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lunes, 10 de febrero de 2020

UNDERWATER (2020)


La semana pasada fui al estreno de Underwater y aunque en un principio, no tenía pensado traerla al blog porque este mes iba a estar totalmente dedicado al Woman in Horror Month, no quería perder la oportunidad de hablar de una película que contra todo pronóstico, había disfrutado a lo grande. Recabé bastante información sobre ella cuando estuve preparando la crítica para Scanners, el podcast en el que participo habitualmente y las ganas de escribir sobre la cinta dieron alas a mis dedos que escriben estas palabras frenéticamente

Filmada en 2017, Underwater fue la última cinta bajo el sello de la 20th Century Fox, antes de ser comprada por Disney y de ahí, el retraso en su estreno. Para William Eubank, un treintañero con amplia experiencia como director de fotografía, tanto en cortos como largometrajes, ésta es su tercera película como director y la primera respaldado por unos grandes estudios. Los anteriores trabajos de Eubank en la dirección, siempre han estado relacionados con la ciencia ficción. En su ópera prima, Love (2011), que no sólo dirige, sino que también firma el guión, tenemos un drama espacial en el que un joven astronauta pasa años solo, orbitando alrededor de la Tierra tras perder toda comunicación con ésta. Una ralladura introspectiva sobre la soledad bastante soporífera para mi gusto. En su segundo trabajo, The Signal (2014), dónde coescribe el guion junto a su hermano Carlyle y David Frigerio, tenemos un thriller de ciencia ficción en el que tres estudiantes del MIT son arrastrados hasta una casa solitaria persiguiendo a un hacker y tras perder el conocimiento, despiertan en una instalaciones científicas sin saber por qué. Una película con una premisa muy interesante, pero que a medida que avanza, la historia se va desinflando principalmente porque muchos de los enigmas que nos plantea, no tienen explicación.

Eubank no tiene nada que ver con el guion de Underwater que escribe Brian Duffield, el mismo que el de Babysitter (2017), esa comedia de terror dónde descubrimos a Samara Weaving. Y, ¿de qué va esta película? Pues como su propio título indica, nos vamos bajo el agua, exactamente a 7 millas de profundidad en la fosa de las Marianas, dónde se sitúan unas instalaciones científicas. La paz del complejo se ve afectada por un terremoto que colapsa la mayor parte de la estructura y un pequeño grupo de supervivientes tiene que hallar la manera de salir de allí y llegar a la superficie. Algo que a priori, puede parecer muy sencillo, pero que choca contra las dificultades de estar en el fondo del océano: las instalaciones se vienen abajo por las continuas explosiones que ha provocado el terremoto, la presión, la oscuridad, la falta de oxigeno y han perdido toda comunicación con el exterior. Pero como pasaba en dos de mis películas de terror favoritas, The Descent (2005) y The Ruins (2008), el verse atrapados en lugares en los que la escapatoria es muy complicada, va a ser el menor de sus problemas. En el caso de Underwater, no sabemos si bien el terremoto o bien la perforaciones de los científicos, han liberado algo que nunca debía haber sido despertado.

Una relación muy loca que me vino a la cabeza tras ver la película, es que la premisa del desastre es practicante calcada a The Meg (2018). En ese blockbuster, el Megalodón era liberado también en la Fosa de las Marianas tras unas pruebas nucleares en la zona. Así que hay que tener mucho cuidado porque parece que esa fosa es un portal de todos los monstruos y criaturas de nuestras pesadillas.

Volviendo a la película, ésta bebe claramente de películas como Alien (1979) o Abyss (1989), pero no intenta ocultarlo y nos ofrece una película de terror subacuático muy solvente y con claras reminiscencias a la serie B de los años 80 y 90. El ritmo en Underwater es frenético y no deja un minuto para el respiro en esa ardua tarea de encontrar la forma de escapar de ese "ataúd" de acero. Y sí, uno de los puntos fuertes de esta película es la claustrofobia que sentimos en todo momento, tanto en lo estrechos pasillos y angostos recovecos por los que deben introducirse en busca de una salida, como en la inmensidad y oscuridad del océano. 




Una de las flaquezas de Underwater son sus personajes que pecan cómo en la mayor parte de las películas de acción, en no estar muy desarrollados. Tenemos todo un abanico de personajes prototípicos: la chica fuerte, la miedosa e insoportable, el alivio cómico, el capitán decidido y con un punto de locura, el chico valiente y encantador y el tío listo. Se dejan entrever relaciones entre los personajes o historias secundarias que no se desarrollan lo suficiente y quedan un poco cojas. Kristen Stewart está estupenda en su versión de Ripley y, aunque en un primer momento, no estaba muy convencida con la elección de esta actriz a la que le tengo un poco de manía desde Twilight (2008), tengo que reconocer que se ha dejado la piel en este papel. Una mujer fuerte, luchadora e impasible ante la desolación de la situación que tiene que afrontar. A su lado, el carismático Vincent Cassel que con su imponente presencia, ya sabemos que es el capitán y el encargado de salvar a su tripulación. Pero hubo un personaje que me resultó totalmente insoportable y eso que su función era la de alivio cómico, pero sus chistes y chascarrillos no me hacían ninguna gracia. Os estoy hablando del personaje que interpreta T. J Miller, un cómico estadounidense muy conocido en la época en la que se rodó la película, pero actualmente apartado de la industria por sus continuos escándalos.

Pero sin duda, lo mejor de Underwater es su tramo final, dónde descubrimos el terrible mal que ha sido liberado y nos quedamos mitad maravillados, mitad desolados, al saber cuál es la verdadera amenaza a la que se enfrentan los protagonistas. No temáis con que no se vayan a ver muy bien las criaturas porque a pesar de que hay varias escenas en el fondo marino sumidos en la más sobrecogedora oscuridad, va a haber oportunidad de ver al monstruo o monstruos en su totalidad. Sin embargo, como os he dicho, tendréis que esperar hasta sus últimos minutos porque es toda una sorpresa que nadie espera y con la que deseareis levantaros de la butaca y aplaudir muy fuerte. Los efectos especiales de esta parte me parecieron absolutamente increíbles y el diseño de las criaturas os dejará con la boca abierta al reconocer a un viejo conocido del imaginario de nuestras pesadillas literarias

En la película encontramos varias escenas a cámara lenta que embellecen el resultado, pero es un recurso que le gusta demasiado a Eubank y debería de intentar no abusar tanto de él. Aunque la angustia y la claustrofobia del entorno se transmite a la perfección tanto en las instalaciones científicas, como en el océano, también tenemos varios jump scares que aunque predecibles, nunca decepcionan.

En definitiva, Underwater es una película de Terror muy entretenida y disfrutable, que desde el primer minuto no nos deja un minuto de descanso y la angustia que nos va generando la terrible situación de los protagonistas, se ve más que recompensada en su tramo final. Con esto no quiero decir que sea un peliculón porque no lo es, pero nos da lo que le pedimos siempre al cine que nos entretenga y nos haga disfrutar a lo grande. Además de animaros a verla, os recomendaría que en la medida de lo posible, lo hicierais en una sala de cine porque esos efectos especiales y esas criaturas bien merecen verse en pantalla grande.



jueves, 23 de enero de 2020

LAS MEJORES PELÍCULAS DE TERROR DEL 2019

Gif de @TrentShayClaymations en Instagram

Menudo año sabático bloguero me tomé el 2019, pero perdí la inspiración para escribir y la energía necesaria para mantener toda la maquinaria en funcionamiento. En una época en la que los blogs empiezan a estar de capa caída, debido al cambio en los hábitos de consumo de los aficionados al séptimo arte, que prefieren podcasts y canales de Youtube, el blog tenía que adaptarse a esos cambios y ofrecer propuestas atractivas para los Horror Lovers. Así que durante estos más de tres meses de ausencia, no sólo me he dedicado a descansar del gran trabajo que supone estar al mando de todos los aspectos que implican llevar un blog, si no que me he sumergido en una especie de super brain-storming para actualizar el contenido que os ofrezco. No penséis que fue una tarea sencilla porque todo proceso de creación implica su dificultad, pero por fin las ideas salieron a flote y estoy deseando traéroslas para que las disfrutéis. 

