Me encanta que llegue la primavera con su explosión de luz y color, pero el cambio de temperatura que tanto ansío, a mi cuerpo le sienta fatal. Me trastorna el sueño y mi capacidad de concentración es practicamente nula y esa es la razon por la que los últimos meses no actualizo tan a menudo en el blog. Sin embargo, aunque me ha llevado mucho más tiempo realizarla, quería recompensaros que una entrada especial. Ya sabéis que me encanta Filmin y que lo considero una autentica joya para cualquier cinéfilo y, especialmente, para nosotros, los Horror Lovers. Así que ya no me enrollo más y aquí os dejo con la tercera tanda de películas imprescindibles del catálogo de este canal de este grandioso canal de streaming.
THE HOST (2006)
Esta
película se convirtió en todo un fenómeno, cuando en 2006 se convirtió en la
película más taquillera de Corea del Sur en toda su historia. Además, cosechó varios premios en festivales como el nuestro de Sitges y contó con una gran aceptación por parte del público. Si esto no es suficiente
reclamo para que os lancéis a ver esta película, dejad que os convenza un
poquito más.
Una
de las cosas que más me llamó la atención cuando comencé a ver cine surcoreano,
sobretodo de género y thrillers, fue la elección de sus protagonistas. No eran
personas memorables, o los héroes a los que nos tiene acostumbrados Hollywood,
sino más bien personas problemáticas o directamente despojos de la humanidad
que tienen que enfrentarse a situaciones extremas que les vienen demasiado
grandes. Otra de las curiosidades de este cine es que la policía, normalmente,
aparece retratada cómo una banda de incompetentes, maleducados y con pocas
luces. Si no me creéis solo tenéis que echarle un vistazo a Memoires of a
murder (2003) o la reciente, The Wailing (2016), para comprobarlo.
Pues
bien, en The Host, los habitantes de Seúl verán como una gigantesca criatura
que ha surgido del río Han, devora todo lo que se encuentra a su paso. En medio
de este tremendo caos, una niña es raptada por el monstruo y su familia, que
regenta un quiosco cerca del río, será la encargada de salvarla.
El responsable de esta película no es otro que
Boon Joon-Ho, quién se dio a conocer en la esfera internacional con la
grandísima Memories of a murder (2003), que os comentaba anteriormente. Tras
este impresionante thriller policíaco, siguieron otras películas igualmente
memorables como: Mother (2009) o Snowpiercer (2013). Todavía tiene pendiente
de estreno, Okja (2017), esa producción de Netflix venerada por los chicos de
Aguas Turbias.
En The Host seguiremos los pasos del padre de la niña
raptada, un pobre diablo descuidado y despreocupado que tendrá que armarse de
valor para salvar la vida de su hija, tras comprobar la incompetencia de las
autoridades. Nuestro protagonista,
interpretado por el magnífico Kang-Ho Song, no es para nada el típico Bruce
Willis o Schwarzenegger, si no más bien un borrachin sucio que no sabe ni cuidar de sí mismo. Él, junto con su hermana, candidata olímpica de tiro con
arco y el resto de su familia, emprenderán las búsqueda de la pequeña.
DON’T LOOK NOW (1973)
Uno
de esos thrillers psicológicos con toques sobrenaturales que son todo un clásico
del género y que está a la altura de joyas como: Rosemary’s Baby (1968), The Exorcist
(1973), The Omen (1976) o The Shining (1980).
Tras
la muerte de su hija, Laura y John Baxter se han trasladado a Venecia por el trabajo
de él. Allí conocerán a dos hermanas, una de ellas con poderes psíquicos, que dice
haber contactado con su hija. A partir de este momento, la vida de la pareja se
verá sumergida en una espiral de extraños sucesos.
La
atmósfera de esta película te atrapa y te inunda del mismo sentimiento de
angustia y desconcierto que viven los protagonistas. Una pareja, interpretada a
la perfección por dos actores de la talla de Donald Sutherland y Julie
Christie, que verán como la superación de la muerte de su hija, les llevará por
unos derroteros inimaginables. Una inquietante médium ciega, el abrigo rojo tan
icónico de esta película, un asesino que ronda la ciudad y una Venecia
totalmente deprimente y siniestra hacen de esta película una joya que ningún amante
del género se debería perder.
OCULUS (2013)
Segunda
película del ya conocido Mike Flanagan que, en los últimos 6 años, se ha
convertido en un director a tener en cuenta dentro del cine de terror. Es de
los pocos cineastas que puede decir que he visto toda su filmografía y, aunque
ninguna de sus trabajos me parece una auténtica joya, he disfrutado muchísimo
con todos ellos.
