducir a la muerte.


A HORRIBLE WAY TO DIE (2010)


 

Sarah se acaba de mudar a otra ciudad tras colaborar con la policía en el encarcelamiento de su exnovio, Garrick, un conocido asesino en serie. Acude con cierta regularidad a reuniones de Alcohólicos Anónimos para superar su adicción y allí conoce a Kevin, otro asistente a estas sesiones, con el que inicia una relación. Poco tiempo después, coincidiendo con la fuga de Garrick de la prisión, los asesinatos se empiezan a suceder en el entorno de Sarah y ésta, asustada, teme que el asesino sea su exnovio en busca de venganza. 

El principal problema de esta película, y el motivo por el cual hay a gente a la que no le funciona totalmente, se debe a la forma en la que está grabada: planos desenfocados, constantes movimientos de cámara,… Pero si conseguís no prestar demasiada atención a este recurso, podréis disfrutar de una cinta bastante interesante.


Los responsables  son ese perfecto tándem formado por Adam Wingard y Simon Barret. Esta película es justo la anterior a Tu eres el siguiente (2011) con la que alcanzaron el reconocimiento y la fama mundial. Después participaron en las antologías de V/H/S (2012), The ABCs of Death (2012) y V/H/S/2 (2013). Su último trabajo hasta la fecha ha sido la impresionante The Guest (2014) en la que, además de contar con un presupuesto más abultado, la evolución en los aspectos técnicos y de dirección son más que evidentes. Actualmente están trabajando en proyectos bastante interesantes como el remake de I saw the Devil o The Woods, un slasher de campamentos de esos que tanto nos gustan. Así que deseando estoy que estrenen ya estas películas porque este dúo nunca me decepciona, aunque miedo me da el remake de la película surcoreana porque considero que el original es sencillamente perfecto.
Sin duda, A Horrible way to die se ve como la película de unos principiantes que aman el cine de terror y que tienen un gusto especial por los thrillers tensos, de atmósferas opresivas y giros argumentales sorprendentes. Estamos frente a una killer movie, pero vista desde un ángulo mucho más realista al que estamos acostumbrados. Veremos al asesino en serie en su vida cotidiana, en la intimidad con su pareja y en esos momentos previos y posteriores a los asesinatos en los que nos transmite el sufrimiento y el tormento que le producen estas muertes. Parece como si no pudiese evitar matar, como si ya se hubiese convertido en un aspecto tan esencial de su vida como comer o respirar.
La forma en la que la historia está narrada, con continuos saltos temporales, a mí no me desagradó en ningún momento y creo que contribuye notablemente a la hora de transmitir la tensión y la intriga que desprende toda la historia. 
El trabajo de los actores es correcto, sin ninguna actuación estelar, a pesar de que A.J. Bowen y Amy Seimetz obtuvieron el premio al mejor actor y actriz de película de terror en el Fantastic Fest de Austin en 2010, por su papel de Garrick y Sarah respectivamente.  Ahora, al que no soporto, y además sé que es algo totalmente personal, es a Joe Swanberg, el noviete que se echa Sarah en Alcohólicos Anónimos. Yo le veo una expresión de psicópata con esa medio sonrisita que tiene que, sinceramente, me produce mucho más miedo que el asesino de esta película o los de Tú eres el siguiente. No sabría explicároslo, pero me pone los pelos de punta.
Resumiendo, recomiendo A Horrible way to die a todos aquellos a los que les guste una buena historia, de esas que se van deshilvanando lentamente y con un giro final acojonante. Espero que no os eche atrás su grabación amateur y que podáis disfrutar de esta killer movie atípica.
 