Antes de que eso pase, hay algunas tradiciones inapelables con las que hay que proseguir y como siempre os traigo mi TOP 10 con las que fueron PARA MI, las mejores películas de terror del año pasado. Aclaro que son las películas que yo he podido ver en cines, festivales o alguna plataforma a lo largo del 2019, así que no os echéis las manos a la cabeza si hay alguna película que vosotros consideráis de 2018. La vida es dura y no la he inventado yo.

¿Volvió a ser el 2019 el año de terror cómo lo llevan afirmando las publicaciones NO especializadas durante los últimos 5 años aproximadamente? Pues yo diría que NO. Cierto es que las producciones de género siguen incrementándose año tras año, para el goce y disfrute de los Horror lovers, pero a mi parecer, las películas del 2019 tuvieron una calidad media y no hubo tantos productos excepcionales como en años pasados en los que esta lista se hacia sola. 

Publico este TOP a mediados de enero porque aprovecho hasta el mismísimo día 31 de diciembre para ponerme al día con todo lo que se me pudiera haber escapado pero evidentemente, no puedo abarcarlo todo. Así que dicho esto, empezamos con las películas que destacaron sobre la media, en mis visionados del extinto ya 2019.



10. BLISS



La última posición de la lista es para Bliss, una película que ha ido ganando enteros a medida que la he ido digiriendo tras su visionado. Un visionado, que no la beneficiaba en gran manera, ya que sólo se proyectó en las maratones nocturnas de Sitges y después de las jornadas que nos pegábamos viendo una película tras otra, ponerte está explosión de color y sonido a las 2:00, era como si tú mismo te hubieses chutado lo mismo que la protagonista. 

La nueva propuesta de Joe Bergos es el viaje psicotrópico de una artista que frustrada tras haber perdido las inspiración para su último encargo, decide buscar en las drogas el fuego de Prometeo que tanto anhela. El descenso a los infiernos de nuestra protagonista es como si hubieran metido en una batidora a Climax (2018) y Mandy (2018). El resultado es una locura de cinta con música estridente, colores chillones, sexo, litros  de sangre y un ritmo vertiginoso que empieza la primera vez que nuestra protagonista recurre a sustancias prohibidas y ya no para nunca más. 

También la temática del artista que se vuelve medio loco y sus cuadros se vuelven cada vez más oscuros y enigmáticos como influencia de las fuerzas que les poseen, me recordó a Devil's Candy (2015). Una película bastante interesante del director Sean Byrne, el mismo de la gran The Loved Ones (2009) que también os recomiendo.

Ya os advierto que puede que durante la primera media hora de Bliss, no entendáis a dónde quiere llevarnos Bergos con esta historia, pero es un viaje salvaje que nunca olvidareis y que se guarda algún que otro secreto bajo la manga. De hecho, yo hubo un momento que solté un gran "Ahhhhh", cuando me di cuenta por dónde iban los tiros.

Una visión de los Ángeles sórdida y sucia que nos tramité la decadencia en la que está cayendo nuestra protagonista, Dezzy. Cabe destacar la impresionante actuación que se marca Dora Madison porque todo el peso de la película recae sobre ella y es parte fundamental de lo bien que funciona una cinta que con otra actriz al frente, habría sido una chapuza. 



9. IN FABRIC



¿Quién me iba a decir a mi que me iba a gustar tanto una película sobre un vestido mortífero? Una cinta que antes de verla en la pasada Muestra Syfy, no sabía nada sobre ella, pero estaba avalada por el guionista y director, Peter Strickland del que todavía no he visto nada más, pero del que siempre he oído buenas críticas.

Podríamos dividir la estructura de la película en dos partes bien diferenciadas con un hilo conductor que sería el vestido mortífero. La primera y mi preferida es la de una mujer divorciada que vive con su hijo y la odiosa novia de éste, que para su próxima cita decide comprarse un fabuloso (y maldito) vestido rojo. En el segundo tramo, nuestro protagonista celebra su despedida de soltero para la que le han elegido como disfraz nuestro famoso y maligno vestido. En ambas historias su posesión arrastrará una serie de desgracias y de momentos bastante inquietantes. La trama se irá enrareciendo hasta límites insospechados, no sólo por los desastres que acarrea la posesión del vestido, si no por las extrañas prácticas de los dependientes y dueños de la boutique durante sus horas de descanso.

In Fabric está enmarcada en una estética visual muy potente que nos recuerda fuertemente a los gialli: colores saturados con predominación del rojo, maniquís, ambientación setentera y hasta puede que las brujas de Suspiria (1977) hayan cambiado de oficio. La música es tremendamente inquietante y los diálogos pedantes y cargados de humor negro de algunos de los personajes, contribuyen a crear una atmósfera muy turbia y bizarra.

Una propuesta diferente que estoy segura no será del gusto de todo el mundo, pero que si os dejáis atrapar por una película con un vestido con vida propia, dependientas creepys, maniquíes profanados y jefes quisquillosos, In Fabric no os decepcionará. Si su recuerdo ha permanecido en mi memoria desde el mes de Marzo que la vi, será por algo, ¿no?


8. CRAWL



Ya sabéis lo que me gustan las películas de animales mortíferos y para mi está fue la triunfadora del duelo del pasado verano entre los cocodrilos y la propuesta de tiburones que fue la nefasta secuela: 47 Meters Down: Uncaged.

Tenía muchas ganas de ver el regreso de mi adorado Alexandre Aja al terror más puro, tras una temporada dedicado al drama fantástico con Horns (2013) y The 9th Life of Louis Drax ( 2016) y la verdad es que no me ha decepcionado.

A grandes rasgos, la película trata sobre una joven que va a rescatar a su padre que se ha quedado aislado en una cabaña durante un fuerte huracán, con la mala suerte que allí se han refugiado unos cocodrilos, del tipo mortífero extremo y la cosa se va a complicar mucho.

Aja nos da exactamente lo que queríamos para una película veraniega de cocodrilos mortíferos: acción desenfrenada, reptiles creíbles y agresivos, pero no con sentimientos humanos como la sed de venganza del tiburón de The Shallows (2016) y una protagonista fuerte y luchadora como Kaya Scodelario.

¿Qué hay elementos que la hacen no ser una película totalmente redonda? Estoy de acuerdo. Varias de las víctimas de los cocodrilos, están puestas con calzador con el simple objetivo de convertirse en carne de cañón para nuestros depredadores, pero una cinta de terror de estas características demanda un número aceptable de víctimas y muertes violentas y ésta es la manera de proporcionárnoslas. Así que esto no me produjo demasiados problemas.

Puede que Crawl no ascienda al podio de las películas de cocodrilos mortíferos (puesto ocupado por Rogue (2007) desde hace más de una década), a pesar de sus múltiples referencias cinéfilas a Jaws (1975) o Jurassic Park (1993) y a hechos reales, sí en los huracanas hay quién aprovecha para robar, pero sí es un producto adrenalítico y altamente disfrutable.


