lunes, 10 de septiembre de 2018

HOUSE OF WAX (2005)



Las vacaciones se acaban y toca volver al trabajo y a la rutina. ¿Depresión? Ninguna, el otoño siempre es la época preferida para los horror lovers y no sólo porque se celebre nuestra fiesta por excelencia, Halloween, sino porque en estas fechas se concentran la mayor parte de festivales de cine de terror de nuestro país. 

Seguro que os preguntaréis porque he elegido esta película para mi regreso y la respuesta en muy sencilla: he visto mucha película mediocre durante el verano y decidí revisar una cinta que sabía perfectamente lo que me iba a ofrecer: argumento simple, muertes espectaculares y entretenimiento. Hay veces que no le exijo más a una película, no siempre vamos a encontrar joyas como It Follows (2014)The Witch (2015) o Get Out (2017) , pero hay rachas cinéfilas en las que conseguir estos tres sencillos requisitos es tarea imposible.

Antes de hacer correr a Liam Nesson por todo el mundo intentado salvar a su familia y al mundo entero de terroristas despiadados, el director español afincado en EEUU, Jaume Collet-Serra nos traía un slasher rural que bien podría definirse como una mezcla de The Texas Chainsaw Massacre (1974) Tourist Trap (1979): Un grupo de amigos hacen un viaje por carretera para asistir a un importante partido de fútbol, pero deciden descansar la víspera y acampar por el camino. A la mañana siguiente, uno de los coches ha sufrido una "avería" y un lugareño se ofrece a llevarles a la gasolinera de un pueblo cercano. Mientras esperan que el dueño de la gasolinera les traiga la pieza que necesitan, deciden visitar la impresionante Casa de Cera de Trudy. Quedan asombrados por el realismo de las esculturas de cera, pero para cuando descubran el secreto de tal artesanía, quizás sea ya demasiado tarde para todos ellos.

Como la mayor parte de vosotros ya sabréis, esta película es el remake protagonizado por Vicent Price de la House of Wax (1953), que a su vez lo era de Mystery of the Wax Museum (1933). Aunque las dos primeras versiones comparten el mismo argumento y tono, lo cierto es que la producción de Collet-Serra, sólo toma prestado el título para crear una cinta que nada tiene que ver con sus predecesoras, si no mas bien con un slasher rural protagonizado por adolescentes que morirán de las maneras más sanguinarias posibles. La cinta de Collet-Serra se enmarca en una época, la de finales de los 90 y principios del 2000, en la que proliferaban los remakes de la época dorada del terror: House on Haunted Hill (1999), Thirteen Ghost (2001), The Texas Chainsaw Massacre (2003), Dawn of the dead (2004) o Toolbox Murders (2004).

Todos recordamos House of Wax por la participación de Paris Hilton y la posibilidad de verla morir a manos de un psicokiller, pero lo cierto es que estamos ante una película bastante digna y con algunos elementos notables. Es cierto que tenemos al típico grupo de adolescentes atractivos y sin demasiadas neuronas que quieren ir a un partido de fútbol y mientras tanto se entretienen bebiendo o practicando sexo, pero la ambientación de Ambrose, el pueblo dónde está situada la casa de cera de Trudy y el propio museo, son de lo más tétrico y mal rollero. No sólo es increíble el realismo de todas las esculturas de cera, así como los muebles y cualquier otro detalle realizado en este material, si no que el taller dónde el villano realiza sus trabajos con todos esos artilugios y aparatos que parecen sacados del imaginario del Dr. Frankenstein, es absolutamente sobrecogedor.  

Otros de los aspectos a destacar de la cinta son la violencia y la abundancia de hemoglobina en su segunda mitad. No es muy habitual ver a la final girl de un slasher, ser mutilada durante la trama, ni que Paris Hilton realice una actuación decente y además tenga la muerte más espectacular de toda la cinta. Por otro lado, no deja de ser interesante la curiosa técnica de creación de las estatuas de cera (que con esa técnica también las hago yo).



Puede que a muchos de vosotros no os funcione el clímax de House of Wax porque os parezca un tanto fantástico ver una mansión derritiéndose pero, ¿qué me decís de un psicokiller como Michael Myers que muere y revive como si fuera un gato con 7 vidas? Pues lo dicho, que una vez aceptado lo increíble, hay que disfrutar de esta escena de acción trepidante que nos ofrece la pantalla, en la que los dos protagonistas intentan escapar de una casa que se derrite literalmente bajo sus pies, mientras son perseguidos por los artífices de esta atrocidad. Sin duda, un disfrute digno como colofón de la cinta y un despliegue de efectos especiales muy bien ejecutados. Bien es cierto, que al final se guardan un último e innecesario giro de la trama, que podría dejar la puerta abierta a una posible secuela que de momento, no se ha realizado. 


Lo que más puede perjudicar al visionado de House of Wax es su ritmo, excesivamente lento en ocasiones. El planteamiento de los chicos, su partido de fútbol y su acampada se alargan durante bastante tiempo, hasta que nos deleitan con la primera muerte. Pero, por otro lado, el excesivo metraje de la cinta, 108 minutos, nos permiten un desarrollo más profundo de alguno de los personajes. La difícil relación de la protagonista, Carly, interpretada por Elisha Cuthbert, muy de moda en esta época gracias a la serie 24 (2001-2010), con su conflictivo hermano o la historia detrás de los asesinos que queda muy bien hilvanada y explicada. 

En definitiva, House of Wax no es una gran película, pero sí un slasher rural que destaca por su brutalidad y mal rollismo. Además, ese museo de cera tan tétrico y escalofriante que nos recuerda, sin duda, al de Tourist Trap (1979) y el clímax final con todo derritiéndose, paredes que parecen mantequilla y litros y litros de cera, no tiene desperdicio. Si todavía no os he convencido para un revisionado, tened en cuenta que la muerte de Paris Hilton es digna de rememorar y que sólo así seréis capaces de saciar vuestras ansias de haterismo contra la celebrity, jejeje.