lunes, 26 de noviembre de 2018

MARATÓN DE LAS 12 HORAS DE MOLINS DE REI 2018


Todos los que me seguís por twitter ya sabréis que hace una semana pude disfrutar de la mítica Maratón de las 12 horas del Festival de Cine de Terror de Molins de Rei. Para mi se ha convertido en una cita indispensable en mi calendario festivalero, desde que lo descubrí allá por el 2013, así que salvo causa de fuerza mayor, no me lo he perdido desde entonces. No se si será por la sangre catalana que corre por mis venas, pero siempre he dicho que es mi festival de cine favorito por la calidez que transmite el publico, el cariño con el que me trata siempre la organización y el detalle y el mimo con el que esta todo organizado: Musicote cañero para amenizar la cola de acceso o performances divertídisimas entre películas. Esto por no hablar de las cintas que se proyectan en el Festival y, más concretamente, en la Maratón, que siempre digo que son la selección gourmet del Festival de Sitges. Así que todos los que quieran disfrutar de un autentico Festival de Terror, no deben perderse la próxima edición de Terror Molins. Os prometo que no os arrepentiréis. 

Y, ahora, vamos con los que os interesa, las películas de la maratón y ya os adelanto que algunas se han ganado ya su puesto en el TOP de año. Antes de empezar me gustaría confesaros que no habrá reseña de la última película, Puppet Master: The Littlest Reich porque creo que sólo alcancé a ver 10 minutos, antes de caer en los brazos de Morfeo y no podría hacer ninguna valoración de la misma. ¿Qué os pensabais? ¿Qué la Maratón era tarea fácil? 



SUMMER OF 84




Una de las películas que más ganas tenía de ver y que tuve que esquivar en el Festival de Nocturna para poder disfrutarla a lo grande en Molins. La verdad es que la proliferación de cintas ambientadas en los 80 no me molesta para nada y las disfruto a tope como mujer nacida y amante de esta época. También el que la película estuviera dirigida por los directores de Turbo Kid (2015), François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Wissell, hacía que las expectativas fueran grandes. Sin embargo, éstas se habían visto mermadas, tras las opiniones de compañeros blogueros que las habían visto en festivales y que se habían sentido decepcionados con la propuesta del trió canadiense. Así que antes de desvelaros mi opinión, vamos a ver de que trataba la película.

Como el título nos indica, la película nos sitúa en una barrio residencial norteamericano en el verano del 84, dónde 4 jóvenes con las hormonas en plena ebullición (expían a la vecina con prismáticos, coleccionan revistas pornográficas y se inventan experiencias sexuales), tendrán un aliciente con el que entretenerse ese verano. En la zona se están produciendo asesinatos de jóvenes de su edad y todavía no han dado con el culpable. Un día, Davey, obsesionado con todo tipo de noticias sensacionalistas y conspiraciones, empieza a sospechar que el asesino es su vecino policía, el Sr. Mickey y emprende un plan de vigilancia con sus amigos con el que hallar las pruebas para resolver el caso. 

No se dónde escuché que esta película era un Stranger Things, pero sin monstruo y yo añadiría que sin tanto carisma. La presentación de los personajes se hace un tanto alargada y en ciertos aspectos, demasiado forzada. Demasiadas bromas del tipo: me he acostado con tu madre, o le haría esto o aquello a tu vecina, acaban haciéndose muy repetitivas, sobre todos después de productos tan recientes en los que se explota la misma fórmula. A pesar de esto, te encariñas con los personajes y te ríes con muchas de sus ocurrencias.

Además, otro aspecto que no me pareció nada original es que la trama se centra en la sospecha de que el vecino de al lado, policía para mas inri, sea el asesino en serie que está asolando el condado. A mi no paraban de venirme a la cabeza películas como: Arlington Road (1997), Disturbia (2007) o dentro del género de terror, Fright Night (1985) que son bastante mejores, ya que aquí la trama hay que cogerla con pinzas porque resulta un tanto increíble. Bueno, en una cosa tienen razón y es que al fin y al cabo, "todo asesino, vive cerca de alguien" jejeje.