7. UPGRADE



Al igual que con In Fabric, pude disfrutar de Upgrade en la pasada edición de la Muestra Syfy y la disfruté a lo grande. Las dos veces que Logan Marshall-Green se ha pasado por este Festival ha sido con sendos peliculones (el anterior fue The Invitation (2015)). Creo que ya ha llegado la hora de que le quitemos esa etiqueta que le encasilla como la versión Hacendado de Tom Hardy porque es un gran profesional que nada tiene que envidiarle al actor de Venom (2018)

Segundo trabajo de Leigh Whannel como director, tras Insidious: Chapter 3 (2015). Ahora el cineasta australiano tiene a las puertas del estreno The Invisible Man (2020), una de las películas más esperadas del año que cuenta con Elisabeth Moss como protagonista y con ella en el barco, nada puede salir mal.

Upgrade nos habla de una pareja que sufre un accidente y cuando nuestro protagonista se despierta en el hospital, descubre que se ha quedado parapléjico. Uno de sus antiguos clientes le ofrece la oportunidad de implantarle un chip en su espina dorsal que le permitirá volver a caminar. Además de esta habilidad nuevamente recuperada, todo su organismo se verá actualizado con múltiples destrezas que le vendrán muy bien porque la trama se va a volver muy loca y este Johh Wick cibernético va a repartir mandanga de la buena. 

A pesar de que Upgrade tiene una trama sencilla, los debates que se plantea su protagonista no los son tanto y parecen sacados de un episodio de Black Mirror (2011-2019). La historia nos sitúa en un futuro cercano, dónde la nuevas tecnologías ya permiten hacer cosas increíbles, pero todavía existen personas que prefieren hacerlo todo a la viaja usanza y reniegan un poco de estos nuevos adelantos. Es el caso de nuestro protagonista, mecánico de profesión, que tendrá que sobreponerse a sus reticencias tecnológicas para salir adelante.

Esta cinta de serie B lo tiene todo: acción, terror y ciencia ficción. En cierta manera, me recordó a las grandes películas del fantástico de los 90, estilo Hardware (1990), Universal Soldier (1992) o Fortress (1992) con las que nos lo pasábamos en grande con la acción que veíamos en pantalla y tampoco necesitábamos una actuaciones impresionantes, ni unas tramas creíbles. Simplemente era entretenimiento y diversión. Upgrade renueva las escenas de lucha con movimientos mecánicos, secos y rapidísimos como si de una mezcla de John Wick y el T-1000 se tratase, pero mantiene ese tufillo de serie B con una trama oscura de las traiciones y de luchas de poder en los bajos fondos tan típicas de antaño.


6. THE LODGE



The Lodge era una de las películas que mas ganas tenía de ver en la pasada edición de Sitges, ya que venía avalada por los directores de la tremendamente inquietante Goodnight Mommy (2015): Veronika Franz y Severin Fiala. Los directores austriacos vuelven a indagar en los problemas de las relaciones entre padres e hijos, en este caso, con una futura madrastra.

Los padres de Aidan y Mia se están divorciando, ya que su padre se ha enamorado de Grace, la única superviviente del suicidio colectivo de una secta, cuando éste estaba escribiendo un artículo sobre ellos. Los niños no aceptan a Grace y a su padre se le ocurre la feliz idea de que los cuatro pasen las Navidades en una cabaña en medio de ninguna parte. Sin embargo, este "genio" en psicología familiar tiene que ausentarse unos días por trabajo y deja allí a los tres juntos para que hagan migas. Y, ¿qué os tengo yo dicho que pasa en el cine de terror con las cabañas aisladas, ya sean en el bosque o en la montaña? Que las cosas no salen como uno había imaginado, si no, infinitamente peor y esta película no va a ser una excepción. 

Como dato curioso, deciros que la secta a la que pertenecía Grace en el pasado está inspirada en los hechos acontecidos a la secta ovni, Heaven's Gate, en la que su líder arrastró a 39 de sus seguidores a un suicido colectivo tras el paso del cometa Hale-Boop en 1997.

Una de las mejores cosas que funcionan en The Lodge y que te hace estar sentado al borde de la butaca, preparado para saltar cuando se produzca la gran revelación, es su atmósfera tremendamente opresiva, oscura y helada. Los tres protagonistas están aislados en una cabaña, en plena tormenta de nieve, la calefacción ha dejado de funcionar y los teléfonos han muerto. Por si esto no fuese suficientemente dramático, la relación de Grace con los niños es bastante tirante y empiezan a suceder cosas raras en la casa. 

¿Fuerzas ocultas acechan la cabaña, alguien está volviéndose loco? La cosa es que cuando la tensión que llevamos conteniendo durante prácticamente toda la película, salta por los aires, te deja con el culo totalmente torcido. Hay gente a la que este giro de la trama no les gustó nada, pero a mi me funcionó perfectamente y me pareció absolutamente terrorífico. Creo que The Lodge es de esas cintas en las que si la trama y la atmósfera no te atrapan desde el principio, corres el peligro de que su final no te funcione e incluso te resulte una estafa. 

The Lodge es un thriller psicológico que se desarrollan a fuego lento, que te va sobrecogiendo poco a poco y en el que tanto la banda sonora, como los silencios que te ponen la piel de gallina, inciden en esa atmósfera sobrecogedora que nos atrapa desde el minuto uno. Si no teméis la historias que se desarrollan lentamente y disfrutasteis con películas como The Witch (2016) Hereditary (2018), creo que The Lodge puede ser de vuestro agrado.  



5. DANIEL ISN'T REAL



Ésta fue la última cinta que vi y que se coló por derechos propios en la lista de lo mejor del año. En cierta manera, me recordó a la anteriormente comentada Upgrade en el sentido que es perfectamente posible crear una gran película de terror/ciencia ficción con un presupuesto moderado, pero con un montón de buenas ideas. Los responsables de traernos esta gran película de serie B, no son otros que Spectre Vision, popularmente conocida como la productora de Elijah Wood. Cuanto tenemos que agradecerle los horror lovers a este actor con el comparto año de nacimiento, por su gran labor hacia el jorror, ya que nos ha traído algunas de las mejores cintas de género de los últimos años: The Greasy Strangler (2016), Mandy (2018) o Color Out of Space (2019).

Segundo largometraje de su director, Adam Egypt Mortimer del que tan sólo he visto la antología de Holidays (2016) en la que participaba en uno de los episodios y lo cierto es que no puedo hablar muy bien de ella. Sin embargo, después del buen sabor de boca que me ha dejado Daniel isn't real quizás pruebe suerte con su anterior trabajo, Some Kind of Hate (2015), a pesar de que sus críticas son más que modestas. La película, basada en la novela de Brian DeLeeuwIn this way I was saved, tuvo la suerte de contar con el propio escritor para la elaboración del guion junto a Egypt Mortimer y son más que evidentes las similitudes de la historia con The Fight Club (1999) y Donnie Darko (2001). Podríamos ver a Daniel, el oscuro amigo imaginario del protagonista, como una versión moderna de Tyler Durden y con la película de Richard Kelly comparte la enfermedad de sus protagonistas y las visión alterada que éstos tienen de la realidad. 

Daniel isn't real nos presenta el viaje a los infiernos de nuestro protagonista Luke, un joven con problemas de esquizofrenia que tiene una amigo imaginario que actúa como su alter ego, mostrando su lado más oscuro. Al principio, será una ventaja contar con este amigo que le ayudará a reafirmar la confianza en sí mismo y destacar en clase o lucirse con las chicas, pero a medida que pasa el tiempo, los deseos de Daniel se van volviendo más oscuros y tóxicos. 

Una película que se envuelve en una estética retro, muy de moda últimamente en cintas cómo Neon Demon (2016), Mandy (2018) o la anteriormente comentada, Bliss (2019), que se caracterizan por potentes bandas sonoras y saturación de colores en algunas de sus escenas. Esto contribuye a que un tema cómo los problemas mentales del protagonista, ya sobradamente tratados en el cine, adquiera aquí una dimensión muy atractiva, cercana a un terror de carácter surrealista. 



