martes, 14 de noviembre de 2017

NOCTURNA 2017: GAME OF DEATH / THE EVIL WITHIN / PHANTASM / MOM AND DAD


¿Pensabais que no llegaría nunca? Pues sí, aquí tenéis la última tanda de películas del Festival de Nocturna 2017 y os prometo que son las mas bizarras, locas y pasadas de vuelta de todo esta edición.


GAME OF DEATH



Hay películas que están concebidas con el único propósito de ser el divertimento del festival de turno y, en el caso del cine de terror, suelen ser cintas con grandes dosis de sangre, personajes planos y una trama absurda que sólo existe como telón de fondo para el festival gore que nos espera. ¿Esto es algo malo? No, si disfrutas de ella en un festival lleno de gente, en el que todo el mundo aplaude con las muertes o se ríe con las absurdeces y termina haciendo muy divertido un truño, que de otra manera hubiese sido infumable. ¿O a alguien le gustó realmente Green Inferno (2013) viéndola solo en su casa? 

Dicho esto, paso a comentaros brevemente el argumento de Game of Death, que como su propio título indica, un grupo de amigos jugarán a un macabro juego que les obligará a asesinar a otros, para no morir ellos. Sencillo, ¿verdad? Pues esto es lo que vamos a tener, un grupo de adolescentes, sin muchas neuronas, que se reúnen para beber y divertirse, pero acaban en la terrible encrucijada de tener que elegir entre convertirse en asesinos o ser aniquilados por el propio juego, mediante el estallido de su cabeza. La verdad es que hasta que se deciden por una u otra vertiente, a alguno de ellos se les hinchará la cabeza como un enorme globo, hasta que estalle estrepitosamente, poniéndolo todo perdido de sangre.

En algunas críticas la señalaban como la mezcla entre Jumanji (1995) y Natural Born Killers (1994), pero creo que esta comparativa le queda bastante grande. Carece de la sorpresa y el impacto que nos causó la primera y del carisma y empatía que nos provocaban los personajes de Oliver Stone. Uno de los principales problemas de Game of Death es precisamente que nos da absolutamente igual quién viva o muere porque no llegamos a conocer a ninguno de los protagonistas.

En definitiva, esta película de bajo presupuesto que a veces se deja notar en alguna de las escenas de muerte, dirigida por los canadienses Laurence Morais-Lagace y Sebastien Landry, es todo un festival de muertes, cabezas que estallan y adolescentes descerebrados que prometen hacernos pasar unos momentos muy divertidos, pero en compañía, por favor, que este no es un producto apto para ver en solitario.




THE EVIL WITHIN



Una de esas películas malditas o con un aura inquietante a su alrededor. The Evil Within fue el único trabajo de su director Andrew Getty, un multimillonario, adicto a las drogas que tardó 15 años en terminarla, tras sufrir problemas financieros, demandas, cambios en el equipo y fallecer trágicamente, antes de poder verla acabada. La película se terminó gracias al productor Michael Lucery y es bastante probable que difiera de la idea que Getty tenía en mente.

The Evil Within nos pone en la piel de Dennis, un treintañero discapacitado y con tendencias sociópatas que vive al cuidado de su hermano mayor en una lujosa casa. Dennis se hace amigo de la imagen que proyecta en un antiguo espejo y que le obliga a desatar una furia asesina, contra las personas que más quiere.

Esta película no hubiese sido posible sin la increíble interpretación de Frederick Koehler, que consigue hacer perfectamente creíble dos personajes con la misma apariencia, pero con expresiones y actitudes corporales totalmente diferentes. Acompañándole tenemos a Sean Patrick Flanery y Dina Meyer, dos rostros conocidos de los años 90 y que contribuyen a generar este aura onírica y de otro tiempo.

Getty concibió un guión muy extraño que nos adentra en la mente perturbada de un loco, en la que la delgada linea que separa las pesadillas de la realidad, se desdibuja. Aunque Dennis es un chico retrasado y tímido que nos produce ternura, el álter ego que aparece reflejado en el espejo, interpretado por el mítico Michael Berryman, en un ser malvado y conspirador que conducirá al Dennis real, a cometer pequeños asesinatos contra animales, en un primer momento para más tarde convencerlo que debe acabar con todas las personas que tienen relación con él.  

