jueves, 19 de abril de 2018
THE COTTAGE (2008)
Hoy le toca el turno a una de esas comedías de terror que me llevaban persiguiendo años, de la que sólo había leído cosas buenas, pero que esquivaba una y otra vez en beneficio de un terror más serio y crudo. Lo cierto es que suelo disfrutar bastante con las comedias de terror, pero tengo que tener el humor apropiado para verlas, algo parecido a lo que le pasa al resto de mundo con un drama lacrimógeno o una película gore. En mi caso, suelo estar más predispuesta a ver productos del estilo de Hostel (2005) o Wolf Creek (2005), pero de vez en cuando, me apetece una buena comedia de terror como la que tenemos entre manos.
David y Peter son dos delincuentes de poca monta que secuestran a la hija de un gánster local para conseguir el dinero que necesitan para cumplir sus sueños: Peter quiere comprarle a su hermano la mitad de la casa que han heredado de su madre y éste quiere comprarse un barco con el que dejar su vida atrás. El problema es que la víctima no es la típica joven indefensa y tras una serie de desafortunados incidentes, terminarán con sus huesos en la granja de un familiar de Leatherface que transformará el secuestro, en una lucha sin cuartel por su supervivencia.
El segundo largometraje de Paul Andrew Williams se mueve entra una comedia negra británica y un slasher de serie B con altas dosis de sangre y vísceras. Una película que comienza con un humor muy británico en la que los tres secuestradores aficionados, (a los hermanos se les une un tercero que lo único que aporta en más inutilidad a la ecuación) la pifian de todas las maneras posibles con su insoportable secuestrada. Pero, a medida que la historia avanza, ésta se irá convirtiendo en un slasher rural del tipo de Texas Chainsaw Massacre (1974) o The Hills Have Eyes (1977) pero con un tono de parodia más similar a Hatchet (2006), con la que su deformado asesino tiene cierto parecido.
Como os he comentado, la película podría dividirse en dos partes en cuanto a su argumento. La primera tendría lugar en la cabaña que da título a la película y sería una especie de comedia entre gánsters en la que estos tres incompetentes secuestradores se pasan el rato discutiendo y culpándose unos con otros acerca de sus fallos y cagadas durante el secuestro, mientras la situación se les va de las manos. La gran fuerza cómica de The Cottage reside en gran medida en sus dos actores protagonistas: Andy Serkis, interpreta a David, el hermano mayor con esperiencia en trapicheos, que tiene todo planeado, pero cuando todo se desbarata es muy gracioso ver como se desquicia y se enfrenta a su ineptos compañeros. Por otro lado, Reese Shearsmitht da vida a Peter, el desquiciante hermano pequeño, con fobia a las polillas que sólo esta en este lio para conseguir el dinero que le proporcione una casa en propiedad. Dos personajes totalmente antagónicos que nos proporcionan lo momentos más divertidos de la cinta. El personaje que interpreta la única representante femenina de todo el elenco, Jennifer Ellison, no me podía resultar más repelente. Una poligonera más bruta y mal hablada que un pandillero del Bronx, a la que sólo quería ver morir y si era pronto, mejor, jejeje.
Tras la huida de la secuestrada, la historia cambia de rumbo cuando ésta se topa con una granja habitada por un monstruo psicópata y nos adentramos en una película de terror propiamente dicho, concretamente en un slasher. Como era previsible, es aquí dónde se concentran la mayor parte de escenas sangrientas y no se escatima en tensión y muertes imaginativas. Los paseos nocturnos por un campo plagado de trampas para osos, los ruidos en el sótano y las persecuenciones por la granja a manos de este fiero y descomunal asesino, son solo algunos de los ingredientes de este frenético tramo final.
A algunas personas puede resultarle un tanto decepcionante que un montruo que aparece en el póster, no haga su aparición hasta bien entrada la segunda parte de la cinta, pero considero que el humor negro de la primer parte y como éste va recudreciéndose hasta estallar en una orgía gore, es bastante disfrutable.
En definitiva, puede que The Cottage no sea tan efectiva como otras comedias de terror británicas: Shaun of the dead (2004) o Severance (2006), pero sin duda, es una película muy divertida y disfrutable. No podéis perderos a Serkis en su papel de delicuente , la desternillante escena del pasa montañas y el asesinato mítico de esta película. Sí amigos, si Hatchet (2006) tenía la muerte de la mandíbula y Tucker and Dale vs Evil (2010) la de la máquina corta madera, aquí hay otra que podría estar a la altura y que arrancaría los aplausos del público si se proyectase en un festival, así que yo que vosotros no la dejaría escapar.