THE SWIMMERS (2014)
  

Perth y Tan son dos amigos nadadores que compiten en la piscina y tras el suicidio de Ice, la novia de Tan, de la que Perth estaba secretamente enamorado, sus vidas darán un giro de 180 grados. El fantasma de Ice empezará a acosar a Perth, mientras que el único objetivo de su malogrado novio será hallar a la persona que ha provocado que ésta acabe con su vida y darle su merecido.
Como ya os adelanté por mi cuenta de twitter, este año tengo varios objetivos cinéfilos que cumplir entre los que se encuentra: un acercamiento al Giallo, un subgénero prácticamente desconocido para mí y ver mucho más cine de terror asiático, ya que después de ver esa maravilla que es I saw the Devil (2010) (otra vez que la nombro, jejeje), me ha picado el gusanillo de descubrir nuevas joyas. Así que, indagando en la lista de Blog Horror acerca de las mejores películas de género del 2015, di con esta película tailandesa y decidí empezar a cumplir mis propósitos de año nuevo.
Está dirigida por Sopon Sukdapist, al que yo no conocía de nada, pero que según he averiguado está detrás del guion de Shutter: el fotógrafo (2004) y de Alone (2007) entre otros. Además, ha coescrito y dirigido una película que me han recomendado mucho, Ladda Land (2011), que tuvo bastante éxito en Tailandia, alcanzando el número uno en taquilla tras su estreno. Así que ya sabéis cual va a ser mi próxima cinta de terror asiático, ¿no? Jejeje.
The swimmers en un thriller psicológico que se va desarrollando poco a poco y que, cuando crees saber lo que está pasando, te sorprende con su contundente final, dejándote con la boca abierta de par en par. Más que terror hay pequeños sustos y paranoias que aparecen a pinceladas a lo largo de toda la película. Los verdaderos temas que se abordan son tan universales como el amor, los celos, la traición o la mentira, aunque aquí se utilizan para trasmitir un mensaje moral sobre el sexo adolescente: si eres promiscuo y no tomas precauciones, pagarás las consecuencias…  
La historia no está contada de manera lineal, sino que se recurre a continuos flashbacks que van arrojando luz sobre la muerte de Ice, a su debido tiempo, permitiéndonos saborear cada instante. En algunos momentos estos saltos temporales pretenden confundirnos y potenciar el estado de locura en el que se ve inmerso Perth al ser asediado por el fantasma de su amada. 
En esta película destaca una fotografía preciosa y muy cuidada, señal de identidad del cine asiático. Las escenas que se desarrollan en la piscina y bajo el agua son espectaculares y demuestran un perfecto uso de la cámara por parte de Sukdapist.
Los tres jóvenes protagonistas están perfectos en sus respectivos  papeles, al igual que los pocos personajes secundarios que aparecen. Pero, sinceramente, me quedo con el actor que interpreta a Perth (no os pongo el nombre porque es complicadísimo y no os vais a quedar con él, jejeje) Me pareció que transmitía muy bien el descenso a los infiernos que sufre su personaje y la tensión y agonía que le produce la difícil situación que está atravesando. Buenísima la parte en la que se obsesiona con la ingesta de huevos crudos, un poco desagradable para todos a los que esto nos da un poco de asquete.
Ya sólo me queda recomendaros The Swimmers  a todos aquellos a los que no les importe enfrentarse a películas con un desarrollo lento porque, quien avisa no es traidor , la película tiene una duración de casi dos horas. Ahora, también os digo que la espera merece mucho la pena gracias a ese final de impacto. Espero que la disfrutéis y tened en cuenta que: “Bajo el agua, nadie puede escuchar tus gritos”… (Frase que acompaña al cartel de la película). 


miércoles, 10 de febrero de 2016

DOLLS (1987)



El poster de esta película era otro de esos que me llamaban tanto la atención en el videoclub cuando era pequeña: una muñeca cadavérica con sus ojos en la mano y la frase “Quiero jugar contigo”, impresionaba bastante a una niña que todavía jugaba con ellas, jejeje. Dolls (1987) era una cinta que tenía muchas ganas de ver, como todas aquellas que me sobrecogían en mi más tierna infancia y, a pesar de que me ha costado bastante dar con ella, la encontré en el impresionante catálogo de Filmin. Si sois amantes del cine de terror y estáis dudando a qué portal de streaming uniros, yo os recomendaría Filmin porque su catálogo sobre el género es insuperable. Yo me decidí gracias a una comparativa que, si no recuerdo mal, puso en twitter el blog de cine de terror Aullidos, en la que dicho portal de streaming ganaba por goleada en contenido terrorífico y, seamos sinceros, si incluyes en tu catalogo títulos como Bubba Ho-Tep (2003) o Á L’intèrieur (2007), te has ganado mi corazón.

