David y Teddy son dos adolescentes que se dirigen a lo que promete ser la
fiesta del año, aunque cada uno con objetivos totalmente diferentes. David intentará recuperar a su exnovia, Jill, con la que ha roto recientemente y
Teddy, por su parte, intentará acostarse
con todo lo que se le ponga a tiro. Sin embargo, sus planes se verán
ligeramente afectados por la caída de un meteorito que ha afectado al sistema
eléctrico y que con cada apagón no hace sino complicar las cosas aún más.
La película ha sido escrita y
dirigida por el griego Dennis Iliadis. Puede que no os suene mucho el
nombre pero si os digo que es el responsable del más que decente remake de La última casa a la izquierda (2009) ya
os va sonando algo más, ¿verdad? Iliadis
encontró la inspiración para desarrollar la premisa de esta historia en sus
propios desastres amorosos, preguntándose qué hubiese pasado de haber podido retroceder
en el tiempo tras una discusión y cambiar las cosas (esperemos que no pensase
hacer lo mismo que el protagonista, jejeje)
+1 es un thriller de ciencia
ficción que aborda el tema de los saltos temporales y cómo a raíz de éstos
aparecen los dobles o Doppelgängers (doble
fantasmagórico de una persona viva) de cada uno de los adolescentes que se
encuentran en la fiesta. Cada vez que se produce un apagón aparece una
reproducción exacta de cada uno ellos realizando las mismas acciones que ellos
mismos habían estado realizando sólo unos minutos antes. Con cada apagón, la
distancia temporal que separa a los jóvenes de sus clones se va reduciendo,
conduciéndonos a un final imprevisible.
Creo que
es bastante divertido ver cómo funciona esta teoría en una de esas fiestas que
estamos acostumbrados a ver en las comedias americanas para adolescentes tipo American
Pie (1999), donde abundan el alcohol, las drogas, el sexo y en las que la
diversión no conoce límites. Además, los cuatro personajes protagonistas
resultan bastante interesantes ya que nadie es lo que parece en un primer
momento. Tenemos la impresión de estar ante unos personajes que reproducen a la
perfección los estereotipos de este tipo de películas desenfadadas pero, a
medida que avanza la película, nos daremos cuenta de que las primeras
impresiones engañan y que los protagonistas tienen más de una cara.
A pesar
de que toda la película gira en torno a los numerosos intentos de David
por recuperar a su ex novia aprovechándose de los saltos temporales, a mí fue
lo que peor me funcionó y lo que me resultó más aburrido. Además, el desenlace
que tiene esta historia no me gustó nada de nada (aquí las paradojas temporales
se las pasaron un poco por el arco del triunfo) Lo mejor, sin duda, son las
historias, tanto de los otros protagonistas como del resto de personajes
secundarios que van apareciendo durante toda la cinta. De mis preferidas, la
escena en la que Teddy se acaba de acostar con una rubia despampanante,
ésta va a darse una ducha y se produce un nuevo apagón que trae consigo la
aparición de una réplica exacta de la chica en la cama junto a un Teddy,
totalmente alucinado.
Puede que
en ocasiones +1 se haga repetitiva ya que, en el fondo, estamos viendo
diferentes versiones de las mismas escenas, pero al tener esa música tan
pegadiza, sobretodo en las escenas de la fiesta en la piscina, la verdad es que
no me importó mucho y lo único que quería era saber qué iba a pasar cuando los
personajes y sus clones se encontraran.
Lo que a
mí y, supongo que a todo el mundo, le parece más interesante es ver cómo cada
uno de los protagonistas y el resto de personajes se enfrentan al hecho de
tener una réplica exacta de sí mismos. Y, salvo la chica solitaria que acepta a
su clon como a su mejor amiga y la única persona capaz de entenderla, el resto
reacciona como desgraciadamente se ha comportado el ser humano a lo largo de
toda la historia: atacando aquello que desconoce o no comprende.
El cine
ha desarrollado esta idea de los dobles en numerosas ocasiones. Se me vienen a
la cabeza títulos como: La invasión de los ladrones de cuerpos (1956), Triangle (2009) o, la más reciente, Coherence (2013). Aunque todas ellas son
infinitamente mejores que la que hoy nos ocupa e imprescindibles para cualquier
cinéfilo, ya sea amante del terror o no, +1 no deja de ser una propuesta
entretenida y bastante aceptable. Además, aquí, a diferencia de lo que suele pasar
con las películas de terror en las que tenemos protagonistas adolescentes que
se van de fiesta, no tenemos asesinos enmascarados que vayan a eliminarlos uno
a uno (San Valentín sangriento (1981)), ni espíritus o monstruos que
vayan a asustarlos (Carrie (1976), Evil Dead (1981) o Piraña
3D (2010)), sino que su mayor problema son ellos mismos, jejeje. Existen todo tipo de opiniones acerca de esta película, hay quienes la aman y quienes la odian o como yo, que ni una cosa ni otra. No es una película que vaya a pasar a formar parte de vuestro Top 10, pero sin duda es una propuesta original y con la que pasaréis un rato entretenido. Así que, yo, sinceramente, se la recomendaría a todos aquellos que estén un poco cansados de slashers adolescentes y quieran averiguar hasta dónde es capaz de llegar el ser humano por conseguir lo que desea. Y vosotros, ¿qué haríais si os encontraseis con vuestro clon frente a frente?