El verano ya está totalmente asentado y nos está
haciendo sufrir de lo lindo con este calor tan insoportable. Hay días que salgo
a la calle y me parece estar rememorando el sueño de Sarah Connor con la bomba
nuclear en Terminator 2 (1991), ¿no
os pasa a vosotros también? Para que disfrutéis del periodo estival, sentados
en vuestro sillón, con el aire acondicionado a tope y un vaso de tinto de
verano en la mano (probadlo, es la bomba, jejeje), os traigo una selección de
películas de terror de varios subgéneros pero con la particularidad de que
todas ellas se desarrollan en el periodo veraniego. No voy a hablaros de las típicas
cintas para esta fecha como podrían ser Tiburón
(1975) o Viernes 13 (1980), sino
que he elegido películas algo más desconocidas, pero igualmente buenas, que no podéis
perderos.
Survival australiano basado, tomándose ciertas
licencias, en hechos reales. Relata la terrible experiencia que vivieron dos
hermanas y el marido de una de ellas cuando, en sus vacaciones al norte de
Australia, un cocodrilo enorme devoró al capitán y volcó la barca que habían
alquilado en el Blackwater Barry tour
para pasar una jornada de pesca. Para alejarse lo máximo posible del agua se
suben a los árboles que pueblan el pantano, mientras piensan en una solución
para escapar de su terrible situación.
TRIANGLE (2009)
Película muy realista gracias, en parte, a que
retrata a unos personajes normales y corrientes, entre los que no se encuentra
ningún héroe, y al ritmo pausado utilizado para contar la historia. A pesar de
su lentitud es tensa y angustiosa ya que nadie sabe dónde se encuentran y las
posibilidades para escapar por si mismos son bastante limitadas.
Las actuaciones son bastante solventes y con cada
aparición del cocodrilo saltareis del asiento, aunque éste se muestre a
cuentagotas al más puro estilo de Tiburón
de Steven Spielberg. Aquí el
reptil no está creado por CGI, utilizaron varios ejemplares reales y sus planos
se superponían con los de los actores. Disponían de entrenadores y de un
zoólogo permanentemente a su disposición ya que para los primeros planos sí que
el cocodrilo y los actores estaban frente a frente.TRIANGLE (2009)
Una de mis películas de terror favoritas de los últimos años, aunque yo más bien diría que es una cinta de misterio que nos volverá locos con su intrincado puzle. Producción anglo-australiana que cuenta con el añadido de que la protagoniza, la que para mí es una de mis Scream Queens favoritas del cine de terror actual, la carismática Melissa George.
Jess (Melissa George) es una madre soltera estresada con
la crianza de su hijo autista. Su amigo Greg
la invita a pasar una mañana navegando en su yate junto a unos amigos suyos.
Desde el primer momento, Jess tiene
el presentimiento de que algo no marcha bien y sus temores se confirman cuando
son sorprendidos por una repentina tormenta que les obliga a abandonar el yate
y subir a un trasatlántico que aparece de repente. El buque parece estar
desierto, los relojes parados y a Jess
le resulta demasiado familiar el lugar…
Película con un guión innovador, inteligente y
enrevesado que requerirá de toda vuestra atención si no queréis perderos en una
trama un pelín complicada, pero de lo más absorbente. Al principio, puede
parecer que nos encontramos frente al típico slasher, con un asesino persiguiéndoles por el barco, pero no os
dejéis engañar, nos enfrentamos a una historia sobre ciclos y paradojas
temporales, locura, muerte,… La atmósfera es agobiante y muy tensa desde el mismo comienzo de la película y posee escenas impactantes que se quedarán grabadas para siempre en nuestra memoria. Hay dosis de sangre, sí, pero es más un ejercicio de intriga psicológica que de terror en estado puro.
DEEP BLUE SEA (1999)
Cuando hablamos de películas con animales mortíferos, suelo preferir aquellas en las que éstos se asemejan lo más posible a la realidad, ya que me aterroriza más pensar que lo que sucede en la película podría suceder en la vida real. Sin embargo, a pesar de que en Deep Blue Sea (1999) se usan tiburones alterados genéticamente, me divierte de lo lindo ver a esos enormes escualos, súper agresivos, que cazan de manera estratégica a imagen y semejanza de los velociraptores de Parque Jurásico (1993).
Un equipo de científicos está investigando una cura
contra el Alzheimer en una planta subacuática en medio del océano. Sin el
conocimiento de sus compañeros, la bióloga, Susan
McAlester, ha modificado genéticamente a los tiburones aumentando su
capacidad cerebral, lo que hace que segreguen una encima que contribuye a la
regeneración de los tejidos cerebrales. Sin embargo, todo esto tiene su
contrapartida, ya que los escualos se han convertido en animales mucho más
inteligentes, rápidos y letales, que no dudarán en atacar a todo el equipo para
conseguir su libertad.
Película
a la que muchos tachan de palomitera, pero que creo que cumple mucho mejor su función
que la mayoría de los blockbusters que tenemos hoy en día en la cartelera. Deep Blue Sea es entretenida, posee
escenas míticas como la protagonizada por Samuel
L. Jackson y, en definitiva, es una película perfecta para disfrutar
durante una noche de verano. RACE WITH THE DEVIL (1975)
No está muy claro que esta película se desarrolle en
verano, ya que todos van con ropa de abrigo aunque, una de las escenas
principales tiene lugar durante un baño en la piscina. De todas maneras, he
decidido incluirla en esta lista porque es una película muy buena, considerada
de culto, y que es posible que no conozcáis. En ella se entremezclan dos
géneros que tenían bastante tirón en los 70: el terror y las road movies.
Además cuenta con dos monstruos de la interpretación como son: Peter Fonda y Warren Oates.