The Evil Within es de esas películas que deben digerirse lentamente y, aunque nada más verla no me entusiasmó y estaba segura que de haberla visto sola en casa no la hubiese soportado, me alegra haber tenido la oportunidad de enfrentarme a este producto tan personal y bizarro que, aunque adolece de un guión, a veces incoherente y muy bizarro, en conjunto en una obra única e interesante. No es una cinta fácil de recomendar porque no creo que sea del gusto de mucha gente, pero si os atrevéis a entrar en los retorcidos recovecos de la mente de Dennis, adelante, os espera un viaje de lo más aterrador.  





PHANTASM (1979)



Este fue el único clásico que vi en el Festival y la verdad es que le tenía bastante ganas porque es el inicio de unas de esas sagas míticas del cine de terror que nunca había encontrado el momento de comenzar. Debo reconocer que me debatía entre la sensación de pereza máxima y las ganas de conocer al hombre alto, así que ya sabéis cuál ganó, jajaja. 

Como ya todos sabréis, Phantasm cuenta o lo pretende, la historia de un joven que ve como un hombre alto levanta, sin ayuda de nadie, el ataúd en el que yace el amigo de su hermano, recientemente fallecido. Cuando el chico se lo cuenta a su hermano, éste no le cree, pero no contento con eso, decide seguir más de cerca a este personaje tan siniestro. A partir de aquí, una pesadilla con esferas asesinas, extraños enanos y un enterrador de lo más siniestro harán de sus vidas una auténtica pesadilla de la que no podrán despertar.

Obra magna del mítico Don Coscarelli, que convirtió la saga de Phantasm en su buque insignia y, al hombre alto, en todo un icono del cine de terror. También hay que valorarle que, en una época en la que el slasher irrumpió con fuerza en el séptimo arte, él decidiese alejarse totalmente de este tipo de producción y prefiriera embarcarse en una película más centrada en el terror psicológico. 


Phantasm es de esas películas que una vez vista, me planteo cómo ha llegado a convertirse en una cinta de culto. Cierto es que tiene un antagonista carismático, interpretado por el ya imponente, Angus Scrimm, una atmósfera muy personal y onírica, una artilugio aniquilador muy efectivo: la esfera plateada que perfora el cerebro y de la que sale la sangre a propulsión pero, ¿que me decís de la trama? ¿No os resulta bastante inconexa, como si fuesen un montón de escenas unidas por una misma atmósfera y puesta en escena? Seguramente esto se deba a los recortes de posproducción, que acabaron con el hilo de la historia que nos quería transmitir Coscarelli pero, a pesar de ello, Phantasm consiguió captar la atención de legiones de seguidores que veían en esta cinta, el reflejo de esas pesadillas inconexas que nos acababan aterrorizando de igual manera.

Lo cierto es que Phantasm no me entusiasmó mucho, aunque me dejé seducir por su atmósfera pesadillesca. No descarto darle una oportunidad a sus secuelas, para ver si consigo echar algo de luz a una historia y una iconografía que no dejan de ser interesantes pero que, por lo menos en esta primera película, no fueron muy bien aprovechadas. 




MOM AND DAD



Y con el gran Nicolas Cage llegábamos a la clausura de Nocturna que, aunque muchos continuaron con la sesión golfa y la programación del domingo, para mí terminó aquí. Lo cierto es que no podrían haber hecho una mejor elección para cerrar una edición que, sin ninguna duda, se ha convertido en la mejor de estos 5 años de Festival. 

El argumento de Mom and Dad responde a la pregunta que ya por el año 1976 nos formuló el gran Chicho Ibañez Serrador, ¿Quién puede matar a un niño? Pues Nicolas Cage, Selma Blair y el resto de adultos de esta película, serán afectados por un extraño virus, de origen desconocido, que les despertará unas ansias irrefrenable de matar a sus propios hijos. 

