¿Quién no ha escuchado alguna vez
la afirmación: “Para ser una película española, no está mal”? Os suena,
¿verdad? Es algo que se oye con más frecuencia de la que se debería cuando se
habla de cine español y yo no termino de entender por qué. La frase implica que a la hora de criticar
nuestro cine el baremo que usamos para medirlo es más bajo que el que empleamos
con el resto. Y esto es porque, ¿no está a la altura? ¿no cuenta con los mismos
presupuestos o con las mismas innovaciones en efectos especiales? Es como si un
niño hiciese unas galletas que le salen regular y dijéramos: “Para estar hechas
por un niño, no están mal.” Hay que intentar ser objetivos y cuando una
película no es buena, no hay que “perdonarla” porque sea española, ya que con
esto contribuimos a infravalorar el cine español, cuando aquí se hacen muy
buenas producciones independientemente de que los presupuestos no sean
astronómicos o que no estemos a la última en FX. Dicho esto, valoremos Insensibles (2012) como lo que es: un
thriller de terror con tintes históricos y fantásticos que, seamos sinceros,
tiene algunos fallos.
David, un
reputado neurocirujano, sufre un fatídico accidente tras el cual le detectan un
cáncer linfático que requiere un trasplante de médula. Esto le llevará a buscar
un donante apto y a indagar en el pasado de su familia que, en cierta manera,
está relacionado con un hospital infantil que desde la Guerra Civil hasta la
década de los 60 albergaba a niños con una extraña dolencia: eran incapaces de
sentir el dolor físico.
Opera prima y, hasta el momento,
única película del director español Juan
Carlos Medina, nacido en Miami pero afincado en Francia y cuya
multiculturalidad se dejará notar en esta película. Para el guion contó con la
colaboración de Luiso Berdejo, conocido
por su participación en el guion de REC
(2007) y [REC]3: Génesis
(2012). Según contaba Medina en
las entrevistas concedidas tras su estreno, la tarea de conseguir que esta
película saliese a la luz, fue ardua y complicada. Tras repetidas negativas por
parte de productoras españolas y francesas, decidió probar suerte en un
concurso de guiones en el país galo y consiguió ganar. Gracias a esto consiguió
los apoyos que necesitaba para realizar Insensibles.
Entre los productores que se animaron a participar en esta producción estaba
TV3 que exigió que la película se rodase en catalán, requerimiento con el que
nuestro director estuvo de acuerdo ya que se integraba completamente con la
historia que se desarrollaba en la zona de Cataluña y Canfranç.
La película aborda el tema de
dolor, tanto físico como emocional y qué maneras tiene el ser humano de
enfrentarse a él. Los niños de este hospital infantil eran incapaces de sentir
el dolor físico y por lo tanto las emociones asociadas a él. Pero los verdaderos
insensibles de la película son los que decidieron encerrarlos como si fuesen
delincuentes y permitir las atrocidades que con ellos se cometieron. Insensibles toca el tema de la memoria
histórica, encuadrando el devenir de estos niños en un periodo muy duro de la
historia de España: La guerra civil, la posguerra y la dictadura. Se me encogía
el corazón en muchas ocasiones pensando en todas las atrocidades que se ocultan
tras las guerras y de las que, muchas veces, las principales víctimas son niños
inocentes que no entienden ni de bandos ni del alcance de la maldad humana.
La factura técnica en esta
película es impecable. Se nota el
cuidado que han empleado en la fotografía, en unos Efectos Especiales muy
buenos, más habituales en trabajos más experimentados que éste. Escenas como la
del accidente de coche o la de las niñas en llamas son espectaculares. La
elección de esa especie de castillo medieval para ambientar el hospital
infantil me pareció una idea muy acertada, porque le infiere un carácter de
castillo maldito que provoca terror por sí solo.
Investigando sobre la película he
averiguado que la dolencia que padecen los niños es real y que se denomina “Sindrome de Nishida”. Esta enfermedad consiste
en una insensibilidad congénita al dolor, unida a una incapacidad para sudar o
llorar y una tendencia a la agresividad y automutilación de los pacientes que
básicamente son niños. Una vez leída esta información se entiende mucho mejor
la película, porque yo al principio no comprendía qué relación había entre la
insensibilidad de los niños y ese afán por automutilarse o ser agresivos con los
demás.
Las actuaciones son muy solventes
y el reparto no podría haber estado mejor elegido. La elección de Tomás Lemarkis, actor franco-islandés,
para el papel de Berkano fue un tanto
curiosa ya que lo que el director buscaba era un actor que no tuviese unos
rasgos definidos de ningún país o etnia. La caracterización de Lemarkis es impactante y nos provoca al
mismo tiempo una sensación de miedo y compasión porque somos conscientes de que
su maldad ha sido aprendida, no se le ha dado la oportunidad de convertirse en
otra cosa que no sea un monstruo. Aunque,
mirándolo bien, el físico de Lemarkis
acojona igual sin necesidad de utilizar maquillaje, jejeje. Las actuaciones de
los niños que muestran a Berkano en
su niñez o adolescencia y, en definitiva, las de todos los niños de esta
película son verdaderamente notables. Últimamente estoy empezando a confiar en
que el cine de terror puede crear papeles destinados a niños que no sean
odiosos o insoportables como suele ser lo habitual. Todavía hay esperanza…
También hay que destacar la
interpretación de nuestro protagonista en la época actual,
David, a manos del español Àlex Brendemühl. Al principio, se muestra como una persona bastante
distante y fría, muy centrado en su carrera profesional, pero a medida que va
descubriendo el terrible pasado que oculta su familia se va convirtiendo en un
ser mucho más sensible, con los sentimientos a flor de piel. No podemos olvidar
la actuación de Juan Diego que como
siempre nos brinda una actuación magistral.
Entonces, si todo
esta tan bien, ¿qué es lo que falla? Bajo mi punto de vista es el guion, hay
cosas que no tienen ningún sentido, entre ellas el desenlace. Por ejemplo y,
sin haceros muchos spoilers, no entiendo el por qué de la desaparición de los
padres de David y el final me pareció demasiado
onírico y fantástico y, personalmente, pienso que podrían habérselo ahorrado
porque no termina de encajar del todo con el tono que tiene el resto de la
historia. Tuve la sensación de que durante toda la película generan en el
espectador unas expectativas muy grandes que al final no saben cómo satisfacer.
El resultado es muy flojo y ligeramente decepcionante.
Para finalizar os diría que mis sentimientos hacia esta película están
divididos. Por un lado me gustó la historia y logré conectar con los personajes
y angustiarme con su sufrimiento, pero a la vez creo que el final no está a la altura del
resto de la película. Sé que estamos frente a una producción con claros tintes
fantásticos pero lo que sucede en el desenlace me pareció ya pasarse mucho.
Creo que, independientemente de esto, la cinta merece una oportunidad porque
está muy, pero que muy, bien hecha. Así que, a partir de
ahora juzguemos al cine español igual que al resto porque nuestra industria es
capaz de hacer buenas películas, malas películas o, como Insensibles, películas que no son ni una cosa ni otra.