4. VIVARIUM





Le toca el turno a la cinta que más disfruté de todas las que puede ver en la edición VII del Festival Nocturna de Madrid. Un propuesta de ciencia ficción muy turbia en la que una joven pareja que está buscando la casa de sus sueños, termina atrapada en un barrio residencial de pesadilla.

La película que nos propone Lorcan Finegan, en su segundo trabajo como guionista y director, más bien parece sacada de un capitulo de Twilight Zone (1959-1964) o de Black Mirror (2011-2019). La película parte de una premisa sencilla que se va enturbiando y enrareciendo de mala manera y en la que la estética medio onírica, medio fantástica es sublime. 

En su esencia, Vivarium contiene una fuerte crítica contra el estilo de vida acomodado en los barrios residenciales de la clases medias, dónde todo es aparentemente perfecto. Aquí esa perfección raya en lo desesperante: las calles del barrio de nuestros protagonistas están formadas por hileras interminables de casas idénticas a la suya, el cielo es azul sin una sola nube, en su casa todo está decorado a la perfección, pero de un manera anodina e impersonal. La monotonía de su día a día irá minando la buena relación de esta joven pareja que no puede soportar el tedio y la desesperación de verse atrapados en una situación que no han elegido o quizás sí.

La película se enmarca en una estética cuidadísima llena de tonos pastel, dónde predomina el verde, las líneas rectas, la pulcritud y la copia. Las casas, los jardines, todo es igual y se repite una y otra vez, hasta los cuadros de la casa representan la propia casa o partes de la misma. Es como si los personajes se vieran atrapados por el estilo de vida perfecto que habían soñado. ¿Lo queréis? Pues aquí tenéis dos tazas.

La química entre sus dos protagonistas en innegable. Imogen Pots y Jesse Eisenberg ven como la maquinaria de la vida acomodada hace mella en su relación, reproduciendo de forma exagerada estereotipos de género: Él sale todos los días a trabajar (escavar un hoyo que no tiene ninguna función, ni sentido) y ella se dedica a la crianza de un niño que no es suyo y que tiene una clara tendencia a la sociopatía.  


Vivarium es una de las propuestas más refrescantes y mal rolleras de todo el año y no deberíais perdérosla, sobretodo si pensáis que la máxima de la felicidad es casarse, tener un hijo y vivir en la casa de tus sueños. Es todo un engaño de la mal llamada: Sociedad del Bienestar.  


3. READY OR NOT



No tenía muchas expectativas en que una película producida por la Disney/Fox y que iba a tener recorrido en las salas comerciales, pudiese ser tan gamberra, divertida y sorprendente, como lo es Ready or Not, pero se acabó convirtiendo en mi cinta favorita del pasado festival de Sitges. Lo que no sabía en ese momento y que descubrí tras investigar un poco más sobre la cinta es que detrás de ella está la Fox Searchlight, lo que viene a ser la filial más irreverente de la gran productora y que nos ha traído películas nada convencionales como: Juno (2007), Black Swan (2010) o Shape of Water (2017). Así que la próxima vez que me enfrente a una producción de la Fox me fijaré antes en que filial la respalda, antes de echarme a temblar, jejeje. 

Un survival en el que una novia debe de huir de la familia de su recién estrenado marido que intenta matarla, porque si sobrevive a esa noche fatídica, una curiosa maldición se cernirá sobre todos ellos. 

Uno de los grandes aciertos de Ready or Not es que va directa al grano y una vez celebrada la boda y elegido el juego para esa noche, pasamos a la acción desenfrenada y el ritmo vertiginoso de este escondite macabro. Aunque la absoluta protagonista es la nueva Final Girl del s. XXI, Samara Weaving que en esta película le quita el título a Leticia Dolera en lo que a novia mortífera molona se refiere, el resto de secundarios están sublimes en sus roles estereotipados de familia política odiosa. No podía haber mejor elección para este patriarca totalmente descerebrado y fiel a las tradiciones familiares, que Henry Czerny. No hay nadie como él para interpretar papeles de villano despiadado con clase y para prueba, la serie Revenge (2011-2015). Su mujer, interpretada por Andie MacDowell, es un personaje bastante ambiguo y nunca tendremos claro si es de fiar o no. Pero el personaje que me robó el corazón fue la despiadada matriarca, interpretada por Nicky Guadagni que a sanguinaria y perturbada no le gana nadie y en esa familia de desequilibrados, la competencia es dura.

Ready or Not es una comedia de terror que destila un humor negro como el carbón, en lo que supone una crítica contra las clases adineradas y las dificultades a las que se enfrenta una persona normal para entrar en un círculo tan cerrado y sus peculiares tradiciones familiares. Todo esto bastante salido de madre eso sí, pero contribuye muy bien a que el público se identifique con esta novia normal y de clase media, en la que su supervivencia puede verse como una lucha frente al orden establecido por los ricos y la tradición más casposa. 

La cinta es el último trabajo del tándem formado por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillet , también llamados Radio Silence y que ya trabajaron juntos en uno de los segmentos de VHS (2012), de Southbound (2015) y en el largometraje Devil's Due (2014) que no he tenido el placer o la desgracias de ver, dado sus críticas más que modestas. 

Si todavía queda alguien que no ha visto Ready or Not, os la recomiendo muy mucho porque es una de las películas más refrescantes del año, con un final a la altura de las grandes expectativas creadas y con lo que creo que es un guiño a Takeshi Miike, ahí lo dejo. Además, es una cinta que puede ver prácticamente todo el mundo, al que le guste la tensión, la acción y no le importe un poquito de sangre.


2. US



Para un director que con su primer trabajo consiguió un éxito tan fulgurante como Jordan Peele con Get Out (2017), su segunda película no iba a ser tarea fácil, ya que iba a ser observada con lupa por críticos y espectadores, dispuestos a endiosarlo o con hacha en mano para sepultarlo. 

La verdad es que ha sido recabando información para hablaros de ella que me han entrado unos deseos irrefrenables de volverla a ver. Aunque ya conozco el gran enigma de la trama, considero que es una película que tiene varias capas de información que iremos descubriendo es posteriores visionados. Además, también tiene diferentes interpretaciones a la cuestión que nos plantea y que según el momento en el que nos enfrentemos a ella y la información de la que dispongamos en ese momento, pueden variar. Aquí os dejo el super vídeo que se marcó Emma de Spooky Astronaut explicando cada referencia, Easter egg (conejos, tijeras, guantes y 11:11) y posibles interpretaciones que encontramos en Us.

En cierta manera y salvando las distancias, esta película me recuerda a alguno de los capítulos más controvertidos de Black Mirror (2011-2019) que solía comentar con amigos y me resultaba muy curioso descubrir que según las experiencias y la cultura de cada uno sobre los temas que se trataban, las interpretaciones podían ser muy diferentes.

A estas alturas del año, ya todo el mundo sabe que Us es una película de terror sobre los doppelgängers, los dobles malvados que todos tenemos por ahí pululando y que el día que nos encontremos cara a cara con el nuestro, sera un augurio de nuestra propia muerte. Yo como cohabito con mi lado Bloody y mi lado Princess, ese problema no le tengo, jejeje. Pues bien, es esta película una familia afroamericana de clase media americana se ve a enfrentar exactamente a la versión mortífera de sí mismos. 