Dos matrimonios se van de vacaciones en su caravana
para pasar unos días esquiando en Colorado. En una parada de su ruta son
testigos del ritual de sacrificio que está llevando a cabo un grupo de culto
satánico. La policía del lugar no les hace mucho caso y deciden ir a buscar
ayuda a la comisaría de otro pueblo. Durante el trayecto sufrirán continuos
ataques de los miembros de la secta y ellos emplearan las medidas necesarias
para defenderse.
Nos
enfrentamos a una película en la que no se muestran escenas sangrientas pero
que logra transmitir perfectamente al espectador una sensación de tensión y
amenaza inminente. La atmosfera es totalmente opresiva ya que la mayor parte de
la acción tiene lugar dentro de la caravana en la que viajan. En definitiva, no
os deberías perder Race with the devil
si queréis disfrutar de una muy buena película setentera con un final de lo mas
impactante.
¿QUIÉN PUEDE MATAR A UN NIÑO? (1976)
Una de las obras cumbres del cine de terror español
dirigida por Narciso Ibañez Serrador,
al que sólo le hicieron falta dos películas para ser considerado todo un
referente dentro del cine de género patrio.
LONG WEEKEND (1978)
Una pareja de turistas británicos viaja hasta la
costa española para pasar sus vacaciones. Evelyn
está embarazada por lo que deciden pasar unos días de descanso en la tranquila
isla de Almazora, que su marido, Tom,
ya había visitado con anterioridad. Una vez en la isla se darán cuenta de que
está únicamente habitada por niños que tiene una actitud de lo más agresiva
hacia los adultos.
Una película muy adelantada a su tiempo que trata un
tema tabú en el cine como es la violencia hacia niños, en este caso, en defensa
propia. Para los protagonistas, al igual que para los espectadores, supone un
dilema moral hacer daño a los niños, unos seres a los que instintivamente
tendemos a proteger. Sin embargo, llegado el momento, la pareja tendrá que
tomar una difícil decisión si quieren salir con vida de esa isla maldita.
¿Quién puede matar a un niño? me sorprendió notablemente por la crudeza de sus
imágenes que no me esperaba para nada en una cinta de los años setenta y que
sin duda tuvo que suponer un fuerte impacto para los espectadores de la época.
Película considerada de culto y de visionado obligatorio, que sin duda ha
influenciado cintas posteriores como: Los
chicos de maíz (1984), The Children
(2008), La huérfana (2009)…
Producción australiana de los años setenta que
obtuvo el premio a la mejor película en el Festival de Sitges de 1978. La cinta
posee un guion diferente, original, de
esos que en un primer momento te despistan y no sabes por donde va a ir. Una
pareja en plena crisis, una caravana abandonada, una playa apartada de la
civilización y los ruidos de varios animales salvajes que se ocultan en el
bosque, son todos los ingredientes que encontramos en este survival
australiano.
Un matrimonio, en plena crisis, decide pasar el fin
de semana en una idílica playa para arreglar sus problemas. Ninguno de los dos
respeta la naturaleza lo más mínimo y cometerán crueles actos contra ella, como
tirar colillas encendidas en el bosque, talar árboles o romper,
deliberadamente, el huevo caído de un nido. Para su sorpresa, estos actos no
quedarán impunes, ya que la Naturaleza tiene la última palabra…
No os dejéis engañar por la lentitud de su
desarrollo inicial porque la historia os irá atrapando poco a poco. Es
sorprendente como, a pesar de que toda la película se desarrolla en exteriores,
la atmosfera es opresiva y asfixiante, sobre todo en los últimos 20 minutos de
metraje. Los sonidos de los animales, que en muchos casos parecen un lamento, inciden
notablemente en la creación de este ambiente tenso y espeluznante.
Los personajes principales son odiosos, la mujer no para
de quejarse por todo, está disconforme con el viaje y se lo hace saber a su marido continuamente.
Por otro lado, Peter, el marido, es de esas personas que se creen superiores en
todo, que si necesitan algo lo toman sin preguntar y que imponen su propia
justicia ante cualquier problemas que les surja. Vamos, que no sentiremos
ninguna pena por lo que pueda pasarles.
Lo mejor son su impactante final, que me dejó con la
boca abierta, y esa lección ecológica intrínseca a toda la película que sin
duda nos hará ser mucho más respetuosos con la naturaleza ,si cabe, ya que bajo
ningún concepto querremos hacerla enfadar, ¿no os parece?
Un grupo de expertos norteamericanos en la
exploración de cuevas se disponen a investigar un conjunto de cavernas descubiertas en Rumania bajo el suelo de una abadía
del siglo XIII. La expedición está formada por exploradores profesionales,
submarinistas, escaladores, una bióloga y un médico. Además, cuentan con los
mejores medios tecnológicos para poder adentrase en grutas cubiertas de agua y
escáneres que les permiten ver la cartografía de la zona. Sin embargo, toda
esta preparación no será suficiente para
enfrentarse a una nueva especie que habita la caverna y que está totalmente
adaptada al medio en el que se encuentran.
Posee un reparto lleno de caras conocidas como la
carismática Lena Headey, Piper Perabo, Daniel Dae Kim, Cole Hausser
o Eddie Cibrian. Todos están bastante
correctos en sus papeles, sobre todo Hausser,
que es un actor que tiene algo en la mirada que me inquieta terriblemente y, claro, a este papel le viene como anillo al
dedo esa mirada perturbada. No nos encontramos frente a un peliculón, pero sin duda nos da entretenimiento y tensión durante todo su metraje. No dudo que pasareis un buen rato con el visionado de esta película y que si todavía os quedan ganas de hacer espeleología se os van a quitar indefinidamente, porque, ¿quién sabe lo que nos espera en las profundidades?