miércoles, 7 de octubre de 2015

PUMPKINHEAD (1988)




Arrancamos el especial de este mes sobre Halloween con esta película que, aunque en ningún momento  menciona que tenga lugar en dicha fecha, sí que encontramos una ambientación bastante halloweeniana, en la que hasta el mismísimo monstruo se llama Pumpkinhead (Cabeza de calabaza). Todavía no he sido capaz de averiguar el por qué de este nombre ya que la cabeza de la criatura no guarda ningún parecido con esta fruta, la verdad.

Un niño muere víctima de la imprudencia de unos motoristas. Su padre, desolado por la perdida, decide vengarse e invocar a un demonio llamado Pumpkinhead para que acabe con los culpables de la muerte de su hijo.  El argumento es bastante sencillo, ¿verdad? A veces no hacen falta más artificios para construir una buena historia. Pumpkinhead (1988) está basada en el poema homónimo de Ed Justin del que la película tomó su título. Os dejo el enlace a dicho poema que, por cierto, es el único que se conoce de este autor, para que comprobéis lo siniestro y perturbador que es.
La cinta fue dirigida por el experto en efectos especiales Stan Winston, conocido por ser el creador de criaturas tan míticas para el universo cinematográfico como: Terminator (1984), Aliens (1986) o Predator (1987). Está película supuso su debut como director en su escueta carrera como tal.
La película irradia esa magia de las películas de los años 80 que te atrapa desde el primer momento. El actor principal, Lance Henriksen, os sonará enseguida porque es Bishop, el androide de Aliens, jejeje. La verdad es que yo no podía apartar esa imagen  de mi cabeza y pensaba que, en cualquier momento, cuando le hiriesen, iban a salirle cables y esa sangre blancuzca que siempre me recordó a un jarabe para la tos de mi infancia, jejejeje. Independientemente de esto, la actuación de Henriksen es muy buena y logra transmitirte el dolor y la rabia por la pérdida de su hijo de manera extraordinaria. Lo hace tan sumamente bien que, sin siquiera decidirlo te pones de su parte, a pesar de que la venganza que ha decidido emprender es desmedida e injusta.
El diseño de producción es increíble. Ese lugar perdido en la nada entre las montañas, esos pueblerinos que te dan la sensación de que en cualquier momento eso se va a convertir en otra matanza de Texas,  la oscuridad, las calabazas y, por supuesto, la bruja Haggis y su cabaña. El ambiente que se respira en este lugar es tenebroso y  lúgubre,  y la caracterización de la bruja es genial. Da muy, pero que muy,  mal rollo.
El plato fuerte de esta producción no es otro que el monstruo Pumpkinhead, o el Cabezón, como se refieren a él constantemente en la película. Según tengo entendido, Winston estaba tan ocupado con las tareas de dirección que no pudo supervisar los trabajos de creación del monstruo. La criatura está muy bien realizada, de hecho no parece que nos encontremos ante una película de bajo presupuesto, pero, si os digo la verdad, a mí me decepcionó un poco. ¿Por qué? Porque el monstruo me recuerda demasiado a Alien y la única diferencia que veo es que éste es blanquecino y con una postura más erguida y un aspecto más humano que los engendros de Cameron. Winston calculó a la perfección las ocasiones en las que nos mostraba a la criatura ya que varios de sus ataques se producen en las alturas, fuera de la pantalla, y nosotros sólo vemos los cuerpos devastados de las víctimas. Esto genera en el espectador una enorme ansiedad por ver al monstruo, aunque en ningún momento existe la sensación de que aparezca poco en pantalla.
Uno de los pocos aspectos negativos que puedo encontrar a esta película es que los papeles de los adolescentes que sufren la terrible venganza de Pumpkinhead no están nada desarrollados y no te identificas para nada con ellos.  Pero un punto a su favor, y que los diferencia de los jóvenes de otras películas de terror ochenteras, es que aquí no están obsesionados con el sexo, ni las chicas van vestidas con ropa tres tallas más pequeñas que la que necesitarían. A mí, como mujer, me hacen bastante gracia estos estereotipos, así que un punto a favor del Sr. Winston, jejeje.
Con el paso del tiempo Pumpkinhead se ha convertido en una cinta de culto y cuenta con una auténtica franquicia a sus espaldas. Hasta la fecha cuenta con una secuela que se estrenó directamente en DVD y dos películas más para la televisión, además de una serie de comics.  Sin duda, los monstruos de Winston tienen tirón, ¿eh?
Os recomiendo, sin duda,  esta película como primera elección para vuestra noche de Halloween. Es una cinta del 88, así que no esperéis que os asuste, pero su fuerza radica en su sugerente ambientación, en una criatura perfectamente creada y en la potente actuación de Lance Henriksen. Ah y, como dato curioso, deciros que en esta película debutó la actriz Mayim Bialik,  conocida por su papel en Blossom (1990-1995) y por su participación en Big Bang Theory (2007-) . A ver si vosotros conseguís dar con ella, que a mí me costó.