La protagonista de hoy
es una de esas personas que se ha visto obligada a convertirse en asesina por
la vejaciones y humillaciones a las que se ve sometida. A grandes rasgos
estaríamos hablando de un rape & vengeance, pero American Mary es mucho más
eso y Mary Mason no es una víctima cualquiera.
Puede ser contradictorio
que, a mí como mujer, me gusten las películas con esta temática y más cuando en
la reseña de The Loved Ones (2009), os comentaba que el subgénero de torturas
me resulta bastante desagradable. Pues bien, para mí, los rape & vengeance
son algo diferentes porque a pesar de que sufro con la violación o la tortura
de la protagonista, ver como después ésta se redime de su calvario con casi más
sadismo que al que ella fue sometida, se convierte en una experiencia más o
menos satisfactoria. En el cine nos suele gustar que los malos paguen por sus
pecados y, teniendo en cuenta que la violación es uno de los crímenes más
atroces que puede sufrir un ser humano, (no olvidemos que en Deliverance (1972)
la víctima era un hombre) aquí los culpables pagarán de tal manera que, si
alguno sobrevive, no volverá a hacer nunca, nada parecido.
Mary Mason es una
aventajada estudiante de cirugía con problemas económicos que no dudará en
hacer todo lo que haga falta para alcanzar su sueño de ser una brillante
cirujana. Cuando acepta ayudar a la víctima de unos matones, se introducirá de
lleno en el oscuro mundo de las cirugías ilegales. Sin embargo, sus
aspiraciones se derrumban tras ser violada en una fiesta, pero lejos de convertirse
en una víctima, se vengará de todos aquellos que han estado involucrados.
American Mary es, por
partida doble, una película perfecta para este Woman in Horror Month, ya que
además de contar con la imponente Katherine Isabelle como protagonista, las
responsables del guión y de la dirección son las hermanas Soska, Jen y Sylvia.
Las controvertidas directoras, más conocidas como las twisted twins, además de reservarse un pequeño papel para sí
mismas en la película, son unas de las principales impulsoras de WiHM y cada
año dirigen un anuncio promocional para la donación de sangre. Os dejo aquí el
de este año que no tiene desperdicio y tiene una clara estética videoclipera.
Aunque como os he
comentado antes, American Mary es
esencialmente un rape and vengeance, las hermanas Soska no se limitan a
mostrarnos a Mary como una sádica asesina con todo un arsenal de torturas bajo
la manga, cómo en I spit on your Grave (2010). El deterioro que produce en Mary las
controvertidas operaciones que realiza a sus clientes y las venganzas que va
llevando acabo, convierten su vida en una espiral de locura que acabará
explotando salvajemente.
Katherine Isabelle, que
ya por aquella época empezaba a consolidarse como una de las reinas del grito
del s. XXI, borda el papel de esta estudiante de cirugía, fuerte, independiente
y luchadora, que es consciente de su atractivo y sabe como sacarle partido.
Pero no os dejéis engañar por esta cara bonita y esos vestidos sexys porque a
la hora de torturar a sus agresores, gracias a sus conocimientos médicos, será
sádica y retorcida hasta niveles inimaginables.
American Mary nos
intruduce en el oscuro mundo de las modificaciones corporales extremas y nos
muestra como su protagonista se deja seducir por el dinero fácil sin percatarse
de que ella también se está sometiendo a una profunda transformación
psicológica. El lema de esta película dice que las apariencias lo son todo y
nos muestra a personas para las que la modificación de su cuerpo es una forma
de afianzar su individualismo y sentirse especiales.
Uno de los puntos flacos
de la cinta es lo poco desarrollados que están los papeles
masculinos. Los agresores nos asustan por quienes son, no porque ellos den
miedo o nos acojonen con su presencia. Esto provocará que en manos de Mary se
conviertan en una especie de animalillos indefensos que no tienen escapatoria.
En este aspecto, el enfrentamiento entre la víctima y sus agresores me parece un
tanto flojo, pero supongo que las twisted twins quisieron darle un enfoque
femenino a toda la historia y que los hombres simplemente fuesen el desencadenante
para que Mary se acabase convirtiendo en una asesina despiadada.
Una de las cosas que no
logré entender muy bien es la aparente historia de amor que existe entre Mary y
Billy, el matón que la contrata para salvar a sus secuaces de las palizas
recibidas. Está claro que Billy siente una especie de fascinación por Mary,
aunque al mismo tiempo le tiene miedo. Sin embargo, ella tiene una actitud un
tanto esquiva, como si sólo fuese una relación comercial, pero cuando Mary ve a
Billy con otra chica, estalla en uno de los episodios más violentos de toda la
cinta. La verdad es que no entendí a qué venía todo aquello.
Ha quedado claro que American
Mary no es una película perfecta y su anticlimático final contribuye
notablemente a ello, pero sin duda, es una cinta muy recomendable que nos
consigue incomodar más que por lo que muestra, por lo que nos hace imaginar. Una
Katherine Isabelle que borda su papel y que no se limita a ser la víctima
vengativa de cualquier rape And vengeance, sino que todos sus actos
contribuirán a su deterioro psicológico. Pero lo más interesante es el mundo de
las modificaciones corporales extremas que nos muestran las hermanas Soska y
que lejos de criticarlo, nos lo presentan como una forma diferente de entender
la vida y de expresar exteriormente los deseos más íntimos. En definitiva, una película
diferente, perturbadora e inolvidable.