martes, 14 de junio de 2016

AS ABOVE SO BELOW (2014)




Si hace algunas semanas os traía una película polémica como The Witch (2015) que tiene al público divido entre quienes la aman y a quienes les parece un tostón, hoy os traigo otra que también provocó la misma controversia en su momento. Esta división de opiniones es algo habitual en el cine de terror ya que está claro que no a todo el mundo le dan miedo las mismas cosas y que, a veces, las campañas publicitarias, en su intento por captar espectadores, son muy engañosas y provocan que nos enfrentemos a las películas con expectativas erróneas.

Supongo que ya os lo conté en mi critica de la magnífica The Descent (2005), pero tengo pavor a las cuevas, grutas y todo ese tipo de lugares de los que no tengo muy claro cómo voy a salir. Es algo que me aterra y me atrae a partes iguales porque a mí, que soy muy aventurera, me encantaría inspeccionar el interior de la tierra pero, de momento, me conformo con verlo con total seguridad desde mi sillón, jejeje.

Una arqueóloga cree haber descubierto la localización de la piedra filosofal de Nicolás Flamel oculta en las catacumbas de Paris. Entusiasmada con el descubrimiento, contrata a un grupo de expertos que, junto con un periodista que está grabando un documental sobre ella, se adentrarán en el interior de esa intrincada red de túneles que se encuentran bajo las calles de Paris y que les guiará hasta el mismísimo infierno.

As above so Below está escrita y dirigida por los hermanos Dowdle. Sin embargo, la idea de ambientar una película de terror en las catacumbas de Paris fue del director ejecutivo de Legendary Pictures, Thomas Tull, que contactó con ellos y les encargó la historia. Los hermanos son conocidos por The Poughkeepsie Tapes (2007), Quarentine (2008), remake instantáneo de la española REC (2007) y Devil (2010), más conocida como la película del ascensor maldito, jejeje. En su último trabajo, No Escape (2015), los hermanos han aparcado el género de terror y se han decantado por un thriller de acción con varias caras conocidas como la de Owen Wilson o Pierce Brosnan.
La cinta que tenemos entre manos es un mockumentary en el que se mezcla el terror y la aventura, es decir, una combinación entre The Blair Witch Project (1999) y las películas de Indiana Jones. Como ya dije en un tweet que publiqué tras el visionado de As above so Below, creo que ésta era la película que le hubiese gustado hacer a Aja y compañía, en vez del truño de La Pyramid (2014) porque menuda castaña les salió. La angustia y el agobio que me provocaba ver a los protagonistas adentrándose más y más en esos túneles por los que ya no podían volver, fue considerable. Sé que esta película no es ninguna maravilla pero me encantó la forma en la que consiguió sugestionarme.

El punto de partida de la película es la búsqueda de esa reliquia oculta que tan ansiosamente quiere conseguir Scarlett, la intrépida y carismática arqueóloga interpretada por Perdita Weeks. A medida que el equipo se van introduciendo en esa intrincada red de túneles y pasadizos subterráneos, todos sus miedos, errores y aquello de lo que se arrepienten, empezará a manifestarse tan vívidamente que les hará confundir la realidad con las alucinaciones conduciéndoles a un estado de locura y paranoia absoluto. 
Algo que me llamó la atención de la producción fue averiguar que no se utilizaron apenas decorados, sino que se grabó en las auténticas catacumbas de Paris. Si de algo puede estar orgullosa esta película de bajo presupuesto es de haber sido la primera en obtener el permiso de gobierno francés para grabar en las zonas cerradas al público. Contar con este beneficio también les acarreó más de un inconveniente, ya que grabar en túneles subterráneas a varios metros de profundidad, no son las condiciones más idóneas para un rodaje. En los túneles no había electricidad por lo que tenían que utilizar las luces frontales de los cascos de los actores para iluminar las escenas, no había cobertura, no funcionaban los walkie-talkies, estaban rodeados por cientos de esqueletos de hace cientos de años,… Vamos, que no les hacía falta mucho más para reproducir una atmósfera tenebrosa y mal rollera porque lo tenían todo, jejeje. Si queréis saber más sobre la grabación en las catacumbas os dejo un video oficial de la película.


Debido a estas condiciones de grabación está más que justificado que utilizaran el formato de mockumentary. Además, el hecho de documentar una expedición por zonas no permitidas al público, tiene su razón de ser, así como el seguir grabando a pesar de estar huyendo y aterrados, ya que necesitan la luz del foco de la cámara para saber por dónde van.

Una de las cosas de las que sí peca esta película es que termina haciéndose un poco repetitiva y larga, a pesar de que tiene 1 hora y media de duración. Las alucinaciones y apariciones se hacían demasiado recurrentes. Tampoco es que tenga muchas escenas de terror, más bien lo que transmite es el miedo y la claustrofobia que supone el ir descendiendo por túneles por los que ya no se puede volver porque se han colapsado, inundado o desaparecido. Como bien reza la frase que aparece en el cartel de la película: “La única salida está hacia abajo”.
En definitiva, a mi As above so Below me funcionó ya que, como os he comentado, consiguió angustiarme y que me revolviese intranquila en el sillón y esto no me pasaba desde Last Shift (2014). Seguramente sea uno de mis placeres culpables, pero quien esté libre de pecado…. Por cierto, a quién le guste seguir pecando, hay otra película llamada Catacoms (2007) que como su propio nombre indica tiene lugar en las catacumbas de Paris, aunque verdaderamente se grabó en unos estudios en Bulgaria. Esta cinta cuenta cómo tras una fiesta celebrada en este emplazamiento, una de las chicas se separa del grupo y suceden cosas… ¿Alguien se atreve con ella?