domingo, 8 de noviembre de 2015

BODY BAGS (1993)



No sé si ya os había confesado mi absoluta devoción por John Carpenter,  es un director que me fascina. Hace poco he vuelto a revisionar dos de sus mejores películas: The Mist (1980) y The Thing (1982) y han reactivado mis ganas por devorar toda su filmografía. Esto me condujo a la película que hoy nos ocupa y de la que, sinceramente, no había oído hablar. 

Body Bags (1993) fue el episodio piloto de la serie que la cadena de televisión Showtime pretendía hacer a imagen y semejanza del éxito de la HBO, Tales from the Crypt (1989-1996). Sin embargo, la serie nunca salió a la luz y decidieron transformar estos tres relatos, de apenas media hora, en una antología que tuvo bastante éxito cuando fue lanzada al formato video en 1994.

Carpenter siempre había renegado de la televisión, de hecho se refería a ella como “el mueble que habla”. Para explicar por qué aceptó este proyecto hay que remontarse a sus anteriores trabajos: Big Trouble in Little China (1986), hoy película de culto, fue, en su momento, un fracaso de público y crítica que dejó al director sin ganas de trabajar con los grandes estudios de Hollywood. Intentó volver a trabajar con ellos en Memoirs of an Invisible Man (1992) pero no le dejaron mucho margen de maniobra e incluso le apartaron de la sala de montaje. Así que,  en este contexto, recibió con los brazos abiertos el proyecto para televisión de Body Bags ya que con él recuperaba la libertad creativa que le había sido negada en el cine. 

Para enlazar todos los segmentos contamos con el repugnante forense de la morgue, El Coronel, como maestro de ceremonias. Este personaje, por si no lo sabíais, ya que yo me enteré cuando recabé información sobre la película, es el mismísimo Carpenter maquillado por el gran Rick Baker. Según cuenta el director en una entrevista, que podéis encontrar en YouTube, el proceso de caracterización se realizaba bastante temprano y le resultaba horrible tener que estar 3 horas inmóvil en la sala de maquillaje. En la película, El Coronel se dedica a abrir y cerrar bolsas de cadáveres buscando aquéllos que han sido  producto de una muerte violenta y a contarnos su historia. Este personaje tiene un humor bastante negro relacionado con la muerte e incluso se queja de la cantidad de cadáveres que hay por causas naturales. Carpenter tuvo que divertirse de lo lindo interpretando este papel, jejeje.

Vamos con los segmentos. El primero, La estación de gasolina, está dirigido por Carpenter y trata sobre una joven estudiante de psicología que tiene un nuevo trabajo en el turno de noche en una gasolinera cercana a Haddonfield (guiño del director a Halloween, 1978). Durante la noche  acudirán una serie de clientes de lo más variopinto: borrachos, mendigos,.. Entre ellos se encuentran el conocido actor de An American Werewolf in London (1981), David Naughton y el gran Wes Craven. Poco después la chica será acosada por un asesino en serie que se ha escapado de un psiquiátrico y quiere acabar con ella.

La siguiente historia, también dirigida por Carpenter, se titula Pelo y cuenta la historia de Richard, un hombre de mediana edad angustiado por la pérdida del cabello que decide acudir a una clínica que anuncia un método milagroso. Allí el doctor y su enfermera, interpretada por la conocidísima cantante de Blondie, Deborah Harry, le someten a una cirugía que no tendrá, para nada, los resultados esperados, jejeje. 

En el último episodio, dirigido por Tobe Hooper, el conocidísimo director de The Texas Chainsaw Massacre (1974) y Lifeforce (1985),  tenemos a Mark Hamill, el auténtico Luke Skywalker, jejeje, interpretando a un jugador de béisbol profesional que pierde un ojo en un accidente. Mediante un proceso experimental le implantan el ojo de un recién fallecido, pero al poco tiempo este ojo le mostrará cosas que con el otro no ve y que pueden acabar con la tranquila vida que lleva junto a su mujer.  

Los dos primeros segmentos tienen esa mezcla de humor/terror que caracterizaba a Creepshow (1982) pero, sinceramente, aquí no están a la misma altura. Por el contrario, la historia de Tobe Hooper es más oscura y seria, mostrando unos asesinatos de lo más escabroso. Si os habéis dado cuenta, la temática de los dos últimos segmentos es la misma: modificación corporal por intervención médica, quedando la historia de La estación de gasolina, que para mí es la mejor, algo descolgada. 

Parece que John Carpenter se tomó esta película como puro divertimento, no sólo por su aparición como anfitrión, sino por los numerosos cameos de amigos con los que contó, porque además de los que he mencionado anteriormente también participaron: el director Sam Raimi (Evil Dead 1981) y Tobe Hooper y el actor  Tom Arnold como los ayudantes de la morgue. Sin duda, no es una de sus mejores películas, pero disfrutó enormemente con la experiencia y eso es algo que Body Bags transmite perfectamente al espectador. 

Puede que esta antología llegase en mal momento ya que este tipo de formato disfrutó de cierto éxito a finales de los 70 y en los 80 pero en los 90 estaba ya algo desgastado, de ahí que pasase algo desapercibida. Así que, desde aquí os invito a que la veáis porque no os podéis perder la divertida transformación de Carpenter como maestro de ceremonias y, además, estoy segura de que os divertiréis viéndola. Y no nos engañemos, ¿a quién no le apetece ver otra cara del universo Halloween, aunque sea en una gasolinera?