La exhibición de
nuestras vidas a través de las redes sociales es algo que está a la orden del
día, todo el mundo ha subido alguna vez fotos de sus vacaciones o fiestas. Pero,
a veces, esta sobrexposición alcanza cotas mucho más altas como sucede en los
programas de telerrealidad que inundan las parrillas de las cadenas de
televisión. A través de la pantalla podemos observar cómo se comportan grupos
de extraños que tienen que convivir en una casa o en una isla desierta, cantantes,
bailarines, modelos o cocineros que viven juntos para, un día a la semana,
competir en la gran gala que decidirá si continúan en la academia e incluso podemos
ver citas a ciegas en islas paradisiacas donde los participantes van desnudos.
En este contexto, no sería nada extraño que los sucesos que se relatan en Battle Royale se convirtieran en
realidad en unos años porque, como ya sabéis, hay que darlo todo por el
espectáculo…
En un futuro distópico
Japón ha llegado a una situación de tal violencia en las aulas que el gobierno
ha llegado a la determinación de celebrar una vez al año la Battle Royale: los miembros de una clase,
elegida al azar, se enfrentarán en una isla desierta en una lucha a muerte
hasta que sólo quede un superviviente. Sólo tienen tres días para conseguirlo
porque pasado este tiempo el collar que todos llevan explotará.
A todo aquel que
desconozca la biografía de Kinji Fukasaku,
director de Battle Royale, puede
resultarle extraño que, tras una dilatada carrera como guionista y director, decidiese
rodar esta cinta adolescente tan controvertida a sus 71 años. Sin embargo, es
perfectamente comprensible que, una persona que durante su adolescencia en
plena Segunda Guerra Mundial fue obligada a trabajar junto a sus compañeros de
clase en una fábrica de munición y que cuando la bombardearon tuvo que
esconderse bajo los cadáveres para sobrevivir, perdiese toda confianza en el
gobierno japonés y en los adultos que les habían conducido a tal exterminio.
Así que, cuando leyó el best seller de Koushun
Takam, en el que se basa la película, le pareció estar reviviendo su dura
adolescencia. Ésta fue su última película ya que falleció cuando estaba
trabajando en la secuela, Battle Royale
II: Réquiem (2003). No hay que olvidar que Fukasaku es conocido principalmente por haber dirigido las
secuencias japonesas de Tora! Tora!
Tora! (1970) y por haber realizado una serie de películas sobre la yakuza que revolucionaron este género
tan característico del cine japonés. ¿Cómo se os queda el cuerpo después de
conocer la vida de Fukasaku? Supongo
que hecho polvo, como a mí.
Como muchos sabréis, el
argumento de Los Juegos del hambre
(2012) es “sospechosamente” similar al de Battle Royale, así que estoy segura que Suzane Collins, autora del libro, leyó o al menos vio esta película
japonesa en busca de inspiración, aunque ella lo niegue. Para ir al grano os
diré que la cinta de la que hoy os hablo es mucho más dura, cruel y sangrienta
que su versión americana. Yo, sin duda, me quedo con la cinta de Fukasaku porque:
A.
Utiliza
actores muy jóvenes, de la misma edad que la de los personajes a los que dan
vida, frente a la utilización de estrellas ya consolidadas en Hollywood que ya
estaban en la veintena y que pretendían hacerse pasar por adolescentes.
B.
No anda con miramientos a la hora de mostrar los
asesinatos, bastante sangrientos por cierto, frente a la cámara. ¡Qué estamos
en un juego de lucha a muerte! No se puede ser blando.
El juego tiene una clara
estética de videojuego: aparecen videos donde una chica muy jovial explica el
reglamento, cada participante lleva un collar explosivo y recibe un arma u
objeto que le ayudará o no en su supervivencia, cada cierto tiempo les avisan
por megafonía de las bajas que ha habido hasta el momento y de las zonas
peligrosas que hay en cada etapa… La verdad es que esto es algo que no entendí
muy bien ya que no vi claramente qué es lo que pasaba en estas zonas
“calientes”: ¿Les gaseaban?, ¿Les rociaban con napalm?,….
La película se centra en
el devenir de unos pocos personajes y cómo estos se enfrentan al juego. Hay quienes
se lo toman muy en serio y se ponen a matar a sus compañeros de clase como si
tal cosa, otros que deciden suicidarse y los que intentan hallar la manera de
escapar de la isla sin dañar a nadie. En esta última situación se encuentra el
principal protagonista, Shuya, que
intenta huir junto a su amada Noriko
y a Kawada, uno de los estudiantes de intercambio introducidos en el grupo, que
ya había estado en la isla y que lo que quiere es vengarse de la organización. Hay
escenas buenísimas como la del grupo de chicas que entra en locura/masacre o
los frikis que están creando un virus informático para poner el sistema patas arriba. Para mí lo mejor de Battle Royale es exactamente esto, que
vemos a casi todos estos adolescentes como personas independientes, con miedos
y aspiraciones diferentes y no como carnaza que sólo está en la película para
morir. No se me podía olvidar el papel del sádico profesor Kitano que está al frente del juego, interpretado por el conocido
actor y director, Takeshi Kitano.
Siendo estrictos, Battle Royale no es una película de terror,
es más un thriller de acción con altas dosis de violencia y gore. Al igual que
la cinta de la semana pasada que también estaba protagonizada por adolescentes,
esta película también pretende hacer una dura crítica social contra el sistema
político japonés tan autoritario y estricto.
Dado su alto contenido
violento, la cinta recibió una calificación R15 (Acceso restringido a menores
hasta los 15 años), a la que Fukasaku
se opuso desde el primer momento. Le indignaba que una película que estaba
dirigida a los adolescentes no pudiese
ser vista por éstos. El principal motivo de la controversia, sobre en todo en
su país, fue mostrar a chicos tan jóvenes, de unos 15 años, como asesinos sin
escrúpulos. No sé por qué se la tomaron tan en serio porque Battle Royale no es más que un
divertimento muy gamberro.
A pesar de que me parece
una gran película, hay ciertos aspectos que no la hacen redonda del todo como
por ejemplo el actor protagonista que interpreta a Shuya, Tatsuya Fujiwara,
conocido por la saga Death Note, me
pareció un poco melodramático y exagerado, pero la verdad es que me hizo
gracia. Además, su historia de amor con Noriko
no me enganchó del todo y me interesaba mucho más el rumbo que tomaban las
vidas de los secundarios.
En definitiva, Battle Royale es una buena película que
creo que divertirá a todo el mundo porque es bastante loca y salvaje. Considerada
por muchos como una película de culto, ha servido de inspiración a otros
directores como Tarantino que escogió a
una de las actrices de la película para intervenir en Kill Bill Vol. 1 y 2. Y vosotros, ¿seríais capaces de matar a vuestros compañeros o amigos para seguir con vida?