El terror en Us no es solamente opresivo por la invasión del hogar que sufren los protagonistas, si no que el hecho de estar siendo atacados por una copia de si mismos que en ningún momento saben cómo va a actuar, es completamente perturbador. Lo que más me gusta del cine de Peele, sí de sus dos películas, es que no se limita a plantearnos una sencilla historia de terror (que también son validísimas, no me estoy quejando), sino que lo utiliza como un vehículo muy efectivo para lanzar una contundente critica social. Si en Get Out nos ofrecía una crítica incisiva contra el racismo y la hipocresía de las clases altas, aquí lo que nos plantea es una visión amarga y desoladora contra el capitalismo y el miedo a ser suplantado. 

Las actuaciones de todos y cada uno de los personajes son sublimes porque se ponen en la piel de dos personajes antagónicos y lo bordan. Especial mención para su protagonista, la últimamente omnipresente Lupita Nyong'o, que quién me iba decir a mi a esas alturas de año con lo que me había gustado en esta película que iba a acabar detestándola por esa cinta que casi todos amáis y yo odio muy fuerte, la extremamente ñoña y edulcorada, Little Monters (2019). No puedo dejar de nombrar a mi adorada Elisabeth Moss que aunque no aparezca mucho en pantalla, tiene una escena hacia el final de la película que es absolutamente sublime y se me quedó grabada a fuego. 

Una de las cosas que me gustan de los directores jóvenes de ahora es que sienten la necesidad de compartir con el mundo las películas que les han inspirado o influenciado para crear su historia. En este caso, os dejo las 10 películas que Peele les dijo a su actores que debían verse para preparar sus personajes y salvo la primera, las he visto todas (increíble):
  • Dead Again (1991)
  • The Shinning (1980)
  • Babadook (2014)
  • It follows (2014)
  • A Tale of two sisters (2003)
  • The Birds (1963)
  • Funny Games (1997/2007)
  • Martyrs (2008)
  • Let me in (2010)
  • The sixth sense (1999)


1. MIDSOMMAR



Sin duda, la película con la que peor lo pasé y por consiguiente, la que más he disfrutado este año, ha sido Midsommar. Si os soy sincera, no contaba con que la nueva película de Ari Aster me fuese a conquistar, ya que soy de las pocas a la que Hereditary no le impresionó tanto como a la mayoría. 

No necesito sentirme identificada con el personaje de una película para que ésta me guste, pero en esta ocasión, entendía tan bien como se podía estar sintiendo la protagonista con respecto a uno de los dramas que la tocan de lleno, que salí del cine echa polvo. Esto es algo que sólo entenderán los horror lovers y no los que me preguntan que por qué voy al cine a pasarlo mal, pero que una película consiga removerme por dentro y transmitirme sensaciones de manera tan visceral, para mi tiene un valor incalculable. 

A estas alturas ya sabemos que Midsommar cuenta la historia de Dani, una joven que intenta superar una tremenda tragedia familiar y decide unirse al viaje que su novio y sus amigos, estudiantes de antropología, deciden hacer al festival del solsticio de verano que se celebra en un pequeña comuna de la campiña sueca. Allí las cosas no son lo que parecen y las tradiciones de esta comunidad son más oscuras y salvajes que lo que nuestros protagonistas imaginaban.

Midsommar se enmarca dentro de ese reducido grupo de película de terror diurno en las que todo el horror se produce a plena luz de día y ningún susto procede de alguien o algo que se oculta entre los sombras: The Birds (1963), The Wicker man (1973), Who can kill a child (1976), Funny Games (1997/2007) o Bone Tomahawk (2015). Además, la belleza de las imágenes de la campiña y de esta bucólica comunidad floral, se transforman en cuestión de segundos, en algo terrorífico e incluso gore. Si ya el año pasado  Hereditary nos ofreció un montón de imágenes icónicas para el imaginario del cine de terror, Midsommar no se queda atrás.

Aunque las dos películas de Ari Aster no tienen nada que ver a nivel argumental, ni de escenografía, ambas dejan vislumbrar las dotes y el estilo propio de un director que esperemos que de mucho que hablar en los próximo años. La gran potencia visual de las imágenes, unida a la maestría a la hora de utilizar el sonido, hacen de Midsommar una experiencia única para todos los sentidos.

Y, como dato curioso os vuelvo a dejar las películas que según el joven director hay que ver previamente para entender mejor Midsommar y aunque a estas alturas eso ya sea prácticamente imposible, nunca viene mal echarle un vistazo a las fuentes que utilizó como referencia para crear semejante joya:
  • Black Narcissus (1947)
  • MacBeth (1971)
  • Tess (1979)
  • ¿Qué difícil es ser un dios (2013)




Hasta aquí llega el TOP con mis 10 películas favoritas del pasado 2019 en lo que a Terror se refiere. No obstante, ha habido varias que se han quedado fuera por muy poco y me gustaría mencionarlas, para que las tengáis en cuenta por si no las habéis visto todavía:


MENCIONES DE HONOR


LEAP OF FAITH: WILLIAM FRIEDKLIN ON THE EXORCIST: No está en la lista principal porque es un documental, pero me parece ORO PURO. Entrevista a Friedklin dónde nos cuenta las anécdotas y el por qué de cada decisión artística de la que para mi es la mejor película de Terror de todos los tiempos.

HAUNT: Un slasher correcto, entretenido, con alguna muerte bastante sangrienta y los payasos mas chungos del 2019.

RABID: De cómo hacer cualquier cosa por preservar tu belleza, puede cobrarte una tremenda factura e incluso generar una epidemia sanguinaria.

BRIGHTBURN: La versión maligna y molona de Superman. La idea de qué hubiese pasado si el gran héroe no hubiese ido por el buen camino, me pareció muy entretenida, gamberra y mucho más gore de lo esperado.

4X4: Como ir a robar un coche y quedarte atrapado en él y que esto se convierta en un calvario asfixiante y agónico. Salvo su mensaje social metido con calzador, bastante entretenida.

THE PERFECTION: De cómo los sueños truncados y las aspiraciones por ser la número uno, pueden convertirte en un monstruo.


Y, como siempre, no podrían faltar las grandes decepciones y truños del año de las que hay que huir muy fuerte, que ya he hecho yo el sacrificio de verlas por vosotros:


TRUÑOS DEL AÑO 


HAPPY DEATH DAY 2U: No me gustó el giro de esta segunda parte hacia la ciencia ficción y el romanticismo. Eché mucho de menos la carga de terror. 

47 METERS DOWN: UNCAGED: No me funcionó nada bien esta película de tiburones que se adentran en el universo de The Descent, pero con resultados totalmente opuestos.

RATTLESNAKE: Primer batacazo de Netflix con esta historia de maldiciones y deudas con seres sobrenaturales carente de alma y de interés.

WOUNDS: Otra de las producciones de Netflix, pero en este caso una que ha causado gran controversia. Hay quienes la aman y otros como a mi, a los que le ha parecido un tostón incomprensible y del que hubiere necesitado media hora más de película para entender el sentido de la trama.

BODY AT BRIGHTON ROCK: Una premisa, a priori interesante, con una chica bastante torpe perdida en un bosque y con algo o alguien que la acecha, que se acaba convirtiendo en una cinta de terror psicológico extremadamente light y tramposa. 