A todo aquel que disfrutase con la adrenalina y la locura que destilaba la duología de Crank, dirigida por Brain Taylor y Mark Neveldine, les gustará esta comedia de humor negrísimo que, esta vez Taylor, dirige en solitario. Los constantes movimientos de cámara para trasmitir el ritmo frenético de la acción, las escenas es las que una multitud de adultos se lanzan contra sus hijos para intentar atacarlos de mil maneras posibles y ver a un Nicolas Cage poseído por un frenesí de locura, la convierten en una propuesta gamberra y perfecta para un cierre de Festival.

La película comienza presentándonos a esta típica familia norteamericana, con una hija adolescente que ha dejado de ser la niñita de sus ojos, un hijo pequeño que deja todos los juguetes tirados por la casa y unos padres, que ven como su juventud se ha esfumado y han quedado atrapados en sus aburridas vidas de carrozas. Tras esto, el extraño virus empieza a infectar a todos los adultos y convertir las calles y colegios en auténticos campos de batalla. No hay muchas escenas sangrientas, porque más bien los que se pretende es sugerir estos infanticidios. Más que impactar lo que que la película busca es incomodar. 

Es curioso cómo el primer impulso de Selma Blair, al presenciar esta especie de purga contra los niños, es correr hacia su casa para salvar a sus hijos pero, cuando éstos se cruzan en su ángulo de visión, algo se activa en su cerebro y ya lo único en lo que piensa es en aniquilarlos. Lo mismo le pasará a Cage cuando llegue a la casa y así pasaremos a la segunda parte de la historia que se convierte en una especie de asedio con mazos y cuchillo eléctricos para para alcanzar a los niños que se han encerrado en el sótano.

Aunque Mom and Dad es un gran producto de serie B, hecho para el cachondeo y despiporre festivalero, si que es cierto que, en algunos momentos, se echa de menos un poco más de mala leche y sangre. Pero, en definitiva, Mom and Dad es una gran cinta de entretenimiento que, aunque no es perfecta y su final abrupto te produce la sensación de que el rollo de película se ha quemado, dejando para el olvido el desenlace de la cinta, te deja con la satisfacción de haber visto al Nicolas Cage más histriónico y pasado de vueltas de la historia, jejeje. Una película bastante recomendable para haceros pasar un buen rato, pero mantenerla lejos de aquellos padres a los que veáis un poco desbordados, porque esta película no puede hacer más que sugerirles ideas un tanto radicales, jejeje.





Y aquí termina mi paso por el Nocturna 2017. No voy a perder ahora el tiempo comentando el palmarés del Festival porque a estas alturas poco os puede interesar ya y, además, para variar, me perdí varias de las premiadas como Dhogs o Bajo la Rosa. Una vez ya pasado todo y leídas las valoraciones de mis compañeros horror lovers, lo único que lamento es haberme perdido el documental 78/52 y Matar a dios porque me han despertado muchísimo interés y espero volver a tener la oportunidad de verlas.

¿Que es lo que destacaría de esta 5º edición de Nocturna?

  • La gran elección de películas que sin duda ha sido la mejor de todos los años.

  • El mimo con el que la organización ha tratado a la prensa, respondiendonos a todas nuestras dudas rápidamente y asignandonos asientos centrales en la mayor parte de la sesiones (esto no suele ser lo habitual)
  • El entusiasmo y cariño con el que todo estaba organizado y que el nuevo director del Festival, Sergio Molina, nos transmitió en cada una de sus intervenciones.

  • Ese momento mágico que vivimos durante la entrega del premio como Maestro del Fantástico a Narciso Ibañez Serrador. Su presencia y sus palabras, se nos quedarán grabadas a todos los que tuvimos la suerte de vivir este momento.
  • Reconozco que, aunque en un primer momento no estaba muy segura con los cambios que había decidido introducir la nueva organización (fechas y desdoblamiento de sedes), tengo que reconocer que han sido todo un acierto y me han renovado la ilusión y el entusiasmo por nuestro festival de la capital, al que deseo un futuro muy fructífero y cargado de ediciones que yo pueda disfrutar, jejeje.