Todos los años me gusta traeros por mi cumpleaños una película
relacionada con esta fecha tan señalada. Hasta ahora, las elegidas habían sido Bloody Birthday (1981) y Happy Birthday to me (1981) pero, esta vez, me apetecía alejarme por un momento del cine ochetero y traeros algo tan de actualidad como un
payaso asesino. En todas las cintas que eligo para celebrar mi cumpleaños con
vosotros, se muestra la cara más siniestra de esta fiesta, en la que un día que
debería ser especial y feliz para todo el mundo, se acaba convirtiendo en una
autentica pesadilla. Mis celebraciones suelen ser bastante más tranquilitas que
todo esto, pero nunca está de más estar preparado para lo que pueda pasar…
Richard “Stitches” es un borracho y malhumorado payaso, pero le
han contratado para animar la fiesta del 11 cumpleaños de Tommy. Los amigos del
niño son un pequeño grupo de mocosos insoportables que no paran de burlarse y
maltratar a Stitches, hasta que éste sufre un fatal accidente. Seis años
después, Tommy y compañía ya son adolescentes y en la gran fiesta que se ha
montado para celebrar su cumpleaños, aparecerá un invitado imprevisto: Stitches
clamando venganza.
Este slasher, en clave de comedia de terror que ha alcanzado cierto estatus
de culto, fue co-escrita y dirida por el irlandés Conor McMahon. Su gusto por las comedias con
altas dosis de sangre, como Evil Dead 2 (1987) y los slasher ochenteros como A Nightmare on Elm Street (1984), le llevaron a escribir
este guion tan gamberro, protagonizado por un payaso de lo mas sarcástico e irreverente.
Para este papel, siempre tuvo en mente al conocido cómico británico Ross Noble,
para el que esta película supuso su debut en la gran pantalla. Gran parte del
éxito de Stitches reside en la actuación de Noble que seguramente para el público británico resultaría
muy impactante verle en una faceta que, aunque humorística, se alejaba bastante
de su contexto habitual.
En estos días que no dejan de llagarnos nuevas noticias sobre
el esperado remake de IT (2017), ¿todavía queda alguien al que no le den miedo o
cierta grima los payasos? Pues si no teníamos suficiente con Pennywise que
volverá a hacer de las suyas este octubre, Stitches nos habla de una nueva
leyenda de lo más aterradora para los coulrofóbicos. La premisa de este slasher se
basa en la creencia de que todos los payasos pertenecen a un oscuro culto en el que todos sus miembros tienen el maquillaje
de su personaje impreso en un huevo que se guarda en la sede de la asociación. Su lema proclama que: “si un payaso muere
antes de finalizar su función, nunca podrá descansar en paz y la broma no será tan divertida la segunda vez”. Según esto, todo payaso que muera en acto
de servicio, regresará de su tumba para atormentar a los involucrados en su
muerte. Así que prepararos para ser atacados por ordas de payasos asesinos... Ummmm, creo que se me acaba de ocurrir una gran idea para un guion, ¿no os parece?
Puede que la historia de oscuros cultos de payasos que operan
en la clandestinidad os haya parecido graciosa, pero estas cáscaras de huevo en las que se representan réplicas de sus maquillajes, son verídicas y se remontan a 1946. Os dejo aquí un
enlace por si alguien quiere investigar más acerca de esta siniestra práctica.
Pero, ¿ a qué se os acaban de poner los pelos como escarpias? Jajajaja.
Stitches es básicamente una historia de venganza, con un guion
muy sencillo, en el que toda la espectacularidad de la película reside en un gran repertorio de muertes basadas en los trucos habituales de los payasos. Es curioso ver cómo utiliza la nariz
roja, tan característica de este disfraz, como si fuese un rastreador de
nuevas víctimas. En las muertes se ha recurrido, casi exclusivamente, a efectos prácticos, por lo
que se agradece este despliegue de medios e imaginación para deleite de los
amantes del gore y de la serie B. No sé con qué muerte me quedaría porque son
todas soberbias, pero entre mis favoritas seguro que estarían la de las bolas
de helado cerebrales o la de la cabeza de globo.
Como habreís podido deducir, el tono de la película destila un
humor bastante negro, tanto en los diálogos, como en los métodos tan peculiares
que utiliza el payaso para eliminar a cada una de sus víctimas. Salvando las
distacias, Stitches en una figura bastante similar a Freddy Krueger y sus
macabras bromas. La verdad es que es una lástima que esta cinta no fuese
distribuida en salas de cine porque, seguramente, el payaso Stitches se hubiese
convertido en todo un icono del cine de terror.
En definitiva, Stitches es el típico slasher sobrenatural de venganza, pero impregnado del humor negro de los británicos. El joven reparto no destaca por sus grandes actuaciones y no son más que mera carne de cañon para nuestro asesino resucitado. Destacaría el papel del joven protagonista, interpretado por Tommy Knight, porque me resultó bastante original que fuese un chico poco popular, el encargado de acabar con el asesino y salvar a la chica. El éxito de esta película reside principalmente en dos factores: la gran
actuación de Ross Noble que consigue crear un payaso carismático, con muy mala
leche y el gran espectáculo de muertes sangrientas e
imaginativas que se suceden a partir del segundo tercio de la cinta. Un slasher de payasos asesinos que deberíais añadir a vuestra lista porque divertiros, os vais a divertir un rato.