LITTLE MONSTERS: Se que aquí estoy en minoría, pero hacia tiempo que no odiaba tan fuerte una película. Una comedia zombi con niños y una Lupita muy divertida sí, pero excesivamente edulcorada, mema y horrible. No puedo con ella, lo siento.




martes, 4 de diciembre de 2018

ISOLATION (2005)


El blog vuelve a la normalidad con las críticas, después de un duro mes con el reto de #BP31DaysofHorror y con la asistencia a festivales, pero es que en estas fechas se concentra todo. Creo que ya os he hablado en incontables ocasiones del canal de YouToube de Emma, más conocida como Spooky Astronaut, otra horror lover de pura cepa que nos hace muy buenas recomendaciones y a la que me encantaría tener como vecina, pero nos separan algo más de 14.000 kms. Pues bien, yo la conocí por su especial de recomendaciones de películas de terror de diferentes partes de mundo y gracias a ella estoy descubriendo autenticas joyas. La película de hoy pertenece a su especial sobre cine de terror irlandés y no la conocía, a pesar de que he visto no pocas de sus películas de género: Byzantium (2012), The Canal (2014), Citadel (2012), The Cured (2017), A Dark Song (2016), Grabbers (2012), The Hallow (2015), I am not a serial killer (2016), Let us prey (2014), Stitches (2012) o Wake Wood (2009). Lo cierto es que si quisiera ya estaría en disposición de haceros mi propio especial sobre recomendaciones de cine de terror irlandés. ¿Qué os parece?

Por surrealista que parezca, la trama de nuestra película nos sitúa en una remota granja irlandesa en la que se están llevando acabo unos extraños experimentos con el ganado vacuno y como cabía esperar, la cosa no sale bien y tenemos fetos de ternero malignos.

Billy O'Brien es el responsable tanto del guión, como de la dirección de esta nueva película de animales mortíferos y que guarda algún que otra guiño con Alien (1979). O'Brien basó su guión en las experiencias que tuvo de niño en la granja de su padre dónde ayudaba a éste con los animales e incluso con los nacimientos de los terneros dónde se usaban los artilugios que vemos en la película. Aunque la herramienta que se utiliza para ayudar en el parto de la vaca parece estar sacada de la mismísima Inquisición y pone la piel de gallina, lo cierto es que eran de uso habitual en los años 70 y se empleaban cuando había complicaciones con el carnero. No fue hasta años después, en una charla entre amigos compartiendo sus anécdotas granjeras, que a O'Brien le surgió la idea de crear una historia con vacas mortíferas en las que la manipulación genética, tan de actualidad en la era de los 2000, sería el desencadenante de esta epidemia mortal.

Uno de los puntos fuertes de esta películas son las grandes interpretaciones de todos los actores: John Lynch, la australiana Essie Davies que más tarde se daría a conocer con Babadook (2004) o Sean Harris que es un actor que me maravilla y que este año ha estrenado Possum (2018) y sólo por su presencia, ya merece ser vista. Gracias al trabajo de todos ellos, una premisa que en otras manos hubiese resultado absurda y hubiese requerido un tono de comedia, aquí se toma muy en serio y con excelentes resultados. 

Otro de los aspectos que hacen que esta pequeña producción sobresalga sobre las demás, es su ambientación. Una vieja granja aislada, dónde todo está embarrado, sucio y bastante oscuro, lo que ya de por sí da bastante mal rollo, sin la necesidad de pequeños fetos/alien por allí acechando. La granja necesita bastante reparaciones y una fuerte inversión de dinero para recuperar la solera de antaño y esta sería la razón por la que su dueño se mete en oscuros experimentos. Bueno eso y el amor que siente hacia la veterinaria, Essie Davis, con la que se intuye que tuvo una relación en el pasado. 

La explicación a la amenaza que acecha a nuestros protagonistas no son extraterrestres que han venido a la Tierra (Predator 1987), ni virus tóxicos que han contaminado las aguas (Cabin Fever 2002), sino algo de lo que todavía no se tenía mucha información y estaba en pleno auge a inicios del 2000: los análisis genéticos y los experimentos con animales que se podían llevar a cabo, clonación, mutaciones, etc. Otra demostración más de que si se juega con la Madre Naturaleza, puede salirte el tiro por la culata y sino que se lo digan al bueno de John Hammond y su parque de dinosaurios, jejeje.



Además de tener unas vacas locas muy mortíferas que acabarán con todo aquello que se les ponga a tiro, la película también nos muestra un aspecto muy interesante de la cultura irlandesa como son los nómadas. Los nómadas, en irlandés "travellers", representados por la joven pareja que acampa con su caravana a las puertas de la granja, es una etnia irlandesa, similar a los gitanos, que se dedican a viajar por el país y acampar en pequeñas localidades, pero sufren una fuerte discriminación y exclusión social. Ésta es la razón por la que al dueño de la granja tiene una reacción tan desmedida, cuando se encuentra a esta pareja instalada a las puertas de su granja. 

En definitiva, Isolation es una película muy bien dirigida, que logra transmitir miedo y tensión con tan sólo cinco personajes atrapados en esta granja muy lúgubre con unos fetos de vaca mortíferos. Por mucho que la premisa os parezca absurda, en esta película todo da bastante mal rollo y el humor no tiene cabida. El simple parto de la vaca al comienzo de la cinta, cuando se dan cuenta que algo no va bien, es sobrecogedor y lo sufres en tus propias carnes. Así que como habéis podido deducir, os recomiendo mucho esta gran película de terror irlandesa que con un guión sumamente sencillo y desarrollada en una sola localización, nos promete hora y media de tensión y mucho, pero que mucho, mal rollo.


  

lunes, 6 de agosto de 2018

ANIMALES MORTÍFEROS: RANDOM

Dibujo del artista R.J. Palmer

Llegamos a la última entrega de este especial de verano sobre animales mortíferos en el cine de terror, con la que he disfrutado de lo lindo, viendo películas más malas que buenas, aunque a todos nos ha divertido, dado el éxito de estas entradas. Como no podía ser de otra manera, he dejado lo mejor para el final, así que os he preparado una selección de animales variados, reales y fantásticos, orientados igualmente al verano, para incrementar un poco más los temores que acudirán a vuestra mente, cuando vuestros pies se metan en el agua de la playa. Os acordaréis de mi, me odiareis un poquito, pero yo habré conseguido mi objetivo,jajaja.

Como cada película va sobre un animal diferente, os hablaré de sus características, en cada una de las entradas, para que conozcáis mucho mejor a estas bestias. No os relajéis demasiado cuando os hable de seres fantásticos porque recordad que sólo se ha explorado un 5% de los océanos y allí abajo, puede haber cualquier cosa....



DEEP RISING (1998)




Si os soy sincera, no había oído hablar de esta película hasta que no investigué qué cintas iba a incluir en esta sección, pero para mi sorpresa ha sido una de las que más he disfrutado en todo este especial veraniego. Deep Rising no es una película buena, ni muchísimo menos, es más bien una mala versión acuática de Alien (1979), pero muy entretenida y disfrutable.

El capitán de un pequeño barco y su equipo, han sido contratados para transportar a un grupo de mercenarios hasta un trasatlántico de lujo que se encuentra en el mar de China. Cuando nuestros protagonistas suben a bordo, descubren que el barco está desierto y hay mucha sangre por todos lados. No tardan en dar con un puñado de supervivientes que les confirman que el barco ha sido atacado por una bestia marina. Tendrán que aunar fuerzas para poder escapar de allí con vida, aunque puede que alguno de ellos tenga otros intereses...


ANIMAL MARINO: Nuestros protagonistas se va a enfrentar nada más y nada menos que a una mutación del Ottoia Aqueana. Me imagino vuestra cara de estupefacción al leer esto porque fue la misma que se me quedo a mi cuando lo explicaron en la película, pero una vez investigado, os diré que es un tipo de gusano del periodo Cámbrico, extinto hoy en día. El dueño de trasatlántico, que debía de ser experto en estos gusanos prehistóricos y en las mutaciones fantásticas que sufren en este universo, nos cuenta que:

  • A los 1.200 m los Ottoia son del tamaño de una pelota de golf.
  • A los 6.000 m son capaces de comerse tiburones adultos.
  • Y de 9.000-12.000 m son de tamaño que aparecen en la película. (Así que el simpático gusano de la cinta, ya sabemos que vino de muy muy abajo)

Pero lo mas interesante son sus métodos de aniquilación: Estos inmensos Ottoia te atrapan con sus tentáculos dentados y te chupan tus fluidos, para después deshechar el esqueleto. ¿Cómo os quedáis? jajaja.