A causa de una terrible tormenta, el coche en el que viaja una niña junto a su padre y su madrastra se queda atascado en el barro en medio de ninguna parte. Cuando se adentran en el bosque descubren una misteriosa mansión en la que sus propietarios, un anciano fabricante de muñecas y su mujer, les acogen gustosamente. Poco tiempo después aparece otro hombre, Ralph, junto con dos autoestopistas y el matrimonio de ancianos les invita a todos a pasar la noche en la mansión. Lo que todavía no saben es que esa noche serán puestos a prueba y no todos lograrán ver la luz del sol al día siguiente.

Segunda producción del director Stuart Gordon  tras el éxito conseguido con su ópera prima, Re-animator (1985). El prolífico productor Charles Band, que durante toda su carrera ha producido infinidad de películas relacionadas con  todo tipo de muñecos asesinos, galletas de jengibre poseídas, etc. y cuyo mayor éxito ha sido la saga The Puppet Master (1989-2012), decidió llevarse a Gordon y al productor de su primera película, Brian Yuzna, a Italia para que realizasen allí su siguiente trabajo. El proyecto que iban a grabar era From Beyond (1986) siguiendo un poco la estela de Re-animator, pero Band se sacó de la manga el guion de Dolls y, aunque ésta se grabó con anterioridad, salió al mercado un año después debido a lo mucho que se demoró la postproducción.

Para que os hagáis una idea ésta no es una película de muñecos asesinos como las que estamos acostumbrados a ver en las que el susodicho es poseído por algún ser malvado y se pone a liarla parda como Chucky, Anabelle y compañía. Aquí  estamos frente a una especie de cuento de hadas siniestro con cierta carga moral en el que todos los juguetes asesinan al más puro estilo de un Toy Story maligno. Además, aquí los muñecos no han sido poseídos por nadie, pero ya os enterareis durante la película a qué se debe su condición, que no os quiero adelantar acontecimientos.  La verdad es que más que provocar terror resulta gracioso ver a estos muñecos tan pequeños apuñalando y masacrando a los huéspedes de la casa. Creo que sólo por esto y por lo bien que están hechos merece la pena ver esta película. 

La parte más complicada de esta producción, y por la cual os comentaba antes que se retrasó un año su estreno, fue realizar los efectos especiales necesarios para dar vida a estos juguetes. Se recurrió a la animatrónica de bajo presupuesto y, en mayor medida, al Stop Motion, obra del afamado David Allen . El proceso le llevó 6 meses. Sí que tuvo que ser laborioso, ¿no?

Lo que más me gustó, junto con el diseño de los muñecos, fue la localización en la vieja casona de los ancianos. Una casa muy tétrica, fantasmagórica, llena de habitaciones y pasillos oscuros en los que cualquier cosa puede suceder...

En cuanto a las actuaciones, me parecieron todas bastante pésimas a excepción de los Hartwicke, los ancianos que acogen a los viajeros en su peculiar casa. La pareja está perfecta en su papel y la verdad es que daban bastante mal rollo, a pesar de que en todo momento se muestran encantadores. En el extremo opuesto tenemos a la niña interpretada por Carrie Lorraine que, aparte de tener un papel de lo más memo, se ve como, en ocasiones, mira insegura a alguien del equipo de grabación o esa es la sensación que me daba a mí. Su padre, Ian Patrick Williams, me pareció totalmente odioso y sobreactuado, sólo superado por la madrastra a la que da vida Carolyn Purdy-Gordon, mujer del director que, además de no entender por qué llevaba la mayor parte del tiempo una especie de turbante en la cabeza, haría que la mismísima madrastra de la Cenicienta os resultase un ser encantador. El rechazo por parte del público a estos dos personajes es instantáneo y sus interpretaciones son exageradas e histriónicas y no me gustaron nada. Las autoestopistas, que parecen una copia barata de la Madonna de los 80, son absolutamente penosas y Ralph, el hombre que las rescata, interpretado por Stephen Lee, es un personaje entrañable pero que tampoco me dijo mucho.