Como habéis visto, Summer of 84 no me ha entusiasmado, pero me parece una película bastante entretenida y disfrutable, perfecta para los nostálgicos de los 80 y de ese cine en el que los niños resolvían problemas de mayores y nos hacían soñar con que todo era posible. Me hubiese gustado un final más potente y alargado, ya que este se me quedo un tanto descafeinado, pero aun así es una cinta que recomendaría y además sería perfecta para esos a los que queráis iniciar en este gran mundo del Cine de Terror.




GHOSTLAND



Uno de los platos fuertes de la maratón fue sin duda el nuevo trabajo de Pascal Laugier, el conocido director de Martyrs (2008). Tras su estreno en Francia, en marzo de este año, muchas fueron las impresiones que nos llegaban de la película y no todas eran buenas. De hecho, mis expectativas eran bastante bajas y no esperaba encontrar al director francés que me hizo retirar la mirada de la pantalla con la obra cumbre del Terror Extremo Francés. Pues bien, desde ahora os digo que Ghostland, escrita y dirigida por Laugier, es una autentica pasada que sin duda estará en las listas de lo mejor de año que nos empezarán a bombardear en breve (yo incluida).

Ghostland nos presenta a una madre y sus dos hijas, Beth y Vera, que acaban de heredar una antigua casa de una tía fallecida y la primera noche que pasan allí, son asaltadas por un par de locos. Años después, Beth, que se ha convertido en una prestigiosa escritora de terror, recibe una alarmante llamada de su hermana que sigue viviendo con su madre en la casa familiar y preocupada, decide regresar al lugar de sus pesadillas. 

No puedo hablar mucho de esta película sin caer en spoilers y considero que merece la pena disfrutarla en toda su amplitud. Sólo os diré que el guion es potentísimo y nos hará viajar a un mundo en el que nunca querríamos haber estado: giros de guión que te dejan con el culo torcido y que me maravillaron por su originalidad, ambientación en una casa victoriana terrorífica, llena de muñecas de porcelana y pasillos larguísimos que ya dan miedo por sí solos porque nunca sabes lo que se esconde detrás de cada puerta.

Conmigo, Laugier, volvió a conseguir la misma sensación que tuve con Martyrs y es que de alguna manera, me implico tanto con la historia y sus personajes, que cada uno de los golpes, empujones o sufrimiento de las protagonistas, me duelen como en carne propia. Es una película dura, visceral, en gran medida gracias al trabajo de sus actrices protagonistas que hacen que su dolor traspase la pantalla. Gracias a mi inseparable compañera festivalera, Mari Carmen, me enteré de toda la polémica generada en torno a una de las actrices que sufrió cortes en su cara en la grabación de unas de las escenas que requirieron más de 70 puntos. Así que me creeréis cuando os digo que Ghostland no es sólo una película de género, sino una de esas que provocan terror realmente. 

Ghostland no alcanzará la fama y el culto que recibió Martyrs, pero me parece una película mucho más redonda y que vuelve a consagrar a Laugier como una de los mejores guionistas y directores del género. Sin duda, ésta es una de las películas de terror del año, así que os recomiendo que no os la perdáis, pero, prepararos para sufrir.





THE DEVIL'S DOORWAY


Tras el subidón que nos supuso a todos Ghostland, llegó el declive con este found footage de tono religioso siniestro y es que como me pasó en el Festival de Nocturna con Heretiks (2018), no puedo con este cuasi subgénero de monjas mortíferas o endemoniadas. Me aburren hasta el infinito y pierdo tanto la conexión con la trama que me importa más bien poco, por no decir nada, el destino de los personajes. Además, para más inri, por alguna extraña razón no puedo dormirme en estas películas y me las trago de principio a fin para mi tormento. 

