Siempre me han encantado los carteles de las
películas y retengo muchos de ellos en mi memora desde pequeña, cuando solía
acompañar a mi padre al videoclub y me escabullía a la sección de terror para
ver todas esas carátulas tan impactantes.
Slither (2009) ya me pilló
más mayor, pero posee también una de esas portadas inolvidables: la pierna de
una mujer asomando por una bañera a la que están subiendo una especie de
babosas gigantes. No había encontrado el momento para ver esta película hasta
que hablaron muy bien de ella en el podcast de 31 días de terror que el blog El pájaro Burlón realiza durante el mes de octubre. Creo que, esta película en
concreto, la reseñan en su especial del año pasado pero es que desde que
descubrí el podcast lo estoy devorando, jeje.
Un meteorito que alberga un parásito alienígena cae en
un pequeño pueblo de la América profunda. El hombre más rico del pueblo, Grant Grant, es el primer infectado por
este parásito que tomará el control de su cuerpo, su conciencia y empezará a
transformarlo en un ser deforme. El parásito intentará dominar a todos los
habitantes del pueblo mediante unas larvas que ha generado y que al infectar a
los humanos hace que éstos se conviertan en zombis sedientos de sangre. El
sheriff del pueblo y su antiguo amor serán los encargados de acabar con este
alienígena que está dispuesto a apoderarse de
la especie humana.
La película fue escrita y dirigida por James Gunn, hoy bastante conocido por
haber sido el responsable de la aclamada Los
guardianes de la galaxía (2014). Gunn
inició su carrera en Troma Entertaintment,
una productora y distribuidora americana independiente especializada en la
realización de películas de bajo presupuesto que se caracterizan por sus
numerosas escenas de sexo, violencia y grandes dosis de sangre.
Una de las mejores bazas de esta película es el gran
elenco de actores con los que cuenta. Un Michael
Rooker inmenso en su papel de Grant
Grant, cuya transformación en pulpo viscoso alienígena está muy bien hecha
y requería, nada más y nada menos, de 7 horas y media de maquillaje. Para que
luego digan que el trabajo de los actores no es duro, jejeje. En el papel de su
esposa tenemos a la siempre encantadora Elisabeth
Banks, que aquí me recuerda a la típica rubia guapa y elegante de las
películas de Hitchcock. El sheriff
del pueblo no es otro que Nathan Fillion,
el simpático Castle (2009 - ), así
que cuando lo vi aparecer a los pocos
minutos de metraje supe que esta película no iba a tener un tono muy serio, que digamos.
Slither es un tributo a todas esas películas de ciencia
ficción de serie B de los años 70 y 80 que tanto nos hicieron disfrutar.
Presenta muchos de los tópicos habituales en este tipo de producciones:
policías poco espabilados, un alcalde estúpido al que únicamente le preocupa su
reelección, lugareños paletos, etc. Pero a pesar de que todos estos elementos
están muy vistos, Gunn le da un toque
especial que hace que todo encaje a la perfección y que Slither sea un producto muy divertido y disfrutable.
El balance entre humor y horror de la película está
muy bien equilibrado. Es gracioso ver cómo estas personas se enfrentan de una
forma “seria” al ataque de babosas alienígenas que quieren introducirse en su
cuerpo para controlar su mente. También es cierto que la película hace uso de
gags y chistes fáciles, sobre todo en boca de ese alcalde tan maleducado y
primitivo, interpretado por Gregg Henry. Por cierto, el nombre que tiene
su personaje, Jack MacReady rinde
homenaje al protagonista de esa joya de la ciencia ficción, La cosa (El enigma de otro mundo) (1982).
En una entrevista Gunn contó que la idea de esta película le había surgido un día que
estaba cenando con su hermano y éste le pregunto qué sería lo más aterrador que
se le ocurriría plasmar en un largometraje. Gunn
le describió exactamente la escena que posteriormente reproduciría en Slither en la que una de estas babosas
extraterrestres intenta introducirse en la boca de una adolescente mientras
ésta estaba dándose un baño tranquilamente. Sin duda, una de las mejores y más aterradoras
escenas de toda la película. Sin embargo, cuando se estrenó esta producción
canadiense, allá por el año 2009, se generó una gran polémica a su alrededor ya
que la tachaban de ser una copia de El
terror llama a su puerta (1986). Gunn
se defendió de las acusaciones alegando que no había visto dicha película hasta
después de estrenar la suya, pero que ineludiblemente ambas habrían bebido de
las mismas fuentes de inspiración: Vinieron
de dentro de… (1975), Las mosca
(1986), Basket Case (1982),… Yo
que he visto ambas películas puedo decir
que ambas parten de la misma premisa: una babosa alienígena que se introduce
por la boca de los humanos y los convierte en unos pseudo-zombis. Hasta ahí las
similitudes porque todo lo demás es diferente. En la película de Gunn todos los humanos infectados que se
convierten en zombis pasan a tener una conciencia única controlada por el parásito que domina a Gran Grant, mientras que en la película
del 86 no. La mayor parte de los protagonistas de la cinta ochentera son
adolescentes mientras que en Slither
sólo aparece la chica del episodio en el baño que os comentaba antes y el resto
son los habitantes del pueblo que, como nos enseñan muy bien en la secuencia
inicial, son mayoritariamente gente de mediana edad y ancianos. De hecho los
más jóvenes y atractivos son los protagonistas y deben rondar los 40. No quiero extenderme más con
este tema pero, resumiendo, creo que tienen bastantes diferencias.
Los efectos especiales y de maquillaje están muy
bien realizados para la época de la cinta y se hizo poco uso de CGI, lo que
siempre es de agradecer para los eternos enamorados de los métodos
tradicionales, como una servidora.
Una de las partes que más me gustó en Slither se refiere a los recuerdos del
parásito, en los que ataca y conquista otros planetas. Me parece que enriquece
bastante la historia el mostrar las motivaciones del alienígena huyendo de lo
habitual: máquinas de exterminación humana de las que desconocemos la razón de
esa mala uva o ¿por qué los Aliens quieren acabar con los humanos?
En
definitiva, Slither es una película divertidísima,
con unos parásitos alienígenas de lo más asquerosos y unos protagonistas
entrañables con los que, sin duda, disfrutaréis de lo lindo. Y , en serio, no
os podéis perder la mutación de Michael
Rooker, así que ya estáis tardando en abalanzaros sobre el sillón y poneros
a verla.