En Dolls  el equilibrio entre el horror y la comedia ligera está bien medido. Me pareció buenísima la escena en la que todos los muñecos hacen un juicio a Ralph para decidir si todavía hay en él un corazón de niño. Ver a todos esos juguetes cuchicheando fue de lo más gracioso/absurdo que he visto en mucho tiempo. Se grabaron escenas mucho más gore que las que aparecieron finalmente en la película, como por ejemplo una en la que una de las muñecas le sacaba los intestinos a unos de los huéspedes con un tenedor.  Sin embargo, decidieron no incluirla para no romper el tono de horror ligero que impera en la cinta y la verdad es que fue una pena porque le habría dado un toque cañero a la producción que creo le hubiese beneficiado.

Gordon tenía pensado hacer una secuela en la que la niña recibía en su casa de Boston un paquete de Inglaterra que contenía dos muñecos: el Sr y la Sra. Hartwicke. Finalmente la cosa no llego a  ningún lado, aunque el director no descarta que, con todos los remakes y reboots que hay últimamente, ésta se pueda llevar a cabo en un futuro.

Para finalizar os diría que, a pesar de que Dolls no es ninguna maravilla, creo que merece la pena su visionado aunque sólo sea para ver a estos muñecos asesinos en acción mediante el Stop motion. Si os gustan como a mí las películas de juguetes turbios, ésta es una de las imprescindibles, otras como Anabelle (2014) y similares os las podéis saltar, pero ésta no deberíais…

viernes, 5 de febrero de 2016

INSENSIBLES (2012)



¿Quién no ha escuchado alguna vez la afirmación: “Para ser una película española, no está mal”? Os suena, ¿verdad? Es algo que se oye con más frecuencia de la que se debería cuando se habla de cine español y yo no termino de entender por qué.  La frase implica que a la hora de criticar nuestro cine el baremo que usamos para medirlo es más bajo que el que empleamos con el resto. Y esto es porque, ¿no está a la altura? ¿no cuenta con los mismos presupuestos o con las mismas innovaciones en efectos especiales? Es como si un niño hiciese unas galletas que le salen regular y dijéramos: “Para estar hechas por un niño, no están mal.” Hay que intentar ser objetivos y cuando una película no es buena, no hay que “perdonarla” porque sea española, ya que con esto contribuimos a infravalorar el cine español, cuando aquí se hacen muy buenas producciones independientemente de que los presupuestos no sean astronómicos o que no estemos a la última en FX. Dicho esto, valoremos Insensibles (2012) como lo que es: un thriller de terror con tintes históricos y fantásticos que, seamos sinceros, tiene algunos fallos.

David, un reputado neurocirujano, sufre un fatídico accidente tras el cual le detectan un cáncer linfático que requiere un trasplante de médula. Esto le llevará a buscar un donante apto y a indagar en el pasado de su familia que, en cierta manera, está relacionado con un hospital infantil que desde la Guerra Civil hasta la década de los 60 albergaba a niños con una extraña dolencia: eran incapaces de sentir el dolor físico.

Opera prima y, hasta el momento, única película del director español Juan Carlos Medina, nacido en Miami pero afincado en Francia y cuya multiculturalidad se dejará notar en esta película. Para el guion contó con la colaboración de Luiso Berdejo, conocido por su participación en el guion de REC (2007) y [REC]3: Génesis (2012). Según contaba Medina en las entrevistas concedidas tras su estreno, la tarea de conseguir que esta película saliese a la luz, fue ardua y complicada. Tras repetidas negativas por parte de productoras españolas y francesas, decidió probar suerte en un concurso de guiones en el país galo y consiguió ganar. Gracias a esto consiguió los apoyos que necesitaba para realizar Insensibles. Entre los productores que se animaron a participar en esta producción estaba TV3 que exigió que la película se rodase en catalán, requerimiento con el que nuestro director estuvo de acuerdo ya que se integraba completamente con la historia que se desarrollaba en la zona de Cataluña y Canfranç.