The Devils's Doorway parte de un hecho verídico de la historia irlandesa: Los asilos de las Magdalenas. Éstos eran instituciones católicas que desde el s. XVIII hasta finales del s. XX acogían a mujeres caídas en desgracias, es decir, prostitutas, solteras embarazadas, huérfanas e incluso con problemas mentales, a las que se sometía a duros trabajos físicos como expiación por sus pecados. Nuestra película, se sitúa en 1960, para hablarnos de los supuestos hechos milagrosos que se están sucediendo en uno de estos asilos. Como consecuencia de este rumor, el Vaticano decide enviar a dos sacerdotes para que investiguen y documenten la veracidad de los hechos. 

Ópera prima de la directora Aislinn Clarke que acudió a la Maratón de Molins a presentar su película y por eso, sentí mucho más que no me gustara, aunque lo cierto es que hay opiniones de todo tipo y a mucha gente sí que parece haberle gustado este nuevo found footage de posesiones demoníacas. Lo que no puede negarse es lo bien que se recrea una filmación encontrada de principios del s. XX y esto es gracias a que la película fue grabada en 16 mm cámara en mano, que le da veracidad a los hechos. El problema es que los hechos son un batiburrillos de mujeres sometidas a abusos, posesiones demoníacas, fantasmas de niños y trucos mil veces vistos y mejor ejecutados que no consiguieron encandilarme para nada. 

Lo más terrorífico de la cinta es que nos da una idea de lo que debieron sufrir las mujeres internas en estas instituciones, pero, quizás, en este convento, hubiese una razón para tenerlas allí encerradas. Es en este carácter sobrenatural de la historia con mujeres que levitan sobre sus camas, crucifijos que giran y presencias fantasmagóricas dónde flojea más el guión. Es un batiburrillo de hechos y jump scares de manual que terminan haciendo tedioso el seguimiento de la trama.

En su defensa tengo que decir que vimos esta película a altas horas de la noche y después de una cinta tan potente como Ghostland, un found footage con movimientos de cámara constantes y sustos predecibles, puede hacerse muy pesado, como así fue. No obstante, al haber investigado algo más sobre estas instituciones al preparar la critica, me han dado ganas de revisitar The Devil's Doorway  porque creo que merece ser vista en la condiciones adecuadas, es decir, sin estar muerta de sueño, sólo despierta por las ingentes cantidades de cafeína consumidas.  Creo que de este modo y conociendo ese contexto tan espeluznante de las oscuras historias que se producían en estos asilos, mi opinión hacia ella podría variar. 



SORPRESA: ONE CUT OF THE DEAD



Como todos los años, la cuarta película de la Maratón en sorpresa y el misterio no se desvela hasta que empiezan los créditos iniciales de la cinta. Todos estábamos expectantes por saber que nos habían preparado los organizadores porque en pasadas ediciones, la película sorpresa solía ser un cinta del director homenajeado o el tributo a algún hecho relevante del año. Entre las que yo he visto están: Shivers (1975), El Descuartizador de Nueva York (1982) y A Nightmare at Elm Street (1984). Sin embargo, antes de que comenzara la Maratón, tuve la oportunidad de hablar con uno de los Jordis, responsables de prensa del Festival y me adelantó que este año querían darle un giro a la sesión sorpresa y nos habían preparado una película reciente con varios premios en su haber. Os podéis imaginar la expectación que teníamos, aunque debo confesar que tuve la oportunidad de conocer a Héctor, más conocido en las rrss como Un hombre sin Piedad y ya predijo que la película sorpresa sería One Cut of Dead. ¿Sabrá también el número del premio gordo del sorteo de Navidad? jajaja.

