Aunque tengo millones de
listas con lo mejor de cada género, de cada año o clásicos pendientes, hay
muchos días, sobre todo con este calor que me tiene aplatanada, que no me
complico la vida y me zambullo en el catálogo de cine de terror de Filmin. ¿Os podéis
creer que, a pesar de contar con 579 títulos, hay veces que me tiro media hora
buscando una película? Para mí es una experiencia maravillosa, ya que me
recuerda cuando de pequeña iba al videoclub y me escabullía a hurtadillas a la
sección de terror. No sé por qué os estoy contando todo este rollo, porque la
verdad es que tardé poco en elegir esta película. Me dejé atraer por su
caratula y esa frase que apuntaba que estaba basada en un relato de Stephen
King. Lo reconozco, soy débil, un poster enigmático y sugerente me gana con
facilidad.
Richard Dees es un
experimentado periodista intrépido y cínico que trabaja para la revista de
sucesos The Inside View. Él y la nueva reportera, Katherine Blair, competirán
por hacerse con la historia del “Aviador Nocturno”, un asesino que viaja en un
avión Cessna de aeropuerto en aeropuerto y mata brutalmente a los pobres
desgraciados que tienen la mala suerte de cruzarse con él. La ambición por
desenmascarar al asesino, conducirán a nuestro protagonista a una espiral de obsesión
y autodestrucción.
La historia de Mark
Pavia que co-escribe y dirige The Night Flier es como diría David de Aguas Turbias: un hombre, un sueño. Tras finalizar esta cinta, su opera prima, en
1997, Pavia se embarcó en varios proyectos que, debido a la retirada de los
productores o cambios en los Estudios, se cancelaron. Pasados cuatro años,
nadie le contrataba porque les parecía raro que una persona que había gozado de
cierto éxito se hubiese quedado en blanco tanto tiempo y se volvió invisible
para la Industria. Sin embargo, Pavia, trabajó muy duro y gracias a su esfuerzo
y tesón, consiguió sacar adelante un nuevo proyecto casi 20 años después, el
modesto slasher Fender Bender (2016). Sinceramente espero que, a partir de ahora, las cosas le vayan mucho mejor a este director injustamente vapuleado, ya que
me parecería un perfecto candidato para la cantera de Netflix, al estilo de
Mike Flanagan.
Cuando hablamos de las
adaptaciones de King al cine, The Night Flier suele pasar un tanto desapercibida
entre bombazos como Carrie (1976), The Shinning (1980) o Misery (1990). Sin
embargo, estamos frente a una producción sólida, que cuenta con una gran historia
original y un reparto perfectamente escogido. El recientemente desaparecido,
Miguel Ferrer, conocido por sus papeles en RoboCop (1987) o Twin Peaks
(1990-1991), interpreta aquí a este periodista de sucesos amargado y ambicioso.
Más que un héroe, estaríamos hablando de un antihéroe depreciable y sin
escrúpulos, que perseguirá sin descanso a este pseudo-vampiro, pero no con
intención de detenerlo, sino de averiguar su identidad y colocar su foto en
portada.
Todo el peso de la
película recae en Ferrer y a él le debemos las imágenes más escabrosas de la
película: la del accidente de coche o las de sus portadas sensacionalistas. De
hecho, el personaje de la reportera novata que no aparecía en el relato,
interpretado por Julie Entwisle, esposa de propio Pavia, es totalmente
prescindible.
El asesino, es todo un
enigma, desconocemos cuál es su origen, sus motivaciones o por qué se desplaza de
estado a estado para cometer sus asesinatos. La única información con la que
contamos es que asesina como un vampiro, se desplaza en un avión Cessna negro
con cristales tintados y, en el lugar en el que se encuentra aparcado, hay
siempre un montoncito de tierra con gusanos. El nombre de este individuo, Dwight Renfield les
resultará muy familiar a los amantes de la novela de Bram Stoker, Dracula,
dónde Renfield era uno de los personajes secundarias más enigmáticos debido a
su extraña afición a comer bichos y pájaros. En mi investigación sobre este
tema, he descubierto que el actor que interpretó a este personaje en la versión
de Drácula de Tod Browning de 1931, era Dwight Frye. ¿Casualidad? Estamos
hablando de Stephen King y con él las casualidades no existen. Ah, y en cuanto
a lo de la tierra con gusanos, ¿no os suena que los vampiros tenían que dormir
en ataúdes y con tierra de su lugar de origen?
Las dosis de sangre no
son abundantes, pero hay alguna escena mítica como la del accidente que os
comentaba antes o la de la matanza en el hangar. Los efectos especiales son
obra de Greg Nicotero y Howard Berguer, más conocidos como KNB EFX que, entre
otros trabajos, son los responsables de los zombis de Walking Dead (2010 - ). También
habría que destacar la caracterización del Aviador Nocturno que, aunque nos la
spoilean en el poster de la cinta, resulta bastante impactante la primera vez
que aparece en pantalla. Yo diría que es una mezcla entre un demonio y un orco,
pero con dos colmillos a lo morsa porque al fin y al cabo es un vampiro.
En fin, The Night Flier
es una película que me sorprendió muy gratamente porque tiene ese aura
siniestra y fantástica característica de las producciones de terror de los 80 y
principios de los 90 como: Creepshow (1982), Tales from the Darkside
(1983-1988), Pet Semetary (1989), … No os quiero engañar, no es ninguna una
joya oculta, porque tiene algún que otro fallo, pero conserva el encanto que
desprenden las historias de Stephen King. Además, los fans del escritor, pueden
entretenerse buscando todas las referencias que hay de sus relatos y libros a
lo largo de la película. Así que no dudéis en darle una oportunidad a The Night
Flier y disfrutad de una de las grandes adaptaciones del maestro del Terror.