Descubrí esta película canadiense en la pasada
edición de Nocturna, el Festival
Internacional de cine fantástico de Madrid. No quería habérmela perdido pero
tuve que descartar alguna de las cintas que tenía pensado ver si no quería que
me confundiesen con la tapicería de una de las butacas del cine, jejeje. Las
sinopsis que suelen aparecer en la página del Festival son bastante breves y la
verdad es que cuando me enfrenté a Backcountry
(2014) hace poco, no tenía mucha idea de lo que me iba a encontrar.
Jenn y Alex
son una pareja urbanita que se va de acampada a los bosques canadienses. Alex está
empeñado en enseñarle a su novia su ruta favorita de cuando era pequeño, la Blackfoot, a pesar de que el guarda del
parque les ha advertido de que está cerrada al público. La primera noche se
encuentran con Brad, un hombre
bastante inquietante que parece estar siguiéndoles. Esto provoca que se
adentren en su ruta más rápidamente para intentar perderle la pista. Tras unos
días siguiendo las indicaciones de Alex,
se dan cuenta de que se han perdido en ese inhóspito paraje. Sin embargo, este
será el menor de sus problemas, ya que se han adentrado en el territorio de un oso
negro.
Backcountry supuso el debut para su guionista y director Adam MacDonald, que ya se había forjado
una sólida carrera como actor, principalmente en el mundo de la televisión. Entre
las películas más conocidas en las que ha participado están: Home Sweet Home (2013) y Wolves (2014). Había oído hablar de ellas y las tengo
incluidas en mi amplísima lista de pendientes, jejeje.
Una de las cosas que más me gustan a la hora de
preparar una crítica es conocer las ideas o motivaciones que conducen al
guionista/director para crear la historia. MacDonald
encontró la inspiración para esta película cuando, en una ocasión en que se
encontraba de acampada con su mujer, escuchó a un animal merodear fuera de su
tienda. Fue en ese momento cuando se le ocurrió la idea de hacer, según sus
propias palabras: “un Open Water (2003)
en los bosques”. La cinta de la que habla trata sobre una pareja que estaba
buceando en las Bahamas y por un descuido de la tripulación es abandonada en
alta mar, en unas aguas infectadas de tiburones. La semejanza entre ambas
películas es evidente, la imprudencia o un descuido conduce a los protagonistas
a adentrarse en el territorio de un animal salvaje y luchar por su
superveniencia. Y hasta que MacDonald
empezó a trabajar en el guion no descubrió el caso real en el que terminaría
inspirándose la cinta.
En Backcountry
encontramos un equilibrio entre el drama y las escenas más gores, que haberlas
las hay, os lo puedo asegurar. En la primera parte, nos presentan a la pareja
protagonista, Alex (Jeff Roop), primo de director y Jenn (Missy Peregrym). Me pareció un una pareja bastante real con sus
problemas, inseguridades y reproches. Seguro que a más de uno y, sobre todo, a
más de una, le resultó familiar esa escena en la que el guarda del parque les
ofrece un mapa y Alex, pretendiendo
ser más listo que nadie, lo rechaza para impresionar a su novia.
Poco después aparece Brad, un guía que realiza excursiones por la zona. Este personaje es de lo más peculiar, porque
ya me diréis vosotros si tiene sentido un monitor con aires de perturbado, pescando
solo en plena noche en medio de un bosque. Está claro que está introducido en
la historia con calzador, para hacernos creer que la amenaza de nuestros
protagonistas va a ser un psicokiller rural al más puro estilo de Deliverance (1972), que si no la habéis
visto os la recomiendo encarecidamente. También os digo que, como yo no sabía
apenas nada sobre la película, me tragué por completo este truco argumental y
cuando fui consciente del verdadero peligro que acechaba a la pareja, me quedé boquiabierta.
Los paisajes que se muestran en la película son
absolutamente espectaculares. La fotografía, los planos y los movimientos de
cámara están muy cuidados y resaltan la dualidad que podemos encontrar en la
naturaleza: un lugar precioso que no es el medio en que nosotros estamos
acostumbrados a desenvolvernos y, por lo tanto, puede convertirse en la más
terrible de nuestras pesadillas.
Puede
que el comienzo de la película os parezca un poco lento pero dadle tiempo porque
en el momento que la acción se desata, la angustia y la tensión por el destino de los personajes
se apoderarán de vosotros. Y sólo me queda deciros que si alguno de vosotros tiene
pensado irse de acampada próximamente, puede que se le quiten las ganas tras el
visionado de Backcountry, jejeje.
Realmente la nota de esta película estaría entre un
tres y un cuatro para que os hagáis una idea.