Oculus
nos presenta a dos hermanos, marcados por la tragedia en su más tierna infancia.
Cuando el hermano sale de la cárcel, tras cumplir condena por el asesinato de
sus padres, su hermana intentará exonerarle, demostrando que un antiguo espejo
maldito es el auténtico responsable de los crímenes.
Esta
cinta pertenecería a ese grupo de películas dedicadas a objetos malditos como: Poltergeist
(1982), Christine (1983), The Ring (2002) o Drag me to hell (2009). Un recurso
muy utilizado en el cine de terror y que tiene su mayor exponente en ese subgénero
ya, de muñecos mortíferos.
El MÁS ALLÁ (1981)
Sin
ninguna duda la obra cumbre del maestro del gore, Lucio Fulci. Una película
considerada de culto y la segunda entrega de su trilogía de la muerte que se
completaría con Miedo en la ciudad de los muertos vivientes (1980) y Aquella
casa al lado del cementerio (1981).
Liza
Merril ha heredado un hotel que decide reformar antes de reabrirlo al público.
Se empezarán a producir una serie de accidentes de carácter sobrenatural que
asustarán terriblemente a Liza y es que lo que todavía no sabe, es que el sótano
del hotel está construido sobre una de las puertas del infierno…
El hilo argumental de esta película es un poco
difuso, pero supone un espectáculo visual de imágenes macabras, sangrientas y
violentas que ponían de manifiestos las obsesiones del director: ataques de
animales, muertos vivientes con rostros destrozados y cubiertos de gusanos, ojos
ciegos, … La ambientación onírica, surreal y apocalíptica de muchas de las
escenas es una auténtica delicia que te hace olvidar la falta de conexión
entre las diferentes partes. En concreto, la escena final es absolutamente sublime.
ALL THE BOY LOVE MANDY LANE (2006)
Una
de las películas que mi gran amigo, el Reverendo Wilson, no dejó de
recomendarme hasta que la vi. La verdad es que le agradezco mucho esta insistencia
porque me pareció un slasher adolescente diferente e innovador.
Un
grupo de adolescentes deciden pasar el fin de semana en un rancho en el campo e
invitan al objeto de deseo del instituto, Mandy Lane, con la intención de
conquistarla. Sin embargo, un cruel asesino que ronda la zona, les va a aguar
la fiesta y los va a eliminar uno a uno.
La
cinta está rodada con una marcada estética setentera: imagen granulada, una
representación de los jóvenes sucia y nada idealizada, una gama de colores ocres
y suaves, una banda sonora con reminiscencias a esta época, etc. Todos estos
elementos, unidos al desarrollo de la acción en una granja, nos recuerda irremediablemente
a The Texas Chain Saw Massacre (1974).
En
los últimos 15 minutos de la cinta se produce un giro en los acontecimientos,
en los que la brutalidad toma las riendas de esta historia que pretende
dejarnos con el culo torcido.
WHAT WE DO IN THE SHADOWS (2014)
Una
de las grandes comedias de terror de los últimos años, que nos muestra en
formato mockumentary, la vida de un grupo de vampiros que comparte piso en Nueva
Zelanda. La historia esta construida como una especie de reportaje con
entrevistas y grabaciones del grupo, en las que se pretende mostrar la
adaptación de estos chupasangres a la vida moderna. La iconografía vampírica
como: crucifijos, ajos, invitaciones a entrar en los sitios o ataúdes, se usa
aquí a modo de excusa para provocar gags de lo más graciosos y rocambolescos.
Uno
de los aciertos de esta película es la gran definición de sus personajes. Cada
vampiro tiene una personalidad y una forma diferentes de actuar pero, además, han sido creados a imagen y semejanza de algunos de los vampiros más conocidos de
la historia del cine.
Una
sátira del subgénero vampírico que supone un soplo de aire fresco para el
formato del falso documental y nos vuelve a reconciliar con este monstruo, al
que la saga Crespúsculo ha hecho tanto daño.
¿Quién
dijo que el género zombi estaba muerto? ¡Qué va! Sólo tenía que venir el cine
asiático para impulsarlo.
Desde
Japón, nos llega esta propuesta basada en el comic homonimo, en la que
Hideo, un frustrado dibujante de manga, verá como su vida se derrumba en un
trabajo precario y una relación de pareja fallida, pero, lo peor, todavía está por llegar. Una epidemia está convirtiendo a los habitantes de Tokyo en ZQN,
unos seres sedientos de sangre que guardan ciertos vestigios de su vida pasada.
Hideo tendrá que hacer uso de todo su valor para poder escapar con vida de la ciudad.
