Puede que ya esteis más
que aburridos de leer críticas y opiniones sobre esta película, uno de los
estrenos más esperados de este 2016, pero como me comprometí a reseñaros todas
las cintas que os muestro en las entradas de Terror is coming, que hago a principios de cada mes, os quiero comentar mis
impresiones sobre Lights out y si
acerté o no con los miedos que albergaba sobre ella. Intentaré no extenderme
demasiado.
Las grandes expectativas
que albergaba acerca de esta película, se fueron derrumbando a partir de su
estreno y de las malas críticas y opiniones que iba recibiendo. Esto provocó,
en gran medida, que yo me demorase tanto en su visionado y que no fuese hasta el pasado fin de semana que decidiese
enfrentarme a ella. La verdad es que tengo que reconocer que me llevé una sorpresa
porque cuando tienes el hype por los suelos, lo único que puede pasar es que la
cosa mejore y esto fue lo que me sucedió con Lights
Out que, a pesar de que no es una gran película, sí que consideró que
es un gran entretenimiento y que, como tal, funciona bastante bien.
Tras la muerte de su
padre en extrañas circunstancias, los problemas psicológicos de la madre de Martin se acentúan. El niño siente que
hay una extraña presencia en su casa, que se esconde en la oscuridad y con la
que su madre parece tener una relación. Asustado, Martin, recurrirá a su medio hermana para que le ayude a vencer a
este terrible mal y conseguir que su madre vuelva a ser la que era.
Ésta película supone el
salto al largometraje del director sueco, David
F. Sandberg, responsable del corto del mismo nombre, que cuenta con el respaldo en la producción de uno de los pesos pesados del cine de terror
actual, James Wan. Según el director
sueco puede que, debido a las presiones por parte de la productora, se
realizasen cortes y cambios en el guion de la película que contribuyeron a que
el mensaje que quería trasmitir se perdiese. Por esa razón, Sandberg está centrado en realizar una
secuela, para la que ya tiene la aprobación y que podrá realizar una vez que
acabe con el rodaje de, la más que innecesaria, Annabelle
2. En ella, la historia continuará y llegaremos a entender cuál es
la verdadera naturaleza del monstruo. No puedo ser más concreta con este tema sin caer en
spoilers, así que si ya la habéis visto os recomiendaría la entrevista que
concedió Sandberg a A.V. Club, donde entenderéis muy bien lo que os estoy
tratando de explicar.
La película se inicia
con una escena en un almacén donde este ser de la sombras se cobra a su primera
víctima y donde contamos con el cameo de la mujer del director y protagonista
del cortometraje, Lotta Losten. Una
escena inicial que puede que sea la más aterradora y efectiva de toda la cinta porque
después se adentra en una trama mucho más convencional.
En algún sitio leí que
el guionista de la película, Eric
Heisserer, conocido por sus trabajos en Pesadilla
en Elm Street (2010), La cosa (2011)
o la esperadísima The Arrival
(2016), escribió primero el drama de esta familia y la
fuerte depresión que atraviesa la madre y, una vez con ello en la mano,
introdujo al monstruo y las secuencias de terror que encontramos a lo largo de la
cinta. Esto se refleja en el resultado final de Lights
Out porque se le ha dado más importancia al desarrollo de los personajes
y las relaciones que estos tienen entre sí, como por ejemplo, la complicada relación
de la madre con sus hijos o las dificultades de la hermana a comprometerse con
su novio, que al monstruo en sí mismo. Sus apariciones son escasas y quitando
la lucha con el novio de la hermana o cuando persigue a ésta por el sótano, no
son muy impactantes.
Como os comentaba, Lights Out es esencialmente un
drama familiar en el que hay un monstruo de por medio, algo parecido a lo que
nos pasaba, salvando las distancias, en la revelación del 2014, The Babadook. Y es que ahora, más
que nunca, las tramas del cine de género parecen haberse instaurado en nuestro
hogar, dentro del núcleo familiar, como hemos visto en las recientes The Witch (2015) o The Conjuring 2 (2016). Esto supone
un acercamiento del terror a la vida cotidiana, destruyendo así el núcleo de
confianza y el lugar en el que nos sentimos seguros. Si ya con los Home Invasions, el hogar se había
convertido en una cárcel al irrumpir unos extraños malintencionados en ella,
ahora el foco del terror se centra en la propia familia, el pilar fundamental
para cualquier niño, protagonistas principales de estas películas.
Con respecto a las interpretaciones
de Maria Bello, Teresa Palmer o, el pequeño, Gabriel
Bateman, creo que todos están perfectos y creíbles en sus respectivos papeles
y, afortunadamente, esta vez, no tenemos a un niño odioso, algo tan típico en
el cine de género.
Bajo mi punto de vista, no creo que fuese necesario expandir el cortometraje del 2013 pero, una vez visto, sí que se le pueden extraer algunos aspectos positivos. Me encanta el efecto con el que consiguen que el espectro aparezca y desaparezca con la luz y los múltiples recursos de iluminación que utilizan a lo largo de la cinta para mostrárnoslo. Por lo visto, esta técnica tan efectiva visualmente, es algo bastante sencillo de realizar, que se consigue grabando con una pantalla partida planos en los que aparece el monstruo y otros en los que no, y se van intercalando.
Ahora bien, la escena
que me sacó totalmente de la película porque para mí no tiene ningún sentido,
es aquella en la que la hermana está en el sótano con un foco de luz negra y ve
las pintadas que ha hecho el fantasma en las paredes con pintura fluorescente.
¿Alguien me puede explicar si es que los fantasmas se van de compras para
conseguir este tipo de pintura o a qué obedece este recurso? Ya sé que en
pantalla quedo muy bonito y muy llamativo pero carece de toda lógica.
En resumen, Light Out es una película de terror convencional enmarcada dentro de un drama familiar bastante duro, que resulta entretenida
y perfecta para pasar el rato. Creo que es de esas cintas que gana
puntos si las vemos en casa, de noche, porque esto contribuirá a que nos sugestionemos
con ese miedo a la oscuridad tan habitual en el ser humano y con el que no
sería más difícil conectar en una sala de cine abarrotada de gente.
Y ya para finalizar, que me he enrollado más de lo que tenía pensado, vamos a
ver si acerté o no con los Miedos que apuntaba para esta película:
- Que la historia del corto no de tanto de sí para un largometraje de hora y media. (Ni sí, ni no: La existencia de este largometraje habría tenido más sentido si hubiesen dejado a Sandberg desarrollar su idea)
- Que la clasificación que ha recibido PG-13 (no recomendada a menores de 13 años) no nos proporcione la película tan aterradora que todos estamos esperando. (Acierto: Creo que la propuesta hubiese mejorado mucho con más apariciones del espectro y con más víctimas)
- Que todos los sustos hayan sido revelados en su extenso tráiler. (Acierto: Prácticamente todos se revelan en el tráiler y deja poco a la sorpresa)