Aunque el diseño de los bichos es espectacular con unas enormes bocas, llenas de multibocas con cientos de dientes y una manera de reptar y moverse rapidísima, lo cierto es que el CGI falla en ocasiones y se nota demasiado.

VICTIMAS: Tenemos un grupo de rudos mercenario, a cada cuál mas borde y con una gran facilidad para apretar el gatillo. Junto a ellos, los tres miembros de la tripulación que les han llevado hasta el trasatlántico, entre los que se encuentra el héroe al que cuesta tomarse en serio, el alivio cómico y la novia de éste. Por otro lado, están los escasos supervivientes del buque, uno de ellos es una atractiva y famosa ladrona que se ha colado en este crucero de lujo para hacerse con un gran botín. 

Algunas de las muertes son espectaculares, sobre toda una en la que engullen entero a uno de los personajes y al expulsarlo, las secreciones del bicho deben ser corrosivas como las de Alien, y el pobre empieza a deshacerse frente a nosotros, con una destreza de medios técnicos y de maquillaje, bastante espectacular. Sólo por esta escena creo que merece la pena ver esta cinta. 

ACTORES: Como buena película noventera, aparecen varios rostros conocidos, algunos consolidados años después. No es el caso de Treat Williams, nuestro héroe, que ya había saltado a la fama en 1979 con su papel en Hair y al que le siguieron infinidad de títulos como la grandiosa Dead Heat (1988), que no os deberías perder. Lo cierto es que este actor no me pega mucho como héroe en una película de acción, pero como veo Deep Rising como una especie de comedia involuntaria, que no se toma demasiado en serio así misma, podemos aceptarle. Su parteneire es la impresionante Famke Janssen, que está perfecta en su papel de sexy ladrona, un tanto chistosa, aunque como pareja de Treat Williams no nos pega ni con cola. El reparto se completa con otros actores conocidos como Jason Flemyng, Anthony Heald o Wes Studi

VALORACIONA pesar de que se estrenó en la salas de cine, Deep Rising es una Monster movie de serie B, que no aporta nada nuevo al género, pero que resulta bastante entretenida y disfrutable. Es una cinta que no se toma demasiado en serio así misma y eso la beneficia, porque cualquier otra cosa hubiese sido un completo desastre. En ocasiones, el CGI de las criaturas es bastante lamentable y se nota muchísimo cuando vamos a pasar a un plano de pantalla verde, por el cambio en la textura de la imagen. Pero independientemente de esto, estos impresionantes Ottoias mutados tienen un diseño espectacular y eso de engullir a personas de un solo bocado, tiene su atractivo, jajaja. Dadle una oportunidad porque es una de esas malas películas, a las que les terminas cogiendo un cariño especial. 



MERMAID CHRONICLES PART 1: SHE CREATURE (2001)



Muy pocos habrán oído hablar de este telefilm, pero las sirenas asesinas llegaron mucho antes al cine de terror que las cantarinas retro de The Lure (2015) o de la nueva serie Siren (2018) a la que tendré que echar un vistazo . Yo también he descubierto esta pequeña película de serie B gracias a este especial y la historia que hay detrás es bastante interesante. Durante el Halloween de 2001, la cadena por cable Cinemax realizó y proyectó 5 películas a las que llamó: Creature Feature. Esta serie de películas reutilizaban en algunos casos y en otros hicieron un remake de las cintas de bajo presupuesto que produjo la API (American International Pictures) durante la década de los 50. El resto de producciones fueron: Earth vs. the Spider, How to Make a Monster, The Day the World Ended y Teenage Caveman.

En el caso de nuestra película, tomó el título de una cinta de 1956, en la que la asistente de un hipnotizador desconocía ser descendiente de un monstruo marino y cuando éste la hipnotizaba, se convertía en la bestia, matando a todo aquel que se interpusiera en su camino. Digamos que el argumento de la película de 2001, se basa ligeramente en esta premisa, pero con algunas licencias para actualizarla: lo dueños de un circo ambulante en la Irlanda de 1900, conocen a un enigmático hombre que les lleva a su castillo para mostrarle su tesoro más preciado: una sirena viva, encerrada en un tanque de agua. Ávidos de fama y dinero roban a la criatura para llevársela a América, sin saber que la sirena tiene unos planes muy diferentes para el viaje.

ANIMAL MARINO: Tenemos a una atractiva y enigmática sirena que no habla apenas, porque no lo necesita. Es capaz de meterse en tu mente y manipularte a su antojo. Sólo come carne humana y cuando se enfada y va atacar emite un sonido agudo como el de los delfines. La caracterización de la sirena corre a cargo del maestro Stan Winston, así que os podéis imaginar que es perfecta: manos con membranas interdigitales, cola de pez enorme y mucho más que no os voy a desvelar. 

VICTIMAS:Todo aquel que se encuentra cerca de la sirena, en este caso su antigua dueña y alguna persona random del pasado, pero ahora, los marineros del barco que les transportan a América son carne de cañón para una atractiva sirena medio desnuda y letal. El problema es que la mayor parte de las muertes tienen lugar fuera de pantalla y disfrutamos poco de la sangre y las vísceras, pero algo hay. 

ACTORES: El dueño del circo ambulante están interpretados por Rufus Sewell en el papel de ambicioso empresario de s.XIX que cree haber encontrado algo único y extraordinario y quiere sacarle el máximo provecho posible, sin importarle el precio que tenga que pagar. Su mujer, interpretada por la gran Carla Gugino que daba vida a la sirena falsa del espectáculo, verá como su papel en la vida de su marido, toma un segundo plano, en pos de su ambición. La amplitud de emociones que transmite este personaje, nos hará sentir el sufrimiento de esta mujer, así como la conexión psíquica que la une a la sirena y que la harán dudar de su propia cordura. Pero sin duda, la que sobresale notablemente es Rya Kihlsted, que en su papel de sirena dota al personaje de un magnetismo, misterio y realismo que si estás criaturas marinas existieran, serían como Rya, jejeje.

VALORACION: A pesar de ser una película de bajo presupuesto realizada directamente para la televisión, es una producción muy disfrutable en la que la ambientación de principios del s. XX está bastante cuidada, con una oscura iluminación , que nos transporta a un cuento terrorífico más que por lo que muestra, por lo que sugiere. Cómo nos engañaron los de Disney, haciéndonos creer que la sirenas eran princesas acuáticas dulces y cariñosas, cuando ya desde la antigüedad griega las retrataban como seductoras perversas que atraían a los marineros para que se estrellasen contras los escollos cercanos y así poder devorarlos. En esta película tenemos una de esas sirenas, así que cuidado con dejaros engatusar por ella y disfrutad de la cinta.



ORCA 1977


Ésta era una de las películas que más ganas tenía de ver de todas las que han pasado por esta sección. Un cinta que se estrenó a los dos años de la mítica Jaws (1975), pero que merece ser recordada por mucho más que un simple ripoff de la cinta de Spielberg. Aunque las dos películas tratan el tema de la venganza, lo hacen desde planos totalmente diferentes. En el caso de las película de 1975, una cinta de terror marino y en el de Orca, un drama ecológico.