Durante
su huida, el protagonista se irá encontrando con una serie de personajes que le mostrarán todas las variantes de la naturaleza humana y le pondrán en situaciones de lo
más peliagudas.
La
propuesta, de lo más entretenida, con espectaculares escenas de acción, grandes
dosis de humor y un ritmo trepidante, promete hacer las delicias de los amantes
de los no-muertos. Nos os podeis perder las escenas protagonizadas por el
zombi atleta con el que yo me desternillaba de risa.
Si
el amor es algo difícil de encontrar y mantener, imaginaros lo que supondría
enamorase de una persona que oculta un terrible secreto de proporciones
sobrenaturales. Pues eso es lo que le va suceder a nuestro protagonista. Evan,
un joven norteamericano que acaba de perder a su madre y decide viajar a Italia
para volver a encontrarse a sí mismo, conoce a una chica divertida y enigmática
que oculta un secreto primigenio.
Muchos
la han comparado con la película de Linklater, Before the sunrise (1995), y la
verdad es que algo de razón tienen. Un joven americano y una mujer europea se enamoran
en un paraje idílico, mientras hablan y hablan. Lo único en lo que se diferencia
esta película es en el contenido fantástico y sangriento que va complicando la
historia de amor de estos dos jóvenes.
Una
película con una fotografía preciosa que nos sumerge en una historia de amor
diferente. Puede que Spring no sea del agrado de todo el mundo y que algunas
personas la tachen de lenta y carente de acción, pero si dejáis que su magia os
envuelva, seguro que disfrutaréis del viaje.
WHAT EVER HAPPEN TO AUNT ALICE (1969)
¿Esta
es una de esas películas que surgieron a rebufo de What Ever Happenned to Baby
Jane? (1962), hasta tal punto, que prácticamente copiaron el título. Sin embargo, en este caso, esto no es nada malo porque estamos frente a una película muy interesante
protagonizada por otras dos grandes damas de la escena.
Ruth
Gordon se ofrece como ama de llaves para trabajar en la casa que la viuda
Claire Marrable tiene en Tucson, Arizona. Sin embargo, la verdadera razón por
la que Ruth se ha interesado por esta oferta de trabajo que no necesita es
investigar la misteriosa desaparición de su amiga Edna, que tiempo atrás trabajó en esa misma casa.
Si
Asami Yamazaki en Audition (1999) y Lola en The Loved Ones (2009) os pusieron
la piel de gallina, nuestra querida Claire Marrable no se queda atrás. Una
mujer de mediana edad, viuda y de apariencia amable es en realidad una mujer fría
y despiadada que no dudará en matar a quién sea necesario para seguir conservando
su alto nivel de vida.
El
tándem formado por Geraldine Page y Ruth Gordon funciona a la perfección y nos
proporcionán un duelo interpretativo a la altura del que años antes nos
proporcionaran Davis y Crawford.
What
Ever Happened to Aunt Alice? emana ese regusto de los thrillers de antaño, de
las comedias negras y de los personajes histriónicos y enajenados que consiguen
poner al espectador en una encrucijada. Por un lado, son seres despreciables que
merecen ser capturados, pero por otro, no queremos dejar de disfrutar de sus
maquinaciones y fechorías.
MONKEY SHINES (1988)
Y
no podía faltar una recomendación de uno de mis géneros favoritos, el de los
animales mortíferos. Ésta película la vi para el programa de Aguas Turbias en
el que participé y que deberíais escuchar tras el visionado
de Monkey Shines porque creo que puede ser muy productivo.
La
película nos pone en la piel de un joven deportista que, tras un terrible
accidente, se queda tetrapléjico. Para ayudarle en sus tareas cotidianas,
contará con la ayuda de una mona amaestrada que pronto empezará a mostrarse
celosa y no dejará que nadie se entrometa en sus vidas. La relación entre el
joven y la mona será tan estrecha que ésta llevará acabo sus más oscuros
secretos.
George
A. Romero no se ha dedicado exclusivamente al género zombi, sino que en su filmografía
podemos rescatas algunos títulos que nada tienen que ver con lo no muertos,
como ésta que os traigo hoy.
Monkey
Shines es una película bastante curiosa en la que las drogas experimentales,
mezcladas con esa imaginación desbordante de los 80, permite a un mono tener una
conexión extrasensorial con un parapléjico y consumar los deseos de venganza
que éste no sabe si quiera que tiene.
Totalmente
imperdibles esas escenas de mirada intensa de nuestro protagonista,
interpretado por Jason Beghe, que como sólo podía interpretar con su cara, nos
otorga unas miradas que ni el mismísimo Vicent Price. Tampoco tiene desperdicio
la interpretación de Ella, la mona celosa y sanguinaria.