Últimamente, el
tailandés se ha convertido en un idioma tan familiar para mí, que creo que
hasta podría distinguirlo de otras lenguas orientales ya que si todo lo que hacen
son peliculones, ¿cómo me los voy a perder? Cada vez soy más adicta al cine de
terror asiático porque considero que además de cuidar mucho la estética y la
fotografía de sus producciones, cuentan con unas historias en las que todo está
muy bien hilado y te sorprenden con un final apoteósico, que encaja a la perfección
con toda la trama. Vamos que, normalmente, me dan ganas de levantarme del
sillón y aplaudirle a la pantalla, jejeje.
Tun
es un fotógrafo que vive felizmente con su novia, Jane. Después de una cena con un grupo de amigos,
sufren un accidente y Tun convence a
su novia de que huyan del lugar. Poco tiempo después, se dan cuenta que en
todas las fotos de Tun aparecen unos destellos
fantasmagóricos y que una presencia estraña, los está acechando.
Shutter fue la opera prima del dúo formado por Banjong
Pisanthanakun y Parkpoom Wongpoom. Me gustó tanto esta película que dos días después ya
estaba viendo su segunda producción, Alone (2009) que me
pareció tan brutal, que no tardaré mucho en hacer la reseña, porque tampoco os la
podéis perder. Me han impresionado tanto estos dos directores que pienso
devorar lo antes posible todos los trabajos en los que han participado y de los
que destacaría: los dos segmentos en las antologías tailandesas Phobia (2008) y Phobia 2 (2009),
el cortometraje de la letra N (N is por
Numptials), en ABC of Death (2012) y
la comedia de terror Pee Mak (2013). Tampoco hay que
perder de vista a Sophon Sakdaphisit,
que participo en el guion y cuenta con títulos que yo ya tengo preparados para
ver como: Coming Soon (2008), Ladda Land (2011) o The Swimmers (2014), que fue una de mis primeras incursiones en el cine de terror tailandés, tras la apertura del blog
Shutter es un thriller psicológico con fantasmas de por
medio que se centra en la venganza y en la ley del karma: Si alguien comete una
mala acción en el pasado, se volverá contra él en el futuro. No es un argumento
para nada novedoso y menos dentro del cine de terror asiático donde estamos
acostumbrados a que los fantasmas vuelvan para vengarse de los vivos. En esta
ocasión han elegido una cámara fotográfica como el objeto que transmite el
terror, pero acordaros que esto ya lo habíamos visto antes con las cintas de
video en The Ring (1998)
o el teléfono en Phone (2002).
También, la estética del fantasma sigue los patrones habituales del cine de
terror asiático: mujer de tez muy pálida, con pelo negro y largo que le cubre
la cara. En este sentido, Shutter no aporta ningún
tipo de innovación al género ya que cuenta con todos los elementos habituales del
cine de terror oriental pero entonces, ¿qué es lo que la hace sobresalir sobre
las demás? Pues, bajo mi punto de vista, contar con una gran calidad técnica, con unos personajes sólidos, respaldados por unas grandes actuaciones y tener una atmósfera increíblemente
tensa y siniestra, además de poseer uno de esos finales que te dejan totalmente
satisfecho.
En cuanto a los personajes, por un lado tenemos a Tan, un fotógrafo simpático y cariñoso
con su novia y amigos que, durante los primeros minutos de metraje, muestra su lado
más oscuro al decidir huir de la zona del accidente. Un personaje que no nos
resultará nada simpático desde un principio y del cual nos sorprenderá la supuesta
indiferencia con la que se ha tomado el incidente. Todo lo contrario de lo que
pasa con Jane, su novia, retratada
como una mujer fuerte, a la que le atormenta bastante lo que han hecho y que no
cesará en su empeño por descubrirá verdad, una verdad que le hará más daño que
el propio fantasma.
La atmósfera que se respira en Shutter es inquietante, con esa ambientación en espacios oscuros donde estás seguro que algo malo va a pasar, pero no sabes por dónde te va sorprender. La tensión que se
respira en el ambiente es tal, que puede hasta palparse y alguna de las apariciones del fantasma es escalofriante. Más que producir miedo, lo que esta película consigue
es que la inquietud y el desasosiego nos calen hasta los huesos.
Aunque como os he comentado
antes, el guion de la película no es muy original, está todo tan bien hilado,
con esas pequeñas pistas que nos van mostrando tan sutilmente a lo largo de
toda la historia como la de la mantis religiosa o la de la báscula hospital que, sin duda, el resultado es sublime y le hace ganar enteros a esta
propuesta.
Como era de suponer, dado
el éxito de taquilla de Shutter en Tailandia
y otros países, se llevaron a cabo hasta tres remakes: Sivi (2007) en la India,
Shutter (2008)
en los EEUU, como no, y Click (2010) en Indi. Vamos, que a los espectadores hindúes les debió encantar una película centrada en las fotografías
de espíritus.