Os resumo su trama para que entendáis mejor de qué os estoy hablando: Nolan y un grupo de pescadores hieren de muerte a una orca hembra embarazada. Su pareja que ha presenciado su  muerte emprenderá una cruenta venganza contra todos los involucrados en la muerte de su "familia"


ANIMAL MARINO: Tenemos una orca asesina rota por el dolor y con ansias de venganza. Según nos cuentan en la película, la orca es el mamífero de sangre caliente más poderoso de todos los mares. El macho adulto puede medir 9 metros y pesar 6 toneladas, pero hay casos en los que han sobrepasado los 13 metros, así que imaginad cómo es el protagonista de nuestra cinta. Su boca tiene 48 dientes distribuidos en dos hileras y posee una inteligencia en muchos aspectos, superior a la humana. Su instinto de venganza es sorprendente y pueden fijar en su memoria la imagen de la persona que les ha hecho daño, para vengarse aunque hayan pasado años. En este caso, vemos como la pupila de la orca fotografía la imagen de Nolan para fijar el foco de su venganza. 

La representación de la Orca, mezclando imágenes documentales, con efectos especiales, es espectacular porque en todo momento te parece estar viendo una Orca real. Teniendo en cuenta que es una película de 1977, esto tiene más merito si cabe y os aseguro que os sorprenderá.

VICTIMAS: Aunque su enemigo es Nolan, las víctimas van ser todos los pescadores que iban con él en el barco, porque en mayor o menor medida, contribuyeron al asesinato de su familia. Veremos saltos impresionantes de la orca para atrapar a sus victimas y estratagemas mucho más inteligentes para hacerse con ellas u obligar a Nolan y a su gente a que salgan al mar a darle caza porque allí es dónde quiere enfrentarse a ellos. Los efectos especiales de las muertes, están bastante bien conseguidos y en ningún momento restan credibilidad a la historia. 

ACTORES: Contamos con un elenco de actores muy reseñable. El imprudente Nolan está interpretado por Richard Harris, en un papel que recuerda de lejos al capitán Ahab de Moby Dick, con esa obsesión que se va fraguando poco a poco  y que le acerca cada vez más a una muerte segura. A su lado, dos de las bellezas de la época, Charlotte Rampling y la debutante, Bo Derek, en dos personajes muy dispares. La primera una profesora especialista en animales marinos, concretamente, en orcas y la otra, uno de los miembros de la tripulación de Nolan

VALORACIÓN: Una película que tuvo la mala suerte de estrenarse dos años después de Jaws y ser considerada  uno más de los ripoffs que surgieron a colación de ésta, pero nada más lejos de la realidad. Una cinta con un gran presupuesto, unos actores de renombre y la banda sonora de Ennio Morricone, no puede ser un producto de serie B. Orca es un drama ecológico, reflejado desde el punto de vista de la ballena que se venga de los asesinos de su familia, en una forma muy humanizada que quizás, sea con lo que algunos espectadores tengan problemas. La trama analizada desde un punto de vista racional es inverosímil, pero la capacidad que tiene el guion de conmovernos, de hacernos vivir el sufrimiento de la orca con cuyos lastimosos chillidos se nos parte el corazón, eso es el cine en mayúsculas. Así que desterrad de vuestro pensamiento que Orca es una copia barata de Jaws y preparaos para poneros en el lugar de unos de los mamíferos marinos más grandes del mundo y para que se os encoja el alma con su sufrimiento, tan humano, que aterra.


LEVIATHAN (1989)


Por ir resumiendo y no decíroslo en cada una de las películas de esta sección, Orca (1977) es la única que conocía antes de hacer este especial y lo cierto es que, al haber más variedad de opciones, las elecciones han sido más gratificantes. En este caso, esta es la película en la que Alien (1979) conoció a The Thing (1982) y todos juntos se fueron al escenario de Abyss (1989).  Esto no es ninguna crítica, ni muchísimo menos, a veces los productos hechos a partir de un pastiche de muchas cosas, funcionan y este es el caso. No es que Leviathan esté a la altura de ninguno de los tres películones que os he nombrado anteriormente, pero en una cinta muy disfrutable, en la que la tensión y la claustrofobia van de la mano, sin darnos un minuto de respiro. 

Pero dejadme que eche algo de luz a esta mezcolanza que os acabo de contar, explicándoos a grandes rasgos su argumento. Los miembros de una expedición minera que extrae metales preciosos de la profundidad marina, encuentran un buque soviético abandonado del que se traen la caja fuerte. Una vez de vuelta en sus instalaciones, varios de los miembros de la tripulación enfermarán y es que algo más ha venido con ellos del barco soviético, algo letal a lo que nunca nadie se ha enfrentado, aunque puede que Kurt Russell sepa algo, jejeje.

ANIMAL MARINO: En este caso, tenemos algo parecido a un monstruo mutante marino que sea crea a partir de una especia de virus que contagia al personal, alterando su genética y fundiéndolos con el monstruo. Ya os aviso que el monstruo es una pasada, tiene tentáculos que terminan en cabecitas de Alien, babas de las que gotean por todos sitios y dientes, muchos dientes. Todo esto es obra de gran técnico de efectos especiales, Stan Winton, que vuelve a pasarse por esta sección. 

VICTIMAS:Los miembros de esta heterogénea tripulación de mineros submarinos. Algunos con oscuras intenciones, pero en su mayoría gente normal, aunque la cuota femenina es más atractiva de lo que cabría esperar. Los efectos especiales y de maquillaje que vemos en la victimas son absolutamente espectaculares y se acercan mucho a la grandeza de The Thing, así que no perdáis la oportunidad de ver en estado puro al bueno de Stan. Si bien es cierto que una de las criaturas se parece a los típicos monstruos de película de antaño japonesas, se lo perdonamos todo por el festival de sangre y mutaciones que nos ha otorgado.

ACTORES:En el aspecto interpretativo, contamos con un grupo de actores bastante conocidos que elevan la calidad de esta producción. Como protagonista tenemos a Peter Weller, nuestro querido Robocop (1987) que hace aquí las veces de geólogo encargado de la misión. Un héroe atípico, al que la situación le viene un poco grande, porque no es ningún exmarine, ni un Ripley de la vida, pero que con tensón e inteligencia consigue salir adelante. A su lado tenemos a Richard Crenna, el inolvidable coronel Trautman de Rambo, a la guapísima Amanda Pays, Daniel Stern, uno de los ladrones de Home Alone (1990), etc. Pero el golpe de efecto, lo da el pequeño papel de Megan Foster, esa mujer que con su sola mirada ya te hiela la sangre y para un papel malvado y despiadado no puede haber mejor elección.

VALORACION: La verdad es que esta película me sorprendió por su tensión, sus efectos especiales y las actuaciones de sus actores. Es cierto que si analizamos su argumento detenidamente, es bastante absurdo, pero para disfrutar una de estas largas y calurosas noches de verano es más que recomendable. A quien no le gusta una película de acción marina con monstruos de por medio y mutaciones genéticas a lo The Thing. Lo dicho, no os la perdáis porque esta película merece ser rescatada del abismo. 


Y, aquí llega a su fin este especial de verano que espero que hayas disfrutado tanto como yo haciéndolo y ahora llega el momento de que el blog se tome sus merecidas vacaciones. Ha sido un año de duro trabajo y los horror bloguers también necesitamos un descanso, para recargar pilas y volver a la carga con mas fuerza que nunca. Esto no significa que no vaya a seguir viendo películas de terror y que las comente por twitter porque mi pasión nunca duerme. Así que nos veremos por allí para seguir compartiendo nuestros entusiasmo por el cine de género y, a la vuelta, espero traeros muchas sorpresas porque sin duda, la nueva temporada del blog va a ser la BOMBA, sangrienta, eso sí.


¡¡¡¡FELICES VACACIONES HORROR LOVERS!!!!