# Day 3
THE PIPER (2015)
Después de la guerra de Corea, un padre y su hijo de dirigen a Seúl para encontrar un médico que consiga curar la tuberculosis del niño. Llegan exhaustos a un pueblo perdido en medio de las montañas donde les acogen con amabilidad y cuando el hombre, flautista de profesión, descubre que las ratas están asolando el lugar, les da la idea para acabar con el problema. Una vez que libera al pueblo de la plaga y pretende cobrar la recompensa que le habían prometido, el jefe del pueblo le acusa de ser un expía comunista para no pagarle la deuda, desencadenando una sucesión de terribles acontecimientos para todos ellos.
Opera prima para su guionista y director Kim Kwang-tae, del que no he conseguido
averiguar nada, así que habrá que seguir su trayectoria muy de cerca porque la
verdad es que promete y mucho.
Kwang-tae nos presenta una versión
del cuento del flautista de Hamelin mucho más siniestra y oscura, y en la que
se mezclan varios géneros. En un primer momento estamos frente a un drama en el
que este padre, cojo tras la guerra, se dirige a Seúl cargando con su pocas
pertenencias para que un medico consiga ayudar a su hijo enfermo. Una vez en el
pueblo, todo este sufrimiento parece quedar en un segundo plano y encontramos
ciertos momentos de comedia, para terminar con una venganza de éstas crueles
(no merecían otra) que tanto abundan en el cine asiático. Todos los géneros
están bien integrados entre sí y pasamos de unos a otros sin si quiera darnos
cuenta.
La historia se encuadra en el difícil momento
que atravesaba Corea del Sur tras la guerra y explora el alcance de la crueldad
y la maldad humana. Este pueblo aislado del resto de la civilización funciona
como un pequeño microcosmos en el que el líder actúa como un dictador que
impone sus directrices y creencias a todos los miembros de la comunidad.
En The
Piper, la fotografía está muy cuidada y es absolutamente preciosa. En los paisajes
abunda una vegetación muy frondosa que se mece al son del viento y que es una
verdadera gozada para los sentidos.
Sí que es cierto que hay que esperar bastante
para presenciar ese giro final que hace que toda la rabia y la injusticia
contenida exploten en un festival de sangre y venganza, pero os puedo asegurar
que merece la pena.
Sólo me queda recomendaros esta película que,
aunque considero que le sobrarían unos minutos de metraje al principio de la
historia, me ha parecido una delicia y cada vez tengo más ganas de explorar en
profundidad el cine asiático de género porque, hasta el momento, todo lo que he
visto han sido pequeñas joyitas.
Y vamos con la última película que disfruté
en la Muestra, un thriller de ciencia ficción con tintes dramáticos que, aunque
posee ciertas limitaciones, me resultó entretenido.
David y Ryan son unos estudiantes de informática que crean una tecnología
capaz de leer la mente humana. Un descubrimiento de tales dimensiones no puede
permanecer oculto durante mucho tiempo porque todo el mundo quiere sacarle algún
partido y los dos estudiantes verán como la vida que han conocido hasta ahora,
desaparecerá para siempre. Listening supuso el debut de su guionista y director Khalil Sullins que con su opera prima pretendía mostrar lo rápidamente que cambian las tecnologías en nuestra era y como, a pesar de todas las facilidades que ésta pone a nuestro alcance para relacionarnos los unos con los otros es, precisamente, en la comunicación con los que tenemos más cerca, familia o amigos, la que termina fallando.
Es evidente que Listening es una película indie de bajo presupuesto ya que hay determinadas escenas en las que se ve claramente esa carencia de medios, por ejemplo en los episodios en los que los chicos están realizando los experimentos telepáticos, el recurso que utilizaron con movimientos de cámara constantes y como a flashazos no me gustó nada, por lo demás, no tengo queja, jejeje.
El desarrollo de los personajes está bien llevado a cabo. Vemos una evolución clara en la relación de David y Ryan, dos personas con ideales y motivaciones diferentes que, a pesar de ser amigos desde hace bastante tiempo, a medida que vaya avanzando la película, descubriremos que no se conocían tan bien como creían. Lo que no me terminó de gustar fue el personaje de Jordan, la chica que trae la discordia a estos dos estudiantes. Me dio la sensación de que estaba metido un poco a la fuerza para contar con una presencia femenina y, además, el giro que sufre su personaje no me pareció para nada creíble.
A pesar de sus limitaciones económicas, Listening cuenta con una gran historia, un ritmo trepidante durante la mayor parte del metraje y unos actores bastante convincentes y correctos en sus interpretaciones. El problema que yo le vi a esta cinta es que creo que toda esta historia de ciencia ficción alrededor de la telepatía y el control de los pensamientos se les acaba quedando un poco grande y hacia el final de la película va perdiendo fuelle.
Sin embargo, pienso que es una propuesta bastante atrevida, interesante y contada de una forma dinámica que no me arrepiento para nada de haber visto y considero que merece la pena. Además, estoy segura de que si este director dispusiese de un presupuesto más abultado, podría tráenos propuestas espectaculares. Estaremos alerta…