La película aborda el tema de dolor, tanto físico como emocional y qué maneras tiene el ser humano de enfrentarse a él. Los niños de este hospital infantil eran incapaces de sentir el dolor físico y por lo tanto las emociones asociadas a él. Pero los verdaderos insensibles de la película son los que decidieron encerrarlos como si fuesen delincuentes y permitir las atrocidades que con ellos se cometieron. Insensibles toca el tema de la memoria histórica, encuadrando el devenir de estos niños en un periodo muy duro de la historia de España: La guerra civil, la posguerra y la dictadura. Se me encogía el corazón en muchas ocasiones pensando en todas las atrocidades que se ocultan tras las guerras y de las que, muchas veces, las principales víctimas son niños inocentes que no entienden ni de bandos ni del alcance de la maldad humana.

La factura técnica en esta película es impecable.  Se nota el cuidado que han empleado en la fotografía, en unos Efectos Especiales muy buenos, más habituales en trabajos más experimentados que éste. Escenas como la del accidente de coche o la de las niñas en llamas son espectaculares. La elección de esa especie de castillo medieval para ambientar el hospital infantil me pareció una idea muy acertada, porque le infiere un carácter de castillo maldito que provoca terror por sí solo.

Investigando sobre la película he averiguado que la dolencia que padecen los niños es real y que se denomina “Sindrome de Nishida”. Esta enfermedad consiste en una insensibilidad congénita al dolor, unida a una incapacidad para sudar o llorar y una tendencia a la agresividad y automutilación de los pacientes que básicamente son niños. Una vez leída esta información se entiende mucho mejor la película, porque yo al principio no comprendía qué relación había entre la insensibilidad de los niños y ese afán por automutilarse o ser agresivos con los demás.

Las actuaciones son muy solventes y el reparto no podría haber estado mejor elegido. La elección de Tomás Lemarkis, actor franco-islandés, para el papel de Berkano fue un tanto curiosa ya que lo que el director buscaba era un actor que no tuviese unos rasgos definidos de ningún país o etnia. La caracterización de Lemarkis es impactante y nos provoca al mismo tiempo una sensación de miedo y compasión porque somos conscientes de que su maldad ha sido aprendida, no se le ha dado la oportunidad de convertirse en otra cosa que no sea un monstruo.  Aunque, mirándolo bien, el físico de Lemarkis acojona igual sin necesidad de utilizar maquillaje, jejeje. Las actuaciones de los niños que muestran a Berkano en su niñez o adolescencia y, en definitiva, las de todos los niños de esta película son verdaderamente notables. Últimamente estoy empezando a confiar en que el cine de terror puede crear papeles destinados a niños que no sean odiosos o insoportables como suele ser lo habitual. Todavía hay esperanza…

También hay que destacar la interpretación de nuestro protagonista en la época actual, David, a manos del español Àlex Brendemühl. Al principio, se muestra como una persona bastante distante y fría, muy centrado en su carrera profesional, pero a medida que va descubriendo el terrible pasado que oculta su familia se va convirtiendo en un ser mucho más sensible, con los sentimientos a flor de piel. No podemos olvidar la actuación de Juan Diego que como siempre nos brinda una actuación magistral.
Entonces, si todo esta tan bien, ¿qué es lo que falla? Bajo mi punto de vista es el guion, hay cosas que no tienen ningún sentido, entre ellas el desenlace. Por ejemplo y, sin haceros muchos spoilers, no entiendo el por qué de la desaparición de los padres de David y el final me pareció  demasiado onírico y fantástico y, personalmente, pienso que podrían habérselo ahorrado porque no termina de encajar del todo con el tono que tiene el resto de la historia. Tuve la sensación de que durante toda la película generan en el espectador unas expectativas muy grandes que al final no saben cómo satisfacer. El resultado es muy flojo y ligeramente decepcionante.
Para finalizar os diría que mis sentimientos hacia esta película están divididos. Por un lado me gustó la historia y logré conectar con los personajes y angustiarme con su sufrimiento, pero a la vez  creo que el final no está a la altura del resto de la película. Sé que estamos frente a una producción con claros tintes fantásticos pero lo que sucede en el desenlace me pareció ya pasarse mucho. Creo que, independientemente de esto, la cinta merece una oportunidad porque está muy, pero que muy, bien hecha. Así que, a partir de ahora juzguemos al cine español igual que al resto porque nuestra industria es capaz de hacer buenas películas, malas películas o, como Insensibles, películas que no son  ni una cosa ni otra.