sábado, 14 de noviembre de 2015

SLITHER (2006)


Siempre me han encantado los carteles de las películas y retengo muchos de ellos en mi memora desde pequeña, cuando solía acompañar a mi padre al videoclub y me escabullía a la sección de terror para ver todas esas carátulas tan impactantes.  Slither (2009) ya me pilló más mayor, pero posee también una de esas portadas inolvidables: la pierna de una mujer asomando por una bañera a la que están subiendo una especie de babosas gigantes. No había encontrado el momento para ver esta película hasta que hablaron muy bien de ella en el podcast de 31 días de terror que el blog El pájaro Burlón realiza durante el mes de octubre. Creo que, esta película en concreto, la reseñan en su especial del año pasado pero es que desde que descubrí el podcast lo estoy devorando, jeje.
Un meteorito que alberga un parásito alienígena cae en un pequeño pueblo de la América profunda. El hombre más rico del pueblo, Grant Grant, es el primer infectado por este parásito que tomará el control de su cuerpo, su conciencia y empezará a transformarlo en un ser deforme. El parásito intentará dominar a todos los habitantes del pueblo mediante unas larvas que ha generado y que al infectar a los humanos hace que éstos se conviertan en zombis sedientos de sangre. El sheriff del pueblo y su antiguo amor serán los encargados de acabar con este alienígena que está dispuesto a apoderarse de  la especie humana.
La película fue escrita y dirigida por James Gunn, hoy bastante conocido por haber sido el responsable de la aclamada Los guardianes de la galaxía (2014). Gunn inició su carrera en Troma Entertaintment, una productora y distribuidora americana independiente especializada en la realización de películas de bajo presupuesto que se caracterizan por sus numerosas escenas de sexo, violencia y grandes dosis de sangre.
Una de las mejores bazas de esta película es el gran elenco de actores con los que cuenta. Un Michael Rooker inmenso en su papel de Grant Grant, cuya transformación en pulpo viscoso alienígena está muy bien hecha y requería, nada más y nada menos, de 7 horas y media de maquillaje. Para que luego digan que el trabajo de los actores no es duro, jejeje. En el papel de su esposa tenemos a la siempre encantadora Elisabeth Banks, que aquí me recuerda a la típica rubia guapa y elegante de las películas de Hitchcock. El sheriff del pueblo no es otro que Nathan Fillion, el simpático Castle (2009 - ), así que cuando lo vi aparecer a los pocos minutos de metraje supe que esta película  no iba a tener un tono muy serio, que digamos.

Slither es un tributo a todas esas películas de ciencia ficción de serie B de los años 70 y 80 que tanto nos hicieron disfrutar. Presenta muchos de los tópicos habituales en este tipo de producciones: policías poco espabilados, un alcalde estúpido al que únicamente le preocupa su reelección, lugareños paletos, etc. Pero a pesar de que todos estos elementos están muy vistos, Gunn le da un toque especial que hace que todo encaje a la perfección y que Slither sea un producto muy divertido y disfrutable.
El balance entre humor y horror de la película está muy bien equilibrado. Es gracioso ver cómo estas personas se enfrentan de una forma “seria” al ataque de babosas alienígenas que quieren introducirse en su cuerpo para controlar su mente. También es cierto que la película hace uso de gags y chistes fáciles, sobre todo en boca de ese alcalde tan maleducado y primitivo, interpretado por Gregg Henry. Por cierto, el nombre que tiene su personaje, Jack MacReady rinde homenaje al protagonista de esa joya de la ciencia ficción, La cosa (El enigma de otro mundo) (1982).

En una entrevista Gunn contó que la idea de esta película le había surgido un día que estaba cenando con su hermano y éste le pregunto qué sería lo más aterrador que se le ocurriría plasmar en un largometraje. Gunn le describió exactamente la escena que posteriormente reproduciría en Slither en la que una de estas babosas extraterrestres intenta introducirse en la boca de una adolescente mientras ésta estaba dándose un baño tranquilamente. Sin duda, una de las mejores y más aterradoras escenas de toda la película. Sin embargo, cuando se estrenó esta producción canadiense, allá por el año 2009, se generó una gran polémica a su alrededor ya que la tachaban de ser una copia de El terror llama a su puerta (1986). Gunn se defendió de las acusaciones alegando que no había visto dicha película hasta después de estrenar la suya, pero que ineludiblemente ambas habrían bebido de las mismas fuentes de inspiración: Vinieron de dentro de… (1975), Las mosca (1986), Basket Case (1982),… Yo que he visto ambas películas  puedo decir que ambas parten de la misma premisa: una babosa alienígena que se introduce por la boca de los humanos y los convierte en unos pseudo-zombis. Hasta ahí las similitudes porque todo lo demás es diferente. En la película de Gunn todos los humanos infectados que se convierten en zombis pasan a tener una conciencia única controlada  por el parásito que domina a Gran Grant, mientras que en la película del 86 no. La mayor parte de los protagonistas de la cinta ochentera son adolescentes mientras que en Slither sólo aparece la chica del episodio en el baño que os comentaba antes y el resto son los habitantes del pueblo que, como nos enseñan muy bien en la secuencia inicial, son mayoritariamente gente de mediana edad y ancianos. De hecho los más jóvenes y atractivos son los protagonistas y deben rondar los 40. No quiero extenderme más con este tema pero, resumiendo, creo que tienen bastantes diferencias.
Los efectos especiales y de maquillaje están muy bien realizados para la época de la cinta y se hizo poco uso de CGI, lo que siempre es de agradecer para los eternos enamorados de los métodos tradicionales, como una servidora.

Una de las partes que más me gustó en Slither se refiere a los recuerdos del parásito, en los que ataca y conquista otros planetas. Me parece que enriquece bastante la historia el mostrar las motivaciones del alienígena huyendo de lo habitual: máquinas de exterminación humana de las que desconocemos la razón de esa mala uva o ¿por qué los Aliens quieren acabar con los humanos?
En definitiva, Slither es una película divertidísima, con unos parásitos alienígenas de lo más asquerosos y unos protagonistas entrañables con los que, sin duda, disfrutaréis de lo lindo. Y , en serio, no os podéis perder la mutación de Michael Rooker, así que ya estáis tardando en abalanzaros sobre el sillón y poneros a verla.