Estamos frente a una comedia de terror zombi a la altura de Shaun of the dead (2004) y ahora que ya he captado vuestra atención, paso a comentaros brevemente la trama: Durante el rodaje de una película de zombis de serie B, los miembros del equipo son atacados por una verdadera epidemia de no-muertos. Sencillo, ¿verdad? Pues lo cierto es que no, porque pasados los primeros 20 minutos en los que creemos ser testigos de una película cutre de serie z, todos los engranajes de la cinta empiezan a funcionar y este puzle que parecía inverosímil, empieza a encajar a la perfección, en uno de los ejercicios de edición más brillantes que he visto. Poniendo a un lado la temática zombi, que me río yo de los que decían que este subgénero estaba muerto, One Cut of the Dead es un tributo al amor por el cine, a los profesionales que están detrás de las cámaras y hacen todo lo posible por sacar adelante sus proyectos, aunque dispongan de recursos limitados. 

One Cut of Dead es una película de zombis diferente, divertidísima que nos mantuvo totalmente despiertos y riéndonos a carcajadas. Los asiáticos, concretamente los japoneses, vuelven a demostrarnos que las buenas ideas no necesitan presupuestos abultados para triunfar.  Esta película se ha convertido en todo un fenómeno en Japón y se llevó el premio de público en el Festival de Sitges, así que no exagero cuando os digo que no debéis perdérosla porque One Cut of the Dead también viene pisando fuerte para entrar en las listas de lo mejor del año.  





LASSO



En la penúltima película de la Maratón, las fuerzas ya empezaban a flaquear y confieso que alguna cabezada sí que di en el visionado de Lasso. Una película de serie B con una premisa sencilla que nos plantea el escenario necesario para convertirse en todo un festival de gore con victimas por doquier. Un cinta a la que le hubiese hecho falta proyectarse en un festival más gamberro como puede ser el Festival Syfy en Madrid o Cotxeres en Barcelona, pero que aquí dada la sesión de películas que llevábamos y tantas horas en vela, se no hizo algo pesada.

El argumento aunque sencillo, es de lo más curioso: Un pareja que organiza excursiones para ancianos, decide llevarlos a un pueblo de la américa profunda en el que se celebra una feria de rodeo. Todos se divierten, pero cuando llega la hora de coger el autobús de vuelta a casa, las cosas se tuercen y los vaqueros que parecían tan normales durante el día, se convierten en asesinos sedientos de sangre que los han elegido como presa. 

Y, hasta aquí llega el guión de Lasso porque todo los demás es un festival de sangre, desmembramientos, muertes de lo más atroces y originales, todas en torno al mundo del rodeos y los cowboys. Tendremos a nuestros pobres ancianos, que son unas víctimas de lo más débiles y en inferioridad de condiciones, intentando luchar por su vida y acabar con los asesinos. Contarán con la ayuda de los jóvenes organizadores del evento y un cowboy bueno, interpretado por Sean Patrick Flanery. Las motivaciones de los asesinos no se explican en ningún momento y esto provoca que no entendamos el sentido de esta carnicería. Ahora, como disfrute de vísceras y casquería se puede salvar porque en este sentido nos escatiman en detalles.





Y, hasta aquí dio de sí otra edición más de la Maratón de Molins de Rei, la más longeva de nuestro país. Fue un placer volver a encontrarme con Bernat, Roger y Miquel y los demás miembros del equipo que hacen posible el Festival de Terror Molins porque siempre me tratan como una autentica princesa (sangrienta) y me hacen sentir muy especial. Además, tuve la suerte de conocer en persona a grande amigos twitteros como mi querido Jordi Vaquero de Cine en Serie, a Jordi de mi venerado podcats Sin Audencia que escucho puntualmente cada semana y al gran Hombre sin Piedad. Fue un placer comentar con ellos todas las películas y estoy deseando que volvamos a coincidir en más citas cinéfilas.

Sólo me queda deciros que os apuntéis este Festival en vuestras agendas y no os lo perdáis el año que viene porque os prometo que será una experiencia inolvidable. Ya os adelanto que si alguna vez lo probáis, no será la única porque el vinculo especial que os unirá a Molins, ya se habrá establecido. 



¡¡¡Larga vida al Festival de Molins y a mi para disfrutarlo!!!